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Análisis Historia de Una Escalera
Análisis Historia de Una Escalera
GÉNERO
¿Crees que Historia de una escalera es una tragedia o un drama? Historia de una
escalera es un drama realista, porque representa un examen crítico de la sociedad
española.
2. TÍTULO
Sentido del título de la obra en relación con su tema. Toda la trama se desarrolla en
las escaleras de un edificio, a lo largo de 30 años. Durante el paso del tiempo los
vecinos van muriendo, por eso en el título aparecen los términos historia y escalera.
La escalera: símbolo central de la obra. Los tres actos de la obra se desarrollan en el
mismo lugar: un «tramo de escalera con dos rellanos». Es en este espacio donde tiene
lugar toda la acción; en la escalera se comentan los chismes y se escuchan las
discusiones; allí se reflejan los proyectos y los sueños de todos los vecinos. Todos los
personajes se sienten ligados a ella. Algunos la odian, porque «encadenados»
simbólicamente a esta escalera han ido perdiendo sus sueños y sus esperanzas con el
paso de los años; otros, como Paca, la consideran una vieja compañera. La crítica
considera que la escalera es el elemento central de la obra de Buero.
3. ESTRUCTURA Y ARGUMENTO
PERSONAJES SECUNDARIOS
Generosa: La señora Generosa es una pobre mujer de unos cincuenta y cinco años.
Su marido es el señor Gregorio -el cual no sale nunca a escena- y tiene dos hijos:
Carmina y Pepe. Buero resalta su carácter apocado contrastándolo con el carácter
decidido y enérgico de su amiga Paca. Generosa es incapaz de levantar la voz ni de
murmurar contra ninguno de los vecinos. Los problemas ahogan a esta mujer.
Tampoco sabe cómo va a salir adelante con la escasa pensión que le queda tras la
jubilación de su marido y mucho menos, tras su muerte, al comienzo del acto segundo.
Doña Asunción Doña Asunción es una señora de luto, delgada y consumida. -y con
don Manuel, la única que recibe este tratamiento. Es educada, correcta y más bien
tímida. Mantiene una actitud de humildad ante los demás. Ese es el tono de las
disculpas que inventa para no tener que confesar que carece de dinero para abonar
sus recibos. Cree que su hijo es el ser más maravilloso del mundo y lo alaba
continuamente. Afirma que está trabajando, cuando sabe perfectamente que se
encuentra en casa, tumbado en la cama y pensando en sus proyectos.
Don Manuel Don Manuel, el padre de Elvira, recibe el tratamiento de respeto (don), lo
que le convierte en superior a los demás vecinos. Se trata de un pequeño-burgués que
ha subido gracias a su propio esfuerzo. Fue oficinista hasta que montó su propio
negocio, una agencia. Don Manuel puede pagar sus cuentas sin ningún apuro e
incluso puede permitirse el lujo de pagar el recibo de su vecina, doña Asunción, con el
dinero que lleva en ese momento en la cartera. Mima a su hija en exceso y está
dispuesto a acceder a todos sus caprichos, aunque lo que ésta quiere hacer no le
parezca lo más acertado. En el tercer acto sabemos que ha muerto, y ya en el
segundo no ha aparecido ni se le menciona. Su papel ya ha sido cumplido.
Trini Trini es una de las hijas del señor Juan y de Paca; se trata de una joven de
aspecto simpático. Dedica su vida exclusivamente a su familia, por lo que
permanecerá soltera. Al final reconoce que no es ése su ideal de vida; ella hubiera
deseado casarse y, sobre todo, tener un hijo. Tiene un carácter bastante parecido al
de su madre, la señora Paca: Es capaz de enfrentarse a cualquier situación que le
parezca injusta, pero también de ofrecer una ternura infinita a aquellos que son más
desgraciados que ella. En el tercer acto aparece ya como una mujer madura, llena de
arrugas. Cuando el hijo menor de Fernando, Manolín, se le declara, pidiéndole que
espere hasta que crezca, Trini se emociona ante el cariño que le demuestra ese niño
de doce años. Ello hace más patética la emoción que la embarga por el hijo que nunca
tuvo.
Rosa Rosa, otra de las hijas de Paca y el señor Juan, es una mujer joven, guapa y
provocativa. Hace su voluntad siempre, a pesar de los continuos reproches y
advertencias de su madre y de su hermano. En el primer acto, su madre intenta
todavía encauzarla y llevarla por el buen camino. Ante la negativa de la joven, Paca la
llama «condenada» y «golfa». En el segundo acto -Rosa ya está viviendo con Pepe-,
su madre la califica como «irribécil» y «basura». Rosa cumplió su deseo de vivir con
Pepe; pero éste -las pocas veces que, al parecer, va a casa-, la maltrata. Sin embargo,
Rosa le defiende con uñas y dientes ante su familia. En el tercer acto, volverá a vivir
con los suyos. La atractiva muchacha del primer acto se ha convertido en una «vieja
gruñona» que por fin reconoce que Pepe es un ser despreciable.
Pepe En el primer acto, Pepe ronda ya los treinta años y es un granuja achulado y
presuntuoso. Es hermano de Carmina e hijo de Generosa y el señor Gregorio, y tiene
diez años más que Fernando y Urbano. La suya es una figura patética. Se trata de un
fanfarrón perdonavidas que responde a las amenazas de Urbano con sorna, pero que,
en realidad, no se atreve a enfrentarse con él, aunque por otro lado esté seguro de
que Urbano es incapaz de cumplir sus amenazas. Ya en el primer acto discute con
Urbano, precisamente a causa de Rosa. Pero la discusión -comenzada también por
Urbano- es mucho más fuerte en el segundo. En ambas ocasiones, Pepe, como
cobarde que es, se marcha mientras le llueven insultos: “chulo despreciable”, “canalla”,
“granuja”, “guiñapo”, “golfo”, “cobarde”, “trapo”. En el tercer acto tiene unos sesenta
años. No aparece en escena. Rosa le ha echado definitivamente de su lado. Cuentan
que sigue viviendo de las mujeres, como un chulo.
Fernando, hijo Fernando es el primer hijo del matrimonio formado por Fernando y
Elvira. Aparece de bebé en el segundo acto, por lo que en el tercero tiene unos
veintiún años y se ha convertido en un joven arrogante y pueril. Está enamorado de la
hija de Urbano y Carmina –Carmina hija- nos recuerda continuamente a su padre en
sus ademanes y en sus palabras, dando cuenta nuevamente del fracaso de sus
mayores, que «se han dejado vencer por la vida». De la misma forma, no parece que
sea consciente de que él mismo está expuesto a repetir los errores de sus padres.
Sólo si es capaz de rechazar las prohibiciones y convicciones estúpidas y sin sentido
de estos, logrará no cometer los mismos fallos y labrarse un futuro mejor.
Los personajes episódicos son aquéllos que cumplen una determinada función en la
obra y que no suelen aparecer más. Se les suele denominar por su nombre genérico
(cobrador, señor, joven...).
El señor y el joven bien vestidos Casi al comienzo del tercer acto aparecen un bien
vestidosjoven y un señor bien vestidos que ocupan las antiguas viviendas de doña
Asunción y la señora Generosa. Se encuentran en el descansillo de la escalera y
bajan juntos. Su charla revela que el valor principal de la sociedad en que viven es el
dinero (el joven tiene varios trabajos para conseguir un sobresueldo) y que el máximo
deseo de ambos es conseguir una buena situación a toda costa. Su actitud hacia el
resto de sus convecinos es de total desprecio; se consideran de otra categoría.
Algunos críticos consideran a estos dos hombres como un símbolo de la posibilidad de
"salir" de la escalera, de ascender en la sociedad; otros consideran que su presencia
constituye una crítica a la alienante sociedad de consumo donde la posesión de una
serie de bienes, de objetos materiales, es un signo del "éxito" social.
5. Temas
a. El inexorable paso del tiempo. En la obra se puede ver el fluir temporal a lo
largo de sus tres actos. La obra está inspirada en el relato Las nubes de Azorín
del libro Castilla. En él, los protagonistas de La Celestina, Calixto y Melibea, se
hacen mayores y tienen una hija adolescente que es cortejada por un joven
como hizo Calixto con Melibea. En Historia de una Escalera, se puede apreciar
el paso de distintas generaciones por el mismo espacio, cometiendo los
mismos errores y cambiando los roles en los diferentes actos.
b. Problemática social. Aunque el estado de necesidad no es acuciante, la obra
muestra situaciones de pobreza y resignación en torno a:
Penurias económicas: imposibilidad de pagar el recibo de la
luz, hacer la compra, pagar el combustible o el alquiler. También
hay una clara referencia a las bajas pensiones que reciben los
jubilados después de trabajar toda su vida.
Desigualdades sociales: incluso en un vecindario humilde, hay
desigualdades con personas acomodadas como don Manuel,
que tiene una situación más desahogada que sus vecinos, lo
que le permite echarles alguna vez una mano. Frente a él, otras
familias no tienen ni para pagar la luz o hacer la compra.
Actitudes personales: encontramos diferentes actitudes en los
personajes; desde Fernando, dependiente de una tienda,
individualista, soñador y vago; a Urbano, trabajador sindicalista,
partidario de la solidaridad y derrotista. Sin embargo, ni uno ni
otro pueden abandonar la escalera.
Machismo: las mujeres hacen las tareas domésticas y están
pendientes de los hombres, incluso tienen que mantenerlos,
como ocurre con Pepe, chulo y mujeriego. Este machismo se
muestra en expresiones verbales y físicas y el hombre aparece
además como un macho conquistador.
c. Conflictos generacionales. En cada uno de los actos hay rencillas entre las
familias del vecindario. Se pueden ver entre los matrimonios de Fernando y
Elvira y Urbano y Carmina. Los mayores prohíben a los hijos que mantengan
relación por las antiguas rencillas.
d. Problemática existencial
Frustración por la imposibilidad de conseguir un puesto mejor y salir del
vecindario.
e. Otros temas
Amor y su derrota como sentimiento romántico.
La incomprensión entre padres e hijos.
La muerte
La vida como castigo.
La pobreza
La fuerza del destino
La falta de sinceridad
La incomprensión
6. El espacio Y EL TIEMPO
ACTO I, 1919: Tramo de escalera con dos rellanos. La barandilla es muy pobre.
Imaginamos un lugar lúgubre y un poco sucio, descuidado. La ventana lateral del
casinillo está sucia y en el rellano de abajo hay una polvorienta bombilla enrejada.
ACTO II, 1929: El aspecto general de la escalera es el mismo, aunque algo más
deteriorado: la escalera sigue sucia y pobre, las puertas sin timbre, los cristales de la
ventana sin lavar.
ACTO III, 1949: El escenario presenta algunos cambios que pretenden “modernizar” la
escalera. El casero ha pretendido, sin éxito, disfrazar su pobreza con algunos nuevos
detalles. La ventana tiene ahora cristales romboidales coloreados y una placa indica el
piso que es. Las puertas han sido dotadas de timbre eléctrico, y las paredes,
blanqueadas. Buero nos advierte en varias ocasiones de que no es en el escenario
donde se percibe el paso de los años, sino en el aspecto físico de las personas que
viven allí.
El escenario es un típico lugar de paso en el que se producen los naturales encuentros
entre los vecinos. Por otra parte, propicia el gran número de entradas y salidas de los
personajes, que suben y bajan continuamente.
7. El lenguaje
Busca que el espectador lo capte fácilmente, por lo que Buero opta por el nivel medio
o estándar sin complicaciones. La forma de expresión muestra la realidad sociocultural
de los personajes y solo es algo más elaborado el lenguaje de Fernando porque es
aficionado a la lectura y a la escritura. No faltan expresiones populares como “ahorrar
como una urraca, “¡Aire, aire!”.
Lenguaje y estilo Los personajes hablan con todo el realismo propio de su época, de
su país y de su condición social. El registro coloquial y familiar parece ser el dominante
en la obra. Sin embargo, en medio de estas conversaciones tan poco delicadas, nos
encontramos con que los personajes hablan de cosas importantes, de cuestiones que
nos afectan a todos. He aquí uno de los grandes logros del autor: conseguir hacer con
la lengua coloquial un texto verdaderamente poético, de alcance universal. En las
intervenciones más extensas de los personajes, el autor consigue este efecto pasando
sin previo aviso del registro coloquial al formal, lleno de gravedad y profundidad. En
intervenciones breves el autor logra este efecto al insertar magistralmente enunciados
de registro coloquial en situaciones dramáticas muy intenesas. (Por ejemplo: la
conversación entre Paca, Carmina y Generosa el día del entierro del marido de esta
última).
8. INTERPRETACIÓN Y SENTIDO