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Formulación Del Problema Ideas
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De los embarazos que se producen cada año, casi la mitad -121 millones- no son deseados;
además, seis de cada diez embarazos no son deseados (y, en total, tres de cada diez
embarazos) se interrumpen voluntariamente. El aborto es seguro cuando se utiliza un
método recomendado por la OMS que resulta también adecuado teniendo en cuenta la
duración de la gestación y lo practica una persona que posee los conocimientos
necesarios. Sin embargo, cuando una mujer que está embarazada sin haberlo deseado
encuentra obstáculos para que se le presten servicios de atención al aborto de calidad, se
expone a riesgos si decide abortar. OMS
https://www.who.int/es/health-topics/abortion#tab=tab_1
Cerca del 45% de los abortos se realizan en condiciones peligrosas, y el 97% de esos
abortos se practican en los países en desarrollo.
Cada año, entre el 4,7% y el 13,2% de las muertes maternas se deben a un aborto
peligroso (3). Se calcula que, en las regiones desarrolladas, por cada 100 000 abortos
peligrosos se producen 30 defunciones, mientras que esta proporción aumenta hasta las
220 defunciones por cada 100 000 abortos peligrosos en las regiones en desarrollo (2). De
acuerdo con unas estimaciones realizadas en 2012, cada año se atiende en los hospitales a
7 millones de mujeres para tratar las complicaciones causadas por un aborto peligroso, y
eso solo en los países en desarrollo (4).
https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/abortion
En 2019 se registraban unos 21 millones de embarazos al año entre las adolescentes de
entre 15 y 19 años de los países de ingreso mediano bajo; dichos embarazos, de los que
aproximadamente el 50% eran no deseados, daban como resultado una cifra estimada de
12 millones de nacimientos (1, 2).
Las madres adolescentes (de 10 a 19 años) tienen mayor riesgo de eclampsia, endometritis
puerperal e infecciones sistémicas que las mujeres de 20 a 24 años, y los bebés de madres
adolescentes tienen un mayor riesgo de padecer bajo peso al nacer, nacimiento prematuro
y afección neonatal grave.
Cada vez se dispone de más datos sobre los partos entre niñas de 10 a 14 años. A escala
mundial, se calcula que la tasa de natalidad entre las adolescentes de 10 a 14 años en 2023
fue de 1,5 por cada 1000 mujeres, con tasas más elevadas en África subsahariana (4,4) y
América Latina y el Caribe (2,3) (3).
https://www.scielo.br/j/sess/a/zHFXPSkqyNcY4yk7JJVpG9s/
En Colombia, la Sentencia C-355 expedida por la Corte Constitucional en 2006, legalizó el
aborto, bajo la figura de Interrupción voluntaria del embarazo (IVE), en tres situaciones:
cuando la continuación del embarazo constituya peligro para la vida o la salud de las
mujeres; cuando exista grave malformación del feto, que haga inviable su vida; y al ser el
embarazo resultado de una conducta de acceso carnal o acto sexual sin consentimiento,
abusivo, de inseminación artificial o de transferencia de óvulo fecundado no consentidas, o
incesto.
Los participantes consideran que la IVE es un derecho de las mujeres y una decisión que
toman de manera libre y voluntaria, con la guía, orientación y el apoyo del personal
médico. Sin embargo, perciben que es difícil y doloroso para las mujeres tomar la decisión
y experimentar la interrupción de la gestación, ya que han evidenciado cómo muchas la
deben enfrentar sin un apoyo familiar.
http://hdl.handle.net/10946/5172
En Colombia, cuando el personal de salud menciona la palabra “aborto”, se está refiriendo
a la pérdida del producto de la concepción por debajo de 20 semanas de gestación y/o de
500 gramos de peso, por cualquier causa, sea espontánea o provocada, porque la palabra
se refiere a una situación clínica; en este sentido se acoge a la definición que tiene la
Organización Mundial de la Salud (OMS) como organismo técnico internacional. En
cambio, cuando un abogado cita la palabra “aborto”, se está refiriendo al delito descrito en
el Código Penal (Ley 599 de 2000): “ARTÍCULO 122. ABORTO. La mujer que causare su
aborto o permitiere que otro se lo cause, incurrirá en prisión de dieciséis (16) a cincuenta y
cuatro (54) meses. A la misma sanción estará sujeto quien, con el consentimiento de la
mujer, realice la conducta prevista en el inciso anterior”. Finalmente, la expresión
Interrupción Voluntaria del Embarazo (abreviada IVE, por sus iniciales) se aplica a la
interrupción intencional del embarazo que es permitida sin penalización de ninguna clase
por varias sentencias de la Corte Constitucional.
http://scielo.sld.cu/scielo.php?pid=S0138-600X2012000400012&script=sci_arttext
el 42,2 % de las adolescentes se había practicado una interrupción de embarazo, el 50,5 %
inició la actividad sexual entre 15-17 años, el 45,9 % no se protege nunca durante las
relaciones sexuales y el 54,03 % ha tenido dos parejas sexuales.
Datos publicados por una investigación, informan que en Cuba, uno de cada cuatro
abortos se realizan en mujeres menores de veinte años, y en el año 2007 de 66 008
abortos inducidos, el 29,2 % fueron realizados en adolescentes.3
Otros artículos:
Un embarazo no deseado es aquel que no se esperaba, o no se tenía previsto, sin importar
si se estaba utilizando o no un método anticonceptivo 1 . En el mundo, entre el 2015 y
2019 ocurrieron aproximadamente 121 millones de embarazos no deseados; de estos, el
61% terminó en aborto inducido, lo cual se traduce en 73,3 millones de procedimientos al
año, en mujeres entre los 15 y 44 años
A partir de esto, podemos decir que lo mejor es buscar opinión de un médico certificado
que nos pueda ayudar con la elección de un método anticonceptivo efectivo.
Existe una gama de anticonceptivos que se pueden utilizar dependiendo del organismo de
cada mujer, entre ellos están:
1. Píldoras anticonceptivas. Es uno de los métodos anticonceptivos más populares. “La
píldora”, como también se le conoce, contiene una o dos hormonas (estrógenos y
progesterona) que actúan impidiendo la ovulación y alteración en el moco cervical
haciéndolo impenetrable por los espermatozoides.
2. Implante subdérmico (Jadelle). Es un método anticonceptivo de largo plazo que puede
durar hasta cinco años. El profesional de la salud implanta dos cápsulas que contiene
hormonas debajo de la piel del antebrazo de la mujer. Su función es impedir la ovulación y
alterar el moco cervical, para que no pasen los espermatozoides y no se produzca
fecundación.
3. Inyectables. Son inyecciones intramusculares que contienen hormonas que inhiben la
ovulación y aumentan el espesor del moco cervical, dificultando el paso de los
espermatozoides. Pueden ser usadas por mujeres de cualquier edad, incluidas las
adolescentes y las mujeres lactantes, a partir de seis meses después del parto.
4. El condón. Es una cubierta para el pene, diseñada para impedir que los espermatozoides
lleguen a la vagina y así evitar la fecundación, además previene las enfermedades de
transmisión sexual.
Si hacemos buen uso de los anticonceptivos tendremos seguridad en nuestra vida sexual,
esto implica responsabilidad, ¡la sexualidad no es un juego!
Otro estudio desarrollado en Colombia, (27) también con estudiantes del programa de
enfermería, arrojó resultados similares en cuanto encontró que, pese al reconocimiento de
los beneficios que trae la sentencia, persiste una resistencia a la aceptación del aborto
legal debido a la cultura patriarcal del país y motivada también por las prácticas discursivas
religiosas.
Especialmente la mayor parte de la población se encuentra ubicada en la zona urbana
del municipio de Ipiales, que constituye el 79.66% (59.391 habitantes) y el restante
20.34% (15.144 habitantes) localizados en la zona rural (DANE 1993). Los hombres
constituyen en términos absolutos 35.560 habitantes que corresponden a 48% y las
mujeres 38.935 que constituye el 52%; con un índice de masculinidad de 91.33%, lo cual
indica que por cada cien mujeres existen 91 hombres.
Desde la despenalización del aborto en Colombia, cada vez más mujeres y personas
con capacidad para hacerlo solicitan la IVE (Minsalud y Profamilia 2017; Profamilia 2019) y
la aceptación de las causales despenalizadas ha aumentado a un 65 % entre la población
del país (Minsalud y Profamilia 2017). Sin embargo, los servicios de IVE todavía no
superan el 10 % de los arbortos que se realizan (La Mesa por la Vida y la Salud de las
Mujeres 2019). Además, la permanencia del aborto dentro del Código Penal colombiano
genera confusión, limita el acceso al servicio (González, Melo y Martínez 2019; Prada et al.
2011) y favorece las denuncias contra las mujeres que deciden interrumpir su embarazo,
incluso en casos despenalizados