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leerse una octava más aguda y trasponerse para clarinete en si bemol en el caso de que sea

necesario, ya que el klezmer se solía tocar con clarinete en do.

Grandes Clarinetistas de la Música Klezmer

Como la música klezmer se consideraba esencialmente música funcional en la primera


mitad del siglo de la década de mil novecientos, pocos intérpretes destacaron como
individuales en esa época, excepto quizás clarinetistas Dave Tarras y Naftule Brandwein.
Ambos se convirtieron en los más famosos y respetados del siglo veinte. Su estilo de música
se conoció como "música de baile judía" durante los años de la postguerra. A continuación,
se muestra un poco la biografía de estos músicos:

Dave Tarras, conocido por su larga carrera y su habilidad para tocar el clarinete, es
probablemente el músico klezmer más famoso del siglo Ilustración 19. Dave Tarras

veinte junto con Naftule Brandwein. Destacó con su


influencia en el movimiento klezmer estadounidense
desde su surgimiento a mediados de la década de mil
novecientos setenta hasta mediados de mil novecientos
noventa. Hijo de un trombonista klezmer y Badkhn, nació
en mil ochocientos noventa y siete en Ternivka (Ucrania).
Se reclutó en el ejército en mil novecientos quince, pero su gran dominio de la música hizo
que en mil novecientos veintiuno emigrara a Nueva York, donde comenzó su trabajo como
clarinetista y donde desarrolló su arte y maestría en muchos de los conjuntos klezmer. Realizó
numerosas grabaciones a lo largo de su trayectoria y no solo de estilo judío, sino que introdujo
melodías polacas, griegas y rusas. La experiencia tocando en la banda militar zarista, su
habilidad para leer música y su excelente dominio del estilo yiddish lo convirtieron en uno de
los favoritos entre los líderes de la banda. Tras la segunda guerra mundial y con la inserción
de nuevos estilos musicales, la música klezmer perdió interés; sin embargo; Tarras continuó
dedicándose a ella siendo uno de los pocos músicos que aún grababa y tocaba activamente.
Su estilo se ha caracterizado por ser suave, con un fraseo pausado y rítmico. Entre su gran
legado de grabaciones, destaca Tanz! compuesta en mil novecientos cincuenta y seis, donde
cuenta con la participación de su yerno, clarinetista y saxofonista, Sam Musiker. Al comienzo
del renacimiento del klezmer en las décadas de mil novecientos setenta y mil novecientos
ochenta, Tarras fue mentor de muchos músicos jóvenes que se hicieron famosos, incluido el
mandolinista Andy Statman. Murió en mil novecientos ochenta y nueve en Oceanside,
condado de Nassau, Nueva York.

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Naftule Brandwein nació en mil ochocientos ochenta
Ilustración 20. Naftule Brandwein
y cuatro en Przemyslany (Polonia). Fue un gran clarinetista,
director de orquesta y, al igual que Dave Tarras, intérprete
de numerosas grabaciones klezmer judío estadounidense,
en las que se aprecia su clarinete en Mi bemol. Su padre,
Pesakh Brandwein, tocaba el violín y el clarinete además de
ser Badkhn. En mil novecientos diecinueve emigró a los
Estados Unidos junto con once de sus trece hermanos,
quedando dos hermanos que posteriormente fueron
asesinados a causa del nazismo. De mil novecientos
veintidós a mil novecientos veintisiete Naftule fue desarrollando su carrera como solista,
destacando por primera vez en la banda de Abe Schwartz. Su estilo de vida poco saludable
y el consumo de alcohol hizo que dejara de grabar, pasando a dedicarse a pequeños
conciertos para ocasiones privadas, bodas o noches especiales en hoteles. Su estilo musical
estuvo marcado por una gran personalidad y virtuosismo. Entre sus obras, destaca Firn Di
Mekhutonim Aheym. Su improvisación, su destreza, sus escalas musicales de ejecución
rápida, su manejo de aire soplado, su glisando y sus knaytches la convierten en una de las
grabaciones más escuchadas y reproducidas desde el resurgimiento de la música klezmer
en la década de mil novecientos ochenta. Destacó en el klezmer contemporáneo siendo
fuente de inspiración para músicos como David Krakauer, Hankus Netsky, Alicia Svigals y
Michael Winograd. Murió en mil novecientos sesenta y tres.

Giora Feidman, proveniente de una familia judía originaria de Moldavia, nació en


Buenos Aires (Argentina) en mil novecientos treinta y seis. Comenzó su interés por la música
a raíz de su padre, clarinetista y componente de la Orquesta
Ilustración 21. Giora Fiedman
Filarmónica del Teatro Colón. Usó su pasión por la música
como un camino de unión entre judíos y alemanes,
especialmente tras el Holocausto, siendo una gran influencia
para muchos músicos; entre ellos; los clarinetistas Helmut
Eisel y David Orlowsky, y haciendo que fuera galardonado
en dos mil uno con la Cruz Federal al Mérito en Alemania por
impulsar la reconciliación entre judíos y alemanes. Sus
vivencias y las de su familia por la persecución a los judíos de ese momento se vieron
reflejadas en su música que va desde la melancolía y la desesperación hasta la serenidad y
el deseo de vivir. Emigró a Israel en la década de mil novecientos cincuenta donde continuó
y creció su trayectoria como músico klezmer en la Orquesta Filarmónica de Israel y a
principios de la década de mil novecientos setenta comenzó su carrera en solitario en Nueva

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York. Actuó como un eje en el surgimiento del New Old Europe Sound, motivando a los
músicos alemanes que incorporaron el klezmer a su world music. Entre sus numerosas obras
se encuentra su trabajo con el solo de clarinete para la banda sonora de la película La lista
de Schindler, así como los memoriales del Holocausto del Bundestag alemán. Fundó el
programa de seminarios y clases magistrales "Clarinete y Klezmer en Galilea", que se lleva a
cabo todos los años en Safed, Israel. Actualmente no solo es reconocido por algunos como
“El Rey del Klezmer”, sino que continúa innovando con otros géneros como el tango; en
compañía de Astor Piazzolla; y el jazz, con la colaboración de Benny Goodman. Debido a la
pandemia actual, Feidman hace uso de las redes sociales como novedad para seguir
exponiendo sus trabajos.

Helmut Eisel, es un clarinetista y compositor alemán que nació el 2 de junio de 1955


en la ciudad de Saarbrücken. Eisel estudió matemáticas y trabajó como Ilustración 22.
desarrollador de software y aprendió a tocar el clarinete con su abuelo. Helmut Eisel

No tocaba de manera profesional, pero mientras estudiaba la carrera, en


la década de los ochenta, tocó en varias bandas de jazz y fue donde
también hizo sus primeros arreglos. Sin embargo, un encuentro con Giora
Fiedman en mil novecientos ochenta y nueve, hizo que se empezará a
dedicar más a la música. Ese mismo año fundó el trío Helmut Eisel &JEM
y desde mil novecientos noventa y tres se dedica a la música de manera
profesional, dejando su anterior trabajo como desarrollador informático. En el año dos mil dos
fue el estreno de su quinteto Helmut Eisel & Band y en dos mil cuatro fundó la banda de
clarinete germano-israelí, en ese mismo año Eisel descubre el gran potencial que tiene la
música klezmer junto a la música clásica, por lo que compone tres conciertos familiares:
Naftule and the King, Naftule und die Kinder y Naftule und die Reise to Jerusalem 2013.

El Autor: Béla Kovács


Béla Kóvacs nació en Tatabanya, en Hungría el uno de mayo de mil novecientos
treinta y siete. En el año mil novecientos cuarenta y seis empieza sus estudios de música en
la escuela local de música, estudiando primero piano y después clarinete. Posteriormente en
mil novecientos cincuenta y uno continúa sus estudios en la Franz Liszt Academy of Music
Budapes y en el año mil novecientos cincuenta y seis le contratan como solista de la ópera
estatal húngara y en la Orquesta Filarmónica de Budapest. En mil novecientos setenta y cinco
fue invitado como profesor de clarinete en la Academia Franz Liszt de Budapest. En mil
novecientos ochenta y nueve consiguió la plaza como profesor de clarinete en la Universidad
de Música de Graz, donde posteriormente tuvo el título de profesor emérito. En el año dos mil
cuatro fue invitado como profesor al Conservatorio de Música de Udine. En dos mil once
recibió el premio de Miembro Honorario de la Asociación Internacional de clarinete. Béla

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Kovács considera en su biografía, a Béla Bartók, compositor y músico húngaro de finales del
siglo diecinueve y principios del siglo veinte, como su fuente de inspiración más importante.
Béla Kóvacs es aficionado al jazz y a dedica su tiempo libre a la composición ligera.

Ha compuesto numerosas obras, sobre todo para clarinete, en donde se encuentran


los nueve homenajes a compositores relevantes de la música europea, estos son el
Homenaje a J.S. Bach, el Homenaje a N. Paganini, el Homenaje a C. M. von Webber, el
Homenaje a C. Debussy, el Homenaje a M. de Falla, el Homenaje a R. Strauss, el Homenaje
a B. Bartók, el Homenaje a Z. Kodály y el Homenaje a Khachaturian. La formación de clarinete
y piano es la formación musical para la que más obras ha compuesto Béla Kóvacs. Ha
compuesto veintinueve obras, entre la que destacan diferentes estilos, como el jazz, con
obras como “After you, Mr. Gershwin” o “Easy moments”. Cabe destacar que el propio Béla
Kovács ha adaptado los nueve homenajes compuestos para clarinete solo para la formación
de clarinete y piano, “With admiration to C. Debussy” es el título de la adaptación para
clarinete y piano del Homenaje a C. Debussy “Mr. Thomaskantor” es el nombre que le dio a
la adaptación del Homenaje a Bach para clarinete y piano. Para la formación de tríos de dos
clarinete y piano tiene dos obras, “Grettings from he Balkan” y “Hello from Graz”. Para dos
clarinetes y clarinete bajo tiene una obra llamada “G.P Haendel-Kovács: Passacaglia”.
También ha compuesto obras para cuartetos, quintetos y sextetos de clarinetes, en la que
destaca: “Weekend ont he Herrengasse”. También ha compuesto obras para saxofón y piano,
“Armenian lament and dance” y “V. Monti-Kovács: Czardas” y para cuarteto de saxofones,
una adaptación de esta última.

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Marco investigador
Análisis de la obra
La obra que se ha elegido para hacer una propuesta didáctica es: “Sholem-Alekhem,
Rov Feidman!” de Béla Kovács, compositor de origen húngaro y también clarinetista muy
conocido por haber compuesto la serie de Homenajes. Al igual que muchas composiciones
de Kovács, la obra es un homenaje, un homenaje a la música klezmer y a Giora Fiedman, en
particular. Está inspirada en la canción klezmer, “Let’s be Happy”, la cual está inspirada en el
folclore tradicional de los judíos askenazí del este de Europa.

La obra está dividida en cuatro partes principales, escrita en un principio para clarinete
solo y orquesta, aunque también existen transcripciones para clarinete y reducción de piano.
Está compuesta en la tonalidad de fa menor y modula a si bemol menor en la última parte de
la pieza, aunque en varias partes de la obra se usa la escala “Ahava Raba”. La primera parte,
“Rubato” que se podría decir que es una doina, ya que no tiene métrica clara y en la que se
puede variar el tempo al libitum. A modo de preludio se expone la sonoridad klezmer, otorgada
por la escala en modo mi “Ahava Raba” de la melodía y por las alteraciones propias de este
modo en el frullato del acompañamiento. En esta sección, también destacan las
ornamentaciones, mordentes, trinos y glisandos, que nos introducen desde el principio en la
música hebrea. Tras la doina comienza un tiempo lento, esta vez sí, en la tonalidad de fa
menor. Esta sección abarca desde el segundo compás hasta el compás treinta y cinco y está
escrita en un compás de subdivisión ternaria, tres por ocho, en la que el pulso se lleva a
corcheas. En este tiempo lento se desarrolla una frase de ocho compases que se repite cuatro
veces, con variaciones. La tercera Ilustración 23. Let's be happy
parte de la obra, que comienza en el
compás treinta y cinco y llega hasta
el compás sesenta y dos, se
corresponde con un tempo andante,
y se vuelve a la sonoridad de la
música klezmer, usa el modo hebreo
de Re “Ahaba Raba” y
ornametaciones como grupetos que
no se habían visto antes y dos elementos en el cuarenta y cinco y cuarenta y ocho con dos
notas agudas imitando dos chirridos. Este tempo andante acaba con un acelerando, el cual
da paso a la última parte de la obra Molto Allegro. Por último, la cuarta parte de la pieza, la
cual modula a la tonalidad de si bemol menor y que se corresponde desde el compás sesenta
y tres hasta el final. En ella se ve un claro Homenaje a Giora Fiedman, al usar los motivos de

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su pieza “Let’s be Happy”. El tempo es “Molto allegro” y en se van repitiendo diferentes
motivos, haciendo pequeñas variaciones. Acaba con una especie de coda, a partir del compás
ciento cuarenta y tres, en la que el tempo va acelerando y los matices en crescendo. En el
compás ciento sesenta y tres se vuelve al tema del principio del Molto Allegro, que se
corresponde con la frase del tema “Let’s be Happy” y acaba con dos corcheas cortas, que
dan pie a seguir con la fiesta.

A continuación, se muestra el esquema formal. El análisis armónico, se encuentra


anexo a este trabajo. Como se puede ver en la partitura completa, el protagonismo lo tiene
siempre el clarinete solista, haciendo la orquesta un papel de acompañamiento, por lo que la
textura principal de la obra es la de melodía acompañada.

Ilustración 24. Esquema formal (primera parte)

Ilustración 25. Esquema formal (segunda parte)

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