El campo de la refrigeración doméstica está limitado a refrigeradores y
congeladores domésticos.
Debido a la gran cantidad y mercado de los mismos, ya integrados en los
usos habituales del quehacer diario de la vida de las personas, la refrigeración doméstica representa una parte muy significativa de la industria de la construcción de equipos de refrigeración. Las unidades domésticas son de tamaño pequeño, teniéndose capacidades de potencia que fluctúan entre 1/5 de CV* y 2 CV.
Los compresores son del tipo hermético de
pistones y/o rotativos.
* Cv: Caballo de vapor. Referido al caballo de potencia métrico.
Las condensaciones por gravedad en las traseras de los equipos y los evaporadores, por gravedad con circuitos impresos y/o ventilados en los últimos modelos no frost.
Los tipos de expansión por expansión directa de
refrigerante por tubo capilar. REFRIGERACIÓN COMERCIAL
La refrigeración comercial se refiere al diseño, instalación y mantenimiento
de unidades de refrigeración del tipo que se tienen en establecimientos comerciales para su venta al público en general, con lo que también se dedican a almacenamiento, muestra y/o manipulación de productos perecederos, con toda la complejidad que ello conlleva. Una característica esencial es el mueble frigorífico, que expone el producto perecedero, que puede ser abierto, al aire con cortina de aire y/o cerrado con puertas correderas y tapas. Los fluidos refrigerantes a usar son tipo freones y los sistemas de expansión y control pueden ser electrónicos o todo/nada.
Las instalaciones se suelen hacer con compresores del tipo
semihermetico de tornillo o alternativo según las necesidades de refrigeración, en una central frigorífica de varios compresores, de 3 a 6 unidades por central. REFRIGERACIÓN INDUSTRIAL
La refrigeración industrial son aplicaciones de refrigeración de alta,
media, baja y muy baja temperatura, en compresión mecánica hasta – 60ºC, que como regla general son más grandes en tamaño que las aplicaciones comerciales y la característica que las distingue es que requieren tener unos equipos de mayor potencia y con mayores seguridades que las unidades empleadas para los servicios de refrigeración comercial. Algunas aplicaciones industriales típicas son plantas de hielo, grandes plantas almacenadoras de alimentos (carne, pescado, pollos, alimentos congelados, etc), cervecerías, lecherías y plantas industriales, tales como refinerías de petróleo, plantas químicas, etc. Los compresores utilizados son esencialmente de tornillo, siempre con acoplamientos mecánicos de unión y en algún caso alternativo.
Los sistemas de condensación en las plantas de gran capacidad son a
base de sistemas evaporativos y en algún caso por aire en baterías de acero inox/aluminio en aletas.