informado Dr. Percy Zambrana Herrera Docente de Ética Médica y Deontología FMH – UNPRG
Chiclayo, Mayo 15 de 2008
La atención del paciente requiere de que este sea capaz de comprender y aceptar nuestra propuesta de tratamiento, sin dicho consentimiento no podremos proceder. Objetivos Definir que es un consentimiento informado. Mencionar que se entiende por consentimiento informado aceptado y consentimiento informado rechazado. Señalar los aspectos éticos y médico- legales de este documento. Mencionar situaciones especiales de consentimiento informado. Introducción Obtener el consentimiento de un paciente no es lo mismo que tener un formato de consentimiento firmado por el paciente. El consentimiento debe de ser visto como un concepto ético y legal que refleja el respeto dado por una sociedad hacia la autonomía de sus ciudadanos. En medicina, el consentimiento permite un paciente autónomo (p.ej., uno que tiene capacidad para pensar, decidir y actuar en base a lo que piensa, independientemente y sin obstáculo) para definir y proteger su propio interés y para controlar la privacidad de su cuerpo. Introducción En derecho, el consentimiento es un dispositivo que protege la autonomía de un paciente de la interferencia de otra parte. Cualquier doctor, por ejemplo, podría ser responsable de asalto o agresión si le administra un tratamiento a un paciente sin obtener un consentimiento válido de este. Las sanciones legales, incluyendo la concesión de daños, amonestación y (en casos extremos) prisión son empleados para asegurar que la autonomía del paciente sea respetada. Introducción Recurrir a la ley, sin embargo, no necesariamente señala el espinoso problema moral de porque los doctores deberían respetar la autonomía de sus pacientes, y porque ellos deberían respetar esto en preferencia a otros principios que influyen la relación (tal como el paternalismo). Sin embargo, el respeto a la autonomía ha llegado a ser el pilar central de las leyes medicas contemporáneas y la ética, y a resultado en un mayor énfasis de estrategias de tratamiento centradas en la determinación del paciente. Ética Autonomía Esencialmente, la autonomía confiere la idea que los individuos autónomos son aquellos capaces de ejercer sus facultades de elección deliberada y significativa, las que son consistentes con sus propios valores. En otras palabras, los individuos autónomos son considerados como los mejor juiciosos de sus propios intereses. Ética Downie y Telfer reconocieron que la autonomía puede ser vista en una de cuatro áreas. Autonomía de acción: Una persona es autónoma si esta puede elegir que hace o que no hace, caso contrario a estar siendo forzado a actuar o no actuar.(p.ej.,puede actuar voluntariamente). Autonomía de pensamiento: Una persona es autonomoma si puede escoger que pensar. Otros autores han indicado consecuentemente que el pensamiento autónomo debería ser racional en su naturaleza, siendo consistente con los objetivos de vida de la persona. Ética Autonomía de juicio moral: Una persona es autónoma si esta desarrolla su propio sistema de creencias morales, y permite que sus acciones estén determinadas por sus creencias, consecuentemente. (p.ej., comenzando a donar sangre). Autonomía de individualidad moral: Una persona es autónoma si esta puede determinar sus propias acciones, independiente de otras influencias, y debería ser juzgado por otros sobre las bases de estándares morales del ciudadano más que sobre los de la sociedad. Ética Autonomía parcial No todos los pacientes son totalmente autónomos. La inconsciencia temporal es un caso obvio sobre este punto. Los niños, por ejemplo, son autónomos en la medida que ellos son capaces de obrar y pensar independientemente, pero el grado de autonomía que ellos poseen no es la de un adulto competente. Ética Autonomía parcial De forma similar, la enfermedad mental podría limitar transitoriamente o permanentemente la autonomía personal, pero, tales limitaciones podrían ser circunstanciales – un paciente suicida podría aún retener la capacidad para consentir una apendicectomía. Ética Autonomía parcial Si el paciente no está más que parcialmente autónomo (a causa de la enfermedad, el tratamiento o dependencia al tratamiento), entonces debe de haber un nivel umbral de capacidad acerca del cual la autonomía de un paciente debe de ser respetada, y debajo del cual un paciente es considerado insuficientemente autónomo para decidir por sí mismo acerca de su tratamiento. Ética Autonomía parcial Este no puede ser el paciente; capacitado, entonces, debe de ser determinado por un tercero (como el médico del perioperatorio), lo cual involucra un proceso inevitablemente paternalista. Los críticos de esta conclusión arguyen que la autonomía del paciente debería siempre prevalecer. Tales críticos arguyen que aún en aún en pacientes muy enfermos debería permitirse ejercer su autonomía a través del consentimiento. Ética Autonomía parcial Sin embargo, esta conclusión simplista no puede ser rígida. Por ejemplo, la víctima de sepsis traumática que se rehúsa a la anestesia para la estabilización de una fractura de pelvis, sería extremadamente improbable que se rehusé a la anestesia “si sus facultades estuvieran lo suficientemente bien”. Ética Autonomía parcial Un problema conceptual final involucra la cantidad y calidad de información que es requerida por un paciente a fin de tomar una decisión autónoma que considere aceptar o rechazar la opinión de tratamiento médico. Podría argüirse que si un paciente no ha recepcionado todos los factores que podrían influenciar una decisión acerca del tratamiento, su autonomía estaría siempre comprometida. Ética Autonomía parcial Aún con las más rigurosas investigaciones de pacientes es improbable que se revele una cantidad de información médica de calidad, que es poseida por su doctor. Más aún, el doctor ha tenido tiempo para asimilar la información, rechazando aquella que considere falsa o irrelevante y asumiendo aquella que parece verdadera, un proceso de reflexión que es función de la experiencia, la cual incorpora deliberaciones de todos los matices de la práctica médica. Ética Autonomía parcial El solo hecho de preservar la autonomía del paciente debería hacer que el doctor actúe con desapasionamiento para todos los actos y opiniones, llevando al paciente a asimilar el conocimiento por sí mismo. Sin embargo, esto reduce la relación médico-paciente a una basada en transferencia de datos, lo cual está claro porque la mayoría de pacientes no solicitan consejos médicos: ellos están buscando información y opinión del médico especialista. De esta forma, podría argüirse, que sus decisiones son siempre parcialmente autónomas ya que ellos involucran como tercera parte opiniones de su doctor, opiniones que podrían estar basadas a favor de los mejores intereses médicos del paciente. Conclusiones El consentimiento informado representa el ejercicio del principio de autonomía del paciente. Este consentimiento informado aceptado o rechazado deberá de ser cumplido a cabalidad siempre que no perjudique la salud del paciente. Las dudas podrán ser aclaradas ante el representante del Ministerio Público, el Fiscal de prevención de delitos contra el cuerpo y la salud. Conclusiones El consentimiento informado en personas con incompetencia mental deberá de ser aceptado o rechazado por su familiar más cercano, (p.ej., los padres, la esposa, el esposo, los hijos) y en caso no haber nadie presente se recurrirá al Fiscal antes mencionado. El médico tratante deberá informar y aclarar todas las dudas, sobre el tratamiento propuesto, del paciente a si como a sus familiares. Conclusiones La responsabilidad del llenado de este documento es del médico tratante y no de la enfermera o de la auxiliar. El consentimiento informado no exime de responsabilidad en caso de negligencia o dolo médico.