Está en la página 1de 3

SIRVIENDO CON PASION

Meta: Potenciar los dones y habilidades para servir en la extensión del reino de Dios
Objetivos:

 Motivar a las mujeres mediante el estudio del fundamento bíblico del servicio que genere
deseos de permanecer activas y de buen ánimo en el trabajo de la obra del señor.
 Descubrir en que área le apasiona más trabajar a través de identificar los dones a fin de dar
un servicio más eficiente en la obra de Dios.
DINAMICA: LA BANDEJA DEL SERVICIO
Base Bíblica: Hechos 9:36-42

36 Había entonces en Jope una discípula llamada Tabita, que traducido quiere decir, Dorcas. Esta
abundaba en buenas obras y en limosnas que hacía. 37 Y aconteció que en aquellos días enfermó y
murió. Después de lavada, la pusieron en una sala. 38 Y como Lida estaba cerca de Jope, los
discípulos, oyendo que Pedro estaba allí, le enviaron dos hombres, a rogarle: No tardes en venir a
nosotros. 39 Levantándose entonces Pedro, fue con ellos; y cuando llegó, le llevaron a la sala,
donde le rodearon todas las viudas, llorando y mostrando las túnicas y los vestidos que Dorcas hacía
cuando estaba con ellas. 40 Entonces, sacando a todos, Pedro se puso de rodillas y oró; y
volviéndose al cuerpo, dijo: Tabita, levántate. Y ella abrió los ojos, y al ver a Pedro, se incorporó.
41 Y él, dándole la mano, la levantó; entonces, llamando a los santos y a las viudas, la presentó
viva. 42 Esto fue notorio en toda Jope, y muchos creyeron en el Señor.

INTRODUCCIÓN:

Hablar del Rol de las Mujeres en la iglesia y ejemplo de mujeres que sirvieron.

Una cosa es Servir y otra es SERVIR CON PASION! La pasión por servir al Señor y compartir
el evangelio tendrá altos y bajos a lo largo de la vida. Algunos eligen conformarse con una
existencia tibia, sin arriesgar mucho. Otros dejan de servir por completo y van sin rumbo por la
vida. Al principio nos sentimos emocionados, expectantes, llenos de energía y ánimo para servir al
Señor en todas las formas que nos sea posible: predicando a Jesús en las calles, enseñando a los
niños en el ministerio infantil, cantando en el equipo de alabanza, atendiendo a los visitantes en la
iglesia, un grupo de oración o apoyando en la limpieza del templo, etc. pero en la medida que pasan
los años podes encontrarte con distintas circunstancias que pueden hacerte desmayar en nuestra
determinación de servir a Jesús con pasión y excelencia Pero si hoy usted se ha sentido indiferente
al servicio, hoy es el momento para que usted REAVIVE LA PASIÓN POR SERVIR AL
SEÑOR.

A todas nos fue dado un talento o un don que puede ser utilizado para el servicio del señor 1
Timoteo 4:14 nos dice “NO DESCUIDES EL DON QUE HAY EN TI” usted se puede preguntar
¿para que soy buena? ¿En qué área le puedo servir a Dios? No se hablar, no se cantar, ya estoy
mayor, tengo los recursos necesarios, y nos limitamos a servicios específicos, pero te has
preguntado ¿Cuál ES EL DON QUE HAY EN MI?

Que necesito para ser una servidora apasionada de Dios


1) Avivar nuestra relación con Dios

La historia de la visita de Jesús a la casa de Marta y María en el Evangelio de Lucas nos da


probablemente la lección más importante acerca del servicio a Dios que podamos aprender. A pesar
de que servir a Dios es una fuente de realización y satisfacción como lo vimos en el tema anterior,
también es verdad que encontraremos algunos retos en el camino. Estar preparados para ello nos
será de vital importancia.

La historia tiene que ver con dos hermanas que recibieron al Señor Jesús en su casa, una de ellas,
Marta, se entregó por completo a preparar todo para que el Señor tuviera la mejor experiencia
posible mientras se hospedaba en su hogar. María, por otra parte, se sentó a los pies de Jesús y solo
estuvo ahí escuchándole y pasando tiempo con él.

Cuando Marta notó que su hermana no estaba ocupada como ella en los quehaceres de la casa, le
pidió a Jesús que le llamara la atención. La respuesta de Jesús está dirigida a todas aquellas
personas que consciente o inconscientemente llegamos a pensar que lo más importante para Dios es
LO QUE HACEMOS PARA ÉL.

Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. Pero sólo una cosa es necesaria; y
María ha escogido la buena parte…

Las lección más importante que he aprendido en todos estos años de servicio a Dios y la quiero
compartir contigo es la siguiente: Tu SERVICIO a Dios nunca será más importante que tu
RELACIÓN con Dios.

Nuestra relación con Dios es el fundamento de nuestra vida de servicio. Estar con Jesús, pasar
tiempo en su presencia, adorar y exponernos continuamente a su palabra son la principal fuente de
energía y pasión de nuestro servicio.

He visto como muchos creyentes viven afanados y cansados en el ejercicio de su servicio a Dios y
ya no disfrutan de lo que hacen para el Señor. ¡Yo lo viví también! En algún momento en mi
caminar con Dios me convertí en Marta, enojado con mis hermanos que parecía que no estaban tan
ocupados como yo, me estaba desgastando, sirviendo en mis fuerzas y no en la gracia y fuerza de
Dios. Eso nos puede pasar a todos.

La enseñanza más importante acerca del servicio que puedes aprender es la siguiente: Nunca tu
servicio será un sustituto de tu relación personal con el Señor. Si descuidas tu vida de comunión
tarde o temprano tu servicio te será una carga y no una satisfacción.

Dale prioridad a tu vida de consagración. Invierte tiempo de calidad en la presencia del Señor, ten
comunión con él y pasa tiempo en su palabra. Hazlo regularmente. Que se convierta en un estilo de
vida. Notarás que tu servicio estará lleno de aceite fresco del cielo, de gozo y de energía. Tu
efectividad y gracia en todo lo que hagas serán la recompensa pública del Señor por el tiempo que
pasas con Él en privado.

2) Despojarnos del reconocimiento Filipenses 2:5-8

¿Cómo así que aparte que tengo que servir tengo que cumplir con algunos requisitos? Este requisito
no se trata de aspectos físicos, de nivel profesional, ni de condición económica, se trata de una
actitud de humildad
Debemos dejar de decir “y porque no lo hace el otro, aquí no agradecen lo que uno hace”

Jesús es el mayor ejemplo de Servicio, dice su palabra “que se humillo a sí mismo”

Un corazón sano y limpio es la plataforma de que tu servicio a Dios sea como olor fragante delante
de su presencia. Un corazón sano es más importante que tus habilidades, que tu talento, que tu cargo
en la iglesia, que tu dedicación, esfuerzo y aún más importante que tu imagen y reputación, tu
servicio a Dios debe brotar de un corazón sin ira ni contienda.

A lo largo de los años he visto a muchas personas que lamentablemente desmayaron en su


determinación de servir a Dios cuando descuidaron su corazón. Le dieron lugar a la ofensa en vez
de echar mano del amor y el perdón.

Servir a Dios con la motivación correcta es siempre una bendición para tu vida y para quienes te
rodean. Los creyentes debemos estar siempre atentos al estado de nuestro corazón y de nuestros
pensamientos y no permitir que motivaciones incorrectas comiencen a guiar nuestra vida.

Efesios 6:6 habla de que no debemos servir al ojo, esto significa servir con la motivación de ser
vistos, el Apóstol Pablo dice que quienes esto hacen buscan agradar a los hombres en vez de a Dios.

He visto en todo este tiempo como muchas personas comienzan a servir a Dios por motivaciones
incorrectas. Anhelan reconocimiento o aspiran ser admirados y aplaudidos, hay una medida de
orgullo y arrogancia en sus vidas acerca de sus habilidades, dones o talentos, quieren demostrar lo
buenos que son en lo que hacen.

3) Entregarlo todo

Dios ve tu servicio

Hebreos 6:10

1 corintios 15:58 Dios no olvida lo que tú has hecho por amor a él.

También podría gustarte