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Fase II: Estudio de la capacidad

portante del suelo.


En el diseño de fundaciones es de mucha importancia analizar si el suelo es
capaz de resistir las cargas que la estructura va a imponer, esa resistencia del
suelo está asociada a su capacidad de resistir corte la cual depende
fundamentalmente de dos parámetros:

• Cohesión.
• Fricción.

Cohesión
La cohesión es una medida de la cementación o adherencia entre las
partículas de suelo. En otras palabras se puede decir que es la fuerza que une
las partículas del suelo, esta fuerza no requiere de ninguna presión que la
comprima.

En suelos eminentemente granulares en los cuales no existe ningún tipo de


cementante o material que pueda producir adherencia, la cohesión se supone
igual a 0 y a estos suelos se les denomina suelos no cohesivos.
Fricción

Es la fuerza que existe entre dos superficies en contacto. Como los suelos
granulares tienen superficie de contacto mayores tendrán fricciones internas
altas. En cambio, los suelos finos las tendrán bajas.

La fricción interna de un suelo, está definida por el ángulo cuya tangente es la


relación entre la fuerza que resiste el deslizamiento, a lo largo de un plano, y la
fuerza normal "p" aplicada a dicho plano. Los valores de este ángulo llamado
"ángulo de fricción interna", varían de prácticamente 0º para arcillas, hasta 45º o
más, para gravas y arenas. Generalmente, el ángulo para arenas es alrededor
de 30º.
Fratelli (1993) propone algunos valores de cohesión (c) y el ángulo de fricción
interna (ø) para los distintos tipos de suelos se indican en las siguientes tablas.

Fig. 1 Valores típicos de ángulo de fricción


Fig. 2 Valores típicos de Cohesión
Para hallar los valores de cohesión y fricción se realizan las pruebas de
resistencia a corte en los suelos, las cuales se pueden llevar a cabo:

 In situ.
 En el laboratorio.

Las pruebas in situ son: la prueba de la veleta, la prueba de penetración


standard.

Las pruebas de laboratorio para determinar la resistencia a corte de un suelo son


de diferentes tipos, entre las cuales se pueden mencionar las siguientes: prueba
de compresión y confinado, prueba de corte directo y la prueba de compresión
triaxial.
A partir de estos parámetros geomecanicos se procede a la estimación de la
capacidad de carga de los suelos, la cual debe ser mayor o igual a la presión
de contacto impuesta por la carga que transmite la estructura.

En este trabajo se abordaran las teorías de Terzagui y Meyerhof.


Capacidad de carga
Se interpreta como el estado tensional limite que soporta un suelo, más allá del cual se
produce la falla del mismo (Fratelli, 1993).
La capacidad de carga es una característica de cada sistema de suelo cimentación, y no solo
una cualidad intrínseca del suelo. Los distintos tipos de suelo difieren en capacidad de carga,
pero también ocurre que en un suelo especifico dicha capacidad varia con el tipo, forma,
tamaño y profundidad del elemento de cimentación que aplica presión.
La capacidad de carga es de difícil evaluación, pues depende de diferentes factores como
son:
a) De las características geotécnicas del suelo y dentro de ellas, principalmente del ángulo de
fricción interno y de la cohesión del suelo.
b) De la estratigrafía de las diferentes capas del suelo y la profundidad del nivel freático.
c) Del nivel de cimentación.
d) De las dimensiones de la fundación.
e) Del tipo de carga (dirección, excentricidad, periocidad, etc)
Existen numerosas teorías para determinar la capacidad de carga de un suelo, en esta guía
se desarrollaran las teorías de Terzaghi y Meyerhof.
Teoría de Terzagui
Terzaghi en su teoría desprecia la resistencia al esfuerzo cortante arriba del nivel de desplante del
cimiento. Esta Teoría establece que una zapata continua descansa sobre una superficie de suelo, el
terreno falla a través de tres zonas.

La zona I ubicada directamente debajo de la base, actúa como una cuña que se introduce en el suelo
como si fuera parte de la zapata y sufre asentamientos verticales por las cargas aplicadas, la zona II se
conoce como la zona de corte radial y resulta la zona de falla cuando la carga P va incrementando hasta
alcanzar el valor crítico. Estos esfuerzos cuando son muy elevados originan el deslizamiento de la zona III.
La resistencia del suelo a las cargas aplicadas depende en gran parte de la zona III al oponerse esta al
empuje de la zona II y al asentamiento de la zona I. esta resistencia depende de la cohesión y fricción del
suelo así, como de su peso específico.
El efecto de empuje de la zona II y el asentamiento de la zona I provoca que la zona III se combe, si esta
dilatación es impedida por la sobrecarga aplicada se incrementa la capacidad portante.
A continuación se muestran los mecanismos de falla con los que se puede determinar la capacidad
de carga ultima (qu)
Este primer caso se define como mecanismo
de falla general por corte, este caso ocurre en
suelos muy resistentes, donde se busca estar
por debajo del punto máximo de capacidad de
carga para garantizar el diseño de la
fundación.

Este caso se define como falla por corte local,


donde se aprecia que los asentamientos son
mucho mas importantes y aunque los valores
de carga ultima son menores se tiene un
proceso de deformación mas importante.

Este ultimo caso se define como falla por


corte punzonado, en este predomina el valor
de deformación por encima de cualquier valor
de capacidad admisible.
En esta guía se trabajara con la falla general por corte ya que es típica de las arcillas.
Por las consideraciones anteriores Terzaghi propone la siguiente fórmula para determinar la
capacidad de caga última de un cimiento continuo, poco profundo:
1
qu = .ɣ.B.Nɣ + c.Nc + ɣ.Df.Nq
2
Y para el caso de emplearse una zapata cuadrada, propone:
qu = 0.4.ɣ.B.Nɣ + 1.3.c.Nc + ɣ.Df.Nq
Donde:
C = Cohesión
ɣ = Peso específico del suelo
Df = Profundidad de desplante
B = Ancho del cimiento
Nc, Nq y Nɣ = Factores de carga en función de ángulo de fricción interna del suelo debajo del
desplante de la cimentación.
Los factores de carga los determinan los diferentes códigos de construcción, según los tipos
de suelos. Se pueden determinar a través de las siguientes formulas.
𝜑
Nq = e𝜋tan𝜑 tan2 450 +
2

Nɣ = 2 Nq + 1 tanφ
Nc = tanφ
Nq − 1 /
A continuación se enlistan los valores de los factores de carga
Como se ha explicado anteriormente en los suelos cohesivos como las arcillas se considera
el ángulo de fricción (ø) igual a cero, por basarse esta guía en el estudio de suelos de esta
naturaleza la formula se reduce a lo siguiente:

qu = 1.3.c.Nc + ɣ.Df.Nq

La capacidad de carga última (qu) es la que determina el límite más allá del cual se produce la
falla por corte del suelo. Sin embargo, en el análisis de fundaciones se basa en un valor de
capacidad de carga admisible (qadm), estas son las cargas que soporta el suelo sin recibir
excesivos asentamientos y sin fallar por corte, definiendo así la capacidad portante de diseño
de la siguiente manera:
qu
qadm =
FS

FS es un factor de seguridad el cual varía entre 2.5 para suelos granulares y 3 para suelos
cohesivos.
Otro teórico que realizo importantes contribuciones al problema de la capacidad de carga en
suelos fue Meyerhof quien básicamente añadió la consideración de los esfuerzos cortantes
que puedan desarrollarse en el suelo de cimentación por arriba del nivel de desplante, cuyo
efecto fue dejado de lado por la teoría de Terzaghi, excepto como sobrecarga. En la teoría de
Meyerhof el suelo que rodea al cimiento, por arriba del nivel de desplante es medio de
propagación de superficies de desplazamiento. Considerando un mecanismo de falla de la
siguiente forma:
El mecanismo de falla está dividido en tres zonas, la primera ABB’ que como la zona I de
Terzaghi actúa como una cuña que sufre asentamientos verticales. La segunda zona ABC
actúa igual que la zona II, esta es la zona de corte radial. La tercera zona BCDE es una zona
que se considera en estado pasivo, por lo que tiene el mismo principio de la zona III de
Terzaghi resistir al empuje de la zona ABC y a los asentamientos de la zona ABB’. En esta
última zona se observa una línea BD llamada línea de Meyerhof y se considera que en esta
superficie actúan los esfuerzos normales P0 y los tangenciales S0 producto de una cuña
formada por los puntos BDE
Con base en ésta teoría, Meyerhof llega a una expresión para determinar la capacidad de
carga de cimientos superficiales, cuya estructura matemática es análoga a la de Terzaghi:

1
qu = . ɣ.B.Nɣ + c.Nc + p0.Nq
2

Donde p0 representa los esfuerzos normales que actúan sobre la superficie libre equivalente,
los demás elementos tienen los significados antes enunciados.
Meyerhof replantea posteriormente su fórmula para determinar la capacidad de carga del
suelo y la deja semejante a la ecuación de Terzaghi

1
qu = . ɣ.B.Nɣ + c.Nc + ɣ.Df.Nq
2

Considerando los mismos factores de carga indicados en la teoría de Terzaghi y propuestos


por Prandtl Nc y Nq

Nc = tanφ
Nq − 1 /

𝜑
Nq = e𝜋tan𝜑 tan2 450 +
2

A excepción de Nɣ que ahora se determina por:

Nɣ = Nq − 1 tan 1.4𝜑
A continuación se en listan los valores de los factores de carga de Meyerhof para cimientos superficiales
Para determinar la capacidad de carga para cimientos rectangulares se puede interpolar los
resultados de cimientos corridos y cuadrados, pero una alternativa se tiene a través de los
factores de forma, que aunque empíricos son lo suficientemente prácticos para su aplicación
cotidiana.

Los factores de forma, deben ser multiplicados por los factores de capacidad de carga
correspondientes a cimientos superficiales corridos. A continuación se presentan dos criterios
de factores de forma:

Factores de forma (f):

B
fɣ = 1 − 0.4
L

B
fc = 1 + 0.25
L

B
fq = 1 + 𝑡𝑎𝑛𝜑
L

B
En todos los casos ≤1, y en cimientos circulares B = L = D
L
Para considerar la resistencia del suelo al esfuerzo cortante, arriba del nivel de desplante
(que no considera la Teoría de Terzaghi) en cimentaciones poco profundas (D<B), puede
considerarse el incremento en la capacidad de carga con los factores de profundidad que se
multiplican por los respectivos factores de carga.

Factores de profundidad:

dɣ = dq = 1 para ϕ = 0º

D
dɣ = dq = 1 + 0.1 N𝜑 para ϕ = 10º
B

D
dc = 1 + 0.2 N𝜑
B

En donde:
φ
N𝜑 = tan 45º +
2
Para considerar los efectos de cargas inclinadas sobre los cimientos superficiales en las cimentaciones
superficiales, que tienden a disminuir la capacidad de carga de la cimentación, los factores de
inclinación sirven para estimar la componente vertical de la capacidad de carga, considerando el
ángulo α con la vertical. El ajuste de capacidad de carga lo obtenemos multiplicando los factores de
inclinación con los respectivos factores de carga.
Factores de inclinación:
∝ 2
iɣ = 1−
𝜑
∝ 2
ic = iq = 1−
900
Otro factor común en la práctica que afecta la capacidad de carga de una cimentación es la
excentricidad, para considerar este efecto en la determinación de la capacidad de carga se usan las
fórmulas para cargas axiales, modificando el ancho de la cimentación para considerar el efecto de la
carga excéntrica, a través de la siguiente formula:
Formula de excentricidad
B’ = B-2e
Con la formula anterior se considera que en ancho de 2e no contribuye a la capacidad de la carga. Si la
cimentación es cuadrada o rectangular y se tiene doble excentricidad, la anterior fórmula se aplica en
los dos sentidos.
Una de las aplicaciones que se le da a esta capacidad de carga última es la comparación con
las presiones de contacto impuestas por la carga que transmite la estructura, ya que esta
debe ser mayor o igual a dichas presiones para evitar que el suelo falle.

Existen diferentes hipótesis en las que se basa la determinación de las presiones de contacto
entre el suelo y la base de la fundación, entre las que se destacan la hipótesis de Emil
Winkler, rigidez infinita de la base e incapacidad del suelo para resistir tracciones.

La hipótesis de Emil Winkler está en función de la rigidez del suelo y de los asentamientos, la
rigidez infinita de la base es válida para fundaciones aisladas de gran espesor y volumen, y la
incapacidad del suelo para resistir tracciones dice que cuando las cargas exteriores que
actúan sobre la fundación están fuera de su núcleo central solo una parte de la fundación
estará comprimida, cuando esto ocurre la parte que se encuentra traccionada tiende a
separarse del suelo levantándose, esto se debe a que el suelo no resiste tracciones. En este
caso el área útil de la base se reduce disminuyendo así su efectividad para resistir las cargas.
La forma y dimensiones del núcleo central correspondientes a cada caso se muestran en la
siguiente tabla:
Las fundaciones deben diseñarse para soportar compresión en toda su área, para determinar
si una base esta total o parcialmente comprimida es necesario conocer donde está ubicado el
centro de presiones, ya que si este se halla dentro del núcleo de presiones se trata de una
base totalmente comprimida y si se ubica fuera es parcialmente comprimida, ademas si en
una base totalmente comprimida este centro coincide con el baricentro de la fundación los
esfuerzos en el suelo se distribuyen uniformemente tal como se muestra en la siguiente
figura:

Resultando el esfuerzo:
P
σ=
A
Donde:
P = carga.
A = Área.
Si por otro caso el centro de presiones se encuentra dentro del núcleo central pero no
coincide con el baricentro de la fundación como se muestra en la imagen, los esfuerzos
podrán calcularse a través de ecuaciones estáticas debido a que existen momentos los
cuales se traducen en excentricidades

P 6ex 6ey
σ= 1 ± ±
BX B Y Bx By

M
𝑒=
P
Dependiendo de donde esté ubicado el centro de presiones la distribución de esfuerzos
puede variar, para facilitar el trazado del diagrama de distribución de esfuerzos se deben
adoptar los signos más o menos (+ o -) en los vértices de las bases como se indica en la
siguiente figura

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