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El Burro Que Olvidó Su Pelota en la Playa

Había una vez en una hermosa isla, un burro llamado Bernardo. A Bernardo le encantaba jugar en la
playa con su pelota colorida. Pasaba horas saltando y pateando la pelota en la arena suave. Un día,
mientras se divertía jugando, una ola gigante arrastró la pelota mar adentro. Bernardo trató de
alcanzarla, pero era inútil.

Bernardo se puso triste y frustrado al darse cuenta de que su pelota se había ido. Decidió ir a pedir
ayuda a sus amigos, los animales humanizados de la isla: el mono cariñoso, el león valiente y la tortuga
sabia. Cada uno de ellos le ofreció palabras de aliento y consejos sobre cómo lidiar con la pérdida.

El mono le dijo a Bernardo que a veces las cosas se van, pero lo importante es disfrutar el momento
mientras dure. El león le recordó que siempre hay nuevas aventuras por delante, y la tortuga le enseñó
que las cosas materiales no son tan importantes como la amistad y las experiencias compartidas.

Bernardo finalmente entendió que la pelota no era tan crucial como pensaba. Aprendió a valorar la
amistad y las lecciones que sus amigos le habían dado. Juntos, decidieron explorar la isla en busca de
nuevos juegos y aventuras.

Este cuento enseña a los niños sobre la importancia de la amistad, la superación de la pérdida y el valor
de las experiencias compartidas, todo ello a través de animales humanizados que les resultan cercanos y
comprensibles.

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