PSICÓLOGO CLÍNICO Las normas son criterios y pautas que indica a los hijos qué, cuándo y cómo deben realizar una acción, tarea o compromiso. Los límites son prohibiciones o el punto final de los máximos tolerables en el mantenimiento de las normas. Se justifican para cubrir las necesidades de los niños. NORMAS: LÍMITES: – Deben ser pocas, claras y – Ayudan a potenciar el autocontrol. sencillas. – Fomentan la responsabilidad. – Formuladas en positivo. – Aumentan la tolerancia a la – Razonadas y razonables. frustración. Firmes pero flexibles. – Sitúan en la realidad. – Coherentes y adecuadas a la – Constituyen un marco de seguridad madurez. (peligro, higiene, sueño…). – Estables. – Con consecuencias proporcionadas que se cumplen siempre. La importancia de los límites para los niños. Los límites que tratarán de poner los padres son como una moldura imaginaria que sirve para contener un espacio donde los niños pueden crecer y crear libremente, desarrollando su autonomía y habilidades sociales. Siempre haciéndolo sin salirse de la frontera impuesta por dicha demarcación.
La ausencia de límites y normas en la familia puede traer consecuencias
negativas para la educación de los niños. El miedo de los padre de poner límites a los niños. La manera de aplicar los límites a los niños dependerá del estilo parental que se utilice en la educación de los hijos. Emplear ciertos límites puede instaurar dudas sobre la ideología que tienen los padres y crearles un conflicto. Muchas veces se mal entiende la idea de que aplicar límites va ligado a una crianza autoritaria, lo que conlleva un mal desarrollo del niño. Debido a esto, la preocupación de muchos padres es la de no ser demasiado estrictos para no traumatizar al pequeño, es decir ser negligentes en la educación de los hijos. Algo que no ocurre cuando los padres ponen normas para delimitar algunos comportamientos del pequeño por su bien. El miedo de los padre de poner límites a los niños. Para muchos padres es difícil decir que no y mantenerse firmes con los hijos, pero es necesario hacerlo para la educación del niño. Las normas y límites se deben entender como una muestra de cariño hacia los pequeños. Al hacerlo, el niño aprende cuáles son sus derechos, desarrolla el sentido de la protección y el cuidado. Además, los padres a través de los límites hacen saber al hijo lo que se espera de él, lo que hace que este desarrolle su autocontrol y convivencia familiar.
Simultáneamente al hecho de saber decir no y mantenerse firmes en las
decisiones, los padres deben contar también con paciencia y constancia. La importancia de los límites en los niños. Preparan a los niños para el mundo real: Los límites proporcionan un marco para que tu hijo pueda entender lo que se espera de él y la consecuencia que tendrá si no cumple. Tener expectativas familiares, como «no pegar» o «los juguetes deben recogerse antes de acostarse», y luego aplicar las consecuencias si infringe las reglas, lo ayudarán a adaptarse mejor a las situaciones nuevas. Les enseñan a los niños a socializar: Algunas reglas son solo modales básicos: decir «por favor» después de hacer una solicitud, decir «perdón» antes de interrumpir. Si consideras que es una política usar palabras educadas en el hogar, no solo le resultará más agradable a tu hijo, sino que también aprenderá maneras apropiadas de obtener lo que quiere. La importancia de los límites en los niños. Proporcionan una sensación de orden: Ciertas reglas ayudan al niño a predecir lo que vendrá después, como «lavarse las manos antes de comer» o «cogerse de mi mano cuando crucemos la calle». Incluso los niños pequeños tienden a cooperar mejor cuando saben lo que se requiere de ellos y eso les ayuda a ganar un sentido de pertenencia. Permiten que los niños se sientan competentes: Los límites claros tienden a reducir las luchas de poder porque los niños no necesitan examinarlos constantemente para descubrir dónde se encuentran los límites. Esto no significa que tus hijos nunca te hagan una prueba; solo significa que después de la centésima vez se darán cuenta de que no los llevará a ninguna parte. Tu pequeño entenderá lo que quieras si declaras tus reglas en positivo («Solo puedes comer comida en la cocina o en la sala familiar»). Del mismo modo, reforzar su comportamiento deseable lo alienta a cooperar aún más («Gracias por prestar atención mientras estoy hablando»). La importancia de los límites en los niños. Tranquilizan a los niños: No importa con qué frecuencia los niños actúen como si quisieran tener el control, tener demasiado poder es aterrador. Intuitivamente saben que necesitan que un adulto esté a cargo y cuentan con que sus padres guíen su comportamiento. Ayudan a mantener a los niños seguros: Los niños, y algunos adultos, a menudo se quejan como si las reglas fueran hechas por un montón de aguafiestas. La verdad es que muchas reglas del hogar, como muchas leyes, están diseñadas para proteger a nuestros niños: «Usa un casco cuando montes en bicicleta» «Usa un sistema de retención infantil si vas en el coche». Cuando insistimos en que nuestro hijo cumpla con las normas de seguridad en el hogar, la guardería y la escuela, lo ayudamos a prepararse para cumplir con la ley. La importancia de los límites en los niños. Aumentan la confianza: Si expandes gradualmente los límites impuestos a tu hijo, tendrá más confianza sobre su independencia emergente y su capacidad para manejar la responsabilidad. Los niños pequeños se enorgullecen de lograr cosas simples como ir a la casa de al lado para jugar en el patio de un vecino o dormir en la casa de un amigo. Cómo establecer los límites en los niños. Es importante que los límites que establezcas estén en línea con el desarrollo de tu hijo y respalde su impulso natural de explorar, aprender y practicar nuevas habilidades. Algunas pautas: No seas muy estricto En un esfuerzo por ser firmes y evitar el deterioro, los padres a veces establecemos demasiados límites y sin querer, terminamos restringiendo severamente el comportamiento de nuestro hijo. Si esperas que tu niño se coma toda la comida con un tenedor o una cuchara o que nunca corra en la casa, es probable que te encuentres con más resistencia que cumplimiento. Peor aún, sus altas expectativas podrían hacer que tu hijo sienta que es incapaz de complacerte. Intenta: Tener en cuenta la edad y las capacidades de tu hijo al elaborar las reglas y, cuando sea posible, dar una explicación de sus motivos. No puede esperar que su hijo de 3 años guarde sus juguetes sin que se lo pidan, pero puede esperar que lo ayudes a recoger. Puedes decirle: «Cuanto más rápido recojamos, más rápido podemos salir». Cómo establecer los límites en los niños. Se coherente: Cuando permites cierto tipo de comportamiento un día y luego reaccionas de forma exagerada al siguiente, seguramente confundirás a tu hijo. Crea menos reglas que puedas aplicar de manera coherente, en lugar de aplicarlas de forma errática. Con los niños pequeños, especialmente, es más fácil restringir los límites a aquellos que involucran salud y seguridad. Se flexible: Cuando tu pequeño empiece a notar que sus amigos y compañeros de clase están haciendo cosas, probablemente comenzará a pedirte más privilegios. Otorgarle sus solicitudes le dará la oportunidad de demostrarte que es capaz de manejar más responsabilidades. Expande un límite de prueba para ver si su hijo está listo para eso. Si tu hijo de 6 años clama ir a la cama más tarde, por ejemplo, podrías decir: «extenderé tu hora de dormir por media hora. Pero si me cuesta despertarte todas las mañanas, eso significa necesitas dormir más y tendrás que volver a tu antigua hora de acostarse «. Cómo establecer los límites en los niños. Dale voz a tu hijo. Si permites que tu hijo tenga algo que decir sobre qué reglas de la casa debe establecer, así como cuáles deben ser las consecuencias de su ruptura, esto puede motivarlo a ser más cooperativo. Puede que te sorprendas al descubrir cuán razonable puede ser. Cómo evitar que tu hijo se porte tan mal. Evitar conductas autoritarias. Los padres que tienen este tipo de conductas creen que la norma TIENE que cumplirse, lo cual es poco realista dado que puede suceder lo contrario y en esos casos el incumplimiento es percibido como una amenaza a la autoridad. Consecuencias: Los niños educados bajo este patrón tienden a ser poco autónomos y dependientes, tienden a pensar que cuando incumplen la norma pierden el valor como personas. Evitar conductas pasivas. Quien “deja pasar”, no educa. Son aquellos padres que no hacen nada cuando la norma se cumple o se incumple por creer que si se es fuerte con el niño, puede afectarlo psicológica o emocionalmente. Parten de la idea fundamental de que el niño sabe cómo comportarse porque ya se le ha dicho, y entonces, él decide cómo hacerlo. Consecuencias: los niños pueden sentir que no son suficientemente queridos, lo que puede manifestarse luego en indiferencia emocional. Cómo evitar que tu hijo se porte tan mal. Evitar las súplicas y las quejas. Los padres con este tipo de conductas sienten impotencia ante el mal comportamiento de sus hijos, se ven INCAPACES de educarlos. La idea fundamental es que la norma tiene que cumplirse para complacer a los padres y no hacerlo es mortificarlos. Consecuencias: los niños aprenden a molestar a los demás generando relaciones conflictivas, y presentando como consecuencia problemas emocionales y de personalidad. Evitar la sobreprotección: no se trata de exceso de afecto, sino de confundir el afecto con hacer las cosas por los hijos impidiéndoles de esta manera, enfrentar los problemas o las responsabilidades. También aparece tal actitud cuando se manifiesta afecto en forma incongruente con la situación (ej. Cuando el niño se comporta groseramente o no ha cumplido con sus responsabilidades). Consecuencia: los niños/as se vuelven temerosos de que algo malo suceda y pueden entender el mensaje como que, ellos no son capaces y que necesitan depender de alguien para hacer las cosas bien. Cómo evitar que tu hijo se porte tan mal. Identificar el rechazo y evitarlo: a veces los padres rechazan a sus hijos de manera “no intencional” dado que muchas veces los niños “difíciles” generan en sus papás sentimientos de frustración, de impotencia, lo cual a su vez refuerza el comportamiento del niño y afirma su idea de ser rechazado o diferente. Consecuencias: generan en el niño sentimientos de rabia y resentimiento tanto con los otros como con él mismo. Consejos de como actuar ante un berrinche. Ante una pataleta, establecer los límites de su actitud con voz tranquila, pero firme. Permitirle al niño que llore indicándole que lo haga en su habitación y que cuando esté listo, regrese a donde están todos. “Juan. Si querés llorar o descargarte, andá a tu cuarto y volvé cuando estés listo y tranquilo. Yo te estaré esperando aquí”. Ante un berrinche, si está en la clase o junto a un grupo de niños, apartarlo del grupo hasta que se calme, y explicarle con un mensaje claro y conciso que esa es la consecuencia lógica a su acción. “Tomás. Los chicos están realizando una actividad y no pueden hacerla si te portás así. Por favor, salí del grupo y cuando estés listo y tranquilo, volvé que estaremos acá esperándote”. Consejos de como actuar ante un berrinche. Si en el ataque de bronca, tiró la ropa o los juguetes u otras cosas, desarrollar una conducta reparadora invitándolo a participar en la reposición del daño causado. “Nico. Ahora que estás tranquilo, vení que vamos a arreglar el cuarto para que quede como antes”. Utilizar siempre el lenguaje gestual como ayuda, la distancia o cercanía, el tono de voz firme o más suave, la postura, etc., que también expresan comprensión, tranquilidad, cariño. Como establecer las sanciones o penitencias. Antes de establecer una penitencia, será fundamental evaluar si el niño está en condiciones reales de llevarla a cabo o de respetarla para no tener expectativas equivocadas y exigirle lo que no puede; pero al mismo tiempo habrá que evaluar si los adultos del hogar se encuentran en condiciones de sostener la decisión y llevarla a la práctica. Es importante que de acuerdo a la edad del niño los padres puedan tomarse el tiempo para explicarle en forma breve pero clara el porqué de la sanción. De ese modo podrá ir comprendiendo el motivo e incorporando las reglas. Los argumentos deben ser simples y breves, un sermón extenso sólo aburrirá al niño. Comentario Final. Los padres tienen un papel activo en la educación y formación de sus hijos, implica sobre todo que los eduquen más con el testimonio que con la palabra, siendo modelos coherentes. Ser buenos padres implica asumir la responsabilidad de establecer pautas de crianza y límites adecuados, reconocer los logros de sus hijos, valorar los esfuerzos y también los errores como experiencias positivas que favorecen el aprendizaje. Mamá, papá: no existen los superpadres, todos tienen conflictos, dudas, temores, necesidades… La solución no está en evitarlos sino, en aprender a enfrentarlos. MUCHAS GRACIAS POR SU ATENCIÓN