Los olmecas, una de las civilizaciones más antiguas de Mesoamérica,

desarrollaron un calendario que influenció a muchas culturas posteriores en la

región. Sin embargo, el conocimiento específico sobre el calendario olmeca es
limitado debido a la falta de evidencia directa. Los olmecas no dejaron
registros escritos detallados como lo hicieron los mayas o los aztecas.

Se cree que los olmecas tenían un calendario que combinaba ciclos lunares y
solares, lo que les permitía rastrear el tiempo y organizar actividades
agrícolas y ceremoniales. Sin embargo, los detalles precisos de este calendario,
como su estructura y la forma en que se utilizaba, aún no se comprenden
completamente.

Gran parte de lo que se sabe sobre el calendario olmeca se ha inferido a partir

de artefactos arqueológicos, como monumentos de piedra tallada y artefactos
cerámicos, así como comparaciones con calendarios posteriores desarrollados por
otras culturas mesoamericanas.

A pesar de las limitaciones en nuestro conocimiento, la influencia de los

olmecas en el desarrollo cultural y calendárico de Mesoamérica es innegable. Su
legado sentó las bases para el desarrollo de calendarios más avanzados por parte
de culturas posteriores, como los mayas y los aztecas