0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
22 vistas4 páginas
El documento trata sobre la pérdida de un ser querido y el proceso de duelo. Afirma que cuando muere una buena persona, deja tras de sí una luminosa huella en la memoria de los demás. El duelo nunca termina por completo, ya que la persona fallecida formó parte importante de la historia personal. Sin embargo, el proceso de duelo concluye cuando se logra encontrar un lugar apropiado para el recuerdo de esa persona en la vida emocional.
El documento trata sobre la pérdida de un ser querido y el proceso de duelo. Afirma que cuando muere una buena persona, deja tras de sí una luminosa huella en la memoria de los demás. El duelo nunca termina por completo, ya que la persona fallecida formó parte importante de la historia personal. Sin embargo, el proceso de duelo concluye cuando se logra encontrar un lugar apropiado para el recuerdo de esa persona en la vida emocional.
El documento trata sobre la pérdida de un ser querido y el proceso de duelo. Afirma que cuando muere una buena persona, deja tras de sí una luminosa huella en la memoria de los demás. El duelo nunca termina por completo, ya que la persona fallecida formó parte importante de la historia personal. Sin embargo, el proceso de duelo concluye cuando se logra encontrar un lugar apropiado para el recuerdo de esa persona en la vida emocional.
Cuando un hombre bueno y noble ha vivido a nuestro
lado no nos es nunca arrebatado completamente. Deja tras él un vestigio luminoso semejante a esas estrellas apagadas que se ven desde la tierra después de muchos siglos. ¿PORQUE SEGUIRÁS CONECTADO CON TU SER QUERIDO? Un duelo nunca se olvida por completo de la persona muerta que fue tan altamente valorada en vida y nunca se retira totalmente de la inversión en su representación. Nunca podemos olvidar a quienes han estado cerca de nosotros, de nuestra propia historia, excepto mediante actos psíquicos perjudiciales para nuestra propia identidad. El duelo termina cuando logras encontrar un lugar apropiado para esa persona en tu vida emocional. Un lugar que te permitirá seguir viviendo de manera efectiva en el mundo. “Realmente no hemos perdido nuestros años de vida con la persona fallecida o nuestros recuerdos, ni las influencias, las inspiraciones, los valores y los significados contenidos en sus vidas. Podemos incorporar, de manera activa, en las nuevas formas de vida tras la pérdida, la transformación y las relaciones permanentes con quien hemos querido y amado”. No es la muerte la que nos roba los seres amados. Al contrario, ella nos los guarda y los inmortaliza en su adorable juventud. La muerte es la sal de nuestro amor. Es la vida lo que disuelve el amor. Francois Mauriac.