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El juicio moral

El Juicio moral
Una de las cuestiones que más se ha discutido en filosofía es la de si los
juicios morales tienen como causa primordial las emociones o la razón.

Las respuestas dadas por Hume y Kant a tal pregunta han servido como
punto de partida de dos de las doctrinas filosóficas más destacadas al
respecto: el emotivismo y el racionalismo.

Al menos desde la época de Platón, los filósofos han escrito sobre el


conflicto entre las emociones y la razón, y hasta el siglo XVII se dio
preponderancia a la razón, denigrando de las emociones.
El Juicio moral
Sin embargo, en el siglo XVIII, filósofos ingleses y escoceses (Shaftesbury,
Hutcheson y Hume, entre otros) comenzaron a criticar el racionalismo,
presentando nuevas alternativas.

Ellos sostenían que los seres humanos tienen un sentido moral interno que
produce sentimientos placenteros de aprobación hacia actos benevolentes,
y sentimientos de desaprobación hacia actos viciosos o perversos, los
cuales constituyen la fuente original de los juicios morales.

David Hume, en particular, propuso que los juicios morales son similares,
en forma, a los juicios estéticos, en tanto que se derivan de los
sentimientos y no de la razón.
El Juicio moral
El significado del juicio moral: ¿tiene el juicio moral una función
cognoscitiva? ¿Responde a hechos objetivos? ¿Puede ser verificado de
algún modo?

a) Teoría emotivista:

David Hume (“Tratado de la naturaleza humana”)

-la distinción entre lo bueno y lo malo no es algo establecido por la razón,


tampoco es algo que se colija de a observación de hechos.
El Juicio moral
-no se puede extraer un juicio valorativo de un juicio descriptivo. Ambos
corresponden a niveles lógicos distintos: los juicios descriptivos describen
lo que es, los juicios valorativos dicen lo que debe ser.

-el juicio moral expresa un sentimiento de aprobación o desaprobación.


No demuestra lo que está bien o mal, sino lo que se cada cual siente en
cada momento.

-bueno/malo, correcto/ incorrecto, virtuoso-vicioso no son cualidades de


las cosas, las acciones o las personas, sino sentimientos de cada sujeto
moral.
El Juicio moral
Cuando se afirma que la acción X es moralmente correcta o incorrecta, se
tiene un sentimiento de aprobación o de desaprobación hacia ella, en la
medida en que ésta esté a favor o en contra de nuestros deseos o intereses.

“X es correcto”= “X me agrada”.

“X es incorrecto”= “X me desagrada”.

Escepticismo moral: los juicios de valor no se apoyan en nada más


objetivo que un simple y natural sentimiento del sujeto. La razón es
incapaz de decir donde está el bien y está el mal.
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La razón percibe conductas, pasiones, caracteres, pero no el vicio o la
virtud. El sentimiento es lo único que da origen a ideas semejantes.

La prueba de que la razón no puede suministrar tales conceptos es que


ante hechos similares responde arbitraria y artificiosamente de distinto
modo (desacuerdo moral).

Los juicios morales no se basan en una razón que supuestamente conoce


propiedades morales objetivas sino simplemente en los sentimientos. Los
juicios moral.es son producto de la emoción
El Juicio moral
¿Cuál es entonces el papel de la razón en la ética? ella informa en
concreto sobre los medios a utilizar para alcanzar un fin pero carece de
capacidad para fijar este fin y obligar a él, función reservada para el
sentimiento.

La tarea de la razón en la praxis no es:

-seleccionar ni prescribir nada.


-orientar la voluntad ni obligarla.
-suprimir los afectos.
El Juicio moral
No hay primacía de la razón sobre los afectos, o dicho de otro modo, de la
razón sobre la pasión. Muy al contrario:

“La razón es, y sólo debe ser, la esclava de las pasiones y no puede pretender
otro oficio que el de servirlas y obedecerlas” (TNH II, iii, 415).

Un argumento muy poderoso a favor de la peculiar subjetividad de la


moral es el argumento del desacuerdo. El escandaloso desacuerdo
existente en torno a los asuntos morales es un signo de la subjetividad de
cualquier juicio que pueda emitirse al respecto.
El Juicio moral
Según el argumento del desacuerdo nada en sí mismo es bueno o malo,
sino en función de la valoración que cada uno realice.

Hume rechaza:

-el deber
-la deducción del deber a partir del ser

¿Qué queda entonces?

El sentimiento
El Juicio moral
Alfred Jules Ayer (1910-1989)

“Ensayos filosóficos”

Los juicios morales:

-no se refieren a hechos.


-no pueden ser comprobados empíricamente.
-no tiene sentido hablar de su verdad o falsedad.
-cumplen una función expresiva.
El Juicio moral
Charles L. Stevenson (1908-1979)

“Ética y lenguaje”.
“Hechos y valores. Estudios de análisis ético”.

Los juicios morales:

-tienen una función efectiva o evocadora.


-su función es evocar ciertas emociones en otros sujetos o producir en ellos
un cierto efecto emocional.
El Juicio moral
Según Stevenson los juicios morales son, en primer lugar, expresiones de la
actitud del agente y, a la vez, imperativos con los que se busca cambiar las
actitudes y acciones de los otros.

“Esto es bueno” =“apruebo esto/apruébalo tú también”.

“Apruebo esto” es la expresión de la emoción o actitud que lleva al sujeto a


emitir el juicio moral.

“Apruébalo tú también” es un imperativo con el que se intenta exhortar al


otro para que acepte y, por ello, exprese el mismo juicio moral.
El Juicio moral
Esquema del planteamiento de Stevenson:

a)primero, se presenta ante un sujeto un evento moralmente relevante;

b)segundo, a partir de ello se produce una emoción, entendida como un


sentimiento o, lo que para el caso sería lo mismo, una actitud de
aprobación o desaprobación hacia tal evento;

c) tercero, el sujeto emite un juicio moral que, por un lado, expresa su


emoción y lo motiva a actuar en conformidad con él y, por el otro, hace las
veces de imperativo mediante el cual se pretende alentar al otro para que
apruebe tal juicio moral.
El Juicio moral
En síntesis, para Ayer y Stevenson

Los juicios morales:

-no cumplen una función cognoscitiva.


-no pueden ser justificados racionalmente.
-tienen un significado estrictamente emotivo.
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b) Teoría intuicionista: existen propiedades específicamente morales.
Los juicios morales hablan acerca de ellas.

El intuicionista es un descriptivista que dice que las condiciones de verdad


de los enunciados morales consisten en la posesión de propiedades sui
generis específicamente morales.

Como no pueden apelar a propiedades no morales para especificar tales


condiciones (a la manera en que lo haría un naturalista), lo que hacen los
intuicionistas es acudir a una facultad por medio de la cual las personas
pueden reconocer actos correctos o incorrectos.
El Juicio moral
Para los intuicionistas, lo que pasa en la mente de las personas que
expresan un juicio moral es una intuición o, lo que es lo mismo, un
pensamiento o convicción moral de que el acto es correcto o incorrecto; un
emotivista dirá al respecto que es un sentimiento de aprobación o
desaprobación frente al acto en cuestión.

Harold A. Prichard (1871-1947)

“¿Descansa la filosofía moral en un error?”


“El deber y la ignorancia de los hechos”
“Obligación moral”
El Juicio moral
William D. Ross (1877-1971)

“La base de los juicios objetivos en Ética”


“Lo correcto y lo bueno”
“Fundamentos de la Ética”

-los juicios morales son intuitivos o autoevidentes, lo que son verdaderos sin
necesidad de prueba empírica ni razonamiento.

-los deberes se captan de modo directo e inmediato (intuitivo), sin necesidad


de pruebas o razonamientos.
El Juicio moral
-los juicios morales expresan propiedades de cosas, actos o personas.

-los juicios morales pueden ser considerados falsos o verdaderos.

-al hablar de propiedades morales se distancian del Naturalismo ético, que


identifica lo bueno (propiedad no natural) con lo deseado (propiedad
natural o fáctica).

-la bondad y la obligatoriedad son propiedades no naturales que no pueden


ser aprehendidas por la observación empírica, ni tampoco por un proceso
racional de análisis y demostración.
El Juicio moral
-los juicios morales son intuitivos o autoevidentes, por lo que son verdaderos
sin necesidad de prueba empírica ni razonamiento.

-los deberes se captan de modo directo (intuitivo), sin necesidad de pruebas o


razonamientos.

-la “incorrección’ es una propiedad común que muchas acciones comparten y


que pueden discernir aquellos que poseen la capacidad necesaria de
discernimiento.
El Juicio moral
Esto implica que no todas las intuiciones (o supuestas intuiciones)
merecen crédito, sino tan sólo aquellas de la gente reflexiva y con un buen
nivel de formación , lo cual implica que las intuiciones de las personas (es
decir, sus pensamientos o convicciones morales) serán distintas en función
del modo en que hayan sido educadas.

Así que lo que garantiza que un enunciado moral sea verdadero es la


simple ocurrencia de la experiencia que ellos llaman intuición, la cual
depende de la formación que haya tenido el sujeto que juzga.
El Juicio moral
George Moore (1873-1958): Crítica del intuicionismo al naturalismo
ético

En su "Principios de la ética", Moore articula una posición clara contra el


naturalismo ético. Para él la bondad es un objeto simple e indefinible.

El propósito principal del estudio ético debe ser aquello que es común a
todos los juicios éticos, es decir, lo que los hace pertenecer al ámbito de la
ética. Para tal propósito es necesario averiguar a qué cosas aplicamos
usualmente el adjetivo "bueno".
El Juicio moral
"[...] la interrogación acerca de cómo definir 'bueno' es la más fundamental
de toda la ética. Lo que se entiende por 'bueno' es, de hecho, el único objeto
simple del pensamiento que es peculiar de la ética [...J. A menos que esta
primera pregunta se entienda plenamente y se reconozca su respuesta
correcta, de modo claro, el resto de la ética será inútil".

Es imposible definir realmente el objeto denotado por "bueno", ya que es


simple, esto es, no se puede dividir en partes.

En cambio, es posible definir "caballo", descomponiéndolo en partes más


simples y éstas a su vez en otras más simples.
El Juicio moral
Pero llegará el momento en que no se puedan descomponer más las partes
y es allí donde aparecen las nociones simples e indefinibles, es decir,
aquellas sobre las cuáles se construyen las definiciones complejas.

Moore plantea una posición atomista: ningún objeto simple (ningún átomo
lógico) puede ser analizado o definido. La propiedad de ser bueno (la
bondad), al ser un objeto simple, no se puede definir.

Lo mismo sucede con la propiedad de ser amarillo: tampoco puede


definirse por ser un objeto simple. Se puede intentar la definición
enunciando sus características físicas, es decir, señalando la clase de
vibración lumínica que está asociada con ella.
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Sin embargo, esto no es lo que se entiende por la naturaleza real de la
propiedad de ser amarillo, pues tal vibración no es lo que se percibe
realmente. Así que no puede definirse un objeto simple, en este caso la
propiedad de ser amarillo, ni siquiera por medio de sus equivalentes
físicos.

Con la propiedad de ser bueno ocurre algo similar:

Puede que las cosas buenas sean también algo más (por ejemplo que ser
bueno sea también ser útil), así como las cosas amarillas pueden producir
cierta clase de vibración lumínica. Pero esto no significa que la propiedad
de ser amarillo sea lo mismo que una determinada vibración lumínica, ni
que la bondad sea lo mismo que lo útil.
El Juicio moral
¿Qué es lo amarillo? ¿Qué es lo bueno?

R/Es lo amarillo R/ Es lo bueno


El Juicio moral
Las cosas buenas pueden ser algo más, pero es un error pensar que esta
otra propiedad o propiedades que acompañan a lo bueno sean lo mismo
que la bondad. Puede que ser bueno sea también ser útil o más
evolucionado, pero confundir estas propiedades con la bondad misma es
un error.

Esta identificación entre la bondad y otras propiedades no es legítima,


pues una cosa es la co-extensividad de dos propiedades, y otra muy
diferente la identidad de las mismas: uno puede descubrir que dos
propiedades van siempre juntas, más esto no significa que sean la misma.
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En síntesis, lo que Moore define como falacia naturalista es:

a)intentar identificar la bondad con otras propiedades que, en principio,


pueden siempre acompañarla, o

b)en general, intentar definirla.

Naturalismo ético

La mayoría de las teorías éticas han sido naturalistas, al confundir:

-la bondad (lo bueno) con las cosas que poseen esa propiedad.
-la bondad con otra propiedad que poseen las cosas buenas.
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Ejemplos de identificación de la bondad con otras cosas o
propiedades:

-la amistad es buena porque causa placer.


-la amistad es buena porque concuerda con la naturaleza humana.
-la amistad es buena porque ha sido mandada por Dios.

El naturalismo ético reduce las propiedades morales (por ejemplo, la


bondad) con propiedades no morales.
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Propiedades morales: Propiedades no morales:

 Bondad  Hechos sociológicos


 Hechos psicológicos
 Hechos científicos
 Hechos metafísicos o teológicos
El Juicio moral
La bondad de las cosas buenas consiste en que poseen la propiedad de la
bondad, una propiedad moral que no puede analizarse ni explicarse,
simplemente se puede intuir.

El naturalismo ético es la reducción de los hechos morales a mera


naturaleza, es decir, la comprensión del sujeto moral y de los valores
morales como hechos naturales sometidos a las mismas leyes y
explicaciones de los fenómenos naturales.
El Juicio moral
La naturaleza humana puede entenderse de dos modos:

-como naturaleza física, biológica, material.


-como naturaleza metafísica, espiritual.

Según George Moore ningún juicio moral puede reducirse a ninguna


propiedad natural.

Juicio moral no equivale a propiedad natural


El Juicio moral
Las propiedades a que se refieren los juicios morales –bueno, justo,
correcto – no equivalen a ninguna propiedad natural.

Falacia naturalista: consiste en expresar un juicio moral mediante


propiedades naturales.

La ética naturalista hace con el término “bueno” lo mismo que suele


hacerse con el concepto “amarillo”. A la hora de definir “amarillo” nos
limitamos a describir sus equivalentes físicos.
El Juicio moral
Los conceptos o términos no éticos (combustible, árbol) se refieren a
propiedades naturales, ya que pueden descomponerse en otros y, en ese
sentido, ser definibles.

Pero los conceptos o términos éticos –bueno, justo, correcto– se refieren a


propiedades no naturales, es decir, simples e irreductibles. La ética
naturalista identifica “bueno” con:

-placentero
-deseable
-útil
-más evolucionado
El Juicio moral
Según Moore nuestras obligaciones morales se resumen en un único
principio: “Contribuir a que el universo sea lo mejor posible”.

Para cumplir tal obligación necesitamos conocimientos de dos tipos:

a) de naturaleza causal: efectos previsibles de las acciones que están en


nuestro poder.

b) de naturaleza estimativa: valorar y comparar la bondad de tales


efectos.
El Juicio moral
Esquema del planteamiento intuicionista:

a) primero, se presenta ante un sujeto un evento moralmente relevante;

b) segundo, a partir de ello él tendrá la intuición (es decir, el pensamiento


o la convicción moral) de que el acto es correcto o incorrecto. Esto lo hace
gracias a su capacidad de discernimiento (adquirida mediante educación);

c) el sujeto expresa un juicio moral, producto de su discernimiento (no de


un sentimiento de aprobación o desaprobación).
El Juicio moral
¿Los juicios morales tienen como causa preponderante la razón o son
primariamente producto de la emoción?

La causa preponderante de los juicios morales es la intuición, la cual —en


términos de Ross— depende enteramente del discernimiento del sujeto.

De acuerdo con los intuicionistas los juicios morales son producto de la


razón, en la medida en que (en tanto críticos del emotivismo) niegan
cualquier tipo de afectividad en la producción del juicio moral y dan
preeminencia al discernimiento.
El Juicio moral
El Juicio moral
El Juicio moral

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