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Habia una vez un niño llamado Hugo vivía muy cerca de la playa y, cada fin de semana,

se acercaba a bucear con sus padres, por eso, fue descubriendo las maravillas del fondo del
mar desde muy pequeño.
Estaba harto de escuchar a los adultos que los peces no hablaban pero, algo le decía en su
interior que eso no era así.
Un día buceando vio salir a un bonito pez de colores entre unas rocas.
Cuando el pez vio a Hugo se puso muy negro y se fue a esconder rápidamente.
— No temas, — le dijo, jamás te haría daño.
Y el pez se asomó volviéndose más claro.
— ¿Sabes? — dijo, los mayores dicen que los peces no habláis pero, yo creo que sí.
Y el pez, cambio de color enseguida poniéndose verde.
— ¿Tienes miedo de los hombres? — preguntó.
Y el pez se volvió de nuevo oscuro.
— ¿Me tienes miedo?
Y el pez le contestó volviéndose verde de nuevo.
Hugo se puso muy contento pues supo que se había echado un nuevo amigo.
— ¿Cómo te llamas? — preguntó otra vez.
Y el pez se volvió color azul.
— ¡Azul!, ¡qué bonito nombre para un pez!
—¡ Azul, eres un pez muy bonito! — exclamó el niño.
Y el pez se puso muy rojo.
— jajajajajaja rió a carcajadas Hugo cuando vio que el pez se había puesto colorado.
— ¿Quieres que juguemos?
Y el pez contento se volvió amarillo.
Después de jugar un buen rato, Hugo se despidió de Azul prometiéndole volver y, pensando
que los mayores, no siempre llevan la razón.

En lo profundo del océano, en un lugar muy lejano, había una vez un pez muy
hermoso al que todos los peces llamaban Arcoiris. Poseía un traje de escamas
brillante que tenía todos los colores del arcoiris. Era el pez más hermoso de todo el
océano.

Los demás peces le admiraban y le llamaban para que fuera a jugar con ellos pero el
Pez Arcoiris nunca quería jugar con los demás. Un día un pequeño pececito azul se
acercó y le pidió una de sus brillantes escamas. Ya que el tenía tantas no iba a notar
si le faltaba una. El pez arcoiris era muy orgulloso y le dijo muy serío y antipático que
de ninguna manera le daría una de sus preciosas escamas.

El pececito azul se fue triste y asustado y les contó a los demás lo que había sucedido.
Desde ese día los demás peces no quisieron jugar con el Pez Arcoiris y le dieron de
lado.

El Pez Arcoiris no entendía como siendo tan guapo nadie quería hablarle ni estar con
el. Entonces pidió ayuda a la estrella de mar. Pero ella no le supo contestar. La
estrella le dijo que preguntara al pulpo Octopus, que era muy sabio y le daría la
solución.
Octopus le dijo que lo mejor que podía hacer era dar una de sus escamas a cada pez.
¿Cómo? ¿Regalar mis preciosas escamas?. Una dificil decisión para un pez tan

El Pez Arcoiris no entendía como siendo tan guapo nadie quería hablarle ni estar con
el. Entonces pidió ayuda a la estrella de mar. Pero ella no le supo contestar. La
estrella le dijo que preguntara al pulpo Octopus, que era muy sabio y le daría la
solución.

Octopus le dijo que lo mejor que podía hacer era dar una de sus escamas a cada pez.
¿Cómo? ¿Regalar mis preciosas escamas?. Una dificil decisión para un pez tan
presumido. ¿Será capaz de desprenderse de su hermoso traje para volver a tener
amigos?

DESARROLLO: Esta actividad se realizará en dos sesiones: 1.- En la primera sesión se


proyectará en la pizarra digital el cuento “El pez arcoíris”. Mediante dicho visionado se
pretende trabajar la educación en valores, haciendo que los niños profundicen en el valor
del “compartir” a partir de la historia del pez arcoíris. Una vez acabada la proyección, se
hará una puesta en común en la que la maestra hará a los niños preguntas como: - ¿cuál era
el pez más bonito del fondo del mar? - ¿era feliz? - ¿por qué? - ¿qué le pedían los otros
peces? - ¿por qué no se lo daba? - ¿por qué cambió de opinión el pez arcoíris? - ¿qué pasó
cuando compartió sus escamas con los otros peces?

En la segunda sesióntodos los niños, con la ayuda de la profesora, elaborarán un mural en el


que se refleje todo lo que podemos encontrarnos en el mar, ya sean animales, plantas,
barcos, etc…para ello contaremos con: - Fotos de revistas que los niños habrán traído de
casa (se pedirán durante la sesión 10, para que tengan tiempo de traerlos de casa). - Ficha
de un barco (figura 14), que cada niño deberá colorear, recortar y pegar en el mural.
Finalmente la profesora colocará el mural en un lugar visible del aula.

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