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Es una palabra (o un concepto) que no existía hasta el año 2017 y que inventó
Adela Cortina para ponerle nombre a un problema muy extendido de nuestras
sociedades contemporáneas.
Para construir esta palabra Cortina utiliza dos palabras provenientes del griego
clásico: ”aporos” y “phobia”.
Aporos denota en griego una persona pobre, carente de recursos o en condición de
indigencia.
Phobia es el temor, rechazo o sensación de repulsión hacia algo.
”Aporofobia” significa entonces literalmente el rechazo a las personas pobres.
Punto de partida
El punto de partida de Adela Cortina es un hecho muy concreto: en
España, después de la crisis económica, el turismo se consolidó como el
sector más importante de esta nación.
“A lo largo de 2016 llegaron a España algo más de setenta y cinco
millones de turistas extranjeros” (p. 4).
Gran parte de estos extranjeros iban de visita a España para conocer las
principales ciudades y para pasar sus vacaciones.
Otra parte llegaba a España desde Asia, África y América del Sur para huir
de sus respectivos contextos y buscar oportunidades en uno de los países
más importantes de Europa.
¿XENOFILIA?
¿Cómo son tratados los extranjeros? “Las gentes se esfuerzan por
atenderles en los hoteles, en las tiendas, en los apartamentos, en las
playas y en las casas rurales. No sólo les explican con todo detalle el
trayecto más adecuado cuando preguntan una dirección, sino que
incluso les acompañan hasta el lugar concreto. Se desviven por
lograr que se encuentren a gusto, igual o mejor que en su propia
casa. Que vuelvan es el deseo más extendido” (p. 4).
¿Podríamos hablar entonces de xenofilia? ¿Podríamos hablar de un
sentimiento de amor hacia toda persona que es de origen extranjero?
Otros extranjeros…
¿Por qué esa diferencia en el trato hacia los extranjeros en España, que nos lleva
de un extremo a otro, de la xenofilia a la xenofobia?
Parece que hay, al menos, dos tipos muy diferentes de extranjeros, que producen
reacciones muy diferentes en los locales.
Parece que lo que en un caso se revela como amor al extranjero y en el otro caso
rechazo no es propiamente su carácter de extranjeros.
Lo que explica la diferencia en el trato hacia los extranjeros es que unos tienen
poder adquisitivo y vienen a dejar ganancias, mientras que otros vienen sin nada y
“solo traen problemas”.
AL QUE SE RECHAZA NO ES AL EXTRANJERO, SINO AL POBRE (YA
SEA LOCAL O EXTRANJERO)
APOROFOBIA