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Dolorosa Atraccion Segunda Parte de Fingiendo Amor
Dolorosa Atraccion Segunda Parte de Fingiendo Amor
Sus pesadillas han regresado y ahora le es imposible cerrar los ojos sin
recordar todo lo que vivió en carne propia mientras estuvo
secuestrada.171
—Je peux vous appeler comme ça, non? (Puedo llamarte así,
¿verdad?)338
—Enviarte a Francia fue algo que hice por tu propio bien. 105
—Sí, ya has dicho eso antes, en una carta —cuando terminó su cigarrillo,
tiró la colilla a un lado—. Así que... ¿por qué me has citado en este sitio,
padre? No creo que tu intención sea solo para visitar a mi otro padre. 1.1K
—¿Y era realmente necesario traer contigo a todos tus amigos, solo para
hacerme una pregunta? —se burló, quitándose la capucha de la cabeza,
revelando finalmente su rostro—. ¿Puedes decirles que bajen sus
armas? Me siento un poco intimidado. 777
—Responde la pregunta.2
—No te creo...87
—¿Pero qué...?6
—Dije que ponga las manos donde pueda verlas —repitió el oficial.6
El pálido chico casi puso los ojos en blanco, pero al final sacó las manos
de sus bolsillos y levantó los brazos por encima de su cabeza. Otro de
los oficiales se acercó a él y comenzó a colocarle las esposas en las
muñecas.100
—Eres sospechoso.3
—Bien hecho, señor Russell. Ahora solo hay que mostrarle a Ellie el
video.127
—Pero...1
—Con todo el respeto, señor Russell, creo que lo mejor para todos es
que así sea. Ella necesita recordar para que le sea más fácil recuperarse,
de otra manera, vivir con miedo es algo que no le deseo a nadie
Capítulo 1
Ellie827
—Fue una pesadilla —me dije a mi misma—. Fue solo una pesadilla,
Ellie.381
Quince minutos después, salí del cuarto de baño con una toalla en la
cabeza y con otra alrededor de mi cuerpo. Me puse la ropa que usaría
para ir al trabajo y luego de desayunar algo rápido, le di un vistazo a los
mensajes de mi celular, solo para comprobar que mi jefa ya me había
bombardeado con tareas y pendientes para cuando llegara a la oficina. 628
—¿De nuevo?1
—Un día de estos voy a asesinar a esa mujer —gruñó, cruzando los
brazos por encima de su pijama de cuadros—. No trabajes demasiado,
¿vale?234
Un par de horas más tarde, deduje que Elena había llegado al edificio
cuando todos a mi alrededor comenzaron a correr de un lado para otro,
presos del pánico. Los miré con gesto divertido a través de las paredes
de cristal que separaban la oficina que compartía con mi jefa, del resto
de los empleados, y sonreí mientras negaba con la cabeza, al verlos
actuar así todas las mañanas.340
—Lleva los tres manuscritos que seleccionaste con Jenna para que
comience a trabajar en ellos, los demás solo descártalos —encendió su
ordenador y se puso sus gafas—. No olvides llamar a los autores para
hacerles saber que sus manuscritos han sido seleccionados.510
—De acuerdo.2
Sonreí.2
—Enseguida.2
Me reí.3
Suspiró.
Jenna estuvo a punto de lanzarle una patata frita a la cara, pero al final
decidió que era demasiado valiosa para ser utilizada solo para ese
propósito, y le dio un mordisco.201
Jenna conocía a Chase únicamente porque una vez lo había visto venir a
recogerme, al día siguiente me bombardeó con miles de preguntas y me
vi obligada a contarle todo. Todo excepto la parte en la que le decía que
Chase solía ser mi psicólogo.1.9K
—Menos mal, significa que todavía tengo oportunidad —dijo Mark, pero
Jenna le propinó un segundo golpe.465
—No juegues conmigo, Chase y tu han sido amigos desde hace cuatro
años. ¿Como es que no ha surgido nada más entre ustedes?199
Me encogí de hombros.1
Ayer me dijo que quería tener una relación conmigo, y yo le dije que no
estaba lista...353
—¿Es solo que, qué? Venga, dilo, no dejes una frase a medias, sabes
que lo odio.37
Sonreí.1
Era divertido salir con ese par, sobre todo porque la mayoría del tiempo
se la pasaban peleando por cualquier tontería y eso me hacía gracia. Si
no fuese porque Jenna tenía novio, estaba segura de que esos dos haría
una linda pareja.600
-Chase.214
—Odio tener que estar de acuerdo con la mujer ogro, pero creo tiene
razón —murmuró Mark.224
Y muy rara vez, esos dos solían estar de acuerdo en algo. 164
*****86
Cuando dieron las cuatro de la tarde, dejé todo completamente ordenado
sobre mi escritorio y me preparé para marcharme. Elena había tenido
que atender un asunto, así que se había marchado justo después de que
yo regresara de comer. No sin antes dejarme un montón de trabajo. Me
despedí de los chicos del equipo de edición que se quedaban hasta un
poco más tarde y finalmente, salí a las atestadas calles de Manhattan.39
Tomé el autobús hasta Walter Street, donde me bajé para luego caminar
un poco a la escuela primara Blue School. Al acercarme un poco al
portón, las mujeres que esperaban de pie a que sus hijos salieran de la
escuela, me miraron como solían hacerlo desde el primer día que vine a
recoger a Valentina. La mayoría de ellas estaban por encima de los
treinta, por lo que seguramente les gustaba juzgar a las mamás más
jóvenes. Sin embargo, a pesar del peso de sus miradas, me gustaba
saludarlas con una sonrisa.816
—¡Tía Ellie! —gritó Valentina, apenas sus ojos se encontraron con los
míos.1.2K
—¿Ah sí?
Me reí.6
—¡Si confío!4
Eso hizo sonreír a Chris, quien luego de darle un fuerte beso en la mejilla
izquierda, finalmente dejó que sus pies tocaran de nuevo el suelo. 36
—¿Cómo estás Ellie? ¿Qué tal el trabajo? —me preguntó Chris, luego de
liberar a Valentina.10
—De acuerdo.1
Cuando se miraron fijamente a los ojos durante unos segundos, creí que
se besarían o algo, pero en lugar de eso, Chris tomó a Lexie de las
manos y le dio un beso en la mejilla. No pude evitar sonreír luego de ver
esa escena. Después Christopher se despidió de Valentina y de mi, y se
marchó.701
—¿Qué hay entre ustedes dos, eh? —quise saber, aun cuando ya lo
sabia.26
—Pues...
—No lo sé, yo... —Lexie dio un respingo—. ¿Oye tú, quien te dijo que
podías participar en esta conversación?648
—Pero...3
—¿Entendido?11
Hizo un mohín con los labios.1
—Sí, mamá.67
Suspiré.1
—Creo que estoy en una situación un poco parecida a la tuya... ayer por
la noche me pidió una oportunidad para intentar que hubiera algo más
entre nosotros.2
—Lo sé.1
Tragué saliva.1
—Ellie...1
—No lo entiendo, Lex. ¿Por qué se fue, aún cuando dijo que me amaba?
Él me lo dijo, justo después de que nos dieran de alta del hospital. 498
—Soy débil, Lex —antes de que pudiese darme cuenta, sentí lágrimas
mojando mis mejillas—. Porque aún después de todo este tiempo, no he
sido capaz de olvidarlo.502
Aquel dolor en mi pecho sin duda era real, y por más que tratara de
ignorarlo, o por más intentos que hiciera por no pensar en él, al final,
siempre acababa recordándole.32
Al principio odié ese lugar, odiaba a los doctores, odiaba sus miradas y
odiaba los gritos de los pacientes del piso de arriba que no me dejaban
dormir por las noches.123
Nunca se sabía que clase de respuesta iba a darme mi jefa, así que lo
mejor era que las personas del otro lado de la línea no escucharan.
Elena me dedicó una mirada desde su escritorio y me apuntó con un
bolígrafo, de manera acusadora.34
—Estupendo —se quitó las gafas y suspiró—. Ahora solo hay que
reservar los boletos de avión para la boda de mi hija. Se casa este fin de
semana, ¿puedes creerlo?1K
—No tengo novio, asi que por eso no tienes porque preocuparte. 52
Me encogí de hombros.
Sonreí.5
A partir de hoy, iba seguir el camino que escogí, con la persona que
escoja. Y aunque tengo temor, ya no puedo seguir escondiendome. 60
¿Puedes oírme, Hunter? ¿Qué comiste? ¿Qué hiciste hoy? ¿Con quién
hablaste? ¿Tú también has conocido a alguien más? ¿Ahora tu corazón
le pertenece a otra persona?774
Voy a darme una oportunidad más, porque quiero vivir feliz y hacer mi
vida con él.228
*****33
Chase era un chico al que le resultaba difícil no verse atractivo todos los
días. Era alto y delgado, pero con algo de músculos en su cuerpo. Tenía
un rebelde cabello oscuro, y sus ojos, de un tono verde grisáceo, eran
dulces y cordiales.862
« —¿Intentar qué? —le había preguntado, como toda una idiota. »14
« —Salir, tu y yo. »3
« —¿Te refieres... a salir como...? »42
Sabía que ese día llegaría. El día en el que Chase terminaría por
confesarme sus sentimientos, es solo que no estaba preparada. 5
Esas palabras, en esa situación, seguro que no fue fácil para él decirlas,
pero... Chase significaba mucho para mí, y aunque estaba muy asustada,
no pensaba retirar mis palabras. Quiero intentarlo con él, quiero darle
una oportunidad, aun si al final las cosas no salen nada bien, y termino
lastimada, yo... quiero intentarlo.89
—Puedes estar tranquila, Ellie. No pienso tocar ese tema de nuevo —la
suave y masculina voz de Chase, me hizo salir de mi pequeño
aturdimiento.93
—Sí que lo fui —una de sus manos alcanzó la mía por encima de la
mesa—. Siempre he sido bastante evidente en cuanto a mis sentimientos
por ti, pero lo último que quiero es que te sientas presionada. Quiero que
sepas, que sin importar cuanto tiempo te lleve estar lista, puedo esperar.
Quiero esperarte.816
Vamos, dile que has cambiado de parecer. Dile que estás lista para
entablar una relación con él.9
—La última vez que estuvimos aquí, me hiciste pedir un platillo que
estaba realmente delicioso —exclamo, tratando de cambiar de tema.8
Sonreí.
Asentí.
—La última vez que acepté hablar con mi madre, descubrí que había
vuelto a contratar a un par de hombres para que me siguieran por toda la
ciudad.108
—Ellie...23
—¿Hablas en serio?4
—Sí, dice que confía en que podré arreglarmelas sin ella —sonreí—.
¿Puedes creerlo? Elena Brawley, la mujer más controladora de Nueva
York, confía lo suficiente en mí como para dejarme a cargo de algo tan
importante.138
—Es genial, estoy muy feliz por ti —tomó su jugo de naranja e hizo un
brindis—. Salud por eso.198
—Salud.7
*****82
—¿Qué sucede?
—Olvidé que la prueba de la portada del libro de George Murphy era hoy
—exclamó Jenna con los nervios de punta.490
—Ese era el plan, pero el otro día me llamó para adelantarla y lo olvidé
—se llevó el dedo pulgar a la boca y se mordió la uña—. No tengo tiempo
para eso ahora...2
Asentí.1
Pero cuando llegué al lugar acordado, pensé que quizás sí que hubiera
sido bueno dejar que Jenna me diera la bendición.111
Sonreí.
—Ah... bueno...29
—Me temo que primero tengo que revisarla, necesito comprobar que
cumpla con las normas requeridas. 1
—¿Disculpa?30
Bufó.
Oh, oh.2
—Veintidós —respondí.111
—No.3
Suspiré.
—Ellie Russell.64
Tomé mis cosas, o mejor dicho, las cosas de Jenna, y me preparé para
marcharme.
—Última oportunidad, señorita Russell. Apruebe mi portada ahora o... 1
—¿Sabe algo, señor Murphy? Cuando tenía diecisiete años, pasé por
una etapa realmente dura en mi vida. Incluso llegó un punto en el que
creí que la pesadilla jamás llegaría a su fin, fue entonces cuando conocí
sus historias. El primer libro de leí de usted fue "Una luz entre las
sombras", incluso hice mi proyecto final sobre esa historia en la
universidad. Usted fue la razón por la que decidí estudiar literatura, pero,
de haber sabido que era usted un hombre tan grosero y arrogante, sin
duda alguna las cosas hubiesen sido diferentes. 329
Sonreí.
—Lo sé. Solo quería darle las gracias por haber escrito tan maravilloso
libro. De alguna forma, me hizo sentir que estaba leyendo mi propia vida,
y me hizo entender siempre se puede seguir adelante, sin importar que
tan horrible sea todo.14
—Hunter... —susurré.
Capítulo 3
Ellie113
«Cuídate, se feliz.»709
Cuando abrí los ojos, lo primero que vi fue un techo liso y de color blanco
por encima de mí. El resto de la habitación estaba totalmente a oscuras,
a excepción de la luz de emergencia. Todo estaba en silencio, pero no
tardé mucho en darme cuenta donde era el lugar en el que me
encontraba.261
—Sí, la doctora que te revisó dijo que tenías fatiga. ¿Qué diablos hacías
trabajando después de tu hora de salida? Estaba hablando en serio
cuando dije lo de demandar a esa mujer por exceso de trabajo. 1
—Estaba ayudando a una compañera, se le juntaron un poco las cosas,
así que...1
—Eso no es verdad.1
—Sé que estás teniendo pesadillas de nuevo y que por eso prefieres no
dormir.
—¿Cómo...?1
—¿Chase lo sabe?75
Lexie asintió.
—Sí, de verdad.
Suspiré.2
—Por que estoy cansada de hacer que las personas se preocupen por
mí. No quiero seguir dando lastima por algo que pasó hace cinco años —
mi labio inferior tembló con fuerza, así que lo mordí para no llorar—. Y sé
que tú pasaste por lo mismo, es solo que no logro entender como es que
puedes vivir con ello.187
—¿De verdad crees que para mí es fácil vivir con eso? —soltó un
bufido—. ¿Crees que esos tres meses solo se borraron de mi memoria y
ahora estoy viviendo en un cuento de hadas? Por su puesto que no, Ellie.
No hay día en el que no recuerde todo lo que nos pasó, sobre todo
cuando hay una pequeña personita que todos los días me mira a los ojos
y me llama mamá, recordándome que esa pesadilla en realidad
sucedió.750
—Lex...
—No solo yo, tú también eres jodidamente fuerte, Ellie —me tomó de la
mano—. Juntas vamos a salir adelante, Valentina, tu y yo. 218
—Ya veo... lo mejor será que te recuestes. Iré a ver a la doctora para ver
si puedes irte a casa conmigo, no quiero que duermas en este incomodo
lugar.5
—Ellie...1
—Si vas a decirme que necesito ver a un psiquiatra, no lo hagas. Quiero
decir, casi estoy saliendo con uno y paso la mayor parte del tiempo con
él, así que... —sonreí—. Creo que ni yo entiendo mi propia mente. 284
♡ ♡ ♡111
—¿Sí, cariño?
—Pero...
—Tía Ellie tiene razón, cariño. Un amigo nunca deja solo a otro. 205
—Nunca —repetí.83
—Vale, vale.3
Sonreí.1
—Dale solo cinco minutos antes de que empiece a gritar por mi ayuda —
dijo antes de darle un sorbo a su jugo de naranja—. ¿Cómo dormiste
anoche?52
—Ellie, prométemelo.
—Oh... creo que el oficial de policía que te salvó de ser arrollada. 473
—¿Pudiste verlo?
No podía decirle que me pareció creer que el policía que me salvó era
Hunter, no cuando no estaba completamente segura. Además, él se
había ido a España, así que no podía estar en Nueva York, y menos
trabajando como policía.344
—Mmm... ahora que lo pienso, sí que he visto a uno que otro policía
guapo en la ciudad, aunque también he visto algunos que parece que se
la pasan todo el día comiendo rosquillas —se encogió de hombros—.
Supongo que tuviste suerte de encontrarte con uno galán. 314
Sonreí.
—Olvídalo, ¿quieres?
—Eso espero.
—¿Qué te dije? Dale solo cinco minutos antes de que empiece a gritar
por mi ayuda —me guiñó un ojo—. Super mamá al rescate.509
♡ ♡ ♡79
Cuando llegué a la oficina, Elena parecía estar a punto de sufrir un
colapso mental. Apenas tomé lugar detrás de mi escritorio y ya tenía
toneladas de trabajo para mi. Llegaron más manuscritos a la Editorial, la
publicación de dos libros estaban cada vez más cerca, había que
comenzar a negociar los contratos con los nuevos escritores cuyos
manuscritos habíamos aprobado, y sobre todo, hacer y recibir un montón
de llamadas.328
—Yo...
—¿Por qué no me dijiste que fuiste a ver a ese vejete para la prueba de
portada, en lugar de Jenna? ¿Sabes que es lo que acaba de decirme?7
Casi podía sentir una gota de sudor bajando por mi frente.
—¿Vas a despedirme?3
Un momento, ¿qué?12
—Sí —me apresuré a decir—. Sí, estoy bien. ¿Te te mencionó donde
quería que nos viéramos?10
—Eh... sí.2
—Te dije que ese anciano tenía un genio horrible, debí haberte dado la
bendición —murmuró Jenna, sin dejar de escribir en su laptop. 31
—Tengo que.9
Suspiré.
—Estaré bien, pienso que solo quiere verme para amenazarme de nuevo
si no apruebo su portada.1
♡ ♡ ♡1
—Lo lamento.9
—Aún así, no es razón para tratar mal a las personas. Por favor, acepte
mis disculpas.155
Sonreí.
—Está bien, las acepto.11
—Ayer mencionó que leyó uno de mis libros —exclamó cuando la joven
mesera se marchó para preparar nuestras bebidas—. Una luz entre las
sombras.2
—Por el tema que toca, más que nada. Además, fue una
recomendación.1
—Ya veo...
—Simple... curiosidad.75
Cuando la misma chica regresó a nuestra mesa con las bebidas, intenté
tomar mi taza de café pero las manos comenzaron a temblarme. Oh no,
no ahora. Al darme cuenta de lo que estaba a punto de suceder, tragué
saliva y cerré los ojos para tratar de calmarme, solo que ya era
demasiado tarde. Comencé a sentir las palpitaciones, la sensación de
falta de aire, de no poder respirar y el miedo irracional. 592
—Lo siento, tengo que irme —dije, levantándome de mi silla sin mirar a
nadie.
Una vez fuera intenté tranquilizarme, pero era imposible. Los recuerdos
estaban viniendo uno tras otro, y se sentían tan... reales. Mi cuerpo
entero estaba temblando y no importaba cuanto tratara de llevar aire a
mis pulmones, no podía. No podía respirar. 229
Sonrió.
Duele.
Capítulo 4
Hunter2K
—Ya te dije que no tienes por qué hacerlo —me encogí de hombros y
caminé a la cocina—. Puedo encontrarme contigo en la comisaría.542
—Oficial, voy a necesitar que me libere las manos para poder ir al baño
—dijo con tono dulzón.498
Sonreí.5
—Repite eso hasta que te lo creas, Cross. Todo el mundo los tiene. 84
—Eres un imbécil.118
Le guiñé un ojo.26
♡ ♡ ♡11
—Oh Dios mío, ¿quieres decir que de no ser por sin mí, la rubia de senos
enormes aun seguiría esposada?282
—Lo sé, pero hay algo que me he estado preguntando desde ayer, ya
sabes que soy bastante curiosa —joder, ya podía hacerme una idea de
cuál iba a ser su pregunta—. Ella... es decir, la chica de ayer... ¿era ella,
verdad?817
Mierda.
Apreté las manos con fuerza en el volante hasta que mis nudillos se
volvieron blancos, y traté de no soltar alguna palabra que pudiese hacer
sentir mal a la morena. No me gustaba nada hablar sobre ese tema, no
me gustaba nada hablar sobre ella. Eva pareció darse cuenta de mi
estado, porque su rostro se sonrojó ligeramente. 186
—Lo siento... no creí que...1
Sonreí.124
—Sí, lo es.516
—Pero también es bastante distraída. Mira que cruzar la calle sin antes
mirar a ambos lados...—suspiró—. ¿Qué dijo la doctora luego de
examinarla? ¿Por qué se desmayó?149
—No.3
—¿Por qué?6
—Porque no.19
—Pero...1
—Eva, no quiero ser grosero. Sabes que odio hablar de ella. 595
—No, no la tenemos.203
Maldición.4
Le hice a Eva una seña con la mano, para que ella se encargara de
revisar las dos puertas que se encontraban del lado derecho de la sala,
mientras que yo me encargaba de las otras dos del lado izquierdo. La
primer puerta era un cuarto de baño, bastante sucio y descuidado, pero
sin ninguna señal de la niña. Antes de abrir la segunda puerta, fruncí el
ceño al escuchar el ahogado sollozo de la pequeña. Lo que me preocupó
fue la idea de que hubiese alguien más con ella. No iba a permitir que
saliera lastimada.171
Pero la pequeña no hizo más que negar una y otra vez con la cabeza,
totalmente horrorizada. Su rostro estaba empapado en lágrimas, y
mechones rubios de cabello se pegaban a sus mejillas. De inmediato, el
recuerdo del momento en el que vi a Annalise en el bosque, luego de que
escapara de ese hijo de perra, vino a mi cabeza.640
Asintió.
—Linda... —susurré.169
♡ ♡ ♡6
—¿Estás bien? —me preguntó Eva, luego de terminar nuestra jornada de
trabajo.2
—Sí.
—¿Seguro?
Me crucé de brazos.
Sonrió.
—Vale.
Soltó el aire.
—¿Prometes no enfadarte?54
—Olvídalo.
—Eva...
—Solo quiero saber, porque ahora que la has encontrado en esta
enorme ciudad, con millones de personas, ¿no la has ido a buscar? 192
—Porque no.
—Porque en el pasado eso fue lo único que hice. Las personas que amo
están destinadas a sufrir, siempre lo supe y aun así no quise alejarme de
ella. ¿Y qué pasó? Prácticamente le desgracié la vida, ahora ella vive
con un maldito trauma que de no ser por mí, jamás habría tenido que
experimentar.488
—Está saliendo con alguien más —murmuré, aun cuando esas palabras
se sentían amargas en mi boca—. Y el chico parece un buen tipo.976
—¿Por qué parece que no te molesta que ella esté saliendo con otro? 22
Me encogí de hombros.
—Bueno, era de esperarse.
—¿Quién lo esperaba?
—Yo.
—Si el hecho de querer que ella sea feliz con alguien más, aun cuando
no sea conmigo, me hace un grandísimo imbécil, entonces sí, lo soy. 800
—Hunter...17
«Estás bien, estás a salvo. Nadie puede hacerte daño» —susurró la voz
de Chase en mi cabeza.157
Cuando abrí los ojos, lo primero que noté fue el intenso aroma a café
inundando mis fosas nasales. Mi pulso estaba acelerado y mi respiración
era rápida y superficial. Desorientada, me quedé quieta un momento,
mientras volvía en mí y trataba de recordar donde estaba. Lo peor de
sufrir ataque de pánico, era que aun cuando este pasaba, la sensación
de miedo y peligro permanecían.94
—No, no te disculpes por algo que no ha sido culpa tuya —se levantó
sacudiéndose los pantalones y después me tendió una mano—. ¿Puedes
ponerte de pie?156
—¿Puede traer un vaso de agua? —le pidió a la chica que nos había
atendido hace un rato.
Minutos más tarde, la chica regresó con un enorme vaso con agua
purificada para mí.77
—Ayer hablaba muy en serio cuando dije que iba a hacer que te
despidieran. Estaba tan molesto, que le pedí a uno de mis ayudantes que
investigara todo sobre ti. Al principio no encontró nada, pero entonces me
mostró la nota de una vieja noticia —me mordí el interior de la mejilla con
fuerza e hice todo mi esfuerzo por no poner mala cara. Él lo sabía—.
Siento mucho que hayas tenido que pasar por algo como eso siendo tan
joven.359
Oh...1
Murphy asintió.
—Joanna tenía solo quince años cuando fue drogada y violada por un
grupo de amigos suyos durante una fiesta. Eran cinco chicos en total y
cada uno de ellos le hizo cosas horribles durante tres días seguidos —se
llevó una mano a la boca e hizo una mueca, como si hablar de aquello le
resultara desgarrador—. La golpearon y la abandonaron en un callejón
entre bolsas de basura creyendo que estaba muerta, pero no fue así. Un
hombre sin techo la encontró y de inmediato informó a la policía. 757
Oh por Dios...1
—Lo sé. Es difícil, pero no imposible. Mi hija decidió tomar esa salida
para terminar con aquel sufrimiento que la carcomía, pero eso no quiere
decir que sea el único camino. Cuando conocí tu historia, me sorprendí al
descubrir que a pesar de todo lo que has pasado, has logrado continuar
con tu vida y luchas todos los días por seguir haciéndolo. Creo que eres
un claro ejemplo de que sin importar qué, se puede salir adelante.212
—Señor Murphy...2
—¿De verdad?
Se suponía que esta era una cita para tratar el tema sobre la portada de
su próximo libro, pero al final no habíamos ni quiera mencionado el
asunto.1
Chase y yo sonreímos.1
—¿Tacos?14
Sonrió.
—No hay mucho de qué hablar, estoy bien. Solo me sorprendió un poco,
ya sabes, no me lo esperaba.22
—¿Segura que estás bien?
—Sí, segura —lo tranquilicé—. Aunque... creo que hay algo que debería
decirte...2
—¿Mmm?13
—Ellie...
—Lo siento.24
—Chase...
—¿Sabes? Creo que él tuvo sus razones para alejarse de ti, quizá no
quería hacerlo o no tenía otra opción, pero lo hizo —se acercó a mí y
tomó mi rostro entre sus manos—. Pero a diferencia de él, yo no voy a
dejarte sola, Ellie. No pienso irme a ningún lado.937
—Porque quiero estar contigo. Aun si solo puedo ser tu amigo, quiero
estar contigo cuando seas capaz de sonreír y decir que eres
completamente feliz.802
—Chase, yo...4
—No tienes por qué decir nada, no quiero que me agradezcas. Solo
déjame estar a tu lado, déjame apoyarte. 208
Ese día hace casi cinco años descubrí dos cosas; la primera era que
Hunter sufría de algo llamado trastorno explosivo intermitente y que por
esa razón se había mudado a España para tratarse, y la segunda, era
que Hunter tenía a una chica a la que él llamaba el único amor de su
vida.1.4K
Quizás debería dejar de meter mis narices donde nadie me llamaba. 686
—No, bueno... —maldición, tenía que pensar en algo rápido—. Creo que
te he visto en algún lugar antes, pero no estoy segura. 51
Le ayudé a meter todas las cosas que se le habían caído del interior de
la canasta y luego volví a mirarla, todavía sorprendida de haberme
encontrado con ella en este lugar.1
Un momento...
—Tomates, patatas y salsa enlatada. ¿Qué planeas hacer con todo eso?
—le pregunté, tratando de hacer un poco de conversación. 53
—Um... tacos.12
—¿Y piensas comer tacos con esa salsa? —hice una mueca y negué
con la cabeza—. Los tacos deben comerse con una salsa picante, no con
una de sabor dulce.349
—¿De verdad? La verdad es que no sé mucho sobre salsas y solo tomé
la primera que encontré —admitió avergonzada.21
—Parece que chocaste conmigo por una buena razón. Ven, te mostraré
la salsa que va perfecta para comer con unos tacos. 260
—Un poco, sí. Pero eso le da mucho sabor al taco cuando lo muerdes —
pensar en tacos hizo que mi estómago comenzará a gruñir en
respuesta.50
Sonreí.1
Meneó la cabeza.
—Los hombres son criaturas complicadas. 327
Así que este era el buen tipo del que Hunter había hablado,
interesante...181
—Lo siento. Chase ella es Eva, Eva él es Chase —nos presentó Ellie.
Sonreí.
Perfecto, eso significaba que Hunter estaba muy, pero muy equivocado.
Ellie no estaba saliendo con este chico, solo eran amigos. Ahora que lo
sabía, iba a encargarme de hacer reaccionar a ese idiota y si era posible,
arrastrarlo ante ella para que finalmente se encontraran. 2.2K
—Le estaba diciendo a Eva que tenemos planeado hacer tacos para la
cena, fue muy amable al recomendarme esta salsa —le dijo Ellie a
Chase, intentando cambiar de tema.1
Chase asintió.
Me reí.6
—Tentador.11
En ese momento un celular comenzó a timbrar. Ellie miró la pantalla del
suyo y de inmediato hizo una mueca. Miró a Chase y le enseño el
nombre de la persona.
—Ellie...5
Suspiró.
Sonrió.26
—Supongo que tienes razón.1
Sonrió.
—¿Cual cara?
Chase asintió.
—¿Solo un poco?1
—¿Estás bien?1
—Yo ya debería irme, me gustó mucho conocerlos. Espero que sus tacos
sepan deliciosos con la salsa.42
♡ ♡ ♡4
—Así que... ¿te encontraste con ella? —exclamó Darla, mi mejor amiga
de años, antes de darle un mordisco a su taco. 295
—¿Y cómo por qué quieres que esos dos se encuentren? Mucho mejor si
no lo hacen. Así podrías confesarle de una buena vez por todas tus
sentimientos a Hunter.2.2K
—¿Por qué?1
—Porque él ya tiene a una persona a la que ama, aun cuando diga que
no tiene corazón y todas esas tonterías.358
—No puedo.
—¿Por?12
—Vaya, parece que lo has estado analizando —se burló Darla—. Que su
corazón sea un glaciar, no quiere decir que no pueda ser derretido. 333
Sonreí.1
Bufó.
—En realidad, yo creo que eso de que los dioses atan un hilo rojo
invisible en el meñique de dos personas que están destinadas a
encontrarse, sin importar el tiempo, lugar o circunstancias, es una
creencia muy bonita.505
—¿Estás hablando de esa tonta historia china? —asentí y ella hizo cara
de asco—. Ugh, pues yo la odio.219
—No estás en horas de trabajo, justo ahora solo eres una ciudadana. 3
—¡Ugh, no!3
Se rio.
—¿Entonces por qué pediste una orden de más...? Oh, ya. Hasta la
pregunta es estúpida. ¿Vas a ir a llevárselos?13
—Mmm...109
—Sí.20
—Sí, no te preocupes.
—Mmm... ¿quieres algo de tomar, al menos? No me gusta comer solo
mientras los demás me miran. 718
—La ultima vez que me ofreciste algo de tomar fue jugo de naranja y
estaba caducado —le recordé.379
—Solo bromeaba.1
—Sí.
—Entonces no.11
—Hunter...
—Eva, de verdad que no entiendo por qué estás tan obsesionada en
hablar de ella. Ya te lo dije una vez, no pienso acercarme a Annalise. 290
—Yo no...
—¿Cobarde?238
—Eva...3
Y entonces me marché.
Capítulo 7
Ellie347
El tiempo parecía ir tan lento hoy... ayudaría mucho si tuviera más tareas
y trabajo pendiente. Solo quería que el tiempo pasara volando para que
así, todo saliera de mi mente sin darme cuenta. Quería estar tan ocupada
hasta caer inconsciente, de esa manera, toda esta ansiedad acabaría
cuando finalizara este día...10
Di un respingo.
Sonrió.
—Tú tranquila, lo estás haciendo muy bien. Por algo ella te dejó a cargo. 1
—Gracias.
Olvidé que Jenna era bastante buena leyendo a las personas. Solté un
largo suspiro y decidí contarle que era lo que me pasaba. 8
—Ya veo. ¿Tan malo fue lo que hizo como para que ahora no quieras ni
verla?351
—Yo no diría que lo que hizo fue malo, es solo que ella y mi padre
estuvieron ausentes durante gran parte de mi vida, y ahora quieren fingir
que todo está bien, cuando en realidad, no lo está. Mi madre en especial
es quien más se empeña en ello, no se da cuenta de que hay cosas que
no son fáciles de olvidar.59
—¿Le guardas rencor?31
—No, por supuesto que no. Solo prefiero no tener cerca a la clase de
personas que te dan la espalda cuando más las necesitas. 260
—Lo sé. Es por eso que voy a ir a cenar con ella esta noche.231
Asentí.1
—Me lo imagino...
—¿Disculpa?
Oh, oh.
La pelirroja asintió.32
—Claro.
—¿Cuántos años tiene esa niña? —se quejó Jenna cuando Anne se
marchó—. ¿Quince?129
—Tiene dieciocho.99
—Vale —gruñó.
Sonreí.
—Te veo luego —me despedí de ella antes de dirigirme a la sala de
reuniones.
♡ ♡ ♡112
El invierno en Nueva York era por mucho mi estación favorita del año.
Aun cuando nos encontrábamos casi a principios de verano, el viento de
la ciudad continuaba soplando de manera frígida, por lo que siempre era
bueno cargar con un buen abrigo en caso de una fuerte ventisca.
Mientras caminaba tranquilamente hacia la estación de autobuses, mi
teléfono en la bolsa emitió un suave sonido.44
Era el tono con el que tenía asignado a Chase cada vez que me enviaba
un mensaje.37
¿Deberíamos ir a verla?533
-Chase.3
Es decir, Hunter estaba... él estaba ahí, de pie frente a mí, después todos
estos años, mirándome como si encontrarse conmigo fuese algo que
pasaba todos los días.244
—¿Quieres ir a sentarte?221
Asintió.1
—Lo siento...144
Sonreí.1
La verdad es que solo había soñado con este momento, pero jamás
imaginé que mis sueños se harían realidad. 311
—Oh...
Me reí.5
—Lo siento. Eso solo que nunca imaginé que Hunter Cross terminaría
convirtiéndose en un oficial de policía. ¿No se supone que le rompiste los
dientes a uno de un puñetazo?481
—Tienes razón.
—Claro.19
Dudosa, caminé junto a Hunter por las transitadas calles de Nueva York,
sintiendo el estómago hecho un manojo de nervios. Su presencia me
producía un extraño hormigueo en la piel.83
Forcé una sonrisa en mis labios mientras una dolorosa punzada ardía mi
pecho. Así que a eso se refería con recordar viejos tiempos, significaba
que ya había ido a comer comida china con él antes en Seattle... El no
poder recordarlo me hizo sentir increíblemente triste, supuse que era uno
de los recuerdos que yo misma había bloqueado en un intento
desesperado por olvidar aquel trauma.906
Pero... ¿por qué iba a querer olvidar algo como eso? 165
Me encogí de hombros.1
—Se divorciaron hace poco más de tres años y aunque papá ya hasta se
volvió a casar, mi madre no lo ha llevado muy bien que digamos. 468
—Ni que lo digas, fue una bomba enorme —le di un trago a mi bebida—.
¿Qué hay de tus padre, cómo están?330
Dios mío...3
—Estuvo así durante varios días hasta que los doctores le diagnosticaron
muerte cerebral. Nos dijeron que lo mejor que podíamos hacer era
desconectarla, así que después de pelear y pensarlo mucho, lo
hicimos.522
Sonrió.9
—Está bien, estoy bien. Fue la mejor decisión. Ahora ella está en paz, en
un lugar donde definitivamente nadie puede hacerle daño. 349
—Hunter...32
—Pero...
—Annalise...196
—No me llames por ese nombre, sabes que lo odio —le recordé.18
Sonrió.
—Pues yo lo amo.1.3K
¿Eh?76
—Sí.120
—No lo sé.267
¿Eso es todo? Después de todo este tiempo, ¿eso era todo lo que iba a
decir? Inesperadamente me dieron unas terribles ganas de golpearlo,
todo en mi interior era un desastre, un torbellino. Mis sentimientos
estaban a punto de desbordarse pero no iba a permitirlo, no podía
permitirlo.67
—¿Por qué estás aquí ahora, Hunter? Nuestro encuentro no fue por
casualidad, ¿no es así? —suspiró—. Quiero la verdad...84
—Quería verte.249
—¿Para qué?2
—¿Y por qué tardaste tanto tiempo? ¿Qué estuviste haciendo durante
todos estos años? —cerró los ojos y se pasó una mano por el pelo—.
Quiero una respuesta.184
—¿Ah, no?4
—¿Qué quieres?1
—Ya que estamos aquí, ¿no quieres ir a alimentar a los patos? 874
—Hunter, está bien. Solo terminemos con esto, no tienes por qué
esforzarte demasiado.110
Frunció el ceño.
—¿Dañada...?4
Él estaba temblando.815
—Hunter...3
Di un respingo.3
—No. Estás equivocado. Nada de lo que pasó fue tu culpa, así que no
pidas perdón —utilicé una de mis manos para acariciarle la espalda—.
Créeme Hunter, tú no hiciste nada malo. 186
Sonreí.2
—¿Te volviste loco? —negó con la cabeza. Creo que nunca ante lo
había visto tan serio en mi vida—. No, no puedes.628
—Annalise...9
—Lo sé.
Cuando el viento comenzó a sentirse más frío, decidí que era hora de
irme a casa.2
Asintió.1
—¿Qué...?12
—¿Mi madre?88
Hunter hizo una mueca, como si acabara de decir algo que no debía. Se
pasó las manos por el rostro y negó con la cabeza.
Hunter sonrió.8
—Annalise —comenzó.2
—¿Mmm?269
Sonrió.
Asentí.
—Sí, gracias.6
—Hunter...4
♡ ♡ ♡44
—¡Estofado de res! 90
Sonreí.
Me reí.
—¿De verdad?1
—Sí.
—Vaya... así que finalmente has decidido darle una oportunidad. 124
¿Estás bien?180
-Chase.430
—¿A dónde irás a cenar con tu madre? —me preguntó Lexie cuando
tomé mi bolso de la barra.2
—A Clark's.27
—No llegues muy tarde, ¿de acuerdo?134
Asentí.
—Por supuesto.1
Me soltó.
—Está bien.
—¿Como has estado? ¿Te ha ido bien en el trabajo? ¿Como vas con
Chase?5
Suspiré.
—¿Solo amigos?178
—Sí.
—Cariño, el chico está loco por ti, deberías pensar seriamente en darle
una oportunidad.419
—¿Eso crees?
—Sin duda. Ese chico es un gran partido. Sus padres son dueños de... 393
—Cariño...2
—Sí que lo estás. Primero haces que dos hombres me sigan por toda la
ciudad, ¿y ahora esto? ¿Qué será lo siguiente?13
—¿Él...?
—¿Estás segura de que así fueron las cosas? —le pregunté apretando
los dientes—. ¿No tuviste nada que ver con la decisión de Hunter en irse
a España?2
—¿Pero qué preguntas haces? Por supuesto que yo no tuve nada que
ver con su decisión de irse, él...43
—Dije que eres una mentirosa. ¿Como fue que pudiste mirarme a la cara
y decirme tantas mentiras?2
—Cariño...
—Baja la voz.72
—¿Por qué lo hiciste, mamá? ¿Por qué le pediste a Hunter que se fuera?
¿Por qué le pediste que me dejara?2
Bufó.
—Yo no...
—¿Tonterías?4
—Sí, tonterías.52
Sonreí.
—En ese caso explícame, ¿cómo fue que lograste conseguir poner una
orden de restricción en su contra? Que yo sepa, la persona que debe
poner la orden debo ser yo, ¿no?4
—Sí.44
—No.2
—Cierra la boca.5
—Ya no soy una niña, mamá. A partir de ahora seré yo quien decida
como vivir mi vida.182
Tomé mi bolso de la mesa y salí del restaurante sin mirar atrás. Después
de atravesar las puertas, seguí caminando sin ningún rumbo en
específico. Todo lo que quería era estar lejos de esa mujer. 29
—¿Annalise?107
Mi visión se tornó borrosa. Hunter dijo algo más a través del teléfono
pero no pude escucharlo. Cerré los ojos cuando escuché su voz a mis
espaldas y supe que sin importar qué, él me perseguiría por el resto de
mi vida.283
Es interesante ver como las personas se esfuerzan día tras días por
lograr la aceptación de los demás, para poder sentirse bien consigo
mismas. Una estupidez, diría yo, pero de verdad lo hacen. 196
Solo hay que saber cómo mover bien los hilos detrás. 128
No, no es momento.54
Siete minutos más tarde, la puerta de metal del cuarto de visitas se abrió
y una chica de piel increíblemente pálida entró a la habitación. Llevaba
un uniforme naranja y su cabello era ahora más corto a como lo
recordaba. En cuanto sus ojos azules se fijaron en mí, una enorme
sonrisa se extendió por su rostro y sus pupilas se dilataron de inmediato.
La mujer detrás de ella le quitó las esposas y esta enseguida tomó lugar
en la silla del otro lado del cristal blindado. Cuando levantó el teléfono
junto al cristal para poder comunicarse conmigo, yo hice lo mismo. 354
Sonrió.7
Sonreí y coloqué una de mis manos en el cristal que nos dividía, ella hizo
lo mismo.228
—Te traje un obsequio, pero las guardias dijeron que te lo darían cuando
demostraras tener buen comportamiento —murmuré.1
—Mike...82
En realidad, creo que deberías darme las gracias, ya que estoy siendo
bastante considerado. Sin mencionar que estoy cansado de fingir frente a
ti, solo para que decidas no abrir la boca y mandar a la mierda todo lo
que he hecho.7
Frunció las cejas y después apretó los labios, asintiendo con la cabeza.
Cuando la mujer del otro lado del cristal se la llevó, miré a la cuarentón
detrás de mí y sonreí de forma encantadora.
La mujer asintió.
—Lo haré.
Bajé la mirada a su cuerpo y me lamí los labios. Las mujeres como ella
también eran fáciles de manipular, pues tener un par de kilos encima, un
esposo que la engaña con quien se le ponga enfrente y unos hijos que
no la valoran, hace mucho más sencillo todo el trabajo.359
Gimió en respuesta.30
Sonreí. Por supuesto que no los habrá, la única persona que sabe que la
muerte de Zoella no será un accidente, eres tú. Y cuando entierre mi
navaja en tu bonita y tentadora vena yugular, la única persona que lo
sabrá seré yo.707
Ellie79
No era real.10
Abrí los ojos de golpe al escuchar su voz demasiado cerca. Josh estaba
de pie frente a mí, mirándome con una sonrisa en los labios mientras
sostenía un bulto de sabanas entre sus brazos. 268
—Josh...1
No podía ver de qué es lo que sostenía, pero sea lo que fuera, estaba
llorando. Eran los llantos de un bebé. 492
—¿Tú que crees? Un bebé. Es el hijo que nunca conociste. ¿Sabes por
qué? —su sonrisa fue aterradora—. Porque está muerto, igual que yo.549
Temblé ante la idea de ver eso que según él, no tenía forma.
—Yo...
—¿Qué es...?
—Mike —solté.1.1K
—¿Josh?1
—¿Por qué?1
—Es peligroso.
—No.
—Estoy cansada.4
—Deja de actuar como una idiota y baja de ahí ahora mismo —gruñó.2
—De acuerdo, solo que cometiste un error —lo miré fijamente a los ojos
y sonreí—. No especificaste a qué lado.558
Se sintió bien, muy bien, y eso era aterrador. Creo que de verdad estaba
volviéndome loca.353
—Lo eres.2
—Bien.15
—¿De qué?2
La Ellie que Hunter había conocido ya no estaba. Yo era solo una copia
de ella.146
—De forma que son estas conductas de evitación las que generan la
parte principal del sufrimiento —murmuré.97
—Esto le genera una visión del mundo como un enemigo hostil, que
puede atacar en cualquier momento.97
Él asintió de nuevo.4
Suspiré.1
—Entiendo...62
—El problema es que la persona afirma haber olvidado los recuerdos del
suceso traumático, aún cuando sé que está mintiendo. 449
¿Amor?156
Sonreí.
—El tiempo vuela cuando se habla de algo interesante, ¿no lo cree? 114
—Sin duda.4
—Gracias por no mandarme por un tubo cada vez que necesito consultar
algo con usted, profesor.41
—¿Puedo?7
—Por supuesto.1
—Sí —respondió.
—Sí.
—¿Por qué estabas empapada? ¿Te pasó algo antes de llegar aquí? —
al notar que no parecía tener ganas de hablar, decidí no presionarla—.
¿Quieres más chocolate?17
—Ellie.
—Pero18
—Chase.14
—¿Si?
—Gracias —susurró mientras sus ojos se cerraban, dejándose llevar por
el cansancio.64
Sonreí.1
¿Cómo puedo ayudar a la mujer que amo? ¿Qué puedo hacer que no
haya hecho ya, para tratar de ayudarla a superar esos recuerdos que
tanto la atormentaban?627
*****16
Ellie19
Sonrió.1
—Huele delicioso.25
Asentí.
—Por cierto gracias por recibirme anoche a pesar de ser tan tarde.
—Cosas sobre él —no hizo falta que dijera su nombre, porque Chase ya
sabía a quien me refería—. Me molesté mucho, así que peleamos y me
abofeteó en dos ocasiones.108
—Ellie...7
—¿Vas a defenderla?1
Suspiré.1
—Durante todo este tiempo, mi propia madre no hizo más que decirme
un montón de mentiras. ¿Puedes creerlo? —tragué saliva y negué con la
cabeza—. No quiero volver a verla nunca. No quiero volver a saber nada
de ella.49
—¿Estás segura de lo que dices?63
—Sí.
Él asintió.
—Gracias por apoyarme, y por siempre estar ahí para mí, Chase. 47
—Me gusta estar ahí para ti. Siempre vas a contar con mi apoyo Ellie. 234
Después de terminar lavar los platos y las sartenes sucias con la ayuda
de Chase, miré el reloj colgado en la pared de la sala e hice una mueca.
Quería quedarme un poco más con él, pero tenía que bañarme,
cambiarme de ropa e ir a trabajar. 28
—Tengo que irme, Elena regresa el martes de Londres así que debo
asegurarme de tener todo en orden hasta entonces. 5
—Quizás cuando regrese y vea lo bien que te las has arreglado, piense
seriamente en darte un ascenso.
—Eso estaría bien —miré la ropa holgada que Chase me había prestado
para dormir—. Voy a llevarme esto pero te lo regresaré. 45
De inmediato sonrió.
Hice un mohín.
****19
Asentí.3
—Ahora que Elena no está, el trabajo es sin duda más relajante. ¿Por
qué no puedes ser tu la editora ejecutiva de forma permanente, Ellie? 1
Sonreí.
—Por supuesto.2
—Entonces
—¿Eh?
—Disculpa aceptada.
—Woah, te viste genial. Por un momento pensé que eras Elena con esa
mirada.68
Sonreí.
—¿Y?
—¿Pero qué dices? —su rostro se puso más rojo que el de Anne—.
Claro que no.26
—Pues no.1
Me reí.1
—Voy a olvidar que dijiste eso y voy a pretender que esto nunca pasó —
se recogió el cabello con una liga y suspiró—. Cambiando de tema, ¿ya
tienes planes para esta noche?3
—Sí.
Mmm... tentador.57
Cuando llegó la hora de la salida, tomé todas mis cosas y salí del edifico
junto con Jenna. Le comenté que había extraviado mi celular y se ofreció
a acompañarme al mall para comprar uno nuevo. Para mi todo eso de la
tecnología era demasiado, pero ella parecía saber demasiado, así que
encontró un modo de hacer que mi nuevo teléfono recuperara la memoria
del antiguo, y eso incluía las fotografías, la música, los contactos
guardados y los mensajes de texto.29
—¿Hola?
—¿Estás bien? —exclamó una voz ronca que conocía muy bien. 409
—Quiero verte.544
Lo escuché reír.2
Aún cuando no podía ver su rostro, supe que estaba sonriendo. 282
Me sonrojé.25
—De acuerdo.
—Es... es...1
—Vamos, no tartamudees.4
Suspiré.
—Es mi ex.580
—¿Así que eres de esas chicas que mantienen una buena relación con
sus ex's?225
—Jenna...
—Vamos, dime. Chase sí que está muy bueno pero nunca te has puesto
así de nerviosa con él. Así que, ¿Qué tan bueno está Hunter? 257
—Nop.
-Victoria Russell.95
—De acuerdo.
—No.1
—¿Ah? ¿Por qué no? No me digas que se trata de la chica con la que te
encontré el otro día en tu departamento, por qué si es así, voy a
matarte.118
—Hunter2
Suspiré.1
—El otro día me dijiste que si no hacía nada por recuperarla, o por lo
menos intentar hablar con ella, iba a perderla. 203
—Fui a buscarla.4
—¡Oh por Dios! —gritó escandalosamente—. ¿De verdad? ¡No puedo
creerlo!859
¿En que momento había decidido hacer de esta chica mi amiga más
cercana? Ella lo sabía todo sobre mí y algunas veces era bastante
incómodo.263
—¿Si?1
—¿Por qué te preocupas tanto por mí? —quise saber—. Sé que siempre
has dicho que tu único propósito es asegurarte de que no me meta en
problemas, pero no tenías porque seguirme a Nueva York y unirte
también a la academia de policía.688
Tragó saliva con dificultad antes de abrir la boca para después volver a
cerrarla, como si no pudiese encontrar una respuesta adecuada a mi
pregunta. En realidad, creo que nunca la había visto ponerse tan
nerviosa. ¿Por qué le era tan difícil responder, cuando yo ya sabía la
respuesta? Estaba claro que la razón por la que se preocupaba tanto por
mí, era porque me veía como un hermano mayor. 4.4K
—Bueno... tu mismo lo has dicho. Si no fuese por mí, es cien por ciento
seguro que ya estarías metido en un montón de problemas —balbuceó—
. Además, el por qué decidí seguirte y unirme a la academia de policía,
supongo que fue porque me motivó mucho el discurso que diste el día
del funeral de mi padre. Cuando fue asesinado a sangre fría por un
psicópata, lo único que quería era que se hiciese justicia.433
—Eres un idiota.275
Encendí el motor del auto para posteriormente proceder con nuestras
labores diarias. Ese día habíamos sido asignados para patrullar las calles
del distrito de Manhattan, que era el barrio con la mayor densidad de
población de toda Nueva York.39
Suspiré.1
—Pero...2
Asentí.
Me encogí de hombros.1
—Ahora que Ellie lo sabe, dijo que iba a hacer que su madre la retirase,
pero sospecho que no va a ser tan sencillo.13
—Ya veo —sonrió con tristeza—. Así que no te importó arriesgarlo todo
con tal verla. Parece que mis palabras realmente hicieron efecto en ti,
¿eh?235
—Con esa ya son seis las mujeres que mueren de un corte en la yugular
—exclamó Eva frunciendo las cejas—. Tenemos que hacer algo.708
*****4
Ellie48
Traté de no hacer una mueca. Tanto Lexie como yo habíamos visto esas
dos películas más de siete veces. Todo gracias a que eran las favoritas
de Valentina. Creo que esa niña no sabía que existían más películas
de Disney además de Moana o Frozen.248
—El otro día dijiste que querías ver Mulán —dije yo en otro intento
desesperado—. Y también Hércules, nunca he visto Hércules —mentí.273
—Nunca —repetí.
—Pero...7
Lexie le ayudó con las cajas de pizza y el helado para que el castaño
pudiese levantar a Valentina entre sus brazos. 41
—¡Llegas justo a tiempo! Estabamos decidiendo que película veremos
hoy —le informó la niña—. ¿Cuál te gusta más, Moana o Frozen?59
—Pasa que gracias a ti, tendremos que ver Frozen por decima vez —
gruñó.1
Me reí.
—Lo siento, no lo sabía —se disculpó Chris con el rostro ruborizado. 339
Me aclaré la garganta.
Tanto Chris como Lexie me miraron como dos padres molestos después
de haberles rechazado la comida, pero fingí no darme cuenta y regresé
mi atención al celular. Presioné el nombre de mi madre por millonésima
vez, solo para escucharlo timbrar un par de veces hasta mandarme al
buzón de voz.7
—¿A dónde vas? —me preguntó Lex cuando me levanté del sofá.
—De acuerdo...
Al salir del departamento lo primero que hice fue tomar un taxi. Mi madre
vivía en el distrito de Manhattan, rodeada de lujos y edificios altos. Por lo
que siempre solía quejarse del lugar en el que Lexie y yo habíamos
decidido mudarnos en Brooklyn. Todavía recordaba las palabras que dijo
al ver nuestro edificio, "¿En serio piensan vivir en este basurero?". 333
Durante el trayecto de mi casa a la suya, saqué el celular de mi bolso e
intenté llamarla de nuevo. Casi puse los ojos en blanco cuando no
respondió. Cuando finalmente el taxi se detuvo frente al Woolworth
Tower Residences, le pagué al conductor y le di las gracias por
traerme.102
Asentí.
—¡Oh por Dios! —chilló la chica al ver a mi madre—. Voy a llamar a una
ambulancia, espere aquí por favor —me dijo antes de salir corriendo a la
sala.8
*****1
Es tu culpa.52
¿Por qué?
¿Y?
—Pero es mi madre...2
Es nuestra madre.143
Tragué saliva y cerré los ojos mientras esperaba en la sala de espera del
hospital al que habían traído a mi madre después de tomar esas
pastillas. Todavía no sabía nada de ella. ¿Por qué tardaban tanto?
¿Acaso ella... ?15
—Cállate.
Suspiró.
—Por supuesto, pero me temo que solo podrá verla unos minutos.
Necesita descansar.1
—Sí.2
—Dijiste que soy una mujer insoportable... dijiste que soy una mujer
controladora... también dijiste que no querías volver a verme nunca. ¿Ya
se te olvidó?432
—Estaba enojada.8
—Lo sé.
—Entonces...
—Mamá...
—Tu padre nunca me amó, eso siempre lo he sabido. Solo tenía ojos
para esa maldita mujer. ¿Puedes creerlo? ¿Qué tenía ella que yo no? No
lo entiendo... —sollozó un par de veces—. Solo cuando me embaracé de
ti, tu padre comenzó a mostrarse amable y amoroso contigo, pero fue
solo mientras tu estabas dentro de mí. Cuando naciste, él volvió a
despreciarme. Al final, él solo te aceptó a ti pero no a mí. 214
Mis ojos se llenaron de lágrimas.1
—¿Lo prometes?94
—Lo prometo.
Capítulo 12
Ellie77
—Sí, te entiendo.
—Sí.1
—Yo tampoco.41
—¿Deberíamos ir?122
—No me importa.239
—Hunter...8
—¿Deberíamos ir ahora?3
—¿No quieres?3
—No, sí, es decir, si quisiera, pero tengo entendido que cierran a las
once.1
Sonrió.2
—Un par de minutos. Cuando me dijiste que ibas saliendo del Hospital
General, comencé a caminar en esta dirección hasta que te encontré. 286
—Ya veo... —¿qué podía hacer para dejar de ponerme tan nerviosa
frente a él?69
—¿Estás seguro?2
—¿Vamos?141
Cuando tomé su mano, el calor de su piel entrando en contacto con la
mía aceleró mi corazón. Nunca me había sentido tan nerviosa antes.191
—Ven, siéntate aquí —me pidió Hunter después de rentar dos pares de
patines.1
—Yo tampoco —me miró con una sonrisa maliciosa en los labios—. Pero
podemos aprender juntos, comenzar desde cero. ¿Te parece? 727
—¿Mmm?87
—Lo prometo.52
Deslicé las manos alrededor de su cuello, presa del pánico luego de casi
caerme.123
—No.56
—Sí —repetí.1
—Y no me gustan.255
Sonreí.1
—De acuerdo.3
—Lo sé.472
—Porque sueles venir aquí todos los martes y viernes después del
trabajo. Pides un vaso de chocolate con una cucharada de canela extra,
y después vas a sentarte a ese lugar para leer algún libro —dijo
señalando una banca de piedra, debajo de un gran árbol de roble. 1.6K
Mi corazón se detuvo.1
—¿Acaso tú...?55
—¿A tu departamento?
Asentí.2
****18
Cuando Hunter cerró la puerta detrás de mí, dejó las bolsas con
mandado sobre la barra de la cocina y se deshizo de su abrigo, después
me pidió el mío para luego colgarlos en un perchero junto a la entrada. 51
—Primero hay que poner el agua a hervir en una cazuela —dije sacando
las cosas de las bolsas, Hunter sacó una olla de un gabinete y la llenó de
agua—. Cuando comience a hervir, le pondremos la pasta. Mientras
tanto, puedes ir picando un poco de ajo y cebolla, yo haré la salsa, ¿te
parece?399
—De acuerdo.
—Así que... ¿el idiota y Lexie, eh? —murmuró mientras comíamos sobre
la barra—. Quien iba a pensar que esos dos terminarían juntos. 516
Me reí.1
—Perturbador.311
Debido a que la cocina no era tan grande, cada vez que alguno de los
dos hacia un movimiento ya sea por cualquier cosa, nuestros brazos se
rozaban y de inmediato sentía una deliciosa corriente eléctrica
recorriéndome todo el cuerpo. Tenía mucho tiempo sin sentir esta
sensación en mi pecho.189
—Yo salgo a las seis —me miró de reojo—. Quizás podríamos hacer
algo.128
—Hunter yo... también quiero que recuperemos el tiempo que nos fue
arrebatado, pero... —bajé la mirada al suelo—. Pero no sé si sea
posible.103
—¿Por qué?
—Sigues siendo tú —dijo tomándome del rostro con las manos—. Sigues
siendo la misma mujer de la que me enamoré hasta la maldita médula. 813
—Annalise...74
Los labios de Hunter estuvieron sobre los míos antes de que tuviese
tiempo de terminar lo que iba a decir, solté un gemido cuando sus manos
me tomaron por la cintura y me pegaron a su cuerpo de una manera
dolorosa. Su beso ejerció una presión tan salvaje, que por un momento
creí que me ahogaría, pero no fue así y me gustó. Sobre todo porque la
persona que lo estaba haciendo era él. 1K
De pronto me soltó con la misma rapidez con la que había comenzado el
beso, se relamió los labios y me miró entre furioso y lleno de deseo por
mí.192
—Hunter...8
—Deja que te demuestre lo mucho que te amo —me pasó el pulgar con
los labios, sin dejar de mirarme la boca—. Déjame hacerte el amor.2.3K
—No tengas miedo, nena. Estoy aquí, está vez no pienso irme a ningún
lado.744
Mi corazón estaba latiendo muy deprisa, tanto que temí que terminara
por estallar dentro de mi pecho. Me temblaban los dedos de las manos y
quizás también un poco las piernas. Los labios de Hunter eran más
suaves y cálidos de lo que recordaba. Su boca fue decisiva y exigente
mientras se movía sobre la mía, causando que un montón de
sentimientos despertaran desde lo más profundo de mi ser. 160
Cuando Hunter deslizó las manos por cada lado de mi cuerpo, un extraño
y desconocido deseo me paralizó. Me tomó de los muslos y me levantó
para sentarme encima de la barra de la cocina. Separó un poco mis
piernas y luego se acomodó en el pequeño espacio que había creado.
Me derretí al contacto de su lengua acariciando lenta y dolorosamente la
mía. Las manos se me fueron a su pelo, acariciándolo y tirando de él. Un
leve gemido escapó de mi garganta cuando succiono y mordisqueó mi
labio inferior. Tiró de él con fuerza causándome un poco de dolor.415
Sonrió.2
—Mmm... —lo sujeté del cuello y volví a atraer su boca a la mía. 125
Asentí con la cabeza y levanté los brazos para facilitarle esa tarea. 2
—Sí.37
Lo escuché reír.65
—Annalise —la voz de Hunter me trajo de vuelta—. Está bien, nena. Soy
yo.568
—Yo...
Deslicé las manos por su rostro y lo miré hasta asegurarme de que era
él. De que era real. Hunter besó mis manos y después besó mis mejillas,
las cuales estaban empapadas en lágrimas. Cerré los ojos disfrutando de
sus besos. No tenía por qué sentir miedo. No cuando se trataba de él.
Tomé una de sus manos y la llevé de nuevo a mis pechos. 166
—Nena...376
—Pero...110
Todo en lo que podía pensar era en los movimientos que hacía su lengua
sobre mis senos. La forma en la que sus manos los apretaba y tiraba de
ellos me hizo sentir que estaba a punto de perder la cabeza. Aquel dolor
en mi entrepierna no era normal. Sabía que estaba palpitando en busca
de atención, pero135
—Hunter...24
Hunter cerró los ojos con fuerza y muy lentamente comenzó a deslizarse
fuera de mí. Me mordí el labio al sentir ese vacío. Necesitaba que me
llenara de nuevo. Necesitaba sentirlo otra vez. Cuando sentí de nuevo la
punta de su miembro presionando contra mi hendidura creí que me
penetraría de nuevo, pero no lo hizo. En su lugar movió la punta hacia
adelante y hacia atrás, causándome un torbellino de placer. Sonrió al ver
mi reacción.725
—¿Mmm...?302
—No.482
—Sí...64
—Annalise...230
—Por favor...57
Suspiró.1
—De acuerdo, voy a darte lo que quieres —se deslizó fuera—. Pero si es
demasiado, vas a decírmelo. ¿Entendido?487
Asentí.1
—Sí...2
Hunter deslizó una mano por mi cuerpo y después dejó la palma abierta
sobre mi vientre bajo. Tocó mi palpitante clítoris con la yema del dedo
pulgar y comenzó a moverlo en círculos lentos, suaves expertos. Todo en
mi interior se contrajo.410
Sonreí.3
—Definitivamente.516
*****26
Hunter198
Sonreí.6
Sin duda era yo un hijo de perra muy afortunado. Ahora que finalmente
tenía a la mujer de mi vida entre mis brazos, no iba a permitir que me
alejaran de ella. No esta vez. Preferiría morir antes que volver a
perderla.1.1K
Durante un largo rato me dediqué solo a mirar su rostro. Era tan hermosa
que podría mirarla por horas y nunca aburrirme. Levanté uno de mis
brazos y acaricié la suave piel de su rostro. Continué por sus mejillas y
me detuve en sus carnosos labios rosados.91
No quería despertarla, pero tenía que irme a trabajar. Entre mis planes
estaba darle un largo beso antes de levantarme y tomar una ducha.
Quería que ella se quedara en mi apartamento hasta que yo regresara,
pero seguramente no iba a gustarle esa idea. 135
—Mi amor —susurré en voz terriblemente baja, sin embargo eso fue
suficiente para hacer que abriera los ojos. 2.3K
Se mordió el labio.1
—Nena...454
Movió sus caderas contra las mías, obligándome a penetrarla con la
punta y a cerrar la boca. Tragué saliva y abrí la boca en una gran O.
Sonrió al igual que una niña traviesa y me besó. Gruñí antes de tomarla
por las caderas y giré nuestros cuerpos, de forma que ahora era ella
quien estaba encima de mí.314
En está posición podía enterrarme en ella más profundo. Más adentro. 257
Annalise echó la cabeza hacia atrás y enterró las manos en la piel de mis
bíceps. Se pasó la lengua por los labios y luego parpadeó muchas veces.
Su respiración no tardó en volverse pesada. Desde aquí ella se veía
como una maldita diosa.242
—Móntame —murmuré.887
—¿Por?4
—Podrías lastimarte.257
—¿Y?393
—Nena...411
Pero levantó sus caderas y se dejó caer con fuerza. Solté una maldición
y enterré los dedos en su piel. Sonrió y comenzó a cabalgar sobre mí
más rápido y duro. Me senté sobre la cama y abracé su cuerpo con mis
brazos para besarle la barbilla. Ella se sostuvo de mis hombros mientras
subía y bajaba sus caderas. Rápidamente encontramos un ritmo, joder,
era un ritmo casi salvaje. Los gritos y gemidos que salían de su boca solo
me hacían sentir más y más excitado. Deslicé mis manos hasta su
trasero y comencé a embestirla con más fuerza. Eso pareció gustarle,
porque estrelló su boca con la mía y tiró de mi cabello con
desesperación.453
—¡AH!233
Yo por otra parte solo tuve que embestirla un par de veces más antes de
correrme. Apreté su trasero y la besé con locura mientras sentía chorros
de mi semen descargándose dentro de ella.639
—Mierda —rugí.129
Pero cerró la boca de golpe cuando Annalise giró la cabeza para mirarla.
Sus ojos se abrieron por la sorpresa, así también como los de Eva. 160
—¿Eva?630
Mierda.
Capítulo 14
Ellie226
Giré la cabeza para mirar a Hunter, quien me miraba de vuelta con los
ojos muy abiertos.305
—¿Mujerzuelas? —espeté.733
—Puedo explicarlo.310
—Yo... creo que debería irme —balbuceó Eva, mirando a todos lados
excepto a nosotros.359
—Pero...24
—Annalise...26
—Si solo son compañeros de trabajo, ¿por qué entraste de esa forma?286
Tragó saliva y se pasó una mano por el pelo. Hizo una mueca y se
preparó para responder.10
—Sí, eso tiene mucho sentido —me burlé—. No podías acercarte a mí,
pero si podías follarte a otras mujeres.527
—Escúchame...5
—Sí.82
—¿Importa?125
—Todo.22
—Lo sabe.50
—Ellie...2
Sonreí.4
Bien, esa pregunta si que estuvo de más. Es solo que me encontraba tan
furiosa... por no decir celosa.56
—No.44
—Hunter...3
—¿Cómo puedes pedirme que olvide algo como eso? —negó con la
cabeza y me miró molesto—. Me niego a olvidar que anoche te hice el
amor.426
—No, no me hiciste el amor. Me follaste, igual que a las otras mujeres. 528
—¿Así que es eso? ¿Cambió tu percepción sobre mi ahora que sabes
que me follé a otras mujeres antes de tenerte finalmente entre mis
brazos?175
—Sí.6
—¿Por qué?5
—¿Tú, qué?1
Sus labios casi tocaron los míos, pero se detuvo antes de besarme. 12
—Hunter...4
Sonrió.3
Suspiró y me soltó.2
—De acuerdo.52
***5
Cuando me decidí por el bote de jugo de 450 ml, inflé mis pulmones de
oxígeno e hice mi camino a la caja registradora. La mujer robusta del otro
lado me sonrió cuando dejé mi jugo sobre el mostrador. 3
—Yo, um... ¿podría... podría darme también una pastilla de... —me
removí incomoda en mi lugar—, una pastilla del día después?207
—Sí.1
—Serían cinco dólares con veinticinco centavos.412
—¿No pudiste al menos llamar para avisar que no llegarías a dormir, otra
vez? —gruñó Lexie, llevándose las manos a la cintura—. ¡Estabamos
muy preocupadas! 3
—No.2
—¿Entonces... ? —miré a Lexie con una mirada de "no voy a decirte esto
frente a tu hija", que ella rápidamente entendió—. Valentina, ve a tu
cuarto a hacer la tarea.170
—Pero...2
—¿Y bien? —me preguntó Lex cuando estuvimos solo ella y yo. 1
—Todo —dije un tanto irónica—. No soy tonta Lex, sé que solo está
tratando de manipularme justo como trató de manipular a mi padre
cuando él le pidió el divorcio.382
—Hunter está aquí, en Nueva York —los ojos de Lex se abrieron por la
sorpresa.1
—Pero...1
Por un momento fue como si Lexie no encontrara que decir, desde aquí
podía ver como su cerebro trabajaba hasta el punto de sobrecargarse y
estallar. Finalmente abrió la boca y pestañeó varias veces. 46
Hice un mohín.21
—Me contó la verdad, Lex. La razón por la cual me dejó, la razón por la
cual nunca me llamó y la razón por la cual no se acercó a mí durante
todo este tiempo.2
Al darme la vuelta para mirar a la persona del otro lado de la puerta, una
enorme sonrisa se apoderó de mi rostro. Mi cuerpo se movió por si solo y
antes de que pudiera darme cuenta, me encontraba corriendo hacía
ella.128
—Lo sé, él es tan lindo. Lo juro chicas, nunca creí que un chico como él
pudiera hacerme sentir tan bien. Cuando estoy con Trevor, me siento la
mujer más feliz del mundo. Es apuesto, caballeroso, atento y siempre
está haciéndome reír.222
—Estoy muy feliz Lisa, es maravilloso —dije yo, igual de llorosa que Lex.2
—Aún no hemos establecido una fecha, pero queremos que sea pronto
—continuó Lisa—. Y quiero que ustedes dos y Marisa sean mis damas
de honor.205
—Oh, lo siento. Quiero que ustedes dos, Valentina y Marisa sean mis
damas de honor —Valentina sonrió y asintió con la cabeza. 4
Las tres nos reímos. Después de explicarle a Valentina lo que era una
dama de honor, pasamos gran parte de la tarde hablando de la futura
boda de Lisa.51
—¿Hasta cuando piensan seguir con eso de solo amigos? —le pregunté.
—Uno de los dos tiene que dar el primer paso —habló Lisa—. Sí Chris
no tiene los pantalones para confesarse, entonces hazlo tú. 42
—Es que yo... —Lexie dio un respingo—. ¿Por qué sigues tú aquí? ¿No
te había dicho que hicieras la tarea en tu cuarto?275
Pero la pequeña Vale se aferró al brazo de Lisa y al mío, para después
negar con la cabeza.1
—Valentina...1
—Lexie...1
—¿Entonces?1
—¿Hunter? ¿Qué pasa con él? ¿No se supone que está en España? 5
—Eso era lo que creía hasta hace dos días, cuando vino a buscarme —
su boca se abrió en una gran O—. Me confesó que tiene cuatro años
viviendo en Nueva York.16
—Pero... ¿qué pasará si las cosas no salen bien? —esa parte era la que
más me aterraba.43
Me reí.1
—Sí, así que el resto solo depende de ti. Piensa que es lo que realmente
quieres.
—Otra relación en estos crímenes, es que todos han sucedido dentro del
barrio de Brooklyn —añadió la detective Pérez—. Así que el asesino
conoce muy bien el lugar.384
—Sabe lo que hace, casi puedo asegurar que esta persona tiene
demasiada experiencia en ser invisible. El homicidio de Vanessa Simons
sin duda no fue su primer asesinato, ya lo ha hecho antes. La pregunta
es, ¿por qué las similitudes entre sus últimas seis víctimas? 180
—¿Dijo algo, oficial Presley? —habló Parks, con un tono de voz bastante
molesto.214
—Sí. Dije que esto es una pérdida de tiempo —repetí igual que la
primera vez, en caso de que ese idiota padeciera de sordera—. En lugar
de estar aquí, hablando de lo que se habla todos los malditos días,
deberíamos estar afuera buscando al asesino de estas seis mujeres. 157
—Tres meses, seis víctimas, ¿y aun así, ninguna pista? —hice una
mueca y ladeé un poco la cabeza—. Definitivamente alguien no está
haciendo bien su trabajo.287
—¿Eso cree, novato? —soltó con burla. Ese imbécil seguía llamándome
novato, a pesar de llevar tres años y medio en el departamento de
policía—. En ese caso, ¿por qué no se convierte en detective y trata de
atrapar al asesino? Oh... es verdad, usted no es quién decide eso. Usted
y sus compañeros son quienes se supone deben proteger a esta ciudad,
¿qué han estado haciendo durante estos tres meses? ¿comer rosquillas
en sus patrullas?174
Bien, joder, eso sí que me hizo enfadar. Sobre todo porque no estaba de
muy buen humor. Me levanté de mi sitio y me acerqué a ese idiota. Iba a
romperle la cara.121
—Parks, Cross, este no es momento para una de sus escenas —se
quejó el capitán Raymond, interponiéndose entre nosotros—. La junta de
hoy no es para hablar sobre lo mismo de siempre, o para desacreditar el
trabajo de los oficiales de policía. Sí estamos aquí, es porque el día de
hoy se integra a nuestro equipo un destacado miembro del FBI, enviado
para apoyarnos a resolver este caso. 392
—¿No quieres decirnos también tu signo zodiacal? —se burló uno de mis
compañeros.933
*****4
—Quería sorprenderte.2
—No quiero ser grosero ni nada parecido, pero... ¿quién es la chica y por
qué no ha dejado de seguirnos? —exclamó Trevor, mirando a Eva un
poco confundido.169
—Soy Eva Prescott, tengo veintidós años, mido uno sesenta y ocho, y
soy compañera de Hunter —exclamó ella con una sonrisa en los
labios.529
—¡Pero yo soy tu mejor amiga! Hemos sido amigos durante cinco largos
años.376
—¿Solo una vez? ¿Le hablaste de mí a tu mejor amigo, solo una vez? 125
¿Cuál era su maldito problema? No era normal que ella actuara de esa
forma, casi parecía una niña pequeña haciendo un gran berrinche por
nada. Eva tragó saliva, e hizo falta de todo su esfuerzo para que no
terminara poniendo mala cara.79
—Eva...18
Pero ella dio media vuelta y comenzó a marcharse por la acera. La miré
con el ceño fruncido hasta que desapareció al dar vuelta en una
esquina.57
—¿Está bien que se vaya así? ¿No deberías ir tras ella? —exclamó
Trev.146
—Nah, ya se le pasará.347
—Mujeres —dijo encogiéndose de hombros—. Entonces... ¿cuál es tu
relación con esa chica? ¿están saliendo o algo así?110
—¿Cómo tú hermana? ¿Y que hay de mí? ¿Yo estoy pintado o qué? 553
—No.267
—Sí.50
—Responde mi pregunta.
—Le dije a Chris que nos encontraríamos ahí con él, después del trabajo
—soltó, sobándose el hombro derecho—. Ahora que estamos los tres
juntos, tenemos que celebrar. ¿Y que mejor manera de celebrar, que
emborrachándonos?465
Sonreí.
—No soy un friki, soy un geek —lo corrigió, con la boca llena de
cacahuates—. Y gracias a mi conocimiento, soy el mejor en el
departamento de inteligencia del FIBBI.592
—Toda la vida. Es un gran logro para mí, ¿sabes? El segundo gran logro
en mi asquerosa vida, el primero fue que Lizzy aceptara casarse
conmigo. Quiero decir... ¡ella es hermosa! Aún no puedo creer que haya
aceptado. Normalmente a las chicas como ella no les atraen los chicos
como yo, así que es un milagro —levantó su botella—. ¡Es un milagro! 635
—¿Cómo fue que te diste cuenta de que querías casarte con ella? —le
preguntó Chris muy serio y ebrio—. El matrimonio conlleva una gran
responsabilidad.134
Trevor soltó una escandalosa carcajada.
—Friki.160
Trevor sonrió.2
—Joder, si cuentas ese estúpido chiste una vez más, esta vez si te
dejaré mi puño tatuado en la piel, ¿me escuchaste?128
—Oh God nooo —exclamó con una expresión de horror, que
rápidamente se vio remplazada por una sonrisa—. Mierda, necesito otra
cerveza. ¡José, trame otra coro... ! 143
—No vas a pedir otra cerveza, ya estás ebrio solo con dos. 4
—Oh... —Trevor giró la cabeza para ahora sí, mirarme a mí—. No estoy
ebrio, solo estoy entrando en calor, Hunter. 307
Una vez solo, le pedí al tipo de la barra (según Trev, su nombre era José)
otra cerveza. Apenas disfruté del primer trago, cuando una chica se
sentó en el taburete junto a mí. Era linda, muy linda. Tenía esa clase de
rostro fresco y llamativo, que era imposible de ignorar. Pidió una cerveza
y me miró con una mirada seductora. 367
—Voy a ser sincera —exclamó cruzando las piernas, sin importar que su
vestido rojo se subiera de más, mostrando tentativamente sus muslos—.
Estuve esperando tu llamada, pero creo que lo anoté mal, o decidiste no
llamarme nunca.170
—¿Te conozco?446
—Paso la mayor parte del tiempo ebrio en este lugar —expliqué—. Así
que no, no te recuerdo.1
—Oh vamos, ¿por qué estás siendo tan arisco? —hizo un puchero, al
igual que una niña pequeña—. La última vez fuiste muy amable conmigo.
Dijiste que tenía unas tetas muy lindas, e incluso me llevaste a conocer
tu departamento.327
La chica tenía unas tetas realmente grandes a pesar de ser tan delgada,
y no iba a mentir, eran unas tetas muy lindas, pero... sí, en mis
pantalones no hubo ninguna reacción.467
—Lo siento, realmente no lo recuerdo —solté, tratando de no sonar
grosero.3
—Anne —repetí—. No quiero ser o sonar grosero, pero no vine aquí con
la intención de buscar a una chica con la cual follar. Estoy aquí con unos
amigos.51
—Pero...2
—Su novia —respondió Trevor—. Bueno, su exnovia. Pero este tipo que
ves aquí, todavía está loco por ella. ¿Me dijiste que habías vuelto a
buscarla, no es así?423
—¿Así que por esa razón no dejabas de llamarme Ellie, el día que me
llevaste a tu departamento? —se quejó la pelirroja.1.4K
—Anna...18
Anna, o Anne, o como se llame, tomó el trago de un tipo junto a ella y sí,
como era de esperarse, me lanzó el contenido en la cara.
Afortunadamente alcancé a cerrar los ojos antes de que lo que parecía
ser vodka entrara a mis ojos.155
—Chicos, ¿ya les dije que conocí a un tipo muy amable que me dijo
donde estaba el baño de hombres? —repitió Trevor.742
—Ya te dije que ese tipo era yo —volvió a gruñir Chris—. La próxima vez
dejaré que entres al de chicas, así ellas te darán una paliza. 202
—¿Por qué?
Esta vez fue Chris quien le dio un golpe en el hombro a Trevor, quien de
inmediato hizo una mueca de dolor.
—Hombre...15
—¿Sabes qué? Sí le propones matrimonio a Lex, podríamos hacer una
boda doble —propuso Trevor—. ¿Te lo imaginas? Boda doble con
temática de Star Wars. Yo sería Anakin y mi Lizzy Padme, y Lex podría
ser Leia y tú Han Solo.859
—¿En serio?94
—¿Estás seguro?
El auto de Chris era un Mercedes Benz Clase A de color gris, que estaba
estacionado a unas calles de Jimmys Bar. Después de que los tres nos
abrochamos los cinturones de seguridad, fruncí el ceño al notar que el
coche no se estaba moviendo.127
—¿Por qué tienes botes de plastilina Play Doh en tu guantera? —
preguntó Trevor, desde el asiento del copiloto—. Oooh, estas cosas
huelen a galletitas.362
—Porque Valentina me dijo que cuidara sus Play Doh, sobre todo la
rosada.299
—No.2
—Mmm...35
—Celia, deja de abrumar al chico con tus historias —la interrumpió otra
mujer cincuentona—. Sí no te gusta este modelo, tenemos otros de este
lado.152
—Está bien, me llevaré el primero —exclamé, para que las dos mujeres
se callaran.1.2K
Esa noche, era la octava vez que me tocaba verla. La película no era
mala, cabe decir, todo lo contrario. Sin embargo, empezaba a odiar el
hecho de saberme la mayoría de los diálogos de memoria e incluso las
canciones, y lo peor de escuchar Let it go, y Do you want to build a
snowman?, era que al día siguiente, difícilmente podía sacármelas de la
cabeza336
Faltaba muy poco para que la película terminara, cuando noté música y
voces de hombres cantando, que provenían del exterior del apartamento.
La primera en fruncir el ceño fue Lexie, quien se levantó con cuidado de
su lugar, tratando de no despertar a su hija. Minutos después, regresó a
la sala haciendo un gran esfuerzo por no reír.939
—No van a creer lo que está sucediendo allá afuera —nos dijo a Lisa y a
mí.141
En ese momento, una de las voces trató de alcanzar la nota alta de una
canción en español, fallando terriblemente en el intento. Uff, sea quienes
fueran los borrachos de allá afuera, requerían con urgencia unas buenas
clases de canto.543
Las tres compartimos una larga mirada, para después romper a reír a
carcajadas.80
—¿Es una broma? —le pregunté a Lexie, pero ella negó con la cabeza. 7
—Ya decía yo que esa voz de pato me era conocida —murmuró Lisa—.
Trevor nunca logra alcanzar la nota alta de esa canción, pero lo hace con
sentimiento, que es lo importante.657
Lexie, Lisa y yo fruncimos una vez más el ceño. ¿Qué clase de serenata
era esa? Trevor, al notar de nuevo que esa no era la canción que él
esperaba, volvió a inclinarse sobre la ventanilla del auto, y esta vez, se
introdujo dentro. Por un momento solo pudimos ver sus piernas
agitándose. Cuando volvió a salir, sonrió satisfecho cuando comenzó otra
canción.375
—Si nos dejan —continuó Trevor, ignorando por completo a Chris—, nos
vamos a vivir, a un mundo nuevo. Yo creo podemos ver, el nuevo
amanecer, de un nuevo día.312
—¡Dije que esa no me la sé, friki idiota! —se quejó de nuevo Chris,
golpeando el hombro de Trevor con fuerza. 488
Nos miramos a los ojos durante un largo rato, antes de que el muy idiota
me guiñara un ojo. Eso me hizo salir de mi embobamiento momentáneo.
Pestañeé varias veces y tragué saliva.205
—¿Qué están haciendo? —le pregunté sin hablar, moviendo solo mis
labios.2
—No tengo idea, pero me estoy divirtiendo —respondió igual que yo.429
Inevitablemente, me sonrojé.3
Después de discutirlo, tanto Lexie, como Lisa y yo, decidimos bajar para
finalmente detener aquel espectáculo, en plena calle, a las casi doce de
la noche. Afortunadamente, Chris y Trevor habían dejado de pelear
cuando llegamos. Ahora estaban cantando la segunda canción que había
cantado Chris, solo que esta vez, Hunter también se les había unido. 448
Hice una mueca, no quería ni pensar en que tan caro iba a salir
ese Uber, pero por la expresión del conductor, supuse que la tarifa iba a
ser muy, muy alta.1
—¿Cuánto...? —comencé.1
—Bueno...2
—Hunter... —comencé.3
Eso me hizo sonreír, no por lo que dijo, sino porque era obvio que estaba
borracho.37
—Te aseguro que en cuanto tu cabeza toque la almohada, vas a dormirte
como un bebé.5
—Mmm...80
***9
Recuperar el tiempo que nos fue arrebatado, pero... ¿es eso realmente
posible? ¿Qué haría él al descubrir que Hunter y yo podríamos estar
juntos de nuevo? ¿Nos dejaría ser felices? Cansada de tanto pensar,
terminé de beber mi vaso de agua y regresé a mi habitación. 226
—Ocho.46
Tragué saliva y lo miré. Quizás era solo mi imaginación, pero casi podía
sentir una rara y extraña sensación de electricidad y magnetismo flotando
en el aire. Supuse que gran parte se debía a la manera en la que él me
miraba. Era como si me deseara todo el tiempo, como si en realidad
fuese verdaderamente difícil para él no tirarme a la cama y devorar todo
de mí.135
Mis pechos no eran grandes, pero tampoco pequeños, eran (según yo)
de un tamaño completamente normal. Muchas veces me había sentido
avergonzada por no tener la clase de cuerpo que a la mayoría de los
chicos les atrae, el mismo Hunter me había dicho una vez que a él le
gustaban las chicas exuberantes, pero, a pesar de haber dicho eso,
siempre parecía fascinado a la hora de verme y tocarme. Me hacía sentir
que no importara el cuerpo que tuviera, él siempre se sentiría atraído por
mí.630
Decidí lamer una vez más, antes de meterme un poco de eso a la boca.
No sabía mal, quizás un poco salado, pero no era desagradable. Y
aunque yo era una inexperta haciendo algo como esto, me dije a mí
misma que era lo mismo que chupar una paleta helada. 936
—Sí antes ya estaba loco por ti, ahora estoy desquiciado —sus manos
se apretaron en mi cintura—. Nunca creí que podría llegar a amar tanto a
una mujer.647
—¿Me amas?90
Él asintió.2
—Te amo como no tienes idea —murmuró, acercando su boca a la mía.
Su mirada filosa me hacía querer inclinarme sobre él y besarlo—. Tal vez
no te lo dije antes, pero ahora pretendo hacerlo cada vez que tenga
oportunidad. Te amo, nena.1.2K
No dije nada, solo lo miré. Intenté abrir la boca y darle por fin una
respuesta, pero algo en mi interior se retorció y un escalofrío me recorrió
la espina dorsal. No podía decirle que yo también lo amaba, no podía...
todavía no estaba lista.277
—Nunca.
Capítulo 17
Ellie131
Me hizo gracia ver que incluso Trevor parecía sufrir de resaca, pues
según Hunter, él solo había bebido dos cervezas anoche. 198
—¿Eso quieres?11
Tanto Chris como Hunter, cerraron la boca y miraron sus platos con el
desayuno al igual que dos niños pequeños que acababan de ser
regañados.184
—Pero mamá...3
—Bieeen.4
—Sí.769
Desde mi lugar, pude ver las sonrisas en los rostros de todos. No pude
evitar sentirme avergonzada, así que fulminé a Hunter con la mirada y
luego me aclaré la garganta.41
Pero ese tonto me miró como alguien que acababa de hacer una
travesura.51
—Claro, dime.70
—¿No lo somos?82
—Hunter...8
—Creo que realmente le gustaste —dije con una sonrisa en mis labios,
después sacudí la cabeza y retomé mi postura—. Como sea, tú y yo no
estamos saliendo.195
—Pero esos son hábitos que conociste de la Ellie de hace cinco años —
negué con la cabeza—. Aunque no lo parezca, he cambiado.
Actualmente puedo dormir bien sin depender de abrazar una almohada.
En lugar de cepillarme los dientes dos veces, uso enjuague bucal. Y por
alguna rara, y francamente desconocida razón, ahora mi calcetín favorito
es el derecho.256
Oh no, la motocicleta...425
—¿Lo ves? Ambos hemos cambiado, Hunter. Por esa razón quiero que
vayamos despacio, para que poco a poco conozcas a mi yo de veintidós
años. ¿Qué tal si descubres que hay algo nuevo de mí que no te guste
nada?130
—¿Lo prometes?5
Asintió.1
—Lo prometo.371
***1
—No tuve otra opción. Aunque debo admitir que estuve a muy poco de
ponerle veneno a su copa para cuando hicieran el brindis, solo que no
quise arruinarle la felicidad a mi hija.120
—Claro que es broma, linda —soltó una risita fingida y después agregó—
. Pero ya sabes lo que dicen por ahí, entre broma y broma, la verdad se
asoma.307
Forcé una sonrisa. Vaya... Elena y mi madre sin duda serían muy buenas
amigas.78
—Por cierto, la portada del próximo libro de George Murphy ya ha sido
aprobada. Solo falta anunciar la fecha de su publicación —murmuré,
tratando de cambiar de tema.1
—Es verdad, lo había olvidado con tantas cosas que tengo en la cabeza
—se colocó las gafas de aumento antes de darle un vistazo a la pantalla
de su celular.1
—No sabes las ganas que tengo por mandar todo al carajo y regresar a
Londres. Quizás debería irme de vacaciones y dejar que te hagas cargo
de la editorial un poco más.106
—No, por favor. Estos días que estuviste fuera creí que iba a volverme
loca —dije medio en broma—. Estar al frente de una editorial es una
responsabilidad muy grande, definitivamente tienes toda mi admiración.
No creí que fuese tan difícil.3
Fue extraño.
—Por cierto, noto algo diferente en ti. ¿Qué es?143
Casi me reí.
—Quiere volver a intentarlo. Él quiere... recuperar el tiempo que nos
arrebataron.73
Elena sonrió y me miró como una madre mira a su hija de catorce años,
después de que esta le habla del chico de la escuela que le gusta. 172
—¿Por qué?
***21
El resto del día transcurrió en un abrir y cerrar de ojos. Ahora que Elena
estaba aquí, el peso del trabajo sobre mis hombros disminuyó
notablemente, por lo que no pude estar más agradecida. Cuando llegó mi
hora de salida, decidí que era hora de hacer algo que llevaba unos
cuantos días evitando.6
Aun no sabía cómo se tomaría la noticia, peor aún, no sabía cual sería su
reacción al escuchar de mi propia boca que estaba pensando seriamente
en darme una nueva oportunidad con Hunter, pero esperaba que no se
molestara, lo último que quería era perder su amistad. 67
—La tendré, créeme. Después de esto siento que puedo hacer todo lo
que me proponga —le di un pequeño sorbo a mi bebida y lo miré—. Pero
basta de hablar sobre mí, ¿qué hay de ti? ¿Cómo vas con la búsqueda
de un consultorio propio?2
Las últimas veces que hablé con Chase, él me había hablado sobre su
deseo por abrir su propio consultorio. Incluso lo había acompañado a
visitar algunos lugares en renta, pero ninguno parecía adaptarse a él. 17
—¿Lo dices en serio? Eso es genial, Chase. Una vez mencionaste que te
gustaría transmitir todos tus conocimientos a una nueva generación,
¿qué mejor oportunidad que esa?1
—Vaya, quien iba a decir que llegaría el día en el que me tocaría ver al
Dr. Hudson nervioso —me burlé—. Estoy muy feliz por ti, de verdad.220
—Gracias —se pasó una mano por el pelo y me miró como si acabase
de darse cuenta de algo—. Te noto más feliz que de costumbre, ¿por
qué será?241
—¿Qué es?
—Mi madre lo convenció de que dejarme era lo mejor para mí, y aunque
al principio él se dejó influenciar por ella, al final, cuando trató de
regresar, mi madre se encargó de que no pudiera hacerlo. Fue tan lejos,
que incluso puso una orden de restricción en su contra. 18
—¿Qué vamos a hacer con esa madre tuya? —sonrió y negó con la
cabeza—. Definitivamente creo que necesita ir a terapia. 450
Chase estiró una mano por encima de la mesa hasta alcanzar la mía. 62
—¿Por qué habría de enfadarme? —lo escuché reírse, cosa que me hizo
mirarlo de nuevo a la cara. Chase estaba sonriendo—. Ellie, todo lo que
quiero es que tú seas feliz. Aun si no soy yo quien te hace sentir y sonreír
de esa manera, créeme que está bien para mí. 1.5K
—No lo harás. ¿Te lo dije antes, no? Aun si solo puedo ser tu amigo,
quiero estar contigo cuando seas capaz de sonreír y decir que eres
completamente feliz.333
—Chase...
Tragué saliva.
—Yo...137
Entonces lo dije. Sin miedo, sin temor, sin nada ni nadie que me lo
impidiera. Esa fue la primera vez en cinco años que dije lo que realmente
quería decir, sin importarme nada más. 211
Parks se dejó caer en una de las sillas y soltó el aire con fuerza. 1
—¿Por qué crees que ella quiera hablar contigo? —me preguntó el
capitán Raymond.28
—Yo fui la primer persona que ella vio después del incidente, quizás se
sienta en más confianza conmigo —expliqué.48
—Por favor, ¿qué te hace pensar que...? —comenzó Parks, pero fue
interrumpido48
Mierda, ¿de podría hablar con una niña de ocho años para ganarme su
confianza? ¿Qué debería hacer para conseguir que hable conmigo?
Mientras pensaba en algún tema de conversación, noté que sus ojos
azules estaban mirando las llaves de la patrulla que había dejado hace
un momento sobre la mesa. En el llavero de estas, había un extraño
animal de peluche que Eva decidió ponerle solo porque se le dio la
gana.187
—¿Cómo lo sabes?9
—Los osos son gordos y tienen las orejas redondas, los unicornios
parecen caballos, pero tienen un cuerno en sus cabezas y el cabello de
colores.246
—En ese caso, será mejor que vayas pensando en un nombre —Susan
volvió a asentir con la cabeza muy emocionada—. Hablando de tu
madre... —tenía que comenzar a hacerle preguntas o estaba seguro de
que el idiota de Parks entraría por esa puerta en cualquier momento —.
Dime Susan, ¿recuerdas que pasó ese día?5
—No lo recuerdo...
Tragó saliva.
—No lo recuerdo... solo lo dijo una vez y casi no pude escucharlo. 257
Se pasó las manos por el rostro y trató de limpiarse las lágrimas que
había derramado durante el interrogatorio. Tenía la nariz muy roja, me
hizo recordar a Annalise, ya que a ella también se le ponía la nariz roja
después de llorar.307
—Claro, dime.3
—Está bien, todo va a estar bien. Esos lugares no son tan malos. 74
—¿Cómo lo sabes?
—¿Lo harás?
***8
—Tu llavero fue de mucha ayuda —dije yo, dándole también un poco de
crédito.
Frunció el ceño.
—Así que estabas borracho, menos mal... —negó con la cabeza—. ¿Por
qué no lo has regresado? Lo que hicieron esos vendedores es inaudito,
mira que aprovecharse de tu estado de ebriedad... incluso podrías
demandarlos.500
Me encogí de hombros.
—Quizás.19
—Pero Hunter... ¿no crees que es demasiado pronto? Es decir ustedes...
ustedes apenas acaban de reencontrarse. Creo que estás yendo muy
rápido.770
—¿Yo?71
Asentí.
—Eres como una hermana para mí, Eva, es justo que tú seas una de las
primeras personas en saberlo, ¿no lo crees? Sin mencionar que eres una
chica, y yo no soy muy bueno siendo un hombre romántico, por lo que es
probable que necesite tu consejo para pensar en una propuesta
adecuada —me pasé una mano por el pelo e hice una mueca—. Cuando
pienso en la forma en la que Trev le propuso matrimonio a su novia,
hasta me siento mal, él muy idiota solo le dijo que se le había caído la
cabe...941
—¿Eva?13
Ella dio un respingo al notar que había lágrimas derramándose por sus
mejillas.
—Oh, yo... lo siento —sonrió y soltó una risita nerviosa—. Lo siento, es
solo que escucharte decir que soy como una hermana para ti fue
realmente muy... muy lindo.1.8K
—Siempre que te duele el estomago por ese tal Andrés, me pides que te
compre algo de chocolate. Así qué está bien, te dejaré escoger lo que
quieras de la tienda.284
—No soy una niña pequeña —se quejó—. ¿Incluso si quiero un huevo
kínder sorpresa?322
—Eres un idiota.173
Sonreí.2
¿Estás ocupada?
8:19 pm.73
Quizás...
8:24 pm.260
Solo bromeaba.
8:24 pm.42
...
Hola, nena.
8:27 pm.404
¿Yo?
¿Un pervertido?
Tía Ellie miente.
Dile que no diga mentiras.
8:28 pm.266
Que miedo...
¿Qué clase de castigo tienes en mente?
8:29 pm.164
¿En serio?
Suena bien.
Quiero decir... tienes razón.
He sido una chica muy mala.
8:30 pm.649
No solo me encanta.
Me fascina.
(Estoy ansioso por verte)
8:32 pm.198
(Yo también)
8:32 pm.227
—Andando.
Capítulo 19
Michael868
Levanté mi atención del libro que sostenía entre mis manos y observé
con fascinación sus ojos grises. Su cabello podría no ser lo
suficientemente rubio, y quizás su piel no era tan pálida como quisiera,
pero sus ojos... esos ojos tan grises eran casi como los de ella.716
—¿Te gusta Edgar Allan Poe? —le pregunté, luego de notar un extraño
tono en su voz.575
—Sí.
Hace exactamente tres días, mientras pasaba por aquí, la vi entrar a esta
nauseabunda cafetería con una mochila colgada al hombro. No hizo falta
que la examinara demasiado para saber que se trataba de una
universitaria que probablemente no pertenecía a la ciudad. Su piel estaba
demasiado bronceada, y no artificialmente, lo que me hizo pensar que
posiblemente proviniera del campo. Su cabello rubio tenía cierto tono
dorado, indicándome que, efectivamente, en algún momento ella pasó
largos periodos de tiempo bajo el sol. 126
Por otra parte, sus astutos ojos grises, eran justo lo que necesitaba para
mi siguiente jugada.98
Algo que me divertía bastante, era mirar los informes en las noticias
sobre los homicidios cometidos por mi propia mano. Al parecer, la policía
continuaba sin obtener pistas que pudieran llevarlos a la persona detrás
de todo esto, lo cual por supuesto, me hacía sentir sumamente orgulloso.
Sin duda alguna, estaba haciendo un trabajo estupendo. 221
—¿Y esa amiga tuya sabe que tendrías una cita con un francés?314
—Suena bien.3
Se colgó de mi brazo izquierdo y procedió a mostrarme el camino a su
casa.5
—Tres años.3
Eso era cincuenta por ciento mentira y cincuenta por ciento verdad.
Mentira porque actualmente no estoy estudiando esa carrera en la
universidad de Columbia, y verdad, porque me gradué como licenciado
en derecho hace cinco años en una universidad en Francia. Otra de las
ventajas de tener un rostro como el mío, era que a pesar de llevar
veintiséis años encima, las personas continuamente solían verme y
confundirme con un joven universitario.365
Je plaisante.494
—Ya basta Sam, no seas mal educado —lo reprimió Arya, sin embargo,
el maldito perro no dejó de ladrar—. Lo siento, normalmente es muy
tranquilo.285
Casi puse mala cara. Odiaba que me hicieran repetir las mismas cosas
dos veces.457
—¿Disculpa?
Suspiré.
—Me trajiste a este lugar para que te follara, ¿no? —dejé caer mi
mochila en el suelo y negué con la cabeza—. ¿Tus padres saben sobre
el estilo de vida que llevas? Dices que tu padre te apoyó cuando les
dijiste que querías estudiar la universidad en Nueva York, pero ¿saben
que en realidad eres una perra mentirosa? Les mentiste, Arya, y también
me mentiste a mí. No estás estudiando en la universidad de Nueva York,
ni siquiera lograste entrar ¿no es así? ¿Por qué mientes? Odio a los
mentirosos.791
La expresión en su rostro era fascinante. Ella estaba pálida como un
muerto, su cuerpo había comenzado a temblar, y sus ojos me miraban
con temor.197
—B.. bien, creo que... que lo mejor será que te vayas —balbuceó,
acercándose a la puerta.
—Isabella amaba a Michael, así que todas y cada una de las veces que
William trató de convencerla, ella siempre lo rechazó. Sin embargo,
puedo decir que las mujeres son realmente un enigma, ya que a pesar
del amor que Isabella tenía por su marido, en un desliz, terminó cediendo
ante los encantos de William y al final, se acostó con él —asentí con la
cabeza y dejé escapar algo parecido a un bufido—. Sí, fue ahí donde yo
fui concebido.399
—El día que nací, Michael había empujado a Isabella por las escaleras,
por lo que fui un bebé prematuro. Aun así, los doctores dijeron que era
un bebé sano y fuerte, pero eso no hizo sentir mejor a nadie, todo lo
contrario. Isabella le pidió a William que me llevara lejos, ella no quería
verme y tampoco quería saber nada de mí. Por otra parte, William, mi
padre, al igual que una jodida marioneta, hizo exactamente lo que esa
mujer le pidió. Y así fue como terminé en un internado en Francia. 233
—No tienes idea de cuánto la odié, recuerdo que lo primero que pensé al
verla fue que ella no era más que una niña mimada. William tuvo una hija
con otra mujer, y además, vivía en su maldita casa. No como yo, que fui
obligado a vivir en otro maldito país —apreté los dientes—. Quería
lastimarlos, a William y a su maldita hija, así que comencé a indagar
sobre ellos. No obstante, no fue necesario, pues rápidamente me di
cuenta de que William y su esposa rara vez estaban en casa. Mi
hermana siempre estaba sola, ella... era igual a mí. 354
—La observe durante dos años, hasta que ella cumplió diecisiete. Y
durante esos dos años, no hice más que pensar en todas las formas en
las que podría deshacerme de ella, para así hacerle daño a él. Quizás
William no pasaba mucho tiempo con ella, pero algo era seguro. Él la
adoraba, y no lo culpo, es imposible no hacerlo. Incluso yo lo hago,
después de todo, es mi hermana pequeña. Pero eso no iba a detenerme,
así que ideé un plan.499
—Entonces sucedió algo muy extraño, su novio la engañó con otra chica,
y ella comenzó a salir rápidamente con otro chico, que, resultó ser nada
más y nada menos que mi otro medio hermano —sonreí y casi solté una
carcajada—. ¿Sabes lo extraño que es ver a tus dos hermanos juntos?
Peor aún, ¿sabes lo asqueroso que es verlos follando? Puede que ellos
no compartan sangre entre sí, pero joder, ¿qué cojones?1K
—No, yo solo...
—No, dije que si no hacías ruido, quizás te dejaría vivir un poco más.
¿Cuánto tiempo tardé en contarte toda la historia? ¿Diez, quince
minutos?
Ella intentó hablar, pero lo único que salió de su boca fue sangre. 2
—¿Quieres saber la razón por la que estoy haciendo esto? —de nuevo,
solo escupió sangre—. Mi hermanito es oficial de policía, y está aquí, en
Nueva York. Él no sabe de mi existencia, y estoy seguro de que ella no
se lo va a decir. Pero estoy asesinando a mujeres que se parecen
físicamente a mi hermana, con la única intención de enviarle un
mensaje.587
Diez segundos.
Annalise me pertenece, así que mantén las malditas manos lejos de ella
o te atendrás a las consecuencias.
Capítulo 20
Ellie161
—Gracias hija.
—¿Puedo ir contigo?52
—Pero...21
—Ya me escuchaste.1
8:38 pm.1
8:38 pm.52
Sí, no te preocupes.
8:39 pm.
De acuerdo, pero...
8:39 pm.
¿Quieres un adelanto?1
8:39 pm.
8:40 pm.1
No esperaba que la tuvieras.94
Oficial789
8:40 pm.5
—¿Tu madre quiere dejar el hospital? —me preguntó Lexie al verme salir
de mi habitación con mi bolso y un suéter, lista para marcharme.
—Seguro, te veo mañana —pero antes de que pudiera salir por la puerta,
Lexie agregó—. Con cuidado, recuerda que sin globito no hay fiesta. 629
Yo no era tonta, por supuesto que sabía que sin globito no hay...
mierda.382
Ahora que lo pienso, todas las veces que he estado con Hunter, lo
habíamos hecho sin preservativo, y aunque compré una pastilla en la
farmacia, también había olvidado tomármela. 749
Según tenía entendido, el lapso para que la pastilla del día siguiente
hiciera efecto era de cinco días, y bueno, solo habían pasado dos días,
por lo que no tenía por qué haber un problema sí decidía tomármela hoy
mismo. Revisé mi bolso para confirmar que la pastilla estuviera ahí y dejé
escapar un suspiro. Me la tomaría después de ir por mi madre. 952
Asintió con la cabeza y recogió una bolsa en la que supuse, llevaba sus
pertenencias.4
—Sin duda, voy a volverme loca con todos estos olores fuertes —sonreí
y permití que caminara conmigo del brazo hasta la salida—. Tu padre
estuvo aquí —soltó de pronto.97
—Sí, llegó esta misma tarde. Me dijo que has estado evitando sus
llamadas, lo cual no me sorprende, ya que también estabas eludiendo las
mías. Ahora me siento un poco mejor. 49
—No es que esté evitando sus llamadas, es solo que he estado muy
ocupada —eso no era del todo cierto, pero era la mejor excusa que
tenía.5
—Al parecer, va a quedarse unos días y me pidió que te dijera que quiere
verte.
—Ellie...
—¿Qué es?
—Sí, supongo que sí. Pero ahora él está casado con esa... —apretó los
dientes—. Mujer, y está bien, es decir, él y yo no pudimos ser felices
debido a mi carácter, pero me alegra saber que está haciendo su vida
con esa... —de nuevo, apretó los dientes—. Mujer.387
Me hizo gracia ver como mi madre trataba realmente muy duro por
pretender que la noticia no le había molestado, cuando era evidente que
sí.
—Ya veo...20
—¿Es por eso que has estado evitando a tu padre, cariño? —quiso
saber.
—Siento mucho no haber podido estar ahí para ti cuando eras pequeña,
Ellie. No tienes idea de lo mucho que me arrepiento —enunció mi
madre.207
—Déjame terminar —me pidió, con un tono suave de voz y sin soltar mi
mano izquierda —. Quiero que me perdones por no haber podido ser una
buena madre, y también quiero que me perdones por todas las cosas
horribles que hice y he hecho.236
—Mamá...
—No fue culpa tuya. Josh estaba mal de la cabeza, y Mic... —cerré la
boca de golpe, esperando que no haber cometido un error—. Eso ya es
parte del pasado.322
—No, no para mí. Todos los días pienso en eso. Debí haberte puesto
más atención, debí haberte cuidado mejor, debí haberte protegido... 72
—Mamá —la tomé de ambas manos y sonreí—. Está bien, estoy bien
ahora. Me gusta pensar que todo eso fue un mal sueño, algo que nunca
pasó. Es mi manera de sobrellevarlo.39
—Pero...6
—Vale...3
Mi madre esperó a que las puertas del elevador se cerraran para de decir
algo.
Me giré a mirarla.
—¿Adonis?2
—¿Lo viste bien? Es guapísimo. Vive en el piso más alto de esta torre y
creo que es uno de los hombres más jóvenes y ricos del mundo, según la
revista Forbes.379
—Solo un poco...47
8:40 pm.1
ya sabes, arrestándome.519
9:32 pm.7
9:35 pm.1
9:35 pm
Claro nena.251
9:35 pm.1
Sorpréndeme.388
9:36 pm.
—Hogar, dulce hogar —exclamó mi madre, uniéndose a mí en la
cocina—. Gracias otra vez por haber ido a recogerme, cariño. 26
Me giré a mirarla.
—¿Sí?
—No tienes por qué agradecer, cariño. Solo espero que puedas
perdonarme. Yo fui quién le pidió a Hunter que se fuera hace cinco años,
lo convencí de que alejarse era lo mejor, y aun cuando él regresó al
enterarse que estabas internada en un hospital psiquiátrico, no le permití
acercarse a ti. Te mentí muchas veces, lo siento, creí... creí que estaba
haciendo lo mejor para ti y no me di cuenta de lo mucho que te estaba
lastimando... yo...228
—Está bien.1
Mi rostro enrojeció.1
—Bueno...1
***9
Forcé una sonrisa en mis labios. No era momento para actuar como una
novia celosa, sobre todo, cuando yo ni siquiera era la novia, así que lo
dejé pasar.73
—Hola Eva.3
Una vez dentro, noté un fuerte olor a queso cheddar que provenía de la
cocina.
—Oh...
Y fue así como se hizo un silencio incómodo entre nosotras. Apreté los
labios y le lancé una mirada curiosa a Eva. Ella era muy bonita; tez
morena, cabello castaño, y profundos ojos oscuros. También era más
alta que yo, y su cuerpo tenía más curvas.267
¿Por qué actuaba como si esta fuera su casa? Tranquila, Ellie, está bien,
ella solo está siendo amable. No dejes que tus celos se apoderen de ti.
Eva es la mejor amiga de Hunter, eso es todo, no hay razón por la cual
debería sentirme celosa.227
Santa madre...151
—Siento no avisar que llegaría antes, pero resulta que... —sus brazos
me rodearon por la cintura y luego me levantó del suelo para después
devorarme la boca con un caluroso beso. 1.1K
Eso me sorprendió, tanto, que no pude evitar soltar un suave gemido. 269
Sus labios se movieron sobre los míos con fuerza y delicadeza al mismo
tiempo, cerré los ojos y me permití disfrutar de la sensación de
hormigueo que comenzaba a brotar en mi estómago. Su lengua encontró
la mía, profundizando así todavía más nuestro beso. 322
Coloqué mis manos en sus hombros y traté de echarme para atrás, solo
que él no me lo permitió.1
Finalmente, cuando Hunter pareció tener suficiente de mí, separó
nuestras bocas y dejó que mis pies tocaran de nuevo el suelo de
madera.1
—No, yo... quedé de verme con Darla para cenar —habló Eva. Tomó su
bolsa del perchero junto a la puerta y luego se puso su chaqueta de
mezclilla—. Fue muy lindo verte, Ellie. Te... te veo mañana en la
comisaría, Hunter. Oh, y gracias por los chocolates. 441
Hunter asintió y posó sus ojos sobre ella solo unos segundos. 120
—¿Y?83
—Lo siento nena, pero cuando estás bajo el mismo techo que yo, no
puedo pensar en nada más —me acomodó un mechón de cabello detrás
de la oreja—. ¿Tienes hambre?384
Quise enojarme con él, de verdad que lo intenté, pero no pude hacerlo. 65
—Mucha.6
Sonreí y lo seguí.1
—Bien, dijo que estaba harta de estar en el hospital y me pidió que fuese
a recogerla.
—No es eso, nena, es solo que amo escucharte hablar. No sabes cuánto
extrañé el sonido de tu voz.1.1K
—Hunter... —insistí.2
—¿Sí?1
Se dio la vuelta para mirarme y tomó mi rostro entre sus manos. Por la
mirada extraña en sus ojos pude darme cuenta de que algo estaba
molestándolo, o tal vez solo estaba pensando en algo demasiado. Sea lo
que fuera, no iba a decírmelo.207
—Lo hice.9
—¿Qué? Eres muy guapa y tienes un cuerpo que, madre mía... —no
pude contener la risa—. Hablo muy en serio cuando te digo que si lo
hubieras querido, hubieses podido seducirlo, es decir, tuviste cinco años
para lograrlo.226
—Quizás sí, quizás no, el punto es que ahora jamás lo vas a saber. 49
Oh sí, oh sí.99
Darla dirigió sus ojos al techo y juntó sus manos, como si le rezara a
algún dios.79
—¿Te importaría apagar tu cigarro? —le había dicho, luego de notar que
el causante de que todo mi cuarto oliera a tabaco, era él. 54
—No.51
—¿Eh?
—Sí.3
Sonreí triunfante.
—¿Te dio miedo la idea de que te acusara con tus abuelos? —me
burlé.88
—Sí, es la frase de una película que sirve como pretexto para muchas
situaciones —luego de eso, me recargué sobre el marco de mi ventana—
. Soy Eva, por cierto. Eva Prescott.140
—Claro que lo hará —abrí la boca para protestar, pero sus ojos viajaron
a una persona detrás de mí—. Mira quien viene ahí, el chico más guapo
y ardiente de Nueva York.63
—Déjame corregir eso, eres la chica más hermosa del planeta entero. 160
—¿Qué? Ni de broma.
—No voy a dejarte sola en un bar, alguien podría querer intentar algo. 85
—Eva...
—Está bien Darla, solo me tomaré una copa más y después me iré a
casa.12
—¿Lo prometes?
—Sí, lo prometo.25
—De acuerdo, pero quiero que me envíes una captura del coche que
vayas a tomar, y también quiero que me envíes un mensaje cuando ya
estés en tu casa.255
—Sí, mamá.48
Puso mala cara, pero al final agarró el brazo de Shane el ardiente y
juntos abandonaron el lugar. Una vez sola, fruncí los labios y miré
fijamente mi copa sobre la barra. Hunter y Ellie, Ellie y Hunter demonios,
¿por qué no puedo dejar de pensar en ellos? El recuerdo de ellos dos
besándose y riendo en la sala no quería salir de mi cabeza, sin importar
lo mucho que lo intentara, no podía arrancarme esas imágenes. 152
—Eres una tonta, Eva —me dije a mí misma, antes de sonreír y negar
con la cabeza.185
Los ojos grises del chico guapo me miraron, al mismo tiempo en el que
una sonrisa se formaba en sus labios.293
—Algo así —respondí cuando salí de mi embobamiento.
—No.
—Entonces, ¿qué hace una chica tan bonita, sola en un bar, con una
expresión tan triste? —tragué saliva y regresé mi atención a mi trago de
Toro Bravo.137
—¿En serio?5
—Sí.
Inmediatamente entristecí.
—Es mi mejor amigo, lo conozco desde hace casi cinco años —hice una
pausa antes de continuar. No quería solo empezar a contar mi triste
historia si a él no le interesaba, pero fue todo lo contrario, el chico guapo
parecía realmente interesado—. Creo que me enamoré de él a primera
vista, y no lo digo porque él sea muy atractivo, sino, porque a pesar de
que aparentaba ser alguien rudo y descortés, en realidad era alguien
amable y generoso.298
Tuve que parar de hablar cuando sentí que las lágrimas me picaban los
ojos. Diablos, tenía que recordar que no era bueno hablar de Hunter bajo
los efectos del alcohol.18
—Sí, lo hiciste.45
—Lo siento, el alcohol me hace decir muchas tonterías...19
Él era tan guapo, tenía unos labios que suspiré. Por alguna razón, en
todo lo que podía pensar era en besarlo. Sus manos sobre mi cintura se
sentían calientes, tanto, que quería que me tocara y las deslizara por
otras partes...170
—Espera... no te vayas...
—Yo no te traicioné.1
—¡Lo hiciste!1
—Michael...10
Abrí los ojos de golpe al sentir que mis pulmones se quedaban sin aire,
me senté en la cama y tomé una inhalación profunda. Mi cuerpo entero
estaba temblando y de mis ojos no paraban de salir lágrimas calientes.
Miré mis manos, estaban cubiertas de sangre, las sabanas estaban
cubiertas de sangre.306
Dios mío, había sangre en todas partes5
Esa voz, Hunter. Él está bien, está vivo. Aquello fue solo un sueño. Pero,
aun así... Michael, él está aquí, en Nueva York. Lo sé, casi puedo sentir
su presencia. Él está aquí a pesar de que prometió que me dejaría en
paz. Él está aquí para hacerme sentir miserable.188
Cuando me giré para mirarlo con los ojos llenos de lágrimas, sus cejas se
fruncieron e inmediatamente se acercó a mí para saber que era lo que
me pasaba. No dije nada, en su lugar, deslicé mis manos por su cuello y
me senté a horcajadas sobre él. Abrió la boca para decir algo más, pero
yo me encargué de unir nuestras bocas en un beso desesperado. 332
—No.167
—Nena...303
—La última vez que escuché eso no volví a verte en tres meses. 981
—Lo sé, sin embargo —señalé la puerta del baño que, básicamente,
estaba a cinco pasos de distancia de la cama—. Esta vez, el baño está
justo ahí.279
—Yo...1
>
Tragué saliva y me miré las manos. Después de un rato, negué con la
cabeza.
—No lo recuerdo.
Fruncí las cejas y abrí la boca para hacer una pregunta, pero mi madre
se me adelantó.
—No quiero decir que sea imposible, pero las posibilidades son muy
bajas.322
—¿Quiere que sea sincera? —me preguntó, mirándome solo a mí. Sin
ser capaz de encontrar mi propia voz, asentí—. La posibilidad es de...28
—Cierra la boca.2
» La única razón por la que compraste esa pastilla, fue para sentirte una
mujer completa, ¿no es así? Pero la realidad es que, no lo eres, Ellie.
Solo eres la mitad de una.268
—No lo sé, yo... —me llevé ambas manos a la cabeza e hice una
mueca.2
—¿Qué sucede?1
—¿Eh?92
—Eres un mentiroso.20
—¿Mentiroso?65
Sonrió, dejó el tazón sobre la barra y tomó mi rostro entre sus manos. 9
—Hunter...1
—Pero...2
Sonreí, después recordé que aún estaba enfadada y volví a poner mala
cara.420
—Está bien.2
—¿Me crees?3
—Sí —miré lo que había en el tazón y arqueé una ceja—. ¿Qué estabas
haciendo?160
—Un omelette.74
Esta vez me fue imposible no sonreír como una tonta. Me senté sobre
uno de los taburetes frente a la barra de la cocina y miré a Hunter con la
barbilla apoyada en mi puño. Él no estaba usando una camiseta, de
forma que, desde mi lugar, tenía una vista increíble de toda su espalda
cubierta de tatuajes. Me mordí el labio y observé con fascinación la forma
en la que los músculos de sus hombros se flexionaban cada vez que él
hacía algún movimiento.213
—¿Mmm?98
—Solo responde.1
—Está bien, nena. Si no quieres tener hijos tampoco voy a obligarte. 431
—Soy una mujer dañada... —dije, forzando una media sonrisa en mis
labios.313
—No, no lo eres —dijo él, con una expresión bastante seria—. Que no
puedas tener hijos no significa que estés dañada. 476
—Porque amo cada parte de ella. Algo como eso no hará que deje de
amarla.658
Paz, seguridad y amor... esas eran las tres primeras palabras que venían
a mi cabeza cada vez que estaba con Hunter. Paz, porque con él sentía
una tranquilidad mental que no había sentido en mucho tiempo;
seguridad, porque sus brazos me parecían el lugar más seguro del
mundo; y amor, porque nunca había sentido este sentimiento con
ninguna otra persona.240
—Gracias por los macarrones —solté contra sus labios—. Y también por
el omelette.90
Me sentí como una idiota al hacer esa pregunta, cuando la respuesta era
más que obvia.1
—Pues que yo... ya saben... pero no es así. Yo solo vine a... 141
En ese momento, la puerta del edificio se abrió y esta vez, fue Lexie
quien salió.2
Hunter sonrió.156
—Pues que nosotros... ya saben, pero no es así. Chris solo vino a... a
ofrecerse a llevar a Valentina a la escuela —balbuceó ella—. Ya le dije
que no es necesario por qué...87
>
—Sí, sí, ahora vete.222
—Lo que usted diga, patrona —después de eso, los dos compartieron
una sonrisa misteriosa y luego Chris se marchó en su auto. 78
Cuando Lex entró al edificio, Hunter me miró y señaló las dos puertas de
la entrada.25
—Ahora... ¿en qué nos quedamos? —me reí cuando acercó su boca de
nuevo a la mía—. Te decía si te parece bien que nos veamos otra vez
esta noche.51
Escucharlo llamarme nena era algo que hacía que me temblaran las
piernas.368
—No, no solo un cambio de ropa, más. Y también otras cosas que creas
necesitar.488
—¿Por qué?32
—Sí.556
—Tal vez, pero sucede que quiero despertar y ver tu rostro hinchado a mi
lado todos los días.608
Le di un fuerte golpe en el estómago.1
¿Por qué de pronto decía cosas que me hacían querer llorar? 194
—Gracias.
—Está bien, esperaré el tiempo que sea necesario para escucharte decir
esas palabras.555
Después de eso, él retomó su camino y se marchó. Me quedé durante
unos minutos mirando el sitio por donde Hunter había desaparecido,
hasta que algo más llamó mi atención. 17
Ella está bien, pensé. Es imposible que algo malo le haya pasado. 185
—Hey Cross —me llamó alguien al salir de la sala de juntas. Era una
chico rubio más o menos de mi edad que había estado junto conmigo y
Eva en la academia de policía hace algunos años—. La detective Pérez
me pidió que te entregara esto, parece que es la dirección de la casa
hogar a donde fue llevada la pequeña del caso en el que estás
participando.173
—Gracias Bruno.99
—La próxima vez que te escuche hacer ese tipo de bromas voy a partirte
los dientes, ¿entendido? —Bruno tragó saliva y asintió—. Ahora lárgate
antes de que cambie de parecer.393
No tuve que decirlo dos veces, porque ese idiota prácticamente salió
corriendo.17
—Yo... estuve bebiendo con Darla ayer y creo que olvidé poner la alarma
—explicó un poco torpe—. Siento haberte preocupado, no era mi
intención.52
—¿Dónde estás? —quise saber.
El conductor dijo algo que no fui capaz de entender y luego Eva soltó una
risita.2
Cerré los ojos y permití que una palabrota escapara de mi boca. La idea
de seguir encontrando cuerpos de mujeres asesinadas me llenaba de
rabia, mucha rabia. ¿Cómo puede una persona ser tan precavida a la
hora de cometer un homicidio? ¿Por qué diablos todas sus víctimas
tienen un patrón? ¿Qué objetivo hay detrás de todo esto?75
Annalise.606
—Estoy aquí, estoy aquí —exclamó una voz femenina—. ¿Dónde está
ese café? Lo necesito antes de que... —tuvo otra arcada y yo le tendí la
taza sin decir una palabra.41
Eva tomó la taza entre sus manos y le dio un largo trago a su bebida
caliente. Después hizo una mueca y sacó la lengua de su boca. Sí, esa
idiota acababa de quemarse.124
—De verdad que nunca dejas de sorprenderme —le quité la taza de café
de las manos antes de que se quemara de nuevo—. ¿Y bien?1
—¿Qué?
—No, estuve muy atenta en todo momento así que no pudo hacerlo, es
solo que no debí pedir bebida tras bebida. Mi tolerancia al alcohol no es
muy alta que digamos.131
Fue muy agradable hablar contigo, Eva. Espero que podamos volver a
vernos cuando estés en tus cinco sentidos. Dejé pastillas para el dolor de
cabeza junto la lampara.248
—¿Estás segura?
—Mmm...35
—¿Estás enfadado?118
—Hunter...50
***13
Durante el resto del día Eva y yo no hicimos más que patrullar las calles
de Brooklyn y atender una que otra llamada por radio. Desde que ese
psicópata degollador de mujeres eligió Brooklyn como su parque de
juegos, gran parte del las tareas del cuerpo policial de Nueva York eran
mantener vigilada la zona. Nunca se sabía cuando volvería a atacar. 9
—Al menos deberías decirme por qué. Ya me disculpé por llegar tarde al
trabajo y por beber de más ayer. ¿Por qué más quieres que me
disculpe?128
—¿Estás enojado por lo que te conté del chico? ¿Es eso? —cuando no
respondí, continuó—. ¿Acaso estás celoso o algo?1.6K
—No me pasó nada, ¿cuántas veces tengo que repetirlo? —bufé y entré
al coche. Eva hizo lo mismo—. No volverá a suceder, ¿de acuerdo?
—Prométemelo.17
—¿Es en serio?
—Eva.
Me encogí de hombros.1
—Bien.
Una vez ahí, noté que no había señales de otro coche patrulla cerca,
pero sin duda estábamos en el lugar indicado. Eva y yo bajamos del auto
con las manos en nuestras armas, listos para desenfundarlas en
cualquier momento.115
—Es probable, así que ten cuidado. El asesino podría seguir aquí. 27
—V..vale.467
¿Qué cojones?
—Solicito ayuda medica en Borough Park, entre la 13th avenida y la calle
52th. Edificio 1320, sexta planta, puerta 66. Tengo un diez uno, oficial
herido —exclamé por la radio—. Aquí el oficial Cross, ¿alguien me
copia?41
—Policía de Nueva York, ponga las manos donde pueda verlas —solté.73
—Pon las malditas manos donde pueda verlas, ahora —exigí, listo para
jalar del gatillo en caso de que se le ocurriera sacar un arma de fuego. Él
hizo caso omiso a mis palabras y sacó una cajetilla de cigarros. Tomé mi
radio—. Aquí el oficial Cross, solicito... 68
—Oui.570
—A plus tard, mon frère —exclamó antes de dar media vuelta y salir por
una ventana.860
Una parte de mí quería saltar por la ventana y atrapar a ese hijo de perra,
pero un grito en el interior de la habitación me hizo regresar a mis cinco
sentidos. Mierda, Eva seguía dentro.370
Guardé el arma de nuevo en su funda y atravesé de nuevo el lugar.
Cuando llegué a ella, me di cuenta de que parte de su uniforme estaba
en llamas.280
—Pero...16
La tomé entre mis brazos y me levanté del suelo. Teníamos que salir de
ese lugar antes de que fuera demasiado tarde. El fuego amenazaba con
tragar todo a su paso y si no nos dábamos prisa, también nos tragaría a
nosotros. Pensé en salir por la ventana al igual que aquel maldito
psicópata, pero las llamas habían alcanzado las cortinas y ahora parecía
imposible salir por ahí.26
—Ya casi salimos —dije, luego de atravesar el pasillo que nos llevaba a
la salida, mi visión comenzó a tornarse borrosa y cuerpo se sintió cada
vez más pesado debido al humo que había estado respirando durante
todo este tiempo—. Falta muy poco...54
Algo estalló en alguna parte del departamento. Lo último que escuché fue
un grito ahogado de Eva.
Capítulo 24
Ellie299
Quizás eso hubiera sido lo mejor, así no tendría que vivir día a día con
los recuerdos de haber estado en el mismísimo infierno. 83
Jenna lo miró con cara de pocos amigos y luego puso los ojos en
blanco.1
—Eso quisieras.40
—Cierra la boca.1
—Mark...13
1:45 pm.94
¿Tú?3
1:46 pm.
Patrullando.
1:46 pm.
Eres un pervertido.1
1:46 pm.
1:47 pm.
¿Tú ya comiste?
1:47 pm.
1:48 pm.
Ya quiero verte.2
1:49 pm.
1:49 pm.
Idiota pervertido.75
1:50 pm.
:(987
1:50 pm.30
Bien, tú ganas.1
1:50 pm.1
¿Y...?4
1:51 pm.
Zapatos de tacón.16
1:51 pm.
¿Y...?107
1:51 pm.1
De encaje.102
1:51 pm.
Mierda.24
1:52 pm.1
—¿A qué se debe la gran sonrisa en tu rostro, eh? —me preguntó Jenna,
justo antes de que terminara de leer aquel mensaje. 53
Demonios, no me gustaba nada que las personas hicieran eso, pero... 212
—Dios mío, ¿estabas teniendo sexting con Chase? —soltó en voz alta,
ganando incluso la atención de Mark. Mis mejillas se calentaron y abrí la
boca para responder—. Un momento, el tipo de la foto no es Chase. ¿No
me digas que...? ¿Volviste con tu ex?379
Ella sonrió y colocó los codos sobre la mesa, mirándome con ojos
coquetos.1
—Jenna...
—¿Para qué?3
—Madre mía... este hombre está para chuparse los dedos —admitió.379
—Bien, es suficiente.
—¿Dónde diablos lo tenías escondido? Es un manjar de los Dioses. 198
—¡Ouch!
Bufó.
—Tienes razón, tu rostro está igual de rojo que un tomate. Que adorable
—se rio Jenna.75
—¿Segura?9
7:13 pm.
¿Hunter?2
7:25 pm.12
—¿Lex? —respondí.6
—Lexie...
Un momento... ¿qué?
—¿Eh?
—Lo que oíste. Ese idiota... —sorbió por la nariz—, ese idiota me pidió
que me casara con él. ¿Puedes creerlo? Nosotros... nosotros ni siquiera
estamos en una relación o algo.
Estaba segura de que era él, así que lo único que hice fue detenerme en
medio de un callejón.164
—Mientes.14
—No, aquí la única mentirosa eres tú. Te vi esta mañana, estabas con
él.192
—Suéltame.
—No, ¿pero tienes idea de lo retorcido que es para mí verlos juntos? 518
—Lo siento, no fue mi intención —se miró la mano con la que había
estado tomándome del rostro y frunció el ceño—. Es solo que estoy muy
enfadado...353
Cerró los ojos durante unos segundos y cuando volvió a abrirlos, una
sonrisa perversa se formó en sus labios. Sí había algo que me aterraba
de él, eran sus cambios de humor.48
—¿Por qué?
—Porque por primera vez en mucho tiempo siento que puedo ser feliz, y
tienes que llegar tú y arruinarlo todo. 46
—El que no lo entiende eres tú. ¿Qué tengo que hacer para que me
dejes tranquila de una buena vez por todas? ¿Qué tengo que hacer para
que dejes de atormentarme?20
—No.1
—Michael...1
—Considera esto tu primera advertencia.5
—¿Qué hiciste? —me giré hacia él—. Michael, ¿qué hiciste? —cuando
no respondió, corrí detrás de él y lo detuve tomándolo del brazo—. ¿Qué
hici...?
"Es tu culpa"15
—No...
"Lo desobedeciste"
—Yo no...
—¡No!
—¿Hunter...?
—Oh, está bien, no pasa nada... —mi cuerpo se relajó—. ¿Estás seguro
de que está todo bien? Te escuchas un poco... raro.
Hunter.318
—Solo estoy cansado, ha sido un día pesado —en ese momento, uno de
los doctores que había atendido a Eva se acercó a mí e inmediatamente
cubrí el micrófono con una mano.42
—¿Cómo te sientes?
—¡De puta madre, tío! No siento ningún dolor. Nada nada, ni poquito. Es
como si mi cuerpo estuviese flotando en una nube. 394
Sacudió la cabeza.
—Mmm...58
—¿Qué cosa?
—Ese sonido que haces con la boca cuando estás pensando en algo. 126
—Eva...1
—Hazlooo —insistió.270
—¿No?
—Nop.1
—¿Qué más?1
—Cucarachas y gusanos, ugh.216
Tratar con una Eva bajo la influencia de los analgésicos era difícil,
prácticamente era como si estuviera borracha. 3
—¿Eh?3
—El doctor dijo que estarás bien. Sufriste quemaduras de segundo grado
pero es muy probable que una vez recuperado, no queden marcas —le
hice saber.27
—Me asusté horrible... —dijo ella, sin dejar de mirar su brazo—. Cuando
vi que mi brazo estaba en llamas y no podía apagar el fuego, creí que iba
a morir.243
Apreté los puños.
—Te prometo que voy a atrapar a ese hijo de perra y... 114
Suspiré para calmar mi ira y tomé su mano entre las mías. 291
—Te escucho.6
—Hunter...
—No pienso ir a ningún lado, solo necesito hacer una llamada —sonreí
para tranquilizarla—. Volveré en unos minutos, ¿de acuerdo?29
—De acuerdo...52
—El que no se ve muy bien eres tú, Cross. ¿Ya te revisó un médico?27
—Estoy bien.50
—Él dijo que está bien, ¿no? —se encogió de hombros—. Ahora dinos,
¿qué pasó?191
Les conté todo. Desde el momento en el que recibimos la llamada por
radio, hasta el momento de la explosión que casi me hizo perder el
conocimiento. Afortunadamente, fui capaz de levantarme de nuevo y
sacar a Eva de ese lugar antes de que el fuego nos tragara. 3
—Sí. Era un chico alto y rubio; muy delgado, de piel pálida, misma
estatura que yo, y vestía estrictamente de negro. 182
—Eso parece...
—Parks...
—No tardaré.
—Voy a ser franco, novato. Me parece extraño que, de todas las jodidas
patrullas en Brooklyn, haya sido exactamente tu radio la única que fue
hackeada. ¿Por qué será?181
—¿Estás seguro?
Asentí aun con los ojos cerrados. Joder, mi dolor de cabeza solo estaba
empeorando.31
—Bien.
Cuando creí que ya se había ido, sentí una mano en mi hombro derecho.
—¿Investigación?
Según los doctores, fue un milagro que no hubiese sufrido una contusión
cerebral, pues la fuerza del golpe había sido tanta, que estuvo a punto de
abrirle el cráneo.349
—¿Sí?4
La escuché reírse.1
—¿Sigues en toalla?1
—Sí.1
—¿Eh?
—Quítate la toalla.159
—¿Qué me toque?3
—Sí, quiero que cierres los ojos e imagines que estoy ahí contigo.
Imagina que te estoy tocando donde más te gusta —se quedó en silencio
durante un rato—. ¿Lo estás haciendo?425
—Sí...100
Tragué saliva.50
—Ahora tócate con las yemas de los dedos, nena. Haz movimientos
circulares y no te detengas —volvió a gemir con más fuerza—. No dejes
de hacerlo...523
—Hunter...9
—No...57
Apreté los dientes con fuerza y eché la cabeza hacia atrás cuando ella
comenzó a soltar gemido tras gemido, sin detenerse. Ya no hacía falta
que le dijera que más hacer, ella estaba haciendo el resto sola. Joder,
joder, joder. Iba a correrme en mis pantalones. 342
—Sí...
—¿Te gustó?1
—Mucho...45
Joder...2
—Definitivamente.2
Abrí la boca para responder, pero mi teléfono se quedó sin batería. 407
Mierda...
Capítulo 26
Ellie107
—Eso quisieras. 6
—Bien, suficiente. Ellie, ¿cuál de los dos anillos tiene la piedra más
grande?484
—Sí, ¿cuál?4
—¿Perdón?12
—Quizás, pero el mío es más bonito. Trev tiene buen gusto. 150
—¿Mmm?5
—No.
—¿Por qué?1
—¿En serio, Ellie? ¿Lista para qué? ¿Para dejarte querer por un hombre
que está loco por ti? Deberías haberlo visto la noche que nos llevaron
serenata, la manera en la que te miraba era muy tierna. Sin mencionar
que Christopher y Trevor estaban a punto de romperse la nariz
mutuamente y él ni siquiera lo notó por estar mirándote. 587
—Lo sé, sé que Hunter me quiere y que durante todo este tiempo nunca
dejó de hacerlo, pero no es tan sencillo. No cuando lo único que tengo
son un montón de traumas. ¿Y sí termina fastidiándose de mí? ¿Y si mis
traumas son demasiado para él?211
Por segunda vez en el día, Lexie puso los ojos en blanco y negó con la
cabeza.1
—¿Por qué insistes en poner tantas excusas para ser feliz? De verdad,
Ellie. Tu felicidad está ahí, justo frente a tus narices, y no haces otra cosa
que no sea huir de ella. Hunter te quiere, no, espera, él no solo te quiere.
Él te ama. Te ama con todo y tus traumas, cualquiera se da cuenta de
eso. Así que deja de eludir ese sentimiento y grítalo, joder. 399
—Grítalo.1
—No.
—Ellie...
—Lexie...
—Lisa... —comencé.
—Sí, quiero decir, pronto yo también voy a casarme. ¿Así que, por qué
no?
—Chicas...
—¡Ahora!6
—Lexie, ¿qué tal si buscas vestidos con corte de sirena? —propuso Lisa.
Ella asintió y se marchó para comenzar a buscar vestidos—. Y tú, mi
bella Ellie, ¿qué tal si buscas vestidos con corte princesa? 1
—¿Corte princesa?210
—De acuerdo.
Dicho eso, Lisa se marchó a otro lado de la tienda, lista para rebuscar
entre los vestidos que colgaban de las paredes por todo el segundo piso
del lugar.
—Nada mal —exclamó Lisa al ver los tres vestidos que había elegido—.
Ahora anda y pruébatelos.
—Por eso no hay problema, le dije a la encargada que las tres vamos a
casarnos pronto.211
—Pero yo no...15
Suspiré.
Ambas llevaban puestos vestidos igual o incluso más bonitos que el mío.
—¿Sabes que tienes que elegir solo uno, verdad? Recuerdo que en la
graduación compraste un montón, ahora no puedes hacer lo mismo.
Estos vestidos cuestan una fortuna.100
—Lo sé, lo sé. Por eso necesito ver más opciones. Ahora pruébense los
que siguen.
—¡Se supone que el novio no debe ver el vestido hasta la boda, idiota! —
continuó Lisa.211
Salí del probador y sonreí al ver a Lisa golpeando una y otra vez a Trevor
en el pecho, furiosa por el hecho de que él hubiese entrado hasta los
vestidores de la tienda.78
—Trevor.388
—¿Trevor?
—Tu amiga le pidió que pasara a recogerlas, yo estaba con él así que...
—se remojó los labios antes de continuar. 136
—¿Eso crees?53
—Muy hermosa.18
Dios mío, ahora él iba a pensar que yo tenía la boba idea de casarme. El
matrimonio era algo que espantaba a la mayoría de los hombres. ¿Y sí el
verme vestida de novia lo espantaba a él también? Buen trabajo, tonta.
Ahora que finalmente te habías decidido a... 367
La puerta del probador se abrió y Hunter entró sin decir una sola palabra.
Aquello me sorprendió. Abrí la boca para decir algo, pero antes de que
tuviera la oportunidad de hacerlo, sus labios ya estaban sobre los míos.
Deslizó sus manos por mi cuerpo y me pegó a él, profundizando todavía
más nuestro beso. Gemí en su boca mientras me aferraba a un puñado
de su camisa oscura. Hunter mordió y tiró de mi labio inferior antes de
empujarme contra la pared para devorar la piel de mi cuello. 550
—Hunter...4
—Fóllame.711
Tragó duro.2
—Nena...465
Me miré las uñas y fruncí un poco las cejas. Mis uñas no estaban tan
largas como para haberle ocasionado una herida en la espalda.
Entonces, ¿por qué estaba sangrando?95
—Hunter...
Hice un mohín.7
—Ya deben haberse dado una idea con lo ruidoso que fuimos.249
—Nena...284
—¿Qué estás...?41
—Hunter...54
—¿Pase lo que pase? —dije ahora, con los ojos llenos de lágrimas.307
Él asintió.26
Cada vez que abría mi bolso para buscar cualquier cosa, lo primero que
veía era un pequeño estuche de terciopelo azul. Sin importar cuantas
veces lo mirara, mi reacción era siempre la misma. Corazón acelerado,
temblor en las manos, y un extraño cosquilleo en el estómago que me
era difícil de explicar.186
"No importa si necesitas meses o años para darme una respuesta. Solo
quiero que sepas que pase lo que pase, mi corazón siempre te
pertenecerá", esas fueron las palabras que Hunter me había dicho hace
solo unas semanas, justo después de darme un precioso anillo de
compromiso en nada más y menos que los probadores de una tienda de
vestidos de novia.325
Por fortuna, tres minutos más tarde, las puertas del edificio se abrieron y
un montón de niños comenzaron a salir de este. No tardé mucho en
encontrar a Valentina. Ella iba dando brinquitos con un niño junto a ella,
parecía que estaban hablando de algo. 182
En cuanto los ojos azules de Vale se encontraron con los míos, una gran
sonrisa se formó en su rostro.71
—Muy bien, mira —me mostró sus manos cubiertas de pintura—, hoy
pintamos un montón con las manos. Fue muy divertido. 5
En ese momento, el mismo niño que había salido junto con ella se acercó
a nosotras, sosteniendo un pequeño bote amarillo en las manos. Él tenía
el mismo tamaño que Valentina, su cabello era muy negro, y tenía un par
de bonitos ojos azules. 517
—Oh...5
—¿Volviste a comértela?138
—Solo un poquito.467
—Lo siento, es solo que huele muy bien y también sabe muy rico. 424
—Tía Ellie, dile a Leon que lo que hizo estuvo muy mal —me dijo
Valentina.1
—De acuerdo...4
—Ya veo...
—¿Por qué no vamos al parque? —propuso Valentina, tomando a Leon
de la mano.98
—No creo que sea una buena idea, cariño. Deberíamos esperar a que la
madre de Leon aparezca —ambos pequeños pusieron caritas tristes—.
Pero... cuando su madre llegue, podemos ir al parque todos juntos, ¿está
bien?96
Al principio, creí que esperar a la madre del pequeño Leon sería cosa
fácil. Es decir, ¿qué tanto podía tardar en aparecer? No obstante, una
hora y media más tarde, llegué a la conclusión de que su madre era una
mujer verdaderamente irresponsable.129
Una mujer de largo cabello negro, piel pálida y lentes de sol se acercó a
nosotros, con un cigarrillo en la mano. Fruncí al ceño al ver que ni
siquiera se molestó en regresarle el abrazo al pequeño, o en apagar su
cigarro.475
—¿Valentina?
—Bueno, no tenemos nada mejor que hacer —fue todo lo que dijo, antes
de volver a su cigarrillo.107
—¿Podrías vigilar a los niños por mí? Tengo que responder esta llamada
—le dije a Morticia Addams.652
—Seguro.19
—Menos mal. Esa mujer es una perezosa, la mayor parte del tiempo
parece un zombie.1
—¿La conoces?
—Vale.
—¿Qué pasa?
—Primero que nada, quiero que sepas que yo sé muchas cosa, ¿vale?
—Cosas, Ellie. Muchas cosas. Ahora que sabes esto, ¿no hay nada que
quieras decirme?313
Me reí.
—¿Por qué mejor no me dices que se supone que sabes? —le pregunté,
realmente curiosa.
—Obviamente.2
—Mmm...28
—¿Lo otro? —entonces, algo hizo click en mi cabeza. Abrí la boca por la
sorpresa y fruncí las cejas—. ¿Cómo diablos sabes sobre eso?3
—Lexie...
—No quiero sonar arrogante... pero sí. Es más grande y bonito que el
tuyo —bromeé.238
—Eres el diablo.13
—¡¿Qué?!143
—Lo que oíste, no supe que responder. Más bien, mi mente se quedó en
blanco. Él se dio cuenta y me dijo que no necesitaba una respuesta en
ese momento.
—Esa es la cuestión, él... dijo que sin importar cuantos meses o años
necesitara para darle una respuesta, su corazón siempre me
pertenecería.20
—¿Qué?1
El pequeño asintió y señaló un punto en el parque.
—Se fueron por allá. Yo le dije que no lo hiciera, pero no me hizo caso. 136
Las manos, las piernas, todo el cuerpo, comenzó a temblarme. Fue como
si me dieran un puñetazo, solo que peor. La madre de Leon se acercó a
nosotros y se quitó las gafas de sol.
Antes de que pudiera darme cuenta, ya había lágrimas cayendo por mis
mejillas. Un dolor punzante en mi cabeza amenazó con hacerme perder
el conocimiento, pero no lo permitiría. No iba a darme por vencida. Tenía
que encontrarla, tenía que...1
—¿Qué...?9
—¡Mientes! ¡Sí tengo un padre! ¡Él dijo que seguramente dirías eso
porque eres una mentirosa! 206
—¿Tropezó?
—S..sí.1
Cuando abrí los ojos, todo a mi alrededor comenzó a darme vueltas. Dejé
escapar un fuerte gruñido antes de doblarme por el repentino dolor en mi
vientre. Apreté los dientes y grité. Era como si algo dentro de mí se
retorciera una y otra vez. El dolor era insoportable. 339
—¿Qué le sucede?
—¿Qué?
—¡¿Tú lo sabías?!
—Tiene que ser una puta broma —exclamó otra voz femenina; Zoella—.
¿Está embarazada? ¿De él?294
—¿Estás loca?1
—¿Es en serio? —se quejó Zoella—. Vamos Michael, ¿de verdad vas a
dejar que...?
Otro retorcijón. Esta vez fue más doloroso que el anterior. Me aferré a un
puñado de la camiseta de Mike mientras él me llevaba a la parte de
arriba de la cabaña. Me latía la cabeza, sentía como si fuese a
desmayarme en cualquier momento, así fue... 96
Cuando volví a abrir los ojos, noté que me encontraba encima de una
cama.
—Pero...
No supe cuánto tiempo estuve inconsciente esta vez, solo sé que, sea lo
que fuera que ellos me hicieron, dolió demasiado. El dolor me hacía gritar
y retorcerme, pero eso era todo lo que podía hacer. Mi cuerpo dolía, mi
vientre dolía.217
« Necesitamos un médico.»
« ¿Cómo está?»
« Deshazte de él.»672
~2
—Lo siento, lo siento —lloriqueó Valentina—. No volveré a hacerlo, tía
Ellie.157
—Valentina...
—¿Qué cosa?
Segunda advertencia.114
M.122
—Prométemelo.12
Dejé escapar un largo suspiro antes de acercarme aún más a la orilla del
puente.3
—¿Por qué? ¿Por qué le tienes tanto miedo? Sabes bien que él no
puede hacerte daño.1
—¿Así que de eso se trata? ¿Temes que se desquite con los demás? 3
Abrí la boca para responder, cuando una voz me hizo pegar un brinco. 3
—¿Ellie?
Fruncí el ceño.
—¿Chase? ¿Qué estás haciendo aquí?244
—Recibí tu mensaje.1
—¿Mensaje?1
—No lo sé, yo... tampoco recuerdo haber llegado a este lugar —tragué
saliva antes de continuar—. Creo que está sucediendo de nuevo...3
Me mordí el labio.
De solo pensar que esa tarde Valentina pudo ser una de sus víctimas... 41
Desde que fui ingresada a un hospital psiquiátrico hace casi cinco años,
Chase fue el psicólogo a prueba que estuvo a cargo de mí durante la
mayor parte del tiempo. En cada una de nuestras sesiones le hablé poco
a poco de mis traumas, pero jamás le conté sobre él. Por más que
quisiera, no podía hacerlo. Así que opté por referirme a él como "el
monstruo de mis pesadillas".19
Por esa razón Chase pensaba que "el monstruo de mis pesadillas" era
alguien de mi imaginación, cuando en realidad, se trataba de un
monstruo de carne y hueso. Uno que se divertía atormentándome y
sobre todo, uno al que no podía mencionar jamás. De lo contrario, las
personas que eran importantes para mí terminarían gravemente heridas,
o peor, muertas.160
Él mismo me lo dijo.4
¿Por qué otra razón habría guardado su existencia solo para mí? ¿Por
qué otra razón no le había hablado de él a otras personas? ¿Por qué otra
razón no había declarado en su contra cuando la policía lo detuvo y me
hizo enfrentarlo frente a frente?109
—Ellie...
Asentí.
Una vez en las puertas del edificio, me giré hacia él para despedirme.2
—Gracias.
En el interior del apartamento que compartía junto con Lexie todas las
luces estaban apagadas, lo cual era de esperarse. Mi reloj de mano
marcaba más de la media noche. Dejando salir un largo y cansado
suspiro, colgué mi abrigo en el perchero y me dirigí a mi habitación.
Michael tenía una mente demasiado cruel y retorcida, por lo que no sabía
que esperar encontrar en aquel mensaje. No obstante, para mi sorpresa,
el mensaje resultó estar vacío. Dejé escapar el aire que había estado
reteniendo en mis pulmones de una sola exhalación. Justo me preparaba
para salir del cuarto de baño, cuando noté que, a pesar de estar vacío,
aquel mensaje contenía archivos adjuntos. Tragué saliva y decidí mirar el
primero de ellos.39
—Michael...50
Apreté los dientes con fuerza mientras lágrimas calientes corrían por mis
mejillas. Me sentía tan impotente al no poder hacer nada ahora que sabía
que él era el asesino de todas esas chicas inocentes, chicas que no
tenían nada que ver con esto.76
—Sí...
—Valentina no es tu hija.
—Me encanta escucharte hablar con ese tono de voz, mi querida belle.
Bien, tú ganas. Si no quieres que vuelva a acercarme a mi hija, tú tienes
que hacer lo que habías prometido.67
—¿Cómo lo...?3
—A ti.328
—Estás loco.12
—Lo sé. Pero, para que veas que realmente no estoy bromeando,
mañana Christopher Gray, el novio de tu amiga, sufrirá un accidente. No
será nada grave, así que no te preocupes. 558
Cuando colgó, sentí que todo a mi alrededor daba vueltas. Cerré los ojos
y presioné mi frente contra mis rodillas. Mi garganta se sentía apretada,
el aire no era capaz de llegar a mis pulmones. Mi cuerpo entero estaba
temblando y mi cabeza no dejaba de palpitar. Aquella sensación de falta
de aire me golpeó, al igual que el miedo irracional. Sabía que era lo que
venía a continuación, pero, sin importar cuando lo intentara, no podía
detenerlo.106
—Ellie —habló con voz suave y tranquilizadora—. Ellie, soy yo, Lexie.
—Ellie —repitió nuevamente—. Abre los ojos, todo está bien. Estás a
salvo.159
Solo en ese momento Annalise decidió a abrir lentamente los ojos. A la
primera y única persona que miró fue a Lexie, que se encontraba justo
frente a ella acariciando sus brazos con extrema delicadeza. Tragó saliva
con dificultad y frunció sus rubias cejas antes de hablar.
—Sí, soy yo. ¿Quieres decirme que sucedió? ¿Tuviste una pesadilla?
—¿Él? ¿Te refieres a...? —Lexie giró la cabeza para mirarme por encima
de su hombro, solo que en ese instante Annalise la tomó del brazo de
una manera un tanto brusca.71
—¿Josh?2
Annalise frunció todavía más las cejas y luego soltó el brazo de Lexie. 1
—Pero...40
Desde mi lugar junto a la puerta, lo único que podía hacer era mirar a
Annalise. Esa fue la primera vez en mucho tiempo que me sentí
totalmente inútil por no poder hacer nada. Quería acercarme a ella,
quería abrazarla y quería ayudarla, pero no podía hacerlo. No sin
asustarla.170
—¿Hunter? —murmuró.40
Cuando abrí la boca para responder, Annalise hizo una mueca de dolor y
se llevó una mano a la boca. Inclinó su cuerpo sobre el inodoro y vomitó.
Lexie rápidamente se colocó detrás de ella y acarició su espalda con una
de sus manos.244
—Vete.448
—Nena...266
—¡Vete!172
"Espérame en la sala" —articuló con los labios al ver que estaba a punto
de protestar.90
A pesar de que no quería irme, al final, no tuve otra opción. Salí del
cuarto de baño para regresar a la habitación de Annalise, recogí mi
camiseta del suelo y me la puse antes de dirigirme a la sala. Una vez ahí,
noté la presencia de una niña que sostenía un oso de peluche blanco
entre sus brazos, sentada en el sofá. Al verme salir de la habitación, dio
un respingo.150
—Bueno...
—Mamá dice que las pesadillas son causadas por el miedo. Yo le tengo
miedo a la oscuridad y también a los monstruos que hay debajo de mi
cama, es por eso que a veces tengo pesadillas y me despierto gritando
en medio de la noche. ¿A qué le tiene miedo mi tía Ellie? 52
Había algo que yo estaba pasando por alto, pero... ¿qué? 209
—Mmm...83
—¿Mmm?180
—Te escucho.1
—Hablé con ella y le dije que lo mejor que podía hacer era dejar de
tomarlas antes de que el daño fuera irremediable, pero ya era demasiado
tarde. Aún cuando Ellie dejó de tomar esas pastillas, ella no volvió a ser
la misma. Se siente culpable por el hecho de haber estado conmigo en el
momento que sucedió el secuestro y cree que es culpa suya que yo
también haya sido arrastrada a todo eso, pero no es así. Ninguna de las
dos sabíamos lo que iba a pasar...141
—He intentado hablar con ella sobre todo lo que pasó, he intentado
hacer que se abra conmigo y me diga lo que sea que ellos le hicieron,
pero se niega a hacerlo. Ella dice que no lo recuerda, que su cerebro
bloqueó todos esos recueros, pero yo sé que eso no es verdad. La
verdad es que ella lo recuerda todo, pero finge que no. Es su manera de
protegerse a sí misma.225
—Sí.2
—Pero ella está sufriendo justo ahora, Hunter. ¿No lo ves? ¿Acaso no
puedes ver que Ellie se está ahogando? Y no lo digo solo por sus
recuerdos, yo... sospecho que ella está escondiendo algo. Algo que le
aterra lo suficiente como para decirlo en voz alta. Tú también lo crees,
¿no es así?259
—Sí, lo creo.
—Pero, ¿qué es? —no respondí, la verdad era que yo tampoco tenía
idea de lo que podría estar ocultando—. Tienes que hacer que te lo diga,
tienes que....
—Lo haré.
—Sí, estaba muy feliz al respecto —sonreí—. Ella te quiere, pero eso ya
lo sabías ¿verdad? Solo necesita tiempo. Ya sabes, para sanar todas sus
heridas.1
—Yo le daré todo el tiempo que necesite.268
—Tengo que irme, entro que entrar a trabajar en una hora —murmuré—.
Gracias por hablarme sobre el tiempo en el que estuvieron secuestradas,
sé que es un tema doloroso.87
—Está bien. Es un tema todavía más doloroso para ella, pero estoy
segura de que contigo a su lado podrá superarlo. 68
Sin mencionar que "A plus tard, mon frère" significaba "hasta luego,
hermano" y, según mi historia familiar, yo no tenía ningún hermano.
Michael Kent e Isabella Presley solo tuvieron un hijo, y ese hijo era yo.
Por lo que, sin importar cuanto me esforzara buscando en los archivos y
documentación, no había nada que confirmara la existencia de un
hermano perdido.501
—Bien.
Lo peor para una victima era tener que revivir los sucesos de un evento
traumático para dar una declaración, bajo presión y bajo muchos
interrogatorios. Por supuesto que la idea de que tanto Annalise como
Lexie tuviesen que dar sus declaraciones sobre el tiempo que estuvieron
secuestradas hace cinco años, me causaba cierto malestar. Pero era
necesario.141
—No me digas, no quieres que esa chica se sienta bajo presión, ¿me
equivoco?53
—Entendido.
—Cross —murmuré.1
—¿Lexie?
—No lo sé, lo trajeron en una ambulancia, pero los doctores aún no han
dicho nada... estoy asustada, muy asustada.83
—Sí, no te preocupes.3
***7
—A mi sobrina.502
—¡Tío Hunter! ¡Tío Hunter! —exclamó la pequeña, corriendo hacia mí. 424
—Ya veo...
—Es muy guapo, ¿verdad? —la mujer forzó una sonrisa y asintió
suavemente. Aún no parecía muy convencida—. Para su información, ya
está ocupado. Está saliendo con mi tía Ellie. 1.2K
—¿Pastel de chocolate?
—¿Gomitas de frutas?
—La última vez que me compraron uno, tía Ellie se enfadó muchísimo. 457
—¿Lo prometes?167
—Lo prometo.
—De acuerdo... pues verás, ayer, tía Ellie vino a recogerme como todos
los jueves. Después de esperar durante muuucho tiempo a la madre de
Leon, decidimos ir al parque a jugar un ratito —comenzó a jugar con el
cuello de mi camisa—. La madre de Leon aceptó venir con nosotros, así
que Leon y yo fuimos a jugar a las resbaladillas, pero... mientras
jugábamos, un hombre se acercó a mí y se ofreció a comprarme un
algodón de azúcar si iba con él.299
—Lo sé, eso fue lo que le dije a ese hombre, pero entonces...
—¿Entonces...?
¿Qué cojones?210
—¿Tu padre?1
—Sí.
Asintió.
—Sí, él dijo que cuando le dijera a mi tía Ellie, ella iba a decir que eso no
era cierto, que yo no tenía padre, pero también dijo que yo no debía creer
en lo que tía Ellie dijera porque ella era una mentirosa. 137
—Sí. Me dijo que se lo entregara a tía Ellie, pero cuando se lo di, ella me
hizo prometer que no le diría nada de esto a mi mami. Así que no puedes
decírselo, ¿de acuerdo?40
—¿Qué decía ese trozo de papel? —quise saber.
—No lo sé, no lo leí —apreté los dientes—. Tío Hunter, ¿puedo hacerte
una pregunta?44
—Dime.
—¿De verdad ese hombre no era mi padre? —la inocencia en sus ojos
era demasiada.163
—No.10
—Eso es bueno. No quiero que mi padre sea un hombre que hace que
tía Ellie actúe de forma extraña... ayer tuve mucho miedo. 336
—Tú vas a protegerla, ¿verdad? Cada vez que tía Ellie tenga miedo, tú
estarás ahí para protegerla, ¿verdad?251
***19
—¿Por qué no vas a lavarte las manos mientras que yo voy por tu tía? —
le dije a la pequeña.27
Ella asintió.
—Sí, yo solo... —tragó saliva—. ¿Él está bien? ¿En qué hospital está?
¿Lex está con él?
—Ya veo...
—Es un dos por uno —deslicé las manos por su cintura y la acerqué a mi
cuerpo—. Me gusta mimarte, solo déjate consentirte, ¿está bien? 550
—Bien...
—Tía Ellie, tío Hunter, la comida se está enfriando. Dejen los abrazos
para después y vayan a comer, ahora —gruñó con los brazos cruzados
sobre su pecho.949
—De acuerdo.
—Hunter.
—Gracias.9
—¿Por qué?1
El joven junto a mí, sentado en un sofá de una sola plaza, mantuvo una
expresión imperturbable en el rostro. No parecía sorprendido en
absoluto, todo lo contrario. Era como si estuviese acostumbrado a
escuchar esta clase de sueños retorcidos todo el tiempo. 287
—¿Hubo algo en ese sueño que haya sido distinto a los demás? —me
preguntó.24
Hice girar las pelotas de imán que tenía en las manos, una y otra vez.
Estas cosas realmente relajaban.23
Esperé alguna reacción de su parte por más mínima que fuera, pero no
hubo ninguna. Tenía que admitirlo, algo que me parecía fascinante era la
habilidad que tenía el doctor Hudson para mantener una expresión
inexpresiva en todo momento.1K
—¿Así que la razón por la que suelo asesinar personas a sangre fría en
mis sueños, es debido a los problemas de ira contenida causados por un
fuerte resentimiento?339
—El resentimiento es como una herida abierta que no sana y que no deja
de producir dolor. Suele causar mucho sufrimiento a aquel que lo
padece, ya que es una emoción negativa que puede amargar la vida
propia y la de otras personas.77
Chase Hudson era un chico de veintisiete años que tenía poco de haber
abierto su propio consultorio en la gran manzana. Graduado con honores
de la universidad de Harvard y admirado por muchos, era también el
mejor de su clase. Llevaba tiempo observándolo, por lo que sabía que
era alguien bastante profesional y sobre todo, muy inteligente. Conoció a
Ellie durante sus prácticas en el hospital donde ella fue ingresada, razón
por la cual comencé a interesarme en él. 734
¿Quién iba a pensar que todo se iría a la mierda cuando decidió hacerse
a un lado para dejarle el camino libre a ese imbécil, sin molestarse en
pelear por ella?121
Dejé las pelotas de imán sobre una mesilla y miré al doctor directamente
a los ojos.5
—¿Ah no?29
—No —guardé silencio y esperé a que continuara, cosa que por
supuesto, hizo—. Creo que la verdadera razón por la cual cometes
asesinatos en tus sueños, es porque quieres llamar la atención. La
pregunta es... ¿de quién? ¿Se trata de una persona que forma parte de
tu pasado?696
—Hay una mujer —murmuré sin rodeos, sintiendo una terrible curiosidad
por saber cual sería su veredicto final sobre todo esto—. Una mujer a la
que quiero y no puedo tener.1K
—Mi hermana.574
—Le diré algo, doctor. Los psicópatas no están locos, en realidad, ellos
son completamente conscientes de lo que hacen y de las consecuencias
que tienen esas acciones. El no poder sentir tiene sus ventajas. En
cuanto a mí, como le he dicho antes, no me considero a mí mismo un
psicópata, sino un ser superior. No soy un hombre, pero tampoco soy
una bestia. Soy algo completamente nuevo. Algo que vive bajo sus
propias reglas.649
***4
Odiaba los días grises en los que el cielo no paraba de llorar. El aire
húmedo me sacaba de quicio, las grandes y oscuras nubes me causaban
cierto malestar, y la constante lluvia casi me hacía sentir melancólico. Por
fortuna, la melancolía era un sentimiento que yo no conocía. 211
—¿Nombre de la persona?
—Firme aquí por favor —dijo dándome una lista de visitantes. Después
de poner una firma en esa hoja, volví a mirarla—. Tome el elevador de la
izquierda hasta el tercer piso, la señorita Prescott está en la habitación
304. El horario de visitas termina en quince minutos. 52
—Gracias, que tenga un buen día —murmuré antes de retirarme.22
—Lo siento, tuve un accidente de trabajo y por esa razón es que no pude
llamarte antes.11
—¿Qué tan grave fue? —le pregunté, dejando las flores en una
mesilla.446
Una lástima.408
—No, más bien creo que es porque eres una chica muy linda y
agradable. No parece que andes por allí y por allá pateando traseros,
protegiendo la ciudad.99
—No fue ninguna molestia, decidí traerte esto porque sentí la necesidad
de hacerlo.65
Eso era mentira, pero había que hacer sacrificios para ganarse la
confianza de una persona.482
—Ese corte te queda muy bien —forcé una sonrisa—. Por cierto, la razón
por la que decidí llamarte fue porque quería agradecerte en persona lo
que hiciste por mí el otro día.66
—¿Agradecerme?
—Sí. El día que nos conocimos yo... bebí demasiado, además, creo que
incluso perdí el conocimiento. Fuiste muy amable al llevarme a casa sin
aprovecharte de la situación.218
Hizo un puchero, algo bastante infantil para una chica de su edad. 391
—Mencionaste al chico del que has estado enamorada por cinco años. 69
Si su rostro ya estaba rojo antes, ahora lo estaba aún más. Aquello era
divertido.17
—Yo...
—Oh no... dime que yo no... dime que no hablé mal de ella. 246
Lo hiciste. Y fue justo por esa razón que debí haberte destrozado el
cráneo. Pero venga, un error lo comete cualquiera. Aunque sin duda no
habrá una próxima vez, ya que si vuelves a hablar porquerías de mi
hermana, no solo te destrozaré el cráneo. 877
—Quizás...1
—Yo no soy así —se apresuró a decir—. Lo que sea que haya dicho de
ella no es lo que pienso en realidad. Quiero decir, no la odio, al contrario.
Es solo que...114
—Ella tiene aquello que tú no puedes tener. Está bien, entiendo ese
sentimiento.115
—Se podría decir que sí, pero mi amor no correspondido no es del tipo
romántico y pasional, sino más bien, un amor fraternal. 597
—Oh...
No quería desperdiciar mi tiempo hablando de eso con ella, así que opté
por cambiar de tema.1
Dio un respingo.
Su rostro enrojeció por enésima vez. Estuve a punto de poner los ojos en
blanco.318
Eva, Eva, Eva... quién iba a decir que en el fondo no eres más que un
cachorro en busca de cualquier tipo de cariño o afecto. Algo que viene
muy bien para mis futuros planes. El momento de actuar estaba muy
cerca, pero primero necesitaba relajarme, necesitaba observar, y
finalmente, dar mi mejor golpe. 276
Tenía varios días viniendo por ella al trabajo con la esperanza de que
ese infeliz apareciera o tratara de ponerse en contacto con ella, pero
nada de eso sucedió. Quizás él ya estaba sobre aviso, o quizás no era
tan estúpido como para no darse cuenta de que, desde ese día, un oficial
(además de mí), seguía los pasos de Annalise cada vez que ella salía de
su apartamento.463
—Es posible que esté planeando algo grande —le dije al detective Parks
en una junta.271
—¿Tienes frío?
—Un poco. En las noticias dijeron que sería un día soleado, así que no
traje un suéter conmigo... —sus mejillas enrojecieron con timidez. Sin
pensarlo dos veces, me quité la chamarra de cuero y se la coloqué sobre
los hombros. Hizo una mueca—. ¿Qué hay de ti?402
—Solo contigo, nena —sonrió—. Debes tener hambre, ¿de qué tienes
ganas?572
—Mmm...115
—Tengo ganas de algo que solo tú puedes darme —murmuró, con las
manos en mi pecho.493
—¿Y eso es...? —mi voz adquirió un tono más ronco cuando sus manos
se deslizaron hasta mi abdomen, donde posteriormente continuaron un
camino hasta la hebilla de mi cinturón. 217
—Dejemos el postre para más tarde entonces. Por ahora, ¿qué tal fideos
japoneses?169
—Conozco un lugar.
—¿En serio? Genial —cuando abrí el paraguas para evitar que la lluvia la
tocara, Annalise se detuvo abruptamente y luego buscó algo en el interior
de su bolso—. Espera un segundo, creo que olvidé mi teléfono en la
oficina —después de revisar su bolso una vez más, finalmente dijo—. Sí,
lo olvidé sobre el escritorio. Tengo que volver, seré rápida, lo prometo. 498
—¿Nos conocemos?490
—¿Ana?170
—¿Trabajas aquí?6
¿Qué cojones?
—¿Tuviste algo que ver con Anne Miller? —dijo ella horrorizada.208
—¿No lo recuerdas?3
—Hunter...
—¿Por qué lo sientes? ¿Por acostarte con una chica que conozco y que
además trabaja conmigo? —apretó los dientes—. Ahora cada vez que la
miré voy a recordar que ustedes dos... 200
—No.2
—Claro que lo sé, ibas a decir que lo mejor será que cada quién se vaya
a casa, pero no te dejaré hacerlo.40
—¿Por qué?
—Para nada.21
—Quiero ir a casa.
—Auch —la pequeña sonrisa que cruzó por sus labios no me pasó
desapercibida—. Entonces... ¿quieres que te lleve a casa?4
—No lo sé.2
—Pues mentí, estoy muy enojada. Y sí, sé que no debería estarlo, pero
no puedo evitarlo.24
Esa era la única forma en la que podía asegurarme de que ella comiera.
Estos últimos días había notado que estaba incluso más delgada que
antes, y yo sabía el por qué. Sin embargo, si la presionaba a hablar de
algo que ella no quería, podía ocasionarle un choque emocional. 225
***13
—Eva —respondí—. Tiene una rara afición por buscar críticas de los
peores restaurantes en internet, y la mayoría de las veces resultan ser de
los mejores.161
—Algo así.12
Me encogí de hombros.
—No.
—¿Qué significa?25
—Significa idiota.52
Mientras ella sonreía, deslicé una mano por debajo de la mesa hasta
alcanzar su rodilla. Annalise pegó un brinco al mismo tiempo en el que
sus mejillas enrojecían.17
—Definitivamente tienes que estar loco... —dijo con la voz muy ronca,
disfrutando de los hábiles movimientos de mis dedos.10
—Apenas y te he tocado.12
—¿Y?86
Resopló.
—Quiero golpearte.
—Eso es porque eres un gilipollas —me miró con una sonrisa traviesa en
los labios.85
—No te atreverías...9
—¿Ah no? —cuando sonrió, la tomé por las caderas y la senté sobre mi
regazo.252
—Vámonos —gruñó.1
¿Quién iba a imaginar que esos serían los últimos momentos felices que
compartiríamos juntos?
Capítulo 33
Ellie405
Su nombre era Susan Roth, tenía apenas ocho años y su color favorito
era el rosado.81
—¿De verdad?5
—¿En serio?
—Todo el tiempo.459
—Yo pienso lo contrario. Creo que, de haber podido nacer, habría sido
igual a ti. Una preciosa niña con tus mismos ojos. 202
No puedo.61
No puedo enfrentarlo.1
—¿No tenemos que firmar algo? —pregunté al ver que la mujer iba a
llevarnos directamente con la niña sin antes firmar alguna clase de
registro.2
—El joven Cross viene casi todos los días para que Susan no se sienta
sola en un lugar que es nuevo para ella, podemos ocuparnos del papeleo
después.221
Saber eso me hizo sonreír. Sin embargo, mientras más nos acercábamos
a la sala de visitas en donde nos encontraríamos con la pequeña, sentí
que ambas manos comenzaron a temblarme. 1
—S.. sí.1
—¡Sí!3
—Bueno, los adultos han sido muy amables conmigo, pero los demás
niños...171
—¿Hay algún problema con ellos? —quise saber.1
—No lo sé... nunca he sido muy buena a la hora de hacer amigos. 759
—¿En serio?2
—Sí.2
Sonrió.1
—Sí.1
—Ya veo...1
—Sí —admití.303
—Sí que existen, yo ya he visto a uno. Fue el mismo que hizo dormir a
mamá.630
—Sí, te creo.1
—¿Crees que mamá despierte algún día? —su labio inferior tembló—.
Los adultos de este lugar siguen diciéndome que tal vez algún día mamá
regrese, pero sé que están mintiendo. 174
—¿Quieres que sea sincera contigo, Susan? —dudó por unos instantes,
pero al final, asintió con la cabeza—. A veces, cuando los adultos están
realmente cansados, necesitan dormir por un largo, largo tiempo —
acaricié su mejilla antes de continuar—. Tú mamá ahora mismo está muy
cansada, más de lo que te puedas imaginar. ¿Sabes lo que eso significa,
verdad?69
Se mordió el labio para no llorar.46
Verla llorar fue demasiado para mí. Se veía tan pequeña e indefensa que
me fue imposible no rodearla con mis brazos hasta terminar por
envolverla en un fuerte abrazo.3
***3
Me reí.2
—Es porque le recuerdo mucho a su madre. 1
—No incluye solo un orgasmo, nena. Incluye todos los orgasmos que
puedas resistir antes de quedarte dormida en mi cama. 579
Me dio un largo beso en los labios antes de sacar el teléfono del bolsillo
de sus pantalones y hablarle a un taxi por medio de una aplicación.
Mientras él se encargaba de eso, yo recosté la cabeza en su pecho y
aspiré el masculino aroma que desprendían sus ropas. 10
—Hunter...1
Sonrió.
Arqueó una ceja y me miró como si ya supiera que es lo que iba a decir.
—Te escucho.2
—Quiero que me dejes pagar la mitad del alquiler. 113
—No.174
—¿Disculpa?60
—Annalise...194
—¿Si digo que sí, podemos ir por tus cosas ahora mismo?160
—No.157
—Eso no es...
—Fin de la discusión.29
—¡Hunter!8
Por fortuna, tuve una grandísima idea para hacer que él aceptara mi
segunda condición.1
Tragó saliva y cerró los ojos durante unos segundos. Parecía estar
pensando seriamente en mi propuesta. Lo mejor de todo esto era que
sabía que no iba a ser capaz de rechazarla. 16
Sucio animal.607
No podía evitar preguntarme, ¿por qué alguien querría algo como eso en
primer lugar? ¿Cuál era el propósito de unir tu vida a la de otra
persona?189
«Para construir una vida juntos —fue la respuesta que Elizabeth Presley
le dio a mi pregunta—. Para amarse y respetarse hasta que la muerte los
separe.»310
Para un niño de doce años, esas palabras no habrían sido más que eso;
palabras. Para mí, esas palabras fueron solo un montón de mentiras. En
vida, mi padre jamás mostró respeto alguno hacia mi madre, todo lo
contrario. El amor que ellos tenían era doloroso y enfermizo. 176
Durante mucho tiempo, uno de mis temores más grandes había sido
terminar convirtiéndome en alguien igual a mi padre. Un hombre violento,
posesivo y enfermo de celos. Un hombre que actuaba por impulso debido
a sus ataques de ira, y no pensaba en las consecuencias que tendrían
sus actos.137
Hubo un punto de mi vida en el cuál yo cometí los mismos errores que él.
Lastimé a la mujer que amaba y la abandoné en el momento que ella
más me necesitó. A día de hoy, continuaba odiándome a mí mismo por
eso.365
—No puedo evitarlo, estoy muy nervioso. ¿Qué tal si Lisa se da cuenta
de que casarse conmigo es un error? O peor, ¿qué tal si decide fugarse y
dejarme plantado en el altar? —se aclaró la garganta—. Diablos, estoy
empezando a sentir nauseas. Creo que estoy embarazado.1.2K
Chris levantó una mano para chocar su puño con el mío. 278
—Muy buena.17
—Buenísima.106
—¿Por qué siguen chocando los puños? Yo también quiero hacerlo. 284
—Pero...48
Abrí la boca para responder, pero el idiota de la pierna rota fue más
rápido que yo.61
—Oh, lo hizo. El problema fue que Ellie no le dio una respuesta. 267
—¿No quieres casarte también con una pierna rota? Así Chris y tú irían
combinados.493
—¿Qué otra podría ser? Quiero casarme con ella porque la amo.427
—No supo que responder, creo que no estaba preparada para una
situación como esa, así que le dije que no necesitaba una respuesta en
ese momento, que lo único que quería era que guardara el anillo consigo
hasta que estuviera lista para darme un sí o un no. 291
—Sí.4
—Hmm...45
—Claro.8
—Oye, fue Trev quien lo dijo en voz alta, yo solo lo pensé. 151
—¡Pero fuiste tú quien dijo que chocáramos los puños para burlarnos de
él!125
—¿Ya viste la cara de este tipo? Es la cara que pone cuando quiere
golpear a alguien, y ese alguien no quiero ser yo. Ya bastante tengo con
una pierna rota.99
—Bueno, no pero...4
—¡¿Qué?!13
Trevor abrió la boca para responder, pero de su boca no salió ni una sola
palabra. Su rostro palideció y me miró con nerviosismo. Le di una
palmada en la espalda para tranquilizarlo.64
—Oye, ¿estás bien? —le preguntó Chris, tocándole el pie con una de sus
muletillas—. No vayas a vomitar, recuerda que Lisa va a enfadarse si
llegas al altar con el traje manchado de vómito. 76
—Tengo un amor-odio por estas cosas —soltó, mirando sus dos armas.91
—Si llegamos tarde a la boda será solo por tu culpa —gruñó antes de
besarme en los labios.194
Aquello fue algo que me tomó por sorpresa, pero no tardé demasiado en
recomponerme y tomar las riendas de la situación. Su boca sabía a
champaña y sus labios aún estaban fríos. Besarla era una de mis
actividades favoritas, pero también lo era acariciarla en todas partes.
Quería morder su cuello y enterrarme muy profundo dentro de ella, pero
no podía hacerlo.86
—No podemos hacer esto aquí —murmuró sin dejar de mirarme los
labios. Me sujetó del brazo izquierdo y comenzó a tirar de mí—. Ven,
sígueme.302
Al final decidí obedecerla y la dejé guiarme a donde sea que ella quería
llevarme. No mucho tiempo después, terminamos encerrados en un
pequeño cuarto de insumos del hotel, devorándonos la boca. Ahora que
Annalise y yo vivíamos juntos, prácticamente hacíamos el amor todos los
días, sin embargo, el deseo sexual que había entre nosotros parecía no
disminuir nunca.394
Tomé el elástico de sus bragas y las deslicé por sus piernas hasta que
estas dejaron de ser un obstáculo entre nosotros. Posteriormente, llevé
una de mis manos a la humedad de sus pliegues y gruñí. Introduje un
dedo en su interior, causando que de su boca salieran excitantes sonidos
mientras se retorcía de placer entre mis brazos. Estaba muy mojada, lista
para recibirme.130
Desabroché mis pantalones con una sola mano y liberé aquella tensión
acumulada en mi entrepierna. Annalise dejó escapar un fuerte gemido
cuando presioné la punta de mi miembro en su delicada entrada. Sonreí
antes de comenzar a mover la cabeza de mi pene entre sus resbaladizos
pliegues, estimulándola un poco más antes de hundirme dentro de ella.
Finalmente cuando sentí un ligero temblor en sus muslos, la tomé por las
caderas y la penetré de una sola estocada. El gemido que salió de su
boca casi hizo que me corriera dentro de ella. 352
—Está bien, es normal que estés nerviosa. Pero te diré algo, una vez que
salgas ahí fuera y veas el rostro de Trevor esperándote en el altar, todos
esos nervios desaparecerán.41
—No lo sé, yo... yo...9
—¿Qué es?4
—Sí.369
—No, él todavía no sabe nada. Creo que es por eso que quiero vomitar,
las náuseas por los nervios de la boda y por no saber cuál será su
reacción son demasiado...22
—De acuerdo, hagamos esto. Quiero que cierres los ojos e inhales y
exhales al mismo tiempo que yo, ¿está bien? —de nuevo, ella solo
asintió—. Bien, ahora cierra los ojos e inhala... y exhala... 11
Aquello era un método que solía utilizar cada vez que era víctima de un
ataque de pánico en las calles, me gustaba porque me ayudaba a
tranquilizarme ante cualquier situación y por lo tanto, esperaba que de
alguna forma le resultara de ayuda a Lisa para controlar sus nervios. 73
—Y no pienso vomitar...7
—Oh Dios, mira quién viene ahí, mi pequeña bebé —comentó Lexie con
una sonrisa.280
Lo primero que pensé al verla fue que era la novia más hermosa que
había visto; su vestido era un corte princesa en color blanco, con escote
en forma de corazón y hombros caídos. Llevaba el cabello recogido en
una media coleta con un montón de rizos color cobre, mientras que su
velo de novia, largo y hermoso, la hacía ver como una verdadera
princesa de cuentos de hadas.230
—Sí, acepto —juró Trevor, con una sonrisa tan grande en su rostro que
amenazaba con partirlo en dos.73
—En ese caso los declaro, marido y mujer. Puede besar a la novia. 942
***14
Seguirle el paso era sencillo, sobre todo cuando las canciones eran
lentas y casi podías saborear el sonido del saxofón. Todo era alegría y
felicidad, lo que no sabía en ese instante era que esos sentimientos
podían disiparse con solo un mensaje de texto. 243
9:23 pm.5
—Al baño.355
—¿El ramo?41
—Lisa tiene razón, además, debiste haber visto como voló directo a tus
manos.2
Para mi buena suerte, el baño del lugar resultó estar totalmente vacío.
Sin pensármelo dos veces, me aproximé a uno de los lavabos y dejé mi
bolsa y ramo de dalias azules sobre la barra de mármol. Tragué saliva y
mojé mi frente. Las manos habían dejado de temblarme, pero mi corazón
seguía muy acelerado. Lo que había en mi interior ahora mismo era una
especie de guerra entre mis sentimientos. Una parte de mi se sentía feliz
por haber atrapado el ramo (lo cuál me parecía bastante tonto), mientras
que la otra parte se sentía aterrorizada por el mensaje de texto que había
recibido minutos atrás.20
—¿Qué vas a hacer ahora? —exclamó una voz familiar—. ¿Vas a dejar
todo de lado e irás con esa persona cuando él te lo pida, o vas a dejar de
tenerle miedo y enfrentarlo?296
Molesta, apreté los dientes y me agaché para recoger el anillo del suelo.
Me gustaba llevarlo conmigo a todos lados, escondido en mi bolso,
porque todavía me parecía un tanto irreal que Hunter de verdad me
hubiese propuesto matrimonio. De esa forma, al sentir el peso de este en
el bolso, podía asegurarme de que no había sido un sueño, sino que en
realidad sucedió.21
***5
Localizar a Hunter no fue difícil, después de todo, el salón del Plaza Hotel
donde se estaba llevando a cabo la fiesta de recepción contaba
solamente con un balcón, y el único lugar a donde un fumador
compulsivo iría, era ahí.44
—Tengo que irme, te llamaré después —le dijo a la persona del otro lado
de la línea para luego colgar sin esperar una respuesta de su parte—.
¿Qué estás haciendo aquí? —me preguntó.2
Una seductora sonrisa tiró de sus labios; deslizó una mano por mi cintura
y me pegó a él.71
—Mmm...191
—No, tonto. En las bodas existe una tradición en la que la novia lanza su
ramo a las invitadas que aún están solteras, y aquella que lo atrape... —
agité el ramo en mis manos—. Será la siguiente en casarse.34
—¿Eso es...?6
—Dilo —murmuró contra mis labios, aún en medio de nuestro beso. 932
De nuevo, esa sonrisa tan suya que tanto me fascinaba, tiró de sus
atractivos labios.1
—Sí, sí quiero.1.7K
Sus manos me tomaron del rostro y me besó nuevamente, esta vez fue
un beso más largo que el primero. Me fue imposible no soltar una risita
boba, cosa que lo hizo sonreír todavía más. 6
La verdad era que estaba dispuesta a poner todo en riesgo con tal de
obtener mi libertad; estaba cansada de tener miedo. 445
—Lo sé, ¿quién iba a pensar que terminaría casándose con un friki? —
bromeé.221
—¿Crees que estuvo bien elegir Bora Bora para su luna de miel? —me
preguntó.62
Mi rostro se calentó.3
—¿Tú?2
—No —respondió.113
—¿Por favor qué, nena? —se burló, sin dejar de mover sus hábiles
dedos.391
—Fóllame.174
—No, no así....44
Cediendo ante mis suplicas, Hunter dejó de acariciarme con los dedos y
en su lugar, me sujetó por los muslos. Podía sentir su erección
rozándome entre las piernas mientras se posicionaba debajo de mí.
Aquello me hizo desearle desesperadamente. Tragué saliva y observé
sin vergüenza como él tomaba su miembro con una mano, para luego
colocar la punta de este entre los pliegues de mi hendidura.179
Los temblores que sacudían mi cuerpo eran solo una señal de lo que
estaba por venir. Él lo notó, así que me sujetó por las caderas y tiró de mi
hacia abajo para que yo recibiera sus embestidas con más fuerza.
Cuando ya no pude soportarlo, mordí su labio y me corrí con más
intensidad que nunca, gimiendo y estremeciéndome de nada más que
puro placer.196
—¿Qué tal estuvo eso? —lo escuché hablar al cabo de unos minutos.156
***40
Minutos más tarde, decidí levantarme para ver que era lo que había
obligado a Hunter a levantarse de la cama tan temprano un domingo. Me
puse lo primero que encontré en el suelo y salí de la habitación. Mi
primer pensamiento fue que lo encontraría en la cocina preparando el
desayuno, pero no fue así. La cafetera estaba encendida y el desayuno
ya estaba servido, pero no había señales de él por ninguna parte. Fruncí
el ceño y me acerqué a la mesa.242
Cross.187
—Esa es mi chica.631
Después de lavar los platos sucios, revisé mi teléfono una vez más, solo
para asegurarme de no ver otro mensaje de texto aterrador en la
pantalla. Michael y yo habíamos acordado que, días después de la boda
de Lisa, me encontraría con él para tomar un avión a algún sitio en el que
nadie pudiese encontrarnos. Mientras tanto, él prometió que no
asesinaría a ninguna otro chica, así como también prometió que no le
haría daño a las personas que eran importantes para mí. 127
—¿Estás segura? —no quería sonar como una cobarde cuando ya había
tomado una decisión, pero la verdad era que estaba realmente aterrada. 6
—Sí, confía en mí.288
***7
—Todo está yendo de acorde al plan, es hora del siguiente paso. 161
Para llegar a los baños del restaurante, era necesario cruzar por
pequeño pasillo que separaba el baño de hombres y el de las mujeres, lo
cual era ventaja extra. Cuando llegué al baño de mujeres, me aseguré de
estar completamente sola en el lugar y luego comencé a quitarme la
sudadera; sujeté mi cabello en una coleta y guardé mi teléfono en el
bolsillo trasero de mis jeans.59
Se acercó a los fregaderos y me miró a través del espejo con una ceja
alzada.
—¿Ah no?
Negué con la cabeza, presa del pánico. Si la chica me acusaba con los
encargados del restaurante, estos vendrían inmediatamente y se armaría
un escándalo.1
—¿Un hombre?
—¡No! —me apresuré a decir, bajándome del bote de basura—. No, por
favor. Él... él...
Asentí.
—Cuando estés a salvo, lejos de las garras de ese hombre, pide ayuda.
Ya hay suficientes mujeres maltratadas en el mundo que se niegan a
alzar la voz, no te conviertas en una de ellas. 827
Tenía que evitar a toda costa que mis seres queridos, o incluso cualquier
otra persona resultaran heridos.2
Durante el viaje, cerré los ojos y descansé la cabeza sobre la ventana del
coche. Me sentía intranquila y nerviosa, eso sin mencionar los escalofríos
de angustia me recorrían todo el cuerpo cada cierto tiempo. Bajé la
mirada hacia mis manos retorcidas y me dije a mí misma que todo saldría
bien, que no tenía nada de que preocuparme. Sin embargo, me
encontraba tan abstraída por mis propios pensamientos no me di cuenta
de lo que estaba pasando fuera, en las calles. 162
—¿Sabes si lo atraparon?
No hubo respuesta.
Ellie239
—Por aquí —dijo el oficial más joven de los dos que me habían traído,
guiándome por un enorme pasillo de blancas paredes.
Furioso conmigo.5
El suelo bajo mis pies comenzó a dar vueltas. Me sentí enferma y con
unas terribles ganas de vomitar. John Parks intentó acercarse a mí de
nuevo, pero su compañera no se lo permitió. Los escuché discutir una
vez más sobre todo el asunto, pero todo parecía distante. Miré a Eva,
tenía el rostro empapado en lágrimas y la expresión en su rostro era de
confusión y miedo. Confusión por no saber que era lo que estaba
pasando, y miedo por la persona que, como había dicho aquel hombre,
ahora mismo estaba ahí dentro debatiéndose entre la vida y la muerte.45
"—Nena..."70
Parpadeé mirando el techo y deseé que todo fuese solo un mal sueño.
Pero no era así. Esto de verdad estaba pasando. Mi peor pesadilla se
había vuelto realidad. Mi visión se tornó borrosa y sentí náuseas. Dejé
escapar un largo suspiro, antes de sentir como me venía abajo. 78
***6
—Yo...
—Está bien, tranquila. Lamento mucho lo que pasó hace unos minutos.
Mi compañero, el detective Parks, suele ser un hombre bastante
impulsivo.164
La presión en mi pecho volvió. Deslicé las piernas fuera del colchón, con
la única intención de levantarme, pero un suave dolor en mi brazo
derecho me hizo detenerme. Se trataba de un pequeño tubo que estaba
conectado a un gotero de hospital.3
—¿Qué fue lo que pasó? —pregunté, con los ojos llenos de lágrimas.
» Cross es uno de los oficiales que más involucrado está en el caso, por
lo que se decidió que sería él y su compañera, la oficial Prescott, quienes
asistirían a esa llamada. Sin embargo, poco después recibimos otra
llamada de la misma mujer, dando direcciones completamente diferentes.
Inmediatamente nos dimos cuenta de que algo andaba mal. Intentamos
rastrear las llamadas, pero estas estaban siendo realizadas fuera de
Nueva York.81
» Todo parecía indicar que el asesino estaba jugando con nosotros y aun
así, se decidió enviar un equipo de policías a cada una de las direcciones
dadas por aquella mujer. El oficial Cross ya había sido victima de un
atentado con anterioridad, así que sabíamos que, si el asesino tenía algo
en mente, su principal objetivo sería él —fruncí el ceño al escuchar eso.14
—¿Cómo fue que recibió los disparos? —susurré, esas palabras sabían
amargas en mi boca—. ¿Cómo fue que inició el tiroteo?
—Dios...5
—La oficial Prescott también declaró que el oficial Cross trató de atrapar
a aquel hombre, aún con las heridas en su cuerpo, pero esté comenzó a
dispararle a las personas que se encontraban cerca como método de
distracción para poder escapar. No mucho tiempo después, el oficial
Cross colapsó en el suelo debido a la pérdida de sangre. 166
—¿Por qué Eva no hizo nada? ¿Por qué no intentó detener al asesino
ella también?347
—¿Por qué?
—Sigue en cirugía. Su estado aún es crítico, perdió demasiada sangre y
los disparos que recibió rozaron... —dejé de escucharla cuando me contó
todos los detalles.285
Yo...6
—Yo...36
—Está bien... hablaré. Les diré todo lo que quieren saber, pero primero...
—me limpié la nariz con el dorso de la mano y miré a la mujer con
determinación—. Primero necesito que le otorguen protección a ciertas
personas. Esa es mi única petición. 362
—La primera vez que lo vi, yo tenía diecisiete años —enterré las uñas en
la palma de mi mano, esperando que de esa forma el temblor en mi voz
desapareciera—. Iba a encontrarme con Hunter en un sitio, pero no
llevaba efectivo para poder entrar al lugar, así que él me prestó dinero.
Nuestro segundo encuentro fue muy parecido al primero, él siempre se
mostró como un chico amable conmigo, jamás pasó por mi cabeza que
pudiera haber algo mal con él, pero un día... un día alguien entró a la
casa en la que vivía con mis padres en Seattle para asustarme.649
—¿Él se presentó frente a ti? ¿Eso quiere decir que también participó en
tu secuestro?3
—Yo...1
—¿Y tú le creíste?373
—Yo...5
—No tienes que responder —irrumpió la detective Pérez—. Parks, sal de
aquí ahora mismo.288
—No, quiero saber por qué razón le tiene tanto miedo. Vamos Ellie,
dinos.72
—¿Por qué?
—Ellie, es suficiente.13
—No, no está bien. Nada de eso está bien, porque él... él... es mi medio
hermano...532
—¿Estás bien?1
El detective Parks abrió la boca para decir algo, pero se vio interrumpido
cuando un par de golpes en la puerta resonaron dentro de la pequeña
habitación. Se trataba de un oficial, aquel que me había traído al hospital
desde la estación. Le dijo algo en el oído al detective Parks, quien miró a
su compañera con una expresión que solo ella entendió. 67
Miré al detective Parks, pero este evitó hacer contacto visual conmigo. 97
—Se le conoce de esa manera ya que es uno de los tipos de sangre más
raros que existe, lo cual es un verdadero problema ya que solo se han
conocido cincuenta casos de personas que son portadoras de este tipo
de sangre en todo el mundo.346
—Entonces llame a otros hospitales, alguno debe tener reservas por ahí
guardadas.
—Ya lo hice, parece que ningún banco de sangre cuenta con reservas de
sangre rh nulo.256
—No.
—¿Cómo...?3
—Mike...9
—No.
—¿Insistes en desafiarme?
Mi corazón se detuvo.
—Lo harás, porque resulta que conozco a una persona que es portadora
de ese tipo de sangre, y da la casualidad de que esa persona soy yo.508
—¿Tú...?
Se rio.91
—No estoy mintiendo esta vez, lo juro. Te enviaré la dirección del lugar
en donde quiero que nos encontremos, una vez que estés frente a mí,
llamaré a alguien para que envíen las bolsas de sangre al hospital
general. Hunter se salvará y tú y yo estaremos juntos. Suena bien,
¿no?356
—Dijiste que todo saldría bien —murmuré en voz baja, pero mi otra yo
parecía haber desaparecido cuando todo se fue al caño—. ¿Dónde estás
ahora, uh? ¡¿Dónde estás ahora?! 235
Recosté la espalda en la pared del callejón y me deslicé en esta hasta
terminar sentada en el suelo.
—Dijiste que en cuanto estuviera frente a ti, llamarías a alguien para que
llevaran las bolsas de sangre al hospital general —le recordé.3
—Lo haré, lo prometo. Pero primero quiero que tomes asiento —su
mirada gris se volvió más oscura en cuestión de segundos—. No me
hagas tener que repetirlo de nuevo.142
—Come, estás muy delgada. Eso sin mencionar tu pálida apariencia. 110
—Come —repitió.173
Furiosa por no tener otra opción más que obedecerlo, tomé los cubiertos
sobre el mantel de la mesa y picoteé la comida; un jugoso filete de carne
término medio. Por desgracia, me sentía demasiado inquieta como para
comer. Mi estomago estaba hecho un nudo y mi apetito era nulo. 33
—Quítatelo.142
—Tú empezaste.74
Dejé escapar un suspiro y miré el plato frente a mí. Levanté los cubiertos
y comencé a cortar la carne en pequeños trozos. Mientras lo hacía, el
tono rosado de la carne y su jugosidad me hicieron sentir nauseas. 321
—Lo haré con una condición —él arqueó una de sus rubias cejas, pero
se mantuvo en silencio esperando a que yo continuara—. Envía las
bolsas de sangre al hospital general ahora mismo y yo comeré todo lo
que hay en mi plato. Incluso pediré postre. 65
Fue ahí cuando sentí la presión de algo contra mi sien. Se trataba del
cañón de una pistola. Escuché gritos, muchos gritos. Las personas que
se encontraban en el restaurante en ese momento comenzaron a tirarse
al suelo, aterrorizados.55
—Déjala ir, imbécil —exclamó la firme y poderosa voz del detective
Parks.129
—Yo no...
—Un paso más y le volaré los sesos —dijo Mike cuando el detective
Parks trató de acercarse.2
—Hace mucho tiempo que nadie me llama de esa manera —me apretó
más contra él—. ¿Tú les dijiste ese nombre, Belle? ¿Así como también
les dijiste que te encontrarías aquí conmigo?86
—Mientes.17
—Mike...
Sentí que se me cortaba la respiración. Ahora todo tenía sentido, por esa
razón me había resultado tan sencillo escapar del hospital sin ser vista
por nadie, por esa razón mi celular había estado a un lado de la cama
cuando desperté.67
Mi loco hermano dejó escapar una risa más cruel que la anterior. 4
—¿Qué dices, John? ¿Quieres ponerme a prueba? —se burló, agitando
el detonador.9
—Oh, ¿eso crees? —sin dejar de apuntarme con el arma y sin apartar su
dedo pulgar del botón del detonador, Michael volvió a dar un paso atrás,
camino a la cocina—. Si te atreves a mover un solo músculo, todo lo que
quedará en este lugar serán restos. Ah, y diles a tus amigos que están
afuera que si se atreven a seguirme, no dudaré en oprimir el botón.
¿Entendido?16
¿Pero qué...?2
¿Quiénes eran los hombres que estaban vestidos de negro? ¿Por qué
estaban ayudando a alguien como Michael? ¿En qué clase de negocios
estaba él metido?85
—No —murmuré.3
Abrí la boca para hacer otra pregunta, pero fui opacada por el sonido de
la sirena de un coche patrulla que venía unos coches detrás de
nosotros.6
Por unos segundos creí que aquello sobre los explosivos se trataba solo
de una de sus bromas, pero no fue así. El suelo bajo nosotros se sacudió
y las ventanas de la camioneta vibraron por un breve momento.
¿Y si no lograron salir?35
Simplemente me desmayé.
Capítulo 40
Ellie380
Con la cabeza todavía apoyada en la ventanilla del coche, abrí los ojos y
eché un vistazo fuera. Al parecer, nos estábamos moviendo en lo que
parecía ser una carretera despoblada y rodeada de bosque. No conocía
los alrededores, no los conocía en absoluto. Definitivamente esto ya no
era Nueva York. Darme cuenta de eso hizo que mi corazón comenzara a
latir con fuerza.167
—El efecto del sedante pasará en unos minutos —me informó Michael,
acariciando la piel de mi brazo izquierdo con una de sus manos—.
Tranquila, todo estará bien.397
—Mientes.301
—Mientes...82
—¡Mientes!43
—Olvidas que también era mi hermano —su voz me fustigó con rabia,
haciendo que retrocediera en el asiento—. Entre mis planes no estaba
que él muriera.896
Respiré hondo para superar el dolor y me limpié las lágrimas que caían
en torrente por mi rostro. Desabroché el cinturón de seguridad que me
mantenía aprisionada en mi lugar y abrí la puerta del copiloto para salir
del coche. Escuché a Michael soltar una palabrota antes de desabrochar
su cinturón y salir detrás de mí.37
Mi plan era correr y tratar (aunque fuese inútil), escapar de él, sin
embargo, apenas puse un pie en el asfalto, sentí náuseas. 144
Me acerqué a la acera de la carretera, me dejé caer de rodillas y vomité.
Michael se agachó a mi lado y masajeó mi espalda. Cuando terminé de
vomitar lo poco que había es mi estómago, me limpié la boca con el
dorso de la mano y aparté la suya de mi espalda. 156
—¿Estás enferma?402
***9
El sitio al que Michael terminó llevándome resultó ser un motel de
carretera de lo más común; nada llamativo y lo suficientemente normal
como para no levantar sospechas. El edificio era de dos pisos, las
puertas daban directamente a la calle, y en el estacionamiento, un
enorme cartel con el nombre del motel "Sweet Recess" destacaba en
todo lo alto.184
Nos detuvimos en la puerta número doce. Michael sacó una llave del
bolsillo de su pantalón y abrió la puerta. La decoración de la habitación
era bastante simple; paredes blancas, una lampara de dos cabezas, un
televisor encima de una vieja mesilla y dos camas individuales. 79
Se encogió de hombros.1
—¿Qué puedo decir? El rojo es mi color favorito, después del negro por
supuesto.378
—Estoy cansada.1
—Sí.
Como no había agua caliente, tuve que bañarme con agua terriblemente
fría, cosa que no me importó. Cerré los ojos y masajeé mi cuero
cabelludo para deshacerme del exceso de pintura. 53
Era la sangre que Hunter había perdido luego de haber recibido dos
disparos...83
Me llevé ambas manos a los oídos y solté un grito, el cual fue suficiente
para hacer que Michael entrara al baño. 38
Eso hice.
—No, ya no.70
Normalmente, Michael era alguien que la mayoría del tiempo solía tener
una expresión fría e indescifrable en el rostro. No había forma de saber
que era lo que pasaba por su cabeza, sin embargo, justo en ese
momento, vi algo diferente en sus ojos.168
—¿Por qué?
—Por hacerme ver que ese día cometí un error. Si hubiese sabido que
mostrarte un poco de afecto desencadenaría todo esto, en lugar de
abrazarte habría elegido escupirte en la cara.879
—El hubiera no existe, Belle. Estamos juntos ahora, eso es lo único que
importa —murmuró, poniéndose de nuevo aquella mascara. Se levantó
del suelo sin dejar de sonreír—. Tranquila, el infierno puede ser un lugar
muy desagradable, pero también es muy divertido. Vas a terminar por
acostumbrarte, te lo digo por experiencia. Con el tiempo, el infierno será
igual que un sauna. Tú solo espera y verás.
Capítulo 41
Ellie496
En otras palabras, si lo que quería era salir de ahí con vida, primero
tendría que idear un plan para burlar a la pareja encargada del motel y
así llegar al teléfono para llamar a la policía, o conseguir las llaves de un
coche.133
A pesar de las miradas desdeñosas que nos lanzaban cada vez que nos
veían, Michael y yo acostumbrábamos almorzar en la cafetería del
pueblo varias veces a la semana.29
Aquella era una rutina que se repetía día tras día, una y otra vez. Incluso
llegó un punto en el que comencé a perder la noción del tiempo. Todos
los días me parecían iguales y poco después perdí la cuenta de los días
que llevábamos en ese lugar, aislados y escondidos del resto del
mundo.240
Una parte de mi se resignó a vivir de esa manera, pues luego de que esa
nota en el periódico confirmara que las palabras de Michael no eran otra
de sus mentiras, perdí toda motivación para vivir. La única razón por la
cual seguía respirando, era porque no podía dejar de hacerlo. 426
—¿Esa mujer?3
—Mi madre.105
Asintió.4
—No es la primera vez que lo haces —continuó, mirando sus manos con
un poco de angustia—. Es como si te desconectaras, como si dejaras de
estar aquí...278
—Está bien.6
—Hablo en serio.23
—No volveré a hacerlo —le aseguré, aunque eso no era algo que
estuviera en mis manos. Segundos después, me surgió una duda—.
¿Alguna vez visitaste a Isabella en el hospital?4
—Ya veo...4
—Sí, lo hizo.4
—¿Quieres saber que es lo más gracioso? Que esa mujer fue capaz de
asesinar a un hombre con tal de proteger a uno de sus hijos, pero no
movió ni un solo dedo cuando le arrebataron al otro de ellos. ¿Sabías
que fue ella quién le pidió a tu padre que me abandonara en otro país?
Pensé que al ver mi rostro, ella recordaría quien era yo y entonces
suplicaría por mi perdón, pero no fue así. Todo lo que hizo fue mirar una
maldita pared blanca como un jodido zombie. 224
—¿Así que simplemente vas a culpar a los demás por todas las cosas
que has hecho?177
—No puedo.35
—Mike...1
—Trae dos platos de huevos revueltos con tocino —dijo él, sin
consultarme.70
—Bien —respondí.1
—A mí me gusta.55
Fruncí el ceño.3
—¿No has notado la forma tan rara en la que me mira la mesera? —le
pregunté a Michael en voz baja—. Creo que no le agrado...96
Una sonrisita tiró de sus labios mientras le daba un mordisco a una tira
de tocino.2
—Solo bromeo. Y la razón por la cual esa chica te mira de esa forma es
porque me la estoy follando y cree que eres mi esposa. Supongo que
está celosa.1.2K
—Eres asqueroso.131
Miré la comida sobre mi plato y casi hice una mueca, la verdad era que
no tenía hambre. Lo único que tenía en ese momento eran náuseas,
además, me sentía muy cansada. Con su penetrante mirada sobre mí,
tragué saliva y tomé los cubiertos. Michael dijo algo más, pero no fui
capaz de prestarle atención.203
—La comida sabía un poco rara... es todo. Creo que no estaba bien
cocinada.84
—Yo te la traeré.2
—Bien.3
Deambulé por los pasillos para encontrar las bebidas energizantes, pero,
justo antes de dar con ellas, mis ojos se detuvieron en un producto. De
pronto, una duda se instaló en mi pecho. 51
Tómala...1
¡Tómala!40
Cuando llegamos al motel, fui la primera en bajar del coche y subir las
escaleras a nuestra habitación. Por supuesto, Michael me siguió de cerca
y me vio recostarme en la cama con una expresión de malestar en el
rostro. No estaba fingiendo, la verdad no me sentía nada bien. 7
Las instrucciones eran bastante sencillas, lo único que tenía que hacer
era orinar en la almohadilla absorbente y esperar de tres a cinco minutos
para obtener un resultado.8
Una vez más tranquila, levanté la vista hacia la ventana y vi que ya había
oscurecido. Me había quedado dormida en el sofá mientras miraba un
programa en la televisión. Miré la montaña de platos sucios sobre la
mesilla del centro y casi fruncí el ceño. El hecho de no haber hecho nada
productivo en todo el día era algo que me hacía sentir un poco mal, de
alguna manera, pero, a decir verdad, aquello se había convertido en una
rutina para mí. Sobre todo, desde que fui suspendida del trabajo de
manera indefinida luego de lo sucedido en lo que hoy en día se conocía
como "el fatal tiroteo en Times Square que acabó con la vida de un oficial
de policía".736
—Eva... joder... que bueno que estás aquí... —la manera en la que
arrastró las palabras al hablar me hizo notar rápidamente lo borracho que
se encontraba—. ¿Podrías decirle a esta chica que cierre la boca? No
deja de parlotear... está comenzando a darme jaqueca.513
—Mi nombre es Darla, imbécil —replicó ella, cruzando los brazos sobre
su pecho—. Y Eva, ¿podrías decirle a este ebrio que saque su culo de
aquí antes de que lo haga yo personalmente?32
—Rojo.118
—Le pedí a Shane que dejaran de servirle cuando noté que se trataba de
él —me dijo Darla en voz baja—. ¿Está bien que esté bebiendo alcohol?
¿Hace cuanto le dieron el alta en el hospital?193
—¿Estás segura de que puedes lidiar con él en ese estado? Creo que ha
bebido bastante.17
—Sí, no te preocupes.30
Después de convencer a Darla de que de verdad yo podía encargarme
de él, a pesar de estar más borracho que mi tío los fines de semana
cuando jugaba su equipo de fútbol favorito, ella se marchó dejándome a
solas con la persona que, según la nota de un periódico, había muerto en
un tiroteo hace más de un mes.301
—Bien Cross, ahora que solo somos tú y yo dime, ¿qué estás haciendo
aquí?29
—¿Por qué?13
—Hunter...6
Él dejó escapar una risita tonta y luego dio un traspié que casi nos lleva a
ambos al suelo mientras nos dirigíamos torpemente a la salida para pedir
un taxi.2
En realidad, arrastrar a Hunter fuera del bar resultó ser menos difícil de lo
que imaginaba, pues, debido a mi trabajo (ese en el que me habían
suspendido indefinidamente), estaba más que acostumbrada a lidiar con
tipos igual o más grandes que él. No obstante, lo que sí fue realmente
difícil fue evitar que Hunter se quedara dormido en el asiento trasero del
coche.52
Por un momento creí que Hunter iba a sacar una llave del bolsillo de sus
pantalones para abrir la puerta como una persona normal, sin embargo,
mi boca se abrió en una gran "o" cuando ese borracho simplemente abrió
la puerta de una poderosa patada.693
¡¿Qué diablos?! 8
Una vez más, di un rápido vistazo a las paredes tapizadas por papeles u
notas sobre el caso y tragué saliva. Hunter había salido del hospital hace
menos de dos semanas, por lo que era realmente sorprendente la
cantidad de información que había reunido en tan poco tiempo.95
Pensé en decir algo más, quizás algo para animarle porque odiaba verle
tan decaído, pero no se me ocurrió absolutamente nada. La situación en
sí era terrible, Ellie llevaba desaparecida más de un mes y hasta la fecha,
la policía seguía sin tener alguna pista de donde podrían estar. 51
Tal y como él había dicho, era como si se los hubiera tragando la tierra. 2
¿Fue su rostro lo que llamó mi atención la primera vez que lo vi? ¿O fue
la melancolía que había en sus ojos el día que lo encontré fumando un
cigarrillo junto a la ventana? Sea lo que fuera que había hecho que me
enamorara de él, seguía estando presente cada vez que lo miraba.140
—Hunter...11
A decir verdad, fue un beso bastante simple. Una parte de mí sabía que
lo que estaba haciendo en ese momento definitivamente estaba mal, ya
que se podría decir que me estaba aprovechando de su condición para
besarlo, pero no pude evitarlo. Había fantaseado durante tanto tiempo
con besarlo que, ahora que estaba ocurriendo, no quería parar jamás.338
Esta vez, cuando volvió a besarme, lo único que pude sentir fue un gran
golpe de culpa. Mi pecho dolía y yo sabía por qué, pero no podía
detenerme. No ahora.470
Su lengua se unió a nuestro beso conquistando todo a su paso. Solté un
gemido cuando sus manos regresaron a mi cintura y me apretaron con
fuerza. Dejé de pensar y me concentré por completo en lo que sus labios
hacían con los míos, en el trabajo que realizaba su ávida lengua y en
esas partes de su cuerpo que cada vez se sentían más grandes y
duras.447
Mis mejillas se calentaron al ver que "eso" entre sus piernas estaba
grande y duro. Dejé besos húmedos sobre todo su cuerpo y volví a
colocarme a horcajadas sobre él. Tomé su miembro entre mis manos y lo
coloqué entre mis delicados pliegues antes de permitir que se hundiera
dentro de mí. Mi espalda se arqueó y eché la cabeza hacia atrás,
embriagándome de placer.2K
Esta no era la primera vez que lo hacía con un chico, pero sin duda
alguna se sentía como si lo fuera. Quizás por esa razón es que no podía
pensar en nada más. Mi cabeza era un caos, mis sentidos estaban en
conflicto.70
Esto está mal, esto está mal, esto está muy mal. 95
Con lágrimas deslizándose por mis mejillas, vi como Hunter luchaba por
no quedarse dormido. Fue doloroso. Yo era su mejor amiga y ahora
estaba... estaba aprovechándome de él...947
***23
—No fue tu culpa —comencé, preparándome para ser odiada por él—.
Yo fui quien...161
—No —me interrumpió—. Está claro que fue mi culpa, cuando bebo me
convierto en un imbécil...470
—Hunter...3
—No...200
Escuchar eso salir de su boca fue un golpe realmente duro. ¿Cómo iba a
decirle ahora que en realidad había sido yo quien se aprovechó de él
anoche? Si se lo decía, estaba segura de que me odiaría... no podía
permitir eso, no podía.457
Abrí la boca para decir algo más, pero justo en ese instante el sonido de
un teléfono resonó en toda la habitación. Hunter continuó mirándome
como si esperara a que yo dijera lo que sea que iba a decir, pero
repentinamente me sentí muy avergonzada. 8
Un ruido sordo surgió desde el fondo del pasillo trasero que conducía al
baño de la recepción. Agucé mis oídos tratando de escuchar de nuevo
algún ruido de advertencia, pero, al no escuchar nada más, me dije a mi
misma que aun tenía un par de segundos más para usar el teléfono
antes de que el hombre fornido regresara a su lugar detrás del
mostrador.42
Michael ya debía estar camino hacia aquí, había dicho que trataría de
volver antes debido a que yo me encontraba enferma. No tenía tiempo
para crear una distracción y despistar al hombre de la recepción, mucho
menos tenía tiempo para intentar conseguir las llaves de algún coche. 5
No esta vez.120
Mientras veía su coche acercándose cada vez más, tuve un alocado. Sin
tiempo para detenerme a pensar si sería una buena o mala idea,
comencé a correr en dirección al bosque, adentrándome rápidamente en
la oscuridad de este.285
—Ahí estás...173
Con las pocas fuerzas que me quedaban, estiré una mano y tanteé el
suelo a ciegas hasta encontrar una roca del tamaño de mi puño. Antes
de que comenzara a perder el conocimiento, tomé la roca entre mis
dedos, levanté mi mano izquierda y sin más, lo golpeé en la cabeza con
ella. Michael gruñó y me soltó. Aproveché ese momento para arrastrarme
de nuevo por el suelo, pero él me sujetó de una pierna y después se
colocó a horcajadas sobre mí.140
Mi rostro era una mezcla de lodo, lluvia y lágrimas. Negué con la cabeza
con desesperación.1
—Por favor... —repetí—. Por favor, no...3
—¡Cierra la boca! 1
Esa fue la primera vez que de verdad temí por mi vida. Él de verdad iba a
matarme, podía verlo en sus ojos. Estaba furioso, nunca lo había visto
tan furioso antes. Se veía igual que un lunático. 65
A mi lado, el sonido que hizo la gran roca al caer sobre el lodo me hizo
dar un respingo.5
Justo después de decir eso, tomó la mochila que llevaba consigo a todos
lados y sacó una jeringuilla.65
El efecto del sedante con el cual solía hacerme dormir durante días
enteros era lento pero poderoso. Al principio no sentí absolutamente
nada, sin embargo, al cabo de unos minutos mis piernas y brazos
comenzaron a sentirse pesados. Cerré los ojos unos segundos y deseé
haber pensado en un mejor plan para escapar. 57
***12
No podía respirar. Quise gritar, pero había algo que me tapaba la nariz y
me cubría la boca. Después de varios intentos, el único sonido que pude
emitir fue un agudo gemido. Mi corazón latía frenéticamente y mi pulso
estaba acelerado. Intenté moverme una vez más, pero el peso de una
persona sobre mí me lo impedía.254
Josh estaba sobre mí, cubriéndome la boca con una de sus manos
mientras que el peso de su cuerpo me aplastaba contra el frío suelo de
aquel sótano. Sin importar cuanto tratara de quitármelo de encima, no
podía. Lo peor era que mientras más me resistía y más trataba de luchar,
más se excitaba. Jadeando como un animal, sentí sus caderas
embistiéndome una y otra vez, causándome un dolor desgarrador entre
las piernas.487
¡No! ¡Por favor, ya basta! ¡No lo soporto más! ¡Basta, basta, basta!15
—Ellie —escuché la voz de Michael, despertandome del sueño. 4
Cuando abrí los ojos, sentí como si hubiese dormido durante varios días
seguidos. Me sentía aturdida y angustiada mientras que mi cuerpo entero
se sacudía y temblaba. Había sido un sueño, solo eso...4
Cerré los ojos intentando recuperarme del mareo que me impedía pensar
con claridad. Todo estaba dándome vueltas, tenía ganas de vomitar. 1
—Yo no...1
—¡Responde la maldita pregunta! —rugió, haciéndome pegar un brinco.3
—Mike...5
—Lo sé, lo sé. Sé lo que estás pensando. ¿Cómo cojones se supone que
voy a matar a alguien que ya está muerto? —sonrió y se encogió de
hombros—. Pronto lo averiguarenos, después de todo estará aquí en un
par de horas, ¿sabes? Yo personalmente le pedí que viniera. 450
Cuando terminó de amarrar aquel trozo de tela atrás de mi cabeza, rodeó
la silla en la que me encontraba y se agachó frente a mí para comenzar a
atar mis pies a las patas del asiento. 4
—Bien, según mis cálculos él debería estar aquí en... ¿tres horas? —
miró un reloj de plata en su muñeca izquierda y luego meneó la cabeza—
. Sí, aún hay tiempo suficiente. Tengo que ir a preparar un par de cosas
para el espectáculo final. Oh, vamos Belle, no llores. Te prometo que
valdrá la pena.243
—¿Viene él solo?4
—Sí.17
« Mira a tu alrededor Ellie, busca algo que puedas usar para cortar las
sogas. »230
Una corriente de aire helado se coló por una de las ventanas tapizadas
con periódico, era la única que estaba rota de una esquina. Al mirar el
suelo bajo esta, noté que aún seguían ahí los trozos de vidrio. 57
« Bien, aquello era más que suficiente. Ahora lo único que tenía que
hacer era... »112
Era él.150
Después de eso, se levantó del suelo y dio media vuelta para enfrentar a
Michael.9
—Pon las manos donde pueda verlas —ordenó Michael sin dejar de
apuntar con su arma a Hunter. Él obedeció y levantó ambas manos a la
altura de su cabeza—. Ahora suelta el cuchillo.79
Una vez más, Hunter obedeció sus órdenes sin protestar y dejó caer el
cuchillo el cual terminó a unos centímetros de mis pies. Asustada, miré la
escena que se desarrollaba frente a mí. 117
—Vamos hermano, sin armas —habló Hunter con cierto tono burlón en
su voz, adquiriendo una posición de pelea—. Muéstrame lo que tienes.521
—¿Tienes miedo?369
Aquello lo hizo reír. Mike miró a Hunter con una enorme sonrisa de
satisfacción en el rostro antes de guardar su arma en el cintura e imitar la
misma posición de pelea que él.32
—De acuerdo, tú ganas. Sin armas. El ganador se quedará con Ellie. 493
—Mn.397
Casi de inmediato Hunter se echó para atrás apretando los dientes con
fuerza.5
—Hijo de...56
Estaba claro que Hunter no lo había dejado caer ahí por mera
casualidad, había una razón. Darme cuenta de eso me hizo sentir más
valiente para lo que estaba pensando hacer. Sin seguir perdiendo más el
tiempo, impulsé mi cuerpo de lado a lado hasta conseguir caer sobre mi
brazo izquierdo.121
—Nunca pude conocerlo, ¿sabes? Pero he oído que era idéntico a ti.
¿Por qué no me muestras como luces sufriendo un ataque de ira?
Vamos, quiero conocer a padre a través de ti. 293
El puño de Hunter voló directo a su cara con una velocidad increíble justo
antes de que Michael pudiera terminar la oración. Después de eso lo
tomó por los brazos y lo empujó contra el suelo. La expresión en el rostro
de Hunter era muy parecida a aquellas que había visto hace cinco años.
Sus ojos habían comenzado a inyectarse en sangre debido a lo furioso
que estaba.370
Michael estaba logrando lo que quería, iba a hacer que Hunter alcanzara
su límite.24
Cuando las puntas de mis dedos tocaron el mango del cuchillo, lo sujeté
firmemente con ambas manos y comencé a deslizar el lado filoso contra
las sogas para romperlas. Me llevó tiempo, pero al final conseguí aflojar
las ataduras lo suficiente para liberar mis manos. 95
Una vez más tranquilo, Hunter intentó levantarse del suelo solo que en
ese preciso momento, Michael levantó una mano y le clavó un cuchillo en
el abdomen, justo en el área donde había estado golpeándolo antes. Y
no solo eso, sino que también hizo girar el cuchillo en su interior,
provocando que Hunter escupiera sangre por la boca y se doblara de
dolor, haciendo una mueca. Michael me miró de reojo y sonrió al ver la
expresión en mi rostro. Se levantó del suelo con movimientos torpes y le
dio una patada en las costillas.863
Al caer, mi cabeza golpeó contra una de las vigas de acero que había por
toda en la bodega y a los pocos segundos todo se volvió oscuro.281
Cuando volví a abrir los ojos, vi a Hunter poniéndose de pie para
enfrentar una vez más a Michael. Ambos se veían en muy mal estado. 86
Se trataba de...248
—Connasse...799
Con las mejillas empapadas en lágrimas, presioné mis labios contra los
suyos y lo besé, rogando y deseando que despertara milagrosamente. 107
Pero él no se movió.221
Aliviada, dejé escapar un largo suspiro y levanté una mano para tocar su
rostro.37
Estaba más delgado que antes, tenía marcas oscuras debajo de los ojos
y también tenía un par de moretones en la cara debido a su pelea con
Michael.34
—Oblígame.285
—¿Qué estás haciendo? —me preguntó en voz baja, sin apartar su ojos
de Michael y sin dejar de apuntarle con el arma.6
—Annalise...108
—Confía en mí.78
Después de mirarme rigurosamente durante varios largos segundos,
Hunter decidió confiar en mí y finalmente soltó mi mano para dejar que
me levantara del suelo. Cuando estuve de pie, me giré hacia Michael y lo
miré, decidida a enfrentarlo por última vez. Sus ojos examinaron mi
rostro, deteniéndose en la herida que me había hecho al casi
descalabrarme con la viga de acero.9
—Lo sé, me hice daño cuando me tiraste al suelo hace un rato —le hice
saber. Michael tragó saliva y frunció el ceño—. Se acabó Mike, deja ir a
Eva. Ahora.142
—No.22
—Mike...2
—No puedo.2
—¿Por qué?18
—Simplemente no puedo.6
—Nadie tiene que morir hoy —lo interrumpí, acercándome más a él—.
Nadie, ni siquiera tú. Así que por favor, solo... entrégate. 78
—¿Qué me entregue? —se rio, pero fue una risa vacía—. ¿Te volviste
loca?80
Negué con la cabeza.2
—Merde...108
—Déjala ir —insistí.15
—Mátame —dijo él sin más—. Sabes cómo hacerlo, ¿no? Un corte limpio
y profundo justo aquí.352
—Mátame.35
—No tienes que morir —sollocé—. Solo entrégate. Por favor, entrégate.78
—Está bien...28
Realmente creí que se rendiría, creí que haría caso a mis palabras y
decidiría no pelear más, pero entonces levantó una mano y disparó.
Escuché a Hunter soltar un gruñido mientras hacia una nueva mueca de
dolor. Michael le había disparado en el hombro derecho. 318
—¿Qué estás...?3
—La próxima bala irá a su cabeza —dijo él, decidido a matarlo—. Ahora
hazlo.231
"No hay forma de salir del infierno" me había dicho una vez, cuando
creyó que estaba dormida. "Durante mucho tiempo he estado buscando
una salida, pero no la hay". "Soy un monstruo, Ellie. A pesar de todo lo
que he hecho, no siento ningún remordimiento". "¿Por qué? ¿Por qué no
soy igual al resto? ¿Por qué no puedo ser como los demás? Yo jamás
pedí ser de esta manera... era solo un niño cuando supe lo que era estar
en el infierno y desde entonces, no he podido salir de ahí". 1K
Mis manos estaban llenas de sangre, al igual que toda mi ropa. Dios mío,
su sangre estaba en todos lados...39
Yo lo maté, pensé.19
—Lo sé.3
—Yo lo maté.4
—Nena...169
—Aquí Hunter.12
—Está muerto.9
—Genial —hubo otra pausa—. No quiero decir que sea genial que este
muerto, pero venga, estaba loco, ¿no? Como diría mi abuela, una mierda
menos en el mundo.1.1K
—Trev...31
—¿Estás bien?9
—Hunter...5
—Estoy bien —repitió, acercando su boca a la mía.8
—Gracias.64
***7
—Cariño...1
—Ya basta, no quiero escuchar ni una sola palabra más sobre este
asunto —se quejó mi madre antes de llegar al sitio donde se encontraban
Lexie y Christopher—. Lo que importa ahora es que tú estás bien y que
además, estás libre de todo cargo.159
No, no lo era. Yo era tan culpable como él y es por eso que merecía ser
castigada. Nada ni nadie me quitaría jamás aquel pensamiento de la
cabeza. Jamás.125
—Ellie. Dios mío, estoy tan feliz... —chilló Lexie antes de darme un fuerte
abrazo—. Tenemos que hablar de muchas cosas, ¿lo sabes, verdad? 54
Asentí.1
—Sí.1
—Sí, lo haré.2
—Parece que alguien no soportó más las ganas y vino a verte —se burló
ella.208
Hunter sonrió como alguien que acababa de hacer una travesura y ladeó
la cabeza.137
—Hunter...2
—Sí. Pero aquí la pregunta debería ser: ¿tú aún quieres casarte
conmigo? —Incapaz de encontrar mi voz para darle una respuesta,
asentí con la cabeza—. En ese caso, déjame hacer correctamente la
pregunta. Ellie Annalise Russell, ¿quieres casarte conmigo? 919
—Sí... sí quiero.345
—Te amo, Hunter —susurré contra sus labios, admitiendo lo que durante
mucho tiempo me había negado a decir en voz alta por miedo—. De
verdad te amo demasiado...642
—Idiota.44
—¿Lo prometes?41
—Lo prometo.
Epílogo
Junto a Marisa, Lisa intentó abrir la boca para decir algo, pero le fue
imposible pronunciar una oración debido a que no podía detener su
llanto. Me causaba cierta gracia que todas las personas en la habitación
estuviesen llorando como magdalenas; la única excepción era Lexie,
pues ella me había prometido que, sin importar qué, no lloraría el día de
mi boda.740
—Ni siquiera sé que decir, yo... —Justo cuando creí que Lexie sería la
única persona que no iba a llorar, sollozó con fuerza—. Maldición, te
prometí que no lloraría. Joder...458
—¿De verdad?23
—¿Está todo listo? —inquirió Mera, la mujer que había organizado con
anterioridad la boda de Lisa y Trevor, y que ahora, se había encargado
de organizar la mía.68
—Sí, aunque creo que vamos a necesitar un montón de pañuelos —
exclamé riéndome al ver a mis tres mejores amigas e incluso a mi madre,
llorando a mares.118
—¿Qué sucede? ¿Te sientes mal? —me preguntó Lexie entre sollozos
luego de verme tocar mi estómago—. Si tienes ganas de vomitar o de ir
al baño, no dudes en decirnos.64
—Estoy bien, estoy bien, tranquila. Es solo que este pequeñín ha estado
muy emocionado desde esta mañana. Parece estar ansioso por ver a su
padre en el altar.522
—Sí.6
—¿Y bien? ¿Cuál es?4
—¡Oh, no! ¡Ni se te ocurra llorar ahora! —me regañó Lisa—. Tuviste
tiempo de sobre para hacerlo, no arruinarás tu maquillaje ahora. 209
—No lo haré, no lo haré —le aseguré, pestañeando para alejar esas
lágrimas—. Lo siento.18
Después de eso, Mera hace un gesto con la cabeza para luego indicarle
a la pequeña Susan que ha llegado su turno de recorrer el pasillo de
alfombra, mientras deja caer pétalos de rosas blancas a su paso. Con
una sonrisita nerviosa en los labios, Susan me sonríe y emprende su
camino al altar, haciendo que todos los invitados se levanten de sus
asientos.616
—Te ves jodidamente hermosa —exclamó Hunter con una media sonrisa
en el rostro, sin preocuparse en controlar su vocabulario delante de mi
padre y del juez que nos casaría.619
—No sabes lo mucho que deseo arrancarte ese vestido ahora mismo. 1.2K
—Estamos hoy aquí reunidos, para celebrar la bella unión de estos dos
jóvenes amantes...125
Fin
Extra 1
Separó mis piernas con las suyas mientras deslizaba una de sus manos
por mi entrepierna.70
—Hunter...79
—Sí —dije yo, rodeándole el cuello con mis brazos—. Por favor,
fóllame.609
Después de separar más las piernas y levantar las rodillas, Hunter movió
sus caderas, clavándose dentro de mí con tanta fuerza que incluso
empujó mi cuerpo hacia la parte superior de la cama. 436
—¿Te gusta?149
—Hunter...7
—Sí —respondí.20
***168
Jamás pensé que los lunes por la mañana podrían ser maravillosos,
hasta que Hunter y yo comenzamos a vivir de nuevo juntos en su
departamento. La primera vez que me había mudado aquí, el miedo de
que él pudiera estar mirándonos desde algún lado me carcomía por
dentro. Sin embargo, esta vez todo era diferente. Michael ya no estaba
ahí afuera y jamás volvería a cruzarme con él. 358
—Hunter, estoy bien —le aseguré, tomando su rostro entre mis manos—.
Esta semana volví a subir tres kilos. ¿Oh, qué? ¿Acaso quieres ponerme
como una vaca?195
—Mmm...319
—Nada de "mmm".60
Sonrió y me rodeó la cintura con los brazos, acercándome a él. Debido a
que él todavía estaba sentado y yo estaba de pie, aprovechó su posición
para esconder la cara entre mis pechos. 285
—Hunter...14
—¿Solo bien?5
—Sí... —Hunter entrecerró los ojos y yo inflé las mejillas—. Está bien, tú
ganas, lo admito. Es bastante incómodo ya que todo el mundo me mira
como si estuvieran viendo un fantasma. Pero no puedo culparlos,
después de todo, mi fotografía estuvo de nuevo en todos los periódicos y
noticieros.210
—No tienes por qué seguir yendo a trabajar, ya te lo he dicho. No
necesitas hacerlo.91
—¿Y qué pretendes que haga? ¿Qué me quede aquí todo el día hasta
que termines de trabajar, esperándote con la cena lista y servida en la
mesa?153
—Nena...200
—Hablo en serio.8
—Es una sorpresa. —Sonreí—. ¿Crees que hoy puedas llegar más
temprano a casa?55
—Bien. Ahora... ¿me sueltas ya, por favor? De verdad que voy a llegar
tarde al trabajo, cariño.163
—¿Te parece bien a las nueve? —exclamó cuando abrí la puerta para
irme.3
***57
—No, está bien. ¿Te dijo qué día quería encontrarse conmigo? 2
Mi amistad con Chase era algo de lo que estaba muy agradecida por
tener.200
Más tarde, cuando terminé mi jornada laboral, decidí pasar por el
supermercado para comprar un par de cosas que hacían falta para la
cena. Mi idea era preparar una cena romántica en la cual pudiera
confesarle de una buena vez por todas a Hunter que estaba
embarazada, el problema era que me sentía muy nerviosa al no saber
cuál sería su reacción al escucharlo. ¿Y sí no le agradaba el hecho de
que yo estuviera embarazada? ¿Qué haré sí él pensaba que era
demasiado pronto para ser padres?181
Una vez realizadas las compras de todo lo que necesitaba para la cena,
tomé un taxi y me fui directo a nuestro departamento. Al llegar al edificio,
le pagué al taxi y tomé las pesadas bolsas del supermercado entre mis
manos para tomar el elevador. Apenas eran las siete, por lo que tenía
tiempo de sobra para preparar todo. Cuando el elevador se detuvo en
nuestro piso y di un paso fuera de la pequeña cabina, escuché la voz de
una chica por el pasillo.75
—Tengo un retraso.1.2K
—Sí. Aún no me he hecho ninguna prueba, pero creo que... creo que
podría estar embarazada.941
—Nena...239
Iba a vomitar.7
—No.33
—Hunter...20
—No lo sé.2
—Annalise...121
—Solo deja que me vaya por ahora, hablaremos después —le aseguré,
sin atreverme a mirarlo a los ojos—. Justo ahora, todo lo que quiero es
estar lejos de ti.360
Después de largos y eternos minutos, Hunter asintió y retiró la mano que
tenía en las puertas del ascensor. Sintiéndome tan quebradiza como un
cristal roto, clavé mis ojos en los suyos y tragué saliva.36
—¿Ya te has hecho una prueba? —le pregunté, sin dejar de mirar el sitio
por donde Annalise había desaparecido. 88
—Entonces andando.312
Fruncí el ceño.25
—Además, ¿no has pensado que es bastante extraño que ella haya
regresado embarazada después de su secuestro? ¿Qué tal si ese hijo no
es tuyo? ¿Qué tal si es de ese psicópata?2.1K
—Ni siquiera entiendo por qué estás tan obsesionado con ella —
continuó, haciendo una mueca—. Todos estos años no he podido evitar
preguntarme, ¿estás con ella solo porque ha tenido una vida realmente
jodida? ¿Estás con ella porque de verdad la amas, o solo sientes
lastima?887
Desvió la mirada mientras que una lágrima corría por su mejilla. Solo
entonces la furia que había sentido hace unos momentos se disipó. Me
era muy difícil enojarme con Eva.435
—¿Por qué estás tan desesperado por que me haga la prueba? ¿Tanto
así deseas que no esté embarazada?837
Dejé escapar un cansado suspiro y decidí soltar su brazo con suavidad. 67
—Eva, lo que sucedió entre nosotros fue un error. Estaba muy ebrio y
para ser sincero, ni siquiera lo recuerdo. Si hubiese estado en mis cinco
sentido jamás te habría puesto una mano encima. 485
—Entonces, durante todos estos años ¿jamás sentiste algo por mí? 931
—Eva...26
—No.297
—¿Por qué? —sollozó. Mierda, odiaba ver a una mujer llorar—. ¿Es
porque no soy lo suficientemente atractiva? ¿No encajo en tu estándar
de belleza?444
—No es eso.6
Eva se llevó ambas manos al rostro y lloro con total libertad. Por
supuesto que me sentí mal al verla llorar de esa manera, pero tampoco
podía engañarla. Aquellos eran mis verdaderos sentimientos y no iban a
cambiar jamás. Annalise era mi luz, mi vida, mi todo. 548
Después de llorar por unos minutos, Eva se limpió las lágrimas y me miró
con una sonrisa.186
—Andando.14
***19
Escuchar eso fue como un soplo de alivio. Cerré los ojos y dejé escapar
un largo suspiro.97
—Joder...28
Ella sonrió.33
—Pareces aliviado.367
—Lo estoy.337
—Bueno, ese día estabas realmente ebrio, nunca antes te había visto tan
ebrio, así que supongo que es normal que no recuerdes lo que paso... 162
—¿Así que...?136
—Joder Eva...38
—No pasó mucho en realidad, yo solo... —dejó escapar una risita
nerviosa mientras un montón de lágrimas corrían por sus mejillas—. Por
favor, no me odies Hunter. Por favor...316
—¿Pero?5
—¿Y no se te ocurrió pensar en eso mientras te hacías pasar por ella? 256
—Hunter...31
—Sí... pero no lo hice con mala intención, yo solo quería que abrieras los
ojos. Sí ella está embarazada, existe la posibilidad de que ese hijo ni
siquiera sea tuyo, debes escucharme.664
—Lárgate.231
Eva comenzó a llorar, pero esta vez no me sentí mal en absoluto. 115
—¡Lárgate!105
—No...59
—Suficiente.8
—Hunter...30
Cansado de escucharla, la empujé fuera del departamento y le cerré la
puerta en la cara. Después de eso, tomé mi celular y llamé a Annalise,
pero ella tenía el teléfono apagado. Desesperado por verla y escucharla,
llamé a la única persona que podría saber a donde pudo haber ido. 291
***8
—¿Qué crees que estás haciendo? ¿Cómo supiste que estaba aquí? 19
En ese momento, mi madre apareció del otro lado de la puerta con una
sonrisita en el rostro.634
—Lo siento cariño, es solo que sonaba tan triste y desesperado a través
del teléfono que no pude evitar decirle que estabas escondiéndote
conmigo —exclamó ella desde su lugar.797
—¡Mamá!44
—No.49
—Hunter...6
—Cariño, no seas así con Hunter. Sea cual sea la razón por la cual
hayan peleado, estoy segura de que puede solucionarse si se sientan a
hablar del problema.901
—Claro que estoy bien. Hunter querido, ya que estás aquí ¿no quieres
algo de beber?981
—No, gracias.28
—De acuerdo, si necesitan algo estaré en la cocina. 130
—Vete antes de que llame a la policía y... —Casi grité cuando Hunter me
cargó entre sus brazos y sonrió como un idiota—. ¡¿Pero qué haces?!
¡Bájame ahora mismo! 334
—¡Hunter!12
—Nena...222
Hunter tomó mi rostro entre sus manos y me besó. Fue un beso suave y
dulce, y quizás pudo haber sido un beso muy largo, si yo no hubiese
recordado la razón por la cual estaba enfadada con él. Como respuesta,
giré la cabeza para romper aquel beso y volví a empujarlo lejos. 111
—Annalise...18
—Annalise...4
—¡No quiero volver a verte nunca más! ¡Vete antes de que llame a la
policía!151
—Annalise... —repitió.44
—Tranquilízate nena, deja que te explique lo que sucedió con Eva. 135
Primero preferiría tomar leche agría que escuchar lo que hizo con Eva,
ugh.181
—Nena...221
—Lo sé, pero no quiero hacer de esto un gran alboroto. Solo no quiero
volver a verla nunca más.118
—Pero...3
—Bueno, mi plan era hacer una cena romántica y luego darte la noticia
de mi embarazo.219
—Ya veo...34
Pero Hunter selló mi boca presionando sus labios contra los míos,
haciéndome callar con un beso. Eso me sorprendió, por lo que no pude
evitar jadear suavemente.92
—No necesitas jurarme nada, sé que ese hijo es mío —murmuró él, para
luego inclinar acercar de nuevo su boca a la mía y así, volver a
besarme.420
—Hunter...30
—La noche es larga, nena. Espero que estés preparada, porque pienso
hacer que te corras una y otra vez hasta que te canses de gritar mi
nombre y me pidas que pare.791