COMPETENCIAS DE LOS NIÑOS DE 1 A 3 AÑOS. LOS NIÑOS CONQUISTAN EL MUNDO
Tal vez la conquista mas importante de
los niños y niñas al final del primer año y buena parte del segundo es de autonomía, es la transformación de bebe a niño o niña cuando deja de ser un ser absolutamente dependiente, para convertirse en un sujeto ejecutor. Es el momento en los “saberes” y “ haceres ”, transformados completamente en “poder hacer” necesitan el tiempo y los grados de libertad para actuar. Los niños requieren desplazarse, necesitan muchos intentos que son como poder hacer lentamente, sin la ansiedad de los adultos siguiéndolos. LA CONQUISTA DEL LENGUAJE
Las primeras palabras son
revolucionarias tanto para el niño que las pronuncia y cambia el mundo para quienes están allí para escucharlas. Es el niño hablante y el inicio de un proceso que se enriquecerá a lo largo de desarrollo. El señalamiento aparece como “toma de conciencia” del mundo que descubre como un “ medio de comunicación” con los adultos. UNA VEZ CONQUISTAN EL LENGUAJE HABLADO, LOS NIÑOS ADQUIEREN AUTONOMÍA, EN LA MEDIDA EN QUE POSEEN LA CAPACIDAD DE “ TOMAR LA PALABRA” , “ENTRAR AL MUNDO DE LAS PALABRAS Y SU SIGNIFICADOS”; “SER PRODUCTOR DEL LENGUAJE “, DAR INICIO A LAS CONVERSACIONES”. LA CONQUISTA DEL USO DE LOS OBJETOS
Identifica los objetos según
sus funciones y los usa con relación con ello, muestra el dominio de los usos en esa medida, extiende el uso expertos a otros objeto similares y diferentes. MUESTRAN LA CAPACIDAD DE UTILIZAR LOS OBJETOS COMO INSTRUMENTOS EN LA CONSECUCIÓN DE UNA META. En las actividades “ que usan algo para” a partir de ideas, rápidamente logran hacer generalizaciones de un objeto a otro de una experiencia a otra y de esta manera empienzan a transformar su entorno. De esta manera el niño se introduce en el mundo entendiéndolo. EL MUNDO DE LOS AFECTOS
A partir de los doce meses las
emociones de los niños se diversifican, se amplían, se matizan y exteriorizan a medida que van creciendo. Son capaces de manifestar sus sentimientos de placer cuando hacen lo que quieren y de frustración cuando no lo logran. Inician el camino hacia la autonomía y a su vez hacia la regulación de su emociones. Ellos van adaptándose a la forma como encajan esas emociones en su entorno, dependiendo de como el adulto las interprete y del tono como responda a ellas.