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Fracturas de la pelvis

Pelvis

Es la región anatómica inferior del tronco, siendo una cavidad, la pelvis es un


embudo osteomuscular que se estrecha hacia abajo, limitado por el hueso sacro,
el cóccix y los coxales (que forman la cintura pélvica).
Clasificación de fractura de pelvis
Las fracturas de la pelvis son difíciles de clasificar, debido a los diversos patrones
de lesión que pueden presentarse y a la dificultad para obtener una correcta
exploración radiológica, aun así se han diseñado clasificaciones basadas en la
anatomía, en el mecanismo de producción, y en los criterios de estabilidad.
la clasificación de Tile

Tipo a: Estables.
Tipo b: Inestables en cuanto a la rotación; estables verticalmente.
Tipo c: Inestables en cuanto a la rotación y verticalmente, consecuencia de
traumatismos de muy alta energía, con inestabilidad ósea y ligamentosa
completa.
Complicaciones de las fracturas de pelvis

La hemorragia y el shock resultante son las complicaciones mas frecuentes de las


fracturas inestables. Son complicaciones importantes y frecuentes, por lo que se
debe tener en cuenta su posible existencia y en caso de que se presenten llevar a
cabo el tratamiento lo antes posible.
Se lesiona la vejiga o la uretra aproximadamente en el 15% de los pacientes con
una fractura de pelvis. Por lo que, siempre se debe hacerse la exploración
pertinente.
Diagnóstico de las fracturas de pelvis
El diagnostico se basa en la anamnesis, la exploración clínica y la radiología.
Siempre que sea posible, en fracturas complejas o cuando exista duda sobre la
congruencia o estabilidad, o sobre la posible existencia de fragmentos
intrarticulares se realizara un TAC.
Tratamiento más común de las fracturas de
pelvis

Las lesiones de tipo a:


Su tratamiento serán conservador, con reposo relativo hasta que vaya
disminuyendo el dolor y pueda autorizarse la marcha, de forma progresiva y con
ayuda (bastones o andador). Sólo en las fracturas por arrancamiento muy
desplazadas, de la espina iliaca antero-superior o de la tuberosidad isquiática,
estaría indicado el tratamiento quirúrgico.
Las lesiones de tipo b:
Con inestabilidad de rotación, si presentan desplazamiento discreto, pueden
tratarse con simple reposo en cama, y eventualmente, con una hamaca pélvica
(una especie de fijador externo) para cerrar en lo posible la sínfisis.
Las lesiones de tipo c:

En los últimos años se esta realizando un tratamiento mas agresivo, con el fin de
controlar la perdida de sangre y, reconstruir los elementos posteriores. En las
fractura pélvicas con asociación de fractura acetabular el enfoque suele ser
quirúrgico en caso de desplazamiento importante, sobre todo cuando la superficie
acetabular de carga o la estabilidad de la cadera este comprometidas.

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