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EMPATÍA

A diferencia de lo que se cree popularmente, la empatía no es la capacidad de sentir


lo que el otro siente. Si fuera así estaríamos sufriendo altibajos emocionales durante
todo el día. La empatía es entender lo que otro individuo siente y responder en
consecuencia.

La clave de la empatía es tratar a los demás como les gustaría que les trataran a ellos,
no a ti. De lo contrario quizás les sigas tratando como no les gusta.
¿SABÍAS QUE?
 Se calcula que un uno por ciento de la población es psicópata, que no es poco, y
desde luego no tienen porqué ser asesinos. Pueden ser tu vecino, tu jefe o el señor
que te vende el pan. Habitualmente su conducta es afable, pero nunca muestran
sentimientos de culpa o ansiedad, y sus relaciones de amistad suelen durar muy
poco. Son egocéntricos y no son conscientes de las consecuencias de sus actos en los
demás. A lo mejor incluso conoces alguno.
ORIGEN DE LA EMPATÍA
La ciencia dice que el origen de la empatía son las neuronas espejo, las cuales se
activan en respuesta a los actos y emociones de los demás, en una especie de intento
del cerebro por experimentar lo que el otro experimenta. De ahí, por ejemplo, que
bosteces cuando el otro bosteza. El bostezo es la empatía en su máxima expresión.
El grado de empatía varía mucho entre personas aunque habitualmente es mayor
entre gente del mismo sexo, edad, raza o grupo social. De nuevo, lo que nos hace
similares nos une. También se ha postulado que las mujeres son más empáticas
porque evolutivamente necesitaron entender mejor qué significaban los gestos y
lloros del bebé. Por eso sus habilidades sociales están mucho más desarrolladas.
VENTAJAS
Caerás mejor a la gente. Las personas empáticas tienen un círculo social más amplio, son
“populares”.
Serás mucho más persuasivo. La capacidad de entender y ponerte en el lugar del otro te
permitirá saber qué puedes ofrecer a esa persona para que confíe en ti.
Te convertirás en el centro de atención y te harás escuchar.  Los empáticos se
comunican de forma eficaz y suelen tener unas relaciones sociales más satisfactorias porque
habitualmente hablan de cosas que importan a los demás.

Mejorarás tu capacidad de liderazgo y motivación cuando empieces a entender los


deseos y necesidades de la gente.
Comprenderás rápidamente qué les pasa a los demás a través del lenguaje no verbal, y
podrás reaccionar en consecuencia.
ESCUCHA ACTIVA
La escucha activa es una habilidad que puede ser adquirida y desarrollada con la
práctica. Sin embargo, puede ser difícil de dominar, pues hay que ser pacientes y
tomarse un tiempo para desarrollarla adecuadamente.

La escucha activa se refiere, como su nombre indica, a escuchar activamente y con


conciencia plena. Por tanto, la escucha activa no es oír a la otra persona, sino a estar
totalmente concentrados en el mensaje que el otro individuo
La escucha activa no es escuchar de manera pasiva, sino que se refiere a la habilidad
de escuchar no sólo lo que la persona está expresando directamente, sino también los
sentimientos, ideas o pensamientos que subyacen a lo que se está intentando
expresar. En la escucha activa, la empatía es importante para situarse en el lugar del
otro, pero también la validación emocional, la aceptación y el feedback, pues se debe
escuchar sin juzgar y es necesario comunicar a la otra persona que se le ha
entendido. Por esto, existen dos elementos que facilitan la escucha activa, son los
siguientes:
Disposición psicológica: la preparación interna es importante, estar en el momento
presente, prestar atención constante y observar al otro: identificar el contenido de lo
que dice, los objetivos y los sentimientos.
Expresión de que se está escuchando al otro interlocutor con comunicación verbal,
en lo que se conoce como la función fática del lenguaje (ya veo, umm, uh, etc.) y
el lenguaje no verbal (contacto visual, gestos, inclinación del cuerpo, etc.).
QUE NO HACER EN LA
ESCUCHA ACTIVA
Distraerse durante la conversación
Interrumpir al que habla
Juzgarlo y querer imponer tus ideas
Ofrecer ayuda de manera prematura y con falta de información
Rechazar y no validar lo que el otro esté sintiendo
Descalificar al dar tu opinión
Contar tu propia historia en vez de escuchar la suya
SEÑALES QUE INDICAN
ESCUCHA ACTIVA
Indicadores no Postura corporal Señales verbales
verbales receptiva
Emitir palabras de refuerzos o
Reflejo cumplidos
Contacto visual automático
Parafrasear
Sonrisa ligera No distracción
Resumir
Hacer preguntas

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