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En la presente edición como número especial, se entrega una completa visión de lo que es

SUDDHA DHARMA MANDALAM, tanto en su aspecto de Organización dirigida por una Jerarquía
de Divinos Seres, cuyo Director es Sri Bhagavan Naráyana, como en su aspecto filosófico pleno de
profundas enseñanzas y que se nos señala, podrán ser directamente evidenciadas por el aspirante,
siendo estas además, el medio primordial aplicado a las prácticas espirituales, las que nos
permitirán contactar las verdades expuestas, que constituyen la Divinidad misma.

La presente exposición es entregada por dos eruditos maestros y filósofos pertenecientes a la


Organización Suddha Dharma Mandalam en India, Sri T.M. Janardana y Sri T.V. Anantaram quienes
visitaron Chile como Autoridades Externas del Mandalam.

Ellos, conocedores de la Doctrina, no tan sólo intelectualmente, sino por visión y comprobación
directa, nos dan a conocer en forma magistral, la esencia del conocimiento divino, cómo funciona
esta Divinidad en el Cosmos, cómo permanece inmanente en todos los seres y cuáles son los pasos
a seguir para lograr contactarla.

Es nuestro anhelo que en estas páginas pueda el lector encontrar ese "conocimiento", que logre
remover aquella precisa fibra, que sea capaz de motivarlo a una acuciosa búsqueda de lo Superior,
Inmutable y Divino, ya que es nuestra seguridad, de que de tal conocimiento depende, que
nuestra vida la realicemos en armonía, en progreso espiritual y material obteniendo por último la
clara conciencia de que somos uno con la Divinidad.

QUE LA LUZ DEL DIVINO SRI BHAGAVAN MITRA DEVA, INSPIRE NUESTROS INTELECTOS PARA
QUE LA PROPAGACION DEL SUDDHA DHARMA MANDALAM FLORESCA EN EL MUNDO ENTERO,
PARA FELICIDAD DE TODOS LOS SERES

SUBHAMASTU SARVAJAGATHAM
FUNDADORES DE LA
ASHRAMA CHILENA
DEL
SUDDHA DHARMA MANDALAM

Don Benjamín Guzmán Valenzuela, cuyo nombre espiritual es Sri Vajera Yogui Dasa, Instructor de
la Doctrina, Presidente y Fundador de la Ashrama del Suddha Dharma Mandalam en Chile. Gracias
a su esforzada labor, junto a otros hermanos inició su misión difusora, publicó la literatura básica y
primordial de la Doctrina en libros tales como el Bhagavad Gita, Sanathana Dharma Dipika, Yoga
Dipika, Suddha Raya Yoga. Una Organización Esotérica en la India y estudios propios entregados a
través de conferencias y escritos en la Sede de nuestra Ashrama. En un mancomunado esfuerzo,
logró el ansiado anhelo de tener con nosotros a elevados Maestros Espirituales del SDM. En el año
1984, desencarnó pasando a otros planos a la edad de 89 años. Su recuerdo está presente en su
Magna Obra.

Don Pío Dondero Zérega, un arduo -y silencioso trabajador por la Causa del SDM, su misión estuvo
predominantemente en las labores administrativas, pilar importante de toda Organización. No por
ello dejó de lado el estudio y difusión de la literatura Suddha. Hombre enérgico pero bondadoso,
se ganó el aprecio y estimación de todos.

El Suddha Dharma de Chile le recuerda como un importante servidor de tan noble causa.
Hace exactamente medio siglo que tuvo lugar, en la India, una revolución de las ideas y en el modo
de ser de las gentes, cuando el reverenciado Swami Subramanyananda, nombre del Dr. Sir S.
Subramanier en el Mandala, quien era, entonces, el Presidente de la Alta Corte de justicia de
Madrás, dio a la publicidad, en el año 1915, una serie de artículos acerca de la existencia de una
Jerarquía Divina llamada SUDDHA DHARMA MANDALAM, compuesta de Mahatmas, Siddhas,
Rishis y Yoguis, para el gobierno espiritual y yóguico del mundo, con su sede principal en los
Himalayas. No es que antes fuera desconocida la existencia de semejante Jerarquía; pero se la
había olvidado, y se ignoraba entonces, que existía, debidamente organizada, con una diversidad
de dignatarios que desempeñaban sus varias funciones, para ayudar a quienes aspiran a la
realización divina. Por lo tanto, la existencia de esta Gran jerarquía fue una nueva revelación, por
así decir, e igual cosa su modo de funcionar, ella enseña a los aspirantes la manera de obtener este
contacto divino, que lleva el nombre de Suddha Dharma, por excelencia.

El Jefe Supremo de esta Divina jerarquía es Bhagavan Sri Naráyana; bajo sus auspicios, los Grandes
Jerarcas de nuestra raza, siempre vigilantes de las necesidades de la humanidad, han emergido, de
tiempo en tiempo, de su sagrado aislamiento en Vísala Badari, su mística Sede Principal, en los
Himalayas, y le han traído a la doliente humanidad, alivio y felicidad. Durante el período inicial de
esta era actual llamada Kali Yuga, su jefe Divino, Bhagavan Sri Naráyana, los reorganizó hace ya
más de doce mil años, en el día de plenilunio del mes de Vaishak —Vaishaka Purnima— que
corresponde a nuestro mes de mayo, del año Nala, con el sólo y anunciado propósito de facilitarle
a la humanidad un avance más rápido que antes en el sendero de la realización divina. Esa
reorganización era ya una necesidad sentida, ya que, debido al advenimiento de la era Kali, la
humanidad había llegado a una época crítica; la mente de las personas se iba inclinando a
desviaciones de conducta, cada vez mayores, en su manera de vivir, se les acortaban su vida y se
debilitaba su fe en la Divinidad.

SUDDHA DHARMA MANDALAM es el nombre de esta augusta asamblea, y han transcurrido 502
sankhalpas o ciclos de 24 años, cada uno, hasta el día de Vaishaka Purnima último, acaecido el 11
de mayo de 1965. El hecho de la existencia de esta Organización sólo lo conocían unos pocos
iniciados, muy evolucionados, y desde el anuncio público que fue hecho en la India, en 1915, por el
Swami Subramanyananda, en unión del Pandit K. T. Srinivasachariar.
PRINCIPIOS FUNDAMENTALES
DEL SUDDHA DHARMA MANDALAM

1. No existe otra doctrina más elevada que el Yoga, ya que la vida en su totalidad está arraigada en
Yoga
2. La humanidad toda, forma un solo grupo; las divisiones basadas en raza, credo, sexo y casta no
constituyen ningún impedimento para la realización divina.

3. Todos adoran a una sola Divinidad, al Iswara o Atman existente en la cámara etérica del corazón
de cada cual.

4. Todos siguen una enseñanza única (Vidya) revelada como Yoga Brahma Vidya.

5. Recibiendo la iniciación, consumiendo una alimentación pura y frecuentando la compañía de


personas creyentes en Dios, los hombres se capacitan para lograr la visión del Atma existente en
ellos mismos, el que, además, todo lo compenetra.

6. La pureza mental se genera al contemplar a todos los seres como iguales.

7. Por cuanto la doctrina del Suddha Dharma es una Yoga-Shastra, ella será seguida por todos.

PRINCIPIOS DEL SUDDHA DHARMA

El principio básico del Suddha dharma es que la realidad del Universo con sus procesos evolutivos
es una expresión natural del Suddha o Para-Brahm. Suddha Dharma excluye de sus enseñanzas la
doctrina de la ilusión cósmica o temporal, o aquella de la eterna condenación, ni siquiera de los
peores pecadores; hace hincapié en la necesidad de actuar coordinadamente, con miras a la
realización progresiva del destino de cada -cual, sin excepción alguna, que consiste en el logro de
la beatitud. Casta y sexo son meros incidentes que dependen de la naturaleza de las acciones
humanas y no del mero hecho de nacer, según los principios del Suddha Dharma.

Suddha Dharma niega que haya oposición alguna entre los valores espirituales y temporales, y
recalca cuán necesario es estar siempre conscientes de la existencia de Dios en el ser humano y en
la naturaleza. Como remedio soberano para curar los males que tienden a desvirtuar la realización
progresiva, el Suddha Dharma insiste en la necesidad suprema de que todos ofrezcan a la luz que
existe en cada uno la entrega entusiasta y completa de su propio ser a la Divinidad que mora en sí
mismo y en todos los seres.
Exaltación y adoración consisten en la devoción a la Divinidad, tanto en su aspecto manifestado
como en el inmanifestado, y en la relación que éstos tienen con el aspecto Trascendente.

Independientemente del origen del individuo o de su medio ambiente, el saber y únicamente el


saber, constituye la marca exclusiva y distintiva de la categoría del individuo en la vida y en la
sociedad.

La necesidad de que una iniciación (Diksha) efectiva, les es otorgada a los aspirantes, de tiempo en
tiempo, por un Maestro o Gurú que esté en contacto con cualesquiera de los Dignatarios dé la
Jerarquía y que haya sido autorizado debidamente por ésta para otorgarlas. El Jefe de la Jerarquía
es Bhagavan Sri Naráyana, en unión de Sri Yoga Devi, su consorte. El es el Director Supremo de
nuestra evolución aquí y El es el Iniciador único que otorga las iniciaciones por intermedio de la
Asamblea de los Adeptos, los cuales constituyen algo así como los conductores de Su gracia.

Los principales aforismos del Suddha Dharma son: (1) Sarvam Kalvidam Brahm — Todo esto es
Brahm, verdaderamente; (2) Sarvam Brahma Swabhavajam — Todos son de la misma naturaleza
de Brahm; (3) Sarvam avasyakam — Todo es una necesidad. Como se ve, los aforismos son
directos en su significado y expresión, al revés del aforismo "Neti, Neti" —Esto no, esto no— que
es el método de eliminar al microcosmos y macrocosmos.

PRACTICA DEL SUDDHA DHARMA

La práctica enseña el modo cómo el aspirante puede aproximarse a la realización de la Inmanencia


Divina. Esto incluye un estudio general, dedicación reverente y la ejecución de todo acto sin
aspirar a sus frutos.

Semejante práctica varía con la evolución individual y, según el Suddha Dharma, los aspirantes
están clasificados, de una manera general, en Dasas, Thirthas, Brahmas y Anandas según su
creciente capacidad de reaccionar, comenzando por los Dasas.

Además del estudio constante y la acción impersonal, el Suddha Dharma insiste en que cada
aspirante ejercite el Raya-Yoga, mediante la meditación, la que se debe practicar en tres planos de
conciencia con referencia al triple aspecto de Brahm, o sea, Saguna o con formas, Nirguna o
inmanente, y Suddha o trascedente.

La meditación o Dhyana, incluye la práctica de elevar el estado consciente normal del hombre,
desde los planos inferiores a los planos superiores, manteniendo al mismo tiempo una actitud de
aproximación (Bhávana) hacia el aspecto inmanente de la Divinidad como Atman.
Ayuda intensamente a esta práctica, la entonación (Yapa) del mantra del Yoga Gáyatri. Tales
mantras consisten en sílabas de poder llamadas Bhiyaksharas que armonizan las partículas de los
distintos cuerpos del aspirante, poniéndolas a tono debidamente. De tales sílabas, una en
particular, llamada Ekákshara, es sumamente provechosa; ella varía según el desarrollo espiritual
del aspirante. La entonación constante de la Ekákshara antes de comenzar la meditación, estimula
el contacto directo con el Principio Vital interno. Esa Ekákshara es un regalo que el aspirante
recibe de un Suddha Gurú debidamente constituido, y así lo es también la iniciación impartida, de
tiempo en tiempo, la cual es eficaz y productiva de experiencia, o anubhava. Las variedades de
anubhava son factores vitales, pues sirven de piedras miliares para indicar el progreso que va
alcanzando el aspirante en su camino. El sistema de iniciación Suddha garantiza tales experiencias,
y con toda justicia, asegura poseer un mérito sobresaliente en este sentido.

Yagna, Tapa y Dana son los tres sadhanas para alcanzar la realización mediante las acciones
efectuadas con miras al bienestar universal (lokasangraha) Yagna en su sentido más profundo, es
la acción con conocimiento de la divinidad inmanencia Bráhmica; Tapa es el estudio o
investigación filosófica acerca del Suddha Brahm y la evolución cósmica, y Dana consiste en una
dedicación y entrega total de sí mismo por medio del amor devocional (Bhakti) a Dios.

Los Suddhacharyas, en cuanto tales, siguen un Dharma eterno cuádruple y le piden a los
aspirantes que lo cumplan en su vida diaria. Estos cuatro son:

(1) Ahimsa, o no violencia de pensamiento, de palabra y de acción;

(2) Satyavachanám, o veracidad, la cual contribuye a incrementar el bienestar del mundo;

(3) Loka-kainkarya o servicio al mundo en la medida de la capacidad personal, y

(4) Paramatmopasana, veneración y adoración al Paramatman que existe en todas partes y está
inmanente en todos los seres, como unidad absoluta.

En general, conviene recordar a este respecto, que el proceso evolutivo Cósmico eterno —Brahma
Sankhalpa Sutra— que rige los destinos de los mundos, en la literatura sagrada se denomina,
colectivamente, Gáyatri — "Gáyatri va idam sarvam", "Todo esto es Gáyatri". Y las cuatro grandes
épocas del tiempo a saber, Satya, Treta, Dwápara y Kali, según la filosofía Suddha derivan sus
nombres de la naturaleza de las actividades colectivas de la raza; cada una de estas épocas se
caracteriza por una diversidad de las funciones del conocimiento, de la acción, de la devoción y de
su conjugación o síntesis, o Yoga respectivamente, y no como meros períodos de tiempo
computado en años calendario.

Estas particularidades son también las características y detalles distintivos de los cuatro grandes
Vedas, pues el Rig Veda está dedicado principalmente a indagaciones del saber, el Sama Veda a lo
devocional, el Yayur Veda a la acción y el Atharva Veda al empeño yogui.
FILOSOFIA DEL SUDDHA DHARMA

En primer lugar cabe hacer notar que, en todo lo concerniente al Suddha Dharma, no existe una
cosa denominada Filosofía, tal como se la conoce en Occidente. En la India, se la llama Suddha
Dharma Dársana o Suddha Dársana, lo cual significa revelaciones provenientes de la percepción
directa, mientras que la filosofía elabora sus teorías con conceptos abstractos basados en lo
particular, son inferencias que determinan generalizaciones, las cuales pueden ser de aplicación
práctica, como probabilidades solamente, pero no posibilidades. Dársana como resultado de la
percepción directa de la realidad, postula sus generalizaciones para indagar lo particular en
términos de causa y efecto, de manera que la precisión y exactitud llegan a ser su distintivo
característico. En otras palabras, mientras que en la filosofía, Dios, como concepto, en el mejor de
los casos es una probabilidad inferida, semejante concepto en el Dársana no es una probabilidad,
sino una realidad resultante de la percepción directa por aquel que disfruta de la experiencia o
dársana. De modo que, mientras Religión y Filosofía son inseparables en el pensamiento hindú, en
el occidente se les trata por separado, y es por eso que el conflicto entre ambas, está siempre
presente.

Así pues, la religión en oriente debe comprender la filosofía, los principios y práctica de la
conducta humana y su actitud en relación al individuo y a la sociedad, y en. relación a la vida total
que compenetra y activa al Cosmos. Estos principios, práctica y filosofía se aplican tanto a lo
temporal, como a la existencia y experiencia espiritual; siendo así, la actitud para el estudio y
comprensión de semejante religión ha de ser, necesariamente, de carácter integral. El Suddha o
Sanátana Dharma da un ejemplo preeminente de semejante actitud. La expresión Suddha Dharma
significa la ley de la trascendencia, que resulta de la síntesis de espíritu y materia, funcionando
conjuntamente en el proceso evolutivo mundial que continúa eternamente.

El primer postulado del Suddha Dharma es Parabrahm. Su naturaleza inherente trasciende sus
propios aspectos mundiales como cualitativo y sin cualidades; con formas y sin ellas, o sea, Saguna
y Nirguna. El aspecto cualitativo denominado Saguna Brahm constituye la finalidad, desde el punto
de vista del aspirante y es el resultado de sus propios esfuerzos en lo evolutivo, que conducen de
hecho a la sublimación de las tres cualidades —Sátwa, Rayas y Tamas— de la existencia, en su
aspecto de Nirguna Brahm. Suddha Brahm constituye el ideal de los empeños hechos en la vida
evolutiva y es la finalidad que supera las actividades de las tres cualidades. La filosofía del Suddha
Dharma se basa en esta interpretación de esfuerzos, es decir, la activación de las tres cualidades,
asociado a ellas y también, superándolas en yoga.

La primera manifestación de este misterioso Suddha Brahm es triple y se le denomina Vastutriya:


Atma o el Principio Vital, Shakti o energía y Prakriti o principio material.

El Principio Vital, o Atma, se presenta como quíntuple y estos cinco aspectos son: Purusha, el
principio trascendente. Paramatma, el principio Cósmico; Atma, el principio vital; Yiva, el alma, y
Akshara, el principio luminoso. Bajo estos cinco aspectos, el principio vital se expresa,
respectivamente, por medio de los cinco vehículos o envolturas materiales denominadas Koshás, a
saber: Anandamaya, Vignanamaya, Manomaya, Pranamaya y Annamaya, que corresponden,
respectivamente, a los vehículos de Dicha, de Conocimiento, de agitaciones emocionales, de vida y
de alimentos. En semejante funcionamiento el principio Vital está unido a la correspondiente
energía, o Shakti. Prakriti o materia, que constituye el medio de tal expresión para ese principio
Vital y forma la base estructural de las cinco envolturas ya aludidas, De un modo general, esta
prakriti está reunida formando cuatro grupos, según su respectivo grado de sutileza, y a éstos se
les denomina Tatwakutas, o grupos de los elementos básicos. Estos son: Avyakta Tatwakuta
(cuerpo de yoga; Mahat Tatwakuta (cuerpo del Buddhi o intelección; Manas Tatwakuta (cuerpo de
las emociones) e lndriya Tatwakuta (cuerpo de los sentidos).

Avyakta Tatwakuta es Para Prakriti y los otros tres Tatwakutas constituyen lo que se denomina
AparaPrakriti. Sin embargo, los constituyentes materiales (prakritis) son veinticuatro y se les
conoce como los Gáyatri Tatwas; estos veinticuatro están distribuidos en los cuatro Tatwakutas ya
mencionados. Los tatwas de Avyakta, Mahat y Manas constituyen los Tatwakutas que llevan esos
mismos nombres; el lndriyaTatwakuta, en cambio, incluye los cinco grandes elementos esenciales
a saber: Tierra, Agua, Fuego, Aire y Éter, junto con sus respectivas cualidades de olor, sabor,
forma, tacto y sonido; además, incluye los cinco órganos del conocimiento, i.e nariz, lengua, ojos,
piel y oídos; los cinco órganos de la acción: piernas, manos, boca, órgano de procreación y órgano
de excreción. El tatwa vigesimocuarto, llamado Ahankara, que es el principio del Yo o
egocentrismo, compenetra enteramente a los cuatro Tatwakutas.
Esta división cuádruple de Prakriti o materia, corresponde a la evolución humana y afines,
mientras que, con respecto a la evolución cósmica en su totalidad, Prakriti está agrupado en
siete categorías denominadas Rekhas, o Rayos; y éstos son: (1) Vasudeva Rekha, 2) Naráyani
Rekha, 3) Mahabhadra Rekha, 4) Go Rekha, 5) Vajra Rekha, 6) Swara Rekha y (7) Sukshma
Rekha.
La energía, o Shakti, que facilita el funcionamiento del principio Vital (Atma) en la materia, es
triple, hablando en términos amplios: Devi Shakti, Isha o Kalyani Shakti y Gunamayi Shakti. Las
energías Devi e lsha son aquellas cuyo funcionamiento opera en el AvyaktaTatwakuta; igualmente
el Gunamayi Shakti, sólo que éste extiende sus funciones a los tres Tatwakutas restantes, que son:
Mahat, Manas e lndriya (Buddhi, mente emocional y órganos de los sentidos. A estos tres shaktis
también se les dan nombres de Gnana, Shakti o shakti del conocimiento o saber; lccha, Shakti o
shakti del deseo mental, y KriyaShakti o shakti de la acción, respectivamente. Isha Shakti,
principalmente, es el servidor de los Avatara Purushas, o Encarnaciones Divinas que aparecen de
tiempo en tiempo.
La evolución cósmica, en sus diversos aspectos, está presidida por Grandes Jerarcas, de los cuales,
los más elevados son Brahma, Vishnu y Siva, la Sagrada Trinidad. Les siguen en categoría los
Rekhacharyas, quienes presiden los Siete Rayos a que ya nos hemos referido; en igualdad con ellos
están los cuatro Manus, que son los que establecen los Dharmas, asistidos por otros Jerarcas
generalmente denominados Madbhavas, Manasas y Yatas. La función principal de los jerarcas en
cuanto tales, es la de guiar la evolución cósmica en su trascendente sendero, otorgando a los
aspirantes, Iniciaciones, junto con sus correspondientes disciplinas.
En lo referente a los Avatara-purushas o Encarnaciones Divinas, existe una graduación bien
definida, que corresponde a alguna necesidad evolutiva determinada, y así - tenemos, por
ejemplo, que hay Mahavataras, Khandavataras, Amsavataras, Avesavataras y Anupravesavataras.
Estos Avatara Purushas funcionan principalmente con la energía Isha Shakti y toman para su forma
corporal particular, la materia de los Siete Ráyos que mejor sirva a las necesidades de la evolución.
Una característica de los Mahavataras podemos mencionarla aquí, cual es que estos Grandes Seres
otorgan a aquellos discípulos que progresan, visiones de gran espectáculo cósmico, en su aspecto
infinito.

Se conserva un registro de los mensajes comunicados al mundo por estas Encarnaciones Divinas;
en esta tarea trabaja, constantemente, un cuerpo especial de Jerarcas. Los Rishis, o Videntes,
pueden ver así los senderos de semejante sabiduría y comunicarla de nuevo en beneficio de la
humanidad.

Al ocuparnos de la evolución humana, en nuestra tierra, podemos decir que uno de los Grandes
Jerarcas Cósmicos, Bhágavan Sri Naráyana, preside sus destinos desde su Sede en Badari, en los
Himalayas, asistido por Sri Yoga Devi, la cual es Brahma Shakti manifestada con forma, y por Nara
como representante de la humanidad, además de treinta y dos Adeptos llamados Siddhas. Sin
embargo, el plan Cósmico está representado como una miniatura en nuestro globo, y es así, que
representantes de los cuatro grandes Manus, de los Señores de los Siete Rayos y sus sub jerarcas,
también cooperan en su evolución.

Por lo tanto, para nosotros, la religión es aquello que forma el substratum de la filosofía en esta
era evolutiva; en otras palabras, ella es incesante estudio, es una búsqueda interminable y
aproximación eterna al Suddha Brahm mediante la síntesis de los empeños humanos, tras una
serie de vidas, auxiliado por la Gracia Divina, empeños que llegan a su culminación con la
coordinación de sus facultades. La evolución consiste en un proceso incesante de la actividad
humana; expresado de otro modo, es un proceso continuo de la acción y reacción entre su
principio Vital y la materia de sus cuerpos. La constitución del cuerpo humano es una imagen de la
arquitectura cósmica; está formado por veinticuatro grados de materia, denominada Gáyatri
Tatwas, reunida en cuatro grupos, o Tatwakutas, como ya lo mencionamos antes. Cuando el
principio Vital funciona en el [ndriya Tatwakuta o grupo de los sentidos el resultado es la acción
externa; cuando funciona en el Manas Tatwakuta da lugar a vibraciones emocionales; cuando
actúa en el Mahat Tatwakuta se despierta el juego de la inteligencia mediante el Buddhi, y en el
Avyakta Tatwakuta llega a su culminación, la síntesis, o Yoga, de todos estos empeños en su
máxima excelencia. Normalmente, el ser humano funciona en los primeros tres Tatwakutas y no
muy a menudo en el más elevado de ellos, o Avyakta Tatwakuta.

La actividad humana está constituida principalmente por cognición conocimiento, emoción o


deseo, y acción por contacto de los sentidos; la coordinación armónica de estos tres es la esencia
de la síntesis o Yoga, lo cual es Religión. La Ciencia de este funcionamiento triple se llama Sankhya-
Vidya (motivo de Análisis), y la de su síntesis, Yoga Vidya (motivo de Síntesis). Las actividades
humanas, en términos de Sankhya, o analíticas, son de exteriorización (Právriti) y de retracción o
recogimiento (Nivriti). Právriti se distingue por la tendencia hacia acciones cada vez más objetivas,
o sea, que va del conocimiento (Gnana) al deseo (lccha) y del deseo a la acción (Kriya), lo cual
significa exteriorización. A esto se lo denomina también sendero de descenso, o Athomarga, o
Dakshináyana. Distinto de éstos es Nivriti o abstracción, que consiste en desligarse
progresivamente de Kriya a lccha y de éste a Gnana. A esto se le denomina, similarmente, sendero
de ascenso o Urdhvamarga, o Uttaráyana. La fusión de estas dos tendencias —descenso y
ascenso— es Paráyana o Yoga, mientras que las dos tendencias independientes son Sankhya como
ya se dijo.

Con referencia a las tres cualidades, denominadas Trigunas, que son Satwa, Rayas y Tamas, que
impregnan las actividades humanas, se puede considerar a Satwa como el origen de Gnana, o
iluminación intelectual, a Rayas como deseo y acción, mientras que Tamas es de tendencias
opuestas a las dos anteriores, pues es de perversión total. Pravriti y Nivriti, o sea, actividades
objetivas y subjetivas, pueden ser sanas o todo lo contrario, según la medida en que la actitud .o
disposición de ánimo hacia su funcionamiento sea personal o impersonal. Aquello que está
saturado de motivos egoístas o personales se denomina Asura-bhava; lo otro, inegoísta, se llama
Deivabhava. Pravriti y Nivriti, para su debido efecto, deben culminar de manera tal que coordinen
los valores estéticos, los éticos o morales e intelectuales o filosóficos, siendo ésta la excelencia de
expresión de los sentidos, deseo y conocimiento respectivamente.

En la literatura Suddha, el nombre de este empeño colectivo mediante Sankhya y Yoga es Yoga
Brahma Vidya o Ciencia Sintética de lo Absoluto. Se ve, pues, que Sankhya y Yoga, o análisis y
síntesis, se complementan y son necesarios para la iluminación plena. SRIMAD BHAGAVAD GITA es
el texto más completo de Yoga Brahma Vidya que la humanidad posee.

Para la realización de cualquier acto, lo primero de todo es saber cómo ejecutarlo en orden
siguiente está el deseo o inclinación a hacerlo; el tercer elemento es la acción o ejecución del acto,
y la coordinación de estos tres elementos constituye el acto o hecho. Uno o dos de éstos sin los
otros o el otro no pueden llevar a la ejecución de un acto o hecho como tal. En términos de Yoga
Brahma Vidya, conocimiento, deseo y acción contribuyen a la comprensión de la meditación en la
Inmanencia Bráhmica y la consagración a ella, y por su síntesis se alcanza al estado de Brahma
Samipya o de aproximación a Brahm, que es la quinta y más elevada finalidad de la vida
(purushartha). Los detalles correspondientes a tal conocimiento, karma o acción y síntesis o
coordinación, se encuentran expuestos minuciosamente en las cuatro secciones, o Shatkas,
respectivamente, denominadas Gnana Shatka, Bhakti Shatka, Karma Shatka y Yoga Shatka, de la
edición del SRIMAD BHAGAVAD GITA del Suddha Dharma Mandalam que contiene 26 capítulos y
un total de 745 versículos o slokas.

La esencia de todo acto que facilita el curso de nuestra evolución es de naturaleza doble;
primero es Samnyasa, que significa la ejecución completa de cada acto, de manera impersonal y
para el bien del mundo, y segundo, Tyaga, el desinterés por el fruto o resultado de toda acción
en provecho propio, en una actitud de entrega o consagración de sí mismo a Dios. Tanto la
ejecución incompleta de un acto como el apego personal a los frutos después de su ejecución
cabal, tienen el efecto de ligar al ejecutante de ese acto, y la única manera de deshacer el efecto
atador de la acción es ejecutándola en actitud absolutamente impersonal.

Y así el Divino Señor, en Su Gracia, exhorta a todos los seres humanos a optar, según la capacidad
de cada cual, por uno de los siguientes cuatro métodos para poder llegar a un estado de éxtasis
grandioso en la Divinidad. Estos cuatro métodos son:

(1) Pon tu mente e intelecto o Buddhi en Mí. Haciéndolo así vivirás en Mí. Te aseguro que no hay
ninguna duda en ello.

(2) Si no puedes poner tu mente y Buddhi en Mí, recurre a su práctica, buscando intensamente el
contacto divino y con toda seguridad lo conseguirás.

(3) Si no puedes practicar, ejecuta todos tus actos como ofrendas a Mí. Es decir, recuerda a la
Divinidad y •ejecútalos; así, tu sendero para alcanzar hasta la Divinidad quedará despejado.

(4) Si fuera el caso de que tampoco esto lo puedas hacer y deseas que sólo tú seas el autor de tus
actos, al menos no ansíes para ti sus resultados. Así llegarás a Mí.

Es la esperanza y el ruego, también, de que los seres buscarán la Gracia Divina, siguiendo
cualesquiera de los senderos proclamados por El, cada cual según su capacidad OM: TAT: SAT:

Sri Yanárdana.

(Conferencia dictada en el Salón de Honor de la Sección Chilena del Suddha Dharma Mandalam,
el 15 de mayo de 1965, calle Marín 411, Santiago de Chile).
SUDDHA DHARMA MANDALAM
SUS PRINCIPIOS Y FINALIDAD
ON MAMO NARAYANAYA

El Suddha Dharma Mandalam es diferente a otras escuelas, cuya filosofía espiritual se ha


originado en la India y otros países; ella es exclusivamente esotérica y su único propósito es
espiritualizar nuestra vida mediante el contacto progresivo con la Divinidad(1) logrado con la
práctica del Yoga(2). Disfrutar de una existencia material más pura y holgada, será pues una
consecuencia natural de dicha práctica debido a que, lo espiritual y lo material de la existencia,
son inseparables.-.
El sistema de yoga que se enseña en esta Escuela era desconocido antes de 1915 y ahora ha sido
felizmente revelado al igual que el nombre de Suddha Dharma Mandalam. Las lecciones
preparatorias que se enseñan nos habilitan para recibir lecciones más avanzadas y alcanzar
realizaciones más profundas y elevadas. Siendo las lecciones preparatorias un proceso de
purificación, ellas eliminan naturalmente las impurezas que existen en nuestro sistema orgánico.
Las lecciones comienzan por hacernos aprender y adquirir el hábito de entregarnos por entero a
la protección divina.

Las lecciones que se les dan a los miembros en carácter de preliminares son una indicación de que
en el futuro se les entregarán otras, cuando llegue el momento. Después se otorgan las
iniciaciones (Dikshas) conferidas por la jerarquía(3). La obtención de las iniciaciones es de suma
importancia, pues ellas marcan una etapa, estimulando un gran progreso.

Para obtener las Iniciaciones se exigen ciertos requisitos. A aquellos discípulos que progresan en la
práctica de las lecciones preparatorias les es fácil obtener Iniciaciones; ello dependerá
enteramente de la creciente capacidad de comprensión de las verdades del Suddha Dharma y que
los Maestros así lo reconozcan; en otras palabras, la rapidez de nuestro progreso depende más
bien de nosotros mismos y una condición vital para conseguir este positivo resultado la constituye
nuestra rendición total a la DIVINIDAD.

Los conocimientos erróneos constituyen un elemento de mayor perversión en lo espiritual que en


lo material. Mientras que en esto último, los reajustes son fáciles y los errores pueden ser
enmendados o atenuadas sus consecuencias, en lo espiritual, la influencia sutil del error es tan
poderosa que resulta muy difícil desterrarla.

En el año 1915, fue permitido por los Jerarcas de la Organización revelar públicamente la
existencia de la jerarquía conocida como Suddha Dharma Mandalam; esto lo dio a la publicidad el
Dr. Sir S. Subramanya Aíyar, miembro Iniciado en el Mandalam y además, fueron dados a conocer
los principios y practicas de la filosofía del Suddha Dharma contenidos en la abundante literatura
sánscrita preservada por la jerarquía en sus archivos existentes en los` Himalayas. La publicación
de las obras se hizo en la "Serie Suddha Dharma Mandalam" por Sir Subramanya Aiyar y por el
Pandit Srinivasachariar como editor.

Fue así como los Protectores de la humanidad, siempre atentos a sus necesidades, dieron a
conocer la filosofía del Suddha Dharma. La idea de la unidad acerca de la cual muy poco se oía
hablar anteriormente, se está expandiendo ahora en el pensamiento de la gente. Con el tiempo, la
unificación de la humanidad será una realidad.

El Suddha Dharma sostiene, como objetivo principal, los siguientes postulados que deben saberse
para disipar la falsa creencia tan difundida de que lo espiritual y lo material se oponen y que, por
lo tanto, están separados. Estos postulados son:

1. — Existe un solo Principio Raíz fundamental en el cual se ha formado el Cosmos con todo su
contenido. Brahm.

2.-- Dicho Principio Raíz se encuentra presente en el espíritu que reside en lo profundo del corazón
etérico de todo ser, sin excepción alguna. Atman.

3. — Existe otra parte complementaria constituida por los cuerpos densos y sutiles de los seres
humanos, los cuales se forman con los materiales de los veinticuatro elementos primordiales de la
naturaleza (Tatwas), los que organizados también forman los diversos planos del ser, de tal
manera que cuanto ocurre en la naturaleza tiene también su contraparte en los cuerpos de los
individuos. Siendo así, todos los cuerpos están formados por los mismos elementos y sólo se
diferencian en su funcionamiento. Prakriti.

4. — El funcionamiento en los diversos vehículos del cuerpo lo promueve el Principio Vital; éste
reside en el cuerpo y jamás se separa de él, ni por un instante siquiera. Llegar a conocer su
funcionamiento está al alcance de todos y no se le puede impedir a nadie que adquiera ese
conocimiento; pero cada cual logra conocer solamente lo que está dentro de sus personales
posibilidades, proporcionalmente a su falta de egoísmo e impersonalidad. Shakti.

5. — Todos, sin excepción alguna, tenemos la obligación de adorar a la Divinidad que reside en el
corazón de cada ser, la cual se manifiesta en innumerables aspectos; de éstos el formativo
(Saguna), inmanente (Nirguna) y trascendente (Suddha) constituyen los principales y, al adorarlos
no debe perderse de vista el fundamental Principio Raíz. Todo conocimiento acerca de la
existencia espiritual y material tiene por base el análisis y la síntesis (Sankhya y Yoga) del Principio
Raíz que compenetra a toda la creación y también la trasciende.

Los ideales superiores e igualmente los menores que tienden al bienestar común en la actividad
diaria de los seres humanos, deberían ser aceptados por todos, puesto que en ellos no existen
fronteras de ninguna clase que dividan a los seres humanos entre sí, ni que los separen de la
Naturaleza. El ideal espiritual es llegar a la igualdad de derechos en la sociedad mundial con sus
gradaciones necesarias, cuya base no debe ser la cuna, ni los bienes, ni el poder, etc., sino el
conocimiento sintético —Sama Gnana— que es Suddha Dharma y que asegurará el bienestar de la
humanidad, individual y colectivamente.

La ciencia sintética de lo Absoluto o Yoga Brahma Vidya, que es el otro nombre del Suddha
Dharma, nos señala el camino. Una exposición autorizada de esta Ciencia Sintética de lo Absoluto
se encuentra en el Gita publicado por el Mandalam. Dicho libro nos explica:

1, — Cómo funciona la Divinidad en el ser interno y también en las condiciones y estados del ser
externo.

2. — Cómo se manifiesta la Divinidad en los Avataras o Encarnaciones Divinas y con qué fines lo
hace, y;

3. — Cómo funciona visible o invisiblemente la Jerarquía organizada por EL a través de los eones.

Estos tres puntos representan la esencia del estudio relacionado con la Divinidad que debe
aprender el Sadhaka (4). Todo esto está contenido en los capítulos segundo, tercero y cuarto del
Srimad Bhagavad Gita.

A los miembros del Mandalam se les aconseja dedicarse a las prácticas de yoga siguiéndolas
ordenadamente. Durante el Kali Yugas (5) es posible realizar las verdades de este Dharma con un
constante esfuerzo. Aquéllos que ingresan al Suddha Dharma Mandalam y practican debidamente
las lecciones preparatorias logran ciertas experiencias que se asemejan a las de los Iniciados. En
otras palabras, las lecciones preparatorias son una especie de "Iniciación" y por lo tanto, se insiste
en que los miembros se dediquen a practicarlas sin interrupción.

Muchos de nosotros sabemos que el requisito principal del Yoga, siendo además el fundamental,
es la entrega de sí mismo a la Divinidad; después, uno debe reconocer que Causa y Efecto,
principios que dirigen el funcionamiento de este mundo en todos los niveles y condiciones de la
existencia, sea cuales fueren ellos, son leyes inmanentes de la Divinidad. El yogui que ha
reconocido, aún cuando sólo sea intelectualmente, que la Divinidad se la encuentra en el akasha
de nuestro corazón y también en el de los demás, se entrega comprendiendo que Ella es la causa
de todo lo que nos sucede en nuestra existencia y que, al mismo tiempo, nos proporciona los
resultados.

Para el Iniciado la conciencia del "Yo" es a un mismo tiempo, divina y no divina.

La conciencia del Yo en su estado de no divina se purifica por medio de la entrega constante a la


Divinidad; en su estado de divina, la conciencia reconoce el funcionamiento de causa y efecto, sin
ser afectada en modo alguno por los "placeres y pesares" de la vida en ninguna de sus fases. El
yogui reconoce que los vehículos físico y mental forman el "Templo" en el que se manifiesta la

Divinidad en el "Sanctasanctórum" del mismo, o sea, en el corazón etérico. Por lo tanto, reconoce
que la Divinidad es la causa de todo y con este conocimiento, le pide a la Divinidad la gracia de
señalarle el camino para sobreponerse a las dificultades de la existencia, cumpliéndose sus
súplicas por la Gracia Divina, que le otorga los medios y la necesaria inteligencia para seguirlo.

Del grupo de cuatro cuerpos donde está encerrado el espíritu, el de mas afuera es el cuerpo denso
con los órganos sensorios; después viene la mente emocional, en seguida el intelecto superior o
búdico y, finalmente, el cuerpo espiritual. En dicho cuerpo espiritual está presente el espíritu
divino, mientras que el fragmento suyo que es el espíritu personal funciona en los tres vehículo_
inferiores; a estos tres vehículos está ligada nuestra conciencia individual corno "Yo" influenciada
por las dualidades de la vida, tales como alto y bajo, placer y dolor, calor y frío, etc.

Nuestra conciencia se relaciona con estas dualidades debido a la unión con los vehículos o
cuerpos, los cuales cuando no son purificados constituyen el mayor escollo para los seres humanos
que desean obtener un verdadero progreso espiritual; además, estando nuestra conciencia más
unida a lo físico que a lo espiritual, las fuerzas duales actúan en nuestro ser con supremacía
materialista.

El vehículo físico tiene su propio modo de crecer y desarrollarse; nosotros debemos tratar de
conservarlo en buenas condiciones de funcionamiento, cumpliendo con inteligencia y cuidado las
leyes biológicas que lo rigen. Pero, aún así, el cuerpo físico nos creará dificultades, porque está
dentro del plan de la creación que, tarde o temprano, nuestro cuerpo físico se destruya. No
obstante, podemos prolongar su existencia y lo debemos hacer como un acto de Dharma. El Yoga
nos ayuda a conservar sanos los órganos del cuerpo, para evitar en lo posible los dolores físicos.
Cabe preguntarse por qué existe tanto sufrimiento, tanto dolor; pues bien, nos han enseñado que
el vehículo físico es para la acción y que su mal uso, a sabiendas o no, tanto en nuestra vida
presente como en la pasada, es causa del sufrimiento. A esto se denomina "Efectos Kármicos".
Estos efectos kármicos en el vehículo físico se intensifican y también con ello el sufrimiento,
siendo todo esto, únicamente con el propósito de atraer nuestra atención dirigiéndola hacia lo
divino en busca de su protección, porque solamente Ello puede brindarnos la necesaria ayuda, su
Gracia y Dicha.

La revelación de la ciencia del Atyatma Tatva (6) la hace el Suddha Dharma Mandalam en perfecto
orden y concierto, ateniéndose a las necesidades del momento y se espera que dichos
conocimientos sean acogidos con todo interés y fervor.

El conocimiento acerca de la existencia de la jerarquía, que siempre está en plena actividad, casi
se había olvidado en este país, (7) a pesar de que el Gita lo afirma. Esto se ha debido a las
erradas e interminables disputas que siguen imperando en la India en forma activa desde hace
ya más de mil años, las cuales han estado influenciando el pensamiento humano. El resultado de
ello fue la pérdida de la libertad, sin embargo, si juzgamos esto con amplitud de criterio,
veremos que la pérdida de libertad tuvo por objeto ponernos en contacto con el mundo
exterior, rompiendo así el aislamiento que muchos fanáticos deseaban. Fue este un plan de la
jerarquía, con el fin de despertarnos a nosotros los hindúes y sacarnos del estado moribundo en
que nos encontrábamos, para que nos fuera presentada a nuestra vista y conciencia, por bocas
extranjeras, la grandeza de nuestros propios ideales espirituales y recordarnos, al mismo tiempo
la existencia de la Jerarquía Divina.

La relación hecha por el Suddha Dharma Mandalam acerca de la jerarquía Espiritual está basada
en las enseñanzas del Gita. Se ha hecho una explicación completa de la jerarquía dirigida por
Bhagavan Sri Narayana; igualmente se ha intensificado la enseñanza de la existencia de esta
Jerarquía porque, según el Bhagavad Sankalpa (8) deberá producirse un cambio fundamental en la
observancia del Dharma y se pasará del Varnashrama Dharma al Suddha Dharma (9), además, esto
no se limitará a la India únicamente, sino que abarcará el mundo entero,

El Suddha Dharma Mandalam reveló su existencia para un determinado fin. Se puede decir que su
propósito es el de restablecer el culto a Brahm (10) que se ha estado perdiendo en este país y
enseñar la verdadera naturaleza del Sanatana Dharma"(11), pues éste ha llegado al desprestigio y
desprecio por culpa del fanatismo de las Varnashramas (12). El conocimiento (13) enunciando con
este propósito es Yoga Brahma Vidya y el Dharma con que se ha iniciado el Sanatana Dharma es el
Suddha Dharma; todo esto se podrá aprender del Srimad Bhagavad Gita publicado por el Suddha
Dharma Mandalam, el cual contiene la verdadera base religiosa de la India.

En lo que respecta a la vida y permanencia en este mundo, dos son las causas generalmente
consideradas y una sola de estas dos es la norma usual.

Estas dos causas son:

1. — La vida estimulada sólo por el egoísmo y;

2. — La vida que se ha sometido conscientemente a la voluntad Divina.

Obviamente, la primera es la que impera en el mundo. La dificultad se le presenta a aquéllos que


se han entregado a la segunda causa, no en lo que respecta a la posibilidad de llevar una existencia
tranquila —que ciertamente se logra— sino por las contingencias que perturban la mente. Sin
duda que esta es una dificultad fundamental muy hondamente arraigada, pues hasta los más
grandes conocedores y sabios han debido luchar para desprenderse de ella. Esta dificultad se
llama "Swartha Dosha", o sea, la herejía del posesivismo separatista. Esta cualidad se despierta
desde el momento mismo de nacer y, por lo tanto, es congénita; siendo ella sólo consecuencia de
la ignorancia de lo espiritual.' Cuando uno logra zafarse del egoísmo, entonces se renuncia a la
existencia egocéntrica y se inicia la verdadera vida divina.

Dos son los medios que se nos recomiendan para aligerarnos de este peso aplastante y ellos son:
Samnyasa y Tyaga.

Samnyasa significa completo desapego mental por todos los objetos y posesiones de la vida para
ofrecerlos a la Divinidad.

Tyaga significa entrega total de uno mismo a la Divinidad en lo más íntimo del corazón. A estas dos
actitudes se las denomina medios de purificación fundamental. Pero que no se crea que Samnyasa
indique a aquel que carece absolutamente de todo, que nada posee y que lleva consigo la taza del
pordiosero o la toga anaranjada.

El resultado de ese desapego y entrega genera en uno la capacidad denominada "Buddhi


Yoga"(14), otorgada por la Divinidad a sus devotos, la cual les permite enfrentarse con todos los
problemas de la vida y solucionarlos correctamente El Ego deja entonces de funcionar para sí
únicamente, dejando que la Divinidad funcione libremente a través de uno mismo. Desde ese
momento, el ego vivirá dedicado siempre a Samnyasa y Tyaga. Se considera esto como haber
alcanzado el estado de Suddha Yoga.(15)

La Divinidades una sola, por muchos que sean los nombres que se le dé. Todos los . nombres que
recibe sólo indican aspectos de Su poder supremo el cual actúa de acuerdo con el tiempo y las
circunstancias de los seres humanos: Por lo tanto, no importa absolutamente nada que el
estudiante adore a las Grandes manifestaciones divinas como Rama, Cristo, Buddha, Narayana o
con cualquier otro nombre; únicamente la naturaleza Divina que está tras las formas es la que
debe conferirles la adoración que éstas se merecen.

Al revés de otras religiones, el Suddha Dharma en su filosofía espiritualista no le pide a los seres
humanos que consideren al mundo como falso, ni que paralicen los sentidos, que anulen la mente
o que hagan todas esas cosas para evadir por completo la fase mundana de la existencia, tratando
así de alcanzar el éxito espiritual. Todo lo contrario, el Suddha Dharma quiere que los seres
humanos vivan la existencia material con plena y total comprensión, llegando de este modo a las
experiencias espirituales, las cuales terminan finalmente en el yoga. De ahí que la doctrina del
Suddha Dharma considere importante para el pleno desarrollo, tanto el aspecto espiritual como el
mundano de la vida, sin preferir lo espiritual a expensas de lo material o viceversa, pues, cuando
eso se hace, ocurre un desequilibrio que conduce a desviaciones.

Los principios fundamentales del Suddha Dharma en nuestras relaciones con los demás son las
siguientes:

AHIMSA - NO DAÑAR

El afán prepotente de sobreponerse a los demás seres ha convertido la violencia en una actitud
primordial. El Suddha Dharma se propone enseñarnos cómo es posible ser inofensivos.

SATYA -VERACIDAD

Esta es la segunda cualidad. La falsedad es sirviente de Moha, aquella fascinación apasionada que
tiende a confundir una cosa con otra y que nos lleva a errores. Moha es el mayor obstáculo para
los seres humanos y persiste en la falsedad. Sólo se le puede dominar mediante la veracidad, la
cual no es lo mismo que la ``Verdad".
LOKA-KAINKARYA - EL SERVICIO AL PROJIMO

Dentro de nuestras posibilidades es el tercer gran postulado. No se nos exige llegar a extremos
para prestar ayuda, arriesgando nuestra seguridad o capacidades.

DHYANA - MEDITACION

Es el cuarto gran principio del Suddha Dharma con referencia a uno mismo.

La mejor manera como el ser humano puede capacitarse para progresar, dentro del proceso
evolutivo mundial, es mediante la meditación y la reflexión. Todos los grandes seres del Suddha
Dharma Mandalam han logrado ocupar situaciones muy elevadas dentro de la Jerarquía
únicamente por la Meditación. Hasta las grandes Trimurtis alcanzaron sus elevados estados
mediante las Dyanas o Meditaciones.

Los cuatro principios ya señalados constituyen la base vital y fundamental del Suddha (Sanatana)
Dharma.

Los grandes tesoros espirituales y materiales del Suddha Dharma están al alcance de aquéllos que
le conceden el máximo valor a estos principios. Nadie debe llamarse yogui si no pone en práctica
estos cuatro principios en la vida diaria. Finalmente, uno llega a comprender que el Sendero del
Suddha Dharma es capaz de armonizar la vida interior con la exterior, Lo manifestado con lo
inmanifestado, lo material o mundano, con lo espiritual. Todo aquello que denominamos
"problemas", sean estos económicos, políticos, sociales o religiosos, se producen porque se tiene
una idea errada de los problemas de la existencia. De modo que cuando se estudia la vida en sí
misma, como el Suddha Dharma lo enseña de manera magistral, cada cual obtiene la solución de
sus respectivos problemas. Lograda la solución de los problemas individuales, se llega a la solución
de los problemas en general. En una sociedad compuesta de personas dotadas de progreso
interior existen menos conflictos perturbadores del agrado de la vida. En una sociedad con base
exclusivamente material, la separatividad egoísta origina la desarmonía, la cual se vence por
medio de la Sabiduría espiritual. (Gnana). Las personas, sin duda alguna pueden formar una feliz
sociedad, mediante el conocimiento de la Suddha Dharma que es la más eficaz ayuda.

Cuando un individuo se sacude del sueño en que normalmente se encuentra y procura descubrir el
secreto integral de la existencia con empeño y sinceridad, consigue ponerse en contacto con los
Grandes Seres, los cuales son accesibles a tales aspirantes con el fin de ayudarles a progresar. Este
empeño no es difícil, Solamente necesitamos abrir nuestro corazón a la Divinidad valiéndonos de
la entonación del Yapa o Mantra que se nos ha revelado; en seguida se dice una oración para
nuestro propio bienestar y el del mundo. Después meditamos en silencio, con la mente bien
despierta, dominándola progresivamente de manera que su atención llegue a ser enfocada con
fervorosa esperanza, día tras día, en aquel aspecto de la Divinidad que se ha escogido. La entrega
total de todo el ser, sin reserva mental de ninguna especie, a la Divinidad, jamás debe olvidarse,
pues constituye una condición de máxima importancia.
En aquél que se rinde mentalmente a la Divinidad, con todos sus pensamientos, palabras y actos,
le será posible experimentar positivamente el contacto de Su Gracia. La Divinidad no nos abruma
para otorgarnos Sus Bendiciones, basta que reconozcamos que ELLA reside en nuestro propio ser y
abrirle nuestro corazón con profunda devoción.

El acto de pensar (Chinta) se relaciona con los objetos, mientras que la meditación (Dhyana) se
ejecuta exclusivamente en conexión con lo Divino y Supra divino. Así como el pensamiento se
enlaza con la multiplicidad, la meditación está relacionada con la Unidad. Y el acto de tomar
contacto con la Suprema Unidad constituye el Yoga, que es la unión con la dicha infinita.

OM TAT SAT
SRI T.Y. ANANTRAM

1 Brahma-Samipia.
2 Yoga Sadhana.
3 A través de sus representantes.
4 El discípulo.
5 Época actual.
6 El conocimiento de los cuerpos sutiles.
7. India.
8 La voluntad del SEÑOR.
9 De las leyes transitorias a las leyes eternas.
10 Brahmopasana.
11 La Eterna Ley.
12 Costumbres sociales.
13 Vidya.
14 Unión con la Sabiduría.
15 Unión Trascendental.

Director BUDDHI: Arturo Castro Ortega


Editores: Nelly Plaza G. y Arturo Castro O.
Diagramación y Fotograbado: Patricio Arteaga

Agradecemos al hermano Patricio Arteaga y a su esposa Guadalupe Stewart de Arteaga, su


desinteresada colaboración a esta edición especial.

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