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Los diez edificios originales derribados en la Gran Vía de Colón
Los diez edificios originales derribados en la Gran Vía de Colón
VÍA DE COLÓN
http://www.elindependientedegranada.es/ciudadania/diez-edificios-originales-derribados-gran-via-colon
¿Sabes cuál fue el primer edificio que se levantó en la Gran Vía de Colón de Granada, del que este año se
cumplen 120 años? Y, ¿cuándo se derribaron las hermosas construcciones de principios del siglo XX de la calle?
Estas y otras respuestas las hallarás en este espectacular reportaje, con impactantes imágenes, del periodista y
escritor Gabriel Pozo Felguera, que nos redescubre la historia menos conocida de la que fue la arteria principal de
la capital granadina. No te lo pierdas.
Gran Vía hacia 1913. Se ve una calle de fachadas armoniosas y uniformes, con las torres del Sagrado
Corazón enseñoreándose. Faltaba poco tiempo para que instalaran los raíles del tranvía.
• Entre 1970 y 1980 se abrió la veda para que comenzaran a desaparecer casas historicistas de
principios del XX; fueron sustituidas por enormes bloques de viviendas descontextualizados
Son diez los edificios originales que desparecieron de la Gran Vía de Granada. La piqueta especuladora se dio
mucha prisa para sustituir los primigenios del primer tercio de siglo, especialmente entre 1970-80, una década
terrible para esta calle de nuevo cuño. También fue el tiempo en que se consiguió salvar a otros; varios más
aprovecharon para añadirles sobreplantas. El resultado es que la armonía inicial de la Gran Vía quedó rota en
cuanto a alineaciones y el estilo ecléctico historicista con que fue concebida. Sus líneas de horizonte
(especialmente la de arriba) se parecen hoy a los “dientes de la vieja”.
La Compañía de Jesús fue la promotora del primer edificio inaugurado en la Gran Vía de Granada. Fue la Iglesia
del Sagrado Corazón de Jesús, en el número 30 de la nueva calle; su primera piedra fue colocada el 4 de mayo
de 1897 y la inauguración tuvo lugar con una misa el 20 de noviembre de 1898. Este año se va a cumplir el 120
aniversario.
La gestación del proyecto de Gran Vía había comenzado mucho tiempo atrás, pero fue en 1890 cuando se acabó
el primer proyecto serio y se trazó la cala sobre la vieja medina de la ciudad. En agosto de 1895 comenzaron los
derribos de más de tres centenares de casas, partiendo de la placeta del Pozo de Santiago
La gestación del proyecto de Gran Vía había comenzado mucho tiempo atrás, pero fue en 1890 cuando se acabó
el primer proyecto serio y se trazó la cala sobre la vieja medina de la ciudad. En agosto de 1895 comenzaron los
derribos de más de tres centenares de casas, partiendo de la placeta del Pozo de Santiago. En sólo dos años ya
habían caído los edificios del entorno de las casas de la Inquisición que, en buena parte, fueron ocupados por los
edificios religiosos de los jesuitas.
No voy a repetir en este artículo los antecedentes ni motivos esgrimidos por los promotores de aquella magna
obra; solamente me voy a centrar en los diez edificios originales que ya no están. Solamente recordaré que las
nuevas clases granadinas adineradas, la mayoría por el negocio azucarero, imitaron la moda de otras grandes
ciudades de levantar grandes vías para lucir su nuevo estatus. En el caso de Granada, se sumó el pretexto de
sanear una zona muy insalubre y conectar las partes noroeste y sureste de la ciudad; no se les ocurrió hacerlo
mediante una calle por las afueras, sino partiendo el caserío de un tajo recto.
Barajaron varias posibilidades, siempre en línea recta, para unir la calle Méndez Núñez (actual Reyes Católicos)
con el descampado del Triunfo. Al final, se tomó como referencia la fachada del Convento del Ángel Custodio
(actual sede de la Fiscalía Superior). Se le bautizó como Gran Vía de Colón, en homenaje al IV Centenario del
Descubrimiento de América. Otros propusieron Gran Vía del Azúcar, nombre mucho más adecuado para la idea
subyacente de sus promotores; de allí iban a ser expulsados al extrarradio las clases modestas artesanas y
agrícolas, para ser sustituidos por los nuevos ricos de Granada.
Gran Vía hacia 1921-24. Esta foto aérea nos muestra cómo estaba la parte central de la nueva calle: edificio del
Círculo de Obreros (28); edificios desaparecidos en la década de los setenta (26, 24 y 22); único edificio original de
ese tramo de acera que queda, hoy hotel Eurostars (20); convento del Ángel Custodio (18); casa de los Rodríguez
Acosta, Banca (16), hoy Caixa; Cine Olimpia (21); solar de la futura Caja de Previsión, hoy de la S. Social (23),
cuya construcción comenzó en 1925; y casa del Garaje Gran Vía (25), hoy Hotel Gran Vía.
La nueva y moderna calle tiene 822 metros de largo y 20 de anchura (contando las aceras). La cala que se abrió
para albergar la vía y sus lujosos edificios tenía como mínimo 60 metros de ancha. Se llevó por delante dos
docenas de edificios que hoy podríamos calificar como de especial protección; los anticuarios del momento se
forraron expoliando todo lo que de artístico había acumulado Granada desde varios siglos atrás
La nueva y moderna calle tiene 822 metros de largo y 20 de anchura (contando las aceras). La cala que se abrió
para albergar la vía y sus lujosos edificios tenía como mínimo 60 metros de ancha. Se llevó por delante dos
docenas de edificios que hoy podríamos calificar como de especial protección; los anticuarios del momento se
forraron expoliando todo lo que de artístico había acumulado Granada desde varios siglos atrás.
La cala sólo dejó en pie el Convento del Ángel, porque su fachada coincidía con la nueva alineación; y el convento
de Santa Paula, si bien en este caso cortado casi rozando el claustro; fue tapado con una fachada-forillo de tres
plantas, que aún hoy se puede ver en la parte baja del hotel que ha heredado su nombre.
Entre 1898 en que fue levantada la iglesia del Sagrado Corazón y 1934 en que se acometió el edificio del Banco de
España, el último de la primera generación (o el primero de la segunda), las fachadas de la Gran Vía son un
completo catálogo de la evolución de estilos arquitectónicos de aquel tercio de siglo. Vemos modernismo
afrancesado, eclecticismo, funcionalismo e, incluso, retazos de gaudismo. Pero todos ellos consiguieron una
armonía tolerable al estilo ya trasnochado de Haussmann.
Los nueve edificios de nueva generación (si exceptuamos el Banco de España), fieles representantes de la
arquitectura del desarrollismo final de la dictadura, vinieron a romper la armonía por tratarse de edificios
descontextualizados.
Caen los números 26, 42 y 24; y el 22 pocos años después
Juan Jordana Monserrat diseñó un pequeño edificio de viviendas a continuación de la enorme propiedad del
médico Gregorio Fidel Fernández Osuna. Llevaba el número 42 y tenía también cuatro plantas. Eso ocurrió en
1912 y su propietaria era Ángeles Sánchez de Jordana. El solar tiene 346 metros cuadrados.
En el año 1970, su propietario decidió demolerlo para levantar en su lugar un estrecho y alto edificio en ladrillo rojo,
con sótano y nueve plantas de alzada. Es uno de los más feos construidos en la nueva oleada.
Juan Montserrat diseñó en 1901 el edificio número 24 para su clienta Clotilde Aguilera Garrido. La casa fue
levantada en 1902-3. Era una casa de planta baja, entresuelo y dos alzados. En el año 1948, con proyecto de
Fernando Wihelmi Castro, le fue añadida una planta y un torreón. Su solar ocupa la esquina de la calle Álvaro de
Bazán y es de sólo 162 metros cuadrados.
En 1973 también le llegó el turno del derribo. En su lugar fue edificada una casa con el triple de volumen que la
original, hasta alcanzar las nueve plantas. Equiparaba su rasante con la cercana del Círculo Católico.
Entre el Sagrado Corazón y la calle Buen Rostro ya sólo quedaba el edificio número 22 de los antiguos. Llegó 1979
y también el turno de caer víctima de la piqueta. Hoy es un bloque con dos sótanos, planta baja y seis sobre
rasante. El original había sido levantado en 1902 por el banquero Rafael Rubio Orellana, cuñado de Manuel
Rodríguez-Acosta
En medio quedaba aislado el edificio número 26. Era precisamente la primera casa de viviendas construida en la
nueva calle, promovida por Juan López-Rubio Pérez, el presidente de la Reformadora Granadina S. A. encargada
de promover la gran calle. Su arquitecto Francisco Giménez Arévalo se la había diseñado y construido en 1900. Así
es que también le llegó el momento de desaparecer, casi de forma paralela al situado en el número siguiente. Este
edificio no sólo fue el segundo levantado en la Gran Vía, sino también el segundo en ser objetivo de la piqueta, en
1972.
Entre el Sagrado Corazón y la calle Buen Rostro ya sólo quedaba el edificio número 22 de los antiguos. Llegó 1979
y también el turno de caer víctima de la piqueta. Hoy es un bloque con dos sótanos, planta baja y seis sobre
rasante. El original había sido levantado en 1902 por el banquero Rafael Rubio Orellana, cuñado de Manuel
Rodríguez-Acosta, con planos del arquitecto Modesto Cendoya.
En 1973 cayó el popular Cine Olimpia
El Cine Olimpia quizás fuese durante su medio siglo de existencia el edificio más popular de toda la Gran Vía. Su
oferta como teatro y cine vino a satisfacer la gran demanda que había por entonces en Granada, sin duda la época
dorada de la cinematografía. Su construcción se acabó en octubre de 1920, promovido por la Sociedad Anónima
Civil de Espectáculos. Ocupaba un solar de 1.070 metros cuadrados, toda la manzana comprendida entre Gran
Vía, Lecheros (actual Álvaro de Bazán), calle San Agustín y el Mercado de San Agustín. El presidente de la
empresa de espectáculos era Aurelio Capilla Ríos y el arquitecto Matías Fernández-Fígares y Méndez.
Lo más característico del edificio era su portada al estilo greco-romano, con el frontispicio que recordaba al Coliseo
de la Ópera de París (las edificaciones de París tuvieron mucha influencia en nuestra Gran Vía, como veremos
más adelante). En su interior, tenía un enorme patio de butacas abocinado, cuyo escenario lindaba con la calle San
Agustín, más un entresuelo en forma de media luna y sus palcos laterales. La casa tenía una alzada de dos
plantas, con poco más de 2.500 metros construidos. (El cine fue abierto el 21 de noviembre de 1920; en la
publicidad que hicieron, se decía que contaba con capacidad para 1.500 personas: 750 en el patio de butacas, 22
palcos lujosos y 250 butacas preferentes más espaciosas. El empresario cinematográfico era Eduardo Cifuentes
Biedma; el actor Pepe Martín y las imágenes de la guerra de África eran la gran atracción de aquellos primeros
años).
Olimpia en 1921. Interior del Teatro-cine Olimpia, recién estrenado. Foto de la revista Granada Gráfica.
Habían proliferado los cines en Granada y se anunciaba la feroz competencia de la televisión. La solución fue
derribarlo, en 1972, y en su lugar levantar un edificios mastodóntico de casi 10.600 metros cuadrados (dos
sótanos, planta baja y ocho alzados), destinado a oficinas y viviendas
Pero para finales de los años sesenta ya se venía hablando de la poca rentabilidad de un edificio tan grande.
Habían proliferado los cines en Granada y se anunciaba la feroz competencia de la televisión. La solución fue
derribarlo, en 1972, y en su lugar levantar un edificios mastodóntico de casi 10.600 metros cuadrados (dos
sótanos, planta baja y ocho alzados), destinado a oficinas y viviendas. Es, sin duda, el edificio más horrible que
habita la Gran Vía de hoy.
Al menos el edificio y la gran cafetería que ocupa sus bajos llevan el nombre de Olimpia en recuerdo de lo que fue
en el pasado.
Fachada greco-romana del Cine Olimpia durante un desfile en 1952.
En esta foto se asoma por la izquierda el Convento del Ángel, la casa demolida de los Rodríguez-Acosta (la
número 16) y los números 14 y 12, que permanecen en la actualidad.
Casi paralelamente a sus vecinos 14 y 16, el propietario Manuel del Saz Tello encargó un proyecto de seis
viviendas al arquitecto Juan Jordana Montserrat. Hacía esquina a la calle Almireceros y estuvo listo para su
ocupación en mayo de 1904. El bloque, de cuatro alzadas, tenía cinco patios para iluminar los interiores; su bajo
fue repartido en siete pequeños comercios, que siempre estuvieron muy demandados. Los laterales y la esquina
fueron rematados por unos miradores cerrados al estilo de los que eran habituales en esta calle, al estilo de los
que tenía la Casa Sindical. El conjunto resultaba muy armonioso.
Existió hasta que, en 1973, fue demolido y encargado un proyecto moderno a un arquitecto portugués. El resultado
del hoy conocido como edificio Santa Lucía es un bloque también descontextualizado, de 3 plantas en sótano y 8
sobre rasante. En sus excavaciones aparecieron interesantes restos arqueológicos de ápocas romana y árabe, que
fueron silenciados. Sin duda, otra gran aportación a la historia de la arquitectura local.
En esta foto se marca con el número 10 el edificio antiguo desaparecido en la esquina de la calle Cetti
Meriem.
Foto aérea hacia 1950. Casa de la Perra Gorda (1), iglesia del Sagrado Corazón (2), Círculo de Obreros
Católicos (3), casa de Juan López-Rubio, primera en construirse (4) y Cine Olimpia (5).
Fea línea de fachadas actuales entre el Sangrado Corazón y el Banco de España. Los números 28, 26, 24 y
22 son edificios nuevos, levantados entre 1972 y 1980. En ese tramo sólo queda original el número 20.
Si comparamos el caso del número 20, se comprueba cómo ha desaparecido el zócalo original (obligatorio) de
piedra de Sierra Elvira y los arcos de puerta y fachada. A finales del siglo XX fue convertida en una fachada de
hormigón con horrorosos cierres metálicos. Actualmente, el uso hostelero le ha devuelto cierta prestancia.
En su planta baja tenía un gran salón porticado, que hacía las veces de teatro, sala de reuniones, mítines,
actividades culturales, etc. En el año 1916, el Círculo Católico lo reconvirtió en sala de cine, con el nombre de
Cinema Colón, según proyecto de José Felipe Giménez Lacal.
Es probable que en esta reforma fuese cuando se elevaran los módulos laterales de la fachada, ya que a mediados
de los años veinte las fotos muestran un alzado más que en el proyecto original de Juan Montserrat. El local jugó
un papel bastante relevante durante la guerra civil de 1936-39, en calidad de apoyo al ejército nacional.
En 1976 fue demolido para dejar paso al edificio actual de ocho plantas de alzada (más sótano y bajos
comerciales) destinado a tiendas y viviendas. Su edificabilidad original fue multiplicada por cuatro. Su volumen
empequeñeció las torres del Sagrado Corazón.
8 de marzo de 1936. Fernando de los Ríos (con barba) encabeza una manifestación desde la Plaza de Toros
que pasa delante del edificio del Círculo.
Palacete del Banco de España, construido a partir de 1933 sobre el solar del Ángel Custodio.
Hasta que en el año 1932 llegó el Banco de España y propuso a las monjas la permuta de sus edificios, es decir,
las monjas se irían a la sede bancaria de la calle San Antón y el Banco derribaría el edificio para levantar uno
nuevo en la calle donde solían ubicarse los grandes bancos. Entre 1933 y 1936 estuvo en construcción el edificio
del Banco de España, con el resultado que se puede apreciar, a partir del proyecto de Secundino Suazo.
Se trata de un edificio que no puede calificarse como de primera ni de segunda generación de los levantados en la
Gran Vía. Es una especie de templo griego sobre un pedestal, con patios laterales y trasero. En su centro tenía un
enorme patio de operaciones, oficinas laterales y viviendas en las plantas altas. Estuvo en funcionamiento como
banco hasta 2005, en que fue traspasado a la administración autonómica, que lo ha adaptado como sede de la
Fiscalía Superior de Andalucía.
El capricho del anticuario. Enrique Linares García fue dueño de una importante casa de antigüedades de
Granada; como todo chamarilero de la época, trapicheó con la infinidad de antigüedades desmontadas de edificios
antiguos, sobre todo procedentes de los derrumbes de la Gran Vía. Viajó a París a principios del siglo XX. Allí
debió encapricharse de un edificio construido pocos años antes, que precisamente había sido premiado por su
belleza en el año 1899. Era obra del arquitecto Morin-Gostiaux y propiedad de la Compañía de Aguas New York
(Desapareció a mediados del siglo XX). Ni corto ni perezoso, encargó al arquitecto local Ángel Casas que le hiciera
una réplica lo más exacta posible; eligió el solar de la esquina Gran Vía-Reyes Católicos, que era de los pocos que
estaban en venta en 1913. Amoldó el original al solar algo más estrecho de Granada e hizo una copia bastante
parecida. El edificio pasó después a propiedad de la Banca Rodríguez-Acosta; más tarde fue del Banco Central y a
partir de 1995 la Caja Rural de Granada adquirió para oficinas su plantas inferiores; el resto son pisos de lujo.
FECHAS DE SUSTITUCIÓN DE EDIFICIOS ORIGINALES EN LA GRAN VÍA
DE GRANADA Y ALCALDE EN CADA MOMENTO.
Gran Vía, nº 22 1980 Antonio Jara Andréu (PSOE). Expte. Ya abierto de la etapa anterior
La Gran Vía de Granada, un siglo, de Gabriel Pozo Felguera. Caja Rural de Granada.