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Libro de Isaías

Autor: Isaías 1:1 identifica al autor del libro de Isaías como el Profeta Isaías.

Fecha de su Escritura: El libro de Isaías fue escrito entre el 701 y el 681 a.C.

BIOGRAFIA:

Isaías fue uno de los grandes profetas judíos.


Vivió en el siglo VIII a.C. Profetizó bajo los
reinos de Uzías, Jotam, Acaz y Exequias. (Is.
1:1; 6:1; 7:3; 14:28; 20:1, 2; 36:39).Era casado
y tenía al menos dos hijos (Is. 7:3 y Is. 8:13,
18).

Era hijo de Amoz, que no debe ser


confundido con el profeta Amós. Son pocas
las indicaciones acerca de su personalidad.
Pero en base a algunos pasajes, se advierte
que se trata de un carácter humilde y
compasivo (Is. 6:5; 16:9; 21:3; 65:2). Son
asimismo pocas las indicaciones acerca de
su familia. De su padre Amoz, se hace
mención en 2 R. 19:2.

La época de Isaías es de fácil determinación,


como ya hemos visto de los datos que
proporciona el libro. Fue llamado al oficio
profético en el año de la muerte del rey Uzías
(Is. 1:1; 6:1), alrededor del año 758 a.C.
Ejerció su ministerio hasta el final del reinado
de Ezequías (invasión de Senaquerib, 701-
700 a.C.). Entre estos dos reyes hubo los
reinados de Jotam y de Acaz (32 años en
total, 2 Cr. 27:1; 28:1). Pero todo induce a
creer que prosiguió su ministerio bajo Manasés (2 R. 21), al menos durante uno o
dos años. Lo que permite suponer esto, es:

A - El conjunto de profecías acerca de las desventuras del pueblo exiliado


(Is. 40-66), que reflejaban unas pruebas ya conocidas.

B - La tradición judía que relata que Isaías murió mártir bajo el reinado del
impío Manasés. Según esta tradición, fue condenado a muerte por haber
osado decir que había visto a Dios (Is. 6), y por haber comparado Jerusalén
con Sodoma y Gomorra (Is. 1:9; 3:9). Otra tradición dice que fue muerto por
haber añadido, con sus oráculos, a la Ley de Moisés, o por haberla
contradicho. Poco importa por qué, lo que parece cierto es que murió
mártir, y se cuenta que, habiéndose refugiado el profeta dentro del tronco
hueco de un cedro, el rey dio orden de serrar el árbol con él dentro. Es
posible que sea a este hecho al que se hace alusión en He. 11:37.

El reinado de Ezequías fue de 29 años (2 Cr. 29:1), por lo que la actividad de Isaías
debió de ser ejercida durante alrededor de 60 años, desde la muerte de Uzías, en
el año 758 a.C., hasta el inicio del reinado de Manasés, en el año 698 a.C. Si se
supone que el profeta Isaías tenía solamente 20 años cuando fue llamado, su vida se
prolongó alrededor de 80 años.

Propósito de la Escritura: El Profeta Isaías fue primeramente llamado a profetizar al


reino de Judá. Judá había estado atravesando por tiempos de avivamiento y
tiempos de rebelión. Judá había estado amenazado con destrucción por Asiria y
Egipto, pero fue preservado por la misericordia de Dios. Isaías proclamó un
mensaje de arrepentimiento del pecado y expectativas de esperanza en la
liberación de Dios en el futuro.

Versos Clave:

Isaías 6:8, “Después oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por
nosotros? Entonces respondí yo: Heme aquí, envíame a mí.”

Isaías 7:14, “Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen
concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel.”

Isaías 9:6, “Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su
hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno,
Príncipe de Paz.”

Isaías 14:12-13, “¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! Cortado
fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones. Tú que decías en tu corazón:
Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el
monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte.”

Isaías 53:5-6, “Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros
pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros
curados. Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por
su camino; más Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.”

Isaías 65:25, “El lobo y el cordero serán apacentados juntos, y el león comerá paja
como el buey; y el polvo será el alimento de la serpiente. No afligirán, ni harán mal
en todo mi santo monte, dijo Jehová.”

El Libro de Isaías revela el juicio y la salvación de Dios. Dios es “santo, santo,


santo.” (Isaías 6:3) y por tanto, Él no puede permitir que el pecado quede impune
(Isaías 1:2; 2:11-20; 5:30; 34:1-2; 42:25). Isaías describe el juicio venidero de Dios
como un “fuego consumidor” (Isaías 1:31; 30:33).

Al mismo tiempo, Isaías comprende que Dios es un Dios de misericordia, gracia, y


compasión (Isaías 5:25; 11:16; 14:1-2; 32:2; 40:3; 41:14-16).

La nación de Israel (ambas Judá e Israel) están ciegos y sordos a los


mandamientos de Dios (Isaías 6:9-10; 42:7). Judá es comparado con una viña que
debe ser, y será pisoteada (Isaías 5:1-7). Solo por Su misericordia y Sus promesas
a Israel, Dios no permitirá que Israel o Judá sean completamente destruidas. Él
traerá sobre ambas restauración, perdón, y sanidad (43:2; 43:16-19; 52:10-12).

Más que ningún otro libro en el Antiguo Testamento, Isaías se enfoca en la


salvación que vendrá a través del Mesías. Un día, el Mesías regirá con justicia y
juicio (Isaías 9:7; 32:1). El reinado del Mesías traerá paz y seguridad a Israel (Isaías
11:6-9). A través del Mesías, Israel será una luz para todas las naciones (Isaías
42:6; 55:4-5). El reino del Mesías en la tierra (Isaías capítulos 65-66) es la meta
hacia la cual señala todo el Libro de Isaías. Es durante el reinado del Mesías que la
justicia de Dios será totalmente revelada al mundo.

En una aparente paradoja, el Libro de Isaías también presenta al Mesías como uno
que sufrirá. Isaías capítulo 53 describe vívidamente el sufrimiento del Mesías por el
pecado. Es a través de Sus heridas que la sanidad es alcanzada. Es a través de Su
sufrimiento que nuestras iniquidades son borradas. Esta aparente contradicción es
resuelta en la Persona de Jesucristo. En Su primera venida, Jesús fue el siervo
sufriente de Isaías capítulo 53. En Su segunda venida, Jesús será el Rey
conquistador y soberano, el Príncipe de Paz (Isaías 9:6).

Referencias Proféticas: Como antes mencionamos, el capítulo 53 de Isaías


describe la venida del Mesías y el sufrimiento que Él soportaría con el fin de pagar
por nuestros pecados. En Su soberanía, Dios orquestó cada detalle de la
crucifixión para cumplir cada profecía de este capítulo, así como otras profecías
mesiánicas del Antiguo Testamento. La imagen del capítulo 53 es conmovedora y
profética, y contiene un cuadro completo del Evangelio. Jesús fue despreciado y
rechazado (v.3; Lucas 13:34; Juan 1:10-11), azotado por Dios (v.4; Mateo 27:46), y
herido por nuestras rebeliones (v.5; Juan 19:34; 1 Pedro 2:24). Por medio de Su
sufrimiento, Él pagó el castigo que nosotros merecíamos y se convirtió por
nosotros en el último y perfecto sacrificio (v.5; Hebreos 10:10). Aunque Él fue sin
pecado, Dios puso en Él nuestro pecado, y nosotros fuimos hechos justicia de Dios
en Él (2 Corintios 5:21).

Aplicación Práctica: El Libro de Isaías nos presenta a nuestro Salvador con


innegable detalle. Él es el único camino al cielo, el único medio para obtener la
gracia de Dios, el único Camino, la única Verdad, y la única Vida (Juan
14:6; Hechos 4:12). Sabiendo el precio que Cristo pagó por nosotros, ¿cómo
podríamos descuidar o rechazar “una salvación tan grande”? (Hebreos 2:3).
Tenemos solo unos pocos cortos años en la tierra para venir a Cristo y abrazar la
salvación que solo Él ofrece. No hay una segunda oportunidad después de la
muerte, y la eternidad en el infierno es un tiempo muy, muy largo.

¿Conoces a gente que declara ser creyente en Cristo y que son dos caras, que son
hipócritas? Ese es tal vez el mejor resumen de cómo Isaías vio a la nación de Israel.
Israel tenía una apariencia de rectitud, pero sólo era una fachada. En el Libro de
Isaías, el Profeta Isaías desafía a Israel a obedecer a Dios con todo su corazón, no
solo en el exterior. El deseo de Isaías era que aquellos que oyeran y leyeran sus
palabras fueran convencidos de volverse de su maldad e ir a Dios para el perdón y
la sanidad.

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