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HISTORIA Y

FUNDAMENTOS
DE LA
PSICOLOGÍA
Clase 26 de marzo, 2019
Nikolas Rose, La invención del sí mismo.
Subjetividad y poder, cap. 4.

Prof. Silvana Vetö


Expertise y techné de la
psicología

■ “Si nos hemos transformado en seres


profundamente psicológicos, es menos
porque hayamos sido equipados con una
psicología, que por haber llegado a
pensarnos, juzgarnos, consolarnos y
reformarnos en función de normas
psicológicas de verdad” (p. 18).
Psicología y sociedades liberales
democráticas

■ Copertenencia “entre las democracias


liberales y las tecnologías expertas: una
relación entre problemáticas políticas
articuladas en términos de individualismo y
libertad, y la expertise de las disciplinas psi”
(p. 2).
■ Una relación entre individualidad y saber,
entre libertad y expertise.
Crítica de otras formas de hacer
historia de la psicología
■ la historia de las aplicaciones psicológicas /
promesas sociales vinculadas a la “normalización” de
sujetos problemáticos (problematizados) en
dispositivos institucionales.
■ la historia de las ideas psicológicas / “tal vez las
ideas psicológicas deberían ser vistas menos como
“modos de pensar” que como “técnicas
intelectuales”, como maneras de hacer el mundo
pensable y practicable de cierto modo. Las “ideas”
están aquí ligadas a modos de ver y actuar : a
tecnologías” (p. 4).
■ la historia de la profesionalización de la psicología /
“generosidad” de la psicología.
Entonces, “¿Qué es lo específico de la psicología
que explica su particular potencia al otorgar su
coloración a tantas prácticas, sitios y formas de
juicio en las sociedades occidentales?” (p. 7)

La psicología como expertise y como


techné
La psicología como expertise
■ “Utilizo el término expertise para referirme a un tipo particular de
autoridad social, característicamente desplegado en torno a
problemas, ejerciendo una cierta mirada diagnóstica, sostenida
en un reclamo por la verdad, afirmando la eficacia técnica y
reconociendo virtudes éticas humanas” (p. 7)
■ Razones para ocupar expertise antes que profesión:
– La expertise es heterogénea y se caracteriza por el bricolaje
(amalgama de saberes y técnicas en un complejo saber-
hacer).
– Permite también hablar de la generosidad de la psicología,
como su modo de establecer alianzas colonizando.
– Da luces acerca de los modos en que emergen estas alianzas
““simplificación” de las heterogéneas tareas de las
autoridades”, y puede “proporcionar a la autoridad social
una base que no es meramente técnica y científica, sino
también “ética”” (p. 8).
La psicología como techné
■ La noción de techné o de tecnología permite “dirigir el análisis hacia
los modos en que las prácticas son organizadas para producir ciertos
resultados en términos de conductas: reforma, eficiencia, educación,
cura o virtud” (p. 9).
■ “En este sentido, podemos decir que la psicología no encuentra
necesariamente sus sitios de aplicación al interior de sus propias
instituciones: a diferencia de profesiones antiguas, no tiene iglesia en
la cual redimir pecados, no tiene corte en la cual pronunciar juicios,
no tiene hospital en el cual diagnosticar o curar. No obstante,
encontrará sus territorios sociales en todos aquellos lugares de
encuentros proliferantes donde la conducta humana es
problematizada en relación con estándares éticos, juicios sociales o
patologías individuales. ¿Qué es lo que la psicología puede ofrecer a
esos encuentros?” (p. 9)
¿Qué ofrece la psicología en los
dispositivos donde se problematiza
la conducta humana?

– la calculabilidad de las diferencias


individuales  “epistemología
institucional”
– la administración “humanizada” del
espacio colectivo
– la eticalización de la autoridad (del
ejercicio del poder)
– el trabajo sobre el sí mismo o la ética de sí
Calculabilidad y
“epistemología institucional”
■ “(…) una perspectiva que concibe el saber como algo que
emerge de la organización práctica y técnica del espacio, del
tiempo de los cuerpos y de las miradas” (p. 10).
■ “(…) este proceso requiere ser entendido en relación a las
prácticas organizacionales mundanas de aquellos dispositivos
sociales construidos en diversos Estados europeos a fines del
siglo XIX que buscaron organizar a las personas en masse en
función de objetivos particulares: reforma, educación, cura,
virtud. Escuelas, hospitales, prisiones, reformatorios e
industrias actuaron como dispositivos de aislamiento,
intensificación e inscripción de la diferencia. Jugaron el rol
no sólo de microscopio, sino también de laboratorio, dado
que fueron simultáneamente lugares de observación y
experimentación con las diferencias individuales” (p. 10).
Calculabilidad y
“epistemología institucional”
■ “(…) la verdad toma una forma técnica, se vuelve efectiva en la
medida en que está encarnada en ella, y la técnica paradigmática de la
persona calculable es el “test” psicológico. El test, en todas sus
formas, es un dispositivo para visualizar e inscribir la diferencia
individual de manera calculable” (p. 10).
■ “El test psicológico jugó, por tanto, un rol crucial en la techné del
cálculo que se ha vuelto central para todas aquellas instituciones
“disciplinarias” que constituyen el reverso “normalizador” de la
democracia liberal; instituciones donde los individuos son gobernados
en términos de su individualidad, de manera que se pueda maximizar
su utilidad organizacional y sus poderes de forma calculada” (p. 11).
■ “La psicología convierte la diferencia humana en un asunto técnico”
(p. 11). Y estas técnicas están presentes en todo tipo de instituciones
donde la distribución de personas en clases, niveles, jerarquías, etc., es
importante.
La administración “humanizada”
del espacio colectivo
■ “La psicología también posibilita una techné de los espacios
y las relaciones, llegando a influir en todas aquellas prácticas
donde las autoridades tienen que administrar a los individuos
en su existencia colectiva” (p. 11).
■ La psicología inventa así, también espacios, “impartiéndoles
un carácter psicológico y simultáneamente habilitándolos
para ser administrados a la luz de este carácter” (p. 12).
■ “Primero, nuevamente, la calculabilidad. La expertise
psicológica vuelve la intersubjetividad calculable,
posibilitando la supervisión calculada y la administración de
las colectividades” (p. 12).
La eticalización de la autoridad
(del ejercicio del poder)
■ Al basarse en las técnicas, los vocabularios, los juicios de la psicología,
es decir, en una expertise, las autoridades (gerentes, jueces, padres o
madres, profesores, etc.) sostienen sus decisiones en criterios
supuestamente racionales y objetivos, tanto como éticos (no arbitrarios).
■ “Ya sea instruyendo, administrando, curando, castigando, educando o
reformando, primero se puede “comprender” a través de una
hermenéutica del alma conducida en términos psicológicos, luego se
puede “diagnosticar” de acuerdo con un sistema clasificatorio
coherentemente justificable y, finalmente, se puede “prescribir” una
respuesta a través de un saber calculable acerca de la subjetividad y las
técnicas para su transformación” (p. 13).
■ Vuelve a la autoridad casi una actividad terapéutica” (p. 13).
■ Asegura un vínculo entre la “autoridad privada” y los valores públicos.
■ Importancia de la noción de ”riesgo”.
El trabajo sobre el sí mismo o
la ética de sí
■ “La ética es aquí entendida en términos de “técnicas del sí
mismo”, prácticas específicas a través de las cuales los individuos
buscan mejorar sus vidas y a sí mismos, sus aspiraciones y las
normas que los guían. Por supuesto, distintas autoridades
-teológicas, médicas, políticas, militares- en diversos periodos
históricos y entornos sociales han aconsejado, instruido, advertido
y moralizado respecto de tales procedimientos para moldear una
vida; han definido muchos sistemas para conducir las minucias de
una existencia – comer, copular, defecar, dormir, caminar, practica
la fe- de modo de seguir la senda hacia la verdad, la virtud, la
felicidad o la salvación; y han elaborado también muchas
prácticas -desde danzas rituales a sermones, desde trances a
confesiones- para construir, modelar y sostener los deseados tipos
de sí mismo” (p. 16)
El trabajo sobre el sí mismo o
la ética de sí
■ “(…) las técnicas psicológicas han llegado a infundir,
dominar o desplazar regímenes teológicos, morales,
corporales, dietéticos y tantos otros, en el intento de
llevar al sí mismo a la virtud o la felicidad, y también a
aquellos regímenes desplegados para reconciliar al sí
mismo con la tragedia o la decepción” (p. 16-17).
■ “(…) liberar el sí mismo que somos verdaderamente, de
modo que podamos hacer de nuestras propias vidas un
proyecto, que podamos realizarnos a través de las
elecciones que hacemos, y podamos modelar nuestra
existencia de acuerdo a una ética de la autonomía” (p.
18).
Conclusiones
■ “Hemos descrito esquemáticamente cuatro modos en que
las prácticas de gobierno de las personas en sociedades
democráticas liberales han sido reunidas bajo formas
psicológicas características: la administración de los
individuos en su existencia singular y colectiva, la
autoridad de la autoridad, las relaciones entre nuestras
nociones de verdad y la forma en que nos conducimos a
nosotros mismos. Discutir acerca de la psicología en estos
términos requiere repensar nuestras nociones sobre las
relaciones entre poder y libertad, así como también los
vínculos entre saber y subjetividad. En nuestros actuales
sistemas éticos, los términos de cada par parecen
contradictorios entre sí, cada uno una negación del otro…”
(p. 19-20)
Conclusiones
■ Conexiones entre formas de gobierno liberal-democráticas y
expertise psicológica:
– Racionalidad: el ejercicio del poder en dichas sociedades es
legítimo en cuanto es racional, y esa racionalidad tiene un
amplio campo de sostén en las técnicas y saberes psi,
– Privacidad: se sostienen en la creación de espacios de
intimidad, espacios privados, fuera del alcance de los poderes
públicos, pero fundamentales para su operar.
– Autonomía: son formas de gobierno autonomizadoras:
“buscan gobernar mediante la construcción de un tipo de
autonomía regulada para los actores sociales” (p. 21).
■ “El auge de la expertise psicológica ha sido posible debido a las
problemáticas de los gobiernos liberal-democráticos, vale decir,
del gobierno a través de la privacidad, la racionalidad y la
autonomía” (p. 21).

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