Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
A tener en cuenta
• ¿Qué efecto quiero yo lograr con ese microrrelato?
• Desarrollar un sentido propio de la propia estética
Intrusa/Secreto
Diana Perico
Pozo
Cuando era más pequeño, descubrí un pozo en la mitad del bosque que
quedaba detrás de mi casa. Solía jugar a que una bruja había quedado
atrapada allí durante los juicios de Salem, y nadie había ido nunca a
sacarla. Poco a poco dejé de ir al bosque, cuando comencé a ir al
instituto y preocuparme por las chicas. Recordé todo eso cuando mi
hija más pequeña, habiendo cumplido 5 años la semana pasada, me
dijo “Papá, papá, la mujer del pozo me ha preguntado que cuando la
visitarás de nuevo”.
Mateo Guzmán
El pozo
Mi hermano Alberto cayó al pozo cuando tenía cinco años.
Fue una de esas tragedias familiares que sólo alivian el tiempo y la
circunstancia de la familia numerosa.
Veinte años después mi hermano Eloy sacaba agua un día de aquel
pozo al que nadie jamás había vuelto a asomarse.
En el caldero descubrió una pequeña botella con un papel en el
interior.
"Este es un mundo como otro cualquiera”, decía el mensaje.
Luis Mateo Díez
Ella se levantó más temprano. Él estaba acostumbrado a recibir cada
mañana un regalo, y sin sospecharlo, recibió su ausencia.
Mateo Guzmán
Sueño
David soñó que el tiempo era una esfera de nieve. Lo veía caer con
delicadeza, encima de cada uno de los diminutos seres que habitaban
dentro del juguete. En el momento en el que cayó en cuenta que el
tiempo no lo afectaba, se sobresaltó y dejó caer la esfera. Cayó y cayó
durante eones, y cuando por fin se estrelló contra el piso, el tiempo se
detuvo para siempre.
Mateo Guzmán
Prohibido comer
Diana Perico
Riesgo biológico
Cristhian Ayala
Nada cambia
Rey es un ángel que está de paso por la tierra. Jugábamos casi todos
los días, corría enérgicamente para alcanzar la pelota, pero no le
gustaba devolvérmela. Siempre quería que fuera tras él a quitársela.
La última vez que jugamos fue en agosto, después de casi diez meses
sin hacerlo. Hoy Rey regresa a casa a jugar, Dios le ha lanzado la
pelota. Antes de ir por ella, me mira como despidiéndose, pero yo le
digo: No te despidas que seguimos jugando, voy tras de ti.
Cristian Molina
Alegre despedida
Jajajaja y todos alrededor reían apoteósicamente.
Y yo giré y me di cuenta que mi madre yacía en el frió suelo de la acera.
Germán Ayala
SE FUE/Sin título
Luego de esa gran confesión, aún con la
voz ronca y cansada , fue apagando sus
ojos para siempre.
Elizabeth Vera
CITA INCUMPLIDA
Saludé a Mónica, no sé por qué sentía molestia con ella. Con
la que debía estar enojada era con Norma, su hermana, la
pelirroja, la que me plantó en el Centro Comercial el pasado
domingo.
Juan tenía siempre el semblante sombrío. Ante cualquier pregunta, respondía con
monosílabos o sencillamente se hacía el sordo. Jamás miraba a los ojos de su interlocutor, y
su sudorosa mano se aflojaba como una esponja cuando se veía obligado a estrechar la de
un nuevo compañero de trabajo. Su vida se repartía entre su casa y la oficina, y los fines de
semana los dedicaba a leer periódicos atrasados en su sofá de toda la vida y a tomar
cervezas delante de la televisión.
Juan no caía bien a nadie, excepto a Marta, quien veía en él a un auténtico caballero. Por fin,
un día la invitó a cenar. Marta enrojeció al escuchar sus palabras; el corazón le latió con
fuerza y no pudo evitar que una sonrisa insegura asomara a sus labios. Tragó saliva y
acordaron el encuentro