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Ciencia e Ingeniería de los

Materiales

PROPIEDADES

TERMICAS ELECTRICAS

QUIMICAS
Unidad 2. Propiedades Generales de los Materiales
2.3 Propiedades Térmicas de los Materiales

GENERALIDADES

Algunas aplicaciones industriales importantes requieren la utilización de


materiales con propiedades térmicas específicas, imprescindibles para el
correcto funcionamiento del dispositivo o equipo en cuestión. Así ocurre, por
ejemplo, en un intercambiador de calor, cuyo rendimiento depende
directamente de la conductividad térmica del material empleado en su
construcción.

En otros casos, estas propiedades no son tan determinantes, pero deberán ser
tomadas en cuenta a la hora de seleccionar el material idóneo. Así, por
ejemplo, un coeficiente de dilatación alto puede dar lugar a tensiones térmicas
importantes en piezas con responsabilidad mecánica.

Las propiedades térmicas como el calor específico o los coeficientes de


dilatación son importantes en piezas sometidas a fuertes gradientes de
temperatura, como la estructura y recubrimiento de los hornos. Tanto el calor
específico como el coeficiente son prácticamente invariantes con la estructura
policristalina, dependiendo fundamentalmente del tipo de enlaces y de las
características de la red cristalina básica.
2.3 Propiedades Térmicas de los Materiales

La conductividad térmica, en cambio, sí se ve


notablemente afectada por la estructura
policristalina. La conductividaLad térmica es un
parámetro fundamental en dispositivos donde la
transmisión de calor sea determinante de su eficacia,
como ocurre con los ya citados intercambiadores de
calor o, en el caso contrario, en los sistemas de
aislamiento térmico.

En esta unidad se efectúa una revisión de las


propiedades térmicas más importantes desde el
punto de vista de sus aplicaciones en ingeniería.
Como en unidades anteriores, se estudia la influencia
que la naturaleza y estructura de los materiales sobre
éstas propiedades y se presentan algunas
aplicaciones importantes en conexión con las
características requeridas de los materiales.

La temperatura es un factor externo de enorme


importancia, ya que afecta prácticamente todas las
propiedades de los materiales, como son:

Mecánicas.
2.3 Propiedades Térmicas de los Materiales

En este tema nos ocuparemos de tres fenómenos o características térmicas


propias del material e importantes por sí mismas para numerosas aplicaciones
de ingeniería.

En efecto, cuando un sólido recibe energía en forma de calor, el material lo


absorbe, lo transmite y se expande. Estos tres fenómenos dependen
respectivamente de tres propiedades características del material: la
capacidad calorífica o su equivalente calor específico, de su
conductividad térmica y de su coeficiente de dilatación. Analizaremos
por separado cada uno de ellos.

Térmica
Cond.

Calor Especifico / Coef. Dilatación


2.3 Propiedades Térmicas de los Materiales

2.3.1 Capacidad calorífica y calor especifico


 
Se define la capacidad calorífica o capacidad térmica molar como la energía
necesaria para hacer variar en 1 ºK la temperatura de un mol de material. En
los sólidos se trabaja usualmente con el valor Cp, definido como la capacidad
calorífica a presión constante.

Desde el punto de vista de la ingeniería de materiales es más usual trabajar


con el concepto de calor específico a presión constante Ce, que se define
como la energía necesaria para hacer variar en 1 ºK la temperatura de un
gramo del material. La relación entre Ce y Cp viene dada por:

Ce = Cp/Pmol 2.3.1.1

Boltzman demostró que en los sólidos cristalinos simples, como los metales y
cerámicas, y a temperaturas por encima de 200K, la capacidad calorífica molar
a presión constante Cp presenta un valor prácticamente constante:

Cp= 3R=6 Cal/Mol-ºK 2.3.1.2


2.3 Propiedades Térmicas de los Materiales

En efecto, la energía interna de un mol de gas perfecto a temperatura T vale:

Ei = 3/2 RT
Donde:
R= constante de los gases = 1,987 cal/mol·K (8,3 J/mol·K), y
T= temperatura absoluta.

Para los átomos vibrando en el interior de un sólido a temperatura T debe


añadirse un término de energía potencial adicional, del mismo valor Ep = 3/2
RT.
La energía total del sólido será, por tanto:
2.3.1.3
E = Ei + Ep = 3 RT

y la energía necesaria para calentarlo desde el 0K absoluto hasta la


temperatura T valdrá, por su parte: 2.3.1.4
E = Cp [T - 0K] = Cp T

Igualando las ecuaciones 2.3.1.3 y 2.3.1.4 se obtiene:


2.3.1.5
Cp T = 3 RT

Por tanto: Cp = 3 R=6 cal/mol·K 25 J/mol·K.


2.3 Propiedades Térmicas de los Materiales

La figura 2.3.1.1 muestra la evolución de Cp en función de la temperatura del


material. Se observa que la relación no es válida a temperaturas próximas al 0
ºK absoluto, con Cp menores, debido a efectos que se justifican en la
mecánica cuántica. Tampoco es directamente aplicable en sólidos complejos
como los polímeros o líquidos polares, como el agua, para los cuales el término
13.6 debería incluir también la energía de rotación de las moléculas.

Fig. 2.3.1.1. Valores de capacidad calorífica molar a presión constante para los metales en
función de la temperatura.
2.3 Propiedades Térmicas de los Materiales

Obviamente, el valor del calor específico no es constante, ya que depende del


peso molecular de cada material. Su valor puede estimarse con buena
aproximación para metales y cerámicas a partir de la ecuación 2.3.1.1.

Ce = Cp / Pmol = 6 / Pmol cal/g·K

A temperaturas ambientales o superiores, los materiales muestran un


valor casi constante de capacidad calorífica Cp = 6 cal/mol·K.

Los valores de Cp y Ce son característicos de la composición del


material, por lo que se consideran invariantes con la estructura
policristalina. Es decir, no se ven afectados por cambios en el tamaño
de grano, la acritud, la densidad de dislocaciones, etc.
2.3 Propiedades Térmicas de los Materiales

2.3.2 Conductividad térmica

La conductividad térmica, k, es una propiedad de los


materiales que determina la velocidad a la que el
calor se transmite en el material, siendo un factor de
máxima importancia en aplicaciones que involucren.

La transferencia de calor
Moldes de solidificación Intercambiadores.
Pantallas aislantes, etc.

La ecuación fundamental que regula el flujo de calor


Q por unidad de tiempo a través de una sección A,
cuando existe un gradiente de temperatura dT/dx,
viene dada por la expresión, ya conocida por física
fundamental:

Q = k dT/dx (2.3.2.1)

En la Tabla 2.3.2.1 siguiente se presentan valores


característicos de las propiedades térmicas para
varios materiales de diversa naturaleza.
2.3 Propiedades Térmicas de los Materiales

Tabla 2.3.2.1 Características térmicas de diversos materiales

MATERIAL Calor Esp.(Ce) Coef. Dilatación(α ) Conduct. Térmica Tempf


Cal/g-ºK X10-6 cm/cm-ºK Kcal/cm-s-ºK ºC

Pb 0.038 28 0.084 327


Al 0.215 24.1 0.57 660
Cu 0.092 17.6 0.96 1084
Fe 0.106 14 0.18 1540
W 0.032 3.95 0.41 3410
Polímeros 0.20-0.35 15-1200 0.29-0.45 30-320
Al2O3 0.180 6.7 0.038 2100
Diamante 0.124 <0.2 5.54 4000
SiO2 0.260 0.55 0.0032 1720
fundido
2.3 Propiedades Térmicas de los Materiales

2.3.2.1 Mecanismo de la conductividad térmica en los metales

En los metales, tal como vimos en la unidad correspondiente, la conductividad


eléctrica está controlada por la movilidad de los electrones, únicos portadores
de carga, que se mueven libremente debido a la ausencia de una brecha de
energía Eg entre las bandas de valencia y de conducción. La correlación entre
conductividad eléctrica y calorífica mostrada en la tabla 2.3.2.2. justifica que
un mecanismo similar controla la transmisión calorífica.

La cantidad de energía transmitida dependerá, por tanto, del número de


electrones excitados y de su movilidad, factores idénticos a los que controlan
la conductividad eléctrica. De hecho, puede asegurarse que una buena
conductividad eléctrica asegura una buena conductividad térmica,
como se demuestra por la relación de Wiedeman-Franz.
k / (s · T) = L (2.3.2.1)
donde L es el número de Lorentz, cuyo valor es prácticamente constante: L=
1,6 a 2,5 (V/K)2·10-8 para la mayoría de metales puros a 20°C.

Los portadores de energía térmica en los metales son los electrones.


Para cada temperatura, existe una correlación de tipo lineal entre la
conductividad térmica y eléctrica.
2.3 Propiedades Térmicas de los Materiales

La Comisión Electrotécnica Internacional definió como patrón de la conductividad eléctrica:


Un hilo de cobre de 1 metro de longitud y un gramo de masa, que da una resistencia de 0,15388
Ω a 20 °C al que asignó una conductividad eléctrica de 100% IACS (International Annealed
Cooper Standard, Estándar Internacional de Cobre no Aleado). A toda aleación de cobre con una
conductividad mayor que 100% IACS se le denomina de alta conductividad (H.C. por sus siglas
inglesas).
MATERIAL CONDUCTIVIDAD CONDUCTIVIDAD
ELECTRICA TERMICA
%I.A.C.S. %IACS
Plata 106 108
Cobre 100 100
Oro 72 76
Aluminio 62 56
Magnesio 39 41
Aceros 13-17 13-17
Estaño 15 15

Tabla 2.3.2.2 Conductividades eléctricas y térmicas de varios metales, expresadas en %


de la correspondiente al Cu OFHC recocido: 100 IACS, r = 1,74 10-6 W·cm, k = 0,96
cal/cm·s·K
2.3 Propiedades Térmicas de los Materiales

2.3.2.2 Variables que controlan la conductividad térmica en


los metales

Dado que el mecanismo involucrado en el transporte de energía calorífica en


los metales es también el movimiento de los electrones se verifica que las
leyes que regulan la conductividad eléctrica son también aplicables a
la conductividad térmica:

La deformación en frío y, en especial la adición de aleantes da lugar a


fuertes reducciones en la conductividad térmica.

En las aleaciones envejecibles, la conductividad térmica es mínima en


estado de temple, aumentando en las etapas de envejecimiento y sobre
envejecimiento.

Los aumentos de temperatura provocan una disminución en la


conductividad térmica de los metales.
2.3 Propiedades Térmicas de los Materiales

En la tabla 2.3.2.1 se muestra algunos valores de conductividad térmica en


materiales no metálicos, que son del mismo orden o incluso superiores que los
encontrados en metales.

En estos materiales, los electrones no son libres, por lo que su


contribución a la conductividad eléctrica, y también a la
conductividad térmica, es prácticamente nula salvo a muy altas
temperaturas.

En este caso, la transmisión de calor se debe no al movimiento de los


electrones, sino a la propia vibración de la red. Esta vibración se transmite
mediante la propagación de ondas o, en la concepción dual de la mecánica
cuántica, mediante corpúsculos elementales denominados fonones. En este
caso, al igual que ocurre con la conductividad eléctrica, los aumentos de
temperatura provocan vibraciones de mayor amplitud y energía y además se
facilita la excitación de algunos electrones hacia la banda de conducción, lo
que provoca que la conductividad aumente con la temperatura.
La conductividad térmica en los no metales puede estimarse mediante la
relación:

k = Ce (ρ · E )1/2 d (2.3.2.2)
donde:
E= módulo de elasticidad
ρ = densidad
2.3 Propiedades Térmicas de los Materiales

El valor d, del camino medio de la vibración, aumenta con la temperatura del


material, lo que justifica el aumento observado de conductividad térmica
cuando el material se calienta.

La ecuación anterior justifica varios hechos experimentalmente comprobados:

Los materiales con estructuras más compactas y mayor módulo de


elasticidad presentan mayores conductividades.

Los sólidos cristalinos presentan mayor conductividad que si son amorfos.

La conducción calorífica en los no metales se realiza


fundamentalmente mediante vibraciones elásticas de la red.

Los aumentos de temperatura provocan vibraciones de mayor


amplitud y energía y además se facilita la excitación de algunos
electrones hacia la banda de conducción, lo que provoca que la
conductividad aumente con la temperatura.

La conductividad aumenta al aumentar la temperatura, el módulo E y


la densidad del material.
2.3 Propiedades Térmicas de los Materiales

2.3.3 Dilatación térmica.


 
Al aumentar la temperatura, los átomos vibran con mayor amplitud alrededor
de su posición de equilibrio, provocando un incremento en la distancia
interatómica d0 de equilibrio, y por tanto haciendo aumentar las dimensiones
del material.

El cambio de dimensión dL por unidad de longitud y por grado centígrado (o


absoluto) de temperatura está dado por la expresión:

α = dL / LdT (2.3.3.1)
Donde:
α = coeficiente de expansión térmica o coeficiente de dilatación.

El conocimiento del coeficiente de expansión térmica o coeficiente de


dilatación permite determinar los cambios dimensionales que sufre el material
como consecuencia de un cambio en su temperatura.
LT = LTo (1 + a [T-T0]) (2.3.3.2)

La determinación experimental del coeficiente de dilatación para un material


en un rango de temperaturas dado, se realiza con ayuda de un dilatómetro.
Los fundamentos de la dilatometría juegan un papel importante en los
procesos de transformación isotérmica de la austenita, como herramienta
para la determinación de cambios de fases en estado sólido.
2.3 Propiedades Térmicas de los Materiales

2.3.3.1 Influencia de la energía de enlace sobre los coeficientes de


dilatación.

La figura 2.3.3.1.1 representa la correlación existente entre la Tfus y los


coeficientes de dilatación α . Como puede observar, al aumentar las fuerzas
de enlace los coeficientes de dilatación disminuyen. Dicha correlación puede
también apreciarse en los valores presentados en la tabla 2.3.3.1.2.

Fig.2.3.3.1.1 Correlación entre el coeficiente de dilatacion a @ 25 C y la


temperatura de fusión de los metales. Sn y Si presentan enlaces parcialmente
covalentes, mas fuertes, por lo que sus valores de α son inferiores.
2.3 Propiedades Térmicas de los Materiales

Los materiales cerámicos con fuertes enlaces de tipo covalente e iónico,


presentan los menores valores.

Para la Sílice fundida, se encuentran valores tan bajos (α = 0,05·10-6


cm/cm·K), muy inferiores a los de metales de alto punto de fusión (W). Estos
materiales, además de una mayor profundidad del pozo de energía, presentan
una evolución de fuerzas de atracción y repulsión entorno a la posición de
equilibrio d0 de tipo más simétrico, por lo que el equilibrio a temperaturas
elevadas no requiere un gran aumento de d0.

Por otro lado, los polímeros termoplásticos con enlaces débiles de Van-Der
Wals entre las moléculas presentan los mayores valores de α entre las
distintas familias de materiales. Dentro de los polímeros, los termoestables
tienen los menores coeficientes.

Entre los termoplásticos, los mayores corresponden a elastómeros con


cadenas en espiral, con valores típicos de α = 1000·10-6 cm/cm·K.

Los metales muestran valores intermedios entre los correspondientes a las


cerámicas y a los polímeros, observándose también que, conforme aumenta la
temperatura de fusión, los valores de disminuyen.

El coeficiente de dilatación aumenta conforme se reduce la resistencia de los


enlaces atómicos en el sólido. Los valores mínimos del coeficiente de dilatación
2.3 Propiedades Térmicas de los Materiales

2.3.3.2 Extrapolabilidad de los valores de rangos amplios de


temperaturas.

A la hora de efectuar cálculos sobre la dilatación o contracción que puede


esperarse en las dimensiones totales de una pieza que cambia de temperatura
no es normalmente suficiente aplicar la fórmula 2.3.3.2 anterior. Con los
conocimientos adquiridos hasta ahora ya podemos predecir dos efectos
anómalos que pueden ocurrir en ciertos casos:

1. Las características de dilatación de los materiales cristalinos


dependen de la orientación cristalina. Así, los valores de α obtenidos en
materiales policristalinos, tales como los indicados en la tabla 2.3.2.1, pueden
dar lugar a errores tanto por defecto como por exceso si la pieza considerada
es monocristalina, como podría ocurrir con algunos materiales utilizados para
alta temperatura, o si la pieza presenta una fuerte anisotropía o textura , como
ocurre con piezas laminadas en frío o coladas con estructuras dendríticas
groseras.

2. Algunos materiales como los aceros o las cerámicas de SiO2 presentan


cambios de fase en estado sólido. Estos reordenamientos de la red
cristalina al cambiar de fase tiene lugar en ocasiones de forma brusca en un
rango de temperaturas muy estrecho, siendo la causa de dilataciones o
contracciones súbitas, tal como muestra la figura 2.3.3.2
2.3 Propiedades Térmicas de los Materiales

3. Finalmente, deberemos tener en cuenta que, aun en el caso de materiales


en los que no tengan lugar cambios de fase, los valores de α varían con la
temperatura. La aproximación de emplear valores constantes de α para
estimar la dilatación o contracción total es válida únicamente en el rango de
temperaturas para el que se obtuvo el valor α .

a) b)
Fig.2.3.3.2 Cambios dimensionales en función de la temperatura, a) En la Sílice, b) En el
hierro
2.3 Propiedades Térmicas de los Materiales

2.3.3.3 Efectos mecánicos de la dilatación térmica

Analizaremos el caso simple de deformaciones lineales en la dirección de


mayor longitud de una barra, tal como la mostrada en la figura 2.3.3.3.3 Como
consecuencia de un cambio ∆ T en la temperatura del material, se producirá
una deformación unitaria cuyo valor vendrá dado por:
e = ∆ L/L = α ∆ T (2.3.3.3.1)
Si no hay restricciones laterales, la barra cambiará su longitud como
consecuencia del ∆ T y no aparecerán tensiones en el material, tal como se
indica en la figura 2.3.3.3.3

Si, por el contrario, la barra tiene restringida su libre contracción o dilatación,


de forma que se obliga a mantener L constante, cuando el material se
encuentre a la nueva temperatura el material se encontrará sometido a una
tensión cuyo valor, en virtud de la relación entre tensiones y deformaciones
existente en el campo elástico, vale:

σ = - e E = - α E ∆ T (2.3.3.3.2)
El signo negativo indica que el sentido de las tensiones es el contrario al del
∆ T (supuesto que α es +). De esta forma, un aumento de temperatura
provoca tensiones de compresión, mientras que una reducción de temperatura
provocará tensiones de tracción.
2.3 Propiedades Térmicas de los Materiales

Si se restringe la libre dilatación o contracción de un material, se


generan tensiones cuyo valor es directamente proporcional al
coeficiente de dilatación α , al módulo de elasticidad E y al cambio de
temperatura ∆ T.

a) b)
Fig. 2.3.3.3.3 Efectos de un cambio en la temperatura: a) Efecto sobre un fleje de Cu por
dilatación impedida. b) Calculo de deformaciones y tensiones térmicas.
2.3 Propiedades Eléctricas (Presentación)

La importancia del estudio de las propiedades eléctricas de


los materiales es algo fuera de discusión. Basta con mirar a
nuestro alrededor para percatarnos del campo de aplicación:

Líneas de tendido eléctrico.


Instrumentos electrónicos de medición.
Equipos de telecomunicación.
Ordenadores y computadoras.
Generadores y motores eléctricos.
Electrodomésticos, etc.

En suma, el dominio de la energía eléctrica a través del


conocimiento de las leyes físicas y del comportamiento de los
medios materiales activos del fenómeno conductor.

El campo de aplicación de los materiales semiconductores es


muy extenso:
Diodos
SEMICONDUCTORES
Transistores o Tiristores
• Regulación de potencia.
•Intensidad. Tensión. Rectificación o
•amplificación de señal.
2.3 Propiedades Eléctricas (Presentación)

Tipos de componentes por su aplicación:

Celdas

s
re
sis s
a n do
Solares

to
-Tr -Dio
Fo Foto
to

Opticas
Y
Comunicaciones

S
em
La
ic
on se
d rs
u
ct
s or
e es
o- or Comunicación
t c t
Fo ete Por
D Fibra Optica
2.3 Propiedades Eléctricas (Presentación)

La figura 2.3.1 nos permite comparar la resistividad de algunos metales con la de


los semiconductores, deduciendo que el rango de conductividad en estos últimos
materiales es mas bajo que el de los metales. A pesar de ello, su aplicabilidad
como material base para los dispositivos semiconductores para la industria
electrónica es muy importante, debido a que los valores de conductividad son los
requeridos para una gran parte de las condiciones de funcionamiento, intensidad,
voltaje y temperatura de trabajo, que se dan en los equipos electrónicos a las
tensiones eléctricas actuales de funcionamiento.

Fig. 2.3.1
Unidad 2. Propiedades eléctricas de los materiales
2.3.4 Conductividad Eléctrica en Metales

En los materiales y dispositivos conductores, la propiedad principal para su


diseño es la resistividad, o su inversa, la conductividad. Otras propiedades
interesantes que completan el cuadro calificador de estos materiales se han
visto ya, características resistentes, o aparecerán en los próximos capítulos:
propiedades térmicas, ópticas y contra la degradación.

Las propiedades eléctricas de los metales tienen su origen en su microestructura


cristalina y en su estructura electrónica asociada. Existen dos modelos físicos
que tratan de justificar la conductividad de los metales: el clásico y el cuántico.
Este último lo posponemos para la parte dedicada a semiconductores.

El modelo clásico (corpuscular), considera que:

Los metales son sólidos cristalinos y ordenados, en los que los átomos están
vibrando alrededor de ciertas posiciones espaciales, unidos por un gran
colectivo de electrones de valencia que constituyen el gas electrónico,
(figura 2.3.1).

Dichos electrones se mueven al azar, libremente por el interior de la red


cristalina.
2.3.4 Conductividad Eléctrica en Metales

Figura 2.3.1: a) Celda unidad del cobre, y,


b) Esquema del enlace metálico según el
modelo clásico. 
2.3.4 Conductividad Eléctrica en Metales

¿Que experiencia apoya el modelo corpuscular? La de emisión de rayos X, en


su primera parte. Si sometemos un filamento de W, inmerso en una ampolla
sellada al vacío, a una diferencia de potencial tal que haga pasar a través de esta
una importante corriente eléctrica, se calentará hasta incandescencia,
produciendo una termo-emisión de electrones, (figura 8.3.).

Estos electrones se aceleran al paso por una zona donde se aplica un campo
eléctrico, E, adquiriendo una velocidad, v, directamente proporcional a E. Al
impacto contra la superficie de un ánodo metálico: Cu, Mo, Pt..., éste emitirá un
haz de RX.

Figura 8.3. Termoemisión de electrones y producción de rayos X por impacto de los primeros sobre un ánodo
metálico.
2.3.4 Conductividad Eléctrica en Metales

El electrón de masa m (9,1·10-28 g) adquiere una cantidad de movimiento P =


m·v y una energía cinética . El electrón posee una naturaleza corpuscular, con
una masa m y una carga e comportándose de acuerdo a las leyes de la dinámica
clásica.
Con este modelo corpuscular podemos justificar la conductividad de los metales.

Supongamos que aplicamos un campo eléctrico E a una porción de material


conductor, cobre por ejemplo. El gas electrónico, formado por partículas cargadas
que hemos denominado electrones, se movilizará. La dinámica nos indica que el
electrón es sometido a una fuerza F = m·a. En el caso anterior:
2.3.4.1
m.a = e.E

La velocidad del electrón, en función del tiempo t será:


2.3.4.2
V = a t = e Et
M

La intensidad media, I, para un colectivo de N electrones que atraviesa una


sección S vendrá dada por: 2.3.4.3
I= N e v = A Et
Donde:
A = una constante y el producto
E·t = potencial V asociado al campo eléctrico.
La intensidad es lineal con el campo y el tiempo, y por tanto con dicho potencial.
2.3.4 Conductividad Eléctrica en Metales

Las experiencias llevadas a cabo por Ohm, demostraban que había una
dependencia directa entre la corriente eléctrica que circula por un conductor, la
diferencia de potencial y una característica intrínseca del material, llamada
conductividad L y cuyo significado físico es el de "facilidad para el
movimiento de los electrones en el interior del material".

Comparando con 2.3.4.3 vemos que la constante A es precisamente la


conductividad, o en la forma clásica de la ley de Ohm, la inversa de la resistencia
eléctrica: 1/R.

Para diferentes conductores, todos ellos de longitud L y sección S, Ohm constató


que la resistencia no era la misma, por lo que introdujo una magnitud intrínseca
de cada material llamada resistividad (ρ ), de manera que en su ley aparecía
explícitamente como:
2.3.4.4
I= V
ρ L
S
Donde: I= corriente eléctrica
V= caída de potencial en el conductor de longitud L y sección S.

Para justificar la resistividad, establecemos previamente dos hipótesis:


1.Existencia de fuerzas de rozamiento que se oponen al movimiento de los
electrones, limitadoras de su velocidad en el interior de la red cristalina.
2.3.4 Conductividad Eléctrica (Factores de Influencia en los Materiales)

2.3.4.1 Influencia de la Temperatura


La representación gráfica ρ -∆ Τ , figura 8.4, nos indica la correlación entre
resistividad y temperatura.
Factores de influencia en la conductividad de los Materiales

Figura 8.4. Resistividad frente a temperatura para el cobre OFHC.

Para el intervalo 0-100 °C, la correlación observada obedece a la ecuación:


 
ρ t= ρ o + (1 + α ∆ T) (8.5)

siendo ρ t y ρ o las resistividades a las temperaturas T y a 293 K, α el


coeficiente térmico resistivo en , y ∆ T es la diferencia entre las
temperaturas T y 293 K.
2.3.4 Conductividad Eléctrica (Factores de Influencia en los Materiales)

La figura 8.5 explica la evolución de la resistividad desde el 0 ºK hasta


temperaturas superiores.

Figura 8.5. Dependencia de la resistividad frente a la temperatura para varios


metales.
Deducimos que:
 
La resistividad es casi nula a temperaturas próximas al 0 absoluto.
 
–En los metales y aleaciones, la resistividad aumenta con la
temperatura:
a mayor temperatura, mayor resistividad, y por tanto, menor
conductividad.

Estas variaciones son siempre positivas para los metales y sus


2.3.4 Conductividad Eléctrica (Factores de Influencia en los Materiales)

La justificación cualitativa de la resistividad parte del modelo clásico,


contemplando además estas correlaciones a partir de la hipótesis de Einstein:
que supone una estructura cristalina formada por restos atómicos
(núcleos+electrones internos) y electrones de valencia actuando como
resortes elásticos, para mantener unidos a los átomos del metal.

En la figura 8.6 se representa la hipótesis anterior, en la que los átomos vibran


alrededor de su posición de equilibrio, de acuerdo a un modelo de oscilador
armónico.

Figura 8.6. Hipótesis de Einstein: microestructura cristalina del metal actuando como un
oscilador armónico.
2.3.4 Conductividad Eléctrica (Factores de Influencia en los Materiales)

Los átomos vibran alrededor de su posición de equilibrio, dada por la distancia


media de separación de sus vecinos, con una frecuencia y amplitud específicas. La
frecuencia de vibración característica, n, del oscilador armónico obedece a la
expresión:

8.6

en la que k es una constante relacionada con las deformaciones elásticas


alrededor del punto de equilibrio que aparece en la gráfica energía potencial de
enlace-distancia interatómica, diferente en cada material. La amplitud máxima
de la vibración A0 es una función de la temperatura T:
8.7

siendo K la constante de Bolztman y M la masa del átomo del metal. El aumento


de la temperatura implica un aumento de la amplitud y un aumento en la
probabilidad de interferencia de los restos atómicos en las trayectorias de los
electrones de valencia que forman el gas de electrones movilizable para la
conducción eléctrica.

Las causas del aumento de la resistencia eléctrica parecen justificarse con


el aumento de las fuerzas de rozamiento que se oponen al libre
movimiento de los electrones, consecuencia de las interferencias entre
éstos y los restos atómicos, contemplados como osciladores armónicos
2.3.4 Conductividad Eléctrica (Factores de Influencia en los Materiales)

En el mismo sentido podríamos justificar la resistividad tan baja a 0 K. A


temperaturas tan bajas, el oscilador se encuentra "congelado", con una amplitud
prácticamente nula, siendo extraordinariamente baja la interacción entre electrón
y restos atómicos. El electrón libre no interacciona con la red cristalina,
formada por los restos atómicos que se encuentran en reposo sobre sus
posiciones de equilibrio.

Para cualquier otro valor de la temperatura, las interacciones entre el electrón


libre, gas electrónico en circulación, y los átomos, vibrando cual oscilador
armónico, significan una aceleración del electrón frente al campo y pérdida
posterior de la velocidad por choque contra un átomo oscilando, y así
sucesivamente, iniciando un nuevo ciclo de aceleración y frenado hasta el próximo
choque.

Puesto que son muchos los electrones y átomos, podemos plantear el problema en
términos estadísticos. Tendríamos una longitud promedio l entre choque y choque,
a lo largo de su recorrido, transcurriendo un tiempo tS.

Durante este período de tiempo, el electrón adquiere una velocidad máxima vm,
figura 8.7, función de cada temperatura.
2.3.4 Conductividad Eléctrica (Factores de Influencia en los Materiales)

Figura 8.7. Velocidad de deriva frente al tiempo después de sucesivas


colisiones.
2.3.4 Conductividad Eléctrica (Factores de Influencia en los Materiales)

El tiempo transcurrido entre dos colisiones consecutivas es:

8.8

de manera que al sustituir dicho tiempo en la ecuación 8.7, se obtiene para la


expresión de la intensidad de corriente:
8.9

en la que tS/2 representa el tiempo de relajación t. Por analogía formal con la ley
de Ohm, concluimos que la resistividad se expresa como:

8.10

La resistividad es inversamente proporcional al tiempo de relajación.La


resistividad crece al disminuir el tiempo entre colisiones.Menores
tiempos de relajación implican mayores temperaturas y amplitudes de
oscilación.
2.3.4 Conductividad Eléctrica (Factores de Influencia en los Materiales)

Por último, para evaluar la facilidad de movimiento del electrón en el interior


de la red se recurre al concepto de movilidad, m. En efecto, el flujo de
electrones J que atraviesa el material es I/S y el campo eléctrico E que provoca
el flujo V/L. La anterior ecuación de Ohm tomaría la forma:
8.11

Todo flujo es directamente proporcional al gradiente que lo produce y a una


magnitud que cuantifica la facilidad para la conducción de ese flujo. En el caso
de la conducción de un flujo electrónico, se comprende que la resistividad
sea la inversa de la conductividad. De la combinación de las ecuaciones
8.10 y 8.11, obtendremos:
8.12

en la que la movilidad electrónica m = e t / m.

La movilidad es directamente proporcional al tiempo de relajación.


Mayores temperaturas y amplitudes implican menores tiempos de
relajación, por tanto, menor movilidad.

Si disminuye la movilidad, disminuye la conductividad eléctrica.


En consecuencia, la concepción clásica atribuye la resistividad a la
pérdida de energía que sufren los electrones del metal, acelerados en
el interior por efecto del campo eléctrico aplicado, al chocar con los
átomos de la red cristalina.
2.3.4 Conductividad Eléctrica (Factores de Influencia en los Materiales)

2.3.4.2 La Defectología Cristalina

En la figura 8.8 observamos que en la proximidad de 0 K, la resistividad no es


cero sino que tiende asintóticamente a un valor finito, dejando de ser la
correlación de tipo lineal. Ello es debido a que existen dos contribuciones a la
resistividad: una térmica y la otra residual.

Figura 8.8. Contribuciones a la resistividad de un


metal.

La contribución térmica es debida a la dispersión de los electrones por


choque. La contribución residual es causada por las imperfecciones
cristalinas de la red. Esto lo resume Matthiessen en la expresión:

notando que ρ T yρ R son las contribuciones térmica y residual a la resistividad.


2.3.4 Conductividad Eléctrica (Factores de Influencia en los Materiales)

A temperaturas entre 0 y 4 K, la parte residual de la resistividad es del


orden de 105 a 106 veces mayor que la térmica.

La resistividad residual tiene que ver con defectos tales como:

Dislocaciones, bordes de grano.Atomos en intersticios y fuera de los


nudos de la red.

La cuantificación de la resistividad residual viene dada por la ecuación:

8.14

en la que Cd representa la densidad de defectos, principalmente dislocaciones,


en m/m3, y ρ R viene en Wm.
2.3.4 Conductividad Eléctrica (Factores de Influencia en los Materiales)

2.3.4.3 Elementos de Aleación

La figura 8.9 nos indica el grado de influencia que la naturaleza del aleante y su
concentración tienen sobre la resistividad. La impurificación implica un
aumento en la resistividad.

Las impurezas perturban la regularidad de la red cristalina e incrementa


la densidad de defectos, por diferencias de tamaño y de estructura
electrónica con el metal solvente.
2.3.4 Conductividad Eléctrica (Factores de Influencia en los Materiales)

Cuanto mayor es la diferencia de tamaños metal-impureza, mayor es la


pérdida de conductividad. También incrementa la resistividad la
naturaleza metaloide o no-metálica de la impureza. En cambio, no es tan
marcado el efecto cuando la impureza es de tamaño y constante
electrónica parecidas al metal base.

Nordheim estableció que la adición de soluto en concentración X a un metal da


por resultado un aumento en la resistividad residual, según la ecuación:
8.15

siendo rR(X) es la resistividad residual en Wm, X la concentración de impureza en


%, C constante en Wm/%

El aumento de resistividad residual es debido a la dispersión que sufren los


electrones por efecto de los átomos de impurezas, los que incrementan el grado
de distorsión de la red y la densidad de defectos.

Los metales puros se alean en razón de la mejora de algunas de sus


características, p.e., características mecánicas, resistencia a la corrosión, facilidad
para la conformación. Pero esto también conlleva el cambio en otras. Las
propiedades eléctricas son sensibles a la composición química de la aleación.
2.3.4 Conductividad Eléctrica (Factores de Influencia en los Materiales)

Veamos el caso de las aleaciones del sistema Cu-Ni, figura 8.10. Estas aleaciones
son de solución sólida monofásica, cualquiera que sea su composición química. La
red cristalina es del tipo c.c.c.

Figura 8.10. Evolución de la resistividad en las aleaciones


Cu-Ni.
2.3.4 Conductividad Eléctrica (Factores de Influencia en los Materiales)

Al alear el Cu con Ni, y viceversa, se incrementa la resistividad. Puesto que soluto y


solvente tienen que estar en solución, y no pueden cambiar de sistema cristalino,
la diferencia de tamaño y de capa electrónica de valencia entre el metal
soluto y el solvente crearán alteraciones cristalinas en la red, haciendo la
contribución residual mayor, incrementando la resistividad de la
aleación. El incremento de la concentración del aleante aumenta la
resistividad y disminuye la conductividad de la aleación.

Abordamos el caso de las aleaciones que endurecen por solución sólida. La figura
8.11 nos muestra datos sobre resistencia a tracción, Rm, y conductividad, σ , para
aleaciones Cu-Zn, comercialmente denominadas latones.

Figura 8.11.
Evolución de las
características
mecánicas y eléctricas
en función del
contenido en Zn.
2.3.4 Conductividad Eléctrica (Factores de Influencia en los Materiales)

Al introducir mayor cantidad de cinc, la aleación se torna más resistente


mecánicamente pero se aprecia una disminución de la conductividad ya que la red
cristalina se va distorsionando.

El aumento de las características resistentes por efecto de aleación


implica una disminución de la conductividad eléctrica.

Contenidos de Zn superiores al 30% hacen que la aleación adopte una


microestructura bifásica. En el caso de la aleación Cu-40Zn, la aparición de una
nueva fase incide sobre todo en una disminución de la conductividad, aunque no
tan drástica como en el campo monofásico.

El paso de una microestructura monofásica a bifásica por efecto


saturador del aleante, comporta principalmente un aumento de la
resistividad o disminución de la conductividad eléctrica, en menor grado
que en el campo monofásico.
2.3.4 Conductividad Eléctrica (Factores de Influencia en los Materiales)

2.3.4.4 La Acritud por Deformación Plástica

La deformación plástica implica cambios microestructurales en el interior del


metal, que inciden especialmente en los defectos de la red cristalina, siendo
las dislocaciones los de mayor importancia.

Estos pueden emigrar y acumularse en el borde de grano, neutralizarse en el


interior, o bien, bloquearse al no poder dirigirse hacia el borde de grano. En
este último caso, operan como activadores de un mecanismo multiplicador de
dislocaciones.

Cabe pensar que habría un aumento de la resistividad eléctrica por efecto de


la deformación plástica. Ahora bien, dicha deformación marca una dirección
preferencial de la orientación del grano del metal en la dirección en la que
fluye o se deforma.

Puesto que la conducción es un fenómeno direccional, ésta tendrá menos


impedimentos en el sentido de la orientación preferente ya que la red
cristalina se ha perfeccionado en algunas zonas del grano por desaparición de
las dislocaciones y otros defectos.

La realidad física es un balance entre estas dos situaciones, de forma que


existe una moderada pérdida de conductividad por la influencia que la
deformación plástica ejerce sobre la evolución de las irregularidades
2.3.4 Conductividad Eléctrica (Factores de Influencia en los Materiales)

La deformación plástica es un tratamiento mecánico de endurecimiento


que hace a los metales puros, y sus aleaciones, más resistivos y menos
conductores. Dicha disminución de la conductividad es menos intensa
que la debida al efecto del aleante.

Figura 8.12. Efecto de la deformación plástica sobre la conductividad en Cu y


aleaciones Cu-Zn.
2.3.4 Conductividad Eléctrica (Factores de Influencia en los Materiales)

2.3.4.5 La Precipitación de Segundas Fases

La tabla 8.1 nos recuerda brevemente las tres etapas del tratamiento térmico de
endurecimiento por precipitación de segundas fases, al tiempo que muestra las
características mecánicas y eléctricas de cada una de ellas.

El temple confiere a la aleación la menor conductividad puesto que su


microestructura está sobresaturada de soluto y altamente distorsionada.
Su estado es metaestable, ya que a temperatura ambiente, y con una evolución
termodinámica lenta, serían dos fases las existentes, debido a que el soluto está
en concentración superior a la máxima posible en el solvente.
TABLA 8.1. Características de la aleación Cu-1,8Be0,2Co
Etapa del Rm (MPa) s (% IACS)
tratamiento

Temple 325 16

Envejecimiento 1130 25
Sobre 469 30
envejecimiento
La aleación en estado de maduración o envejecimiento se caracteriza por
una alta resistencia mecánica y un valor de conductividad próximo al
mayor de los valores. Su microestructura no está tan distorsionada como
en estado de temple.
2.3.4 Conductividad Eléctrica (Factores de Influencia en los Materiales)

Una parte del soluto está disuelto en el grano matriz del cobre, por lo que éste se
encontrará mas aliviado de distorsiones, contribuyendo a una mejora de la
conductividad respecto del estado de temple.

Otra parte del soluto forma la fase precipitable, disperso en finas partículas
endurecedoras (segundas fases). En nuestro caso, un compuesto intermetálico
de (Cu,Co)Be que también contribuye a la conductividad de la aleación.

La aleación sobreenvejecida muestra el mayor de los valores de


conductividad debido a que su microestructura cristalina no está tan
distorsionada por los aleantes, cuyo exceso forma una segunda fase de
tamaño grande y distribución heterogénea y poco dispersa.

Las aleaciones endurecibles por precipitación de segundas fases


combinan excelentes características mecánicas con aceptables
propiedades conductoras. Consiguen altos índices de endurecimiento y
alta conductividad eléctrica.
2.3.4 Conductividad Eléctrica (Factores de Influencia en los Materiales)

2.3.4.6 Metales, Aleaciones y sus Aplicaciones Eléctricas

El balance entre las diversas características de los metales y sus aleaciones los
habilitan para diferentes aplicaciones y partes de componentes eléctricos-
electrónicos.
 
TABLA 2.3.4.6.1 Materiales metálicos y aplicaciones
2.3.5 Resistividad en Materiales

2.3.5 Resistividad

Influencia de la temperatura en la resistividad.

En la figura 2.3.5.1 se observa la correlación de la resistividad con la temperatura


para un polietileno utilizado para aislante eléctrico. La determinación experimental
de la resistividad en aislantes de naturalezas poliméricas han originado
representaciones gráficas como las que aparecen en la figura 2.3.5.2

Dichas curvas se modelizan de acuerdo a la ecuación:

siendo α la conductividad, A y B dos coeficientes característicos de cada material


y T la temperatura en grados Kelvin. Los materiales aislantes registran
correlaciones resistividad-temperatura en el modo Log - 1/T, de forma
que la resistividad disminuye con la temperatura.
2.3.5 Resistividad en Materiales

Figura 9.1. Registro resistividad-temperatura en el


polietileno (PE).
2.3.5 Resistividad en Materiales

Figura 9.2. Resistividad frente a temperatura para varios


polímeros.
2.3.8 Propiedades Reductoras y Oxidantes (Redox)

Introducción. La importancia de las reacciones REDOX


Producción y almacenaje de corriente eléctrica
Protección contra la corrosión. Recubrimientos metálicos

Electroquímica La rama de la Química que estudia las transformaciones


entre energía eléctrica y energía química.
Reacción de Oxidación. Es aquella reacción en la que un elemento cede
electrones

Reacción de Reducción. Es aquella reacción en la que un elemento acepta


electrones.
2.3.8 Propiedades Reductoras y Oxidantes Ajuste de Reacción (Redox)

Reacción de Oxidación-Reducción (REDOX). Es aquella reacción en la que


algún elemento cede electrones y otro los acepta.

Semirreacción de oxidación
Semirreacción de reducción

Reacción de REDOX

Reductor. Es aquella especie que reduce a otra oxidándose ella.


Oxidante. Es aquella especie que oxida a otra reduciéndose ella.

Mg será el reductor de la reacción y los H+ serán los


oxidantes.
2.3.8 Propiedades Reductoras y Oxidantes Ajuste de Reacción Redox

Para realizar un ajuste de una reacción REDOX es necesario seguir los siguientes
pasos:

Paso 1. Escriba la ecuación sin ajustar en su forma iónica.

Paso 2. Se divide en las semirreacciones.

Paso 3. Se realiza el ajuste de átomos distintos de O y H

Paso 4. Se realiza el ajuste de los átomos de O y H.

Medio ácido:

A) Se añaden tantas moléculas de H2O en un lado de la reacción como átomos de


O sobren en el otro lado.

B) Se añaden el doble de iones H+ que de moléculas de H2O


2.3.8 Propiedades Reductoras y Oxidantes Ajuste de Reacción Redox

Medio básico:

A) Se añaden el doble de iones OH- en un lado de la reacción como átomos de O


sobren en el otro lado.

B) Se añaden la mitad de moléculas de H2O que de iones OH-.

Paso 5. Se hace el ajuste de los electrones.

Paso 6. Se suman las semirreaciones

Paso 7. Se verifica el número de átomos en cada lado de la ecuación


Ejemplo de ajuste en medio ácido. Sea la reacción:

Semirreación de la oxidación
Paso 2
Semirreacción de la reducción
Paso 3 Paso 5

Paso 4 Paso 6
2.3.8 Propiedades Reductoras y Oxidantes Ajuste de Reacción Redox

Ejemplo de ajuste en medio básico. Sea la reacción:

Paso Semirreación de la oxidación


2
Semirreacción de la reducción

Paso
3

Paso
4

Paso
5

Paso
6
2.3.8 Propiedades Reductoras y Oxidantes (Celda Galvánica)

Célula Galvánica. En ella se produce una reacción química espontánea y se genera una
corriente eléctrica
2.3.8 Propiedades Reductoras y Oxidantes (Celda Electrolítica)

Célula Electrolítica. En ella se aplica una corriente eléctrica y se induce una


reacción química que no es espontánea.
2.3.8 Propiedades Reductoras y Oxidantes (Ley de Faraday)

La cantidad de energía necesaria para oxidar un mol de átomos en el ánodo y


reducir un mol de átomos en el cátodo es equivalente los moles de electrones
que se ponen en juego

2 mol e- —› 1 mol Zn
En el caso del aluminio:
3 mol e- —› 1 mol
Al

La carga a la que equivale un mol de electrones


será:
2.3.8 Propiedades Reductoras y Oxidantes (Potenciales de Reducción)

El electrodo estándar de hidrógeno se usa como electrodo de referencia para


tabular todos los potenciales de reducción.

Donde
:

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