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focalizadas en el individuo:
propósitos específicos
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José Luis González Gutiérrez1
Universidad Rey Juan Carlos
Eva Garrosa Hernández
Universidad Autónoma de Madrid
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dado que el término rehabilitación haría referencia ya restauradas (Kielhofner, 2004; Alcocer y More-
al estudio y remedio de las funciones en situación no-Rodríguez, 2003). Por esta razón, en el presen-
de trastorno (Kumar, 1989), siendo más correcto te texto se ha utilizado el término «reintegración
reservar el término reintegración laboral para el laboral» para hacer referencia al último de los pro-
proceso de intervención dirigido a facilitar el retor- pósitos específicos. La tabla 1 recoge los tipos de
no al trabajo de aquellos sujetos cuyas funciones y intervención más importantes de acuerdo con el foco
habilidades previas se encuentran presentes por no y el propósito de intervención. Estas formas de ac-
haberse visto dañadas previamente o por haber sido tuación se revisan a continuación.
TABLA 1
Clasificación de las técnicas y estrategias más importantes dentro del ámbito de la intervención
sobre el burnout desde un nivel individual.
Tratamiento Psicoterapia
2. Intervenciones centradas nout. Este hecho ha sido duramente criticado por
en el individuo Maslach (2003) al señalar que este tipo de inter-
venciones sólo permiten mitigar los efectos del ago-
El grupo de intervenciones centradas en el indi- tamiento (ofreciendo dificultades para actuar sobre
viduo constituye el nivel de actuación más habitual las otras dimensiones del burnout) y al mostrarse
dentro del campo de la intervención sobre el bur- escéptica sobre la capacidad del individuo para con-
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trolar los estresores laborales (en comparación con información posible sobre el mismo. El sujeto que
la capacidad potencial para controlar los estresores se enfrenta al burnout ha de conocer la magnitud del
presentes en otros dominios vitales). problema al que se enfrenta, de qué depende y bajo
Aunque planteamientos como el de Maslach re- qué circunstancias se mantiene y desarrolla. Para ello,
sultan útiles a efectos de combatir la tendencia a los procedimientos más habitualmente utilizados han
plantear programas basados exclusivamente en la sido la autovaloración y el autorregistro.
intervención sobre el individuo (Maslach y Gold- Existen en el mercado un amplio número de
berg, 1998), a veces se acercan al reduccionismo cuestionarios disponibles para la valoración de los
tanto como la tendencia que pretenden combatir y, síntomas del burnout. Entre ellos, claramente los
además, ponen en evidencia la presencia de un tras- más famosos son el Maslach Burnout Inventory-
fondo conceptual del síndrome relativamente está- Human Service Survey (MBI-HSS; Maslach y Jac-
tico. No cabe duda de que, desde el marco transac- kson, 1981, 1986) y el Maslach Burnout Inventory-
cional, la combinación de intervenciones centradas General Survey (MBI-GS; Schaufeli, Leiter,
en el individuo con acciones centradas en la orga- Maslach & Jackson 1996), aunque existen otros
nización constituye la estrategia más adecuada, dado instrumentos como el Burnout Measure (BM; Pi-
que recoge todas las variables implicadas en el pro- nes, Aronson y Kafry, 1981, Pines y Aronson,
ceso de desgaste. Además, mientras que las nece- 1988) que fuera del modelo desarrollado por Mas-
sarias estrategias centradas en la organización sue- lach y Jackson (1981, 1986) han recibido una con-
len ofrecer un resultado a medio o largo plazo, la siderable atención. Sin embargo, a pesar de que
intervención sobre el individuo tiene un efecto más muchos de estos instrumentos resultan útiles como
o menos inmediato que debe ser aprovechado mien- herramienta para incrementar el conocimiento del
tras los resultados de las anteriores acciones co- sujeto sobre sus propios síntomas, sólo el MBI
mienzan a dar sus frutos. Por otra parte, en muchos ofrece puntos de corte que permitan establecer el
casos en los que el profesional ha alcanzado un nivel de burnout del sujeto en comparación con su
grado de disfunción notable, la terapia individual grupo de referencia.
constituye la línea de acción prioritaria mientras se Por su parte, el registro de la propia conducta
trabaja en otro tipo de aspectos. se suele llevar a cabo mediante los denominados
Las estrategias de intervención centradas en el «diarios de estrés» (ver Tabla 2). El empleo de
individuo de uso más habitual son la autautoobser- este tipo de procedimientos, mantenidos durante
vación, la autovaloración, el manejo didáctico del varias semanas, permite la identificación de las
estrés, la promoción de estilos de vida saludables, situaciones que se encuentran asociadas en mayor
el entrenamiento en solución de problemas, la apli- medida con los síntomas de desgaste, así como de
cación de técnicas cognitivas, el incremento de los los pensamientos, de los sentimientos y de las for-
recuresos personales de resistencia y las técnicas mas de afrontamiento que se ponen en marcha ante
de control de la activación. tales circunstancias. Como el resto de autorregis-
tros, este tipo de diarios aportan además impor-
tantes beneficios al tratamiento, enfatizando de
2.1. Autovaloración y autorregistro manera implícita el control del individuo sobre su
propia conducta y ofreciendo un feedback continuo
El primer paso en el camino hacia la solución de de los cambios en la misma (Bornstein, Hamilton
un problema debe consistir en obtener la máxima y Bornstein, 1986).
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TABLA 2
Ejemplo de diario de estrés
Dolor de cabeza, tensión 16:00 h En el trabajo, durante la llega- Frustración Beber una taza
muscular en el cuello da de un nuevo cliente y enojo de café
2.2. Manejo didáctico del estrés denominar con el nombre de «síndrome del estu-
diante de medicina». Con el fin de evitar este pro-
Este término hace referencia al proceso de in- blema, los recursos señalados no sólo deberían ha-
formación y formación a través de libros, revistas, cer referencia a síntomas específicos, sino también
programas televisivos, páginas web, etc. con el a aspectos positivos como, por ejemplo, a recursos
objetivo de incrementar el conocimiento sobre el y estrategias de afrontamiento (Schaufeli y Enz-
estrés, de sus causas y de sus consecuencias, ofre- mann, 1998). Los ejemplos expuestos anteriormen-
ciendo adicionalmente remedios ante este tipo de te ofrecen un cuidadoso equilibrio entre ambos as-
situaciones (por lo que se puede entender como pectos.
una técnica orientada hacia la prevención tanto
primaria como secundaria). Entre dichos remedios
se encuentra el entrenamiento en técnicas de con- 2.3. P
romoción de estilos de vida
trol de la activación y en solución de problemas, saludables
la modificación de ideas irracionales y distorsiones
de pensamiento, y los programas de ejercicio fí- El estilo de vida tiene que ver con las conductas
sico (v.g. Davis, Robbins y McKay, 2000; Fonta- específicas que utilizan las personas para modificar
na, 1989). sus estados de ánimo negativos (Thayer, 1998). Den-
Según crece el conocimiento sobre el burnout, tro de estas conductas se pueden encontrar hábitos
este tipo de materiales se centran cada vez más en más o menos saludables. Parece que la conducta
los aspectos específicos del síndrome. Un ejemplo más saludable y efectiva para modificar el estado
lo constituye el libro titulado Teachers Managing de ánimo negativo es la práctica de ejercicio físico
Stress and Preventing Burnout (Gold y Roth, 1993), o realizar algún tipo de actividad deportiva. No es
orientado al manejo del estrés teniendo como ob- necesario la práctica de un ejercicio intenso, con
jetivo específico la prevención del burnout dentro un ejercicio moderado también se obtienen resul-
del ámbito de la docencia. Sin embargo, como se- tados significativos en el estado de ánimo de ma-
ñalan Schaufeli y Enzmann (1998), asociado al em- nera inmediata y a más largo plazo en la salud (Tha-
pleo de este tipo de materiales se encuentra el ries- yer, 1987; Blair, Kohl, Paffenbarger, Clark, Cooper,
go de que el usuario tienda a identificar los síntomas Gibbons, 1989). En general, el ejercicio puede tener
que se exponen en ellos como parte de un problema muchos efectos positivos, entre ellos los descritos
que en realidad no padece, lo que se ha venido a por Taylor, Sallis y Needle (1985):
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— Aumenta: resultados académicos, rendimien- ludables en los centros de trabajo, teniendo en cuen-
to laboral, asertividad, confianza, estabilidad ta para la adaptación las características individuales
emocional, independencia, funcionamiento de cada persona.
intelectual, locus de control interno, memo-
ria, percepción, popularidad, autocontrol,
satisfacción sexual, bienestar. 2.4. Entrenamiento en solución
— Disminuye: absentismo laboral, abuso de de problemas
alcohol, cólera, ansiedad, confusión, depre-
sión, dismenorrea, dolor de cabeza, fobias, El empleo de estrategias centradas en el proble-
respuestas de estrés, tensión, conductas tipo ma previene el desarrollo del síndrome. El entre-
A, errores en el trabajo. namiento de solución de problemas, por tanto, tie-
ne como objetivo que el sujeto aprenda a resolver
La actividad física practicada regularmente pa- las situaciones problemáticas de manera eficaz, ac-
rece correlacionar con estilos de vida saludables tuando directamente sobre el estímulo estresor.
(Cantón, 2001; Sánchez, García, Landabaso y De Desde el punto de vista de la solución de pro-
Nicolás, 1998), no obstante, esta actividad tiene que blemas, el primer paso para conseguir una solución
mantenerse durante un período prolongado para que eficaz es aprender a identificar el problema. En la
los efectos sean visibles (McAuley, Courneya, Ru- vida diaria continuamente aparecen nuevos proble-
dolph y Lox, 1994). mas, situaciones que tenemos que resolver de ma-
Otras técnicas muy útiles para mejorar el estado nera inmediata, y aprender a solucionar los proble-
de ánimo y controlar el estrés son las técnicas de mas permitirá adaptarse al medio de una manera
relajación muscular, de respiración con el diafrag- eficaz y positiva.
ma, de visualización, etc. (Jacobson, 1964). Cantar, Reconocer e identificar el problema, así como
bailar, practicar yoga, relajar los músculos median- las variables que están relacionadas, posibilita res-
te el masaje y percibir olores agradables también ponder ante él de una manera relajada, eligiendo
parece tener efectos directos en el logro de un es- la estrategia más adecuada. Es necesario evitar
tado de ánimo más positivo y placentero para el responder a los problemas de manera impulsiva y
individuo (Thayer, 1998; Field, 1995). precipitada, es necesario hacer un buen análisis de
Finalmente, otros aspectos fundamentales que la situación y diseñar un buen plan estratégico.
potencian la salud del individuo son la dieta equili- Ante una situación estresante, la técnica de solu-
brada, no fumar, dormir las horas suficientes, esta- ción de problemas facilita la elicitación de solu-
blecer períodos de relajación y realizar actividades ciones, no obstante, este paso se acompaña con un
de ocio y tiempo libre. El tiempo dedicado al ocio análisis de las diferentes alternativas, estudiando
es un factor de predicción del burnout. Las personas sus ventajas e inconvenientes hasta elegir la res-
que tienen entre dos y cuatro horas de ocio al día puesta más positiva y la que más beneficios repor-
presentan menor grado de burnout que aquellos que ta a la persona. La aplicación de esta técnica en la
descansan menos de dos horas. Un número modera- prevención e intervención ante el desgaste profe-
do de horas de ocio al día se asocia a un menor bur- sional ha ofrecido resultados muy positivos con
nout (Ramos y Buendía, 2001). Igualmente, el con- profesionales del sector hospitalario, estudios con
sumo elevado de tabaco se relaciona con el burnout. profesionales no asistenciales también han puesto
Los médicos fumadores de más de veinte cigarrillos de manifiesto su eficacia. Adicionalmente, el en-
al día presentan un mayor grado de burnout que los trenamiento en solución de problemas también
no fumadores y que los fumadores de cantidades contribuye de manera importante a los sentimien-
menores (Daniel, Pérez y Fernández, 1996). tos de autoeficacia del trabajador, dotándole de
En función de estos aspectos, resulta importan- estrategias para hacer frente a las situaciones pro-
te incrementar los programas de estilos de vida sa- blemáticas.
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De manera básica la técnica conlleva una serie 7. Evaluación de los resultados. Evaluación
de pasos, que implican la identificación y análisis de la solución elegida en términos de obje-
del problema, el establecimiento de objetivos, la tivos conseguidos.
elaboración de soluciones alternativas, el análisis 8. Propuestas de mejora. En caso de que no se
en términos de consecuencias, le elección de la so- hayan alcanzado los objetivos propuestos se-
lución, la puesta en práctica de la misma, la eva- rán necesarios analizar los posibles errores
luación de resultados y las propuestas de mejora y ofrecer vías de mejora de los mismos.
(Gil-Monte y Peiró, 1997):
Ensayo cognitivo. Esta técnica trata de incre- Estas expectativas juegan roles diferentes en el
mentar la tolerancia de los sujetos a los estresores desarrollo del burnout. Concretamente, que no se
exponiéndoles a ellos de forma anticipada median- cumpla la expectativa de resultado se relaciona con
te la visualización. El individuo debe visualizar la indefensión aprendida, mientras que la falta de
una situación potencialmente estresante y ensayar realización se encuentra preferentemente asociada
cómo respondería ante la misma, normalmente bajo al no cumplimiento de la expectativa de eficacia.
un estado de relajación, pudiendo incluir además Las técnicas de modificación de expectativas se
componentes de toma de perspectiva y de rees- basan en el análisis de las expectativas profesiona-
tructuración cognitiva (Matteson e Ivancevich, les iniciales y en la identificación de sus posibles
1987). errores de formulación. Específicamente, la línea
de acción se encuentra estructurada en torno al con-
Modificación de expectativas irreales. Varios cepto de frustración: los profesionales que inicial-
autores clásicos han insistido en la importancia de mente tenían expectativas ideales se frustran con la
las expectativas profesionales (Freudenberger y Ri- realidad del día a día donde son frecuentes la esca-
chelson, 1980; Edelwich y Brodsky, 1980; Meier, sez de perspectivas, el inadecuado apoyo institu-
1983) al señalar al síndrome como la consecuencia cional, el bajo estatus social, la escasez de pagas,
de tener expectativas irreales acerca de la profesión. etc. El objetivo, por tanto, consiste en la reformu-
Siguiendo a Meier (1983) se pueden mencionar tres lación de las expectativas desde el conocimiento de
tipos de expectativas básicas: la experiencia y desde la adopción de planteamien-
tos realistas. En este sentido, este tipo de programas
1. Expectativas de refuerzo: los profesionales trabajan reflexionando sobre las expectativas pro-
esperan que el resultado de sus acciones fesionales y realizando una crítica profesional de
sean valoradas y tengan significado para los las mismas. Este proceso permite un planteamiento
usuarios, de tal manera, que los profesiona- más real de la profesión y la reformulación de ex-
les esperan conseguir refuerzo por parte de pectativas más positivas, alcanzables y ajustadas a
los clientes/pacientes/usuarios. Cuando no la realidad.
se cumple esta expectativa es probable que
el burnout ocurra. Terapia racional-emotiva (RET; Ellis, 1962).
2. Expectativa de resultado: Cuando la conduc- El planteamiento subyacente a esta aproximación
ta está relacionada con una serie de conse- queda recogido en la famosa secuencia ABC. Di-
cuencias u objetivos deseados, si no existe cha secuencia expone que las consecuencias emo-
esta relación, el profesional puede sentirse cionales y conductuales (C) que aparecen ante un
indefenso, y puede pensar que no podrá ob- acontecimiento activador (A), están directamente
tener los resultados en un futuro independien- relacionados con las creencias del sujeto sobre di-
temente de su conducta, lo que le puede llevar cho acontecimiento (B) más que con el aconteci-
a un estado de indefensión aprendida. miento en sí. Por ejemplo, un empleado puede
3. Expectativa de eficacia: los profesionales estar furioso con su supervisor (C) no porque este
tienen expectativas sobre su propia compe- le haya hecho una crítica sobre cómo ha realizado
tencia, estas expectativas se relacionan tam- una tarea particular (A), sino porque el empleado
bién con la consecución de resultados. piensa que su supervisor siempre debería aprobar
Cuando los profesionales se sienten com- el resultado del propio trabajo (B). Esta cognición
petentes, actúan hasta conseguir los resul- refleja una idea irracional (ver Tabla 3) entre las
tados propuestos, sin embargo, si la expec- muchas que parecen existir dentro del contexto de
tativa de eficacia no se cumple, el los servicios humanos (Edelwich y Brodsky, 1980).
profesional puede sentirse con falta de rea- La reestructuración cognitiva es la técnica central
lización personal. de la terapia racional-emotiva y consiste a grandes
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rasgos en enseñar al cliente a: 1) diferenciar los activadores» y que les conducen a las «consecuen-
comportamientos y sentimientos inapropiados (C) cias» (sentimientos y conductas) inadecuadas (Ca-
de los apropiados; 2) darse cuenta de los aconte- rrasco, 1996). La RET es una herramienta muy
cimientos (A) que ocurren justo antes de experi- popular en la prevención del burnout y su efecti-
mentar los sentimientos y conductas desadaptadas, vidad ha sido puesta de manifiesto en los estudios
y 3) detectar los pensamientos y creencias irracio- desarrollados al respecto (v.g. Malkinson, Kushnir
nales (B) que acompañan a los «acontecimientos y Weisberg, 1997).
TABLA 3
Diez ideas irracionales comunes en el contexto de la atención asistencial
(adaptado de Edelwich y Brodsky, 1980).
— Para un profesional asistencial resulta absolutamente necesario ser querido o apreciado por todos los clien-
tes a los que atiende.
— Uno debe disfrutar siempre del favor de su supervisor.
— Si uno quiere considerarse a sí mismo digno de estima, debe ser perfectamente competente y ha de tener
éxito en todos los aspectos de su trabajo.
— Aquel que no está de acuerdo con las ideas y métodos propios es un villano y, como tal, se convierte en un
oponente que debe ser despreciado, rechazado o culpado.
— Uno debería encontrarse siempre muy preocupado por los problemas y defectos de los clientes.
— Es terrible y catastrófico que las cosas no vayan por el camino que a los clientes y a la institución les gus-
taría que fueran.
— La tristeza tiene su origen en los clientes o en la propia institución, y uno tiene muy poca capacidad o nin-
guna para ejercer control sobre sus propios sentimientos.
— Hasta que los clientes y la institución no «se pongan en el camino correcto» y hagan lo que es apropiado,
uno no tiene la responsabilidad de actuar adecuadamente por sí mismo.
— Invariablemente existe una solución precisa, concreta y perfecta para los problemas humanos y, si esta no
se encuentra, sobreviene la catástrofe.
— Si existe la posibilidad de que a los clientes les ocurra algo peligroso o terrible, uno debe sentirse muy in-
quieto por ello y deberá pensar constantemente en la posibilidad de que esto ocurra.
Entrenamiento en inoculación de estrés (Mei- de estrés y cómo puede hacerle frente utili-
chenbaum, 1977). Esta estrategia, que combina zando una serie de estrategias comportamen-
varias de las técnicas que acaban de ser expuestas, tales y cognitivas.
trata de modificar la forma como el individuo pro- 2. Fase de ensayo o adquisición de habilidades.
cesa la información sobre las situaciones estresan- Se enseña y entrena al sujeto en la utiliza-
tes, enseñando una serie de habilidades cognitivas ción de las habilidades y estrategias de
y conductuales con el fin de reducir al máximo las afrontamiento del estrés presentadas en la
reacciones improductivas ante el estrés (Ivancevi- fase anterior.
ch y Matteson, 1988). Se encuentra estructurada 3. Fase de aplicación y consolidación. Se le
en torno a tres fases diferenciadas: da al sujeto la oportunidad de exponerse de
forma gradual a las situaciones estresantes
1. Fase educativa o de conceptualización. Al aplicando las habilidades entrenadas en la
sujeto se le dota de un marco conceptual que etapa previa.
le permita comprender su propia respuesta
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perspectiva aprenden que el pensamiento influirá también con la productividad, con la salud física y
de manera importante en las metas personales, en psicológica de los trabajadores, así como con el
la definición de los valores deseados y en los pro- bienestar en la organización (Cherniss, 2001). La
ceso de autorregulación (Carver, 1979). El apren- competencia emocional de los trabajadores favore-
dizaje de optimismo implica un proceso o mecanis- ce la creación de una cultura de respeto y atención
mo de autorregulación que las personas utilizan para entre los trabajadores y hacia los usuarios o clientes,
conseguir las metas, descubrir los impedimentos un sistema directivo respetuoso y atento a las for-
que pueden encontrarse en el camino, y elegir la mas, una mayor adaptación a las exigencias labo-
estrategia más adecuada. Una actitud optimista ante rales, un sistema de comunicación eficaz y flexible,
la vida aumenta la probabilidad de mantener un una gestión más eficaz de la organización, una acep-
continuo esfuerzo por conseguir los objetivos. De tación de la expresión de las emociones negativas,
forma opuesta, los planteamientos pesimistas con- etc. (Moreno et al., 2002).
llevan un menor compromiso con las metas y una Los estudios han demostrado que una baja au-
mayor probabilidad de abandono. Desde esta pers- toestima se relaciona con una baja efectividad en
pectiva, los profesionales aprenden que una dispo- las relaciones interpersonales; concretamente, la
sición optimista está relacionada con los resultados despersonalización se relaciona con la incompeten-
y con las estrategias de afrontamiento activas y efec- cia en las relaciones con los otros (pacientes y com-
tivas (Scheier y Carver, 1985). pañeros de trabajo) (Rosse et al., 1991). Hobfoll y
Para desarrollar la competencia emocional se Freedy (1993) han considerado la autoestima como
trabajan una serie de capacidades que tienen que un recurso frente a los estresores laborales y el bur-
ver con el conocimiento de las propias emociones, nout. Maslach (1993) ha reconocido la importancia
las habilidades para diferenciar y entender las emo- de la autoestima en el contexto laboral y, en relación
ciones de otros, las habilidad para usar un vocabu- con el burnout, su implicación en los procesos de
lario amplio y variado de expresión de las emocio- autoevaluación y autoconceptualización. Los estu-
nes, la capacidad para empatizar, las habilidades dios realizados ponen de manifiesto la baja autoes-
para diferenciar entre la expresión emocional inter- tima con la vulnerabilidad al estrés y burnout, de-
na y externa, el conocimiento de la comunicación bido principalmente a la incompetencia en las
emocional dentro de las diferentes relaciones so- relaciones interpersonales (pacientes/usuarios y
ciales y la capacidad de autoeficacia emocional compañeros de trabajo). Una baja autoestima incre-
(Saarni, 2000). La competencia emocional, aplica- menta la probabilidad de que el trabajador sea más
da al trabajo, consiste en trasladar este potencial al vulnerable al burnout y de que sus sentimientos de
mundo laboral. realización personal sean también bajos. Sin em-
La competencia emocional en el lugar de traba- bargo, la alta autoestima se relaciona con la eficacia
jo hace referencia a dos niveles distintos, pero re- (Brockner, 1988). Desde la perspectiva del aumen-
lacionados entre sí: un nivel intrapersonal y un ni- to de la autoestima, las actuaciones se centran en
vel interpersonal. El nivel intrapersonal, implica fomentar los aspectos valorables de los profesiona-
cómo desarrollar las competencias emocionales y les, en potenciar sus logros personales y profesio-
cómo usarlas personalmente. En cuanto al nivel in- nales, en facilitar la adquisición de una perspectiva
terpersonal, todas estas competencias serán exten- positiva sobre sí mismo, en el aumento de los nive-
didas al ámbito social, a las relaciones con los de- les de competencia y en el aumento del valor social
más, para ser más efectivos en las relaciones con del profesional.
los otros. Todas estas variables comentadas se trabajan de
La competencia emocional es crítica y tiene unas manera conjunta y relacionada para desarrollar los
implicaciones muy positivas en el lugar del trabajo procesos emocionales de resistencia que actuarían
(Boyatzis, 1982) especialmente con la generación cómo elementos protectores del burnout y que au-
de un clima grupal positivo y eficaz. Se relaciona mentan la probabilidad de que los trabajadores de-
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sarrollen engagement. Los procesos emocionales los sujetos a los que se entrena se encuentren más
de resistencia tienen un marcado carácter saludable, quemados, se necesitará un apoyo inicial externo
estarían vinculados a puntuaciones de estrés más más importante (Schaufeli y Enzmann, 1998).
bajas, a estados emocionales positivos, al uso de
estrategias de afrontamiento adaptativas, a puntua-
ciones altas en engagement y autoeficacia, y a un 3. Intervenciones centradas
mayor bienestar subjetivo, siendo bajos los senti- en el individuo en interacción
mientos de desgaste profesional y los síntomas psi- con la organización
cológicos, físicos y sociales (Garrosa, 2003).
Desde una perspectiva interactiva del burnout,
la intervención sobre cada una de las variables im-
2.7. Técnicas de control plicadas en el proceso resulta imprescindible si se
de la activación desea seguir una estrategia integradora y eficaz en
la prevención y control del síndrome. De este modo,
La respuesta al estrés de los organismos se en- no sólo se debe intervenir de forma aislada sobre
cuentra relacionada directamente con la activación el individuo y la organización. El burnout es por
de la ramificación simpática del sistema nervioso definición un fenómeno relacionado con el trabajo
autónomo (Sapolsky, 1992), lo que mantenido en el y, por tanto, cuando se habla de intervención indi-
tiempo, puede dar lugar a importantes consecuencias vidual, se debe incluir las estrategias basadas en la
para la salud. El burnout, como respuesta ante el interacción entre el trabajador y el entorno laboral
estrés, se encuentra caracterizado por un elevado ni- en el que se desenvuelve. Entre dichas estrategias,
vel de activación, siendo habitual la presencia de una se revisarán a continuación la elaboración de per-
falta de habilidad para relejarse por parte de los su- files de burnout basados en el proceso, el manejo
jetos que lo padecen (Schaufeli y Enzmann, 1998). eficaz del tiempo, el entrenamiento en habilidades
Por esta razón, resulta necesario el empleo de técni- interpersonales, el entrenamiento en habilidades de
cas de control de la activación con el fin de que estas negociación, la clarificación de rol, la búsqueda del
personas puedan reducir su nivel de activación y eli- equilibrio entre el trabajo y la vida privada, la pla-
minar los efectos fisiológicos indeseables del estrés. nificación de carrera, los grupos de apoyo, el apoyo
Existe un amplio número de procedimientos para el individualizado sobre problemas laborales, la psi-
control de la activación, entre los cuales las denomi- coterapia, la planificación y seguimiento individua-
nadas «técnicas de relajación» son probablemente lizado y el cambio de puesto.
las más populares, dado que permiten a la persona
controlar su propio nivel de activación sin la ayuda
de los recursos externos que resultan necesarios para 3.1. Desarrollo de perfiles de burnout
otras técnicas como, por ejemplo, el biofeedback basados en el proceso
(Labrador, Puente y Crespo, 1996).
Entre las múltiples técnicas de relajación se en- La evaluación de los síntomas del burnout a través
cuentran las técnicas de control de la respiración, de instrumentos como el MBI-HSS o el MBI-GS ad-
la relajación muscular progresiva de Jacobson (Ja- quiriría un sentido estático si no se viera acompaña-
cobson, 1929), las técnicas de imaginación o de da por la evaluación de las fuentes de estrés a las que
visualización, el entrenamiento autógeno (Schultz, se ven expuestos los trabajadores, de las consecuen-
1932), la meditación trascendental o el yoga. Es cias a medio y largo plazo, así como de los factores
importante llamar la atención sobre el hecho de que personales que facilitan o dificultan el desarrollo del
el aprendizaje de este tipo de técnicas no resulta síndrome. De forma habitual, la evaluación de algu-
fácil para los sujetos que ya parten con un alto nivel nos de estos factores ha sido llevada a cabo a través
de activación de base, de manera que a medida que de instrumentos complementarios como el Ocupatio-
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nal Stress Indicador (OSI; Cooper, Sloan y Williams, un espacio temporal insuficiente. La respuesta a
1988) o el Staff Survey (Maslach y Leiter, 1997) con esta situación consiste fundamentalmente en traba-
el fin de obtener perfiles personales de burnout que jar más duro para volver a recuperar la percepción
incluyeran las fuentes de estrés más importantes para de control, y esto no hace sino aumentar el riesgo
los individuos. No obstante, cada vez existe una ten- de quemarse en vez de diminuirlo. Ante esto, ya
dencia más generalizada hacia el desarrollo de ins- Maslach (1982) planteó una serie de estrategias que
trumentos de evaluación del burnout que se aproximen servirían como «respiros emocionales» que permi-
a la complejidad de este proceso. Este es por ejemplo tirían al sujeto relajarse y tomar una cierta distancia
el caso del Cuestionario Breve de Burnout (CBB; psicológica con respecto a su trabajo. Entre dichas
Moreno-Jiménez, Bustos, Matallana y Miralles, estrategias, las más populares son probablemente
1997). Junto a ello, a medida que se va definiendo la «fijarse objetivos realistas», «trabajar de forma más
estructura del síndrome en profesiones específicas, inteligente», o «tomarse un respiro ocasionalmen-
están apareciendo instrumentos para la evaluación de te». Sin embargo, en muchos casos estas estrategias
los componentes del proceso implicados en profesio- no funcionan debido a que los empleados no han
nes concretas, como por ejemplo el Holland Assess- aprendido las habilidades necesarias para llevarlas
ment Survey (HBAS; Holland y Michael, 1993) o el a cabo. Por tanto, el entrenamiento formal en habi-
Cuestionario de Burnout del Profesorado Revisado lidades para manejar el tiempo de forma eficaz re-
(CBP-R; Moreno-Jiménez, Garrosa y González- sulta de gran importancia, habiendo sido utilizado
Gutiérrez, 2000a) para profesores, el Cuestionario de con éxito en varios programas de prevención del
Desgaste Profesional de Enfermería (CDPE; Moreno- burnout (West, Horan y Games, 1984; Higgins,
Jiménez, Garrosa y González-Gutiérrez, 2000b) para 1986). Dicho entrenamiento se estructura habitual-
enfermería, o el Cuestionario de Burnout de Psicólo- mente en cuatro áreas fundamentales (Ross y Alt-
gos (IBP; Benavides-Pereira, Moreno-Jiménez, Ga- maier, 1994; Gil-Monte, 1997; Schaufeli y Enz-
rrosa y González-Gutiérrez, 2002) para profesionales mann, 1998):
de la Psicología.
A un nivel individual, el empleo de este tipo de 1. Adquisición de conocimiento. Un primer
instrumentos permite elaborar perfiles que muestran paso en la mayor parte de los programas
de una forma amplia el proceso de burnout (fuentes de manejo eficaz del tiempo está dirigido
de estrés específicas, consecuencias, variables per- a incrementar el conocimiento del trabaja-
sonales facilitadoras o inhibidoras, etc.) que las dor sobre sus responsabilidades laborales,
herramientas centradas exclusivamente en los sín- ya que un escaso conocimiento en esta área
tomas de burnout como, por ejemplo, el MBI. Adi- puede dar lugar a un gasto de tiempo in-
cionalmente, los perfiles obtenidos pueden ser com- necesario en tareas que no son fundamen-
parados con los de otros miembros de la tales para un trabajo determinado. Una
organización, ofreciendo una información de pri- técnica efectiva consiste en pedir a los su-
mera magnitud para el establecimiento de medidas jetos que, durante varias semanas, lleven
organizacionales y resultando especialmente útil un autorregistro del tiempo que invierten
como medida de la eficacia de los programas inter- en las actividades que realizan. De este
ventivos implementados. modo es posible comprobar si el tiempo
invertido en cada actividad se corresponde
con la importancia otorgada a cada una de
3.2. Manejo eficaz del tiempo ellas.
2. Establecimiento de prioridades dentro y
De acuerdo con Maslach (1982) y Zastrow fuera del trabajo. Un programa adecuado
(1984) los sujetos con riesgo de quemarse por el de manejo del tiempo debe incluir ejercicios
trabajo sienten que deben hacer demasiado durante que alienten a los trabajadores a priorizar
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las actividades que implica su trabajo. La ficación más realista) y de hacer tiempo (por
tabla 4 presenta un ejercicio simple que pue- ejemplo, mediante la delegación efectiva)
de ayudar al profesional a detectar priori- (Ross y Altmaier, 1994).
zaciones erróneas de sus funciones y a es- 4. Reducción de la percepción y frecuencia de
tablecer prioridades dentro del trabajo. condiciones laborales de urgencia. Se cen-
3. Identificación de «hurtos de tiempo», como tra en las formas de percibir las situaciones
reuniones, visitas, llamadas telefónicas, etc. de urgencia en el trabajo. Se analiza el sen-
Normalmente suelen ponerse de manifiesto tido de urgencia del sujeto a través de las
en el autorregistro de actividades utilizado siguientes cuestiones (Gil-Monte, 1997):
durante la fase de adquisición de conoci- ¿qué actividades de urgencia son exigidas
miento. Por otra parte, hay que llamar la por su trabajo con razones válidas?, ¿qué
atención de los sujetos sobre la necesidad fuentes de urgencia no son exigidas por su
de conservar el tiempo (por ejemplo, me- trabajo pero son realmente urgentes?, ¿qué
diante la lectura rápida), de controlar el puede hacer personalmente para mejorar el
tiempo (por ejemplo, a través de una plani- control de las situaciones urgentes?.
TABLA 4
Ejercicio de clarificación de funciones
Por favor, haz una lista con todas las tareas que haces un día habitual de trabajo. A continuación, agrupa las tareas
que has recogido en tu lista en no menos de cinco ni más de ocho funciones y llévalas a la siguiente tabla.
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noticias, discutir sobre aspectos especialmente los derechos de los demás (Lange, 2000). Una se-
sensibles), etc. gunda fase consistirá en que el sujeto entienda y
Una de las habilidades sociales de mayor im- distinga entre respuestas asertivas, no asertivas y
portancia es la asertividad. Sutherland y Cooper agresivas. Una tercera etapa abordaría la reestruc-
(1990) han señalado que un gran número de los turación cognitiva de los modos de pensar incorrec-
problemas que el profesional encuentra en su tra- tos del sujeto socialmente inadecuado. Finalmente,
bajo tiene que ver con la dificultad que encuentra la cuarta etapa y la más importante la debe consti-
para ser asertivo. Por otro lado, en el contexto de tuir el ensayo conductual de las respuestas social-
los servicios humanos la asertividad suele confun- mente adecuadas en situaciones específicas(Caballo,
dirse con el egoísmo debido a la habitual actitud de 1998) que, para el sujeto en riesgo de quemarse,
autosacrificio. En este caso, no son extrañas las pro- estarán constituidas predominantemente por situa-
longaciones del horario de trabajo, la sobrecarga ciones propias del entorno laboral.
con actividades que al trabajador no le correspon-
den, etc. Dentro del marco del burnout el entrena-
miento en asertividad no sólo reduce la probabilidad 3.4. Entrenamiento en habilidades
de verse expuesto a situaciones estresantes; adicio- de negociación
nalmente, persigue cambiar las creencias y cogni-
ciones que los profesionales poseen sobre sí mismos Un área de especial interés, situada en un punto
y sobre su ejecución laboral (Gil-Monte, 1997). Di- intermedio entre el entrenamiento en habilidades
cho entrenamiento debe comenzar con la construc- sociales y el entrenamiento en técnicas de solución
ción de un sistema de creencias que mantenga el de problemas la constituye el entrenamiento en ha-
respeto por los propios derechos personales y por bilidades de negociación. Esta técnica tiene como
TABLA 5
Ejemplo de diálogo entre supervisor y subordinado donde se ponen de manifiesto algunas
habilidades de negociación efectivas para la prevención del estrés
El horario flexible
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objetivo enseñar a los sujetos a resolver los proble- formación se obtiene a través de preguntas como:
mas laborales en los que se encuentran implicadas ¿Qué crees que se espera de ti en este trabajo? ¿Qué
dos o más personas, empleando para ello una serie esperas de tu supervisor? ¿Qué tipo de información
de estrategias con el objetivo de obtener ganancias o recursos necesitas para hacer bien tu trabajo? Las
para todas las partes implicadas. En este sentido se discrepancias de rol existentes pueden ser entonces
diferencian de las estrategias de negociación tradi- abordadas a través del diálogo entre las dos partes,
cionales, en las que cada persona ve al otro como antes de que se conviertan en una importante fuen-
un enemigo dentro de una batalla que debe ser ga- te de estrés o con el objetivo de eliminarla si es que
nada. Por el contrario, el entrenamiento en habili- esta ya se ha hecho efectiva.
dades de negociación orientadas preferentemente a
prevenir el estrés, entre cuyos principales represen-
tantes se encuentra el Harvard Negotiation Project 3.6. Equilibrar el trabajo
(Fisher y Ury, 1981), se aleja de la idea de ganar y la vida privada
una posición y, por el contrario, parte de la premi-
sa de tratar de satisfacer las necesidades de todas El desgaste profesional ha sido definido como
las partes implicadas. En la tabla 5 se presenta un la «enfermedad del sobrecompromiso» (Freuden-
ejemplo adaptado de Ross y Altmaier (1994) en el berger, 1974). Para muchos profesionales quemados
que se pone de manifiesto la aplicación de algunas no existe la vida fuera del trabajo. Sin embargo,
habilidades de negociación efectivas que pueden como señala Maslach (1982), una vida rica y varia-
resultar de especial relevancia en la prevención del da resulta muy importante con el fin de conseguir
estrés y del burnout en un contexto en el que las un adecuado equilibrio entre el área pública y la
relaciones interpersonales con compañeros, subor- privada. Esta idea se integra perfectamente dentro
dinados, supervisores y pacientes son una parte de las denominadas teorías de estrés-recuperación
fundamental del trabajo. (Frankenhaeuser, 1978; Kallus, 2002). Los efectos
negativos a largo plazo de los estresores se dan cuan-
do el organismo es incapaz de restaurar sus recursos,
3.5. Clarificación de rol de recuperar su homeostasis, en otras palabras, de
recuperarse. La falta de recuperación impele al su-
El estrés de rol ha sido señalado de forma repe- jeto hacia una espiral de desgaste acompañada de
tida como una de las principales fuentes de estrés síntomas negativos. Algunos de los pilares funda-
y de burnout (Schwab e Iwanicki, 1982; Schwab, mentales de los procesos de recuperación tienen
Jackson y Schuler, 1986; Friesen y Sarros, 1986; que ver con aspectos como el ocio, las relaciones
Moreno-Jiménez, Garrosa y González-Gutiérrez, sociales y de pareja, o la práctica de deportes (Ka-
2000a). Por esta razón, la técnica conocida como llus, 2002). Cherniss (1995) realizó durante doce
«clarificación de rol» (Ivancevich y Matteson, 1980) años el seguimiento de 26 jóvenes profesionales
se ha convertido en una herramienta preventiva a que comenzaban a padecer burnout y observó que
tener en cuenta en el marco del síndrome de que- aquellos que se recuperaron mostraban el balance
marse por el trabajo (Maslach y Jackson, 1984). La más adecuado entre ocio, familia y trabajo.
clarificación de rol se basa en la idea de que la me-
jor fuente de información sobre un trabajo particu-
lar es la suministrada por el propio empleado (el 3.7. Planificación de carrera
ocupante del rol). El objetivo es por tanto obtener
el suficiente grado de información sobre el rol que El desarrollo de carrera se encuentra integrado
desempeña el individuo como para poder identificar por dos componentes (Hall, 1986): el desarrollo de
las discrepancias existentes entre las expectativas carrera y la planificación de carrera. La diferencia
de rol del sujeto y las de su supervisor. Dicha in- entre ambos radica en que el primero es responsa-
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bilidad de la organización, incluyendo actividades las otras personas), el apoyo tangible (ofrece al su-
como la selección, la promoción o la formación del jeto apoyo instrumental como, por ejemplo, de tipo
personal, en tanto que la planificación de carrera económico o físico), el apoyo informacional (ofre-
constituye una responsabilidad prioritaria del indi- ce información como consejos o instrucciones para
viduo, e implica acciones como la elección voca- resolver algún problema) y el apoyo de la red social
cional, la selección de la organización, el examen o de integración social (ofrece la experiencia de
de las propias habilidades, valores e intereses, y el sentirse parte de un grupo que tiene intereses co-
seguimiento de las oportunidades de carrera, etc. munes).
Al sujeto se le debe ayudar a planificar su carrera En relación con el burnout, el apoyo social ha
favoreciendo su actividad dentro de los aspectos sido identificado como una variable amortiguadora
que se encuentran bajo su control, utilizando para en múltiples estudios (v.g. Pines, Ben-Ari, Utasi y
ello seminarios, pruebas, recursos materiales, apo- Larson, 2002; Burke y Greenglass, 1995; Carr, Ro-
yo individualizado, etc. (Ross y Altmaier, 1994). seingrave y Fitzgerald, 1996; Corrigan, Home y
De esta forma, la persona será capaz de establecer Luchins, 1995). Específicamente, la falta de apoyo
y seguir un plan estratégico de desarrollo dentro del de social por parte de los compañeros de trabajo
contexto de una vida equilibrada. parece estar vinculada al desarrollo del desgaste
A pesar de la relevancia de un adecuado desa- profesional (Burke, Shearer y Deszca, 1984; Ross,
rrollo de carrera en la prevención del estrés y del Altmaier y Russell, 1989), siendo especialmente
burnout (v.g. Cooper y Marshall, 1976; Cherniss, peligrosa la falta de cohesión dentro del grupo de
1980b; London y Mone, 1987), resulta habitual la trabajo (Gaines y Jermier, 1983; Savicki y Cooley,
existencia de puestos superespecializados donde las 1987). Como consecuencia, varios autores han abo-
oportunidades de carrera se encuentran muy limi- gado por la necesidad de crear lo que «grupos de
tadas. Como consecuencia, no es extraño que el poyo» (v.g. Randolph, 1981; Schaufeli y Enzmann,
profesional se sienta «atrapado» en su puesto y se 1998). Este tipo e estructuras han sido definidas
encuentre expuesto al desarrollo del síndrome como «cualquier grupo de trabajadores que se jun-
(Schaufeli y Enzmann, 1998). tan con mayor o menor frecuencia con el fin de
intercambiar información, apoyarse emocionalmen-
te y resolver problemas laborales» (Schaufeli y Enz-
3.8. Grupos de apoyo mann, 1998; pag. 157).
Este tipo de grupos van más allá de las habitua-
El ser humano es fundamentalmente un «animal les reuniones de equipo en las que en lugar de hablar
social» (Aronson, 1999). Como tal, resulta patente abiertamente sobre problemas laborales y sentimien-
la necesidad de una cierta interdependencia entre tos particulares con los demás compañeros, sólo se
las personas en el camino hacia un desarrollo indi- debate de una forma distanciada e «intelectual» so-
vidual favorable. El apoyo social desempeña varias bre los pacientes (Pines y Maslach, 1978). Por el
funciones (Cutrona y Russell, 1990; Breva, 1998) contrario, los grupos de apoyo, con una mayor o
que lo convierten en uno de los factores más im- una menor estructuración, ofrecen una serie de fun-
portantes en la prevención del estrés y de la enfer- ciones que resultan muy similares a los tipos de
medad (v.g. Cutrona, 1986; Rook, 1987; Addler y funciones del apoyo social anteriormente señalados
Mathews, 1994; Uchino, Cacioppo y Kiecolt-Glaser, (Schaufeli y Enzmann, 1998):
1996; Israel et al., 2002; Bradley y Cartwright,
2002). Entre ellas se encuentran el apoyo emocional 1. Reconocimiento. El grupo puede funcionar
(permite al individuo sentirse querido y protegido como una base para poder compartir las
y le ofrece seguridad y confort durante los periodos ideas, los problemas y los sentimientos pro-
de experimentación de distrés), el apoyo de estima pios, lo que resulta emocionalmente recon-
(permite al sujeto sentirse aceptado y valorado por fortante. Igualmente, puede funcionar como
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ta mucho de ser esta. Por el contrario, la práctica blema y aceptarlo, mostrándole que puede
habitual ha sido la de entender el síndrome como ser resuelto gracias a su propio esfuerzo.
un fenómeno inespecífico dentro del grupo de los 2. Solución del problema. Durante una segun-
trastornos relacionados con el estrés, aplicando para da fase se le pide al sujeto que, en términos
su tratamiento muchas de las técnicas que han sido conductuales, identifique y priorice los pro-
revisadas en párrafos anteriores (Edelwich y Brods- blemas laborales a los que se encuentra ex-
ky, 1980; Kaslow, 1982). A pesar de no haber sido puesto, enseñándole una serie de técnicas
testada empíricamente en muchos casos, la efecti- para hacerles frente (v.g. relajación, mane-
vidad de este tipo de soluciones en el problema del jo eficaz del tiempo, etc.). De forma simul-
burnout debería ser alta, dado que en el origen del tánea se lleva a cabo un programa de ejer-
síndrome se encuentra presente la mayor parte de cicio físico para incrementar la resistencia
los factores implicados en los distintos trastornos del sujeto ante el estrés.
de estrés, en este caso de forma más específica los 3. Retorno a la vida ordinaria. La fase final
de carácter laboral. No obstante, existe una impor- se basa en la asunción por parte del pacien-
tante excepción: este tipo de actuaciones no permi- te de sus responsabilidades laborales ordi-
ten hacer frente a la pérdida del contexto cognitivo narias de una forma gradual y guiada por
y justificativo del trabajo, a la sensación de que el un terapeuta a través de dos escenarios dis-
esfuerzo desarrollado en el puesto de trabajo no se tintos: un escenario optimista y un escena-
corresponde con las satisfacciones, logros y recom- rio pesimista. Gracias a ello, el terapeuta
pensas esperadas (Farber, 2000). puede enfatizar los aspectos positivos del
En la literatura existen muy pocos ejemplos de escenario optimista con el objetivo de esti-
programas específicamente diseñados para el trata- mular a los clientes más retraídos, o llamar
miento del burnout. Van der Klink y Terluin (1996) la atención sobre algunos elementos del es-
han desarrollado una aproximación al tratamiento cenario pesimista para reducir el ímpetu de
en la que se le concede una especial atención a los los sujetos que quieren retomar su vida or-
procesos de control personal. Para estos autores, el dinaria de forma precipitada e irreflexiva.
burnout representa una crisis temporal en la capa-
cidad de afrontamiento que genera en el individuo Otra aproximación interesante ha sido la desa-
una sensación de indefensión. Así, según ellos, el rrollada por Schaap, Schaufeli y Hoogduin (1995).
consejo habitual de «tomar un descanso y abando- En la misma línea que Van der Klink y Terluin
nar algunas responsabilidades» podría resultar con- (1996), para estos autores el burnout representa un
traproducente, al generar una actitud pasiva en el estado de indefensión en el que predominan los sen-
sujeto, ya que implícitamente parece sugerir que la timientos de confusión y de pérdida de control, por
superación del síndrome ocurrirá «de repente», fue- lo que le otorgan una cierta relevancia a los proce-
ra de la responsabilidad personal del individuo. En dimientos de autocontrol, incluyendo el autorregis-
su lugar, plantean una aproximación activa de tra- tro. Las fases principales de su programa son cua-
tamiento que restaure el control del profesional so- tro:
bre su vida laboral y le estimule a asumir la respon-
sabilidad sobre su conducta. Distinguen tres fases 1. Reducción de quejas. Los síntomas más
en un proceso que, por sus características, podría habituales en el síndrome del burnout son
ser catalogado como una especie de «entrenamien- abordados a través de la aplicación de téc-
to en inoculación de burnout»: nicas cognitivo-conductuales comunes. Por
ejemplo, para el agotamiento mental y fí-
1. Manejo de la crisis. El primer paso consis- sico se emplea la activación gradual, las
te en dotar al individuo de un marco con- preocupaciones recurrentes se abordan me-
ceptual que le permita comprender el pro- diante la saciación, las dificultades para
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1. Rendido (worn-out). Este subtipo de burnout dos, tienden a minimizar los éxitos y a
es característico de aquellos profesionales maximizar los errores. Perciben el fu-
que, enfrentados a una situación donde pre- turo de una forma tan desoladora como
dominan los altos niveles de estrés acom- el presente. Se focalizan el los aspectos
pañados por una escasa gratificación, tien- negativos de su trabajo. La terapia debe
den a darse por vencidos, realizando su por tanto incluir aspectos relacionados
trabajo de una manera menos comprometi- con la modificación de las distorsiones
da. Estos individuos reaccionan ante el es- de pensamiento (por ejemplo, sustituir
trés trabajando menos duro, intentando así pensamientos del tipo «en mi clase na-
reducir la discrepancia entre «inputs» y die está aprendiendo», por otros alter-
«outputs». Este comportamiento se encuen- nativos como «algunos alumnos están
tra en consonancia con el paradigma de la realizando progresos significativos»).
indefensión aprendida: el sujeto piensa que También se le puede pedir al profesio-
sus acciones no resultan útiles para alcanzar nal que evoque imágenes de su trabajo
las metas deseadas; siente que la situación que le generen emociones positivas.
se encuentra «fuera de control» y que nada Finalmente, se puede hacer que lleve
de lo que haga podrá cambiar las cosas. A un registro diario de los logros obteni-
un nivel interventivo esto resulta especial- dos, así como de las interacciones po-
mente problemático, ya que una vez que el sitivas con los compañeros y con los
profesional está worn-out, conseguir recu- clientes.
perar su sentido de la dedicación es una ta- c) Socialización discriminativa. Los pro-
rea realmente ardua. Las líneas interventivas fesionales worn-out tienden a interac-
en estos casos serían básicamente las si- cionar con otros profesionales quema-
guientes: dos que confirman sus ideas
disfuncionales sobre la profesion. Re-
a) Mostrar empatía. El paciente worn-out, conociendo estas influencias, una op-
más que ningún paciente, siente que ción puede consistir en pedir al pacien-
nadie comprende la situación por la que te que busque una mayor interacción
está pasando. Por tanto, ninguna inter- con aquellos profesionales que se en-
vención será efectiva hasta que el su- cuentren más comprometidos y gratifi-
jeto perciba que el terapeuta compren- cados por su trabajo.
de y asume su posición de desventaja. d) Modificación de expectativas irreales.
A lo largo de la terapia, aunque el te- Un aspecto adicional debería consistir
rapeuta anime al paciente a buscar los en el análisis las expectativas del suje-
aspectos positivos de su trabajo y a per- to al entrar a formar parte de la profe-
cibirlo como una oportunidad para el sión. De este modo, las expectativas en
éxito (al menos parcial), debería seguir muchos casos irreales que manifiestan
apoyando la idea relativa a las dificul- estos sujetos deberían ser cuestionadas
tades existentes para desempeñar la y sustituidas por otras de carácter más
profesión de una forma realmente efi- realista.
caz.
b) Reevaluación cognitiva de los éxitos. 2. Frenético o «clásico». De forma opuesta al
Este aspecto del tratamiento tiene un sujeto worn-out, el profesional frenético
gran parecido con la terapia de la de- tiende a incrementar progresivamente su
presión de Beck. Los profesionales nivel de rendimiento hasta el punto del ago-
worn-out, como los pacientes deprimi- tamiento absoluto, con el objetivo de hacer
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