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Ministerio

Romanos 8
28 y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien,
esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.
Dios muestra su soberanía para nuestras vidas.
29 porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen
hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito
entre muchos hermanos.
La finalidad del propósito de Dios no es usarme en el ministerio sino
conformarme a la imagen de Cristo. Si bien en este camino de gloria en gloria
y victoria en victoria, vamos siendo usados por Dios en diferentes áreas en la
iglesia y de diferentes maneras con nuestros hermanos, su propósito nunca
cambia, debemos ser conformes a la imagen de su Hijo y Dios nos moldeara a
través de este servicio.
Juan 12
26 quien quiera servirme debe seguirme; y donde yo esté, allí también estará
mi siervo. A quien me sirva, mi Padre lo honrará.
Claramente acá nos indica que el servicio debe ser basado en el seguimiento
de los pasos de Cristo.
Para entender de donde nace la palabra ministerios debemos hacer algo de
historia:
La palabra griega diákonos y la palabra latina minister básicamente describen
lo mismo: un siervo, un sirviente, un mesero u otro siervo personal. Cuando
se dio comienzo a la traducción de la Biblia al latín, minister fue por lo
general la palabra que se escogió para verter diákonos.
El oficio del diácono se estableció para manejar los asuntos prácticos en la
iglesia:
Hechos 6
2 entonces los doce convocaron a la multitud de los discípulos, y dijeron: No
es justo que nosotros dejemos la Palabra de Dios, para servir a las mesas
La palabra que se traduce para "servir" es la palabra griega diakonein, que se
deriva de una palabra que significa "asistente, mesero, o uno que ministra a
otro". Ser "diácono" es servir. Los primeros diáconos fueron un grupo de
siete hombres en la iglesia de Jerusalén, que fueron nombrados para trabajar
en la distribución diaria de alimentos. Por lo tanto, un diácono es alguien que
sirve a otros en un cargo oficial en la iglesia.

¿Que nos dice la palabra de Diáconos?


En 1Timoteo 3:8-16
Los diáconos asimismo deben ser honestos, sin doblez, no dados a mucho
vino, no codiciosos de ganancias deshonestas; que guarden el misterio de la
fe con limpia conciencia. Y estos también sean sometidos a prueba primero, y
entonces ejerzan el diaconado, si son irreprensibles. Las mujeres asimismo
sean honestas, no calumniadoras, sino sobrias, fieles en todo. Los diáconos
sean maridos de una sola mujer, y que gobiernen bien sus hijos y sus casas.
Porque los que ejerzan bien el diaconado, ganan para sí un grado honroso, y
mucha confianza en la fe que es en Cristo Jesús. Esto te escribo, aunque tengo
la esperanza de ir pronto a verte, para que, si tardo, sepas cómo debes
conducirte en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios viviente, columna y
baluarte de la verdad. E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad:
Dios fue manifestado en carne, Justificado en el Espíritu, Visto de los ángeles,
Predicado a los gentiles, Creído en el mundo, Recibido arriba en gloria.
Podemos observar 3 requisitos básicos para ejercer el liderazgo o tener un
ministerio:
Un Diacono debe ser, pues, irreprensible:
Tu primer ministerio es tu integridad personal, la manera en cómo te
conduces en lo privado y en lo público. Vivir en constante comunión con Dios
y su palabra. Y tener buena reputación de parte de los otros responsables o
líderes, dentro de tu comunidad.

Marido de una sola mujer (evitar adulterio):


Inmediatamente después de la integridad personal, se habla de la relación de
pareja; el cónyuge. Si no estás casado, tu enfoque es tu integridad personal al
relacionarte con el sexo opuesto y eso refleja tu fidelidad a tu futura esposa.

Que gobierne bien su casa:


Este punto nos habla de la familia. Gobernar nos refiere a guiar y dirigir, o
sea, que la persona debe guiar y dirigir su casa con sabiduría de acuerdo a los
caminos de Dios.

Tu primer ministerio es tu integridad personal, tu esposa y tu familia. Si tu


familia está bien atendida, serán el impulso para que tu ministerio en la
iglesia sea exitoso.
EFESIOS 5
25 maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia y se
dio a sí mismo por ella
Cuando pensamos en Cristo pensamos en amor en mansedumbre en servicio,
en amor incondicional, en paciencia, en oración, etc., ahora pensemos en la
iglesia, muchas veces somos gruñones, rápidos para la ira, emocionales, sin
compromiso, habladores etc., ¿cómo es que Cristo se entregó a si mismo por
ella?, ¿cómo Cristo ama a esa iglesia que somos todos nosotros?, por lo
tanto, si queremos servirle y seguirle no hay excusa para amar a nuestras
esposas, y comenzar nuestro primer ministerio, no olvidemos que nosotros
mismos somos esa iglesia, sin embargo Cristo fue a la cruz por nosotros.

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