La jirafa que soñaba ser médico

Había una vez en la sabana africana, una hermosa jirafa llamada Gertrudis. Gertrudis era una jirafa muy
curiosa y siempre estaba buscando nuevas aventuras. Un día, mientras observaba a los animales del
bosque, vio a un grupo de elefantes ayudando a uno de sus amigos que se había lastimado. Gertrudis se
conmovió mucho al ver cómo los elefantes cuidaban a su amigo y decidió que quería ayudar a los demás
animales de la sabana de la misma manera.

Desde ese día, Gertrudis no pudo sacarse de la cabeza la idea de convertirse en médico para poder curar
a los animales enfermos o heridos. Sin embargo, todos le decían que era imposible, ya que las jirafas no
podían ser médicos. Pero Gertrudis no se rindió y decidió emprender un viaje en busca de conocimiento.

Recorrió la sabana buscando a los mejores médicos de cada especie y aprendió todo lo que pudo de
cada uno de ellos. Aprendió de los elefantes a cuidar las heridas, de los monos a preparar remedios con
plantas, y de las aves a curar con sus cantos. Gertrudis se convirtió en una experta en medicina natural.

Finalmente, un día, un león muy enfermo llegó a la sabana pidiendo ayuda. Todos los animales estaban
preocupados, pero Gertrudis se acercó valientemente y aplicó todo lo que había aprendido para cuidar
al león. Con su dedicación y conocimientos, logró curarlo por completo.

Desde ese día, Gertrudis se convirtió en la médico de la sabana, ayudando a todos los animales que lo
necesitaban. Su sueño de ser médico se hizo realidad, demostrando que, con esfuerzo y determinación,
cualquier animal, incluso una jirafa, puede lograr lo que se proponga. Y así, Gertrudis vivió feliz,
cuidando y sanando a todos sus amigos de la sabana.