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LA VERDAD Y LA LIBERTAD

• Facultades Espirituales:
• Inteligencia
• Voluntad
• INTELIGENCIA
• CONOCIMIENTOS
• VERDAD
• VOLUNTAD
• AMOR
• BIEN
• La Inteligencia a través de los conocimientos
nos llevan a la Verdad.

• La voluntad a través del Amor nos lleva al


Bien.

• La Verdad nos libera del error, de la mentira,


de la ignorancia.
• Al liberarnos encontramos más fácil la
Felicidad y esta nos lleva a DIOS.

• LA VERDAD ES LA ADECUACIÓN DE LA
INTELIGENCIA CON LA REALIDAD.
• En los seres inanimados admiramos el orden en la armonía, la
integración, unificación en las leyes físicas y químicas.

• En los seres vegetales admiramos el orden en la armonía, la


integración, unificación en las leyes físicas, químicas y
biológicas.

• En los seres animales irracionales admiramos el ordenen en


la armonía, la integración, unificación en las leyes físicas,
químicas, biológicas e instintivas.
• En los seres humanos admiramos el orden en la armonía, la
integración, unificación en las leyes físicas, químicas,
biológicas, instintivas y morales, estas últimas son el
fundamento de los derechos humanos.

• El hombre percibe en su interior la vinculación de su


conciencia (sinónimo de juicio práctico) con los principios de
esta ley natural moral, que es la misma ley eterna en cuanto
realizada en las criaturas racionales.
• El primer principio de la razón práctica es aquel que se basa
en la naturaleza de bien: “Bien es aquello que todos los entes
aman”.

• Este será el primer precepto de la ley: “Se debe hacer el bien


y evitar el mal”.

• Todos los demás preceptos de la ley natural se fundan en


éste, de manera que todas las cosas que deben hacerse o
evitarse tendrán carácter de preceptos en cuanto la razón
práctica los juzgue como bienes naturalmente humanos.
• Ley universal; ley natural; ley positiva.

• El conjunto de inclinaciones naturales cuyas reglas


racionales forman la ley natural pueden resumirse así:

• a) La inclinación o tendencia a la conservación del ser -


vida e integridad física y moral- frecuentemente
llamada instinto de conservación.
b)La inclinación a la unión conyugal de varón y mujer,
formando ambos la comunidad primaria de la especie
humana, ordenada a la generación y educación de los hijos.

c) La inclinación a la relación con Dios, como manifestación


de la creaturidad, dimensión constitutiva del ser del hombre.

d) La tendencia al trabajo, como expresión de la índole


dominadora y transformadora del hombre respecto al mundo
circundante, y en conexión con ella la tendencia al descanso y
a la actividad lúdica.
e) La inclinación a la sociedad política y a las varias formas de
asociación, que proviene de la índole social del hombre.

f) La tendencia a la comunicación, expresión también de la


sociabilidad humana; y

g) La inclinación al conocimiento y a las diversas formas de


cultura y arte.
• Junto a estas tendencias, cabe señalar unas líneas de
fuerza o leyes básicas de desenvolvimiento de dichas
tendencias:

• la ley de la solidaridad entre los hombres en cuya


virtud cada hombre y cada colectividad es
corresponsable de los demás en la obtención de sus
fines.

• La ley de la perfección y desarrollo: cada hombre en


particular y la sociedad humana en su conjunto están
llamados a un continuo perfeccionamiento, tanto
material, como moral y espiritual.
• Conforme avanzamos en el conocimiento de la
ley natural vamos entendiendo que las cosas
tienen que ser de algún modo y no como lo
plantea el relativismo que pueden ser como
sea, siguiendo la conveniencia del individuo
en cuestión.
• Conveniente para el hombre es seguir la ley natural
tener un comportamiento ordenado y legal.

• Santo Tomás con su sabiduría nos indica que: “LA LEY


NATURAL NO ES OTRA COSA QUE LA LUZ DE LA
INTELIGENCIA PUESTA EN NOSOTROS POR DIOS;
POR ELLA CONOCEMOS LO QUE ES PRECISO HACER
Y LO QUE ES PRECISO EVITAR”.
• Lo que describe magistralmente Sto. Tomas debe ser
tomado con carácter universal y de obligatoriedad
moral ya que reviste a la persona al indicarle
preceptos tales como el que se debe preservar la
vida, mejorar las riquezas del mundo sensible,
cultivar la vida social, buscar la verdad, practicar el
bien y contemplar la belleza temas que expresa en
la suma teológica.
• « Todos los hombres desean saber » y la verdad es el
objeto propio de este deseo.

• Incluso la vida diaria muestra cuán interesado está


cada uno en descubrir, más allá de lo conocido de
oídas, cómo están verdaderamente las cosas.

• El hombre es el único ser en toda la creación visible


que no sólo es capaz de saber, sino que sabe también
que sabe, y por eso se interesa por la verdad real de lo
que se le presenta.
• Nadie puede permanecer sinceramente
indiferente a la verdad de su saber.

• Si descubre que es falso, lo rechaza; en cambio, si


puede confirmar su verdad, se siente satisfecho.

• Es la lección de san Agustín cuando escribe: “He


encontrado muchos que querían engañar, pero
ninguno que quisiera dejarse engañar”.
• Con el propio obrar ético la persona actuando
según su libre y recto querer, toma el camino de
la felicidad y tiende a la perfección. También en
este caso se trata de la verdad.

• « No existe moral sin libertad [...]. Si existe el


derecho de ser respetados en el propio camino
de búsqueda de la verdad, existe aún antes la
obligación moral, grave para cada uno, de buscar
la verdad y seguirla una vez conocida ».
• El hombre nunca podría fundar la propia vida
sobre la duda, la incertidumbre o la mentira;
tal existencia estaría continuamente
amenazada por el miedo y la angustia.

• Se puede definir, pues, al hombre como aquél


que busca la verdad.
Tenemos que relacionar la libertad con la
verdad y por ello decimos que la verdad es
algo más que mi modo de ver las cosas; la
verdad es la realidad de las cosas en sí
mismas.

La verdad se impone por sí misma y exige


ser escuchada.
Nuestra inteligencia no es una facultad libre. Busca
siempre la verdad.

En un sentido más real y de mayor importancia, el


conocimiento, es decir, la verdad, nos libera.

Cuando conozco me libero de la duda, de la ignorancia y


del error, y adquiero una mayor capacidad para tomar
mejores decisiones. Para ser verdaderamente libres
hemos de cultivar la adhesión incondicional a la
verdad.
El hombre puede conocer la verdad. Y el hombre la quiere
conocer. Pero la verdad puede alcanzarse solo en la libertad.

La libertad es la raíz de nuestra dignidad como seres humanos.


Esto quiere decir que nuestra dignidad empieza con nuestra
libertad, pero no termina allí.

La libertad nos ofrece la posibilidad de obtener el mayor


triunfo como personas; el amor, el derramamiento de todo
mi ser hacia alguien. El amor es imposible sin libertad.
La libertad humana, en su sentido más pleno y más profundo, nos impulsa a la
donación responsable de nosotros mismos en favor de los demás. El amor
es la cúspide de la libertad.

“Ama y haz lo que quieras”.

El amor asume todo lo que es bueno. El amor busca el bien del otro pero
termina por brindar el mayor bien posible al que lo ejercita.

«Cuando falta el amor, los temores son muchos, los pretextos abundan, los
sofismas surgen; pero cuando hay amor, «la carga es suave y la cruz ligera»,
porque el amor todo lo soporta.»

Williams, Thomas; “Construyendo Sobre Roca Firme”; Contenidos de Formación Integral, S.A. de
C.V.; México 2002.
• La verdad os hará libres (J 8:32)

• Yo soy el camino, la verdad y la vida (J 14:6)

• Una cosa es buscar la verdad y otra buscar mi


verdad.
• Maquiavelo partía de la afirmación del radical
egoísmo del ser humano.

• Hobs afirma que «el hombre es el lobo del


hombre»

• Marx el materialismo.
• Comte Formuló como ley fundamental de la
historia que todas las sociedades pasan
inevitablemente en su progreso por tres
estadios sucesivos: el teológico, el metafísico y
el positivo.

• Nitche «dios ha muerto»

• Etc, etc, etc…


• Sabiduría
• Ciencia
• Inteligencia
• Piedad
• Fortaleza
• Don de consejo
• Temor de Dios.

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