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INTEGRANTES
5. Proporcionar los medios que ayuden a crecer: brindar desarrollo por medio de
capacitaciones constantes al empleado, como también que los superiores sean
mentores compartiendo su conocimiento con los subordinados.
6. Retroalimentación: informar al empleado sobre su nivel de rendimiento, señalando sus
puntos de progreso y aquellos donde se debe mejorar.
7. Aprenda a escuchar: crear reuniones periódicas en donde los empleados puedan expresar
su opinión sobre temas relacionados o no a la empresa; se puede aprovechar realizar
actividades después de la oficina para compartir un rato agradable.
8. Agradecimiento: no hay nada más gratificante que un “gracias” sincero, por medio de una
nota en el escritorio o un simple correo electrónico, para reconocer el esfuerzo de la persona.
9. Reconozca la excelencia: premiar el buen desempeño del trabajador alienta a seguir con el
mismo rendimiento.
10. Conmemore éxitos: una celebración por los logros alcanzados justifica el esfuerzo
realizado.
FUNCIONES DE LA DIRECCION
En administración de empresas, se conoce como dirección (o
directamente como dirección administrativa), a una de las etapas más
importantes del proceso administrativo, en la que se aplica
el conocimiento adquirido para llevar a cabo una toma de
decisiones pertinentes. Dicho en términos más simples, la dirección
administrativa equivale al capitaneo de un barco
Definir el problema. Es decir, comprender la situación, los retos surgidos y/o los objetivos que se
persiguen y que nos brindarán la orientación inicial respecto a cómo abordar el problema.
Evaluar las alternativas. Todo problema puede abordarse desde distintos puntos de vista y puede
resolverse o enfrentarse de modos distintos, más agresivos, más pacientes, más sagaces, etc. Antes
de decidirse por alguno se deben revisar todas las opciones.
Tomar una decisión. Finalmente deberemos decantarnos por alguna opción y aplicarla de manera
específica, teniendo en cuenta un panorama de consecuencias posible y algún tipo de previsiones
anticipadas.
Integración. Esta etapa implica la disposición de los elementos y recursos necesarios para ejecutar la decisión previamente tomada, a
través también de diversas estrategias, como son:
Dirección Laissez-faire (“dejar hacer”). Un modelo de dirección que interviene muy poco en el
desempeño de sus subordinados, permitiéndoles un altísimo grado de autonomía y decisión, lo cual
puede hacer de ellos empleados con alta iniciativa, o puede conducir al desconcierto y al desorden.
Impersonalidad del mando. Las organizaciones tienen estructuras y jerarquías que no deben depender
de quién las ejerce, sino que deben ser impersonales, objetivas, es decir, no dependen de simpatías y
consideraciones, sino de la lógica interna de la organización.
Supervisión directa e indirecta. La dirección puede ser ejercida, al mismo tiempo, en comunicación
estrecha con los subordinados, o sea, brindándoles las directrices y la información que requieren para
estar motivados y productivos; y en comunicación jerárquica, a través de una estructura jerárquica o
burocrática que permita el uso eficiente de la información y la toma oportuna de decisiones, sin que
absolutamente todo deba llegar hasta la gerencia para aprobarse.
Todo cambio presupone el paso de un estado a otro, ya sea por causas externas o por causas
Internas. Las organizaciones como entidades o grupos que componen la sociedad son afectadas por
estos cambios. Las mismas enfrentan un ambiente dinámico y cambiante, que Demanda de estas
una reestructuración y una adaptación.
En esta dinámica donde la organización pasa por diferentes estados y cada uno es superior a
otro, donde la necesidad de un mundo en evolución, sienta las bases de lo nuevo sustituyendo
lo pasado, se crea en las organizaciones una realidad de cambio y más que eso un sistema en
desarrollo.
Partiendo de un “proceso ininterrumpido que se caracteriza por el surgimiento de lo nuevo que no
existe en niveles anteriores y que al ser un proceso dialéctico es movido por contradicciones
internas El cambio organizacional ha sido trabajado por diversos autores, demostrando que este es
un proceso mucho más complejo que una simple transición de un estado a otro, en él influyen
varios factores condicionados por su principal protagonista, el ser humano. La organización
viéndola desde su carácter desarrollador y sistémico, no podemos remitirnos a una simple
descripción de lo que pueda ocurrir, a partir de una transformación. En esta se encuentran
A partir de los cambios que ocurren en una empresa se reorganizará la estructura, la cultura, la
dinámica, el ambiente, la visión y el comportamiento organizacional, ya que son factores que
forman parte de la organización y están estrechamente relacionados. Toda esta estructura
como guía para su trabajo, debe plantearse un enfoque sistémico, ya que la organización
posee una constante relación con el medio, vista como “un sistema abierto, formado por una
serie de subsistemas en interacción constante uno con otros y con el exterior proyectados para
cumplir unos objetivos de acuerdo a un plan” (Katz y Kahn, citado en Chiavenato, 1992). Por lo
que se plantea una dinámica en la que se establece una interrelación entre los individuos y con
la organización, vistos cada uno por sus diferencias individuales pero con intereses comunes.
Cambiar no se presenta como tarea fácil, además porque no todas las personas están
dispuestas a realizar cambios. Por lo que los sujetos organizacionales afrontan la necesidad de
aprender nuevos elementos psicológicos, hábitos, valores, entre otros para adaptarse a lo
nuevo.
requisitos para el cambio:
1. Motivación fuerte (necesidad sentida)
bienestar en la empresa
el atractivo del trabajo
perspectivas de futuro
la individualización de las relaciones y las decisiones tomadas con respecto a los empleados.
Si eres emprendedor, gestor de proyectos o directivo de empresa, no puedes haber perdido la noción de motivación
laboral y el vínculo directo entre ella y el rendimiento.
El compromiso y esfuerzo determinan directamente el rendimiento de cada uno y el éxito de una empresa.
Mantener una alta motivación es ahora una de las claves, si no la clave para el éxito de una empresa. Un buen empresario,
gerente o incluso empleado debe estar siempre motivado en su trabajo si quiere lograr y superar los objetivos que se ha
fijado.
Sin embargo, no es un proceso simple de entender, ya que no todos están motivados por la misma cosa, con la misma
intensidad.