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Este mal es la causa de más de 100 000 muertes por año en Estados Unidos, y está en
cuarto lugar como causa de muerte después de la enfermedad cardiaca, del cáncer y
del derrame cerebral.
El hipocampo, es el área del cerebro responsable del aprendizaje en la memoria, se está estudiando para
determinar el papel que juega en la enfermedad de Alzheimer y en el desarrollo de cambios cerebrales aun antes
de que se observen los síntomas típicos. La palabra hipocampo viene de la palabra en latín para caballo de mar,
porque esta área del cerebro se parece a un caballo de mar cuando se observa en un corte transversal. El
hipocampo humano sólo mide unas cuantas pulgadas de largo y se ve como un pequeño dedo torcido. Además,
sirve como puerta de entrada de información durante el proceso de aprendizaje, porque determina qué
información acerca del mundo debe enviarse a la memoria, y cómo deben codificar y almacenar esta información
otras regiones del cerebro
Por medio de estudios de autopsias, los investigadores saben desde hace tiempo que los pacientes
de Alzheimer muestran muerte progresiva de las células nerviosas en muchas áreas del cerebro.
Imágenes repetidas de resonancia magnética (IRM) han hecho posible desarrollar, en la actualidad,
imágenes del daño de acuerdo con su evolución a lo largo de ciertos periodos. Un estudio encontró
que el porcentaje de pérdida de tejido cerebral en pacientes con Alzheimer progresa de 4 a 5%
cada año, mientras que en los cerebros sanos se pierde sólo alrededor de 0.5% cada año como
resultado de un envejecimiento normal (Thompson y cols., 2003)
El hecho de que la enfermedad de Alzheimer ocurre con
frecuencia en varios miembros de la misma familia sugiere que
existe un factor genético. Clínicamente, los síntomas en estos
casos se parecen a los que se observan en el tipo esporádico,
excepto que los dolores de cabeza antes y durante la
enfermedad caracterizan la variedad de inicio temprano
Además de buscar las causas del Alzheimer, los investigadores intentan encontrar formas de tratar no sólo a los
pacientes sino también a los cuidadores. Quienes se encargan de las personas con Alzheimer con frecuencia
experimentan un estrés severo.
la enfermedad de Alzheimer demuestra que la sensación de falta de control sobre lo que sucederá más adelante es
muy importante (González-Salvador y cols., 1999). Además, las personas que cuidan al paciente se sienten
aisladas, incapaces de controlar en forma eficaz el estrés continuo, y confundidas por sus propias reacciones. Los
grupos de apoyo y la terapia de grupo pueden ser muy valiosos pues permiten que los familiares expresen sus
sentimientos, sobre todo aquellos que consideran inaceptables (por ejemplo, enojo y desilusión). La oportunidad
de comparar sus experiencias con las de individuos que pasan por la misma situación con frecuencia hace que se
den cuenta de que esos sentimientos son normales y comprensibles.
Las siguientes estrategias de afrontamiento pueden ser útiles para ayudar a los cuidadores de pacientes con Alzheimer:
1. Intentar aumentar las actividades que antes disfrutaban los pacientes y que todavía pueden realizar. Tratar de que
participen en cada una de ellas, quizá con algún otro miembro de la familia o un amigo. Hablar con ellos, rememorar a la
familia, a los amigos y otras actividades.
2. Enfrentar la situación y tratar de razonar con el paciente no funciona. Hacerle sentir seguridad y estar tranquilo pueden
ayudar a reducir la hostilidad. También puede ser útil tratar de distraerlo con preguntas sobre el problema y cambiar su
atención en forma gradual hacia algo distinto.
3. Poner etiquetas a los objetos o pintar con colores clave las habitaciones (como el baño o la recámara) puede aligerar
algunos problemas en las primeras etapas de la enfermedad. Hablar con voz tranquila y hacer que los pacientes se sientan
seguros de dónde están y quiénes son, puede ayudar a aliviar los sentimientos de estar perdido y solo.
4. Mantener la casa ordenada es un aspecto importante para que no exista más confusión ni peligro para el paciente
mientras camina por el que alguna vez fue un ambiente familiar. Las pulseras de identificación y las cerraduras de seguridad
son otros instrumentos útiles para los individuos que se inclinan por vagabundear. Caminar y realizar otros ejercicios físicos
puede ayudar a aliviar esos problemas.
5. En realidad no se pueden manejar los temores y las ansiedades del paciente en forma racional y normal. Puede ser útil
identificar que le asusta, pero no funciona enfrentarlo en forma directa ni decirle que no hay nada de qué preocuparse. Con
frecuencia, es útil desarrollar respuestas tranquilizantes para la situación atemorizante y después distraer al paciente con
otro tema
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