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Johannes Kepler

VI D A Y O B R A
Johannes Kepler es una figura clave en la
revolución científica. Fue un astrónomo y
matemático, conocido por sus leyes sobre el
movimiento de los planetas en sus órbitas
alrededor del Sol.

Kepler, nació en Würtemberg, Alemania, en el


año 1571.
Johannes Kepler
(1571 – 1630)
Sus padres le despertaron el interés por
la astronomía. Con cinco años, su madre
lo llevó a un lugar alto para observar el
cometa de 1577. A los nueve años, su
padre le hizo contemplar el eclipse de
luna del 31 de enero de 1580.
Esto desencadenaría la pasión de Kepler
por los astros.

Litografía de cometa en el año 1577


En 1584, entró en el Seminario protestante de
Adelberg. En 1589 ingresó en la Universidad de
Tubinga. Allí estudió ética, dialéctica, retórica,
griego, hebreo y astronomía.

Su profesor de matemáticas, el astrónomo


Michael Maestlin, le enseñó el sistema
heliocéntrico de Copérnico cuya explicación se
reservaba para los mejores estudiantes. Los
otros estudiantes tomaban como cierto el
sistema geocéntrico de Ptolomeo. Universidad de Tubinga
Kepler dedicó la mayor parte de su vida al intento de comprender las leyes del movimiento
planetario. En un principio, consideró que el movimiento de los planetas debía cumplir las
leyes pitagóricas de la armonía o la música de las esferas celestes.
Intentó demostrar que las distancias de los planetas al Sol venían dadas por 6 esferas
anidadas sucesivamente unas en el interior de otras. En estas esferas estarían los 6
planetas: Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Júpiter y Saturno.

En 1596, escribió un libro en el que exponía sus ideas (“El Misterio Cósmico”).
El escribió: «yo deseaba ser teólogo; pero ahora me doy
cuenta gracias a mi esfuerzo de que Dios puede ser celebrado
también por la astronomía».

En 1600 acepta la propuesta de colaboración del astrónomo


imperial Tycho Brahe, que en su momento había montado el
mejor centro de observación astronómica de esa época.

En 1627 publicó las Tabulae Rudolphine, a las que dedicó un


enorme esfuerzo, y que durante más de un siglo se usaron en
todo el mundo para calcular las posiciones de los planetas y las
estrellas. Utilizando las leyes del movimiento planetario fue
capaz de predecir satisfactoriamente el tránsito de Venus del
año 1631 con lo que su teoría quedó confirmada.
Kepler murió en 1630 en Baviera, a la edad de 59 años.
En 1632, durante la Guerra de los Treinta Años, el
ejército sueco destruyó su tumba y se perdieron sus
trabajos hasta el año 1773, cuando fueron recuperados
por Catalina II de Rusia. Se encuentran actualmente en
el Observatorio de Pulkovo en San Petersburgo.

Catalina II de Rusia
Obra científica:
L A S TR E S L E Y E S D E K E PL E R

Inicialmente, Kepler intentó la circunferencia por ser la


más perfecta de las trayectorias, pero los datos
observados impedían un ajuste correcto, lo que
entristeció a Kepler, ya que no podía omitir un error de
ocho minutos de arco. Kepler comprendió que debía
abandonar la circunferencia, lo que implicaba abandonar
la idea de un "mundo perfecto".
De profundas creencias religiosas, le costó llegar a la
conclusión de que la tierra era un planeta imperfecto, asolado
por las guerras. En esa misma idea incluyó la cita clave: "Si los
planetas son lugares imperfectos, ¿por qué no han de serlo las
órbitas de los mismos?".

Finalmente utilizó la fórmula de la elipse, una rara figura


descrita por Apolonio de Pérge en una de las obras salvadas de
la destrucción de la biblioteca de Alejandría

Apolonio de Pérge
Fue así como llegó a escribir la primera ley de Kepler:

“Los planetas describen movimientos elípticos alrededor


del Sol, estando éste situado en uno de los focos de la
elipse”.

Después de ese importante salto mental, en donde por


primera vez lo hechos se anteponían a los deseos y a los
prejuicios existentes acerca de la naturaleza del mundo,
Kepler se dedicó simplemente a observar los datos y a
sacar conclusiones ya sin ninguna idea preconcebida.
Pasó a comprobar la velocidad del planeta a través de las
órbitas llegando a la segunda ley:

“Los planetas, en su recorrido por la elipse, barren áreas


iguales en el mismo tiempo”.

Durante mucho tiempo, Kepler pudo confirmar estas dos


leyes solamente en el resto de planetas
Aún así fue un logro espectacular; pero faltaba
relacionar las trayectorias de los planetas entre sí. Tras
varios años de observaciones y trabajo, descubrió la
tercera e importantísima ley del movimiento planetario:

“El cuadrado de los períodos de los planetas es


proporcional al cubo de su distancia media al Sol”.

Esta ley, llamada también ley armónica, junto con las


otras leyes ya permitía unificar, predecir y comprender
todos los movimientos de los astros.
Filosofía:

Siendo un luterano “poco ortodoxo”, Johannes Kepler tenía un


profundo amor por Jesucristo y la inspiración y autoridad de las
Escrituras. Frecuentemente se lo cita diciendo: “Oh Dios, estoy
pensando en tus pensamientos después de ti”.
Fuertes convicciones teológicas lo impulsaron a
encontrar una conexión entre lo físico y lo espiritual, y
sus descubrimientos científicos lo llevaron a creer que
había descubierto el plan geométrico de Dios para el
universo.

Johannes Kepler opinaba que el universo mismo era una


imagen de Dios, con el sol correspondiente al Padre, la
esfera estelar del Hijo y el espacio intermedio para el
Espíritu Santo.
Obras:
• El Sagrado Misterio del Cosmos, 1596
• Astronomia nova (Nueva Astronomía)
• Armonía de los mundos, 1619
• Tablas Rudolfinas, 1627
• Somnium (El sueño), 1634
El Sagrado Misterio del Cosmos, 1596

El misterio cosmográfico, traducido alternativamente como


Misterio cósmico o El secreto del mundo, En ella, el autor
propuso que las relaciones de distancia entre los seis planetas
conocidos en ese entonces podrían explicarse en términos de
los cinco sólidos platónicos, circunscritos dentro de una esfera
que simboliza la órbita de Saturno.

Este libro explica la teoría cosmológica de Kepler, basada en el


sistema copernicano.

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