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LAS MEDIDAS PREJUDICIALES

(arts. 273-289)
I.- Definición:

Medios que franquea la ley a las partes litigantes para preparar su


entrada al juicio.

II.- Regulación:

Las Medidas Prejudiciales se encuentran reglamentadas en el Título


IV del Libro II del CPC, artículos 273 a 289.

III.- Ámbito de aplicación:

El art. 273 CPC parece dar a entender que las medidas


prejudiciales sólo tienen aplicación en el juicio ordinario, sin
embargo, del art. 3º del mismo código puede concluirse que las
medidas prejudiciales son disposiciones comunes a todo
procedimiento. Dado lo anterior, su lugar lógico habría sido en el
Libro I del CPC.
IV.- Clasificación:

Las medidas prejudiciales pueden clasificarse desde diversos


puntos de vista:

a) Según la parte que puede solicitarlas: medidas


prejudiciales del futuro demandado y medidas prejudiciales del
futuro demandante.

b) Según la finalidad: aquellas destinadas a preparar la


demanda, las destinadas a procurarse pruebas que pueden
desaparecer, y las destinadas a asegurar el resultado de la acción
que se va a instaurar.

c) Según su naturaleza: propiamente dichas y prejudiciales


precautorias. La primera de ellas constituye la regla general; la
segunda es aceptada por el legislador en forma excepcional y
previa observancia de ciertas formalidades.
V.- Análisis particular de las Medidas Prejudiciales:

1.- Declaración jurada acerca de algún hecho relativo a la


capacidad del futuro demandado para parecer en juicio, o a
su personería o al nombre y domicilio de sus
representantes (art. 273 Nº 1).

Solamente puede pedirla el futuro demandante en contra del


futuro demandado.

Tiene un triple objetivo ya que puede versar sobre algún hecho


relativo a su capacidad para parecer en juicio, personería o sobre
el nombre y domicilio de sus representantes. Se decretará solo
cuando sea necesaria para que el demandante pueda entrar en el
juicio.

Si el demandado se resiste a cumplir con la medida prejudicial


decretada: art. 274 CPC.
2.- Exhibición de la cosa que haya de ser objeto de la
acción que se trata de entablar (art. 273 Nº 2).

Solamente puede pedirla el futuro demandante. Ha de tener por


objeto una cosa, la cual desea examinar previamente para mejor
éxito de la demanda. Se decretará solo cuando sea necesaria para
que el demandante pueda entrar el juicio.

La manera de proceder a la exhibición de esta cosa varía según


ella se encuentre en poder del propio interesado, esto es, del
futuro demandado, o de terceras personas (art. 275 CPC).

El solicitante tendrá derecho, siempre que lo exija, a que se deje


en el proceso razón de la clase y estado actual de la cosa exhibida
(art. 283 CPC).

Si el demandado o los terceros se niegan a efectuar la exhibición


de la cosa en los términos antes señalados: art. 276 CPC.
3.- Exhibición de sentencias, testamentos, inventarios,
tasaciones, títulos de propiedad u otros instrumentos
públicos o privados que por su naturaleza puedan interesar
a diversas personas (art. 273 Nº 3).

Solo puede solicitarlo el futuro demandante. El tribunal la decretará


únicamente cuando, a su juicio, sea necesaria para que el
demandante pueda entrar en el juicio.

La exhibición de los documentos en cuestión se hará ante el mismo


tribunal, de manera que éste, al decretar la medida, tendrá que
señalar una audiencia.

El solicitante tendrá derecho, siempre que lo exija, a que se deje


en el proceso razón de la clase y estado actual de la cosa exhibida
(art. 283 CPC).
Si los documentos cuya exhibición se pretende se encuentran en
poder de terceros, la medida prejudicial no produciría los efectos
pretendidos por el solicitante; y no tendría más camino que pedir
esa exhibición durante el curso del juicio, ateniéndose a lo
prescrito en el artículo 349 del Código de Procedimiento Civil.

Por el contrario, si los documentos cuya exhibición se ha solicitado,


se encuentran en poder del futuro demandado y éste desobedece
la medida prejudicial decretada, incurre en las sanciones previstas
en los arts. 276 y 277 CPC.

4.- Exhibición de los libros de contabilidad relativos a


negocios en que tenga parte el solicitante (art. 273 Nº 4).

Solamente puede solicitarla el futuro demandante. Se trata aquí de


la exhibición de instrumentos como medida prejudicial, pero
relativa a un caso particular.
La exhibición ha de tener por objeto libros de contabilidad relativos
a negocios en que tenga parte el solicitante.

Tiene además una importante limitación ya que esta medida es sin


perjuicio de lo dispuesto en los arts. 42 y 43 del Código de
Comercio. Por tanto, si lo que se persigue es la exhibición de
libros de contabilidad de un comerciante, no cabe decretar la
manifestación y reconocimiento general de estos libros; y la
exhibición deberá ser ejecutada en el lugar donde éstos se llevan y
en presencia del dueño o de la persona que él comisione.

Siempre que el solicitante lo exija, se dejará en el proceso copia de


las piezas que se presenten o de su parte conducente (art. 283
CPC).

Una vez decretada la exhibición de los libros de contabilidad, si la


persona a quien incumbe dar cumplimiento a esta medida la
desobedece, encontrándose dichos libros en su poder, incurrirá en
doble sanción: arts. 276 y 277 CPC.
Todavía más, si los libros de contabilidad cuya exhibición se rehúsa
pertenecen a un comerciante, puede incurrir en las sanciones
anteriores y también en las contempladas en el párrafo 2º, Título
II, Libro I, del Código de Comercio.

5.- Reconocimiento jurado de firma, puesta en instrumento


privado (art. 273 Nº 5).

A diferencia de las anteriores, puede ser solicitada tanto por el


futuro demandante como por el futuro demandado. Está destinada
a preparar la demanda o su contestación.

Se decretará en todo caso, es decir, basta que se pida para que el


tribunal la ordene, sin que tenga que calificar si es o no necesaria
para entrar en el juicio. El tribunal, junto con decretarla, fijará una
audiencia para que ella se lleve a efecto.

Si se rehúsa el reconocimiento de firma, puesta en instrumento


privado, como medida prejudicial: art. 278 CPC.
6.- Medidas Prejudiciales Precautorias (arts. 279 y 280).

Al igual que las cuatro medidas prejudiciales que hemos estudiado,


sólo le corresponde solicitarla al futuro demandante y como su
nombre lo indica, presentan un doble carácter: son prejudiciales,
en el sentido de que son previas al juicio; y son precautorias, en
cuanto están llamadas a asegurar el resultado de la futura acción.
Se trata de:

 Secuestro de la cosa
 Nombramiento de uno o más interventores.
 Retención de bienes determinados.
 Prohibición de celebrar actos o contratos sobre bienes
determinados.

Para que puedan decretarse se requieren tres requisitos


copulativos:
 Motivos graves y calificados para solicitarlas;
 Determinación del monto de los bienes;
 Que se rinda fianza u otra garantía suficiente para responder de
los perjuicios que se originen y multas que se impongan (art. 279
CPC).

Una vez que el tribunal ha aceptado la solicitud de medidas


prejudiciales precautorias, pesan sobre el futuro demandante dos
importantes obligaciones:

1.- Presentar la demanda en el término de 10 días. Este plazo tiene


el carácter de fatal, susceptible de ampliarse hasta 30 días por
motivos fundados (art. 280 inc. 1° CPC).

2.- Pedir que se mantengan las medidas decretadas. Esta petición


debe formularse en la demanda.
Esta petición de mantener las medidas prejudiciales debe ser
resuelta directamente por el tribunal, sea manteniendo la ya
decretada o bien ordenando alzarla, sin perjuicio, en el primer
caso, del derecho del demandado para oponerse, dando origen al
correspondiente incidente.

Sin embargo, en la práctica los tribunales proveen el escrito


dándole de inmediato tramitación incidental.

Diversas situaciones que pueden presentarse:

 Que el futuro demandante no deduzca oportunamente su


demanda.

 Que, a pesar de haberla deducido, no pide que continúen en


vigor las medidas precautorias decretadas.

 Que, a pesar de haberse presentado oportunamente la demanda


y haber pedido la mantención de estas medidas, al resolver sobre
esta petición, el tribunal decida no mantenerlas.
En cualquiera de estos tres casos, se considera doloso el
procedimiento seguido por el futuro demandante y deberá
responder de los perjuicios causados frente a la persona en contra
de quien se decretaron tales medidas (art. 280 inc. final CPC).

Se trata de una presunción legal establecida en beneficio de la


persona en contra de quien se solicitaron estas medidas, y
destinada a evitarle tener que rendir prueba dentro del pleito sobre
indemnización de perjuicios que podría iniciar en contra del que
pidió las medidas precautorias, acerca del dolo con que este último
actuó en las gestiones respectivas.

7.- Inspección Personal del Tribunal, Informe de Peritos


nombrados por el mismo, o certificado de Ministro de Fe
(art. 281).

Pueden ser solicitadas tanto por el futuro demandante como por el


futuro demandado y están destinadas a procurarse pruebas que
pueden desaparecer.
Para decretar estos medios probatorios como medida prejudicial, la
ley requiere que exista peligro inminente de un daño o perjuicio, o
se trate de hechos que puedan fácilmente desaparecer.

Para la ejecución de estas medidas se dará previamente


conocimiento (noticia o advertencia) a la persona a quien se
trata de demandar si se encuentra en el lugar de asiento del
tribunal que las decreta, o donde deban ejecutarse. En los demás
casos, se procederá con intervención del defensor de ausentes
(art. 281 inc. 2º).

Este conocimiento también habrá que dárselo a la persona a quien


se cree va a desempeñar el papel de demandante en caso de que
alguna de estas medidas prejudiciales la solicite el futuro
demandado.
8.- Declaración jurada o exhibición de título por parte del
simple tenedor de la cosa de que procede la acción o es
objeto de ella (art. 282).

Únicamente puede solicitarla el futuro demandante. Para


comprender su alcance es necesario relacionarla con lo dispuesto
en el artículo 896 del C.C: “El mero tenedor de la cosa que se
reivindica es obligado a declarar el nombre y residencia de la
persona a cuyo nombre la tiene”.

La petición principal de esta medida prejudicial consiste en que


quien tenga la cosa de que procede la acción o que es objeto de
ella, exponga si es poseedor o mero tenedor de la misma. Y, para
el caso de exponer que es mero tenedor, subsidiariamente se
solicitará que preste juramento sobre el nombre y residencia de la
persona en cuyo nombre la tiene y que exhiba el título de su
tenencia o jure carecer de él.
Si el demandado se niega a practicar cualquiera de las diligencias
decretadas: art. 274 y 282 CPC.

El solicitante tendrá derecho, siempre que lo exija, a que se deje


en el proceso copia de todo el documento o de la parte pertinente
(art. 283 CPC).

9.- Confesión Judicial (art. 284).

Puede ser solicitada tanto por el futuro demandante como por el


futuro demandado y está destinada a procurarse un medio
probatorio que pudiera desaparecer.

Tiene lugar como medida prejudicial siempre que haya motivo


fundado para temer que una persona se ausente en breve tiempo
del país.
La confesión se exigirá al tenor de los hechos expuestos por el
solicitante, pero calificados previamente de conducentes por el
tribunal. La resolución del tribunal sobre la conducencia de las
interrogaciones no será susceptible de recurso alguno. Si se accede
a la diligencia, será necesario señalar día y hora para su práctica.

Tres actitudes podrá adoptar la persona a quien se le exige esta


confesión:

 Que preste la confesión solicitada, en cuyo caso, termina la


gestión de medida prejudicial y esa confesión se hará valer dentro
del juicio posterior.

 Que se ausente dentro de los treinta días subsiguientes al de la


notificación sin absolver posiciones, pero dejando apoderado con
autorización e instrucciones bastantes, en cuyo caso, la confesión
la prestará este último en representación de su mandante dentro
del juicio posterior.
 Que se ausente sin prestar confesión ni dejar apoderado, en
cuyo caso, se le dará por confeso en el curso del juicio. Esta
sanción de darlo por confeso tendrá que ajustarse a lo prescrito
en el artículo 394 CPC.

10.- Constitución de apoderado judicial (art. 285).

Sólo puede solicitarla el futuro demandante. Tendrá lugar cuando


exista motivo fundado para temer que una persona se ausente en
breve tiempo del país.

El objetivo directo de la medida es que la persona cuya ausencia


se teme, constituya apoderado que le represente y que responda
por las costas y multas.

Si la persona en contra de quien se ha dictado esta medida


prejudicial rehúsa cumplirla, incurrirá en el apercibimiento de
nombrársele un curador de bienes.
11.- Declaración testimonial (art. 286).

Pueden solicitarla el futuro demandante o el futuro demandado


respecto de testigos cuyas declaraciones, por razón de
impedimentos graves, no puedan recibirse oportunamente.
Ejemplos: grave enfermedad que haga temer por la vida del
testigo, ausencia del mismo a lugares desconocidos, o de tránsito,
etc.).

Versarán sobre los puntos que indique la parte que solicita la


diligencia, calificados de conducentes por el tribunal. Contra esta
resolución podrán interponerse recursos, ya que la ley no los
prohibió como en el caso de la absolución de posiciones.

Se dará previamente conocimiento a la parte en contra de quien se


ha solicitado la diligencia.
VI.- Requisitos para decretar medidas prejudiciales:

Existen requisitos generales, aplicables a toda medida


prejudicial; y requisitos especiales o específicos, que sólo
dicen relación con la medida prejudicial de que se trate y que ya
fueron analizados.

Los requisitos generales para decretar medidas prejudiciales son


dos:

 Que el que las solicite exprese la acción que se propone deducir


y someramente sus fundamentos (art. 287 CPC); y

 Que se decreten sin audiencia de la persona contra quien se


piden, salvo los casos en que expresamente se exige su
intervención (art. 289 CPC).

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