ANALISIS DEL ARTÍCULO 2 DE LA CONSTITUCION DE LA REPUBLICA

BOLIVARIANA DE VENEZUELA
Artículo 2. Venezuela se constituye en un Estado democrático y social de
Derecho y de Justicia, que propugna como valores superiores de su
ordenamiento jurídico y de su actuación, la vida, la libertad, la justicia, la
igualdad, la solidaridad, la democracia, la responsabilidad social y, en
general, la preeminencia de los derechos humanos, la ética y el pluralismo
político.
El presente artículo hemos decidido desglosarlo para su mejor comprensión; al
hacer referencia a que Venezuela se constituye en un Estado democrático
debemos comprenderlo como aquel Estado en el cual sus ciudadanos ejercen en
parte el poder político a través de los representantes, los cuales son elegidos por
su propio pueblo a través del voto, en elecciones libres y secretas; mecanismo
este solo posible en democracia en la que se persigue no solo la convivencia
armónica y soberana, sino alcanzar objetivos de progreso y bienestar para todos,
con la participación y protagonismo de su pueblo.
El Estado Social de Derecho y de Justicia es entonces el marco de legalidad sobre
el cual actuara siempre el Estado, reconociendo nuevos derechos o creando los
instrumentos necesarios para que estos sean efectivos o en su defecto para
defenderlos, en el sentido de que las ideas de libertad e igualdad tengan una
validez y realización efectiva en la vida social.
Tenemos entonces que los valores superiores son aquellos valores que están
reconocidos dentro de nuestra Constitución o Carta Magna, como lo son: la vida,
la libertad, la igualdad, la solidaridad y la democracia, la responsabilidad social y
en general la defensa de los derechos humanos, la ética y el pluralismo político.
La vida humana constituye un valor superior por cuanto constituye el derecho
fundamental, sin ella los restantes derechos no tendrían ninguna existencia.
La libertad se define como nuestra manera de obrar o de no hacerlo, es decir, es
la libertad de poder elegir entre múltiples opciones, siendo responsable de
nuestros actos siempre dentro del marco legal establecido.
La Igualdad desde el punto de vista de los Derechos Humanos no hace referencia
a la semejanza de capacidades ni a semejanza física sino que es un derecho
humano autónomo. En nuestra Constitución este valor es imprescindible para el
progreso por que ofrece la oportunidad que todas las personas tengan los mismos
derechos y oportunidades, sin distingos de raza, sexo, religión, etc.
La solidaridad es el valor que implica sumarse a la causa de otros, por tanto lo
establece nuestra Constitución en este articulado y será el Estado quien
reconocerá y actuara en unión y a favor de la promoción de los derechos y
necesidades de su pueblo.
La Democracia es la participación de todos los ciudadanos, en donde el pueblo
ejerce el poder político a través de los gobernantes que eligen y donde prevalece
el respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales en el que se
ejerce la voluntad libremente expresada por las personas. Este poder que ejerce el
pueblo procura una convivencia armónica entre todos sus conciudadanos siendo
un factor predominante para materializar los cambios que requiera el estado para
su progreso y bienestar.
La Responsabilidad Social emanara no solamente del estado quien debe cumplir
con sus deberes y obligaciones sino también emanara de todos los ciudadanos
que forman parte de este, debiendo participar solidariamente en la vida política,
civil y comunitaria del país, promoviendo sus derechos humanos como
fundamento de la convivencia democrática y de la paz social.
La Preminencia de los Derechos Humanos no solo establecidos en nuestra
Constitución sino también en la Declaración Universal de los Derechos Humanos,
busca la defensa y garantía de que estos derechos no sean vulnerados en
ninguna de sus formas dentro y fuera de nuestro país.
La Ética por su parte es la adhesión y aceptación de los valores democráticos en
los cuales predomina el respeto a la dignidad humana y la Constitución lo expresa
calificándola de inviolable, respetada y protegida, lo que se traduce en el apego a
los principios y valores de nuestro ordenamiento jurídico.
Como último valor tenemos El Pluralismo Político, principio ideológico que
considera la división de la sociedad en diversos grupos sociales con ideas e
intereses diferentes tal y como lo establece su definición, implica también el
derecho de manifestar, de participar en elecciones libres y democráticas, de
asociarse a partidos políticos y profesar sus ideas aun cuando estas sean
opuestas, siempre y cuando estas se realizan bajo los preceptos constitucionales
establecidos.