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Los 12 Pétalos

3e
Introducción a las Ciencias Espirituales

M~ Angeles Vilaplana Ten


José Antonio Arnau Arona
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Los 12 Pétalos de Colores © 2006


M3 Angeles Vilaplana Ten
José Antonio Arnau Arona

Reservados todos los derechos. Ninguna parte de esta publicación, incluido


el diseño de la cubierta, puede ser reproducida, almacenada, transmitida o
utilizada en manera alguna ni por ningún medio, ya sea eléctrico, químico,
mecánico, óptico, de grabación o electrográfico, y la distribución de ejem­
plares de ella mediante alquiler o préstamo públicos sin el previo consenti­
miento por escrito de los autores.

Primera edición: Septiembre, 2006

Autores: M3 Angeles Vilaplana Ten y José Antonio Arnau Arona


Diseño y maquetación: Cristina Blesa García
Impresión: Arts Gráfiques Garcia Besó, s.l.

Depósito Legal: V-3537-2006


I.S.B.N.: 84-611-2238-0

Impreso en España
Printed in Spain
¡A todos los seres que buscan
porque el que busca encuentra!
Gradas por invitarme a este tu “viaje sagrado”,
como sagrado es para mí recorrer este camino contigo.
Recuerda: ¡que tu y yo formamos parte de lo vivo!

El camino es testigo de que junto a mi Alma vivo,


con la ayuda del Alma me encuentro más vivo,
sé que todos tenemos dentro la llama de lo vivo,
si unimos nuestras llamas, el fuego será mas vivo.
Viva la vida en las Estrellas del Universo que vivo.

José Antonio Arnau Arona


Introducción.................................................................. ............ 13

1. Depresiones.................................................................... ............ 19
Reflexiones sobre la falta del estado de
plenitud del ser humano y el por qué.

2. El hombre y la mujer................................................... ............. 35


¿Somos tan diferentes los unos de los otros?
El poder creador de la energía masculina y la
femenina trabajando al unísono sin luchas de
primacías.

3. La naturaleza y todos sus reinos............................... ............. 63


Mineral, vegetal, animal... el ser humano
como parte integrante de un gran Todo.

4. El planeta Tierra......................................................... ............. 79


Nuestra casa, su viaje dentro de un universo
de infinitas galaxias y sistemas solares.
Respeto de un planeta vivo: ecología.

5. El hombre y sus cuerpos............................................ ............. 95


Cuerpo físico, etérico, astral, mental... y más.

6. La enfermedad.............................................................. ......... 119


Origen y causas. Enfermedades físicas
y psíquicas. Métodos de sanación.

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7. La polaridad... la vida y la muerte....................................... 137


¿Que es la vida? ¿Qué es la muerte?
Vida después de la muerte.

8. Reencarnación...........................................................................157
¿Existe un plan para la humanidad?
¿Podemos vencer la “Rueda de Samsara”?

9. La ley de causa y efecto: karma............................................ 175


Lo que siembras recogerás. Consecuencias
de nuestros actos.

10. Planos y dimensiones............................................................. 193


Mundo elemental. Mundo dévico.
Apariciones astrales, marianas, milagros,
vampirismos energéticos.

11. Maestros de la Sabiduría......................................................... 217


Seres que nos han transmitido la
“Enseñanza Universal” a lo largo de los
tiempos: Buda, Jesús, Lao-tse, Krishna,
Hermes, Platón, Blablasky, etc.

12. La liberación.............................................................................239
Etapas de un camino de evolución
espiritual. Nuestro destino: llegar al
Amor... ser Dioses.

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Quiero agradecer en primer lugar, a mi compañero José Antonio, el
que hallamos podido compartir la escritura y alumbramiento de
este libro conjunto,... la manifestación de su ser interior, su cálido
y amoroso acompañamiento.
Agradezco a la vida, en su inteligencia y causalidad, a cuantos
seres maravillosos ha puesto a mi lado, de diversos campos,
escuelas, filosofías, creencias..., diferentes caminos de búsqueda
pero todos encaminados hacia una misma causa: ¡Conocerse a sí
mismos, la búsqueda de “La Verdad”, el encuentro con el mágico
misterio del Amor! Personas encantadoras con las que he andado,
compañeros en el camino, a todos ellos: ¡Gracias!
Nos gustaría también mencionar aquí al profesor de psicología,
D. Rafael Mateu, autor del libro: “La Depresión” y a D. Francisco
Redondo, autor del libro: “La Luz Diamantina”, por su labor, conoci­
miento y amor. Nuestro más sincero agradecimiento por la inmensa
sabiduría que nos han transmitido, así como también a los “Grandes
Sabios de la Antigüedad”, fuente inagotable de la cual hemos bebido.
Agradecemos el bello encuentro con todas las personas que han
asistido a los cursos de “Los 12 Pétalos de Colores”, pues gracias a
ellos surgió la inspiración de este libro.
Agradecimiento a nuestra diseñadora gráfica, Cristina Blesa, por
su profesionalidad, su amor y su inspiración llena de toques mágicos.
Y como no queremos olvidar a nadie, nuestro agradecimiento a
“todos” y ello te incluye a ti lector, que decides subir al tren que
montamos todos tarde o temprano y que siempre seguirá pasando;
Gracias.

ii
Te damos la bienvenida a la lectura de estas páginas y deseamos de
todo corazón que puedan enriquecer y alegrar un poco más tu vida.

Los 12 Pétalos de Colores es un libro que ha nacido gracias al


trabajo, al estudio serio durante muchos años de nuestras vidas (he
incluso de otras) y por nuestro compromiso firme al servicio, a la ayuda
de una muy sufriente humanidad. Este libro ha nacido como respuesta
a la demanda de conocimiento, de búsqueda del por qué de la vida.
Vivimos en un tiempo acelerado en el cual son muchas las
personas que por fin buscan respuestas. Temas como la reencarnación,
si existe o no vida después de la muerte, ya no son temas que escan­
dalicen, que ofrezcan rechazo. Hoy los seres humanos buscan
respuestas a las grandes incógnitas, respuestas a las grandes injusticias
de la vida, respuestas al sufrimiento humano, a la guerra, al egoísmo,
al dolor... a la muerte. Ya no se conforman con lo que hasta ahora les
han contado, cuentos sobre la creación de todo, que en verdad pare­
cieran historias para niños. Ahora queremos desentrañar todos los
mitos, creencias, filosofías, religiones... queremos saber “la verdad”:
¿Quiénes somos? ¿Cómo fuimos creados? ¿Para qué? ¿Existe
Dios? ¿Por qué existe el mal en el mundo? ¿Existen los Angeles?
¿Por qué entonces se permite el mal? ¿Qué es la muerte? ¿Hay
vida después de la muerte? ¿Existe la inmortalidad tan soñada,
cuya búsqueda por los seres humanos se pierde en la noche de
los tiempos?...
Esas y muchas más preguntas que todos llevamos dentro, es hora
ya de resolverlas. Muchos se preguntan pero no todos realizan el
esfuerzo de por fin hallar las respuestas, mas sin embargo hallar la

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Los 12 Pétalos de Colores

solución de todas ellas es lo que verdaderamente puede darnos la


paz y felicidad que todos ansiamos.
Desde joven me inquietaba la vida y el ser humano. Me parecía
como si estuviéramos todos enredados en una gran tela de araña,
sumidos en la confusión, en las luchas, en la infelicidad... y quise
desentrañar el origen de todo ello. Hubo que hacer un gran trabajo
de investigación, buscando en el mensaje de las religiones, filoso­
fías, mitologías, creencias, escuelas... leer muchos libros, asistir a
clases y conferencias, conocer gente, maestros, y sobre todo refle­
xionar y meditar sobre cada cuestión. Así me vi maravillosamente
envuelta en el estudio de la única carrera que no tiene título, cuyo
conocimiento no tiene fin, cuya universidad es la vida, cuyo libro
es: “El libro de la naturaleza”.
Un día, la vida en su inmensa majestuosidad, preparó todo para que
José y yo nos encontráramos. Aunque habíamos andado caminos dife­
rentes, nos reconocimos en la misma sintonía y vibración y así comen­
zamos a trabajar juntos. Lo que habíamos encontrado, “preciado tesoro
tanto tiempo buscado”, debíamos transmitirlo a los demás. Lo que a
nosotros de manera individual nos había servido tanto para encontrar
el sentido y la felicidad en la vida, debíamos compartirlo con los demás
seres humanos; “nuestros hermanos”. Eramos conscientes de que no
iba a ser tarea fácil, es más, de que tal vez podíamos ser atacados... aún
y así pusimos toda nuestra buena voluntad al servicio de lo que consi­
deramos una buena labor, sin miedo a las consecuencias. Así comen­
zamos a impartir cursos, dando vida a: “Los 12 pétalos de colores”, doce
capítulos sobre temas de interés, que nos pueden ayudar a encontrar un
poco más de paz dentro de nosotros mismos. Y luego surgió la idea de
editar el libro ante la petición de los asistentes a los cursos, como
soporte material de estudio.
Es un trabajo de enorme responsabilidad, no sabemos por qué la
vida nos ha puesto en ello, tal vez no estemos lo suficientemente
cualificados, mas sin embargo, lo hacemos lo mejor que podemos y
con el máximo amor y sinceridad. Lo único que nos mueve es

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Introducción

intentar ayudar a “la humanidad a salir de la gran prisión en la que se


encuentra; que allí donde haya oscuridad se pueda encender una luz, que
allí donde haya dolor se pueda llevar el consuelo que da el verdadero
conocimiento, que allí donde haya odio se pueda sembrar amor”, recor­
dando lo que tan bellamente nos describió Francisco de Asís.
Con humildad os decimos: “No somos poseedores de la Verdad”,
somos conocedores de que sólo podemos poseer verdades relativas.
¡Desconfiar de aquellos que fanatizan sobre la verdad!, pues ella no
es privilegio de ningún ser humano, ni de ningún grupo en parti­
cular, ni de ninguna religión. Por lo tanto sabemos que no estamos
exentos de la equivocación, y así ofrecemos este libro con la má­
xima honestidad posible. Nosotros creemos en lo que transmitimos,
pero sin apegos, siguiendo la máxima de sabiduría que dice así: “La
verdad de hoy hay que dejarla por la verdad de mañana”.
Hay que estar siempre abiertos hacia el nuevo conocimiento, a la
investigación, a la plenitud. Si pensamos que ya lo sabemos todo o que
sabemos bastante de algo, nos estamos cerrando a que pueda entrar
más conocimiento, nos estamos cristalizando. Este conocimiento no
tiene fin, es infinito. “Solo sé que no se nada” dijo Sócrates. Cuanto más
vislumbras, más conciencia tomas de lo que desconoces.
Acogemos de todo corazón cuantas críticas pueda generar este
libro. Las asumimos pues sabemos que no se puede contentar a
todos. Mas si puede este libro ayudar aunque sólo sea a una persona,
nos daremos por satisfechos. Con todo nuestro amor os ofrecemos
este trabajo, mas deseamos que la lectura y el recorrido por este
libro, cuanto menos no os aburra y os pueda estimular a vuestra
propia investigación.
¡Que la luz, el amor y la buena voluntad te guíen a ti lector,
en el más bello de los caminos; “la Vida”!
¡Muchas gracias y que disfrutes de la lectura!

Ms Angeles Vilaplana Ten


Mayo de 2006

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Los 12 Pétalos de Colores

Si todavía tienes la inocencia de la niñez,


si sientes que perteneces a otro lugar,
si estas cansada/o de caminar en soledad,
¡Despierta!
¡Somos muchos los que como tú buscamos la
Verdad!

La belleza, la justicia, la bondad...


¡Existen! ¡Que no te hagan dudar!

Apóyate en el hombro de la inmensa sabiduría


que transmiten los “Grandes de la Humanidad”,
y llora tranquílalo,
pero con lágrimas de felicidad.

Al comprender un poco más tu sufrimiento


y también el de los demás
la evolución entenderás y ya por fin sabrás:

¡Que eres lo incomprensible e inabarcable,


Alma de Amor inconmensurable
volando siempre en la eternidad!

Ms Angeles V.

16
vJn4%a3ucct
ÓSnXonXa
Desde niño me he enfrentado a un movimiento interno que me ha
desplazado de las líneas marcadas por la sociedad, y he estado siempre
en discordia con su forma de comportamiento, lo cual me ha motivado
a aceptar la invitación de Ma Angeles a escribir sobre estos temas, sin
tener la más mínima noción de lo que es “escribir”.
Sí tengo noción de vivir fiel a lo que escribo y muy agradecido al
Universo de compartir este libro capítulo a capítulo.
Comenzarán estos con una exposición de Ma Angeles (capítulo
N°-A) y terminándolos este servidor (capítulo N°-B), que cree firme­
mente que la mujer y el hombre tienen que andar unidos.
¡Esta “fusión” va acorde con la irradiación de la Nueva Era!

Dios te bendiga.

José Antonio Arnau Arona


Mayo de 2006

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Los 12 Pétalos de Colores

Gracias al “Ahora”, arriba y abajo juntos están,


mi Alma brota como un volcán,

derrite todos los rincones de mi desván


como las flores que al aire se dan,

a vosotros los Ángeles me entrego con afán


y mi Alma y las Estrellas juntas están.

José Antonio A.

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Capítulo 1

Reflexionaremos sobre la falta


del estado de plenitud del ser
humano y el por qué.
Capítulo 1-A

Vamos a tratar este tema en 7 partes:


1. La innata búsqueda de la felicidad.
2. El por qué no la encontramos.
3. Lo que buscamos está en el interior.
4. ¿Qué es la depresión?
5. ¿Qué causas la originan?
6. ¿Cómo podemos curarnos de ella y vivir con más plenitud
la vida?
7. La depresión, como una llamada de nuestra alma para desper­
tarnos del sueño de nuestra vida.

Punto Is:
<Xa Innata fafaqueda 3a ía, fe&c¡3a3

Todo ser humano tiene grabado en todas las células de su ser, de


manera innata, la búsqueda de la felicidad, ese estado placentero de
serenidad y armonía que proporciona equilibrio interior. Cada ser
humano busca llegar a ese estado de felicidad a su manera, por ello
cada uno enfoca su vida de manera diferente. La casi totalidad de
los hombres y mujeres buscan todavía en un terreno laberíntico y
sujeto a cambios como las arenas movedizas, es decir, buscan
todavía fuera de sí, en todo lo material. Un sector menos numeroso,
ha empezado a buscar la felicidad en un terreno más difícil de
encontrar pero donde realmente se encuentra; “en ellos mismos”

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Los 12 Pétalos de Colores

(afortunadamente hoy en día este número va siendo cada vez


mayor y muchas veces es gracias a haber pasado por una depresión
fuerte). Deberíamos preguntarnos: ¿por qué buscamos la felicidad?
¿Qué hay en el hombre que hace que la busque? Y aquí nos remon­
tamos al origen del hombre y su destino, su creación y para qué.
Todo átomo de la materia lleva un “sello de evolución”; es decir,
de una marcha progresiva hacia formas cada vez más complejas y
elaboradas que puedan albergar conciencias de mayor nivel evolutivo.
Todo sigue así un movimiento ascendente hasta llegar a la Perfección,
a Dios, o Logos, o Uno Absoluto, o como lo queramos llamar según
nuestras religiones o creencias. Pues bien, ese impulso, ese motor lla­
mado “Ley de Evolución”, es el motivo por el cual nosotros buscamos
la felicidad, aún sin saberlo. Esta es la causa verdadera de nuestra
ansiada búsqueda; buscamos a Dios, la Perfección, al Padre del cual
un día salimos y al que hemos de volver.
Por eso la palabra “Religión” quiere decir: “Religare, volver a
unir”. Aquella chispa divina que salió del seno del Padre, debe
volver a casa, a la felicidad, pero vuelve más sabia tras el camino.

Esto nos resuelve el 2 2 punto:

La falta de felicidad nos proporciona una sensación de vacío inte­


rior que tratamos de llenar con juegos, diversiones, amigos,
amores, dinero, pisos, coches, yates, viajes y un largo “etc.”, de
todo lo material. Todo esto está muy bien tenerlo y disfrutarlo
cuando partes de la base de que nada de ello son fines para encon­
trar la meta; la felicidad. Todo ello está muy bien vivirlo cuando
sabes que vivas lo que vivas, la felicidad está en ti, en tu interior,
y nada ni nadie te la va a poder proporcionar si tú no te abres a
ella. Equivocamos la idea pensando que son los demás quienes nos
deben de proporcionar la felicidad; nuestra pareja, hijos, familia,

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Capítulo I. Depresiones

amigos, etc., mas es en nosotros donde debemos de accionar el


motor que la ponga en marcha. Entonces, no encontramos la feli­
cidad porque la buscamos fuera de nosotros mismos en lugar de
buscarla dentro, que es donde está, ...

...lo cual es el enunciado del 3S punto de este capítulo:


ola ¿uacanvoa «atá en «f iníertiat.

Para sentirnos felices hemos de estar llenos en nuestro interior,


pero ¿llenos de qué? Hemos de despertar, pero ¿despertar a qué?
Hemos de despertar al amor puro, aquel en el cual sólo deseamos
dar, independientemente de lo que nos den o no nos den, ya no
estamos pendientes de que los demás nos hagan felices sino en
“hacer felices a los demás”. Nuestra conciencia ya no está en la
necesidad de que nos den, ni que nos admiren, ni que nos quieran,
nuestra conciencia está en querer, sin pedir nada a cambio.
Ese amor algunos lo denominan “Dios”, “Luz”, “Verdad”,
“Logos”, “Uno Absoluto”, “Conocimiento”, “Estado de Biena­
venturanza”, “Nirvana”, “Reino de los Cielos”, “Devachan”, etc.
Llegar a ese estado, que es la meta evolutiva del ser humano,
es lo que proporciona la verdadera felicidad. En ese estado uno
vive y siente la unidad de todo: ya no lucha, sino abraza; ya no
discrimina, sino acoge; ya no pelea, sino besa; ya no juzga, sino
que comprende; ya no desespera, sino que espera con paciencia.
Ese “AMOR” con mayúsculas está encerrado en nuestro corazón,
es nuestra chispa divina, nuestra mónada, nuestro espíritu, la
parte que en la Biblia nos dicen que es hecha a imagen y seme­
janza de Dios.
El tesoro lo tenemos a nuestro alcance, no está fuera en el exte­
rior, lo llevamos siempre dentro de nosotros, es el tesoro que nadie
nos puede robar. Por lo tanto, llegamos al 4S punto:

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Los 12 Pétalos de Colores

apui fflcunamaa, entonces, dejMeúón,?

Es el estado de mayor oscurantismo y alejamiento de nuestro


centro interior; el Amor. En ese estado sentimos esa carencia inte­
rior (esa falta de amor, del amor antes descrito), como un agudo
punzón que nos atraviesa y nos rompe en dos.

Vamos a citar aquí una frase para meditar y reflexionar sobre ella
durante toda nuestra vida, si de verdad y con valentía queremos
salir de toda amargura, melancolía y tristeza: “Detrás de toda
depresión está el egoísmo humano y la falta de amor verdadero”.
Motivos externos que pueden llevarnos a una depresión son: la
muerte de un ser querido, la enfermedad, la vejez, la ruina econó­
mica, un cambio de trabajo, la aparente fealdad física o minusvalías,
la pérdida del hogar, sufrimiento de accidentes, huracanes, terre­
motos, terrorismo, guerras, hambre, sufrimiento por la humanidad
y un largo etc.
Motivos internos: inseguridad, miedos, agresividad, intoleran­
cias, incomprensión, carácter con tendencias a verlo todo nega­
tivo, deseos incumplidos, soledad, ansiedad por que todo sea según
nosotros lo vemos y queremos, y un largo etc.
Todas estas causas son detonantes que activan la verdadera
“CAUSA” en mayúsculas que antes hemos citado: “Nuestra sepa­
ración de Dios, de lo divino en nosotros. Lo que nos lleva a la
vivencia de nuestro egoísmo humano”.
El egoísmo lo vivenciamos a través de nuestros apegos, el desear
que las cosas ocurran como nosotros queremos, que las personas
reaccionen como nosotros creemos que se debe reaccionar, que las

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Capítulo I. Depresiones

cosas sean como nosotros creemos que deben ser. ¡Eso es lo nos
llena siempre de desilusión, desesperación y amargura!
Las cosas son como son, y en la medida en que nosotros dejemos
libres a los demás, dejemos de buscar culpables fuera, encontra­
remos la libertad en nosotros, el antídoto para que las cosas y lo que
hagan las demás personas no nos afecten en nuestro interior, no
paralicen el motor de nuestra felicidad. La verdadera curación de
la depresión es la comprensión de que: “Dios es amor y conoci­
miento, es decir: Sabiduría”. El contacto con este conocimiento
divino, sagrado, nos da la explicación y todos los porqués, a todo lo
que ocurre, nos explica los diferentes niveles de conciencia de las
personas, fruto del aprendizaje de las almas, lo que nos da la clave
para comprender porqué somos diferentes y cada cual actúa frente
a una misma experiencia de distinta manera, de tal forma que ya no
juzgaremos, ni criticaremos, sino que aceptaremos.
Cerca están los tiempos en que dejaremos de culpar a los demás,
a las circunstancias, al mundo, la sociedad, a nuestro pasado, a la
educación que nos dieron, a nuestra pareja... etc., y nos responsa­
bilizaremos de todos nuestros actos, de lo que hemos hecho y
estamos haciendo con nuestra vida.

Y así llegamos al punto 6S que nos dice:


pódenme, cmajoa, ía, can, mée,

Este conocimiento sagrado apela a la importancia de nuestros


pensamientos. La “Ley de la polaridad y de vibración” de Hermes
Trismegistos nos dice que: “Lo semejante se atrae”.
Si nosotros no vigilamos nuestro pensamiento y dejamos que
este se llene de pensamientos oscuros y negativos sobre nosotros
mismos, sobre las personas y el mundo, nuestra visión de todo
será oscura y atraeremos hacia nosotros todo lo negativo.

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Los 12 Pétalos de Colores

Los dichos antiguos contienen grandes verdades: “Quien canta


su mal espanta”. Este dicho nos habla aunque veladamente, de esta
ley de la polaridad que nos ayuda y que podíamos desarrollar así:
“Cuando tengas un pensamiento negativo, cambia la vibración,
polarízalo hacia su contrario, piensa en un pensamiento positivo y
atraerás hacia ti cosas bellas”.
De ahí la importancia de estar vigilantes y atentos hacia todo lo
que pensamos, para no dejarnos ser pensados, sino elegir y dirigir
nuestros pensamientos, no dejar ser vividos, sino guiar nosotros
nuestra vida. Pues los pensamientos negativos se atraen y uno pide
otro, y este, otro más, y así la bola de nieve cada vez se hace más
grande y nos cuesta más deshacerla. Y ello genera ansiedad, insatis­
facción, frustración, que es lo que en verdad nos hace enfermar.

Por último el 1° punto:


coma una fEamada nueáXta aEma

Tenemos tendencia a pensar que las depresiones son malas, sin


embargo sabemos por propia experiencia que muchas veces, gracias
a un estado así (en el que la vida o nosotros nos hemos puesto)
hemos podido avanzar mucho más en nuestro aprendizaje evolutivo.
Hemos madurado más, hemos ampliado conciencia, nos hemos
vueltos más comprensivos hacia otras personas que también sufren
y nos hemos hecho más solidarios. Por lo tanto; “No hay mal que por
bien no venga”.
La mayoría de las veces adoptamos una actitud de lucha, de defensa
ante la vida y las personas. Esta actitud nos va endureciendo el corazón
poco a poco y a veces necesitamos un toque de atención. Nuestra
alma continuamente nos llama, para que hagamos contacto con ella,
para que abramos el corazón y realicemos así nuestro destino como
seres humanos, la meta para la cual hemos sido creados.

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Capítulo I. Depresiones

Si esto lo olvidamos y creemos que nacemos a la vida para comer,


beber y divertirnos durante 60, 70, 80, o 90 años, con suerte (que es
lo que viene durando, el tiempo de permanencia del cuerpo físico)
pues lógicamente nuestra alma nos tendrá que dar un toque de aten­
ción, para que no estemos tan dormidos y entremos de manera más
conscientes en la línea de evolución destinada al ser humano, meta
que trasciende el mundo de los sentidos, “Maya” para los hindúes.

Liberémonos de la ilusión,
liberémonos de la polaridad,
llegando así a la unidad del amor,
llegando así a nuestro origen y nuestro destino;
el alfa y el omega,
la Divinidad,
la Unidad del Todo con todo,
la Felicidad.

Todo el poder para cambiar está en nosotros.


¡Que estos escritos y estas reuniones sirvan a tan alto fin!

¡Que así sea!

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Los 12 Pétalos de Colores

(uiento

Al paso de un hombre triste y abatido, el maestro preguntó a sus


discípulos:
—¿Cuáles son las verdaderas causas de la tristeza:'
—La pérdida de un ser querido, los apegos, las desilusiones que
traen los desengaños.— Así comentaron los Discípulos.
El maestro les dijo:
—No os dejéis engañar, la verdadera causa es el ignorar que todo
está dentro del “Todo” ...y que todo se ha de Amar.

28
Capítulo 1-B

Si somos curiosos, la investigación en el diccionario de la palabra


“depresión” nos lleva a la relación de los términos especificados
como: soplo, alma, espíritu, energía, atención, pensamiento. Las pala­
bras tienen su significado secreto, pueden llegar a ser auténtica
magia, que hay que aprender a manejar, a meditar sobre ellas, para
llegar a un justo y sabio uso de ellas, con el fin de ayudarnos a salir de
las confusiones que nos atan, al dolor y la miseria.
Si tenemos depresión algo nos ha sucedido, para encontrarnos en
este estado, lo queramos aceptar o no. Tendremos que entender,
“ver” y descubrir que algo tiene que ser cambiado en nosotros.
Querer cambiar nuestro exterior, no es nada inteligente. Es más, sería
un derroche titánico de energía. Si cambiamos nosotros, cumplimos
la ley de ser seres humanos. La sociedad enfoca sus prioridades en la
masa, el consumismo, la adicción de cualquier tipo y así fomenta y
premia la idea de que sólo el exterior nos puede dar satisfacción. Así
entramos en un juego manipulador de nuestra mente que empezó en
nosotros hace muchos años, cuando éramos niños.
El instinto y el miedo nos llevan a desear ser tenidos en cuenta por
la sociedad, y vemos como lo más natural es averiguar y luchar por el
lugar que ocupamos en “la manada”. Vendimos así nuestra origina­
lidad para ser aceptados en la sociedad, y ésta nos entregó su confun­
dido y sucio juego de manipulación, en el cual nos vemos inmersos.
Este juego lo debemos investigar muy seriamente pues lo empezamos
automáticamente, “por inercia”, y ahora, domina y se desenvuelve por
nuestra mente a la velocidad de la luz.

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Los 12 Pétalos de Colores

Este juego, lo acepté por primera vez cuando lo vi, y después de


una gran lucha con mi raciocinio, comprendí que “vivió” mi vida por
mí. Me sentí rabioso e impotente y tuve que perdonarme por haber
sido cómplice y además inocente, porque empecé demasiado niño,
sin saber lo que hacía. Ahora lo voy entendiendo y sé que hay que
seguir investigando, analizando, desmenuzando, poco a poco, con la
paciencia que lleva a la sabiduría, al entendimiento de las leyes que
rigen todo el movimiento del Universo; “Todo lo que no se ve, lo que
es demasiado grande para nuestros ojos físicos, lo que no se puede
demostrar, ni tampoco se puede enseñar, tan solo se puede Ser”.
“Ser” en la responsabilidad y coherencia que conlleva la
evolución de un punto de luz. “Lo que somos”, dentro de la
gran manifestación del amor. Investigando sinceramente vemos
que los pasos de la llamada depresión, nos pueden llevar de la mano
a intuir una verdad, “la luz; la paz del Ser”.
Hay una inercia psicológica que te hace amar lo que tienes, y el
apego genera los miedos a perderlo, y nos viene el odio, la rabia, la
insatisfacción, la manipulación, etc., ¡Pero presta atención a estol:
nosotros creemos “ser” esto, y todos tenemos un pánico terrible a
cambiar lo que ha formado parte de nuestra psiquis durante tanto
tiempo porque lo desconocido nos da miedo. Sin embargo, al nacer
somos puntos de luz en potencia, cuando un ser va a nacer lo
llamamos: “dar a luz”.
La depresión es una “bajada”. Sin saber como, nos encon­
tramos prisioneros de ella, entramos en el cuarto oscuro, la
confundimos con la oscuridad, en la mayoría de los casos es
falta de comprensión, falta del conocimiento de los detonantes
que nos llevan a ella. El problema reside en el tiempo que nos permi­
timos estar con el problema, en el sufrimiento de una inquietud. Por
simple falta de discernimiento todos sabemos que en la confusión
podemos estar tres días, tres semanas, tres meses, tres años,... o un
sin fin de tiempo que invertimos para entender lo que esta suce­
diendo en realidad, y perdemos el punto de vista de la totalidad.

30
Capítulo I. Depresiones

Si lo miramos sólo desde el punto de vista de cómo nos afecta a


nosotros, en ese mismo instante estamos ofendiendo a la totalidad y
a las leyes del Universo. Mientras el conflicto gire entorno a cómo lo
vivimos nosotros, nos atrapará en la más profunda desesperación
porque lo estamos viviendo desde nuestra mente limitada, tiranizada
por el ego. La misma mente crea y nos manipula en las justificaciones
para seguir atrapado con rejas mas poderosas que las de una cárcel,
pues las de la cárcel las ves. Sin embargo la cárcel creada por la depre­
sión, no la ves, a veces no la conoces, pero la sufres hasta con un
gran peso físico, y así te ves envuelto en una profunda desesperación.
Con el fin de ver esta cárcel, tenemos que irnos a la visión de la tota­
lidad de lo que es el Universo, lo que es el “Todo”. Sentiremos que
las leyes que rigen este “Todo” nos liberan, nos abren a muchos
conceptos que antes se nos habían pasado, no los podíamos ver
todavía a causa de nuestra prisión.
La depresión pierde mucha fuerza con el simple hecho de
comprenderla, esto nos lleva a aceptar que necesitamos ayuda de
otras mentes, que con sus conceptos más claros, nos ayuden a salir de
este círculo vicioso, en el cual nos vemos atrapados. Cuando digo otras
mentes me refiero también a la lectura, pues es muy bueno disponer de
distintos criterios, de distintas formas de ver la misma vida.
Si no hemos investigado, buscado, discernido..., corremos el riesgo
de estar estancados sin saberlo, en un enfoque muy limitado, con una
visión muy lineal, “a nuestra forma”. El análisis en profundidad nos lleva
a ver con luminosidad dándonos cuenta entonces de la confusión de una
mente inmadura, poco utilizada. La responsabilidad es tuya, así como
también las consecuencias, por ello toda causa generará su efecto.
Los encuentros con la naturaleza, nos une con el “Espíritu de la Gran
Madre”, y este nos conforta sin juzgarnos. Analiza que el “Gran Espíritu
del Planeta” no puede estar tan limitado como lo estamos nosotros.
También tenemos a nuestro alcance las artes como la pintura, la música,
la poesía, etc., y la más importante: “la convivencia con el resto de
personas, animales, vegetales, minerales, planeta, Luna, Sol, Universo”.

31
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Los 12 Pétalos de Colores

Más adelante expondremos con más amplitud los distintos puntos


de vista, pero remarcamos que lo importante es buscar la paz y la
armonía, y esto en sí es un trabajo, que cuando lo hacemos bien nos
lleva a la comprensión y a la evolución en conjunto. La evolución
individual es limitada. Amplía tu “luz”, pues tu luz hace falta para
iluminar en su medida el “Tapiz Cósmico”.
Desde otro punto de vista, no es nada inteligente crear una guerra
a brazo partido con la depresión. No conocemos en profundidad
todos los resortes o mecanismos que la han llevado a manifestarse,
por lo tanto, es más audaz investigarnos a nosotros mismos que
“enfrentarnos” a ella. La depresión siempre se ampara en alguna ley.
Tenemos la obligación de entender qué leyes la han llevado a mani­
festarse. Antes de pretender cortar la cabeza de la serpiente
deberemos de estudiar la mente, pues corremos el riesgo de que
le crezcan más cabezas.
El alma tiene que poder hacer entender a la mente, que la ama y
que la necesita. Si la mente no se pone a disposición del alma, ¿como
se alineará con el Universo? La mente podrá desarrollarse en armonía
con el Universo cuando se ponga a disposición del alma.
Cita del libro “Meditaciones” del hermano mayor Krishnamurti:
“Buscar siempre experiencias más amplias, más profundas y
transcendentales es una forma de escapar de la realidad objetiva
de lo que es, o sea, de nosotros mismos, de nuestra mente condicio­
nada. Una mente que esta despierta, que es inteligente y libre, ¿por
qué habría de necesitar tener experiencia alguna?
La luz es luz; no reclama más luz.”

o&cuttídckl
Es una energía nacida y creada en una forma limitada de conciencia,
sólo vista desde una visión individual, o nacida con un fin de pose­
sión del exterior.

32
Capítulo I. Depresiones

El ser humano se mueve, por lo tanto posee por “ley de vida” un


movimiento siempre activo de expresión o de acción. Ante una inde­
cisión grave, este movimiento es obstruido. El movimiento por ley
tiende a manifestarse. La obstrucción bloquea la manifestación.

Surge la tristeza cuando algo no sale como lo hemos proyectado.


Como fondo, la tristeza se manifiesta cuando queremos un universo
que funcione según nuestra forma de pensamiento. Es decir, que el
Universo gire entorno a nosotros. Sin embargo somos nosotros los
que tenemos que comprender, aceptar, estudiar, adaptarnos a sus
leyes universales.

Sí miada
El miedo es un sentido instintivo que nos ayuda a reaccionar rápida­
mente ante un peligro. Cuando éramos cazadores el miedo estaba
conectado con los sentidos del olfato, vista, oído..., estos sentidos
canalizaban y dosificaban el miedo. El miedo era sentido y canalizado
por el mismo peligro vivido en realidad; un miedo natural, vivido de
una forma natural sana.
El miedo es peligroso cuando nace de una irrealidad, este miedo se
fomenta en una mente que no vive la autentica realidad de lo que
sucede en cada momento. Si a esto añadimos que no vivimos en su
totalidad los sentidos olfato, vista, y oído, tendremos que es una
energía potentísima que no es canalizada, y al no ser canalizada es
destructiva por su potencia. Por supuesto hay muchas formas de
miedo en psicología, creo que esta que expongo, es importante.
Físicamente el miedo genera en la mente una expansión rapidí­
sima de adrenalina, que se genera porque es necesaria para una huida
ante un peligro. Si el cuerpo físico no hace la reacción adecuada la
adrenalina está en el cuerpo, y si no se utiliza esta energía, se
convierte en dañina.

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Los 12 Pétalos de Colores

Es una manifestación emocional que nace cuando añoramos a un ser


querido, pudiendo ser si no está con nosotros porque ha fallecido u
otras causas. La melancolía es muy peligrosa. “Podemos verla como
una rama del árbol del amor; la melancolía se sana mientras esta
rama se oxigena en el aire en contacto con el resto de ramas o expre­
siones del amor”.
El peligro es cuando, por el regocijo en el dolor, nos crece una raíz
de melancolía en el árbol. Esta raíz bebe de su vibración de la Tierra que
también tiene su melancolía. Como bebe tanta sustancia de esta vibra­
ción la rama de la melancolía crece desmedida, y de tanto peso de la
vibración bebida en la Tierra, se descompensa el equilibrio del tronco.
Este se dobla por el peso de la rama de la melancolía y afecta al resto
de ramas de las manifestaciones del amor, las cuales se desajustan y
reina el caos en el árbol de nuestra vida. Como estamos todos conec­
tados, esto hace llorar al resto de “árboles del jardín de Dios”.

34
¿Somos tan diferentes los unos de
los otros? El poder creador de la
energía masculina y la femenina
trabajando al unísono sin luchas
de primacías.
Capítulo 2-A

&£ Komi),

En el origen de la evolución humana, remontándonos hace eones de


años (eones significa períodos enormes en el tiempo y en el espacio),
el ser humano era un ser andrógino. Es decir, participaba de la unidad
pues tenía dentro de sí los dos polos femenino y masculino. En aque­
llos lejanos tiempos se reproducía a sí mismo, como por esporas,
como un sudor que salía de sí mismo.
Encontramos hoy vestigios de esto en el mundo vegetal e incluso
algunas especies animales que tienen dentro de sí los dos polos para
reproducirse. Esto es un ejemplo para que no nos sorprenda, pues la
parte nuestra que llamamos forma o cuerpo, ha llevado y sigue
llevando un proceso de evolución y por ese mismo proceso las formas
han ido cambiando y adaptándose al medio. No debemos olvidarnos
que el aspecto “forma” en nosotros, nos equipara al mundo animal.
Así pues la ciencia nos define como “Seres animales racionales”.
Nada de ello tiene que ver con el aspecto “vida” (conciencia), que
va dentro de esa forma y que también va evolucionando y apren­
diendo a través de ésta. El aspecto “vida” pertenece más a aquello
que conocemos con el nombre de “alma”.
El ser humano era un ser andrógino como ya hemos dicho. Ahora
podemos tener más elementos para comprender el Génesis; “La crea­
ción del hombre y la mujer”. Nos dicen: “El hombre está hecho a
imagen y semejanza de Dios”, ¡Sí! ¡La parte divina en nosotros; el
espíritu!, más “Hizo al hombre de barro”, ¡Sí, la materia!, y así vemos
como decía Platón: “El ser humano es un ser doble; tiene una parte
divina y otra mortal”; el espíritu, y el cuerpo o materia.

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Los 12 Pétalos de Colores

to, codxflfa (cacada) de ífeaa nace ía muiet» &3a


El ser andrógino, el “Adan Kadmon”, en un momento de la evolu­
ción en que ya estaba preparado para ello, se divide en dos y de la
unidad nace la polaridad: el hombre y la mujer. A partir de ese
momento “las almas” empiezan a reencarnar como cuerpos diferen­
ciados femeninos y masculinos, pues necesitan experimentar esas
dos energías con toda su potencialidad, ahora de manera separada.
Así nace el sexo y la necesidad del otro polo para poder reprodu­
cirse. Esto nos da la clave para entender el por qué el hombre busca
a la mujer y la mujer al hombre, el por qué se atraen; porque es el
polo que les falta para la unidad.
Un adelanto para que entendamos más este complejo y a la vez
maravilloso “Plan de la Creación”: En el futuro muy, muy lejano, la
meta del ser humano es volver a ser andrógino, volver a la unidad
de la cual partimos. Por ello, un signo de la evolución humana es
el despertar en el hombre, de la parte femenina sensible, y en la
mujer, despertar la parte masculina de fortaleza y seguridad.
Y ahora, después de esta amplia perspectiva, esta visión del Alfa
y el Omega, del comienzo de los sexos y la meta futura... el fin
destinado a la humanidad, vamos a enfocar nuestras conciencias al
momento actual, al presente del hombre y la mujer, a nuestro
momento histórico. Recordemos que durante siglos y aun hoy en
día la mujer ha sido muy ensombrecida, ultrajada y sometida por el
poder del hombre, siendo así que la mujer no ha tenido voz ni voto,
ni hasta siquiera alma, pues como quizás sabréis los teólogos, hasta
hace pocos siglos así lo mantenían.
¡Sí! Hay lucha de sexos, el hombre y la mujer están enfrentados,
y ¿por qué? No queriendo ver culpables vamos a intentar buscar
una explicación a todo ello.
Hoy la mujer de los países avanzados, está tomando fuerza, está
saliendo de la sumisión y opresión a la que ha estado sometida. Pero
también hay que decir que en muchos casos está tomando un camino

38
Capítulo 2. El Hombre y Lñ Mujer

equivocado, pues muestra la misma agresividad, dominio y lucha


contra el que considera su enemigo: el hombre. Hay que comprender
que todo ello también forma parte de un reajuste, un equilibrio del
karma; “Aquel que ha sometido debe ser sometido, aquel que ha
ultrajado será ultrajado, lo que siembras recogerás”. Como indistin­
tamente las almas toman cuerpos femeninos y masculinos según la
necesidad de su aprendizaje, aquel hombre que sometió puede ser hoy
la mujer sometida (o al revés). Todo tiene una causa.
El ser humano, en su evolución, cuando hubo la diferenciación de
los sexos, debía y debe llegar a la máxima cooperación y colaboración
con el otro sexo diferente a él, es decir, aquí en la Tierra y como seres
diferenciados, tenemos el destino, la meta a cumplir de lograr la
unidad de colaboración entre los dos sexos (y esa es la “verdadera
creación”, luego hablaremos de ello). Sin embargo, contemplamos
diariamente que los dos sexos están enfrentados, ambos buscan la
primacía, el poder, ambos luchan por su superioridad. Hablo en
términos generales, por supuesto y afortunadamente ya habernos
muchos seres que estamos despertando a lo espiritual, al amor y ya
no luchamos, sino que colaboramos y nos ayudamos para la reali­
zación consciente y voluntaria del plan de Dios en la Tierra.
Pero deberíamos preguntamos, ¿por qué esto es así? ¿Por qué el
hombre y la mujer luchan por su hegemonía?... Por ese sentimiento de
vacío interior, por ese “notar que nos falta algo”, lo cual nos genera
inseguridades y miedos. Por ese sentimiento de sentimos incompletos,
insatisfechos, infelices. Y todo esto lo volcamos al exterior.
Esta guerra en general entre los hombres y las mujeres en el
planeta Tierra se puede ver en particular muy especialmente en la
pareja: ¿Por qué la mujer cansada de su vida, frustrada, insatisfecha,
hecha la culpa de todos sus males a su compañero y piensa que si él
fuera de otra manera, su vida cambiaría y ella sería más feliz? Lo
mismo se puede decir de los hombres, pero indistintamente ambos
equivocan su visión mientras sigan encontrando la causa de su
sufrimiento en el exterior, y en este caso en el sexo opuesto. De esta

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Los 12 Pétalos de Colores

manera estamos muy perdidos e injustamente culpamos a los


demás. Detrás de ello, si somos honestos y sinceros con nosotros
mismos, hay muchas debilidades que nos aprisionan y no nos dejan
“SER”, con mayúsculas, y no nos dejan “hacer”.
Nosotros tenemos en nuestro interior todo el potencial para
cambiarnos a nosotros mismos, toda la fuerza, pero cuesta un
trabajo, un sacrificio, un esfuerzo y muchas veces somos cómodos,
nos quejamos pero no movemos un dedo para cambiar y podemos
engañar mucho a los demás. Pero el mayor daño nos lo hacemos a
nosotros mismos, seguimos engañándonos y deteniendo nuestra
evolución. Lo fácil y cómodo es culpar a los demás, pero cuando un
ser despierta y se vuelve consciente, sabe que el camino no está en
poner la vista y querer cambiar el exterior. El camino está en el
interior y uno entonces se hace verdaderamente responsable de su
vida con todas las consecuencias.
Así sabe que tiene una responsabilidad ante todo lo que piensa,
siente y actúa, pues todo tiene una consecuencia y así creamos
nuestra vida, no los demás, sino nosotros. Y esto es válido tanto
para los hombres como para las mujeres, pues en el fondo no somos
tan diferentes como nos creemos, estamos fabricados con los
mismos materiales. Tenemos un cuerpo físico que es donde más
evidente es la diferencia, pero también tenemos un cuerpo de
deseos y sentimientos; el cuerpo astral. Y también tenemos un
cuerpo de pensamientos; el cuerpo mental y ambos también
tenemos un alma con sus tres potencialidades de: voluntad, amor
y luz o inteligencia. Y también ambos somos un espíritu, nuestro
verdadero ser, aquello que es llamado “hijo de Dios”.
En este momento el espíritu está evolucionando a través de la
materia, (los cuerpos indistintamente femeninos o masculinos), hasta
que en su contacto, la materia se “redima”, y pueda ser fusionada,
transfigurada nuevamente en espíritu. Debemos saber que el espíritu
es materia sutilizada y la materia es espíritu densificado; los extremos
deben de reunificarse.

40
Capítulo 2. El Hombre y Lñ Mujer

ÉRe/to, -tanZa ftaíancia ¿om&tica?


Pensemos que es un momento de cambio, un momento de transi­
ción de una “era” a otra, un momento en que todo lo antiguo tiene
que ser dejado para producir el nacimiento de lo nuevo. Por ello es
un período de aceleración, todo va muy rápido, y también es un
período de reajustes kármicos, limpiezas astrales y de todos los
planos. Por ello todas las causas generadas deben ser disueltas lo
más rápido posible para dar nacimiento a una humanidad nueva,
diferente a la anterior, con otros valores y con mayor espiritualidad;
“son los dolores del parto”.
La mujer está despertando de su aletargamiento y el subcons­
ciente colectivo masculino no quiere perder su hegemonía. Es un
momento difícil, hay mucha violencia en los seres humanos como
también en la Tierra; terremotos, huracanes y maremotos,
cambiarán también la faz de la Tierra... pero a la vez, es el momento
donde mayor es la posibilidad de un avance o despertar espiritual.
Pero no nos alarmemos, tengamos esperanza. El conocimiento
supremo nos hace comprender las causas, el porqué, y nos hace ver
todo ello, como los dolores de parto de una “nueva humanidad”.
Un nuevo período en donde el hombre y la mujer ya no lucharán
sino que se complementarán.
Ambos, sintiéndose llenos y plenos en su interior, sintiéndose
personas independientes, suficientes por sí mismos, habiendo
desterrado antiguas dependencias, gracias a haber superado los
miedos en nosotros a ser, a vivir, a conducir nuestra vida, no permi­
tiendo ya por los miedos también a la vida, a estar solo, y a afron­
tarlo todo solo; no por ello permitir que otros conduzcan nuestra
vida. Así ambos seres, hombres y mujeres, seguros de sí mismos
pero sin buscar ya superioridad, por que “el que tiene, ya nada
tiene que demostrar”, así aprenderán a trabajar al unísono y ahí
comenzará la “verdadera creación”, pues así como para dar naci­
miento a un niño se necesitan de ambas energías (la femenina y la
masculina), así también en el campo del astral o emocional, donde

41
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Los 12 Pétalos de Colores

estaría englobado todo lo correspondiente al arte humano, como


también el campo mental o de pensamiento, donde estaría englo­
bado todo lo relacionado con la ciencia humana, pues sería infinito
el campo que podría desarrollar la humanidad. Y esta verdadera
creación que se podrá dar en la humanidad, en lo grande, también
podemos verlo en lo pequeño, en el ser humano, cuando se unifi­
quen dentro de él las dos energías que lo mueven, la dualidad en él,
para llegar a la unidad, el sendero del medio de Buda.
Hoy en día el papel de la mujer es fundamental para paliar los
grandes problemas mundiales. La mujer, es decir la energía femenina
obrando también en lo hombres que han despertado a ella, podrán
suavizar con sus dulces manos amorosas lo que el imperio de la
energía masculina concretizada en todo ese potencial científico y
tecnológico ha realizado, utilizándolo no sólo para el bienestar sino
también de forma errónea para la destrucción de la humanidad.
La feminidad simboliza el corazón, la masculinidad la mente.
Ambos son necesarios e imprescindibles para un despertar espiri­
tual. “El corazón; la reina, y la mente; el rey, deben unirse. Estas son
las bodas alquímicas que debe realizar todo ser humano”. La femi­
nidad representante de todo lo que simboliza al corazón: el amor, la
sensibilidad, la compasión, la comprensión, la dulzura, la suavidad,
etc., es “la mejor inyección para la humanidad de nuestros días.”
La masculinidad, representante de todo lo que simboliza la mente:
el conocimiento, la fuerza, la decisión, la seguridad, la orientación, el
valor, etc., hoy impera en el planeta Tierra, pero al no estar suavizado,
coloreado, unido a la otra fuerza, la femenina, la Tierra se ha conver­
tido en el planeta altamente desarrollado que conocemos a nivel
tecnológico, que hasta podemos ir a la Luna, pero en el cual, las tres
cuartas partes de la humanidad, pasan hambre. Y no hablemos de la
fuerza destructora de la bomba atómica.
Por ello la importancia y la esperanza hoy en día del despertar
de la energía femenina de amor. El hombre se podría ver así: con
más presencia de su mente y menos de su corazón en su expre­

42
Capítulo 2. El Hombre y Lñ Mujer

sión humana. Y la mujer: con menos presencia de su mente y


más de su corazón.
Positivo y negativo, masculino y femenino, son energías
emisoras y receptoras. En ningún caso lo entendemos como bueno
o malo, sino como energías complementarias en la Creación. Por
ello a las mujeres nos cuesta más comprender los mapas y la lógica
y a los hombres expresar sus sentimientos. Los hombres suelen ser
más fríos y calculadores (no todos, se entiende) porque prima más
la mente, y en las mujeres más el corazón. No por casualidad son
depositarías por parte de la naturaleza, de dar vida. Pero ambos
tenemos mente y corazón.

&nto*ice& tenemoA. c|ue...


El ser humano está regido por esas dos fuerzas; repetimos que por
corriente o polaridad negativa, femenina, no se entiende “mala”.
No son ni la una buena ni la otra mala, una corriente atrae, la otra
repele, una emite, la otra es receptiva, como ocurre con la electri­
cidad. La fuerza masculina y femenina, la mente y el corazón, están
ahora en discordia en el interior del ser humano, lo mismo los
hombres que las mujeres, como decíamos,“no somos tan dife­
rentes”, pues estamos hechos de los mismos materiales.
Bien, pero aún es más complicado que esto. No sólo tenemos
dentro de nosotros, indistintamente hombre y mujer, los dos aspectos
femenino y masculino, o positivo y negativo, mente y corazón como
lo queramos llamar, sino que ambas partes de nosotros mismos a su
vez, son duales también. Es decir:
- La mente se polariza en positivo y negativo, por ello podemos
tener pensamientos bellos o pensamientos totalmente egoístas o
incluso criminales.
- El corazón o cuerpo astral, el de los deseos y emociones,
también es dual y se polariza en positivo y negativo. Por ello
podemos tener emociones bellas o emociones violentas y agresivas,
esta es la respuesta a porqué podemos amar y odiar a la vez.

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Los 12 Pétalos de Colores

j LIBERACIÓN
BIEN SUPREMO
AMOR INCONDICIONAL
(No tiene contrario pues está

LINEA HORIZONTAL DEL EGOISMO HUMANO

BIEN MAL
AMOR ODIO
ALEGRÍA TRISTEZA
BONDAD AGRESIVIDAD
(Reflejo o copia del
verdadero bien
supremo. Amor
supremo)

Este bien y este amor no son verdaderos y nos llevarán a su


extremo contrario por que el egoísmo aún no esta superado en esta
línea. Es un bien que se realiza esperando algo a cambio, o que nos
hace sentirnos importantes, poder demostrar que “yo hago algo por
los demás y así me siento bien y da una buena imagen de mi
persona”. Este amor también se convertirá en algún momento en
odio por la “Ley de la Polaridad”. Este amor es egoísta, ama para
que le amen, por el fruto, la recompensa. Y si esto no se consigue,
se convertirá en rabia y enfrentamiento con la persona amada.
Entonces, tenemos dentro de nosotros los dos polos; la alegría y la
tristeza, pensamientos pesados y oscuros, pensamientos claros y llenos
de luz, somos agresivos o delicados, simpáticos o antipáticos, críticos

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Capítulo 2. El Hombre y Lñ Mujer

con todo o sumisos, repelemos o atraemos. Las dos fuerzas están y


operan en nosotros y aquí está el misterio y la clave para encontrar
la paz que tanto todos buscamos; la felicidad. La reunificación de
estos dos extremos nos proporcionará el equilibrio interior.
Esto es hallar la línea vertical y hacerla realidad en nuestra
vida. De esta manera, ante las cosas y personas, ya no tendremos
una alegría desbordante totalmente emocional, ni una tristeza
abrumadora que nos derrumbe, ya no estaremos ni altos ni bajos,
sino en el punto medio; adoptaremos un estado de neutralidad
frente a todo, ya no iremos dando tumbos como una pelota de un
lado al otro contrario, originando tanto caos en nuestro interior,
ya no nos atraparán nuestras emociones ni nuestros pensamientos;
así, dominando las fuerzas positivas y las negativas en nosotros,
seremos dueños de nosotros mismos, y esas dos fuerzas unificadas
darán nacimiento al “Bien Supremo”: al Amor que todo lo une y
todo lo integra.
La superación de la polaridad tras el nacimiento en nosotros de
la unidad es haber despertado al “Amor Divino”, es haber conec­
tado con lo que verdaderamente somos: “el espíritu”. Es estar
llenos de él, colmados en su inmensa felicidad, es haber dejado
atrás el vacio interior, origen de todos nuestros enfrentamientos, es
haber llegado a la culminación humana.
La mente, el rey, también simboliza el espíritu y el corazón, la
reina, simboliza el alma. Sin el despertar del corazón (el amor), no
puede el cuerpo conectar con el rey: “el espíritu”.
Así tenemos la trinidad de todas las religiones:
- Espíritu, alma y cuerpo
- Mente, corazón y cuerpo
- Padre, hijo, espíritu santo (religión cristiana)
- Padre, madre, hijo (demás religiones)
Por eso, el proceso de liberación espiritual del ser humano,
(tanto del hombre como de la mujer, ya que somos iguales)
comienza en el corazón, representante del alma, y a nivel hormonal

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Los 12 Pétalos de Colores

en la glándula timo, para despertar y unificarse con la mente, repre­


sentante del espíritu, a través de la glándula pineal. Y en esta fusión
del cuerpo con el alma y el espíritu, está el misterio de la salvación
y de la inmortalidad que han proclamado todas las religiones, cada
una a su manera, según el momento histórico en el cual estaba
ubicada y cada una con un diferente enviado o “avatar”.
“Este es el misterio de la revelación”. ¡Esperamos que pueda
ser comprendido y utilizado para al bien! Así estos hombres y
mujeres, libres y despiertos a lo espiritual, al amor divino, cono­
cerán verdaderamente “la felicidad”, “el paraíso” y la obra de la
creación humana habrá sido así culminada.
Pero como la evolución es infinita, nuevas metas serán desti­
nadas a estos nuevos seres libres y divinos, metas tan increíble­
mente maravillosas que nuestra mente no puede abarcar. Y así
vemos que todo en el Universo tiene un plan, y los hombres y las
mujeres somos diamantes en bruto que nos estamos puliendo
dentro de este esplendoroso y magnifícente “plan de la creación”.

Haciendo un pequeño resumen de todo lo que dijimos anterior­


mente tenemos que:

- El ser humano vino de la “unidad”, el “ser andrógino”. Después


se diferenció en las dos polaridades; femenino y masculino. Así
nació el sexo y la forma de reproducción.
- Que hemos de volver de la “polaridad” a la “unidad”, a ser seres
andróginos (los dos polos o sexos reunificados dentro de un solo ser).
- Vimos que un signo de evolución es el despertar en el hombre
de su parte femenina; la sensibilidad y en la mujer su parte
masculina; la voluntad o fuerza.
- Que hay lucha de sexos en vez de cooperación por falta de la
unión con nuestra alma, que es lo que denominamos “vacío

46
Capítulo 2. El Hombre y Lñ Mujer

interior”, que genera el egoísmo.


- Comprendimos un poco más el por qué el hombre y la mujer se
atraen; porque es el polo que les falta despertar en su interior, y
esa búsqueda se refleja en la atracción del polo opuesto en el
exterior.
- Vimos que tanto el hombre como la mujer echan las culpas de
su insatisfacción al polo opuesto, su pareja, en lugar de buscar
las causas en su interior.
- Explicamos la violencia doméstica como reajustes kármicos y
limpiezas astrales en un período difícil de aceleración y cambio
de era.
- Explicamos que el hombre y la mujer no son tan diferentes.
Ambos tienen un “cuerpo físico” (donde más evidente es la dife­
rencia), un “cuerpo astral” o de emociones y un “cuerpo mental”,
además de los llamados “cuerpo de alma y espíritu”, y que ambos
tenemos los dos polos dentro sólo que cada uno tiene un polo
más enfatizado.
- Así pues “la mente”, símbolo de lo masculino está polarizada
positivamente en el hombre, por ello tienen más orientación,
fortaleza, voluntad, decisión, etc., siempre hablando en
términos generales.
- “El corazón”, símbolo de lo femenino está más polarizado en la
mujer, por ello más sensibilidad, amor, dulzura, comprensión, y
es dadora de la vida.
- Pero ambos, mente y corazón, en el ser humano son duales:
La mente es masculina y femenina a la vez o positiva y negativa,
y el corazón también tiene esas dos fuerzas creadoras.
- Por ello ambos, hombres y mujeres podemos tener pensa­
mientos bellos y pensamientos destructivos y sentimientos
también duales. Esta es la línea horizontal de la cruz que nos
lleva de un extremo a otro y es la explicación de porqué existe
“amor” y “odio”.

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Los 12 Pétalos de Colores

- Que ambos, hombres y mujeres hemos de encontrar la línea


vertical de la cruz, el “punto medio”, la “unificación de la pola­
ridad” en nosotros, polaridad de sentimientos y pensamientos y
así nos reunificamos con el “amor divino; nuestra alma”.
- Vimos también que el hombre y la mujer son dos fuerzas crea­
tivas que en el plano físico dan a luz un nuevo ser, pero unidas
también en los planos astral y mental darán nacimiento a un
“nuevo arte” y una “nueva ciencia”, en una “nueva era”.
- Que en estos momentos en la humanidad hace mucha falta el
resurgimiento de la energía femenina a través del amor.
Simplificando, los seres humanos han de reunificar en sí mismos
la polaridad mental; bien-mal, y la polaridad astral o emocional;
amor-odio. Después ambos cuerpos; mental y astral, han de reuni­
ficarse; “la mente ha de pensar con el corazón y el corazón con la
mente”. Simbólicamente es la “boda del espíritu con el alma, el rey
y la reina” de los antiguos egipcios. Y llegar a esta reunificación es
la resolución de lo que llamamos “vacío interior” o “egoísmo” y es
la verdadera meta de los seres humanos, hombres y mujeres.

otilen- nuevtuiA dependencias


Ahora vamos a centrarnos en esa parte psicológica que tanto nos
hace falta para una mejor y más feliz vivencia en nuestras tareas
diarias. Vamos a descifrar el origen de nuestras “dependencias”.
Debemos de llegar a ser seres completos, libres e indepen­
dientes para llegar a ser ¡felices!
En la vida diaria vemos que esto no se da mucho pues estamos
muy atados por las dependencias hacia el “otro” y este es uno de los
orígenes de nuestra infelicidad. La vida es dura, difícil y a veces, la
gran mayoría de las veces nos da miedo. No hay que olvidar que la
vida es así para que aprendamos, ahora lo explicaremos mejor.
Entonces, tenemos miedo a la vida, a la muerte, tenemos muchos
miedos, pero uno de los más fuertes es a la vida, con sus cosas, lo
que nos traerá el futuro, etc.

48
Capítulo 2. El Hombre y Lñ Mujer

Para curar ese miedo (no sentirlo en nuestro interior), erramos


en las decisiones a tomar, pues el miedo hay que curarlo desde
dentro de uno, en uno. Sin embargo notamos que vamos a curarlo
buscando la seguridad exterior y para ello a veces, hablando
siempre en términos generales, nos aferramos a alguien; la mayoría
de veces a nuestra pareja, en lugar de a nosotros mismos. A veces,
esto que es generado por nuestro miedo a la vida (no lo olvidemos),
es de tal dependencia, que hemos dejado que conduzcan nuestra
vida, le hemos dado las riendas, en vez de conducirla nosotros.
Pero no olvidemos que esta forma de conducirnos es engañosa,
pues nos estamos sujetando en el exterior de nosotros, es decir, en la
aparente seguridad y estabilidad que nos proporciona a las mujeres
tener un hombre que económicamente nos lo resuelva todo, y en el
hombre tener una mujer que le alimente y le vista (estos son algunos
ejemplos de dependencias en términos generales).
Pero el contra de todo ello es que en la mayoría de los casos no
podemos ser nosotros mismos y sentimos como si estuviéramos
sujetos a unas cadenas que no nos dejan mover; ¡es el precio a pagar
por no querer llevar auténticamente las riendas de nuestra vida y
haber aceptado que otros las lleven! Todo tiene una consecuencia,
una causa y un efecto que generamos.
La vida también tiene la dualidad de ser; dura y amable. En su
aspecto de dura, es sin ninguna duda para que aprendamos. No por
que nos quiera fastidiar, como si fuera a por nosotros y entonces
nuestra incomprensión hace que nos rebelemos y tomemos como
una aptitud de lucha ante ella. No, la vida es la “gran maestra” y aquí
entraría el tema del karma (del que hablaremos en otros capítulos).

Sntanceá, tenemos
Para curar ese miedo a la vida, origen de las dependencias, hemos
de mirar en nuestro interior. Allí está la clave y la solución. Nadie
nos va a dar la verdadera seguridad que buscamos; ¡ahora, podemos

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Los 12 Pétalos de Colores

trabajar la seguridad en nosotros mismos! También nadie nos va a


dar la verdadera felicidad que buscamos; ¡ahora, podemos trabajarla
en nuestro interior!
La mayoría de las veces nos da miedo mirar nuestro interior, por
eso pasamos la vida tapándolo con cosas y máscaras, para no hacer
el trabajo que en el fondo sabemos que tenemos que hacer. Pero a
veces la vida (en su inteligencia), nos “para”, por ejemplo con una
depresión, que es la llamada de nuestra alma para que hagamos
nuestro trabajo interior... Puesto que estamos en un mundo en
evolución no podemos estancarnos.
Cuando nos miramos por dentro, una primera reacción es querer
salir corriendo, como por ejemplo se relata en “La historia intermi­
nable” y en tantos cuentos, en la mirada en el espejo. Entonces
vemos miedos, inseguridades, dependencias, pensamientos y senti­
mientos no muy deseables, etc.
Todo ello son cosas que no nos dejan ser, hacer, pues los miedos
son cadenas que nos atan y nos impiden vivir muchas cosas. Esto
nos genera frustración, no estamos contentos con lo que llevamos
dentro, quizás quisiéramos cambiar, pero en lugar de esto, la mayoría
de las veces echamos la culpa de nuestra infelicidad al que tenemos
más cerca: nuestra pareja. A veces alimentamos nuestra mente con
todas esas deficiencias de nuestro carácter.
Ejemplos: “Quisiera hacer tal curso pero, ¡ay, no sel Quisiera ir a tal
sitio pero, ¡ay, no sé!, me da miedo, no me atrevo y además tengo que ir
sola. Quisiera comprar tal cosa pero, ¡ay, no sé! ¡Que pasará; se enfa­
dará, mi pareja, mi madre, mi amiga, etc., o no se enfadará!”, y un largo
etc. de ejemplos que todos tenemos en nuestras vidas: ¡cadenas!
Decíamos que a veces pensamos tanto en estas cosas que no
hacemos y que quisiéramos hacer, que nos genera frustración,
desarmonía, y hasta agresividad. Entonces, cuando nos encon­
tramos con nuestra pareja, lo volcamos con ella o con él, pensando
que tiene la culpa de cómo nos encontramos. Pero nuestro estado
de ánimo lo vamos elaborando desde dentro de nosotros mismos,

50
Capítulo 2. El Hombre y Lñ Mujer

nadie nos obliga a pensar así o pensar de otra manera. Somos


nosotros los que elegimos lo que pensamos, por lo tanto somos
nosotros los que generamos un estado de ánimo u otro. En cual­
quier caso lo que no nos guste de nuestra vida podemos por nuestro
libre albedrío y voluntad, cambiarlo. Luego pensamos que si nos
separáramos seríamos más felices y estaríamos mejor, pero por nues­
tros miedos, tampoco lo hacemos, estamos atrapados en nosotros
mismos. Y con ello no queremos de ningún modo apoyar las sepa­
raciones, pues aunque en estos casos que estamos comentando las
parejas se separaran, probablemente seguirían siendo infelices si no
arreglan su interior. El problema no es si me separo o no me separo,
el problema es resolver todos nuestros miedos e inseguridades,
independientemente de si estamos conviviendo en pareja o no.
El camino hacia llegar a esa seguridad interior a veces pasa por
una separación, pero a veces no. Uno puede estar haciendo perfec­
tamente su trabajo interior de vencer sus miedos acompañado de su
pareja (no olvidemos que ella o él también tiene los suyos y tiene
que trabajar en ello). De esta manera la batalla que ganamos dentro
de nosotros con los miedos, aunque de manera inconsciente, ayuda
también en la batalla que se está generando en el interior de
nuestra pareja, es decir, si nosotros nos mejoramos, podemos ayudar
a nuestra pareja a que se mejore. Pero a veces sí es necesario una
separación, eso sólo lo sabe cada uno.

^40*1 de&tiaA, íaA /bejuuacloneA?


iano va continuamente cambiando. En lo físico; el cuerpo
va renovando las células de tal manera que aproximadamente cada 7
años todas las células son completamente distintas. Nuestro cuerpo
astral y el mental también van evolucionando, cambian nuestros
sentimientos y nuestros pensamientos, ya no sentimos y pensamos de
la misma forma que años atrás, sobre las mismas cosas, por que
estamos evolucionando, estamos en movimiento, nada está estático.

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Los 12 Pétalos de Colores

Por ejemplo, si conocemos a nuestra pareja cuando éramos muy


jóvenes, los dos hemos cambiado en esa serie de años. Si el avance
evolutivo de cada uno va más o menos en la misma sintonía y direc­
ción, la pareja podrá ir creciendo junta. Pero si hay demasiada dife­
rencia de vibración evolutiva, cada uno tendrá que coger diferente
camino para continuar su evolución y no entorpecerse el uno al otro.
En el futuro las separaciones serán menos traumáticas, pues el
conocimiento de las causas ayudará a una mejor comprensión.
La pareja no es simplemente la unión de un hombre y una
mujer, (o de dos seres en el caso de los homosexuales). La pareja
debería ser la unión de dos seres para la “ayuda mutua en su avance
evolutivo”, para crecer juntos, y en ese crecer, uno es espejo del
otro donde poderse mirar todo lo que hay en nuestro interior que
tenemos que cambiar. Estar en pareja puede ser de gran ayuda para
el despertar interior, según casos, mejor que estar solos, aunque solo
también se puede hacer el camino e ir avanzando progresivamente.
Las separaciones no son malas ni buenas, son sólo eso; separa­
ciones, andar caminos diferentes. Hemos de aprender a romper
también viejos esquemas. Quizás las uniones del futuro no sean
como nos han inculcado desde pequeños; ¡que había que casarse y
para toda la vida!.
En esta vida sólo una cosa hay segura: ¡que nada es seguro!
Hemos de aprender a vivir el presente sin proyectar hacia el futuro
y hemos de aprender a vivir sin miedo, sólo así nos liberaremos de
nuestras propias cadenas (no las que creemos nos ponen los demás,
no, ¡las nuestras!). Nuestras cadenas rotas nos permitirán sentir el
vuelo libre de nuestras alas en este inmenso viaje por la vida a
través del espacio-tiempo.
¡Sólo así podremos sentir la unidad con nuestra alma en el vuelo
hacia lo infinito!

¡Que así sea!

52
Capítulo 2. El Hombre y Lñ Mujer

Hombre y mujer;
mente y corazón,
edificio divino
que sustenta el amor.

Dos pilares tiene


entre sí equilibrados,
ni más alto uno
ni el otro más bajo.

Mi rey eres tu mi reina


mi reina eres tu mi rey,
reina de mi mente
rey de mi emoción.

Siento con mi pensamiento


pienso con mi corazón,
amo con todo lo que soy
vivo la fusión de la creación.

Sagrado matrimonio
unidad por tiempo esperada
¡Bendito sea este dial
¡Encuentro del amado con la amada!
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Los 12 Pétalos de Colores

Los dos elefantes


Dos elefantes vivían en una selva poblada toda de animalitos. Un
elefante era grande y visible a los ojos de todos los que habitaban la selva.
Este elefante era un gran mentiroso, pues hacía creer a los animalitos
que él poseía el “Secreto del Amor” y que sólo él les daría la felicidad si
gobernaba siempre toda la selva.
El otro elefante sin embargo, era el “verdadero rey de la selva, el
verdadero poseedor del Amor y la Felicidad Eternas”. Pero, pocos
animalitos eran los que lo sabían, ya que para acceder a él, tenían que
atravesar las estrechas, oscuras y tenebrosas grutas que llegaban hasta el
centro de la gran y única montaña que había en la selva. Los valientes
que se adentraban a tan gran aventura eran los únicos a los que les era
permitido ver al elefante y al instante sus corazones rebosaban de Amor,
Paz y Felicidad Eternas.
Los animalitos de la selva, en su búsqueda de la felicidad luchaban
entre ellos por conseguir la compañía del elefante mentiroso que se había
adueñado del gobierno de la selva, pues pensaban que gracias a él
podrían encontrar la felicidad. Este accedía a acercarse a ellos. Entonces
los animalitos reían y se sentían felices por algunos días creyendo que ya
por fin habían encontrado la “felicidad ansiada”. Más esos días dichosos
pronto se ensombrecían por el odio, las penas y las desgracias que consigo
lleva. Entonces se tornaban días tristes y desdichados. Y es que la feli­
cidad y el amor del elefante que reinaba la selva era incompleto, imper­
fecto, relativo y poco duradero, pues él no tenía en sí, ni sabía nada del
“verdadero e inextinguible Fuego Eterno del Amor”.
Este pobre elefante, en el fondo sentía pena de engañar de esta
manera a los animalitos, pero es que sólo podía ofrecerles una copia, una
imitación del “Verdadero Amor”, siendo así que encendía en sus cora­
zones una llama abrasadora de pasión y los animalitos sólo podían reír o
llorar engañados por las fluctuaciones de tan devastadora llama.
Así pasaba que la llama feroz de aquellos amores que prometían ser

54
Capítulo 2. El Hombre y Lñ Mujer

grandes y duraderos, se apagaba al soplo de cualquier inesperado viento.


Entonces volvían a intentarlo, buscaban nuevamente otro amor, pero
engañados por el falso elefante sufrían y sufrían una y mil veces la
derrota y los desengaños, mientras seguían sin encontrar lo que tanto
buscaban: “el amor y la felicidad verdadera”.
Y así pasaban su tiempo y así quemaban todas sus energías, buscando
siempre sin encontrar, enredados en tan gran maraña y sintiéndose
vivos, muy vivos por todos esos sentimientos que dentro de ellos sentían,
mas este era sin duda el “engaño más difícil de desvelar”, pues aunque
ninguno de ellos se sentía auténticamente feliz, todos fingían serlo y
fingían sentirse muy vivos por dentro, aunque en realidad cuando
estaban a solas consigo mismo, se sentían todos muy desgraciados.
¿Cuándo encontrarían de verdad la felicidad:’
Algunos animalitos comenzaron a darse cuenta de que estaban
siempre rodando entre el odio y el amor, el bien y el mal, la risa y el
llanto, la guerra y la paz, y se dieron cuenta de que esa rueda incesan­
temente siempre rodaba movida por el elefante que reinaba en la selva.
Desearon que esa rueda pudiera detenerse y entonces comenzaron a
buscar como podrían pararla. Cansados ya del gran engaño, empezaron
a caminar guiados por el fervoroso deseo y la añoranza de encontrar de
una vez por todas: ¡la verdadera felicidad, la verdadera realidad, la
verdadera justicia, la verdadera paz, el verdadero amor, en una palabra;
la “Verdad” absoluta, eterna, inextinguible e inamovible!.
Cansados pues de tanto haber caminado dando círculos alrededor del
egoísmo que poblaba la selva, caminaron rectamente por el estrecho,
oscuro y único camino que llevaba a la gran gruta de la “gran montaña”,
donde en su interior se encontraba el “verdadero y original elefante”.
Al principio caminaban a oscuras, mas cuando se iban aproximando
al centro de la gruta, el elefante iluminaba con la antorcha del amor
inextinguido, siempre eterno. El camino rudo y dificultoso, se volvía
entonces un camino alegre y fluido, cual agua que brota tiernamente del
manantial de la tierra y corre alegremente en su bullicio hasta llegar al
mar, hasta encontrar el “océano de la vida”. Así, a los animalitos les fue

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Los 12 Pétalos de Colores

dado el encontrar y conocer al “elefante verdadero” y ya nunca más se


dejaron engañar por la copia del otro elefante, pues sus corazones habían
sido iluminados por la radiante “luz de la verdad”, la cual les otorgaba
la “verdadera felicidad”.
Más decididos y valientes, habiendo sido tocados por el “amor absoluto
y verdadero”, acordaron ir nuevamente a la selva en ayuda de los demás
animalitos que todavía se dejaban engañar por el elefante mentiroso y así
poder comunicar a todos la “realidad que habían podido llegar a conocer”.
¡La búsqueda de la felicidad había sido en ellos consumada, y en sus
corazones brillaba la luz del Verdadero Amor, cual farol que iluminaba
con su luz la oscuridad de la Tierra!

56
Capítulo 2-B

nonw
De que existe un conflicto entre la mujer y el hombre, la sociedad nos
da muchas pruebas de ello y nos muestra que aún estamos lejos de la
verdadera y auténtica forma de intercambio natural. A la manifesta­
ción de esta forma natural de relación entre la mujer y el hombre le
dedico estas líneas de escritura, que tan solo tienen el humilde propó­
sito de ayudarme e intentar ayudar, al hecho de que podamos
entender esta mágica y sagrada unión entre “la mujer y el hombre”.
La mujer y el hombre se unen en este planeta con el fin de la crea­
ción de nuevos seres. Cuando la mujer, por ley del universo da a luz,
da la vida, ¿como entender este gran misterio, “misterio sagrado” que
hay entre la mujer y el hombre?
Cuando la unión la vemos desde el sentimiento de que hemos
nacido de lo sagrado del amor, entonces intuimos que somos sólo
eso, “amor”. Si nuestro núcleo, nuestra esencia es amor, ¿por qué en
nosotros es más fuerte con el paso del tiempo lo que se nos adhiere?
¿Qué mecanismos psíquicos nos arrastran a esta triste situación?
“Ahí está el conflicto”. Eso es lo que me mueve a investigar en el
amor, que es un estado de paz, serenidad, calma..., investigar en
como, cuando los pasos de la vida los damos bajo la influencia del
amor, notamos que son pasos certeros. Mi corazón llora ante una
evidencia tan simple; sabiendo que es una de las llaves de la felicidad
el no confundir lo adherido que enturbia, con el ser real y natural que
somos en el camino de “amar”.
La unión verdadera de los dos géneros nos lleva a una humilde
aceptación y vivencia inamovible de lo sagrado.
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Los 12 Pétalos de Colores

La mujer y el hombre manejan energías distintas de psicología, de


emociones... y esta diferencia nos puede separar o nos une mucho
más. Nos separa cuando nos dejamos arrastrar por la parte más
oscura de cada uno. Esta parte confundida lo analiza todo y se desen­
vuelve desde el ego. Al tener esta necesidad tan grande de manifes­
tarse, se entra en la necesidad de creer que lo que hace nuestro ego
es lo mejor y si no es así, entramos con el resto en un conflicto.
Es mucho más grave si lo estudiamos en el efecto espejo: lo que
vemos en el otro nos esta hablando de lo que tenemos en nuestro
interior, “lo vemos reflejado”. Por esta interrelación, no sólo vemos lo
más sucio y oscuro en nosotros sino que potenciamos entre los dos
nuestras confusiones y entonces reina el caos. Cuando aquietamos
nuestro ego, podemos utilizar el efecto espejo para potenciar lo más
hermoso de cada uno, de esta forma, lo distinto en nosotros ya no
nos separa, sino que nos une. Y así las formas distintas de manejo de
las energías se complementan, ya no luchan entre sí, entonces actúa
el “Amor en su plenitud”.
Analicemos pues la ley de polaridad: amor y desamor. “¿Cuánto
tiempo en esta vida estoy viviendo en el estado sagrado de amor?”.
Siendo sinceros hemos de reconocer humildemente, que hasta la
pregunta citada me suena rara. Cuanto más investigo, más cuenta me
doy de que el “Amor” es el estado natural del ser, es la alegría, la paz,
el sosiego... los rasgos de mi cara pierden tensión, mi corazón late
más pausada y rítmicamente, me siento más ligero, mis pulmones se
armonizan, mis ojos pueden ahora llorar cuando me emociono o
cuando siento tristeza antes sólo había un nudo y mucho dolor, no
podía ni siquiera llorar. ¿Por qué lo hacemos tan difícil?
Investiguémoslo por favor. Analicemos que siempre se ha escrito
en este orden; primero hombre y luego mujer.
Notamos que nos suena raro y que nos cuesta leer primero la
mujer y luego el hombre. Tanto mujeres como hombres tenemos la
obligación de averiguar quiénes somos en realidad, en ello nos va la
felicidad de toda la humanidad. Pruebas ya tenemos innumerables de

58
Capítulo 2. El Hombre y Lñ Mujer

que ahora no lo estamos haciendo bien. Debemos investigar hasta lo


más profundo de nuestro ser quiénes somos, quién decide, quién
piensa, analizar nuestros pensamientos, sentimientos, cuando han
sido creados, si son automáticos o son pensamientos desde el
profundo amor de nuestro ser de luz.
Desde luego lo primero es poder andar de verdad sinceramente
juntos, no es tan difícil. Juntos hacemos el amor y fruto del amor de
esa “unión” se forma un ser de luz: ¡Qué mayor ejemplo de unidad
que la posibilidad de crear vida!
Mientras la mujer y el hombre todavía son inmaduros necesitan
recibir de los demás, necesitan recibir el uno del otro. Cuando toman
conciencia del auténtico “amor”, cuando maduran y lo conocen, en
ese instante comenzamos a cambiar la polaridad de “recibir” a “dar”,
de “necesitar” a “SER”.
Doy las gracias a todas las mujeres que me han apoyado y me
están ayudando a sanar.

Necesitamos conocernos para ser fiel a todo lo que se manifiesta en el


universo, ser fiel a la manifestación de “ser” tal cual es. Tiene la sagrada
obligación de conocerse para manifestarse con fuerza y sabiduría.
Si se analiza el hombre con rigor, ve que ha sido creado por una
mujer y un hombre. Ha ido creciendo y se han ido formando todos
sus cuerpos en una vibración femenina y durante muchos años
dependiendo totalmente de la madre. Después de esto continuamos
creciendo y se despiertan nuestros instintos. Buscamos entonces una
mujer, la mayoría de las veces no hemos arreglado correctamente el
conflicto creado con la madre y lo arrastramos a la esposa. Como no
se analiza este simple suceso, esta unión es candidata a tener un
conflicto mayor, el cual nos llevará a separarnos de la feminidad.
Después de andar en solitario y enrabietados, notamos que nos
falta algo. Ese algo es estar en los brazos de una mujer en paz, pues

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Los 12 Pétalos de Colores

sin saberlo, estamos muy a gusto por la sencilla razón de que hemos
sido creados en esa energía femenina, y por mucho que queramos
huir de ello, todas nuestras células reclaman la vibración de nuestra
creadora: la energía femenina.
En ese sentido, doy las gracias a mi mujer porque gracias a ella,
puedo expresar mi amor y expresando amor, me acerco y soy “esa
energía en la que he sido creado”. Entonces “soy”, no por necesidad,
sino por “unidad”, y entonces esa unión se convierte en “sagrada”.
Cuando comparto con el respeto que se merece una mujer sabia,
(que ha investigado en la sabiduría de saber quién es), esta misma
mujer, respeta en el mismo grado que yo: “la entrega de Amor”.

De niña pasas a adolescente y son períodos que parecen largos y no


tienen marcha atrás. De adolescente pasas a enamorarte de un
hombre. Cuando menos te lo esperes, te habrás convertido en madre
y darás a luz un alma de Dios, para ti la más hermosa del planeta.
¡Alto! ¿Qué ha pasado en realidad?
De recibir te conviertes por un milagro del destino en dadora y
formadora de luz. Tienes que tener en estos momentos la madurez de
la mujer que pasa a entregarlo todo por la evolución. Si este trascen­
dente paso lo das con una “conciencia de amor” en cada momento de
tu vida, por ley, por difícil que te parezca sabrás qué hacer, como desen­
volverte en la vida y tendrás la tranquilidad de que lo que hagas estará
siempre bien hecho. Recuerda, si te permites pasar a ser la que “das”
con “amor”, comprenderás y vivirás auténticamente la ley que te ha
hecho ser madre. Si no conquistas tus miedos, tu parte más oscura se
la entregarás a tu ser de luz, en bandeja sin darte tu ni cuenta.
La mujer tiene que tener la seguridad de que el Universo concede sus
favores más sagrados a quien se dedica a crear. En ese mismo instante si
es consciente de la magia y de la fusión con el Espíritu del Planeta, la
“Gran Madre Tierra”, la mujer será asistida y ayudada por todas las

60
Capítulo 2. El Hombre y Lñ Mujer

fuerzas de la evolución del Universo. Si tiene plena conciencia amorosa


de que sirve a la evolución del Universo, el temor se desvanece bajo la
manifestación del Universo en la creación de un punto de luz.
Si el destino te impide vivir esta experiencia, ten presente una
cosa: “Que no la vivas no significa que no la seas, el Universo tiene
muchas formas de expresión del amor y todas ellas son muy útiles”.
Conquístate a ti misma. Ve tras el logro de ser una simple mujer en la
“grandeza del Espíritu” y así lo habrás conquistado todo.
El hombre que no acepte esta verdad, sin duda, no es digno de ti.
Este hombre sólo buscará en ti alguna de tus facetas, la que cree que
le interesa, ello será debido a estar todavía confundido y sumido en
la ignorancia. No te aflijas, espera que el Universo te mande un
hombre más sabio, digno para compartir tu sabiduría con él.

Mujer que cuando estás enamorada lo entregas todo,


hombre que cuando estás enamorado lo entregas todo,
luchemos todos con la paciencia y la humildad del labrador,
sembrando nuestras semillas de amor,
que crezca el árbol plantado entre los dos,
sacando al sol nuestro dolor,
que evapore con su rayo sanador,
cambiando “dolor” por “AMOR".

61
Capítulo 3

Mineral, vegetal, animal...


El ser humano como parte
integrante de un gran Todo.
Como vimos en anteriores temas, en el Universo todo está en
movimiento, en expansión, nada está estático, aunque nos lo pueda
parecer. Todo sigue un curso, una trayectoria y a ese movimiento en
expansión, circular y en espiral es a lo que llamamos: “evolución”.
Todo se mueve, en un proceso de adaptabilidad al medio en el
cual está ubicado, para la creación de formas cada vez más elabo­
radas, más complejas, más armónicas, que puedan albergar vidas
con cada vez mayor expansión de conciencia en ellas.
Sí, todo en el Universo es energía, es decir está lleno de vida,
está vivo, en marcha, como un motor que nunca para. No hay espa­
cios vacíos, en el espacio entre los planetas hay vida, todo tiene
vida. El espacio está lleno de átomos en estado libre, todavía no se
han agrupado entre sí para la formación de materia, bien sea para
la formación de una estrella o de un planeta o de un cometa etc.,
es el “eter cósmico” o “la gran madre” de todas las religiones, de
donde sale todo, “la virgen cósmica”.
Al igual que nosotros tenemos una idea, por ejemplo pensamos
construir una casa y luego por nuestro deseo de hacerla, agrupamos
o conseguimos los materiales que vamos a necesitar; ladrillos,
cemento, etc., y por fin nos ponemos manos a la obra y con nuestra
actuación, creamos la casa que en un principio sólo era una idea,
así por este proceso triple de: “idea-deseo-actuación”, así se crea
todo en el Universo.
La teoría (que algunos científicos ya empiezan a estar dispuestos
a soltar) del “Big-bang”, de que todo ocurre por casualidad, que tras

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Los 12 Pétalos de Colores

una explosión se crean universos, formas y cuerpos con unas leyes


de geometría y numerología increíblemente perfectas, y todo ello
por casualidad, pues como que es una teoría que se nos queda un
poco corta y para nada o poco, nos explica sobre el origen del
Universo. Creemos que sin nada ni nadie que idee, ordene y orga­
nice un “plan de la creación”, es un poco difícil que el “caos” por
casualidad se convierta en un “cosmos”.
Es como si nosotros sin ninguna idea de nada, quisiéramos cons­
truir un avión por poner un ejemplo, o una casa, y para ello hicié­
ramos explosionar todo el material que tuviéramos y tras la explo­
sión pudiera ser creado un sofisticado e increíble avión de alta velo­
cidad, así sin más, ¿un poco difícil, no? Por que además siempre
tendría que haber alguien o algo que hiciera explosionar los mate­
riales, ¿quién o qué es esa fuerza motora primera? En el ejemplo del
avión hemos tenido que ser nosotros, pero en el Big-bang ¿quién o
qué estaba detrás para dar movimiento a esa explosión?
Entonces, todo es energía, todo tiene vida. La vida se desarrolla
a través de las formas, por ello los átomos y las moléculas se
reagrupan hasta la formación de cuerpos que puedan albergar
conciencias. Todo ello tras unas leyes arquetípicas, magníficas e
increíbles de concebir para nuestra mente humana concreta, y
también gracias a la línea de evolución dévica; “los Devas, los
Grandes Constructores de la Creación”, desde los más inmensos y
gloriosos sistemas solares, hasta la más pequeña flor, un mineral o
la minúscula y microscópica vida del átomo, como giran los elec­
trones alrededor de un núcleo. Todo ello está regulado por estos
misteriosos y magníficos seres que denominamos “devas” o
“ángeles”, y que en su escala inferior, los que se ocupan de la natu­
raleza los denominamos “elementales”. Son los elementales de la
tierra; los gnomos, las hadas, los del agua; las ondinas, las nereidas,
sirenas, los del aire; los silfos, los elfos, los del fuego; las salaman­
dras, todos ellos agentes activos en todo el proceso de la creación y
cuidado de las formas.

66
Capítulo 3. La Naturaleza y Todos sus Reinos

Bien, después de esta panorámica creo que ya nos costará un


poco creer que todos los reinos, mineral, vegetal, animal, humano,
hayan sido creados por casualidad, por azar.
En todo podemos ver si queremos y podemos, unas inteligencias
supremas que gobiernan, protegen y cuidan toda la manifestación,
y todo ello para la culminación de un “plan”.
Sí, la naturaleza es el “libro abierto” donde podemos leer y estu­
diar todas estas leyes, todos estos misterios, todas estas inteligen­
cias, el que puede tener ojos para ver, puede ver, el que no, aún
pasando ante su visión, ante su espejo, tanta grandiosa e inmensa
vida, llena de matices, colores, formas, de una geometría y exac­
titud increíbles de realizar por el ser humano, ¡no verá! y pasará su
vida así como dormido, aún a pesar de poseer la máquina más
perfecta de la naturaleza: su cuerpo, el cuerpo humano, con una
cantidad inmensa de átomos que reunidos según sus leyes forman
moléculas, las cuales reagrupándose según órdenes nucleares
forman células, las cuales a su vez se agrupan en órganos muy sabios
que cada uno tiene su función, los cuales a su vez sin la unidad del
conjunto no pueden dar salud y vida al cuerpo.
No hablemos de la estructura y complejidad del cerebro, lleno de
células llamadas neuronas que se unen por mediación de saltos de
chispas, electricidad y dan origen a toda clase de pensamientos que
ponen en funcionamiento y regulan todo el sistema o cuerpo. Todos
los sistemas, nervioso, circulatorio, respiratorio, hormonal, son siste­
mas que funcionan con una perfección dignas de su Creador.
Uno no puede más que maravillarse cuando contempla un
cuerpo humano y no digamos la arquitectura de una rosa, no
digamos el brillo y la pureza de formas de un diamante, o la inmensa
cantidad de formas y colores tan bellos del reino animal, y las espe­
cies acuáticas, ¡que peces más increíbles, que colores, que maravilla!
Y si miramos al cielo, ¡que grandeza!; el Sol, los planetas, las estre­
llas, cada una manteniendo su órbita, sin chocar entre ellas, alimen­
tando y dando vida a infinidad de sistemas solares, como el nuestro,

67
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Los 12 Pétalos de Colores

haciendo posible unas condiciones para que se puedan albergar


vidas, cada una manifestándose en cuerpos y formas totalmente dife­
rentes, en donde puedan ir desarrollándose y evolucionando hacia
un mayor nivel de conciencia. ¡Esa es la evolución!
Así, tras el nacimiento de un sistema solar, la “Gran Casa” que
albergará muchas familias y cuyo padre es la estrella central; el Sol,
y la madre; nuestro planeta Tierra, la VIDA con mayúsculas, se
divide de sí y sin perder nada de su “esencia primera”, se va inte­
grando en formas. Esto es lo que en la “enseñanza universal” se ha
denominado: “involución”, es decir la bajada del espíritu a la
materia, para desarrollarse en ella y después volver nuevamente al
espíritu, en un movimiento ascendente llamado: “evolución”. El
ser humano ya ha llegado al punto máximo de involución a la
materia y ahora se espera de nosotros que regresemos a la fuente de
la cual un día salimos, pero ahora con la conciencia mucho más
enriquecida, más rica, más sabia, tras nuestro paso por la experi­
mentación en la materia.
En este proceso de involución, es decir, la bajada de la vida hacia
las formas, primero los cuerpos son muy sutiles, de energías etéreas,
hasta ir cada vez más densificándose de materia sutilizada tomando
formas con materia cada vez más densa. Así tenemos el reino mineral
que es el reino más denso o material de todos, en donde las vidas que
alberga, las conciencias, aún están en estado muy virginal, incons­
cientes. Un mineral experimenta las vibraciones del exterior en su
interior pero no como nosotros. Notan frío y calor, se contraen y se
dilatan, una roca se disgrega en arena tras el paso del agua en ella a
través de miles de años, sus formas también cambian, se erosionan,
evolucionan, pero digamos que sus conciencias están en un estado
como de sueño, casi inconscientes. En esa escala de evolución de la
vida va pasando desde ser un simple grano de arena, (y nada hay de
simple, pues a nivel microscópico ese grano de arena es todo un
sistema solar, un universo, con sus electrones, neutrones y protones),
decíamos que ese grano de arena va pasando de escala a escala de

68
Capítulo 3. La Naturaleza y Todos sus Reinos

evolución, hasta convertirse en la amatista, el cuarzo, el diamante...


Hoy a casi nadie se nos escapa el poder de los minerales, las
piedras preciosas y así las usamos también en la sanación. Bien,
sabemos que hay vida, conciencia en el interior de esas piedras y que
además esa conciencia en estas piedras, ya está muy evolucionada y
el ser humano utiliza este reino, el “Reino mineral” para sus propios
fines, como así también el “Reino vegetal” y el “Reino animal”.
No debemos olvidar que un reino se sustenta por el otro y así,
todos son necesarios. El mineral da vida al vegetal, el vegetal al
animal, y todos al hombre. Esta es una ley de la Naturaleza que
parece injusta y depredadora, pero, tras esta ley llamada evolución,
las formas pueden ir cambiando hacia cuerpos más complejos.
“Todo es para un bien mayor”. Los cuerpos son los que cambian,
mueren, y la vida tras ellos cada vez va tornándose más consciente,
más sabia, más omnisciente. Cuando determinadas “conciencias”
del “Reino mineral” ya han llegado al término de su máxima expre­
sión en ese reino, pasan a engrosarse en un nuevo reino de mayor
sensibilidad y conciencia: el “Reino vegetal”.
En el musgo de una roca podemos ver la transición de un reino
a otro. El musgo va perfeccionándose a sí mismo, va tomando más
conciencia de sí y un día después de miles de años nuestros, podrá
desprenderse de la roca y nacer en la tierra como una hierbecita.
Esta hierbecita podrá algún día, (mejor dicho la conciencia que
alberga esta hierbecita), podrá manifestarse en una flor, aunque sea
silvestre (aún y así sigue siendo una magnífica obra de arte geomé­
trica de la creación), y al final de su trayectoria podrá manifestarse
en una rosa o en un grandioso árbol centenario.

Soda ea -Oída, toda «a


En el “Reino vegetal” la conciencia ya no estaría como teníamos en
el “Reino mineral”, en un estado de sueño, sino que esta conciencia
(la vegetal) estaría como en un estado de ensueño. Es decir seguiría
sin despertar pero no está tan dormida.

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Los 12 Pétalos de Colores

“Todo es vida”. A nadie se le escapa tampoco el poder de cura­


ción que tienen las plantas y el poder sanador que en sí tiene toda
la vegetación, las flores, los campos, los bosques, la naturaleza toda.
Este reino es el encargado de proporcionarnos el oxigeno que nece­
sitamos para respirar. Ellos transpiran el anhídrido carbónico y lo
convierten en oxigeno, aire puro para que respiremos. Notamos la
paz y el equilibrio en todos los sentidos que nos proporciona este
reino y esto es por algo, no es por casualidad; digamos que este reino,
dentro del plan previsto para el, ya ha alcanzado o está muy próximo
de alcanzar su meta de perfección en conjunto, su arquetipo.
Todo reino, también el humano, tiene un plan de creación y
evolución. Nace con un plan para llegar a un determinado nivel de
evolución o perfección. Es decir, como cuando vamos a la escuela,
el plan es ir desde párvulos, desarrollar al niño de tal manera que
pueda superar el nivel de la escuela y entrar en la universidad.
Este “plan” está en todos los reinos, hay una meta fijada a donde
deben llegar por evolución las conciencias de cada reino. Pues
bien, en el “Reino vegetal”, digamos que es como si ya hubieran
llegado o se han aproximado mucho más rápido que otros reinos a
su meta final. Por ello notamos tanto bien y perfección en ese
reino, y es tan sanador; por ejemplo las “Flores de Bach”.
Bien, cuando determinadas conciencias del reino vegetal ya
están preparadas para ello, pueden ingresar en un reino superior; el
“Reino animal”. Primero como minúsculos cuerpos acuáticos de
sangre fría, después van aproximándose a formas más elaboradas de
sangre caliente, como con mayor conciencia en su interior.
En todos estos reinos, las conciencias están agrupadas dentro de
lo que se llama; “almas grupales”. Están las almas grupales de las
amatistas, de los diamantes, de las margaritas o de los pinos, de los
leones o los elefantes...etc., y así hay una inteligencia (que es la
suma de las experiencias de todas las conciencias de ese grupo), que
es la que las ordena y dirige y es lo que llamamos instinto. Por eso un
animal nace y sin que nadie le diga nada ya sabe lo que tiene que

70
Capítulo 3. La Naturaleza y Todos sus Reinos

hacer o sabe andar; es el instinto o el alma grupal el que dirige.


En el “Reino humano” esto ya no se da, pues somos seres indi­
vidualizados, no tenemos un alma grupal, tenemos un alma indivi­
dual y según lo que hayamos evolucionado, aprendido en otras
vidas, será lo que denominamos un “alma vieja” o “joven”. Cuando
algunas conciencias del reino animal ya han evolucionado hasta el
punto de individualizarse del alma grupo, pueden ingresar en el
reino siguiente: el humano.
Se dice que hay 7 puertas de acceso, sabemos que 4 de ellas son:
los perros, gatos, caballos y elefantes. Pero también se dice que en
estos momentos la “puerta de ingreso” está cerrada y que esas
conciencias ya preparadas, esperan en un estado como “nirvánico”
hasta el nacimiento de un nuevo esquema; serán las humanidades
de otro planeta.
Bien, llegamos ya a nuestro reino; el humano, el reino más
evolucionado, con alma individual como hemos dicho y por lo
tanto: mente. Y aquí se nos plantea; ¿hemos llegado al “fin de la
Creación” o hay nuevos reinos por encima como los hay por debajo?
El ser humano cuenta con la mejor de las herramientas, un equipo
altamente cualificado; la mente humana, cuyo uso puede ser utili­
zado para el bien o para el mal. Somos seres conscientes, a diferencia
de otros reinos semiconscientes, ya no estaríamos durmiendo o en
ensueños. La conciencia despierta puede expresarse a través de la
forma, crear y desarrollarse, pero ese desarrollo puede ser empleado
como hemos dicho para el bien o para el mal, ahí está el dilema. Por
fin en el esquema de la Creación, viene a la vida un ser “pensante”
que puede crear a través de su pensamiento. Pero de él depende si va
a ser una creación armónica en correspondencia con todo el
Universo, o destructora.
El ser humano tiene “libre albedrío”, sólo así puede aprender, si
fuésemos marionetas con una trayectoria determinada, si no nos equi­
vocáramos, no habría aprendizaje del bien y del mal. Así la “con­
ciencia humana” va aprendiendo en este viaje y va consiguiendo por

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Los 12 Pétalos de Colores

lo aprendido a través de las experiencias; el “nivel de conciencia”.


Esto nos explica como pueden haber seres crueles y depravados
y como pueden haber seres bondadosos, creativos y bellos: se debe
a un nivel de evolución de las conciencias. Cuando la conciencia
ha llegado a determinado nivel de aprendizaje, ¿se quedará ahí? o
siguiendo el curso que vemos en todo, ¿volará a niveles superiores
en donde la conciencia pueda ir evolucionando hacia expansiones
mayores de plenitud y conocimiento?
Se habla de “seres liberados”, “iluminados”, “maestros de sabi­
duría”, que regulan y cuidan nuestra evolución. ¿No estarán nues­
tras conciencias destinadas a formar parte de este 5S reino, el que
le sigue al humano?
Y así vemos que todo forma parte de un todo, una unidad de
conjunto, fuente todo de la misma vida; la VIDA (con mayúsculas) que
se manifiesta en todas las formas, la vida en la cual somos y estamos
todos inmersos; “pues somos criaturas de la vida... ¡Somos VIDA!”
¡Que la Verdadera Vida del Ser pueda ser manifestada en nosotros!

¡Que así sea!

72
Capítulo 3. La Naturaleza y Todos sus Reinos

Bendito es aquel
que ama a la divinidad en todo
y con ese gran querer
se funde en la unidad
del Universo todo.

Eres precioso
¿aun no te has dado cuenta?
dentro de ti llevas el oro
manantial divino
cual verdadero tesoro.

Tu corazón es el sol
fuente de la vida
circuito de energía
luz que en ti brilla.

Allí está tu origen


allí tu misión
allí tu destino
si descubres el amor.

Alma así liberada


joya por fin encontrada
en la evolución de la senda
has sido por fin hallada.
El Planeta Tierra en su estado natural es todo un equilibrio numérico
con el resto de formas de vida. Todas estas formas de vida y el mismo
planeta en sí, forman una biodiversidad, en la cual todo se relaciona. En
consecuencia, todas las formas interrelacionadas “por ley” influyen
unas en otras porque el comportamiento de unas afecta a las otras. Así
el Planeta con todo lo que habita, camina en la línea de evolución
dentro del espacio tiempo, como todo el Universo.
En la naturaleza, esta evolución se relaciona con la biodiversidad y
se ve que todas las formas manifestadas tienen la misma importancia
por el hecho real de “ser”. Si una forma afecta seriamente a otra, la
afectada transmuta su forma y se adapta o conquista cualidades que
enriquecen su forma, pero todas siguen el mismo anhelo de ser lo que
son con el fin de no confundir al resto de la biodiversidad.
La gran Madre Tierra, denominada por algunas formas de pensa­
miento como el “Gran Espíritu”, concretiza la potencia de su “ser”,
sometida a ciertas leyes de dicho conjunto. Innumerables formas de
vida evolucionan en ella. Si algunas de estas formas de vida cometen
actos de agresión en sus actuaciones, por el mero hecho de no
dominar el profundo conocimiento de lo que es en realidad su “ser”,
desestabiliza la biodiversidad y afecta a la “Gran Madre”.
Con este paso se aleja de su esencia en la forma y con consi­
guientes pasos similares, sin intuición, sin saber, sin sentido común,
el ser humano se aleja tanto de lo que en realidad “es”, que pierde la
conexión con la biodiversidad, es decir vivimos en el Planeta pero
sentimos que no formamos parte de el.
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Los 12 Pétalos de Colores

No sólo no sabemos ni quiénes somos, ni a dónde vamos, sino


que perdemos el sentido de conexión con la esencia de nuestro “ser”
y la posibilidad de sentir a la Madre Tierra con nuestros pies. De tal
forma nos desarraigamos de la unidad del conjunto y de la Madre
Tierra que por ley, nos sentimos en la más profunda desesperación y
bajo la influencia de esa desesperación, cometemos violaciones que
atropellan la “Creación” que se manifiesta bajo la ley de la biodiver-
sidad. Es muy grave lo que hacemos; de desesperación pasamos a la
angustia, de la angustia a la depresión, de la depresión a la violación.
¿Qué tipo de violación? Violación hacia el “Ser” en nosotros y hacia
el “ser” de toda la Creación.
Cuando llegó la manifestación de los seres humanos en el planeta,
los demás reinos ya estaban aquí bajo las leyes de la biodiversidad.
Llevábamos entonces una vida en la cual éramos cazadores nómadas. La
mujer y el hombre convivían con más armonía, teníamos más humildad.
Sólo se cogía de la biodiversidad lo que se necesitaba. Cuando nos
hicimos labradores y ganaderos, dejamos entonces de movernos de un
lado a otro. Al extraer más de la tierra, pasamos de “ser” a “poseer” y
de “poseer” a “violar la Tierra”, perdiéndonos en los muros de las casas
que construimos. Al principio fue tan duro que el hombre también se
hizo duro y bajo esta dureza perdió el respeto hacia la mujer.
Fijemos la atención al dicho de la tribu nómada de los tuaregs:
“El desierto moldea nuestras vidas”.
Nosotros queremos moldearlo todo. Tendremos que analizar estos
modelos, es decir la sociedad en general en este planeta. Ningún país
se libra de este caos; siento reconocer que no lo estamos haciendo
tan bien. Se que tenemos medios y sabiduría para hacerlo mucho
mejor entre todos, pero nos cobijamos en la masa, en que lo haga el
otro, huyendo de la realidad. Así todos nosotros, con el Alma triste,
nos encontramos mirando al suelo.
Tenemos la misma cantidad de sal en la sangre, que cantidad de
sal tiene el agua del mar, poseemos en nuestros cuerpos el mismo
volumen de agua que el planeta, los reinos del planeta forman parte

76
Capítulo 3. La Naturaleza y Todos sus Reinos

de nuestras vidas, respiramos todos el mismo aire, bebemos todos la


misma agua, esto nos une a las formas de vida de la Tierra, o “Planeta
Sagrado” para nosotros los humanos.
Hemos de saber que sólo será “sagrado” cuando nuestro compor­
tamiento y el de los demás seres sea “sagrado”, pues... hay mucha
diferencia de “violado” a “sagrado”.
¿Verdad?

“Los animales son de Dios. La bestialidad es


humana”. Víctor Hugo

“Cuando me preguntaron sobre algún arma capaz


de contrarrestar el poder de la bomba atómica yo
sugerí la mejor de todas: la paz”. Albert Einstein

“La paz comienza con una sonrisa”. Teresa de


Calcuta

77
Capítulo 4

tma

Nuestra casa, su viaje dentro


de un universo de infinitas
galaxias y sistemas solares.
Respeto de un planeta vivo:
ecología.
En el tratado anterior sobre el tema “La naturaleza y todos sus
reinos”, reflexionamos sobre el origen del universo, la “causa
primera”. Hablamos del Big-bang, la teoría científica mediante la
cual tras una explosión “por casualidad”, al azar, surge un Universo
perfectamente manifestado, con leyes magníficas, supremas e
incomprensibles para el ser humano.
Tratamos de desvelar que este Universo tan bellamente manifes­
tado, no ha podido realizarse de tal manera, al azar, sino mas bien por
un “Poder”, “Energía”, “Inteligencia” o “Dios”, “Logos”, “Uno
Absoluto”, el “Todo” o como lo queramos llamar, que es, siempre, en
eterno presente la causa que da vida y sustenta su gran creación.
Ya dimos en el tema pasado, suficientes datos o elementos para
creer y saber de la existencia de una “inteligencia suprema”, o lo
que llamamos Dios y hablamos de que aquel que tiene ojos para ver,
puede ver y leer en el “Libro de la naturaleza”, pues todo nos habla
de un origen divino. Si todavía no podemos ver, si aún hay dudas
en nuestro interior, si la certeza aún no se ha instalado, pues no
pasa nada, simplemente necesitamos más tiempo y más elementos.
Con elementos se quiere significar más conocimiento, más dejarse
absorber por esta sabiduría milenaria, esta enseñanza universal, que
desde siempre, desde los primeros pasos del hombre aquí en la
Tierra, siempre le ha acompañado.
Esperamos que este libro pueda ayudar a abrir cada vez más
puertas, para que pueda entrar, poco a poco, esa certeza, esa fé, que
no nos la puede dar nadie, sino que debemos encontrarla en el

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Los 12 Pétalos de Colores

silencio de nuestro interior.


Todo es energía, dijimos, todo está en movimiento, el espacio es
una entidad llena de energía en estado muy sutil: es “eter”. La
“Creación” tiene un proceso triple: del uno, se manifiesta el dos y
del dos surge el tres, el resto de los números son combinación de
estos tres. Como los tres colores básicos, todos los demás colores
salen de los tres primarios.
Hay una “idea”, se “desea crearla” y se ejecuta la “acción”. Ese
es el proceso triple. La “Inteligencia Divina”, “idea” manifestar por
ejemplo un nuevo sistema solar, “desea” realizarlo y para ello según
leyes numéricas, armónicas, supremas, incomprensibles para
nosotros, se designa un lugar en el espacio que kármicamente
corresponda, llamado “Punto Laya”. Y este espacio es fecundado
por cometas especiales llamados “Cometas Reproductores”. Tras el
“Mantran de la Creación”, expresado por Grandes Seres, de ahí que
se nos haya transmitido: “Y en el principio era el verbo, ¡apalabra”, se
crea un nuevo germen de vida, un nuevo sistema solar.
Sí, efectivamente aquí también vemos la “Ley de Analogía” de
Hermes Trismegistos; “Como es arriba así es abajo”. Las mismas leyes
determinan la fecundación de un niño humano. Se dice que el
“Padre de nuestro Sistema Solar”, la energía masculina o positiva,
vino del conjunto de 7 estrellas llamado: “la Osa Mayor” y la
“madre”, la energía femenina o negativa de: “las Pléyades” también
de 7 estrellas. Esta es la explicación de porqué nuestro sistema solar
es séptuple: tiene 7 dimensiones, como veremos en otro tema.
Cuando nace un sistema solar como por ejemplo el nuestro,
primero es una masa de fuego solar, (hidrógeno incandescente),
que tras el movimiento giratorio en espiral, va desprendiendo de
sí masas ardientes que tras su alejamiento del núcleo o centro que
es la estrella, el sol físico que conocemos, pues esas masas se van
enfriando y van formando cuerpos que van ocupando su sitio
dentro del sistema y con su determinada órbita. Todo esto trans­
curre en un indecible número de millones de años nuestros, lo

82
Capítulo 4- El Planeta Tierra

que para la “Eternidad” o Dios, es como un abrir y cerrar de ojos.


El logos solar delimita su campo de manifestación; “el círculo no
se pasa” o “ aura”, en donde transcurrirá toda la evolución del
sistema solar, también cada logos planetario delimita para su
evolución su propio “círculo no se pasa”.
Nuestro sistema solar tiene 9 planetas conocidos: Mercurio,
Venus, Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y Plutón,
pero esta enseñanza profunda y milenaria, nos dice que hay más y
que irán apareciendo cuando la humanidad esté preparada para
descubrirlos. Cada planeta gira alrededor del centro: la estrella, el
Sol, como en el átomo giran todos los electrones alrededor del
núcleo. Un átomo es un sistema solar en pequeño. Cada planeta gira
a través de su órbita, como hemos dicho, y no desplaza ni modifica
esta, siendo así que los planetas no chocan entre sí, ni se cruzan ni
se molestan en su camino. Cada planeta tiene dentro de sí una ley,
que dispone su posición en el espacio de manera kármica, que no
debe ni puede modificar, si no peligraría la vida del conjunto, bien
es verdad que por evolución irán acercándose cada vez más a su
origen, a la “fuente”, al núcleo, al Sol.
Un sistema solar tiene dentro de sí un conjunto de leyes
kármicas necesarias para su expresión, manifestación y evolución,
y por tal motivo los “hijos” giran con inmensa devoción y reve­
rencia alrededor del “Padre”.
“Dios geometriza” dice Platón, como el espacio es multidimen­
sional, multimolecular y multigeométrico, podemos encontrar
dentro de él multitud de formas, expresiones, colores, dimensiones.
Esto nos hace entender también por qué no hay ningún ser humano
igual, todos somos originales, las huellas digitales son únicas, pues
hay múltiples e infinitas combinaciones en la Creación. “Dios
geometriza”.
En nuestro sistema solar hay planetas más avanzados, habiendo
conseguido ser “planetas Sagrados” (5S Iniciación) y otros menos
avanzados, igual que ocurre en una escuela, en el mismo curso hay

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Los 12 Pétalos de Colores

alumnos más avanzados y otros más rezagados. Bien, nuestro


planeta, la Tierra, no es de los más avanzados (como ya habremos
supuesto, al igual que Marte y Plutón) y su evolución depende de
los reinos que viven en él, sobre todo del reino humano. Se dice
que un planeta se libera en la medida en que se libera su huma­
nidad. La humanidad sería algo así como las células de ese otro gran
cuerpo llamado “Planeta Tierra”, así como todas nuestras células
juntas forman el cuerpo del que disponemos para andar, crear y
evolucionar. Tal como es el Macrocosmos así es el Microcosmos.
Pero nosotros no sólo somos este cuerpo, también somos el
alma, el conjunto que piensa y siente dentro de él. Así también la
Tierra, no sólo es el cuerpo esférico que conocemos que va cami­
nando alrededor del Sol por la galaxia y por el infinito espacio, no,
la Tierra también tiene un espíritu que le anima (ánima, de ánimo,
aliento, alma) y ese espíritu llamado: “Logos Planetario”, va evolu­
cionando a través de su cuerpo de expresión: el Planeta Tierra, y
todos los Reinos que viven en él; elemental, mineral, vegetal,
animal, humano, dévico o angélico.
También, nuestra estrella que vemos, “el Sol”, fuente de luz
inagotable, que ni un solo día deja de alumbrar y además alumbra
a todos, buenos y malos, sin distinción, gran ejemplo del amor
impersonal e incondicional y verdadero, pues también el Sol físico,
decíamos, es el cuerpo de expresión de un espíritu mucho más
evolucionado que el del “Logos Planetario” y no digamos del
“Espíritu Humano”, y que también está realizando su evolución. En
su “plan” está el cuidar, vigilar y alimentar la evolución de todos los
planetas a su cargo, así como el plan del “Espíritu Planetario” es
cuidar de la evolución de todos los reinos a su cargo, como también
nosotros hemos de cuidar de nuestros hijos y de todas nuestras
responsabilidades y con ello a la vez aprendemos, evolucionamos.
Todos los planetas son como los órganos de un cuerpo mayor; el
Sistema Solar, regido por un “Gran Espíritu; el Logos Solar”. A su vez
nuestro sistema solar es una célula u órgano más de la galaxia: “La Vía

84
Capítulo 4- El Planeta Tierra

Láctea”, que a su vez es un órgano o célula más de un cuerpo mayor,


y así hasta el infinito, pues el espacio o universo es multidimensional.
Todo este conjunto enorme e infinito de galaxias, sistemas, estrellas,
planetas, está en movimiento giratorio en espiral alrededor de un
núcleo central, que es el motor, el petróleo, la batería, la electricidad,
que da vida a tan inmenso “Océano de Vida”, como se le llama. Y allí
en ese movimiento por el espacio, también está nuestra Tierra
andando y nosotros con ella, aunque no lo notemos.
Así cuando nuestra Tierra pasa por determinada zona zodiacal,
recibe unas radiaciones e influencias y le cuesta 1 año como sabemos
dar la vuelta completamente al Sol, lo que llamamos movimiento de
traslación, y podemos ver en esa vuelta las estaciones. También gira
sobre sí misma, como sabemos, con un movimiento de rotación que
es lo que determina los días y las noches. El eje de la Tierra está incli­
nado en 23'26s lo que realmente origina las estaciones.
Bien, pues nuestra galaxia la Vía Láctea que viaja a 760.000 Km./h
en su movimiento de rotación (y nosotros con ella), tarda en
completar 1 vuelta sobre sí misma (órbita) aproximadamente 250
millones de años nuestros, lo que se llama 1 año galáctico. La cantidad
de estrellas, como nuestro Sol, que se cree aproximadamente que hay
en la Vía Láctea es de 100 mil a 400 mil millones (según diferentes
astrónomos) y su diámetro es de 100.000 años luz.
Un año luz es la distancia recorrida por la luz en un año solar. Como
la velocidad de la luz es como sabemos de 300.000 Km./seg., un año luz
equivale a 9 billones 461 mil millones de km. aproximadamente.
Como dato decir que la luz tarda 8 minutos en viajar desde el Sol a la
Tierra. El diámetro de la Tierra es de 12.756 km. y el del Sol de 1'4
millones de km., y la distancia que hay de la Tierra al Sol es de 149'6
millones de km. Bien, pues el Sol también anda (con nosotros a su
lado) y le cuesta aproximadamente unos 25.920 años recorrer toda su
Galaxia “La Vía Láctea”, lo que se llama; “Precesión de los
Equinoccios” y que es el movimiento hacia atrás recorriendo los 12
Signos del Zodíaco, las doce Eras Astrológicas. En este movimiento

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Los 12 Pétalos de Colores

hacia atrás, tarda alrededor de unos 2.100 años en recorrer 1 sola Casa
Zodiacal. En estos momentos estamos saliendo de la Casa de Piscis y
entramos en la Casa de Acuario, lo que se denomina “Era de Acuario”.
Por ello estamos recibiendo nuevas influencias y radiaciones,
ejemplo de ello es la aceleración de los tiempos que hoy en día
notamos. Todo ocurre muy rápido, determinadas causas que antes
tardaban mucho en verse, ahora se ven pronto y rápidamente. Son
tiempos de destapar todo lo que se mantenía oculto de bueno y de
malo. Por otro lado, la individualidad característica y necesaria
para el proceso de evolución de Piscis se desvanece, y pasa poco a
poco a convertirse más en una conciencia, de grupo, de unidad de
conjunto característica de Acuario.
Ahora todavía se ve poco. Por ejemplo en la unidad de Europa,
pero la “idea grupo” cada vez se asentará más, y con el alborear de
Acuario cada vez se hará más realidad.
Ahora que ya sabemos con más conciencia que la Tierra es un
planeta vivo y que nos da la vida a nosotros, gracias y a través del
Sol, podemos ver con más claridad que hemos de amar a nuestra
Madre Tierra o Gaia, cuidarla y respetarla, pues hay una interrela­
ción y cuando una parte de la humanidad contraviene demasiado
las “Leyes de la Armonía Cósmica”, la Tierra responde. Los terre­
motos, maremotos, huracanes, toda esa fuerza poderosa de la natu­
raleza, es el resultado de lo que hemos originado con nuestras
acciones. La Tierra se defiende también por instinto de supervi­
vencia como nosotros y se remodela, se reconstruye a sí misma de
tal forma que los continentes, la faz de la Tierra, no siempre ha
estado igual. Antiguos continentes desaparecieron por la acción
del fuego y del agua alternativamente, nuevos continentes
surgieron y nuevos continentes surgirán. Todo ello regido por
sabias leyes que ajustan el plan de la creación.
Así como en sus comienzos la Tierra era materia en estado incan­
descente y sutil, con una atmósfera totalmente opaca y gaseosa que
no dejaba pasar la luz del Sol, luego la Tierra se fue densificando

86
Capítulo 4- El Planeta Tierra

hasta el punto de materializarse como la conocemos y la atmósfera


se hizo clara dejando pasar la luz del Sol tal como hoy lo vemos.
La Tierra como vemos, en su proceso de evolución, en su encar­
nación, también va cambiando sus formas en fases como nosotros;
nacer, crecer, desarrollarse y morir. Y así cuando la humanidad haya
terminado su fase de evolución aquí en la Tierra, el “Logos Planetario”
se recogerá en planos más sutiles de materia y su cuerpo físico, el
planeta, comenzará el largo proceso de desintegración, como nosotros
cuando nuestro cuerpo muere, y los átomos libres volverán a ser
nuevamente utilizados.
La energía no se crea ni se destruye, sólo se transforma. Por eso,
no tengamos miedo a la amenaza que constantemente ha tenido la
humanidad sobre el fin del mundo. El mundo terminará cuando
tenga que terminar, no antes, y todos los seres humanos, están
destinados a regresar a “la fuente, al Padre”.
La verdadera ecología es pues Amar verdaderamente a nuestra
Tierra, la “Madre Tierra”. Ayudar a mantenerla limpia, reciclando,
haciendo un uso moderado y responsable del agua, la electricidad, el
petróleo. Investigando cada vez más en nuevas fuentes de energía,
más puras, limpias, que no contaminen, como la energía solar, la
eólica, la energía atómica pero por fusión no por fisión como se está
realizando ahora, altamente contaminante y peligrosa, y la energía
extraída directamente del “Eter”; del “Prana”, como ya utilizaron
antiguas civilizaciones como “la Atlántida”. Realizar una tala
responsable de los árboles, el cuidado de las selvas, verdaderos
pulmones de la Tierra, el cuidado de la pureza de las aguas de los ríos,
lagos y mares, de la atmósfera. Todo ello contribuirá a que los reinos,
todos (el mineral, el vegetal, el animal y nosotros, el humano), sean
reinos cada vez más sanos, más puros. Ello contribuirá a un mayor
bienestar y armonía en el planeta Tierra.
Ahora, por ejemplo, los vegetales, pues la tierra con que los
alimentamos está desmineralizada, el agua con la que los regamos
está muy contaminada y usamos pesticidas e insecticidas. También

87
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Los 12 Pétalos de Colores

está la polución, que contamina el oxígeno. No hablemos de cómo


alimentan a los animales... y cómo los tratan hacinados en granjas
de noche y de día, engordándolos lo más rápidamente que se pueda,
para su mayor producción. Este uso y disfrute, esta soberanía para
con el reino animal, “nuestros hermanos menores”, lógicamente
tendrá sus consecuencias (como todo) y tendremos que asumir todo
el karma por ello creado.
Pero todo esto va a cambiar en la medida en que cada vez más
personas sean más conscientes de la interrelación con todo y la nece­
sidad de un “cambio profundo” en toda nuestra forma de vida consu­
mista. Grupos como “Greenpeace” y las nuevas generaciones que nos
llegan con las influencias de Acuario, ayudarán a ese cambio que
necesitamos hacer en nosotros, para cambiar y purificar la Tierra. La
capa de ozono, el calentamiento de la atmósfera de la Tierra, los
cambios climáticos, todo se reequilibrará en un nuevo día para una
nueva humanidad, y una “Edad de Oro” volverá nuevamente a la
Tierra, en la medida en que vaya terminando este largo ciclo llamado
“Kali-yuga” o “Edad de Hierro” que está atravesando toda la huma­
nidad en conjunto junto con su madre, el planeta Tierra.

- ¡Que el espíritu de la Tierra; que es el Logos planetario, nuestro Dios


trascendente (aquel a quién nos dirigimos aún sin saberlo cuando
llamamos o imploramos a Dios, que es nuestro Dios en el exterior más
cercano a nosotros, más cercano que el Logos Solar o el Logos Cósmico),

- Que nuestro Dios en el interior, nuestro Dios inmanente, (nuestro


Espíritu, Chispa Divina, Yo Superior, o como lo queramos llamar)...,

- Que ambos espíritus; “trascendente e inmanente” se unifiquen en un


solo “Fuego Divino Cósmico”, transcendiendo todo karma, alcanzando
así las cumbres solemnes en las elevadas regiones de la eternidad!

¡Que así sea!

88
Capítulo 4- El Planeta Tierra

Tefes

La Tierra gira y gira


una y otra vez
alrededor del Gran Sol
Divino Corazón
que da Vida al Sistema.

¡Ay! Si yo pudiera
girar una y otra vez
alrededor de mi Corazón
encerrado allí está mi Dios,
¡Y yo me olvido de su existencia!

89
Suspendido en un punto del Universo, perteneciendo al Sistema
Solar, se halla el planeta Tierra y dando vueltas a su alrededor está la
Luna. Ésta es la primera magia con la que nos encontramos todos los
días al despertar, un Sol que vemos, una Luna que sentimos, un
planeta que pisamos, las leyes del Universo en funcionamiento. Esta
magia que se manifiesta todos los días, deja de ser magia en nuestras
mentes porque es lo que vemos todos los días y pasa así a la mono­
tonía. Se escapa entonces de nuestra atención y conciencia todo
aquello que se manifiesta en el Universo que habitamos todos, en el
planeta con todo lo que habita visible e invisible, en la Luna, en el Sol.
¿Como se mide en el Universo..., con nuestros ojos y con nuestra
mente? Para entender nosotros el Universo, la medida de espacio
tiempo es: el año luz. Y así decimos que estamos a “años luz” todos
los humanos, de amar esta magia que se manifiesta todos los días.
Por la falta de atención, perdemos la conciencia, del estado puro de
amor, en el que se manifiesta el Universo y la ley de la evolución de
todo lo que habita en el Universo. Si profundizamos en el dicho indio
“La tierra no es nuestra, es la herencia de nuestros hijos y los hijos de
nuestros hijos”, estas tribus indias nos muestran a nosotros, los
llamados seres civilizados, un concepto que tenemos equivocado en
el cual nos manejamos: “mío, poseer”, son ideas que me causan risa
cuando me veo manejando al planeta y lo que habita como si fuera un
oso de peluche, un juguete. Lo vemos tan normal, pensamos con
nuestra mente sin educar en el discernimiento, con la falta de educa­
ción, creemos que podemos poseer un planeta, nuestra madre “Gaia”.

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Los 12 Pétalos de Colores

Este mecanismo tan sencillo en el que caemos todos por un error de


atención, nos conduce a utilizar al Planeta Tierra como a un simple
juguete y si nos dejamos arrastrar por nuestra parte más animal, llegamos
todos a violar a la Tierra; el planeta que se rige por una de las leyes más
sagradas del Universo, “por amor a crear vida y cuidar de la vida”.
Si vamos a la sencillez de las palabras estas nos mostrarán lo confun­
dimos que estamos. Detrás de cada palabra se esconde una forma de
manifestación, de todo lo que habita en el Universo. El amor con el que
investiguemos las palabras nos puede llevar a la máxima conciencia y
expresión del mismo amor, gracias a la atención, pero esto tiene su pola­
ridad, si lo hacemos sin investigar, con un análisis automático, este
mecanismo confundido nos conduce a un agujero negro, que lo absorbe
todo en la nada. “La esencia del ser es amor en pura conciencia”.
Analizando el concepto de la realidad de que somos atraídos como
un imán por nuestra tierra, esta realidad nos muestra que nuestra materia
pertenece al planeta. Meditando este hecho natural vemos que formamos
parte de la tierra, la cual hemos ido contaminando con nuestro cuerpo
físico; “contaminación física”, con nuestro cuerpo emocional; “contami­
nación psíquica”, y la estamos contaminando todos en el transcurso de
reencarnaciones, por la falta de visión y de comprensión de la compleja
biodiversidad que es el Universo en evolución.
Lo expuesto es para mostrar los errores de posesión que es la
tendencia en nuestras mentes. Cuando soltamos el concepto de
poseer, empezamos a pasar a “ser”. La posesión de la materia, nos
atrapa en la densidad del planeta. La manifestación del “ser en amor”,
nos libera como una flor. Siendo fieles a lo que somos en realidad;
“amor”, la conquista de este estado nos produce paz, sosiego, la
tranquilidad de no tener la necesidad de poseer, porque sencillamente
se “ES”, como el Sol irradia calor y luz siendo lo que es él en su
esencia, y lo irradia para todos, buenos y malos, sin condiciones.
El místico “San Francisco de Asís” tiene una oración que nos
muestra el estado de conciencia de la superación y transmutación de
la materia en el estado de amor puro:

92
Capítulo 4- El Planeta Tierra

Tefes

Oh, Señor, hazme un instrumento de Tu Paz.


Donde haya odio, que lleve Tu Timor.
Donde haya ofensa, que lleve Tu Perdón.
Donde haya discordia, que lleve Tu Unión.
Donde haya duda, que lleve Tu Fe.
Donde haya error, que lleve Tu Verdad.
Donde haya desesperación, que lleve Tu Alegría.
Donde haya tinieblas, que lleve Tu Luz.
Oh, Divino Maestro.
Haz que no busque;
Ser consolado sino consolar;
Ser comprendido, sino comprender;
Ser amado, sino amar.
Porque es;
Dando, que se recibe;
Perdonando, que se es perdonado;
Muriendo, que se resucita en la vida.

93
Capítulo 5

Cuerpo físico, etérico, astral,


mental... y más.
Capítulo 5'A

&£ Komi),

El hombre es uno de los misterios más asombrosos e increíbles de la


naturaleza. Sólo a nivel físico (que es lo más conocemos) es un
conjunto bioquímico en el cual, a nivel microscópico, atómico,
molecular y celular se están produciendo continuamente cambios y
transformaciones que son un verdadero “milagro”. Nuestro cuerpo
es la máquina más perfectamente diseñada. Cada átomo tiene vida
propia, es una chispa eléctrica, fuente, motor y verdadera piedra de
construcción de todo un gran conjunto; el Cuerpo Humano. Los
átomos se reagrupan entre sí y constituyen un conjunto mayor
molecular, que a su vez constituyen células, que conforman los
órganos dirigidos por supremas leyes de una inteligencia extraordi­
naria y dan vida a todo un conjunto mayor: el Cuerpo Físico.
La mayoría de los procesos químicos y eléctricos que continua­
mente se están produciendo en nuestro cuerpo, se producen de
manera involuntaria, es decir nuestra voluntad no se encuentra allí
para dirigirlos: la respiración, la digestión, la renovación de las
células, el embarazo y formación con ello de un nuevo ser, la ovula­
ción, todo ello en los cuerpos femeninos, el crecimiento en la niñez,
el florecimiento de la pubertad, el deterioro de la renovación celular
y con ello la vejez, etc., todo ello esta dirigido por una inteligencia
superior que sin duda sabe muy bien lo que tiene que hacer y que sin
lugar a dudas lo hace mejor de lo que pudiéramos hacerlo nosotros
si a ello nos dedicáramos. Muchas veces sobre ello he pensado que
menos mal que no tenemos los seres humanos estas responsabili­
dades, pues sin duda no seriamos capaces de cuidar la armonía del

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conjunto ya que, a la vista está, que nos han prestado este cuerpo
tan maravilloso para nuestra manifestación aquí en la Tierra y poder
desenvolvernos con él para así evolucionar, y aún así, no sólo no
sabemos cuidar del cuerpo que nos han prestado sino que además,
nuestra soberbia e ignorancia, hace que hagamos grandes estragos
con él. La gula hace que lo sobrealimentemos causando verdaderos
problemas estomacales e intestinales, el alcohol, las excesivas grasas
hacen trabajar en demasía los riñones y el hígado, el tabaco intoxica
nuestra cavidad pulmonar, los disgustos y preocupaciones excesivas
pueden derivar en múltiples enfermedades de toda índole pues casi
el 90% de las causas de las enfermedades son de origen psicológico.
¿Hacia dónde queremos llegar con toda esta exposición? Hacia la
comprensión de que en la naturaleza de nuestro cuerpo hay una sabi­
duría excelsa que obra en armonía con un plan de creación y que
además se dedica a recomponer todo aquello que nosotros por
nuestro indebido uso, estropeamos. Y esta obra de recomposición y
revitalización es llevada a cabo especialmente en el proceso del
sueño, durante la noche. Por ello la importancia de dormir bien, pues
de un buen descanso depende que el cuerpo físico se recargue de vita­
lidad y la vitalidad; es la parte sutil de nuestro cuerpo físico y lo que
diferencia un cuerpo vivo de un cuerpo muerto.
Para que comprendamos todo ello mejor vamos detallar lo que
la “Enseñanza Universal” nos dice de lo que es el ser humano y de
todos los cuerpos y subcuerpos que lo componen:
El ser humano es un ser séptuple. Tiene 7 cuerpos de manifesta­
ción. El número 7 hay que decir que tiene una “causalidad”, no
es una coincidencia que 7 sean los días de la semana, los colores del
arco iris, las notas musicales, nuestros cuerpos, etc., ello es debido
a que nuestro sistema solar es un sistema de 7 dimensiones. Ya
vimos en el anterior tema sobre la Tierra, que el Universo y nuestra
galaxia es multidimensional.
Hay muchos sistemas solares y muchas estrellas, cada sistema se
rige por sus leyes y se expresa en diferentes planos o dimensiones,

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Capítulo 5. El Hombre y sus Cuerpos

según su necesidad de manifestación en su plan de evolución. Bien,


pues nuestro sistema solar es séptuple como hemos dicho y tal
“como es arriba así es abajo”, séptuple es pues el planeta Tierra que
nos da la vida y en el que nos movemos, y séptuple es la composi­
ción, los cuerpos del ser humano.

Los 7 cuerpos del ser humano son:


- El Cuerpo Físico-Etérico
- El Cuerpo Astral o Emocional, de los Deseos
- El Cuerpo Mental Inferior o Concreto
- El Cuerpo Mental Superior o Abstracto
- El Cuerpo Búdico
- El Cuerpo Átmico
- El Cuerpo Monódico o Divino

Cada cuerpo a su vez se subdivide en 7 subcuerpos.

El cuerpo fisico-eterico se divide en: la parte física en sólido, líquido y


gaseoso, y una parte más sutil llamada etérica que son los 4 subcuerpos
siguientes llamados etérico, superetérico, subatómico y atómico.
Los científicos actualmente están investigando el Is nivel
etérico llamado por ellos: “plasmático”. El cuerpo etérico es lo que
fotografía la cámara kirlian, un haz eléctrico de luz que rodea todo
el cuerpo físico y que sobresale apenas unos centímetros de él y és,
lo que le da la vida, como decíamos antes.
Está compuesto por una red de conductos llamados “nadis”
que es la contraparte del sistema nervioso y lo que le da la
energía; el “prana”. Tiene numerosos centros o “chakras” que son
núcleos de fuerza, de los cuales 7 son los más destacables por su
función: el básico, sacro, plexo solar, cardíaco, laríngeo, del
entrecejo y el coronario.

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El cuerpo físico recibe el prana (la energía) del Sol a través del bazo
y allí tiene su máxima representación el cuerpo etérico en el físico.
El físico es el que más conocemos, o creemos conocerlo, ya
hemos hablado un poco antes de él, nos queda aún contar por
ejemplo que su parte sólida es el conjunto de órganos, carne y
huesos, su parte líquida: el agua y no hay que olvidar que somos más
del 70% de agua al igual que el planeta tierra, su parte gaseosa: el
aire y la sangre, que como sabemos cuando corre por nuestras arte­
rias lo hace en estado gaseoso, para un mayor fluir en su camino de
alimentación y oxigenación a todas las células así como también en
el proceso de purificación y limpieza del que se ocupan las venas. Y
todo ello gobernado por el corazón, motor que rige y da vida a todo
el cuerpo, como vida y motor es el corazón de la Tierra, como vida
y motor es el corazón del Sol para todo el Sistema.
Nuestro cuerpo físico es pues la herramienta de trabajo, el vehículo
mediante el cual podemos manifestamos, expresarnos, vivir y experi­
mentar en esta escuela de la vida. Es el vestido que usamos, más
cuando esta estropeado o viejo, lo cambiamos, y después de un proceso
que ya explicaremos cuando toquemos el tema de la muerte o “trán­
sito”, pues volvemos a tomar otro cuerpo para seguir nuestra evolución.
El cuerpo físico se simboliza con el elemento tierra y el etérico
con el elemento aire.

(Su&pa (Sdtoaíl o Smocionaf


Es el cuerpo gracias al cual tenemos la capacidad de sentir en toda su
amplia gama; desde sentimientos y emociones elevados y profundos
que pertenecerían a los subcuerpos superiores, hasta emociones,
deseos, pasiones e instintos bajos y criminales que pertenecerían a los
subcuerpos inferiores. Este cuerpo es el que predomina en nosotros la
mayor parte del día y de la noche, ejerciendo un dominio tal que se
podría decir que somos sus esclavos, deviniendo gracias a su tremendo
desequilibrio, toda clase de sufrimientos, debilidades, miedos, infelici­

100
Capítulo 5. El Hombre y sus Cuerpos

dades y por consiguiente es donde se gesta la casi totalidad de las


enfermedades, como hemos dicho anteriormente. No cuesta imaginar
el por qué los Grandes Maestros siempre han hecho hincapié en la
importancia de sanar y equilibrar este cuerpo gracias a una verdadera
atención, disciplina y discernimiento. Por ello siempre nos han dicho:
“¡Cuidado con lo que deseáis!”.
Cada deseo emitido es una fuerza que tiene su consecuencia, la
gran mayoría de las veces deseamos cosas que creemos nos van a dar
la felicidad, más cuando las tenemos nos damos cuenta de que no
es así y seguimos deseando nuevamente cosas, entrando en un
círculo viciado difícil de parar y que produce mucha infelicidad
tanto si las obtenemos como si no. Pero es necesario pasar por ahí
hasta darnos cuenta de que todo lo que necesitamos ya lo tenemos
dentro y que nada ni nadie va a proporcionarnos la felicidad, salvo
el contacto con nuestra fuente interior de verdad y vida.
“Yo soy el camino, la verdad y la vida”, dijo Jesucristo. Hemos de
encontrar la Fuente Divina en nuestro interior y estas palabras son
para nosotros totalmente actuales, ahora, en nuestro presente.
Como ya dijimos en el tema del hombre y la mujer, todos los
cuerpos son duales, tienen la polaridad como todo en el Universo.
Este es el motivo como ya vimos, de que a la vez podemos tener
dentro nuestro, emociones sublimes, buenas, lo que conocemos como
amor humano y a la vez tengamos emociones negativas o de odio.
Mientras no encontremos el equilibrio de la balanza, el sendero
del medio, estaremos yendo y viniendo por ambos extremos; senti­
remos amor y también odio, simpatía y antipatía, agrado y
desagrado, alegría y tristeza, y un verdadero combate de fuerzas
habrá en nuestro interior. “Vence el que se vence”, una atención
continuada de todo lo que se esta produciendo dentro nuestro, más
una actitud tranquila y relajada frente a lo que observemos, sin
lucha y con una aceptación, focalizando nuestra mirada a esa parte
en nosotros que vive y se alimenta del silencio y que es la fuente
que podrá calmar todo fuego, es la disposición más inteligente que

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podemos adoptar, como seres que desean cambiarse a sí mismos en


este camino de evolución.
El cuerpo astral interpenetra todo el cuerpo físico, tiene forma
ovoide, puede tener muchos colores y sobresale bastante del físico
según sea la evolución del ser. Es el cuerpo que determinados clari­
videntes pueden ver y para aquel que sabe leer, en sus colores se
puede determinar si existe alguna enfermedad o cómo es el carácter
de tal persona. También es el cuerpo con el que nos desplazamos
por la noche mientras dormimos y que queda unido al cuerpo físico
por el cordón de plata, cordón que cuando se rompe se produce la
muerte física.
El cuerpo astral se refleja o tiene su sede en el cuerpo físico en
el hígado, estómago, y se simboliza con el elemento agua.

(Sánetela a
Es el cuerpo de nuestros pensamientos, aquel mediante el cual
podemos hacer relaciones, medir, sopesar las cosas, determinar,
razonar, recordar (para lo cual utiliza la memoria).
El cuerpo de pensamiento tiene un gran poder, nuestros pensa­
mientos son fuerzas vivas que se reagrupan según el tipo de vibra­
ción, determinados pensamientos positivos se agrupan con los posi­
tivos y los negativos se agrupan con los negativos. Dependiendo de
lo que nuestro cuerpo mental emita, “pensemos”, así será nuestra
Aura, nuestro campo de expresión mental. Por lo tanto atraeremos
o rechazaremos lo que esté en consonancia con lo que vive en
nosotros. Si el aura es potente y luminosa debido a pensamientos
bellos y sublimes será más difícil que entre cualquier enfermedad,
ejemplo de ello tenemos a Francisco de Asis que a pesar de estar en
contacto con personas enfermas por la peste, él no se contagió.
El cuerpo mental es lo que nos diferencia del mundo animal. En
nuestra evolución llegamos a un punto en el cual, durante la
segunda mitad del período Lemur, se produjo lo que en la Enseñanza

102
Capítulo 5. El Hombre y sus Cuerpos

Universal se conoce como “individualización”, es decir, la chispa


manásica o mental, fue entregada al ser primitivo de aquellos días.
Ese fue el gran regalo de los Dioses.
El período Lemur es, por si no hemos oído hablar de él, nuestro
tercer gran período, el período Atlante fue nuestra 4“ etapa y actual­
mente estamos manifestando nuestra 5S etapa conocida como Aria.
Entonces, en aquellos lejanos días fuimos poseedores de un instru­
mento mental mediante el cual y a través de él, podríamos pregun­
tarnos: ¿quién o qué es el hombre? y así poder conectar, hacer de
puente, con nuestra Alma o lo que conocemos como Mental
Superior. Sólo que el hombre comenzó a utilizar egoístamente su
magnifico instrumento hasta el día de hoy, motivo por el cual este
instrumento ha sido utilizado de manera muy refinada para el mal, y
gracias al cual se cometen las atrocidades que desgraciadamente
todos conocemos. Pero es un cuerpo que bien utilizado ha producido
grandes avances tecnológicos y conocimientos científicos para un
mayor bienestar y avance de la humanidad y también para una gran
destrucción, recordemos el descubrimiento de la energía atómica.
Como vemos la polaridad también rige en este cuerpo, con él
podemos dirigirnos hacia el bien o hacia el mal. Un cuerpo
mental bien dirigido, equilibrado, tendría la función de estar por
encima de nuestro cuerpo emocional, controlándolo, y también
de estar por encima de nuestro cuerpo físico, siendo así, que diri­
giera correctamente todo el conjunto. Pero actualmente la casi
totalidad de la humanidad todavía está dominada por su cuerpo
astral, es visceral e instintiva, pasional y muy agresiva. También
aquellos en los que predomina lo mental, todavía es un mental
muy bañado por el egoísmo.
Pero no todo va a ser negativo; hay otros seres que ya van
despertando por su evolución y empiezan a limpiar su cuerpo
mental y el emocional de todas las impurezas. Comienzan así a
poder dirigir su vida de manera consciente en lugar de ser mario­
netas de sus propios pensamientos, deseos y emociones, ya no son

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dirigidos por fuerzas ciegas sino que ahora dirigen su vida.


¡Esperamos poder pertenecer a este grupo un poco más consciente
de sí, de lo que es la vida y de lo que hacemos aquí! Este grupo tiene
un gran trabajo ante sí; poder servir de impulso para el avance de los
otros grupos. Esto es una cadena y siempre ha sido así, los maestros
ayudan a los discípulos, los discípulos, a aquella parte de la huma­
nidad que puede oír, y todo en pos de la evolución del conjunto. Un
maestro o un discípulo, en ningún caso se enfadarían ante la actitud
irresponsable, negativa y egoísta de un ser humano, antes bien,
comprenderían lo prisionero que tal persona estaría de sí, de sus
estados emocionales, y por su conocimiento y amor, tratarían de
ayudarlo en su evolución. Tenemos en ellos un gran ejemplo a seguir.
El cuerpo mental se comunica a través de su instrumento en el
cuerpo físico: el cerebro, gran meta suprema de la evolución del
cuerpo físico lograda a través de enormes períodos de tiempo o
eones. Los científicos aún tienen mucho que descubrir en este
campo, como las funciones de determinadas glándulas; la pineal y
la pituitaria, expresiones de dos chakras que alumbrados tras el
ascenso de la energía purificada de la kundalini serán determi­
nantes para el proceso de la unificación del alma con el espíritu.
El cuerpo mental está simbolizado por el elemento fuego.
Y hasta aquí tenemos lo que se denomina personalidad.
Todos estos cuerpos son perecederos, los cambiamos encarna­
ción tras encarnación. Es lo que se denomina el cuaternario, o el
cuadrado, si incluimos el etérico separado del físico. También es
uno de los triángulos, el del vértice hacia abajo, del “Sello de
Salomón” o la “Estrella de David”.
Este triángulo se resume en: pensar, sentir y actuar, el tres en
uno. Estos tres cuerpos son un reflejo de la tríada superior, pero
bañados y regidos por el egoísmo. El amor de nuestro emocional, la
inteligencia de nuestro mental así como también la voluntad de
nuestro cuerpo físico (con la que actuamos), son un reflejo, una
copia de la verdadera voluntad, el verdadero amor y la verdadera

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Capítulo 5. El Hombre y sus Cuerpos

inteligencia de nuestra “Triada superior”. El Cuerpo Mental


Superior, el Cuerpo Búdhico y el Cuerpo Atmico son: nuestra
“Tríada Superior” o Alma.
Estos tres cuerpos siguientes: Manas, o mental superior o
abstracto, Búdhico, y Atmico, (los cuerpos de la voluntad, el amor
y la inteligencia) forman nuestro triangulo divino, el triángulo con
el vértice hacia arriba. Es lo que se ha llamado por las religiones;
“nuestra alma”, aquello que perdura a través de todas las vidas y
que recoge todas las experiencias. Aquí ya no existe el egoísmo.

Sf (Queipa 0ICon4dica, a
El Manas (mente) inferior y el Manas superior deben contactar
para que a través de ese puente o Antakarana, el Alma pueda
conectar con el Espíritu, nuestra Mónada, el verdadero “Hijo de
Dios”, aquello de lo cual se nos a dicho que hemos sido hechos a
imagen y semejanza de Dios. Poco podemos decir de este cuerpo,
sólo que es lo que en verdad somos y no lo sabemos, es “el Espíritu”.
Y así, se unificará verdaderamente, El Cuerpo, El Alma y El
Espíritu, La Trinidad en el Uno, Dios Manifestado en la Materia:
“Y el verbo se hizo hombre”.

¡Es nuestro anhelo que podamos llegar a reconocer nuestro


origen divino, sentirlo y vivirlo, tal como vemos nacer la luz del sol
en un nuevo día!

toa,
Vamos a intentar hacer ahora un estudio de Antropogénesis; o lo que
es lo mismo, la “génesis del ser humano”: como ha sido nuestra evolu­
ción hasta conseguir los cuerpos de los que disponemos hoy en día
para nuestra evolución, y cual ha sido el origen del miedo, que tanto
nos afecta a todos. Quizás pueda afectar sensiblemente a algunas per-

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sonas el conocimiento de nuestro origen, lo que vamos a explicar a


continuación, más no es nuestra intención, antes bien, sabemos que
el “conocer” aunque sea “duro” lo conocido, es el paso más firme y
seguro para curar todos nuestros problemas psicológicos, encontrar la
“Verdad” nos hace comprender, y al comprender podemos realmente:
“sanar”. En cualquier caso, no tenemos porque creérnoslo, somos
libres para elegir leerlo tal como si fuera un cuento.
Como hemos dicho, nos dicen los “Maestros”, aquellos seres que
pueden ver los registros akásicos, que la chispa Divina, Pura e
Inmaculada, que en verdad somos, la “Mónada”, para comenzar su
proceso de aprendizaje en los planos de la materia, va envolvién­
dose en capas cada vez más densificadas hasta la culminación del
vehículo de expresión en la cual la Divinidad (la Mónada) puede
expresarse. Ese vehículo es “el ser humano” que ya hemos expli­
cado, que se manifiesta con los cuerpos: físico, emocional y
mental, como copia de la triple realidad Divina Monódica de
Voluntad, Amor e Inteligencia.
Esto es lo que se ha venido a llamar en los escritos ocultistas
como: “Involución” o la “bajada del Espíritu a la materia, al plano
de la experimentación”. Se dice que ya en las primeras razas de la
humanidad: “la etérica y la hiperbórea”, es decir la primera y la
segunda raza, es cuando comienza a engendrarse los primeros
gérmenes del miedo. En aquel entonces los seres humanos éramos
masas de materia etérica, muy sutiles, como grandes bolsas amorfas
que se devoraban unas a otras y se reproducían por esporas, como
por un “sudor” que exhalaban de sí mismos. Por eso en la
Enseñanza Universal son llamados “los hijos del sudor”. Con el
paso de millones de años este sudor fue perfeccionándose hasta
asemejarse a lo que conocemos como huevo.
Estas bolsas amorfas no poseían el sentido de la vista pues la
primera raza desarrolló el sentido del tacto y la segunda el del oído.
Al no tener visión se movían sintiendo las vibraciones lumínicas y
calóricas, y esto producía innumerables choques entre sí que deve­

106
Capítulo 5. El Hombre y sus Cuerpos

nían en terroríficos y devastadores atropellos, en los cuales eran


devoradas sus masas etéricas, hasta el punto de desaparecer unas en
otras. Aquí surge verdaderamente el germen del miedo, en las
primeras razas, en donde se estaba construyendo el ser humano que
actualmente somos. Y aquí comienza también a engendrarse el
instinto de supervivencia, y más adelante las enfermedades, que
veremos en el tema que dedicaremos a ello.
En la tercera raza, o raza lemur, llamada también de manera
simbólica “la raza de los cíclopes o gigantes”, (por la altura que tenía
esta raza que en algunas ocasiones alcanzaba hasta más de 9 m), se
desarrolló el sentido de la vista. Al principio tenían desarrollada una
visión clarividente, más allá de la materia, en una especie de un
“solo ojo en la mitad de la frente”, la mitología también nos habla
de ello. A través de este ojo veían y se desenvolvían en los planos
sutiles de tal forma que para ellos lo que conocemos como “muerte”
no existía: cuando los cuerpos estaban gastados los abandonaban.
Como eran hermafroditas exhalaban de sí un nuevo cuerpo y
abandonaban el viejo. Había una concepción simultánea de las dos
formas, “la antigua y la nueva”, por su visión clarividente. Tenían
contacto telepático con los “Espíritus de la Naturaleza” y con los
“Maestros de la Humanidad o la Jerarquía”, (más adelante en otro
tema hablaremos más de ellos), que en aquellos primeros años o
razas de la humanidad estuvieron presentes en todo el desarrollo.
Con la evolución y la adquisición de la “mente” (el regalo de los
Dioses), lo que simbólicamente conocemos como la toma de la
manzana en el paraíso por Adán y Eva lo cual les llevó al “conoci­
miento de la muerte”, todo ello en la segunda mitad de la tercera
raza lemur, en aquel momento la humanidad pierde la visión
éterica y clarividente y obtiene el sentido de la vista tal y como la
conocemos hoy en día. Entonces desaparece el ojo en la frente (que
es el tercer ojo del que tanto se habla) y deviene la visión doble: los
dos ojos, como resultante o símbolo de la participación en la pola­
ridad de la mente: el binomio bien y mal, vida y muerte y la sepa-

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ración de los sexos es decir, de hermafrodita a ser hombres y


mujeres, momento que conocemos como “Individualización”, hace
aproximadamente 18'5 millones de años.
A partir de aquí el hombre pierde la conexión con los planos
ocultos y experimenta por primera vez la muerte tal como la cono­
cemos, lo que ha sido simbolizado por la expulsión del paraíso, al
estar su conciencia plenamente identificada con los planos de la
materia y separada de los sutiles. Nuevamente se acrecienta el
instinto de supervivencia tan arraigado en nosotros, al perder la
noción de continuidad de la conciencia que permanece tras la
muerte, y sentir así la muerte no sólo como la disolución de la forma
sino también como si la conciencia fuera disuelta y todo quedara en
la “nada”. Es en este momento también cuando la Fraternidad de
Maestros, “la Jerarquía Planetaria” se retira a los planos sutiles y deja
al hombre a su libre albedrío, como el padre que los primeros años
lleva de la mano a su niño pequeño pero que llegado un punto debe
dejarlo volar y andar sólo para que pueda evolucionar y hacerse a sí
mismo. En este punto de la historia de la evolución del ser humano
es cuando aparece más instintivamente, “el miedo a la muerte”,
miedo que se ha ido acrecentando por el cúmulo de pensamientos
de miedos creados por la humanidad durante millones de años, lo
que llamamos; “egregores” o creaciones mentales magnéticas y
energéticas que se agrupan por vibración, ya hablaremos de ello en
otros temas más adelante. Después sobrevinieron catástrofes y la
destrucción del continente lemur que se dice que fue destruida por
el fuego. Todo ello contribuyó a acrecentar el miedo.
Aparece en escena la cuarta raza: la Atlante, la cual desarrolló el
sentido del gusto y consiguió grandes logros tecnológicos. Pero el
uso egoísta de sus logros y descubrimientos, produjo la destrucción
de una gran parte de esta raza con el hundimiento del gran conti­
nente de la Atlántida. Todo ello también está grabado en el
subconsciente colectivo de la humanidad y dio fuerza y desató
nuevas creaciones de egregores que aún hoy en día tienen prisionera

108
Capítulo 5. El Hombre y sus Cuerpos

a la casi totalidad de la humanidad. Pues cada vez que sentimos


miedos estamos influenciados y alimentamos al egregor del miedo,
una poderosa creación energética que ejerce su fuerza a través del
subconsciente colectivo de la humanidad.
Actualmente estamos en la quinta raza: la Aria, que esta desarro­
llando el sentido del olfato y que arrastra tras de sí toda la herencia
kármica de las anteriores razas y civilizaciones; todo lo bueno y todo
lo malo. A partir de la etapa Lemur se dice que empezamos a tener
cuerpo físico-material (ya no eran cuerpos etéricos) aunque dife­
rentes al cuerpo físico que tenemos hoy en día, que ha ido
cambiando y cambiará por evolución. Por eso la Enseñanza
Universal nos dice que en la etapa Lemur actualizamos, es decir se
desarrolló el cuerpo físico, la época Atlante desarrolló el cuerpo
astral o de emociones y en la actualidad la etapa Aria está activando
y desarrollando el cuerpo mental. En la siguiente etapa, dentro de
un período enorme de tiempo se desarrollará el cuerpo Búdhico y se
completará el ciclo humano con el desarrollo del cuerpo Átmico.
Ahora quizás podamos comprender un poco más el origen del
cuerpo físico, la forma del ser humano, y como ha ido desarrollán­
dose la parte psíquica y mental. También como empezamos a
conocer “el miedo”, ahora hemos desvelado un poco sus orígenes;
hemos hecho un pequeño y humilde recorrido por lo grande: “el
conjunto de la humanidad”, ahora veámoslo desde un ángulo más
pequeño: “el del ser humano”. Quizá así comprendamos más el
porqué el miedo está en todas “las células del ser”, porque esta infor­
mación, la información del miedo está sellada en toda nuestra
estructura atómica. Por ello vamos a entender porque todos “sin
excepción” tenemos miedo, ahora sabemos que no es muestra de
debilidad como se suele suponer, sino que tiene una razón de ser: ¡el
que no conozcamos los “porqués” no quiere decir que no existan!
Cada ser a nivel individual ha llevado una trayectoria y dentro
de todas las razas que hemos hablado, cada ser ha reencarnado
innumerables e incontables veces durante “eones” de años. Todo lo

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Los 12 Pétalos de Colores

vivenciado ha quedado registrado en los átomos permanentes,


(hablaremos más de ello en el tema de la muerte). Nada se pierde.
Todas las veces que se ha sentido miedo, quedó siempre registrado
como también todas las veces que se sintió amor y dicha.
Digamos que todas las experiencias “buenas” vividas, estarían
registradas en aquello que se ha venido en llamar: “el Angel de la
Presencia”, como nuestra voz de la conciencia y todo lo malo expe­
rimentado (y ahí encontramos los miedos), estaría registrado en lo
que llamamos: “el Morador del Umbral”. Sería algo así como lo que
la religión católica llamaba: “el ángel guardián y el demonio” que
todos llevamos dentro, lo bueno y lo malo en nosotros. Son como
nuestras creaciones o egregores a nivel individual así como los egre-
gores colectivos de la humanidad a los que hemos hecho mención.
El conocimiento de esta enseñanza implica el conocer lo prisio­
neros que estamos de todas estas fuerzas. Si hoy nos encontramos
con un trabajo ya hecho sobre los miedos, es decir si hemos venido
a la vida, a esta encarnación sin que los miedos hagan mucha mella
en nosotros, sin duda es que en otras encarnaciones hemos traba­
jado en ello, nada ocurre por casualidad.

Qau&aa jump íaa HMtdbta cuwupa adbtaí a da


emocionen juveáe acrvtU miada
Los miedos pueden ser producidos por algún acontecimiento
externo a nosotros: una intimidación de nuestra persona, un robo,
una amenaza etc. o también pueden ser producidos por motivos
internos; y éstos pueden ser de dos tipos: subjetivos y objetivos. Los
objetivos es por un miedo real en nuestro interior y los subjetivos
pueden ser totalmente infundados, creados por falsos espejismos, o
por una obsesión que distorsione la realidad.
La intensidad del miedo va a depender del peligro del acto en sí,
si es por un acontecimiento exterior o interior en nosotros, y de la
evolución de nuestra conciencia para sobrellevar tal peligro. De

no
Capítulo 5. El Hombre y sus Cuerpos

todos es sabido que ante un mismo suceso no todas las personas


reaccionan igual, cada uno actúa de acuerdo a su “nivel de
conciencia”. Una misma situación que a una persona puede
derrumbarle emocionalmente, debido al desequilibrio de su cuerpo
astral y de un cuerpo mental que todavía no rige ni puede controlar
esas emociones, puede esa misma situación a otra persona que esté
más desarrollada interiormente, (que tenga sus cuerpos más
afinados) pues pudiera ser que no la desequilibrara tanto, por
ejemplo, tenemos el nivel de conciencia conseguido por algunos
seres “iniciados” como eran “los Cátaros”, los cuales fueron en sus
últimos días perseguidos y exterminados, y se dice que en el
momento en que iban a ser asesinados ellos pudieron separar la
conciencia de sus cuerpos evitando así el sufrimiento innecesario.
Esto es sólo un ejemplo más de como la evolución de la
conciencia, el desarrollo interior de nuestros cuerpos más sutiles: el
astral y el mental, determina la felicidad o la infelicidad de los seres
humanos. Si nuestra conciencia está apegada a la materia, a nues­
tras emociones y pensamientos inferiores, en donde predomina la
separatividad, el individualismo y el egoísmo, sufriremos el apego y
por lo tanto el dolor y el sufrimiento. Al existir en nosotros
nociones como “mío y tuyo”, sufriremos por perder lo que creemos
nuestro y sufriremos por desear lo que tienen los demás.
El miedo a la muerte, a la pérdida de los bienes materiales, a la
soledad, a la pérdida de una pareja, de los amigos, familiares, de la
reputación, a la pérdida de la condición social, pasar de ser rico a
ser pobre, y al ser rico miedo a perder lo que se tiene, a los robos, a
un asesinato, miedo a las guerras, al qué dirán, a la enfermedad,
etc., son algunos ejemplos de miedos, de “cadenas” que nos apri­
sionan y no nos dejan actuar en “libertad”, y como ya vimos en el
tema primero, nos pueden llevar a la depresión.
De todos es sabido que el miedo inhibe, nos inmoviliza, o
produce el efecto contrario nos mantiene agresivos. Hay que encon­
trar la “PAZ” que no se deja llevar por el tumulto exterior.

ni
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Los 12 Pétalos de Colores

¿Y cómo se llega a ese punto de equilibrio?, transitando el camino


del Amor: “El Amor cura todas las heridas”. No daremos aquí ejerci­
cios ni técnicas pues cada uno debe de encontrarlo en su interior,
cada uno debe ser “su propio maestro”, su propio conocedor, como el
artista que en su taller de trabajo de una obra vieja la reconstruye y
la hace nueva, ésa es la “alquimia” que hemos de encontrar, traba­
jando con la polaridad, llevando un extremo de la polaridad hacia el
otro, cuando haya miedo, cambiar a la polaridad de amor.
Teniendo perseverancia en este camino, camino que nos lleva
hacia el conocimiento de nosotros mismos, encontraremos que lo
“desconocido deja de dar miedo cuando es conocido”, cuando descu­
bramos esto repetidamente en nuestra vida, lo desconocido dejará de
darnos miedo pues habremos comprendido que nosotros podemos
hacerlo “conocido”. Entonces encontraremos la fórmula que permite
a los “Maestros” permanecer inalterables frente a las situaciones.
Hemos de llegar a encontrar tal como dijo Jesús, el único y
verdadero tesoro: aquel que no puede ser robado, ni afectado, ni
quemado, ni matado, ese tesoro está en nuestro interior. Es la cone­
xión con nuestro “Ser Divino”.
Así aparecerá en nuestro corazón un pequeño calorcito que nos
dará la seguridad de confiar en la “mano del destino”, en que nada
pasa por casualidad y así en esa confianza en la Divinidad, halla­
remos que la Divinidad está en nosotros y que desea acariciarnos
con “Amor” y quitarnos todo pesar, todo dolor y todo sufrimiento.
Sólo el contacto con el “Amor”, lo “Divino en nosotros”, curará
todos nuestros miedos, sufrimientos e infelicidades, pues tal como
decía San Francisco de Asís: “La felicidad mora en los Corazones
silenciosos y acallados ante Dios”.

¡Qué podamos comprender la importancia de estas palabras


para la eliminación de todos nuestros miedos en nuestro interior,
sólo así hallaremos la libertad de acción y la felicidad que tanto
todos buscamos!

112
Capítulo 5. El Hombre y sus Cuerpos

¡Que podamos conocemos a nosotros mismos; “nuestros cuerpos”,


pues es el portal para conocer al Universo y a los Dioses que en verdad
todos somos!
¡Que la “esperanza” anide siempre en todos nuestros corazones
y que derrita con su calor todo “miedo”, en la hoguera del Amor!

¡Que así sea!

113
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Los 12 Pétalos de Colores

Cada día que comienza, has de decirte: “hoy he nacido”.


Cada día que termina, has de decirte: “hoy he perecido”.
De esta manera, aprovecharás bien los días.

Cada día de la vida, es único,


en el imparable transcurso del tiempo.

Cada minuto que transcurre es una joya que has de cuidar,


no descuides tu vida, pues pronto se ha de escapar.

Mira bien que hablas, que piensas, como actúas,


que en ti siempre haya rectitud y paz.
No siembres cólera, pues cólera recibirás.

Despréndete del pasado y del futuro,


pues de vivir conscientemente el presente
se hace el hombre a sí mismo.

H4
Capítulo 5-B

&£ Komi),

El cuerpo físico del hombre se compone de mecanismos complejos e


interrelacionados, que se empiezan a formar en un periodo de nueve
meses; después nacemos. La parte más fundamental: “el cerebro”,
donde se registran por la mente, el mecanismo de los sentidos.
Pido que no nos perdamos en discusiones de léxico, lo importante
no son las comas, ni mis palabras, ni siquiera que entiendas lo que
pretendo exponer, lo importante es que con estos confusos datos con
los que yo me muevo, tu ordenes tus ideas, que aclares este complejo
y entrelazado que llamamos: “mente”. Y vamos a analizar que a mí
también me ayuda cuando lo hago.
Lo primero que sucede con el paso del tiempo y que he ido obser­
vando, es que en el cerebro en el período de nueve meses, bajo el
cobijo de la vibración de amor de la madre, se unen entre sí el
complejo entrelazado de neuronas. Este estado de formación es
alquimia, es amor, es magia. Y bajo este estado todo se ejecuta y se
une correctamente.
La mente está en paz y en equilibrio, pero la mente se tiene que
poner en marcha, y desarrollar en la función de la vida. Todo lo que
está bajo el mecanismo y forma del amor funciona bien. A esta corta
edad la mente esta inmadura para analizar y discernir. Comprender
solo se puede a través del amor, “ser” sólo se puede a través del amor.
Recordemos que el tan denominado amor, no es lo fuerte, puro, dura­
dero y verdadero hoy por hoy en la sociedad.
Cada vez que algo no entendemos en esta mente en formación,
(una riña agresiva, o fuera de tono), se debilita la red de comunica-

115
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Los 12 Pétalos de Colores

ción de neuronas, y si se insiste mucho, se puede hasta romper la


magia de la alquimia, y nos quedará uno de tantos conflictos, que
tenemos todos pendientes para arreglar, cuando nuestra mente este
madura, para discernir sobre la rabia, el dolor, la envidia y demás.
Todo esto que ya se da por hecho, que funciona automáticamente
y correctamente; “vive la vida por nosotros”. Si vemos esta confusión,
nos daremos cuenta de que tenemos todos un trabajo titánico: “volver
a conquistar la alquimia del amor”, aceptando que no es por casua­
lidad, que todos los seres humanos nos encontramos mejor, cuando
nos alineamos en la vibración del amor. Hasta cuando nos enamo­
ramos, nuestra mente se anula por completo. Esto nos demuestra que
el amor es un estado superior al mental y tiene vida propia.
“El amor es el estado natural del alma”, y bajo este estado natural,
se funden, se interrelacionan de forma correcta y equilibrada, todos
los cuerpos expuestos por Ma Ángeles en este mismo tema. De ahí
nace el que parezcamos ser tan pesados al hablar sobre el amor, tan
insistentes, tan repetitivos, ya que es el camino por el cual debe de
andar la humanidad. No hay que ser muy erudito para darse cuenta,
de que el camino actual nos lleva a la destrucción del planeta.
Todo este relato anterior es con el fin de adquirir conciencia entre
todos y ver que: ¡Sí!, ¡Que hay un trabajo a realizar con nosotros
mismos!
Yo por ejemplo, a veces tengo miedo de lo que me encuentro
dentro de mi mente, me pregunto como se ha introducido y ..., a
veces lloro, al reconocer la fuerza que tiene esa parte de mí, que no
me gusta nada, y que está condicionando la manifestación pura de mi
más sagrado amor.
Todos estos mecanismos psicológicos, hay que investigarlos,
porque condicionan el correcto funcionamiento de la fusión mágica
de los cuerpos; físico, etérico, astral y mental.
Reconozco que puede llegar a ser complejo el entender todo lo
expuesto, pero la “causalidad” ha puesto este libro bajo tus ojos...,
yo sigo entendiendo día a día, un poquito más y también me ayuda

116
Capítulo 5. El Hombre y sus Cuerpos

escribir sobre mi sombra que es “la parte más oscura de mi mente”;


¡Recuerda! “no la de mi Ser, pues mi Ser alquímico y sagrado es Luz,
por el Amor”.
Todos caminamos en el camino de la evolución.
Todos nuestros puntos de luz del Universo “Son”.

Tefes

“Hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la


electricidad y la energía atómica: la voluntad”. Albert
Einstein

“Dejamos de temer aquello que se ha aprendido a


entender”. Marie Curie

“El cuerpo humano no es más que apariencia, y esconde


nuestra realidad”. Víctor Hugo
Capítulo 6

Origen y causas.
Enfermedades físicas y
psíquicas. Métodos de
sanación.
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Capítulo 6-A

Vimos en el capítulo anterior que el ser humano esta compuesto por


7 cuerpos y que el cuerpo físico es el cuerpo que más conocemos, por
ser el más material y por lo tanto visible por nuestros sentidos. Los
siguientes cuerpos compuestos de una materia más sutil, no son
perceptibles a nuestros ojos (salvo los clarividentes), ni a nuestro
tacto, pero sin embargo sí que conocemos y sentimos toda clase de
emociones y de pensamientos y aunque no las toquemos ¡Existen!, tal
como el aire y las ondas de radio. Y no sólo existen, sino que además
son determinantes según estemos equilibrados o no a nivel mental y
emocional, para la salud o enfermedad de nuestro cuerpo físico.
Nuestro cuerpo físico es un conjunto de órganos que deben
funcionar de manera armónica para el bien del conjunto, en un
equilibrio perfecto, pues cada célula lleva en su núcleo la informa­
ción de su misión, su tarea para la que ha sido programada o creada,
como un ordenador en pequeño.
Luego está la idea, el programa para un grupo mayor de células, las
cuales forman un órgano y este órgano en conjunto tiene conciencia
de sí, de lo que debe realizar, para lo cual ha sido creado. Y todos los
órganos entre si están relacionados, mas su relación debe ser fluida y
amistosa para el equilibrio del conjunto. Si esto se da así, es lo que
denominamos salud.
Vimos que nosotros voluntariamente no dirigimos ni progra­
mamos la función de ninguna célula ni de ningún órgano, ni de
ninguna actividad de ellos como la respiración, la digestión, etc. Sin
embargo ya dimos pinceladas de que con nuestros actos, emociones

121
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Los 12 Pétalos de Colores

y pensamientos ¡sí!, podemos repercutir para bien o para mal en


ellos. Una inadecuada alimentación, excesivo sedentarismo, drogas,
alcohol, tabaco, etc., es fácil comprender que perjudican la salud de
nuestro organismo, sin embargo nuestras emociones y pensamientos
son las responsables de más del 90% de las enfermedades. Esto es
más difícil de ver, sin embargo muchas personas sabiamente docu­
mentadas y del sector de la medicina, ya así lo están diciendo.
Esperamos que con nuestro estudio e investigación podamos
llegar a comprender mejor por qué ello es así.
¡Allá vamos!

La enfermedad es una desarmonía de nuestro cuerpo físico que


nos indica que hay algo que debemos resolver, algo que debemos
de aprender, hay algo que no hemos comprendido, algo que
hemos transgredido y por ello hemos equivocado nuestra forma de
actuación a nivel físico, emocional o mental.

La enfermedad puede manifestarse:


- De manera continua, siempre en una vida. Se trata de
personas que vienen a la vida con poca vitalidad, o enferme­
dades congénitas o hereditarias.
- De manera alternativa, períodos de salud y otros de enfer­
medad. Esto es lo que más vemos, en las personas.
- Siempre sanos, apenas se da salvo determinados discípulos o
“Maestros de Sabiduría”.

La enfermedad va a aparecer debido a diversas causas:


- Causas kármicas, originadas en otras encarnaciones.
- Causas kármicas, originadas en esta vida.
- Causas debidas a coger karma de la humanidad para ayudar a

122
Capítulo 6. La Enfermedad

liberarla. (Luego desarrollaremos más ampliamente el tema de


las causas pero ahora vamos a intentar desentrañar el origen
de la enfermedad, como concepto amplio y de algunas deter­
minadas enfermedades que conocemos).

En las primeras razas o etapas materializadas del ser humano,


(estamos hablando de un pasado de períodos enormes de tiempo),
en la etapa Lemur y la etapa Atlante, se comenzaron a gestar ciertas
desarmonías por actuaciones muy equivocadas que derivaron en la
aparición de lo que conocemos como enfermedad.
En aquellos primitivos días Lémures, cuando éramos seres casi
animalizados, cuerpos sin un control de un equipo mental, se incu­
rrieron en atrocidades sin límite, de ello dan testimonio, lo sabemos,
a través de Maestros e Iniciados que pueden investigar el origen y
desarrollo de la humanidad, a través de su observación en los
“Anales Akásicos” o “Memoria Planetaria”, en donde queda regis­
trado todo lo que ha acontecido, acontece y acontecerá en la huma­
nidad. Ellos nos hablan de desajustes tales y atrocidades de las cuales
derivaron todo tipo de gérmenes y enfermedades que aún hoy día no
han sido superadas por la humanidad, podríamos hablar aquí de un
karma conjunto de todo ese gran cuerpo llamado humanidad.
También podríamos mencionar aquí lo que determinadas mito­
logías y religiones nos han contado sobre ello: el destape de la ’’caja
de Pandora” y con ello la aparición de todas las enfermedades y
muerte, la expulsión del paraíso, etc.
Nos dicen estos venerables Maestros, que la sífilis y las enferme­
dades venéreas surgen de aquellos lejanos días por un exceso incon­
trolable de la sexualidad humana recién comenzada en aquellos
días Lémures. En la época Atlante devino para un reajuste y equi­
librio de la balanza, una represión extrema de la sexualidad lo que
produjo, fue el origen, de la tan conocida enfermedad que aún
arrastramos en nuestros días llamada cáncer.
O sea, que lo que hacemos, decimos, pensamos y sentimos origina

123
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Los 12 Pétalos de Colores

un montón de causas que se ponen en funcionamiento, es decir “lo


que siembras cosecharás”, lo que es lo mismo que “toda acción tiene su
consecuencia”. Esto es lo que en la Enseñanza Universal se deno­
mina como: “Ley de causa y efecto”, de la cual ya profundizaremos
más ampliamente en otro tema que dedicaremos sólo a ello.
Baste saber que nada de lo que hacemos queda en el olvido, pues
todo queda sabiamente registrado por unos elevadísimos seres que
se dedican a ello denominados: “Los 4 Señores del Karma”. Por lo
tanto veíamos que la enfermedad se gesta por una utilización en
desarmonía o desorganizada y negativa de nuestro cuerpo de pensa­
mientos y nuestro cuerpo de emociones o deseos, que puede derivar
en determinados actos o no, pero allí se gesta. De estos cuerpos
sutiles pasa a la parte también sutil o energética de nuestro cuerpo
físico; el etérico, el cual deja de suministrar el “prana” o energía de
manera armónica, se produce pues una desvitalización, con lo cual
aparece la enfermedad por último en el cuerpo físico, como una
alarma, un aviso de que algo falla y hemos de corregir. Pero el
último en enfermar, allí donde se ve la enfermedad, es en el cuerpo
físico pero antes ya nuestros otros cuerpos han enfermado.
“Mente sana, cuerpo sano”, decían los “Platónicos”, pues sabían
de la importancia de tener pensamientos y emociones positivos
para mantener un cuerpo físico saludable y en armonía.
Todo es energía, ya lo vimos, por lo tanto nuestros pensamientos
y emociones también lo son. Su frecuencia vibratoria es más rápida
por ello no los podemos ver a nivel de materia densa. Nuestro
cuerpo físico también es energía pero su frecuencia vibratoria es
mucho más lenta, por ello se materializa; podemos verlo y tocarlo.
Como todo es energía y nuestros cuerpos todos juntos forman una
unidad, están interrelacionados, lógicamente lo que pensemos o
sintamos va a tener una repercusión en nuestro físico. Si tenemos
preocupaciones nuestro cuerpo físico tenderá a la rigidez, a colapsar
la fluidez de la energía etérica, el prana, que es lo que nos da la vida.
Nuestros pensamientos, que son energía así como nuestras

124
Capítulo 6. La Enfermedad

emociones van a determinar y cambiar la estructura molecular de


nuestro organismo. A este respecto podemos recordar las investiga­
ciones del científico japonés Masaru Emoto sobre el poder creador de
nuestra mente, que avala lo que desde siempre nos ha dicho la
Enseñanza Universal. El hizo sus investigaciones sobre moléculas de
agua y demostró que los pensamientos y emociones humanas pueden
alterar la estructura molecular del agua, según determinadas frases
pronunciadas o palabras, música, oraciones, etc., si las palabras son
bellas o armónicas o la música clásica, las moléculas del agua toman
formas con figuras geométricas bellísimas y además con colores mara­
villosos, si por el contrario pronunciamos palabras negativas y música
estridente, el agua toma una figura amorfa, sin forma y sin colores,
sólo tonos grisáceos. ¿Que queremos decir con ello?
Sabemos que más del 70% de nuestro cuerpo físico está
compuesto de agua. ¿Qué figuras tendrán las moléculas de nuestro
cuerpo, según sean nuestros pensamientos, emociones o palabras?
¿Vemos la interrelación y cómo somos magos y creadores de lo
que ocurre en nuestro interior? Nuestros pensamientos crean estados
de ánimo alegres o amargados y así vamos coloreando nuestra vida y
nuestro cuerpo físico. Las arrugas de nuestra cara también nos hablan
de nuestro carácter y de los pensamientos que hemos cobijado en
nosotros. Por lo tanto el origen de la enfermedad, ya lo sabemos, la
creamos con nuestro mental y nuestro cuerpo astral o de emociones.
De ahí la vigilancia y la atención hacia ellos que siempre nos han
aconsejado los seres más avanzados en este camino de Evolución.
Ellos nos transmiten la enseñanza de que los pensamientos se unen
según su vibración de tal forma que se crean lo que se llama: egre-
gores. Los pensamientos positivos se unen y dan vida a nuestro alre­
dedor de creaciones o egregores positivos que van a determinar y a
incidir en que nosotros sigamos pensando en positivo por que de
alguna manera esos pensamientos que son formas con vida, necesitan
que nosotros sigamos pensando sobre ello para que tengan su exis­
tencia y puedan seguir viviendo en y a través de nosotros.

125
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Los 12 Pétalos de Colores

Lo mismo ocurre con los pensamientos negativos, esas crea­


ciones en nosotros necesitan para su existencia que sigamos
pensando en esa determinada dirección. Es decir, si nosotros criti­
camos, por ejemplo, esa creación, esa energía que hemos lanzado al
exterior, necesita para seguir viviendo en nuestro campo de acción
o manifestación, que sigamos dirigiendo pensamientos de ese tipo,
con carga de crítica. Si nosotros hacemos caso a sus sugerencias, si
no estamos atentos, caemos nuevamente en la crítica y hacemos
más grande ese egregor, esa creación energética. Si este círculo se
vuelve repetitivo en extremo, da lugar a ciertas obsesiones y
desequilibrios mentales tales como la esquizofrenia, pues nuestras
creaciones toman posesión de nosotros, eliminan nuestra voluntad,
nos vampirizan y exigen nuestra energía. En tales casos extremos
toman el control y anulan nuestra conciencia. Esta es la explica­
ción de la locura y también las llamadas posesiones diabólicas.
Nuestros egregores junto con otros egregores lanzados por otras
personas, se unen si vibran en la misma frecuencia.
Así tenemos el egregor mundial del miedo, de la crítica, de la
mentira, etc., como también el egregor de la alegría, de la bondad,
de la valentía etc. Por todo ello llegamos a la conclusión de que si
no estamos muy atentos dentro de nosotros mismos, seremos
llevados, arrastrados, dirigidos por nuestros pensamientos que
además podrán ser reforzados por los de otros, por lo tanto no
somos tan libres como nos creemos, y en muchos casos no
pensamos, somos pensados.
Podemos encontrar también personas con un cuerpo mental y
emocional equilibrado y que sin embargo contraigan una enfer­
medad y también notamos que ante una misma enfermedad hay
personas que se curan y otras que no, siendo igualmente tratadas.
¿A qué es debido ello? Aquí entraríamos en el tema de las causas de
las enfermedades, que como hemos dicho antes, pueden haber sido
originadas en otras vidas, pues sucesivamente nuestra alma va
tomando nuevos cuerpos para completar su evolución (esto es lo

126
Capítulo 6. La Enfermedad

que conocemos como reencarnación), o pueden haber sido origi­


nadas en esta vida o para ayuda de la humanidad. Si una persona
con todos sus cuerpos equilibrados y una vida sana, positiva y alegre
enferma, quizás pueda ser debido a una causa que se originó en
vidas anteriores y que aún le debía a la vida, por lo tanto así de esta
forma se reequilibra el karma que se originó.
Si unas personas ante una misma enfermedad se curan y otras
no, puede ser debido a:
- Si su karma se lo permite,
- si se deja para otra ocasión el restituirlo o
- si por una toma de conciencia, cambia, modifica las condi­
ciones o hábitos de vida que le habían llevado a enfermar.

Por lo tanto tenemos que: si la enfermedad ha sido curada puede


deberse a cualquiera de estas posibilidades:
- Se ha terminado el karma que teníamos que originó tal enfer­
medad.
- Hemos cambiado la conciencia, gracias a la enfermedad y por
lo tanto reajustamos nuestra vida y cambiamos de hábitos y
forma de ser.
- Se ha apartado el karma momentáneamente y en otro
momento de esta u otra vida vuelve a aparecer, si así lo consi­
deran más oportuno para la evolución de esa alma, “los
Señores del Karma”, que como dijimos son devas, angeles, de
una categoría elevadísima en su evolución y que son los encar­
gados de registrar los destinos humanos.
- Se puede haber desplazado la enfermedad al curador, por in­
competencia e ignorancia en el manejo de las energías; ciertos
curanderos, videntes y sanadores que no tienen el conoci­
miento sagrado de la verdadera curación, conocimiento que
incluye la amplia comprensión de las leyes universales y de
las energías. También se puede desplazar al curador por su
propia compasión si es un ser muy evolucionado, todo ello si el

127
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Los 12 Pétalos de Colores

karma nos lo permite.


- Y también puede haber sido curada una enfermedad si es
debida a un karma grupal y no individual de la persona, si por
evolución, grupalmente, se halla la solución de la enfermedad
superando así ese karma grupal de la humanidad.

Quiero mencionar aquí mi gratitud por haber podido asistir a los


cursos que sobre la enfermedad imparte el profesor de Psicología, D.
Rafael Mateu, de los cuales ha sido extraído gran parte del conoci­
miento sobre este tema siendo verdadera fuente de inspiración para
la realización del mismo.
El Verdadero Conocimiento no es propiedad de nadie, “sino de
todos”, en realidad no podemos apropiarnos de nada, sólo somos
canales. Todos aprendemos unos de otros y en esa maravillosa
“rueda”, el Conocimiento puede así extenderse cada vez a más
conciencias produciéndose así “la Verdadera Fuente de Sanación o
Curación para el Ser Humano”, pues sin duda la “ignorancia” de
quiénes somos, de las Leyes Universales y del Amor, es lo que nos
mantiene sumidos en la desesperación y la enfermedad.

- Enfermedades del aparato digestivo: preocupaciones, irritabi­


lidad, tensión nerviosa, miedos, tristeza, emociones intensas,
egoísmo.
- Hígado: emotividad desenfrenada, ira, excesos en comida,
alcohol, drogas, etc.
- Acidez: odios y crítica negativa.
- Alergias: miedos y agresividad.
- Asma: rechazo, incomunicación.
- Cáncer: represión sexual, de emociones y de deseos. Tabaco,
alcohol, larga exposición al sol en la piel.
- Cáncer de mama: problemas con la maternidad y la entrega.
Fuerte crisis emocional ante la pérdida de un hijo, pareja, etc.

128
Capítulo 6. La Enfermedad

- Reumáticas: inmovilidad mental, rigidez e inflexibilidad.


- Venéreas: exceso sexual, promiscuidad.
- Arteriosclerosis: sedentarismo, cristalización, falta de fluidez
psicológica.
- Cardiovasculares, corazón: tensión emocional, querer lide­
razgo, represión de sentimientos y agresividad, sacrificio e
interés excesivo.
- Sistema nervioso. Depresión: frustraciones, inseguridades,
apegos, miedos, egoísmo.
- Traumatismos y accidentes: atención disminuida, rebeldía,
autoenojo, culpabilidad.
- Diabetes: represión de la expresión amorosa, ira, choque
fuerte emocional.

donación,
- Medicina alopática: quizás la que más se conozca por su
extendida aplicación sea la medicina ortodoxa o alopática. Es
una medicina combativa. Eficaz en muchos casos, es la que se
emplea en nuestros hospitales, trata los efectos sobre el cuerpo
físico y desconoce la vida y energías de los demás cuerpos.
- Homeopática: es una medicina menos agresiva, cura por simi­
litud con una potencia muy rebajada.
- Flores de Bach: a través de la esencia de las flores y su energía
sanadora y curativa. Ya dijimos que el reino vegetal era el
reino más evolucionado por haberse acercado más a su arque­
tipo o “idea divina”.
- Plantas medicinales: la pureza y virtudes del reino vegetal lo
activan como un reino lleno de vitalidad, prana, que recogen
directamente de los 4 elementos sin mancillarlos.
- Meditación: es la unión con nuestro interior a través del
silencio mental y emocional.
- Yoga: significa “Unión con Dios”. A través de posturas del
cuerpo físico; Hatha Yoga, a través de nuestras emociones;

129
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Los 12 Pétalos de Colores

Bakti Yoga, a través de nuestros pensamientos; Raja Yoga, y a


través de la “ciencia mística del corazón”; Agni Yoga.
- Visualización: focalizar nuestras energías viendo mental­
mente la zona enferma abrazándola con amor.
- Cromoterapia: curar a través de los colores.
- Acupuntura: curar a través de los puntos de energía o “nadis”,
- Masajes, reflexología, reiki, musicoterapia, risoterapia,
baños termales, con aceites, con barro, relajación, etc.
Dejamos de lado aquí la curación por imposición de manos, la
manipulación de chakras y la regresión hipnótica, por considerarlos
sumamente peligrosos, si no hay un elevado conocimiento del ser
humano, del universo y la creación, es decir habiendo sido
“Iniciado en el conocimiento Supremo”.

Vamos ahora a intentar no pensar en la enfermedad como algo


malo, algo que hemos de erradicar cuanto antes mejor, veamos la
lectura positiva de la enfermedad, pues en verdad “no hay mal que por
bien no venga”, pues una enfermedad, el dolor, nos avisa de que
hemos errado en nuestro camino y que debemos de encauzarnos. Tal
vez, aunque a lo mejor por nuestro estado de conciencia, no podamos
verlo todavía, una enfermedad venga en nuestra ayuda para salvamos
del proceso de cristalización o congelación de nuestra alma. Tal vez
una enfermedad en nuestra vida, vacía, sin rumbo, fría, monótona, en
la que hemos de cambiar muchas cosas que nosotros nos damos
cuenta pero que tenemos miedo a cambiar, tal vez sea el impulso, lo
que necesitamos para por fin ponemos manos a la obra, por que si
vivimos en un mundo en constante movimiento, en evolución,
nosotros no podemos pararnos, por inercia, comodidad o miedos. La
vida en su inmensa sabiduría, no nos deja y nos lo dice una y otra vez,
de la manera que necesitemos, a veces con una enfermedad.
Por ello es sumamente importante para el enfermo no luchar
contra su propia enfermedad, sino más bien acogerla, hablándole,
preguntándole, que nos quiere decir con ello. Una enfermedad

130
Capítulo 6. La Enfermedad

invita al recogimiento interior, a la humildad, a no sentirnos prepo­


tentes, nos invita a amar, algo que quizás hallamos olvidado hacer,
en su verdadera esencia de lo que significa amar, no querer cambiar
nada ni a nadie, no esperar nada a cambio de lo que hagamos, no
apegarnos a todo aquello que tenemos y a lo que amamos, dejar por
fin ya todo egoísmo. “Si tuviéramos el verdadero amor despierto
en nuestro corazón, jamás enfermaríamos, pues el amor es la
única fuerza sanadora que todo lo puede curar”.
Y para terminar, a modo de resumen, recordarnos a nosotros
mismos que la curación, la recuperación de la salud, la solución
para sanar, ¡no la vamos a encontrar fuera sino dentro de nosotros
mismos! Hay que llegar a ese amor en nosotros, a la unidad de
nuestro pensar, sentir y actuar, ya no debe ir cada uno por su lado,
ya no debemos pensar una cosa y desear otra diferente, ya no
debemos actuar de manera diferente a lo que pensamos o sentimos
por miedo a las consecuencias que nos origine, o a no ser compren­
didos. Hemos de ser auténticos en cada momento, “que no salga
por nuestra boca nada que no sienta nuestro corazón”.
Que podamos superar la ignorancia, en la que estamos sumidos,
de la comprensión de nosotros mismos y de todo lo que nos rodea,
y con ello obtener el conocimiento de la verdad y la aplicación en
nosotros de la luz y el amor, nos proporcionará la verdadera cura­
ción, al realizarse la unión íntima con el ser divino que en verdad
somos, ¡ser al que no le alcanza ningún mal ni ninguna adver­
sidad, pues es el ser inmortal, divino y original!*

¡Que así sea!

Libros aconsejados.
- “La enfermedad como camino” de Thorwald Dethlefsen.
■ “La curación por las flores” de Edgard Bach.
■ “La rueda de la vida” de Elisabeth Kubler-Ross.

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Los 12 Pétalos de Colores

No sufras ya más dolor


pues la Luz siempre te acompaña.
Son tus ojos los que aún no pueden ver
en todo...¡a la Divinidad manifestada!

132
Capítulo 6-B

Como somos muchos humanos viviendo bajo la estrellas, también


hay muchas y variadas formas de pensamiento.
Con la enfermedad hay muchas teorías; una de ellas es que el mal
y lo malo no esta hecho para nosotros. Es como si fuera algo que le
ocurre a los demás, pero a los de mi familia no..., mis hijos los más
guapos, los más sanos, los más ricos, los más estudiantes. La
sociedad premia el numero uno, esto es así en la realidad, y tenemos
que llegar a ser el mejor en todo, el numero uno.
“Nada mas nacer en la vida, por ley, nos puede suceder de todo”.
A los seres humanos nos suceden todas las manifestaciones físicas y
psíquicas, así tenemos en la vida: la muerte, todas las enfermedades,
todos los dolores que nos creamos entre los seres humanos unos a
otros, ¿por que el ser humano por mecanismos automáticos, no quiere
ver que esto, “lo que llamamos malo”, existe en lo que llamamos vida?
Hoy estas enfermedades caminan junto a nosotros en el camino de
la evolución. La gran mayoría de los humanos, a lo largo de nuestra vida
sufrimos enfermedades psíquicas o físicas, lo queramos aceptar o no.
También quiero analizar lo del numero uno: “ser el primero en todo”,
el esfuerzo por destacar de los demás, ser mejor que el otro, pues veo
en este mecanismo un enfoque equivocado, no porque este mal, si no
porque simplemente no es nada sano para nuestra evolución. Es mucho
más sano y real el esfuerzo en común para el buen fin de la comunidad.
En esto tenemos insectos que nos dan una gran lección; ¡por
cierto!, nos entregan mucho de su esfuerzo a los seres humanos, por
ejemplo unas son las abejas. No me imagino a una abeja esforzán-

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Los 12 Pétalos de Colores

dose por ser la primera, ya que lo entrega todo día a día a la comu­
nidad a la que pertenece.
¡Sí! De esos ejemplos debemos aprender, para superarnos todos,
en conjunto, en biodiversidad y así habrá un enfoque de visión mas
amplio de la vida, el enfoque de visión que nos lleva a aceptar una
enfermedad ya que es una realidad que me lleva a aprender a luchar y
¿que es la lucha?
En las artes de la lucha, nunca se busca el encuentro bruto, se
busca utilizar la fuerza del contrario. Si nos enfrentamos a una enfer­
medad, de frente, sufrimos más. Si caminamos junto a ella, tenemos
la opción de conocerla mejor y trasmutarla, si no podemos trasmu­
tarla, caminar junto a la enfermedad con amor, nos lo hará mucho
mas fácil y los que están a nuestro lado sufrirán mucho menos.
Debemos de entender cada vez más los seres humanos, que la
enfermedad “la arrastramos durante siglos, milenios” y negar este
hecho, nos perjudica más que nos favorece. Si negamos una evidencia
como esta, al no verla, negamos su cura. Al huir de ella la hacemos
más fuerte. Por el hecho de huir, la enfermedad coge más fuerza.
Un enfermo, enferma mucho antes de que la enfermedad se mani­
fieste. Mucho antes de que los síntomas se manifiesten, la enfer­
medad se esta incubando, cuando nos pasamos a la parte opuesta de
la acción de “sonreirle a la vida”.
Fijémonos que la vida como manifestación tiene: felicidad, armonía,
belleza, humor, todas estas son cualidades o estados del alma. Cuanto
más nos alejamos de estas cualidades o “estados” que son la forma real
del alma, tanto más nos alejamos de nuestro estado real de ser. Ese
“ser” es nuestro estado natural, donde realmente somos felices.
Recordemos siempre: ¡Si en el estado de tristeza y dolor, no
hayamos la paz y la buscamos, es porque conocemos el “estado de
paz”!, si no fuera así, el dolor nos sería indiferente, lo viviríamos
como lo más normal del mundo, nos conformaríamos al no conocer
nada más, al no conocer ¡la paz! Pero en nosotros está ese eco, ese
recuerdo a través de nuestra alma.

134
Capítulo 6. La Enfermedad

Todos buscamos que nos amen, porque hemos sido formados en


el amor durante nueve meses, y antes de esto: ¡venimos de la más
Pura Luz!

Los caminos de la enfermedad nos llevan a la humildad.


Los caminos de la humildad nos acercan hacia los
caminos del amor.
Los caminos del amor nos guían hacia la unidad con la
“Deidad".

135
Capítulo 7

¿Qué es la vida?
¿Qué es la muerte?
Vida después de la muerte
Las enseñanzas que nos han sido transmitidas por un gran iniciado
de Egipto llamado Hermes Trismegistos en “El Kibalión”, nos dice
así de la “Ley de la Polaridad”:
“Todo es dual; todo tiene su par de opuestos; semejante y deseme­
jante son lo mismo; los opuestos son idénticos en naturaleza, pero dife­
rentes en grado; los extremos se encuentran; todas las verdades no son
sino medias verdades; todas las paradojas pueden ser reconciliadas”.
En todo el Universo vemos la “ley de la polaridad”. En toda la
creación vemos las dos energías; positivo-negativo, masculino-
femenino, inspirar-espirar, el flujo y el reflujo de las olas, el día y la
noche, contracción y dilatación, la luz y las sombras, estado de
vigilia y sueño, la vida y la muerte, etc. Hay como un movimiento
de reposo o asimilación y otro movimiento de impulso o actuación,
una fuerza centrípeta (hacia dentro) y otra centrífuga (hacia fuera),
un recogimiento y una expansión.
La vida en todo el Universo se manifiesta a través de estos dos
movimientos. Así también vemos como las galaxias, las estrellas o
soles, los planetas, los seres humanos, los animales, las plantas y
hasta las montañas, los minerales..., nacen y mueren. Pero en
verdad lo que se modifica sólo son las formas. La Vida, que siempre
“es”, para evolucionar necesita expresarse cada vez en formas más
elaboradas, cada vez más perfectas que puedan albergar conciencias
más evolucionadas. Una vez utilizada una forma, un cuerpo, bien
sea el de un planeta como el de una persona, una vez haya recogido
esa conciencia todo lo que tenía que aprender en ese tiempo de

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Los 12 Pétalos de Colores

manifestación o de vida que estaba estipulado para ella según leyes


kármicas, ese tiempo de expresión que vendría a ser como el movi­
miento centrífugo o de expansión; tal como el día, la vigilia, la
vida..., pasaría a convertirse en ese otro movimiento de recogi­
miento, de asimilación, o centrípeto; la noche, el sueño, la muerte.
Es decir que la vida, el espíritu, se manifiesta a través de esos dos
movimientos, podemos entender ahora que esos dos movimientos
son necesarios y complementarios el uno con el otro en toda la
creación y que no es mejor un movimiento que otro sino que
ambos, positivo y negativo, son igualmente valiosos y necesarios.
No sería posible la creación de un nuevo ser humano, si no se
unieran un espermatozoide y un óvulo, como tampoco nacería un
niño por la vía natural si no hubiera un movimiento de impulso
hacia atrás como otro hacia delante, al igual que necesitamos soltar
el aire de nuestros pulmones para que pueda entrar aire nuevo,
también necesitamos excretar los residuos alimenticios para que
puedan entrar alimentos nuevos que nos aporten vitalidad. Todo esto
lo comprendemos pero hay que señalar que a fuerza de verlo todos los
días nos hemos acostumbrado a ello, y por lo tanto lo vemos normal
y natural en el ser humano. Pero hemos perdido la capacidad de
asombro a la que tanto nos inducía Einstein o tantos otros Maestros.
Todo lo citado forma parte del misterio, del “milagro” que se
esta produciendo a cada momento y todo gracias a unas leyes
exactas y matemáticas de las cuales una de ellas es la ley de la pola­
ridad, sin la cual no podría producirse todo lo antes citado, ni respi­
ración, ni el día ni la noche, ni la vida ni la muerte. Estos movi­
mientos están unidos por un ritmo de alternancia, el uno le sigue al
otro, la noche le sigue al día y el día a la noche, a la vida le sigue la
muerte, a la muerte la vida, son las dos caras de una misma moneda,
son los dos movimientos de la “Vida Una”. Como vemos la “Ley de
la Polaridad” va unida a la de “Vibración”.
Hemos dicho que ambos movimientos son igualmente necesa­
rios, sin embargo sentimos todavía la muerte como algo malo, algo

140
Capítulo 7. La Polaridad: La Vida y la Muerte

a lo que todos tendremos que enfrentarnos y que nos ocasiona


angustia y miedo cuando lo pensamos. Ello es debido a la poca o
nada información o conocimiento, de lo que realmente es la muerte
y los procesos que se originan, ¡y sobre todo!, porque aún creemos
que somos este cuerpo que utilizamos, confundimos el conductor
con el coche, el escultor con su escultura, el creador con lo creado.
Por ello, esperamos a través de estos capítulos, poner un poco más
de luz en este tema que tanto asusta y hace sufrir a los seres
humanos. Ese sería nuestro deseo y ponemos nuestra buena
voluntad en este servicio.
Así nos preguntamos: ¿Qué es la vida? ¿Qué es la muerte? ¿Sabe­
mos vivir? ¿Nos preparamos para saber morir?
La Vida en mayúsculas es el espíritu, nuestra mónada, que en su
proceso de materialización, para su evolución se reviste de una
personalidad, que consta como ya vimos de un cuerpo físico (que es
lo que conocemos y nos equivocamos creyendo que es sólo lo que
somos), entonces tenemos, este cuerpo físico que tiene su parte
etérica o de vitalidad, el cuerpo astral y el cuerpo mental.
Nuestro ser, o mónada, según leyes kármicas, crea la persona­
lidad, y con ayuda de nuestros padres; el cuerpo físico. Así se
produce lo que llamamos encarnación, o venir a la vida. Esto es lo
que conocemos como vida en minúscula. A través de ella experi­
mentamos en el conocimiento del bien y del mal (uno de los árboles
del paraíso), hasta hacernos merecedores, después de innumerables
encarnaciones (y cada uno según sea la rapidez de su aprendizaje
necesitará más o menos vidas), merecedores pues, de la unión con
nuestro espíritu: “volver a unirnos con El”, a través primero de la
unión con nuestra alma, y esta es la explicación de la frase: “Nadie
viene al Padre sino a través de mí”. El alma es la intermediaria. Y así
nuestro espíritu vuelve mucho más sabio después de tan largo viaje,
conoce el “árbol de la vida”.
Recordemos que en el mundo espiritual no existe el tiempo tal
como nosotros lo conocemos y lo que para nosotros son innume-

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rabies vidas, millones de años, para Él es un abrir y cerrar de ojos,


como un día en su evolución. Aunque todas las personalidades,
los cuerpos a los cuales Él dio vida y a través de los cuales Él hace
su aprendizaje, (como es nuestro cuerpo ahora), pues aunque
mueren, se desintegran, se disuelven cada uno en su plano, en
realidad no dejan de existir, pues nada se pierde y todo queda
registrado y archivado en Su memoria, tal es así que queda cons­
tancia de todas las encarnaciones anteriores a nosotros. Esto es lo
que va a determinar la herencia kármica, nuestro destino para
esta vida. Entonces la Vida, el Espíritu, puede estar en encarna­
ción o desencarnado. ¿Y que pasa cuando está desencarnado, sin
carne o lo que llamamos muerte?
Cuando el cuerpo ha llegado a la vejez y por lo tanto es un instru­
mento rígido y que no permite ya la experimentación, o cuando por
una enfermedad, o un accidente, hemos de dejar nuestro cuerpo, es
nuestra alma la que da la orden de retirada del cuerpo. A partir de
ahí comienzan unos procesos internos: se segrega una sustancia a la
corriente sanguínea que afecta a todos los órganos; también al
corazón y al cerebro. El cuerpo etérico comienza a retirar su cone­
xión de los nadis con el sistema nervioso, y se repliega hacia una de
las puertas de salida, que pueden ser tres;
- el plexo solar, si es una persona instintiva y materialista,
- el corazón, si es una persona emocional y bondadosa,
- la cabeza, si es una persona mental o los Iniciados.
Aquí se producen dos tipos de tirón, uno producido por el alma
para separar el etérico del físico y otro tirón terrestre, que no quiere
que se produzca esta división y que es llevado a cabo por el
“elemental constructor”; el que ha dirigido y cuidado durante toda
esa vida al cuerpo físico. Esta lucha entre la vida o la muerte, entre
lo de arriba y lo de abajo, puede durar poco o hasta mucho tiempo
como en los casos del coma.
En esta fase, el moribundo es atendido y rodeado por seres desen­
carnados familiares o amigos, que vienen en su ayuda, lo acogen

142
Capítulo 7. La Polaridad: La Vida y la Muerte

para que este momento (en muchos casos traumático, por nuestros
miedos y desconocimiento) lo pueda vivir sin desesperación. Habría
que decir aquí también la importancia del silencio en estos
momentos, los familiares deberían en bien de su ser querido, no
producir lamentos ni llantos, ni conversaciones que puedan afectar
el necesario desenvolvimiento en paz, o tránsito del moribundo.
Muchas de las personas que han vivido una muerte clínica y
luego han vuelto a la vida, nos cuentan, como por ejemplo en el
libro de “Vida después de la vida” de Raymond Moody, que son
absorbidos, dirigidos hacia un túnel y que allí les espera un ser lumi­
noso, y que sienten mucha paz. Otros también ven una panorámica
rápida de escenas de su vida. La mayoría de estas personas que
tienen este tipo de experiencias, como también las que hacen viajes
astrales durante el sueño de manera consciente, dicen no tener ya
nunca más miedo a la muerte, pues se han visto fuera de su cuerpo,
saben que no sólo son su cuerpo, saben que su conciencia sigue
intacta aunque no estén en su cuerpo.
Bueno, pues ese ser luminoso que ven y que ellos lo describen
como si fuera Dios, en realidad no es así, sino que es un deva de
categoría muy elevada, mandado por uno de “Los 4 Señores del
Karma”, más concretamente “el Señor o Angel de la Muerte”, y
que es el encargado de cortar el cordón de plata, hilo sutilísimo y
brillante que conecta al cuerpo físico con los demás cuerpos.
Por la noche, cuando dormimos (y el sueño es como la hermana
menor de la muerte), nuestros cuerpos sutiles se separan del cuerpo
físico, lo que llamamos viaje astral como hemos dicho antes, y
pasamos al plano astral en donde vivimos toda una serie de expe­
riencias, que luego recordamos como sueños, pero el cordón de
plata está intacto, no se rompe. Sólo se rompe en el proceso de la
muerte cuando el alma da la orden de retirada del cuerpo. Antes
de producirse la rotura del cordón de plata, se realiza lo que se llama
“recapitulación”, que es la visión rápida de todo lo que hemos
vivido pero de atrás hacia delante, para poder entender mejor, ante

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Los 12 Pétalos de Colores

un efecto, la causa que lo originó. Pero esta visión es como de una


película que no fuera con nosotros, pues aquí no sentimos nada de
lo vivido, sólo lo vemos.
Cuando el cordón de plata ha sido roto ya es imposible volver a
la vida, en los casos de muerte clínica que vuelven al cuerpo es
porque no se ha producido la rotura del cordón. Con la rotura del
cordón, el etérico (que es lo que proporcionaba la vida al físico,
gracias al prana, la vitalidad), se separa definitivamente del físico.
Esta salida hace que el físico pese menos, a lo que los médicos han
llamado como el peso del alma, pero no es tal, sólo es el desprendi­
miento de la parte sutil de nuestro físico; el etérico. Aquí empieza
el cuerpo físico el proceso de desintegración. También las luces que
dicen ver algunos en los cementerios son los cuerpos etéricos en
proceso de desintegración.
Se aconseja la cremación, pues así los cuerpos sutiles se
despegan antes del físico, al no haber ya cuerpo por donde mero­
dear, y también por que es menos contaminante para el planeta.
Esta parte etérica que ahora está fuera del físico, sigue estando
interpenetrada por el cuerpo astral, el mental, el alma con sus tres
cuerpos; manásico, búdhico y átmico y el espíritu.
Entonces, esta parte etérica tarda aproximadamente 3 días y medio
en desintegrarse en el plano etérico de la Tierra. El tiempo de desin­
tegración de los cuerpos sutiles va a depender de la evolución de la
conciencia, a más evolución menos tiempo en disolverse. Los cuerpos
que se van a desintegrar o desaparecer son los de la personalidad que
es lo único que muere o que cambiamos en cada vida, estos son como
ya sabemos: el físico y los sutiles: el etérico, el astral y el mental.
Sólo van a permanecer de ellos lo que se llama los “átomos
permanentes”. Hay un átomo permanente físico, otro astral y otro
mental que es donde se archiva, la memoria por así decirlo, de todo
lo vivido en ese cuerpo, y son los átomos a partir de los cuales se
construirán los nuevos cuerpos. El alma y el espíritu permanecen, no
cambian aunque el alma también llega un punto en que se funde

144
Capítulo 7. La Polaridad: La Vida y la Muerte

con el espíritu. Lo que verdaderamente siempre “es”, es nuestro espí­


ritu o mónada, es lo inmutable en nosotros, el Dios en nosotros.
En este proceso del alma de desprenderse de la personalidad o
cuerpos inferiores, luego de separarse el etérico del físico, dejamos
también el etérico, y el cuerpo astral o de nuestras emociones, ya
separado del etérico, comienza el proceso de recapitulación de todo
lo que a nivel emocional hemos hecho y nos han hecho en la vida.
Ahora sí se vive con toda la emoción y el sufrimiento. Si hemos
hecho daño a alguien vamos a sentir el dolor que le causamos, esto es
lo que se llamaría el purgatorio o mal llamado infierno. Se encuentra
en el Is subplano del plano astral, que es donde también en los
sueños, vivimos las pesadillas. Recordemos que todos los planos y los
cuerpos están a su vez subdivididos en 7 subplanos y 7 subcuerpos.
También sentimos la felicidad que hemos proporcionado.
Una vez revivido todo, (como vemos nadie nos juzga, sólo
nosotros), pasamos a los subplanos superiores del plano astral, en
donde deseamos y vivimos todo lo que no pudimos vivir mientras
estábamos encarnados. Aquí se pasa mucho tiempo, décadas o
siglos, y es donde están la mayoría de los desencarnados. También
aquí nos juntamos con los que conocemos o son afines a nosotros y
hacemos grandes trabajos según el nivel de conciencia de cada uno.
Hay universidades, hospitales, guarderías..., el plano astral es
un reflejo de lo que hay aquí en este plano físico, es una copia. Es
el plano donde vamos también cuando dormimos y por ello se
puede dar alguna comunicación con algún familiar o amigo falle­
cido recientemente, durante los sueños. Pero no hemos de buscar
ni pedir la comunicación con ellos, pues si no, los atraemos a estos
subplanos y no pueden despegar tan fácilmente, se aferran, se
apegan a lo que conocieron, vivieron y ellos tienen que volar.
Este plano es muy engañoso y muchos creen en sueños, o desen­
carnados, encontrarse con grandes maestros de sabiduría, pero no
lo son, allí hay muchos seudo maestros, santos, dioses y todo lo que
nuestra imaginación y la de la humanidad ha creado. También hay

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Los 12 Pétalos de Colores

muchos seres horribles en el primer subplano o infierno como le


han denominado a este subplano astral. Pero nada es auténtica­
mente real, en realidad es una copia, y hemos de desear despe­
garnos del cuerpo astral y pasar cuanto antes al plano mental.
Va a depender también de nuestra evolución el tiempo que
pasemos en este plano astral hasta que nuestra conciencia se
desapegue y pase al plano mental. El cuerpo astral que dejamos,
queda sin nuestra conciencia, y comienza a desintegrarse en el
plano astral. Esto es llamado el “cascaron astral”, y es lo que aparece
en las sesiones espiritistas. Contiene la información del ser que
habitó en el, pero allí no esta la conciencia, está vacío, la
conciencia está ya en el cuerpo mental. Allí también, en el cuerpo
mental, se va a producir una recapitulación de los pensamientos
que hemos tenido durante toda esa vida y luego la conciencia pasa
a los subplanos superiores del mental, llamado “Devachán” o
“Reino de los Cielos”. Allí se vive la dicha completa y hay un
olvido absoluto de todo dolor de la vida pasada. Este es el plano del
alma, donde ella “se desnuda ya de todo vestido” y permanece en
su plano, donde va a elaborar el plan para la nueva vida.
Mientras se ha ido desprendiendo de todos los cuerpos, todo el
proceso que hemos desarrollado, el alma ha ido reabsorbiendo “los
átomos permanentes”, con los que construirá sus nuevos vestidos
en una nueva encarnación.
Cuando el alma siente que ha de volver a encarnar, (pueden
pasar décadas o siglos)...; “siente la llamada”, elige, con ayuda de
los “Angeles del Karma”, su nuevo destino; “la parte del karma que
quiere liberar o redimir en la próxima encarnación”, y elige a los
padres, pero es el alma la que dirige también este proceso.
Construirá el cuerpo físico con la ayuda de los padres, también
gracias al elemental constructor y la información del átomo perma­
nente físico, el cuerpo astral con la información del átomo perma­
nente astral, el elemental constructor y materia del plano astral, y
el cuerpo mental con la información del átomo permanente

146
Capítulo 7. La Polaridad: La Vida y la Muerte

mental, el elemental constructor y materia del plano mental.


Los átomos permanentes son como las semillas o la programa­
ción de un ordenador, “las verdaderas piedras de construcción”,
pues contienen todo el aprendizaje y las experiencias de todas las
encarnaciones, es “allí donde nos quedamos en la última encarna­
ción, el nivel de conciencia que logramos”.
Los elementales constructores son “devas” que construyen,
supervisan y cuidan los cuerpos de la personalidad durante la encar­
nación, e intervienen también en el proceso de la desintegración
de los cuerpos cada uno en su plano:
- El cuerpo físico se desintegra en el plano físico de la Tierra (y
ya hemos visto que la cremación libera más rápidamente los
átomos),
- el cuerpo astral se desintegra en el plano astral de la Tierra,
- y el cuerpo mental se desintegra en el plano mental de la
Tierra.
El alma es pues también, la que dirige el proceso de encarnación
o de nacimiento. Ahora, el alma, se va revistiendo de los cuerpos
sutiles: primero el mental, luego el astral, luego el etérico y por
último el cuerpo físico, proceso inverso a cuando desencarnamos.
Luego estos cuerpos ya creados por el alma, tienen que ir poco a
poco encarnándose, expresándose en la materia.
Se dice que el alma se une al cuerpo del niño que va dentro de
la madre hacia el tercer mes de gestación, momento en el cual la
madre siente al niño y su movimiento. A partir del nacimiento, es
cuando verdaderamente el alma toma anclaje; “encarna” en el
nuevo cuerpo físico y así comienza el proceso de encarnación de los
cuerpos sutiles en el niño, proceso que se va a dar aproximada­
mente cada 7 años.
Así tenemos que más o menos a los 7 años de edad el etérico
está completamente encarnado en el niño, el cual comienza a
sentirse a sí mismo como un ser separado de los demás y habrá un
despegue de la madre... comienza la individualidad, el hacer

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Los 12 Pétalos de Colores

amiguitos, el conocimiento infantil de nuestro sexo, pues comienza


a anclar el cuerpo astral.
A los 14 años ya tenemos totalmente encarnado el cuerpo astral,
de ahí la dificultad de la adolescencia, pues sobre los 12 años hay
una precipitación kármica astral. Es nuestra herencia kármica
emocional, todo el bagaje y aprendizaje emocional que hemos ido
acumulando a través de las encarnaciones es lo que va a determinar
nuestro carácter y el equilibrio emocional, según lo hallamos traba­
jado o no en otras vidas. Es una etapa difícil en todo ser humano,
pues todavía no está del todo presente un cuerpo mental que super­
vise y controle las emociones, y ello también va a depender del equi­
librio que kármicamente nos corresponda que tengamos o no
mentalmente, según lo hayamos trabajado en otras encarnaciones.
A los 21 está totalmente encarnado el cuerpo mental. Así
tenemos nuestros vehículos a punto para desarrollarnos en la vida
y aprovechar esta nueva encarnación.
¿Cómo utilizaremos nuestros vehículos? ¿Los dejaremos mejor
que nos los hemos encontrado? ¿Haremos algún trabajo de
limpieza, de equilibrio, de aprendizaje, de cambio? Esperamos y
deseamos que tomemos verdadera conciencia de la importancia
que tiene para cada uno de nosotros la resolución de todas estas
preguntas.
Todo es energía, todo está en movimiento, todo tiene vida. Hay
una vida que hace que se descompongan los cuerpos,“una inteli­
gencia”, como hay una vida que hace que se cohesionen los
átomos. Son los dos movimientos de la Creación.
Ahora podemos intentar vivir más plenamente al haber
ampliado nuestra conciencia con este Conocimiento Supremo de
la vida y de la muerte que nos han transmitido seres evolucionados,
Maestros que pueden ver todo este proceso que hemos descrito.
Quizás podamos ahora superar un poco más el miedo a la vida y
sobre todo el miedo a la muerte, pues ahora tenemos una mayor
comprensión de qué es la muerte y podemos prepararnos un poco

148
Capítulo 7. La Polaridad: La Vida y la Muerte

mejor para ello. Pero a la comprensión le hace falta el sentimiento


de que todo ello es así, “el vivirlo”, no sólo saberlo sino “sentirlo”.
Esto es algo que ya nadie nos lo va a poder dar por mucho que nos
desee ayudar, esto es algo que sólo vamos a poder conseguir
nosotros, con nuestro trabajo de atención a la vida, nuestra refle­
xión, nuestra meditación sobre nosotros, la vida, la muerte, y el
porqué y el para qué estamos aquí.
Decían los filósofos de la antigüedad que debíamos vivir todos
los días como si fuera el último, pues ese día así cobraba un valor,
una calidad, una intensidad, una profundidad y un amor hacia todo
y hacia todos, alcanzando así una dimensión sagrada, “que és la que
siempre y en todo momento deberíamos vivir”.
Y una última reflexión; la vida y la muerte aquí en este plano,
en realidad no existen, “La vida es sueño”, como decía Calderon de
la Barca. Este es un mundo de Maya, de ilusión, como dicen los
hinduistas. Algo que es y luego deja de ser, como nuestro cuerpo
físico y demás cuerpos que cambiamos, en realidad no “es”, por que
lo que es verdadero, siempre “es”, no puede dejar de existir.
Eso es lo que nos quiso transmitir otro discípulo de los misterios,
Willam Shakespeare con su; “Ser o no ser, esa es la cuestión”. Lo que
verdaderamente somos, nuestro ser, el espíritu, nunca deja de
existir, es como dice la Biblia; “Nuestro tesoro en los cielos”, aquello
que nunca puede ser atacado, robado, mancillado, aquello a lo que
la muerte no alcanza, aquello que es inmortal.
¿Dónde ponemos nuestro corazón? Pues allí donde pongas tu corazón
allí estará tu tesoro.
¡Que la luz nos proteja siempre y nos acerque al reino de la
inmutabilidad!

¡Que así sea!

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Los 12 Pétalos de Colores

¡No conoce la Muerte, el que no conoce la Vida,


y no conoce la verdadera Vida, el que no conoce la
Muerte!

¡Nacemos para morir y morimos para nacer,


nacemos en la luz para morir en las tinieblas!

We, cuenta un cuenta ...

Los Ángeles de la Vida


Una humilde mujer lloraba desconsolada la muerte de su hijo. Tal era su
desesperación que pidió ayuda a los “Angeles de la Vida” para que lo
dejaran volver.
Esplendorosos y brillantes cual seres que rigen la “Ley universal”, al
comprobar como la ilusoria tristeza había conquistado el corazón de tan
gran ser, se apiadaron de ella y le cantaron al oído:

— ¡Tú que eres tan bella como las rosas!, ¿de que te apenas? Pues...
¿No sabes que lo que crees muerte no es tal?
Escucha, busca en todos los rincones del mundo...
Allí donde haya un ser que no sufra la muerte de un ser querido
Y entonces... te será devuelto tu hijo.

150
Capítulo 7. La Polaridad: La Vida y la Muerte

Caminó por el mundo años y años. Tras las puertas que llamaba
deseaba encontrar la felicidad... Pero en todas las casas habían penas y
seres que llorar. Toda la Tierra recorrió y ya anciana y cansada de
buscar... comprendió.
Entonces los “Ángeles de la Vida” se le presentaron y ella humilde­
mente pero con esa alegría interna, única felicidad verdadera que sólo
proporciona el conocimiento de las causas de todo el existir humano,
les dijo:

— He buscado y he encontrado,
no fuera lo hallé sino dentro de mí,
al ser que no sufre la muerte.
Devuelto me ha sido mi hijo,
al conocer la Rueda Ilusoria de la Vida y de la Muerte,
unida a él estoy,
pues la Muerte sólo es un Sueño Largo,
detrás del cual viene un Nuevo Día.

Los “Ángeles de la Vida” se unieron a la luz de donde procedían,


contentos, pues en la gran oscuridad de la Tierra;

¡Un nuevo ser había iluminado su alma!

151
En una misma línea, vemos en un extremo lo opuesto del otro. Pero
los opuestos quedan unidos en la línea, es en el centro donde se
confunden y se mezclan; “el positivo y el negativo”. Los opuestos,
entran en lucha y se funden los fusibles, porque siendo lo mismo,
tienen una polaridad distinta.
Vemos que en la misma línea, los polos tienen recorridos distintos
del centro a su extremo correspondiente: ¿Cómo sabría el bien lo que
es el mal si este no existiera? ¿Cómo sabría el mal lo que es el bien si
este no existiera? Esto es algo que tenemos la obligación de meditar.
Las polaridades están para mostrarnos formas de manifestación.
Que conozcamos estas formas no significa que las seamos,
tenemos que saber al menos lo que “no somos” en realidad. Cono­
ciendo una polaridad corremos el riesgo de magnetizarnos de ella
como un imán. Si no aprendemos por el camino de la vida, podemos
quedar imantados de muchas formas que no somos en realidad. Y así
aprendemos el arte de vivir. Por una misteriosa ley de la evolución,
estas polaridades forman una línea que las une. Son opuestas y de un
punto a otro, se forma un misterioso camino que andamos todos.
Para andar seguro y firme el camino del Amor, tienes que conocer
el opuesto, haber andado en él, y limpiarte en el Amor las adheren­
cias de su opuesto. Si no lo conoces en su totalidad, ¿como estarás
seguro de que no quieres ser él?.
Ese camino turbio y oscuro que petrifica nuestro corazón, nos
conduce a una sin razón, hasta el Alma nos pesa como si fuera carbón.
Este es el momento de vibrar en la luz de la alquimia y transmutar

153
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Los 12 Pétalos de Colores

el carbón en “ser de luz”. No dudes: “ser lo que eres” no cuesta


tanto, tan solo tienes que permitirte ser lo que eres en realidad: Luz,
Amor, esa es nuestra autentica polaridad, trabajando en Unidad.
“Mujer-hombre”, distintos con un mismo camino, ¿puede la mujer
andar un camino distinto del hombre, o el hombre andar un camino
distinto que la mujer? Si andamos caminos distintos unos de otros, o
manipulamos a otros, nos manipulamos a nosotros mismos. Lo que
hagas a otro ser, te lo estas haciendo a ti.
El enfoque está en lo que haces; ¡lo haces tú!, nadie más y esta
acción marca tu destino. Con esta acción te relacionas con la biodi-
versidad, y ¡todos estamos interrelacionados! Tu acción va a generar
una causa. Además esta acción te posiciona a ti en una polaridad, que
por repetición de tus futuros actos se hará mas presente.
Con el paso del tiempo formarás parte de la polaridad que tú has
elegido. Tus acciones se verán influenciadas por una polaridad
marcada, por las acciones sobre “la vida de tu pasado”.
En mi caso, si hago daño a una mujer es porque hay un conflicto,
en mí, con mi parte femenina; con la mujer. Si no hay conflicto con
la mujer, amaré como pareja a la mujer que comparte su vida con la
mía. Esto es un acto de amor y no de sexo, “es algo más grande y tras­
cendente que el sexo”, y con el resto de mujeres, tendré una relación,
cordial y muy respetuosa.
Muerte y vida; otra polaridad a entender y a aceptar. Hay unas
cuantas leyes evolutivas que son inamovibles, porque pertenecen al
movimiento de evolución del universo y ello escapa a nuestra razón.
Si hay conflicto en esta polaridad, el ser humano sufre mucho.
Cuando no se aceptan las leyes que son tan rotundas y simples a la
vez, nos conducimos al sufrimiento. En el momento que no las
aceptas empiezas a morir hasta que las aceptas. Se muere porque no
se está en el estado de paz y amor.
¿Debemos perder el estado de amor y de paz porque nos deja un
ser querido? ¿Podemos vivir en la fusión de que lo que un día fué en
algún lugar debe de existir? ¿Lloramos por él o por sentirnos solos?

154
Capítulo 7. La Polaridad: La Vida y la Muerte

Lo que nos duele debemos de meditarlo, con el fin de aprender a


andar. Es fácil si amando aprendemos a dar,
Así encontramos el secreto de la palabra “Amar”.

“Hay dos maneras de vivir su vida: una como si nada


es un milagro, la otra es como si todo es un milagro”.
Albert Einstein

“Si tu intención es describir la verdad, hazlo con senci­


llez, y la elegancia déjasela al sastre”. Albert Einstein

“Lo que importa es cuanto amor ponemos en lo que


realizamos”. Teresa de Calcuta

155
Capítulo 8

¿Existe un plan para la


humanidad?
¿Podemos vencer la Rueda
de Samsara?
Capítulo 8-A

Cada ser humano nace en un país determinado y por ello recibimos


una educación y cultura propia de ese país. De esta manera vamos
creciendo y esta educación va a formar parte de nuestro carácter, de
nuestra forma de ser y de ver la vida. Y así estamos condicionados, no
somos tan libres pensadores como nos creemos. Si hubiéramos nacido
por ejemplo en la India, lo más probable es que no nos cuestionáramos
si existe o no la reencarnación, para ellos es un hecho natural, no cues­
tionable, pues la religión Hinduista y Budista así lo transmiten.
La mayoría de nosotros hemos sido educados en la religión cató­
lica Cristiana, que como sabemos hoy en día no acepta la reencar­
nación, pero en sus primeros siglos sí transmitía esta enseñanza de
la reencarnación, pues así lo enseñó el Maestro Jesús a sus discí­
pulos. Más tarde en el Concilio de Nicea en el siglo IV y en el de
Constantinopla en el siglo VI, los teólogos pensaron que debían de
suprimir esta enseñanza y así lo hicieron. Con ello marcaron una
forma de pensamiento. ¿Nos damos cuenta cómo somos marionetas
y se puede controlar la forma de pensar de las masas?
Afortunadamente y gracias también a las radiaciones de los
nuevos tiempos por la entrada en la Era de Acuario, los seres humanos
cada vez somos menos influenciables, tenemos ideas propias, comen­
zamos a pensar por nosotros mismos, en una palabra: somos más libres.
Tal es así que cada uno de acuerdo a su reflexión y meditación
sobre las cosas adoptará las ideas, opiniones, e ideologías que
estén más afines a su forma de pensamiento, no a algo impuesto
desde el exterior.

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Los 12 Pétalos de Colores

Jesús, como Buda, y como Krishna, enseñaban la “doctrina de


la reencarnación”, así como muchos otros maestros y discípulos
que bebían y beben de la “fuente” de esta enseñanza milenaria y
universal. Cuando un “avatara” o maestro trae un nuevo mensaje
de liberación para la humanidad, se funda una religión. Al poco la
verdad derramada se adultera y mancilla al entrar en contacto con
los seres humanos, pues estos al estar dirigidos todavía por el
egoísmo, alimentan toda clase de luchas, divisiones, antagonismos
y tergiversan un mensaje que les había sido entregado para la
unidad, para aprender a amar.
Es una “Bendición” saber y sentir en nuestro interior, que hay
unos seres elevados, de una gran evolución, que están cuidando el
avance espiritual de la humanidad, “no estamos dejados de la
mano”. Periódicamente encarnan en la humanidad para darnos un
nuevo impulso evolutivo, para que pueda ser realizado: “el plan de
la Humanidad”.
Y ¿en qué consiste ese plan? Todos tenemos una misión; hemos
de volver a unirnos con nuestro espíritu, a través del amor, la inte­
ligencia y la voluntad divinas. Para ello el espíritu se va materiali­
zando, tomando formas hasta llegar a la forma humana, como
vimos en el tema de los reinos. Este cuarto reino es el puente, el
nexo de unión entre el espíritu y la materia, a través de la adqui­
sición de la mente. Antes es imposible esta unión, un animal no
puede todavía unificarse a su mónada o espíritu, pues todavía no es
un ser individualizado, aún no posee el “ancla” en donde pueda
fijarse el espíritu. Esta ancla es nuestra alma.
La conciencia de los animales es una conciencia no individua­
lizada pues está unida a un alma grupal. Ya vimos que el ser humano
hace aproximadamente 18.500.000 años que se individualizó y co­
menzó a crear su cuerpo de alma gracias a un nuevo rudimento en
su cuerpo: la mente, obsequio de los Dioses o “Dyanis de fuego”, los
cuales proporcionaron al ser humano animalizado de aquel
entonces la “Chispa Manásica” o Mental.

160
Capítulo 8. La Reencarnación

A partir de entonces y tras un proceso de sucesivas encarna­


ciones, el ser humano debía de alimentar y hacer crecer su cuerpo
de alma a través de experiencias ricas en: Buena Voluntad, Inte­
ligencia, Amor, Armonía en la Creatividad, Investigación, Devo­
ción y Magia Espiritual, con ayuda de los 7 Rayos o energías de
nuestro Sistema Solar.
Pero el ser humano se enamoró de la materia, tal como en el
“Mito de Narciso”, se enamoró este de su belleza y al igual que él se
ahogó en las aguas y en su recuerdo quedó la flor del Narciso.
También el ser humano se perdió en el laberinto de todas las encar­
naciones y en el fondo de nosotros como recuerdo de ese mundo
espiritual al que pertenecemos y al cual hemos de volver, nos habla
“la voz de nuestra conciencia”, nuestra alma, esa voz insonora
que se abre al abrigo y calor del amor, en nuestro corazón, y que
sabe que somos eternos y que hemos de realizar nuestra misión.
Cuando nosotros a través de sucesivas encarnaciones, hemos ido
engrosando en nuestra alma todo tipo de experiencias místicas y
espirituales, y cuando por nuestro trabajo interior hemos ido silen­
ciando y reduciendo nuestro ego inferior, en esa “muerte mística del
yo”, podemos entonces contactar con nuestra alma, seguir sus
mandatos de luz y de amor, y entonces el alma puede ser puente,
“ancla” para que el espíritu pueda expresarse en la materia. Esto es lo
que Buda denominó como “el sendero del medio a través del cual se
llega a la liberación y se trasciende la rueda de las reencarnaciones o
la rueda de Samsara”. Una vez el alma se ha individualizado, es decir
ha ingresado en el reino humano “no puede” reencarnar en el reino
animal, esta es una tergiversación de la sabiduría Sagrada.
¿Cómo podemos nosotros llegar a saber que existe la reencarna­
ción si nuestra certeza o fe es todavía un poco débil y no sentimos
todavía este conocimiento con claridad en nuestro interior? y
¿vamos a dejar que las circunstancias dolorosas y aparentemente
injustas de nuestra vida minen, y hagan menguar nuestra fe y espe­
ranza en lo espiritual?

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Los 12 Pétalos de Colores

Cada uno de nosotros deberá trabajar en estas preguntas y sólo


a cada uno de nosotros nos corresponde encontrar las respuestas.
Los iniciados o Maestros de sabiduría, seres altamente evolucio­
nados del 5S Reino, el que le sigue al humano, tienen acceso a todas
sus encarnaciones pasadas en su evolución en el Reino humano.
También pueden acceder a los registros akásicos, o la memoria plane­
taria, en donde está archivada toda la historia de la humanidad desde
sus comienzos, todas las series de encarnaciones unas tras otras.
También aquí a través de la regresión hipnótica, se ha podido
constatar la realidad de la reencarnación. En nuestro subconsciente
está toda la información de todas las vidas pasadas grabadas en los
átomos permanentes. La persona hipnotizada puede acceder a estas
regiones y relatar experiencias de vidas pasadas que en algunos casos
se ha podido constatar la veracidad de nombres y direcciones.
También pueden hablar dialectos y lenguas perdidas en el tiempo y
que por supuesto en estado de consciencia desconocen. Si queremos
documentación al respecto, podemos leer libros como los del psicó­
logo Brian Weiss por ejemplo: “Muchas vidas, muchos maestros” y otros
suyos, o “Nuevos descubrimientos sobre la Reencarnación” de la doctora
Gina Germinara o “De vidas anteriores” de Patrick Drouolt u otros.
Hoy tenemos la suerte de que hay mucho editado y aquel que de
verdad quiera saber sobre esta enseñanza esotérica o profunda, sólo
tiene que buscar, hacer ese esfuerzo y trabajo, y por supuesto, tener
discernimiento para separar la paja de lo real... Afortunadamente
pasaron los tiempos del oscurantismo donde todo este conoci­
miento debía estudiarse de manera clandestina a riesgo de ser
condenado por herej ía a la hoguera.
Decir también que los Maestros desaconsejan la practica de las
regresiones e hipnosis, pues nuestro avance debe ser realizado
siempre de manera consciente, y estas practicas pueden producir
verdaderos desajustes psicológicos.
También decir que es una “causalidad” que haya un velo que
oculte y nos haga olvidar nuestras vidas pasadas. La sabia naturaleza

162
Capítulo 8. La Reencarnación

nos aporta un nuevo equipo cerebral en cada encarnación y con ello


una nueva memoria, lo cual es una bendición, pues tenemos tantas
causas kármicas por resolver con los seres que la vida nos pone alre­
dedor, que sería un verdadero infierno saber lo que hemos y nos han
hecho, sin tener una elevada evolución de conciencia.

Y ahora citaremos unas estancias del “Bhagavad Guita” Libro


Sagrado Oriental, en donde hace mención a esta enseñanza tan
antigua de la humanidad:
“Recuerda, ¡Oh príncipe!, esta verdad: el hombre real no nace ni
muere. Siempre ha sido y seguirá siendo eternamente. El cuerpo puede
morir y ser muerto, más el Espíritu que mora en el cuerpo no puede morir.
Así pues, ¿cómo creer que quien sabe que el verdadero hombre es
eterno e indestructible, caiga en la ilusión de suponer que pueda matar,
matarse o ser muerto? A la manera como el hombre abandona las ropas
viejas para vestir las nuevas, abandona el morador el cuerpo, el cuerpo
viejo, y encarna en otro nuevo para él preparado. Ningún arma puede
herirlo, ni el fuego quemarlo, ni el agua humedecerlo, ni el viento
secarlo, por que es invulnerable, incombustible, impermeable, eterno e
inmutable. En una palabra: es real.”

Citaremos ahora unas palabras del “Evangelio de Buda” de Paul


Cams, en donde también encontramos la enseñanza de la reencar­
nación:
“Todo es pasajero, nada dura. Es nacimiento y muerte, desarrollo y
perecimiento, combinación y disolución.
¿No hay nada permanente en el mundo? En la inquietud universal
¿No hay lugar de reposo donde nuestro agitado corazón pueda encontrar
la paz? ¿No hay nada eterno?
¿Nunca cesará la angustia? ¿No se extinguirán los ardorosos deseos?
¿Cuándo podrá estar el espíritu tranquilo y en calma?
El Buda, Nuestro Señor, se ha afligido por los males de la vida. Ha
visto la vanidad de la dicha del mundo y ha buscado la salvación en algo

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Los 12 Pétalos de Colores

que no se marchita, que no perece y que siempre permanece.


Los que aspiráis a la vida, sabed que la inmortalidad se oculta en la
calidad del ser perecedero. Los que deseáis una dicha libre de gérmenes
de la inquietud o el disgusto, seguid los consejos del Gran Maestro y
llevad una vida de rectitud. Los que deseáis ávidamente estas riquezas,
venid y recibiréis los Tesoros Eternos.
La Verdad es eterna; no conoce ni nacimiento ni muerte; no tiene
comienzo ni fin. Llamad a la Verdad ¡Oh mortales! Que la Verdad tome
posesión de vuestras Almas”.
“¿No veis a vuestro alrededor el efecto del karma? ¿Qué es lo que
hace que los hombres sean diferentes en carácter, posición, riquezas y
destino? Su karma; y el karma comprende el mérito y el desmereci­
miento. La transmigración del alma depende del karma. Heredamos los
malos efectos de nuestras malas obras en anteriores existencias, y los
buenos de nuestros actos virtuosos. Si no fuera así, ¿cómo podría haber
diferencias entre nosotros?”

Y en la Biblia también quedan vestigios de esta enseñanza de la


reencarnación:
“No os engañéis, de Dios nadie se burla; lo que un hombre sembrare,
eso también cosechará”.
También hace referencia a que Juan el Bautista es la encarna­
ción de Elias, cuando dice en Malaquías que: “Elias regresaría. Elias
mandó degollar a profetas de Baal, Juan el bautista reencarnación de
Elias fue decapitado”.
En otro momento nos relata ante la visión de un anciano “ciego
de nacimiento”, una pregunta de los discípulos a su Maestro Jesús,
que sin la creencia de la reencarnación no tiene sentido: “¿quién
pecó él o sus padres? y contesta Jesús: Ni él ni sus padres, sino para que
se cumplan las obras de Dios”.
En el “Libro de la Sabiduría” de Salomón dice este de sí: Yo fui
un niño de aguda viveza y tuve un espíritu bueno. En verdad, por ser
bueno, vine a un cuerpo inmaculado...

164
Capítulo 8. La Reencarnación

Ya vimos en el tema pasado como el alma para encarnar, reves­


tirse de carne, crea sus cuerpos materiales: físico, astral y mental,
con ayuda de los átomos permanentes y materia correspondiente de
cada plano y con ayuda de los padres. También los “Señores del
karma” o “Angeles del destino”, y su séquito de devas o ángeles que
ayudan en la construcción de los nuevos cuerpos.
Y así se da otra vuelta a la Rueda de Samsara, otra oportunidad
para deshacer todo lo que tenga que ser deshecho, para equilibrar todo
lo que tenga que ser equilibrado, gracias a esta ley que en verdad es de
amor llamada “karma”, que nos posibilita aprender de nuestros
errores, corregirnos y desarrollar todo nuestro potencial de amar.
Pero en nosotros está la posibilidad de liberarnos de esta rueda,
sólo nosotros podemos liberarnos de nuestras cadenas como en el
“Mito de la Caverna” de Platón, y salir por fin de la caverna e ir
hacia la Luz. Como Hércules, hemos de liberar a nuestro Prometeo
de la roca en la que está encadenado, liberarnos del cuervo que una
y otra vez come el hígado que siempre vuelve a brotar, símbolo de
las encarnaciones.
¿Terminará alguna vez Penélope de tejer y destejer, (símbolo de
la reencarnación), el hilo de la rueca en la espera del encuentro
con Ulises, símbolo de la unión del alma con el espíritu?
Como vemos en la Mitología también tenemos muchas referen­
cias sobre la reencarnación, pues esta enseñanza nunca a estado
perdida, siempre ha habido seres que se han ocupado de transmi­
tirla a todos aquellos que ya estaban preparados para ello.
Que nuestra alma pueda ser liberada de la Rueda de Samsara.

¡Que así sea!

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Los 12 Pétalos de Colores

Esperamos y rogamos
que nuestra conciencia pueda ser,
cada vez más iluminada,
por la radiante luz del sol,
la radiante luz de la verdad.

Y que mantengamos la atención


para que nuestras lámparas internas
no puedan ser nunca apagadas,
ante el soplo
de cualquier viento
inesperado de la vida.

Suisui
En un reino muy lejano vivía una princesita junto a su padre, el Rey
Suisui, la princesita, era completamente feliz. Una dicha y alegría infi­
nita y eterna albergaba en su corazón y en todos los rincones de aquel
tan grandioso y singular reino dorado y brillante. El camino de Suisui era
recto, apacible, sin altos ni bajos; era el camino del Amor.
Pero un día llegó a un cruce de caminos. Podía seguir recto o tomar
una pequeña senda...
Su padre el Rey, le aconsejó:
— Hija mía, tu eres libre y debes tomar tu decisión, mas te digo que
por el camino recto nunca te perderás y eternamente la dicha y el

166
Capítulo 8. La Reencarnación

amor tendrás. Mas si tomas el otro camino, el camino de los obstá­


culos invisibles, grandes sufrimientos y la más completa oscuridad
albergará tu Alma.
Suisui iba a seguir los consejos de su padre, el Rey, cuando una malé­
vola voz surgió de su pensamiento:
— ¡Tal vez la pequeña senda esté llena de sorpresas y bellezas
emocionantes, tal vez haya otro reino igual o mejor que este!
¡Deberías investigarlo, puede ser muy divertido! —
Suisui erró entonces en su decisión y tomó la pequeña senda
desviada. Inmediatamente sintió como si no pudiera respirar, mas un
gran cansancio se apoderó de su Alma hasta que quedó profundamente
dormida en un sueño aletargado y milenario del que tardaría
mucho...mucho en despertar o quizá nunca. Y asíSuisui, dejó de estar
viva aunque no estaba muerta.
Grande fue el pesar del Rey, mas queriéndole ayudar para que algún
día pudiera regresar, si así lo deseaba, libremente de nuevo a su Reino,
le incrustó en su corazón un minúsculo Diamante de su Vestido para que
pudiera recordar la Grandeza y Majestuosa Belleza del Dorado y
Brillante Reino del cual procedía y era su Origen.
¡Ese sería el único punto de contacto con su padre, el Rey, como un
receptor-transmisor de mensajes! ¡Pero sólo cuando encontrara el
silencio interior podría hablar con él!
Mas terrible fue el problema pues la princesita Suisui tomó por realidad
sus sueños. Algunas veces se veía a sí misma como bailarina, otras como
un poeta, otras como una reina, otras como una buena sirvienta, otras
como un entrañable maestro de escuela, otras como una envidiosa corte­
sana, otras simplemente como una sencilla mujer de su hogar.
Así Suisui, en su sueño, vivió miles de aventuras y experiencias,
llenas a momentos de alegría y otros de inmenso dolor, pues cuando más
ilusión ponía en su vida, de golpe sin saber como ni por qué, tropezaba
con una piedra invisible que le hacía caer y le producía grandes pesares
y sufrimientos. Cuantas más cosas se proponía, cuanta más ilusión
tenía, más piedras invisibles se encontraba en su camino y le producían

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Los 12 Pétalos de Colores

una dolorosa caída.


Entonces ella más se aferraba a su deseo de vivir en su sueño y
sacaba nuevas fuerzas para seguir luchando, siempre luchando...
...¡Pobre Suisui, deten tu camino, para de soñar!
Un día, estando ella viviendo en su sueño la condición de Sofhía, una
sencilla y humilde mujer conocedora del dolor y del sufrimiento por las
muchas piedras invisibles con las que había tropezado, piedras de desen­
gaños, desamor, enfermedad, muerte... dejó por fin la ilusión y las ganas
de luchar a toda costa contra algo que desconocía, que era invisible y
sentía inconmensurable. Entonces se sentó y en un nuevo silencio desco­
nocido hasta entonces para ella, comenzó a meditar el porqué de todo,
su origen, su finalidad.
Sólo entonces, a través del Gran Silencio, el pequeño diamante de su
corazón, que había estado olvidado durante un tiempo casi eterno, por fin
pudo brillar y resplandecer con su bello color dorado, con la misma inten­
sidad que el Maravilloso Reino del cual procedía y una voz se dejó oír:
— ¡Tu vida no es la verdadera vida, tu vida es sólo un sueño del que
debes despertar!, ¡Sofhía duerme en el silencio para que por fin la
princesita Suisui pueda despertar!.
Poco a poco, gracias al silencio de Sofhía, la princesita Suisui, pudo
contactar nuevamente con su Padre, y así fue despertándose de su
aletargado sueño, hasta que por fin se levantó, dio media vuelta y
comenzó a caminar hacia su padre, el Rey
Dentro de la princesita Suisui, vivían como en un recuerdo perdu­
rable y permanente, todas las experiencias vividas en todos los sueños,
sin olvidar una siquiera. Todas ellas le conferían una Sabiduría tal que
Suisui desveló la necesidad de su largo caminar, dentro de un sueño
profundo que su alma necesitó vivenciar.
—Padre, —dijo Suisui — nunca más me alejaré de tu pensamiento.
He comprendido que en todo momento estuviste cerca de mí y me
guiabas, aunque yo, ciega, no podía verte, pues era mi caminar
alejándome de ti, lo que me hacia tropezar, con mis propias piedras
invisibles y dolorosos, por mí creadas y puestas en mi camino por tu

168
Capítulo 8. La Reencarnación

Ley de Amor, para que algún día pudiera despertar. ¡Por tu amor he
vuelto a til ¡Gracias!—
Así fue como pudo salir del oscuro y doloroso camino de los obstá­
culos invisibles y volver al dorado y brillante camino de los hermosos
jardines del inmenso, radiante y feliz reino.

¡Colorín colorado, este cuento hemos contado y esperamos que


alguna moraleja hayamos encontrado!

169
Capítulo 8-B

Reencarnación, palabra clave. La mayoría de inquietudes serias a las


que nos enfrentamos los seres humanos, tienen que ver con la reen­
carnación. Es una de las primeras llaves, que nos abren las puertas de
los llamados “Misterios del Universo”.
Fijémonos bien, le llamo misterio a algo tan evidente y real como el
Universo: ¿qué es lo que lo hace misterioso?, simplemente que es
demasiado grande para ser entendido, por una mente diminuta como la
del ser humano, en estado de evolución. Si aceptamos esta verdad, el
mero hecho da aceptarla nos simplificará mucho la vida, nos aportara
paz, reconociendo que estamos simple y llanamente, aprendiendo.
No te rías, el ser humano da por hecho muchas cosas con gran
realidad, que luego descubre que son espejismos, como cuando se
decía que la Tierra era plana. Si pensamos que después de la muerte
no hay nada, tal vez nos llevemos una sorpresa al pasar a otra dimen­
sión. ¡Si!, este hecho es complicado de entender y a la vez es más
simple, sencillo y evidente, pero sentimos que se escapa de entre los
dedos de la mano como el agua, y a la vez que es un milagro de
alquimia y mágico. “Y así nos va a la humanidad”, al vivir en la igno­
rancia de este conocimiento que nos “hermana”, estamos poniendo
toda la energía de que disponemos en manipularnos unos a otros.
La mente si no se sosiega en los dictados del corazón, nos ata a
la rueda de la reencarnación. Por la manipulación de la mente
hacemos mucho daño a las “Almas” que son de “Dios”. Somos
puntos de Luz del Universo, y el Universo nos devuelve a la Tierra
para aprender a respetar sus leyes, para ser dignos de estar en el

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Los 12 Pétalos de Colores

Amor, que es su máxima expresión. Del amor como lo entiende el ser


humano, al Amor como lo entiende el Universo, hay una distancia de
años luz. Y esto es simplemente evolución, de la cual forma parte la
“reencarnación”. Las leyes del Universo son demasiado “sagradas y
trascendentes” para ser entendidas en una sola reencarnación.
Vemos que una mujer cuando está formando un ser, se le suele
iluminar la cara. Es por el sencillo hecho de que en esos nueve meses,
son dos “Almas en común unión”. Una es la que está en este planeta
y es la madre, otra es la que está invitada a vivir en este planeta.
Cuando vemos un niño, raro es el adulto que de repente no se le
ilumine la cara. Si prestamos atención a la ley psicológica del efecto-
espejo, reconoceremos que la “luz” que vemos en el niño está
también en nosotros, más o menos escondida. Ahí tenemos un
testigo de lo escondida que nuestra “luz interior” puede estar.
Viviendo la vida en la firme creencia de que existe la reencarna­
ción, la vivimos con más comprensión, más tolerancia. Como no
giramos alrededor de esta sola vida que estamos viviendo y giramos
entorno a todas las vidas que hemos vivido, en esta visión más
amplia de las vidas ya vividas, nos impregnamos de “sabiduría”.
Entonces el “Todo” empieza a tener sentido, la interrelación de las
almas también y comprendiendo el sentido, llegamos más rápido a
nuestro “Ser de Luz”.
La relación con las otras almas se lleva acabo con más delicadeza
pues reconoces que con quien estas en este momento, puedes haber
estado en otra vida y estarás en la reencarnación siguiente. Lo que no
quieras amar en esta vida, ya lo harás en las restantes.
A la evolución sólo le importa lo dispuesto que estés a “Amar al
resto de almas”. Cuando aceptamos la reencarnación, aceptamos que
el alma tiene un mecanismo distinto de la mente. El alma dispone de
la memoria de todas las encarnaciones pasadas y conoce todos los
errores que hemos vivido en el pasado. El ser humano le da al error un
peso exagerado, pues el error siempre nace de una confusión, de una
experiencia que no hemos entendido bien.

172
Capítulo 8. La Reencarnación

Nosotros a esa experiencia la cargamos con mucho peso por falta


de comprensión de la totalidad y esto lo hace la mente. “Cuando
vivimos la vida con los dictados del Alma actuamos con la ley de
economía de energías”.

¿oíoc
Que error no poder cambiar de opinión, y la manera de vivir la sepa­
ración cuando un ser querido tiene que hacer el viaje obligado por la
ley a la Luz. Conociendo esta ley nos llenamos de amor, de respeto,
y las lágrimas de dolor salen del corazón sin emoción, salen de la
comprensión. Sabemos que el ser que en estos momentos nos deja,
ya ha cumplido con su misión en esta reencarnación.
Nuestra personalidad nos confunde creyendo que el que se va nos
pertenece. En el fondo lo que nos duele es el vacío que va a dejar en
nuestra personalidad, sobre todo si hemos basado la vida en el apego
hacia la personalidad que se va. Si no dejamos que se cumpla la ley nos
hacemos mucho daño y el tiempo que utilicemos en comprender esto,
no lo utilizaremos en vivir bien y serenos, pues cuando esto no lo acep­
tamos entramos de lleno en una profunda crisis, de dolor, rabia, angustia.
Que duela la pérdida de un ser querido, es natural, porque nos
falta su compañía, en realidad es como si hubiera hecho un largo
viaje, pero sigue viviendo solo que en otro lugar. “Si duele”, el dolor
no nos da derecho a juzgar si esta bien o esta mal, si Dios es justo o
injusto, solo tenemos derecho a pasar el paso con dignidad y la más
absoluta aceptación de que el Universo actúa según sus leyes, que
siguen a años luz de nuestra comprensión.
Te garantizo que hay mucha paz y sosiego en la aceptación.

canacbrntenJCa
La acción en la vida tiene que estar dirigida por el conocimiento, con­
forme lo vamos adquiriendo. Es esta forma de actuar lógica la que nos
ayuda, nos saca de los hábitos.

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Los 12 Pétalos de Colores

Con los hábitos caemos en la trampa de vivir el pasado. Si este


pasado no lo filtramos por el conocimiento que registramos de los
libros que leemos, las charlas a las que asistimos y que escuchamos, y
lo que vamos recordando de la sabiduría innata que tenemos, si no
modificamos nuestro comportamiento, nuestra actuación, si en verdad
no modificamos todo lo que tiene que cambiar, este conocimiento sólo
nos servirá para ser como “burros cargados de libros de sabiduría”.
El conocimiento que lleva a la Sabiduría es “sagrado”, porque
recorre la línea de la polaridad, que es el camino de la evolución
humana; del estado de conciencia más primitivo-animal, al estado de
conciencia más “sagrado” iluminado por el Amor.

Los humanos estamos en evolución


potenciando el amor; nuestro don,
en donde tu amor y mi amor
uno y eternos son.

Doy las gracias a la reencarnación.

174
Capítulo 9

Lo que siembras recogerás.


Consecuencias de
nuestros actos.
Canítulo 9-A

En el Kibalión de Hermes Trismegistos leemos sobre la ley de causa­


ción: “Toda causa tiene su efecto; todo efecto tiene su causa; todo sucede
de acuerdo con la ley; la casualidad no es sino un nombre para la ley no
reconocida; hay muchos planos de causación, pero nada se escapa a la ley”.
En nuestra vida diaria no se nos escapa la verdad de esta ley. Por
poco que reflexionemos nos vamos a dar cuenta las consecuencias
que ocasionan nuestras palabras, actos, y aunque a veces menos
perceptibles de ver; nuestras emociones y pensamientos, que son el
motor de nuestros actos. Podemos ver el hilo de efectos que vamos
generando y que van poco a poco formando lo que llamamos;
“nuestra vida”.
Decía Annie Besant, discípula de Helena Blablasky:
“Todo hombre ha contraído deudas que es forzoso que pague. Sus
pensamientos torcidos, sus deseos perversos, sus acciones injustas han
levantado obstáculos en su camino, que a veces hasta por todas partes le
cercan como las murallas de una prisión. La deuda de los males hechos
ha de ser liberada con paga de sufrimientos; el hombre tiene que experi­
mentar las consecuencias de sus entuertos”.
La ley del karma en verdad es una ley de amor. El Todo, el Uno
Absoluto, en su divina misericordia ha dotado al hombre de libre
albedrío, para que en plena libertad, pueda hacerse a sí mismo, por
derecho divino, igual a su creador.
Para ello el hombre reencarna las vidas que le sean necesarias,
experimenta con el mal y con el bien, hasta que, tras el sufrimiento
y dolor que genera toda transgresión de la ley universal del amor,

177
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Los 12 Pétalos de Colores

comience a caminar por la senda del Dharma, “El sendero del medio”
de Brida, “El no hacer” de los taoistas, “La inacción en la acción” de los
induistas, caminar por la “Puerta estrecha” de la Biblia.
Esta Ley del karma, que es retributiva y justa con todo lo que
nos ocurre en la vida, no es producto de la casualidad.
Herbert Fritsche también decía al respecto:
“La casualidad es el suave almohadón sobre el que reposan quienes
desean eliminar del cosmos lo divino, lo significativo, lo que indica una
meta a las criaturas, prefiriendo la triste fábula de que el universo se
originó de paso, completa y absolutamente por sí mismo, más allá de
cualquier realización de un sentido”.
Nada de lo que nos ocurre es casual, hasta el más pequeño
detalle, todo ha sido generado por una causa. Al igual que la hoja
que cae del árbol, o la rosa que se marchita, si llueve o hace un día
soleado, si nos sentimos alegres o enojados, todo es producto de
algo que previamente antes se ha generado.
Si tiramos una pelota contra la pared estamos seguros de que
saldrá rebotada hacia el lado contrario y con la misma fuerza con la
que había sido lanzada. Aquí se puede ver claramente ante este
hecho físico, la ley de acción-reacción, ley que explica muy bien la
ciencia, y que es lo mismo que decir: causa y efecto. Lo mismo
podemos observar en un péndulo, la fuerza de impulso en una
dirección lo moverá con la misma fuerza en la dirección contraria.
Son sólo dos ejemplos pero muy claros para poder comprender un
poco mejor esta ley que actúa en todos los planos.
“En la misma medida en que juzgues, serás juzgado”, “lo que siem­
bres recogerás”, son frases con la evidencia de que toda acción tiene
su consecuencia.
Si nuestros actos son buenos, vamos a generar efectos o conse­
cuencias buenas para nosotros, lo que es llamado: buen karma. Por
el contrario si nuestros actos son equivocados o malos, ello va a
generar consecuencias de la misma vibración y con la misma inten­
sidad de fuerza, es decir vamos a sufrir los mismos efectos dolorosos

178
Capítulo 9. La Ley de Causa y Efecto

y malos que nosotros infringimos, lo que es llamado; karma malo.


Ahora bien, aunque el conocimiento de esta enseñanza nos
decidiera a obrar rectamente por miedo a las repercusiones o conse­
cuencias, debemos reconocer que esta manera de obrar estaría
generada por el miedo, y no por el amor.
Debemos de llegar a obrar “justamente”, y no por miedo a que,
de no hacerlo así, la vida con su justicia, a través de esta ley del
karma, nos traiga males y sufrimientos. Esto quizás nos valga
durante nuestros primeros pasos en este camino hacia lo espiritual,
pero llega un momento en que es espontáneo en nosotros una
actuación justa y recta, no por la recompensa que nos puede
ocasionar, sino porque en verdad “amamos” a nuestros semejantes
y hay una voz interior que nos dice aquello de: “haz bien y no mires
a quien”, ni las recompensas que te pueda ocasionar.
Esto es actuar sin estar apegado y sin querer coger el fruto de
nuestra acción, y es a lo que todos tenemos que llegar, unos antes y
otros después, cada uno según su ritmo de aprendizaje, y para este
aprendizaje interviene y nos ayuda “la ley del karma”.
Esta ley nos hace comprender que hay una justicia divina, y nos
explica las aparentes injusticias humanas aquí en la Tierra.
Para creer en esa justicia divina tenemos que sentir e intuir
dentro de nuestro corazón:
- La existencia de Dios o El Absoluto, como lo queramos llamar.
- La existencia de la Reencarnación, como vimos y dimos
elementos y conocimiento de ello en el anterior capítulo.
- La existencia de la Ley del Karma, lo que estamos viendo.
- La existencia de unos Devas Excelsos y Supremos en su evolu­
ción que son denominados en esta Enseñanza Universal con
el nombre de: “Los 4 Señores del Karma, o Señores del
Destino”, y que son los que dirigen y supervisan todo el karma.
- La existencia de una ley llamada: Ley de Evolución, a través de
la cual todas las creaciones del Universo, se mueven y vibran
para alcanzar una meta, dentro de un Plan de Creación.

179
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Los 12 Pétalos de Colores

- La existencia de un plan para la humanidad, cuya culmina­


ción es convertirnos en Dioses, convertirnos en columnas del
templo de Dios. Es decir; ser miembros integrantes del quinto
Reino o de Los Maestros de Sabiduría.
Si sentimos todo esto en nuestro corazón, no sólo en nuestra
mente como ideas muy bellas y coherentes, entonces de esta manera
podemos comprender y sentirnos ¡ya por fin tranquilos!, pese a lo que
vemos que sucede en el mundo. Intuimos la “Justicia Divina”,
sentimos que no estamos dejados de la mano, sino todo lo contrario,
que estamos muy cuidados y que todo lo que ocurre es necesario y
justo, que tiene que ocurrir gracias a un “Sabio Plan de Aprendizaje”.
Llegar a esta comprensión, a este saber, es lo que te da el verda­
dero descanso, la verdadera paz, tan soñada. Uno deja de luchar
ante lo que creía adversidad o injusticias. Y no es que uno se vuelva
indiferente hacia todo, como se podría suponer, ¡nada más lejos de
la verdad!, pues el verdadero conocedor ama y abraza todo, pero sin
apegos, sin desear que las cosas sean de otra manera porque sabe
que siempre y en todo momento son: “justo como es necesario y
sabio que tenga que ser”.
Si podemos ver la Justicia Divina es que estamos empezando a
ver con “los ojos del Alma”. Pero si todavía vemos con los ojos
humanos, si no creemos en la existencia de la Divinidad y sus leyes,
si no podemos ver todavía la ley del karma, de que cada uno recoge
lo que sembró en esta o en otra vida, entonces sin más remedio,
vamos a ver tremendas e injustificables injusticias en casi todo. Y si
nos enredamos en la gran maraña de las estremecedoras y
aberrantes injusticias humanas, estamos destinados entonces a ser
muy, muy infelices, pues nuestra búsqueda de la justicia aquí en la
Tierra, nunca la podemos ver realizada.
Esto no quiere decir que no haya que ayudar y trabajar para
intentar lograr la paz mundial, ¡ni muchísimo menos queremos
decir algo así! Precisamente aquellos que más buscan la justicia son
los que más trabajan para ello.

180
Capítulo 9. La Ley de Causa y Efecto

La diferencia está en que cuando se obtiene el conocimiento de


la Verdad, de esta Enseñanza Universal, uno ya no se resquebraja, ya
no se hunde aunque no se consiga, después de innumerables trabajos
y fatigas, la tan ansiada justicia, pues a pesar de ello uno intuye que
en verdad está obrando siempre la justicia en todos los actos.
La Ley del karma es lo único que en verdad nos resuelve las dife­
rencias de oportunidades, de dichas y de desgracias, de nacer en un
país rico o en uno pobre, de pasar hambre y frío o tener riquezas,
comodidades y ciertas seguridades, de nacer con minusvalías y sufrir
enfermedades o tener un cuerpo sano y formidable, de sufrir un
atentado, un robo o un asesinato o tener una vida llena de dichas,
alegrías o hasta incluso de que te toque la lotería, de tener uno u
otros colores de la piel, de tener uno u otro sexo, de tener más o
menos inteligencia, de poder o no tener hijos, de ser huérfano o
tener mucha familia, de ser un ser solitario o de tener muchos
amigos, de tener una familia unida o de tener una familia con
problemas y desunida, de sufrir las muertes inesperadas de seres
queridos o sufrir la muerte en la madurez del ser por lo que llamamos
ley de vida, de sufrir una guerra o un terremoto, etc.
Como vemos la lista de las aparentes injusticias es interminable.
Sólo la ley del karma junto con la reencarnación nos da la clave
para resolver todos los enigmas, de tantas y tantas, a nuestros ojos
humanos, injusticias.
Lo que nos ocurre en la vida es lo que a nivel mental, astral y
físico, nosotros hemos generado. Si esto no fuera así la vida se
mostraría tan ilógicamente injusta que no tendría ningún sentido
vivirla. Vemos como personas que pueden ser gente de muy buena
voluntad tienen muchas desgracias, si no nos explicáramos ello
gracias a saber que tales desgracias son producto de irresponsabili­
dades y actos erróneos en otras vidas, no merecería la pena vivir ni
siquiera hacer el bien.
Sin embargo muchas personas son de manera innata “buenas ”,
sienten dentro de sí la necesidad de actuar de buena fe y buena

181
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Los 12 Pétalos de Colores

voluntad, y sienten una voz dentro de ellos como “la voz de la


conciencia ” que les dictamina si hacen bien o hacen mal. Si no
fuera por que existe la reencarnación y lo que aprendemos por el
sufrimiento que ocasiona, se quedara todo archivado en los átomos
permanentes, pues no podríamos sentir esa “voz” que es el “fruto de
la experiencia”.
También la ley de la reencarnación y el karma, nos explica la
diferencia de niveles de conciencia en las personas, debido a que
cada alma tiene registrado su aprendizaje. Ello nos da la diferencia
de carácter, sensibilidad, e inteligencia en las personas, y nos da la
explicación de que haya personas que puedan llegar a matar y otras
como Mozar, Bach, Miguel Angel, y tantas cuyas creaciones pare­
cieran venir de inspiración directa de los Dioses.
En ningún caso queremos convencer a nadie de lo que aquí
estamos exponiendo, puesto que además es algo imposible, pues
sólo uno mismo se puede convencer a sí mismo. Desearíamos a
pesar de nuestras limitaciones, y con toda nuestra humildad, trans­
mitir una enseñanza que, de acogerla cálidamente en nuestro
corazón, comprobaremos que vamos a sentirnos cada vez más
plenos y felices.
Pero sin duda hemos de decir que cuando llegamos por nuestras
reflexiones al último peldaño en nuestras mentes sobre este tema,
(tema que no es más que el origen y destino de la vida), la lógica
nos habla de la coherencia de estas leyes y de la trascendencia del
ser. Tal es así que sin misticismos, ni creencias, ni fanatismos de
ningún tipo, es decir, sin involucrarse nuestro cuerpo astral, la
mente libre de toda emoción nos dice que tiene que haber algo, que
debemos de ser algo más que este cuerpo que desaparece y que debe
haber un gran poder, una fuerza creadora que ha dado vida a todo
lo que vemos.
A esta conclusión llegaron muchos de los grandes científicos,
cuando alcanzaron tal punto en sus consideraciones y reflexiones,
sobre el inmenso enigma, “Misterio de la Creación”.

182
Capítulo 9. La Ley de Causa y Efecto

Sólo a cada uno de nosotros le corresponde abrir la llave de


nuestro corazón. El “Abrete Sésamo”sólo puede ser realizado por
nosotros si nos abrimos a ello, si nos dejamos envolver por el
misterio, por la inmensa profundidad de lo eterno, de lo impronun­
ciable, de lo omniabarcante... del mágico silencio.

Tipos de Karma:

DGvtma y, QcXeJüÑa
El karma individual como su nombre indica, es el karma acumulado
por cada persona individualmente, tanto bueno como malo. El
karma colectivo es aquel generado por un grupo de personas. De tal
manera tenemos:
- el karma de familia,
- el karma de grupos: políticos, religiosos, y asociaciones de
todo tipo,
- el karma del pueblo,
- el karma del país,
- el karma del continente,
- el karma de la Humanidad.
De ello deducimos que todo lo que hagamos o hagan los demás
va a tener consecuencias para todo el grupo humano, en ese sentido
todos participamos de todo y todos somos responsables de lo que
ocurre, cada uno en su justa medida, de acuerdo a sus actuaciones.
La humanidad es una, todos somos uno, y lo que les ocurre a
unos inevitablemente afecta a los otros. Una discusión de hoy, un
enfado nuestro, está acrecentando la parte de karma negativo de la
humanidad. Cuando somos totalmente conscientes de ello descu­
brimos la enorme responsabilidad que tenemos con nuestros actos
para con toda la humanidad. De ahí la frase: “El que este libre de
pecado que tire la primera piedra”.
Todos contribuimos en generar karma negativo y positivo en la
humanidad, y así potenciamos el subconsciente colectivo de la

183
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Los 12 Pétalos de Colores

humanidad, que a la vez vamos a notar su peso y cómo son cadenas


que nos mantienen atrapados y sentimos la opresión e impide
nuestro despegue en los primeros pasos de nuestro camino espiritual.
Podemos ver la gran labor que se abre ante nosotros, pues cada vez
que superamos algún defecto, críticas, envidias etc., estamos alige­
rando peso nuestro y de la humanidad. Realmente esta es la mejor
forma de ayudar al mundo, si nosotros cambiamos, si nos vamos libe­
rando de nuestras cadenas, ayudamos al cambio y a la liberación de la
humanidad. Por ello “la realización verdadera del camino espiritual,
es la mejor ayuda que podemos ofrecer al mundo”. Si en nosotros
hay paz, estamos emanando paz para la humanidad, si en nosotros hay
amor, estamos llenando de amor a la humanidad.
Ser verdaderos canales de amor, y que nuestra vida sea un
ejemplo es el mayor regalo que podemos ofrecer al mundo, esa es
nuestra verdadera misión humanitaria allí en donde estemos.

El karma del presente es el que generamos en nuestra presente


encarnación, día a día, nos acordemos o no nos acordemos de ello,
seamos o no conscientes de ello. Este karma del presente se puede
manifestar de manera inmediata, en el mismo día, o a lo largo de
nuestra vida, o pasar a formar parte del karma positivo o negativo
que tendremos que eliminar o liberar en próximas encarnaciones.
El karma del pasado es el karma que tenemos acumulado por las
acciones buenas o malas, de todas las vidas pasadas, de todas las
encarnaciones que ha tenido nuestra alma. Este karma es el que
determina nuestro destino en esta vida, pues el alma antes de
encarnar, como vimos, selecciona la parte de karma que quiere
redimir en la próxima encarnación, (el diseño o destino para la
nueva vida) y lo planifica junto con los Señores del Karma (Devas
o Angeles muy misteriosos y de una evolución muy elevada) y los
átomos permanentes.

184
Capítulo 9. La Ley de Causa y Efecto

Este karma de todas las encarnaciones es el que determina


nuestro carácter, forma de ser, sensibilidad, si somos seres alegres o
tristes, introvertidos o muy sociables, nuestra inteligencia, nuestra
vitalidad, etc., es lo que nos hace diferentes y únicos, e irrepetibles.
Allí donde dejamos el aprendizaje en la encarnación anterior,
por ahí retomaremos en la nueva encarnación. Nada se pierde de
los logros que hayamos adquirido, podemos tener la alegría de
pensar que lo que hoy vencemos y solucionamos de nosotros
mismos, es el tesoro que nadie nos puede robar, es lo que nos lleva­
remos cuando hayamos muerto.
En esta encarnación estamos trabajando para la siguiente, así
como el trabajo que se hizo en la anterior lo hemos recogido hoy.
Pero “no debemos de dejar para mañana lo que podemos hacer hoy”.
No por que tengamos más oportunidades, más encarnaciones,
debemos pensar que “ya lo conseguiré en otra encarnación”. Con
esta aptitud sólo conseguimos retrasar nuestro avance y liberación,
y el avance también de la humanidad, y por lo tanto prolongar el
sufrimiento humano. Esta aptitud quizás pueda ser una de las causas
del aletargamiento, miseria y pobreza material de un país tan espi­
ritual como es la India y quizás también una de las justificaciones
por las que se eliminó la enseñanza de la reencarnación en los
Concilios de Nicea y Constantinopla.
Por ello la necesidad de unificación de Oriente y Occidente, pues
todo tiene que estar en su justo equilibrio. Oriente en su elevación
hacia lo espiritual se olvida de ocuparse de lo material, y Occidente
involucrado en su avance material ha olvidado potenciar su parte
espiritual. Este es un claro ejemplo de lo que también debe realizarse
en nosotros: lo material y lo espiritual, ambos son complementarios y
necesarios para nuestro avance, y no debemos ocuparnos más de uno
en detrimento del otro. Atrás quedaron los tiempos en los que se ense­
ñaba de una manera tergiversada que había que flagelar al cuerpo. El
cuerpo es el “Templo del Espíritu” y como tal hay que tratarlo y respe­
tarlo, pues es necesario para el proceso de “Liberación del Espíritu”.

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Los 12 Pétalos de Colores

Si un alma todavía no esta preparada, (lo que llamamos “Alma


joven”) por su escaso aprendizaje o nivel evolutivo, para soportar
grandes pesos, lógicamente deberá ir más despacio y cogerá menos
karma para redimir en su próxima encarnación. Si por el contrario
se trata de un “Alma vieja”, o con gran nivel de evolución, esta
alma atraerá hacia sí grandes proporciones de karma para trasmutar
en la próxima encarnación, hasta sentirse cada vez más liviana,
hasta llegar a consumir todo karma, y así trascender la rueda de las
reencarnaciones.
Seria beneficioso matizar que el karma no es algo malo que
tengamos que sufrir y nos va a hacer mucho daño. El karma es una
ley de amor, gracias a la cual podemos aprender. En la medida en
que uno va sintiendo dentro de sí esta ley como una bendición que
le esta permitiendo aprender y liberarse de nuevos errores, uno, se
unifica a esta ley, ya no la combate, la comprende y la utiliza para
su liberación.
Cada vez que la vida nos presenta algo que en apariencia parece
malo, (y decimos en apariencia porque en verdad nada es bueno ni
malo) en realidad es una oportunidad que la vida nos brinda para
crecer, si pudiéramos tener esto presente en los momentos más
dolorosos de nuestra vida, los problemas los veríamos de manera
diferente, no nos atraparían ni sufriríamos tanto y saldríamos enor­
memente crecidos a nivel espiritual de tal aprendizaje.
No debemos olvidar que hemos venido a la vida para realizar un
proceso de aprendizaje en esta nuestra escuela “la Tierra”, para a
través de ese aprendizaje poder contactar cada vez más con nuestra
alma, para así reunificarnos en divina comunión con el espíritu.
La mayoría de las veces no tenemos esto presente y creemos
que vivimos para estar sólo comiendo, bebiendo, y divirtiéndonos
hasta que nos vayamos al otro mundo. Entonces nuestra alma nos
da toques de atención, avisos, para que no nos cristalicemos y

186
Capítulo 9. La Ley de Causa y Efecto

podamos seguir avanzando en nuestro nivel evolutivo.


Pero llega un momento en que por fin dejamos de sufrir, encon­
tramos las causas del sufrimiento humano, como Buda, que tras la
superación de todo deseo humano, detuvo la rueda que genera
nuevas causas y obtuvo la liberación. Llega un momento en la vida
del discípulo en el camino espiritual, cuando ha conseguido armo­
nizar y equilibrar en perfecto alineamiento, su cuerpo, sus emociones
y sus pensamientos y de esta manera “la atención” está presente en
todos los actos, en que tal discípulo no sufre las adversidades del mal
karma que esta liquidando, como tampoco se exalta y maravilla ante
las bellas consecuencias que recoge de sus buenas acciones o buen
karma, muestra la misma actitud ante la alegría y el dolor, nada altera
ni modifica su estado de paz interior. En tal estado el discípulo ve las
cosas que suceden ante él como desde arriba, sin involucrarse, sin
apegos, libre, como si estuviera viendo una película que no fuera con
él. En tal estado el percibe la ilusión de todo lo pasajero y contacta
con lo único en él, que es eterno.

¡Que podamos percibir la verdad que encierra todo dolor,


trasmutarlo y dirigirnos así hacia la luz,
humildemente agradecidos y bendiciendo,
esta poderosa ley de acción-reacción,
que no es más,
que una Ley Divina,
de Amor!

¡Que podamos comprenderla


y vivirla sabia y justamente
con todo nuestro ser!

¡Que así sea!

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Los 12 Pétalos de Colores

No caminas a ciegas,
ni sin saber donde ir.
Contigo esta tu ser.

No te olvides de él,
siempre te acompaña
en todo tu devenir.

No dejes caer en ti nunca


la sombra de la tristeza.
Dentro de ti está tu alma
que romperá todas tus cadenas.

188
Canítulo 9-B

La “Ley de causa y efecto” o karma es simplemente el estado de vibra­


ción en el cual nos encontramos cada uno de nosotros, en la actua­
lidad y que viene por ley de la línea evolutiva, de las encarnaciones
de nuestro pasado.
La conciencia sobre el amor, nos muestra nuestro auténtico estado
de vibración. No hace tantas generaciones, estábamos todos, metra­
lleta en mano, matándonos unos a otros, en las anteriores guerras y
en las actuales que azotan al mundo. Comprenderemos que aún
sufrimos las consecuencias de todo este comportamiento.
Vemos que nos queda un largo recorrido a todos, para expresar
y ser esa conciencia, plena de amor y de entrega a la comunidad,
para vivir una fraternidad de Almas, con una conciencia plena, de
que lo que le pasa a otra Alma, nos pasa a nosotros. Si fuéramos
conscientes de la trascendencia de esta ley, nos apresuraríamos a
tener un comportamiento exquisito. Todas nuestras acciones son
apuntadas por los “Señores del karma”, y cuando fallecemos nos
las muestran, aunque la “Luz” comprenda que cada ser ha hecho
lo que sabía, en el estado de “Luz”, somos muy duros jueces de
nosotros mismos.
Hay muchas influencias internas y externas, que nos dominan,
consciente o inconscientemente. La realidad es que si no prestamos
atención a estas fuerzas, dominan nuestra vida y sufrimos el efecto
de nuestras distracciones. Nuestra mente tiene una inercia, dirigida al
automatismo, por lo repetitivo de muchas acciones, llevadas a cabo
en nuestra vida cotidiana.

189
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Los 12 Pétalos de Colores

Cuando éramos nómadas, cualquier leve distracción nos causaba


la muerte, esto nos hacia vivir con los cinco sentidos y con la máxima
atención. Ahora por la repetición de muchos actos sin la atención, en
la vida nos volvemos autómatas, y esto entraña un gran peligro.
Y es más grave todavía; ¡pasa a ser automático a velocidad luz!,
no tenemos ni siquiera tiempo de analizar porque ya esta hecho. Solo
cuando hacemos caso durante muchos años a la intuición, desarro­
llamos los sentidos de la atención. Con la intuición nos llevan de la
mano a presentarnos; ¡a nuestra olvidada Alma! que temerosa de
tantos engaños se esconde de nosotros.
Nuestra Alma tiene la memoria de lo sucedido en las anteriores
reencarnaciones y solo el Alma sabe lo que es correcto o no, porque
conoce los errores de nuestro pasado, lo que nos movió a cometerlos y
lo que sufrimos después de cometerlos. No se deja libres a quienes
hacen daño al resto de Almas, ni queda sin recompensa todo aquel que
haga el bien, esto es suficiente justificación para comprender la ley del
karma, ley que se cumple minuciosa y justamente aunque, ¡nos cueste
creerlo! El “Amor” es un liberador de karma. Cuando actuamos con
“Amor” actuamos con los dictados del “Alma”, y nuestras acciones
son más correctas y acordes con el plan de evolución.
El Amor no es quedarte en un estado de éxtasis, el Amor nos hace
luchar con nosotros mismos, para que nuestra acción sea la correcta
desde su visión de la vida en Amor. Y todo con el mismo fin “respetar
y amar al resto de puntos de luz del Universo”.
Entendiendo lo nombrado anteriormente, nuestra mente evolu­
ciona hacia una conciencia más amplia del “Todo” en el Universo.
Antes el Universo giraba entorno a nuestra mente y esta era más dimi­
nuta. Como todo giraba entorno a ella, no necesitaba crecer. Cuando
quieres comprender algo grande, te vuelves grande en comprensión y
creces en el más amplio sentido de la palabra.
Otra visión es analizar como los objetos externos afectan al sujeto.
Si nuestro mundo lo vivimos dando prioridades a los objetos externos,
nuestras vidas estarán a disposición de los objetos externos.

190
Capítulo 9. La Ley de Causa y Efecto

En la ley del karma todos estamos relacionados. Lo que hagamos


aquí, tendrá sus repercusiones también en la otra punta del Planeta y
¡como no!; en la vida del otro plano también denominado “ el más allá”.

“Aprender sin reflexionar es malgastar energía”.


Confucio

“La filosofía es un silencioso diálogo del alma


consigo misma en torno al ser”. Platón

“Habla para que yo te conozca”. Sócrates

191
Capítulo 10
Chxmxoa u-

Mundo elemental, mundo


dévico, apariciones astrales,
marianas, milagros,
vampirismo energético.
Capítulo 10'A

ufanm

Al igual que la constitución del hombre es séptuple, como veíamos en


el 5S tema de “El hombre y sus cuerpos”, también debido a la Ley de
Equivalencia o Correspondencia de: “Como es arriba es abajo”, pode­
mos saber que nuestro sistema solar y nuestra Tierra son séptuples en
su constitución.
El Sistema Solar está constituido por 7 planos. El Universo es
multidimensional, lo cual significa que cada sistema está constituido
por un número mayor o menor de planos en comparación con nuestro
sistema. En nuestro sistema solar, cada plano o dimensión está subdi­
vidido a su vez en 7 subplanos, de tal manera que se dice a través de
esta enseñanza arcaica y milenaria, que todo en lo que vivimos y nos
movemos, todo lo que vemos, pertenece al 7° Plano Físico Cósmico
del Sistema Solar, y que nos movemos, sentimos y pensamos a través
de los subplanos físico, astral y mental del 7° Plano Físico Cósmico.
A continuación vamos a enumerar los 7 planos o dimensiones
según diferentes formas de interpretación. En muchos escritos ocul­
tistas se simboliza la materia o el cuerpo con el símbolo del cuadrado
y el espíritu con el triángulo. Ello es debido a la clasificación de los
planos de esta determinada manera.

Este es el cuadrado de la materia:


- Plano Físico Denso
- Plano Étérico o Vital
- Plano Astral o de Deseos
- Plano Mental Inferior o Kamamanásico

195
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Los 12 Pétalos de Colores

ATMA =

CUERPO ESPIRITUAL
VOLUNTAD

BUDH1 =
AMOR

ASTRAL

CUERPO MATERIAL
FÍSICO

dilutnoo Fieclioo a imagen tj ¿emejanyi 4)í<ia


PLANOS ESPIRITUALES
PLANOS MATERIALES

196
Capítulo 10. Planos y Dimensiones

Dichos Planos están en correspondencia con los 4 elementos:


- Tierra con el plano físico denso.
- Aire con el plano etérico.
- Agua con el plano astral, llamado también emocional o de
deseos.
- Fuego con el plano mental.

Y el triángulo del espíritu:


- Plano Mental Superior o Manas
- Plano Búdhico o de la Intuición
- Plano Átmico

Estos planos corresponden a:


- La Luz, el plano mental superior, abstracto, o Manas.
- El Amor, el plano Búdhico o de la Intuición Superior.
- La Voluntad, el plano Átmico.
Estos son los tres atributos Divinos, Puros y Verdaderos del Ser
Humano.
El cuerpo mental inferior, el astral y el físico-etérico son como
reflejos hechos a imagen y semejanza en la materia, de estos “tres prin­
cipios” espirituales que es lo que en verdad es el hombre y la mujer.

Si añadimos el círculo como símbolo sagrado de lo Divino


tenemos que:
- El cuadrado simboliza el cuerpo, la personalidad
- El triángulo simboliza el alma, con sus tres atributos divinos:
voluntad, amor y luz
- El círculo simboliza el espíritu.

Otra clasificación séptuple del hombre está simbolizada en la


estrella de David, de 2 triángulos; uno con el vértice hacia arriba
(simbolizando la parte espiritual), y otro con el vértice hacia abajo
(la parte material).

197
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Los 12 Pétalos de Colores

5o h ella áe C-Davi<)

ATMA =
VOLUNTAD

ASTRAL MENTAL
i I
i I
i I
i 1
I I
BUÓHl = 1
MANAS =
AMOR
INTELIGENCIA

Estamos hechos a imagen y semejanza de Dios:


El triángulo Material (vértice hacia abajo) está hecho
a imagen del triángulo Espiritual (vértice hacia arriba).

En esta clasificación los Planos se enumeran así:


- Plano Físico-etérico
- Plano Astral o de Emociones
- Plano Mental Inferior o Concreto: Kamamanas, “el Alma
Humana”.
Esto constituye el triángulo con el vértice hacia abajo, la parte
material, “mortal en nosotros”, lo que llamamos personalidad.
- El Plano Mental Superior o Abstracto: Manas, la Luz
- El Plano Búdhico o Intuicional, el Amor
- El Plano Átmico, la Voluntad
Esto constituye el triángulo con el vértice hacia arriba, el “Alma
Divina”, que permanece encarnación tras encarnación.

198
Capítulo 10. Planos y Dimensiones

Y el Plano que falta para constituir los 7 es:


- El Plano Monádico o Divino, el Espíritu, nuestra “Mónada”,
lo eterno en nosotros, lo que verdaderamente somos y no lo
sabemos, simbolizado por el punto dentro de la estrella de
David, estrella de los 2 triángulos, con sus 6 lados símbolo de
los 6 planos antes citados: El Cuerpo o Personalidad y el
Alma, y el punto: el Espíritu.
También en otra simbología el Espíritu está representado por un
círculo (el círculo de la eternidad) que rodea y engloba dentro de
él a la estrella de los 2 triángulos.

Y en otra clasificación se designan a los 7 Planos de esta manera:


- Plano Físico con su parte Etérica
- Plano Astral o Emocional
- Plano Mental (los 4 subplanos inferiores corresponden al
mental inferior “el Alma humana” y los 3 subplanos supe­
riores al mental superior “el Alma Divina”, dentro de la divi­
sión en 7 subplanos que cada plano tiene). Aquí se debe
producir el puente o “Antakarana” que une el alma al cuerpo
a través de la mente.
La mente inferior debe ser un lago de aguas puras y tranquilas en
donde se pueda reflejar la luz de la Mente Superior, abstracta o
alma. De esta forma las percepciones que el alma puede recoger del
espíritu, pueden así, a través de ella como intermediario, ser refle­
jadas en nuestro triple cuerpo o personalidad.
- Plano Búdhico o Intuicional
- Plano Átmico o Nirvánico
- Plano Monádico
- Plano Divino o Ádico.
Tenemos así que la Is dimensión corresponde al plano físico, la
2~ al plano astral, la 3S al plano mental (reflejo de estas tres dimen­
siones son los primeros 3 subplanos del plano físico: sólido, líquido
y gaseoso, y por analogía: largo, ancho y alto), y cuando hablamos

199
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Los 12 Pétalos de Colores

Ufaneo <j <)imcnóioneo en ef KomCic tj la tnujct

UNIDAD

ANTAKARANA:
POLARIDAD Puente que une el Mental Superior con
el Mental Inferior: El Alma con el
Cuerpo. Chakra Coronario (G. Pineal)
con chakra Entrecejo (G. Pituitaria)

7- PLANO ÁDICO O DIVINO

6‘-’ PLANO MONÁDICO

5’ PLANO ÁTMICO

4- PLANO BÚDHICO

3' PLANO MENTAL


. , MENTAL SUPERIOR O ABSTRACTO (3 subplanos sup.)
MENTAL INFERIOR O CONCRETO (4 subplanos inf.)

2’ PLANO ASTRAL

1” PLANO FÍSICO-ETÉRICO m DIVINO______________


Z MONÁDICO__________
J ÁTM1CO_____________
§ BÚDHICO____________
Í2 MENTAL_____________

ASTRAL______________
FÍSICO

200
Capítulo 10. Planos y Dimensiones

de entrar en la 4“ dimensión, nos estamos refiriendo al plano


búdhico; el plano del Amor Puro e Incondicional.

Como vemos diferentes clasificaciones según las diferentes


escuelas de pensamiento, más sin embargo, todas coinciden en la
división séptuple de los planos y subplanos. La designación de los
nombres, el que unos los llamen así o de otra manera pues no es tan
importante, son diferentes formas de ver una misma verdad según el
cristal o el ángulo desde el cual se miren.
La actitud fanática e intolerante de que unas formas de ver la
verdad tengan que prevalecer sobre las otras es lo que ha llevado a
las distintas religiones e ideologías a la lucha por su primacía en
lugar de buscar la unidad dentro de las diferencias o de la diver­
sidad, y es el gran problema que todavía debe superar todo ser
humano, al querer imponer sus ideas frente a las de los demás. Todo
ello provoca separatividad en los seres humanos y nos hace andar
equivocadamente excluyendo todo lo que no está en consonancia
con nosotros, lo cual no es lo mismo que andar en la unidad de todo
y hacia todo, independientemente de si está o no en consonancia
con nosotros, con nuestra forma de ver la vida, actuar, nuestras
ideas, etc. Este camino de unidad, tolerancia e inclusividad, es por
el que todos tarde o temprano, tenemos que caminar. Esa es la
evolución y el destino humano.
Entonces, decíamos que también la Tierra está constituida por 7
planos o dimensiones, con sus consiguientes subplanos. El plano
físico es el que más conocemos, donde vivimos y nos movemos. El
plano astral es el plano en donde nos movemos a nivel emocional y
donde nos desenvolvemos con el cuerpo astral por la noche durante el
sueño en los llamados viajes astrales. También durante el proceso de la
muerte, cuando nuestra alma ha abandonado el cuerpo físico-etérico,
pasa seguidamente a este plano astral en donde vimos, cuando
tratamos el tema de la muerte, que allí vive otra recapitulación de los
hechos de la vida pasada. Luego, cuando ya nada tiene que aprender

201
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Los 12 Pétalos de Colores

9íaaeta divuu <j

Todos los Pianos se interpenetran.


Los superiores abarcan a todos los inferiores.

en ese plano, el alma abandona el cuerpo astral, el cual comienza a


desintegrarse en el plano astral de la Tierra y con su único vestido
ahora: el cuerpo mental, el alma pasa al plano mental de la Tierra. Allí
vive otra recapitulación, esta vez mental, de todos los hechos vividos
en esa última vida y cuando el alma, despojada ya de todos sus vestidos,
abandona el cuerpo mental, este comienza a desintegrarse en este
plano mental de la Tierra, hasta que todos los átomos mentales queden
libres volviendo a formar parte del depósito del plano mental de la
Tierra para que puedan nuevamente ser utilizados.

202
Capítulo 10. Planos y Dimensiones

Como vemos hay una correspondencia de los 7 cuerpos del


Hombre con los 7 planos de la Tierra y los 7 planos del Sistema Solar.
También debemos saber que todos los planos están interpenetrados,
de tal manera que aquí ahora mismo están actuando conjuntamente
todos los planos a la vez, de tal forma que los planos superiores inter­
penetran y se expanden en diámetro por encima de los planos infe­
riores. Esto es fácil de imaginar si pensamos que también ahora
mismo están pasando por aquí muchas ondas de radio, teléfono y
numerosos campos eléctricos y magnéticos, aunque no los veamos.
Por ello decimos que los planos espirituales están a la vez lejos
o muy cerca de nosotros, o que “están más cerca que nuestras manos
y nuestros pies", como dice la Biblia. Todo depende de nosotros.

OlhuuM o SDimetioicntó (fxMtnicaa: QJidtetiva foolfo

7” PLANO ÁD1CO O DIVINO

6” PLANO MONÁDICO

5® PLANO ÁTMICO

4'-' PLANO BÚDHICO

3‘ PLANO MENTAL

29 PLANO ASTRAL

l9 PLANO FÍSICO-ETÉRICO DIVINO


MONÁD1CO__________
ÁTMICO_____________
BÚDHICO____________
MENTAL_____________
ASTRAL______________
FÍSICO-ETÉRICO
SOL FÍSICO - TIERRA FÍSICA -
SER HUMANO Y REINOS FÍSICOS

V' ® í V í o

203
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Los 12 Pétalos de Colores

Los 7 subplanos del plano Cósmico - Físico

Sí Síunentaí ^&ica
Los elementales, como así se los llama, son los seres inferiores o menos
evolucionados dentro de la escala de evolución del mundo dévico o
angelical. Como ya vimos los elementales se llaman así porque son
formas de vida o energía que se ocupan de los elementos. Por lo tanto
los hay de la tierra, llamados gnomos o enanitos y hadas, los del aire,
silfos y elfos, los del agua, sirenas, ondinas, ninfas, nereidas y los del
fuego, las salamandras. Los de la tierra se ocupan de los minerales, los
metales y las hadas de las flores y los vegetales, de los olores, las
formas. Los del agua de todos los torrentes, fuentes, lagos, ríos, del

204
Capítulo 10. Planos y Dimensiones

mar... la mitología también nos lo recuerda con el Dios Neptuno. Los


del aire, algunos determinados elfos, suelen vivir en las flores que
tienen olor, son bellos cual libélulas. Otros favorecen y originan los
vientos y tempestades. Los del fuego, las salamandras, tienen mucho
poder y están detrás de todas las tormentas eléctricas: los rayos.
Seguramente ahora cuando escuchemos la frase de “la fuerza de la
naturaleza”, con respecto a determinados acontecimientos (inunda­
ciones, terremotos, tormentas, huracanes, etc.), tendremos más
conciencia de esta “fuerza” pues gracias a todos estos conocimientos,
lo comprenderemos mejor, sobre todo sabremos que no son fuerzas
ciegas, sino que están regidas y movidas por leyes muy sabias, que
rigen toda la creación, pues no olvidemos que el mundo dévico o
elemental son como “las manos constructoras de la Divinidad”.
Y así sabemos que hay Devas o Angeles de una evolución tan
excelsa y superior que son los grandes constructores (agrupando los
éteres y átomos correspondientes de cada plano) de los sistemas
solares, planetarios y galácticos, siguiendo la “ideación” de los
grandes Logos Solares, Planetarios y Galácticos.

oáttaíéá» ma^ianaA miXa^u¡A


Muchas de las apariciones astrales, marianas y milagros, tienen que ver
con los elementales, otras con los “Egregores”. En los lugares o centros
de culto en donde mucha gente se reúne, se crean concentraciones de
pensamientos y emociones tales, que crean determinadas energías,
“egregores”, que pueden provocar experiencias de tipo paranormal o
parapsicológico, o lo que llamamos “milagros” o “apariciones”. En las
apariciones marianas, lo que aparece no es lo que entendemos por
“Virgen”. La Virgen en verdad es la simbolización de la madre
cósmica; el éter cósmico, el espacio, de donde todo sale cuando es
alumbrado por el espíritu y puede así materializarse. En realidad, lo
que determinadas personas sensibles a ello, pueden ver, es la imagen
creada por infinidad de pensamientos alineados con una misma direc­
ción, el egregor mental creado por los seres humanos, sobre una misma

205
Losl2Petalos.qxd 10/11/2006 11:35 PTEgina 206

Los 12 Pétalos de Colores

idea-pensamiento. Y esa energía puede configurarse y tomar la forma


necesaria según la ocasión. En muchas ocasiones estas apariciones
vienen acompañadas del surgimiento o brote de fuentes o de manan­
tiales, en cuyo caso es debido a los elementales, ciertas ninfas encar­
gadas del elemento agua, de las fuentes, lagos, ríos, etc.
Se han observado apariciones extrañas en forma de personas, previ­
niendo del peligro en lugares o curvas peligrosas en donde han suce­
dido accidentes de tráfico, que luego han desaparecido misteriosa­
mente, son cierta variedad de ángeles o hadas que pueden asimilar la
apariencia humana en determinadas ocasiones para avisar de peligros.
Las experiencias que también pueden ser consideradas como
milagros, por ejemplo: los niños de muy corta edad que han salido
ilesos ante una caída de una altura elevada de pisos, o de cualquier
peligro, y es que dentro del mundo dévico, el “Angel de la Guarda”,
durante los primeros 7 0 8 años de vida, protege y cuida junto con
la madre a los niños y también ciertas hadas protectoras de los
niños. En todas esas ocasiones, si el niño es salvado es porque el
karma posibilita esa resolución.
Mas sin embargo, todo ello, no son “milagros”, pues todo ocurre
sujeto a determinadas leyes que ya vimos como son “la ley de causa y
efecto o karma”, “la ley de la polaridad”, “la ley del genero”, “la del
ritmo” etc., es decir: nada está sujeto a la casualidad, a una sinrazón,
el hecho de que nosotros no lo sepamos o no lo podamos ver, no
quiere decir que las cosas ocurran simplemente por que sí, de tal forma
que lo que nosotros llamamos “milagros”, en realidad lo llamamos así
por nuestro desconocimiento de todas estas leyes, de todos estos Seres
Elementales o Dévicos, y del Conocimiento Supremo.

culácwnaa de toda d&at


Los seres humanos estamos constantemente emitiendo energía, por
ello necesitamos reponerla, a través del sol, la alimentación, la
respiración y durmiendo por la noche.
Si la energía que emitimos por nuestros pensamientos y senti-

206
Capítulo 10. Planos y Dimensiones

mientos es positiva, nada tenemos que temer, si nuestros pensa­


mientos y sentimientos son rectos, alegres, justos y sabios, la energía
emitida es positiva con lo cual las creaciones en nuestro campo de
manifestación o “aura”, serán tan bellas y brillantes que nuestra aura
se constituirá así como una gran barrera impidiendo que nada pueda
atravesarla, esto contribuirá a una mayor y mejor salud ya que los
virus no podrán infectarnos, y así nos sentiremos radiantes y llenos
de energía a nuestra disposición para obrar en nuestra vida.
De esta manera, las creaciones energéticas de pensamientos
negativos que los demás lancen sobre nosotros, no podrán penetrar,
resbalarán, impidiendo así que nos chupen energía, lo que
llamamos “vampirismo energético”. Y todo ello se consigue gracias
a la atención, al estar vigilantes en nosotros, enfocados siempre en
el amor, en la alegría, es decir: en el positivismo. Cuando nos
vengan pensamientos negativos creados por nosotros mismos o
influidos por los pensamientos de otros, debemos procurar no
mantenerlos mucho tiempo en nuestra aura, hemos de trasmu­
tarlos, cambiarlos por pensamientos positivos. Si los mantenemos
en nuestro radio de acción, en nuestro pensamiento, vamos a
comprobar una y otra vez que esos pensamientos densos, negativos,
nos roban energía, nos consumen, nos afligen, nos acercan al tedio,
la apatía, la falta de voluntad para hacer cosas, debido a esa falta de
energía. Eso es “vampirismo”, en nosotros y ¡creado por nosotros
mismos! Eso es consumir de una manera innecesaria y errónea las
energías de que disponemos, aquellas que nos han sido regaladas; el
“prana” que tenemos por que kármicamente nos corresponde.
Cuando dejamos que nos afecten los pensamientos, senti­
mientos y actos negativos de otros, entonces también se está produ­
ciendo ese “vampirismo” o extracción de energías en nuestro inte­
rior. Entonces rompemos la defensa de la barrera que ejercía
nuestra aura y podemos enfermar o acatarrarnos con más facilidad.
El tema de las energías y de las creaciones mentales, para algunos
será más difícil de creer, puesto que las energías no se ven, como

207
Losl2Petalos.qxd 10/11/2006 11:35 PTEgina 208

Los 12 Pétalos de Colores

tampoco la electricidad, pero sin embargo, está ahí. Ya vimos cuan


poderoso es nuestro poder del pensamiento y como todo pensa­
miento es una energía lanzada al exterior, una verdadera creación
energética a nivel mental, que tiene una forma, según el pensa­
miento emitido. No olvidemos que constantemente estamos siendo
“magos”, y al igual que construimos creaciones físicas en la materia
más densa que conocemos y podemos ver con nuestros sentidos,
también construimos formas con nuestras emociones y pensa­
mientos, sólo que estas formas son de una materialidad menos densa,
mas sutil e imperceptible a nuestros sentidos físicos, pero no a otros
sentidos despertados tras la clarividencia, mas si pudiéramos verlas,
nos daríamos cuenta de que esas energías, esas creaciones tienen
tanto o más poder sobre nosotros mismos que muchas reacciones
físicas e incluso comprenderíamos que son las que originan todas
nuestras creaciones y experiencias en el plano físico.
Si que vemos y por lo tanto algunos creerán más, en las energías
sanadoras de muchas personas a través de sus manos. Esto es sólo
un ejemplo más para que nos demos cuenta de nuestro poder
mental, creador de la energía, pues así dice el axioma: “La energía
sigue al pensamiento” y “El universo es mental”.
Así que ya sabemos, para cuidarnos de todo vampirismo energé­
tico y gozar de una mayor salud, la mejor medicina:
“Amar”,
pues si amamos
seguro que vamos a tener
bellos pensamientos
hacia nosotros y hacia los demás,
y así la alegría y el positivismo
siempre nos inundará.
¡Que podamos comprender la importancia de la alegría y el
positivismo en nuestras vidas y así realizarlo!

¡Que así sea!

208
Capítulo 10. Planos y Dimensiones

Cuando una acción


necesita ser escondida
a los ojos de este mundo,
sabe ¡Oh Alma!
que no es una recta acción.

Cuando una conversación


necesita ser escondida
a los oídos de este mundo,
sabe ¡Oh Alma!
que no es una recta conversación.

Cuando un sentimiento
necesita ser escondido
a los corazones de este mundo,
sabe ¡Oh Alma!
que no es un recto sentimiento.

Por que la recta acción,


la recta conversación,
y el recto sentimiento,
nada tienen que ocultar
y sólo en la luz pueden vibrar.

Mas, si tus obras no se ajustan


a esta gran verdad,
sabe ¡Oh Alma!
que estás en la oscuridad.

209
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Los 12 Pétalos de Colores

^Gv cuervto...

Jesabel, el niño
Cuenta una leyenda que, en un poblado misterioso, nació un niño de
nombre “Jesabel”. Los habitantes del pueblo estaban expectantes pues
durante mucho tiempo habían estado esperando la llegada de tal niño. Se
decía que tenía enormes poderes sobrehumanos y llegaría un día en que
podría separar las aguas de la tierra, elevar los vientos y gobernar a
través del fuego.
Los habitantes del poblado no entendían muy bien esto, pero sabían
que debía ser un Alma muy poderosa la que albergara tan minúsculo
cuerpo, pues desde su llegada, enormes rayos y truenos irrumpían de
noche y de día, desde la aurora hasta el crepúsculo, todo el inmenso
cielo. El niño apenas lloraba y siempre reía, envuelto en una atmósfera
radiante de belleza y felicidad, desprendía de sí, magníficos destellos de
una soberanía que recordaba las áureas regiones de la Divinidad.
A los pocos días el cielo pareció abrirse, y uno a uno, los rayos fueron
disolviéndose, dejando ver la fuente inagotable de Luz, el excelso fuego
del Corazón central; el Sol. Aquello fue el presagio de los innumerables
poderes que iban a guiar sin ninguna duda, a tan elevado Ser. Y así fue
creciendo Jesabel, más un solo sueño albergaba en sus más bellas fanta­
sías; Ser Uno con el Corazón Central y vivir dentro del Fuego Solar.
Muchas preguntas albergaba dentro de su corazón:
— ¿Cómo allí se estaría? Y... —
— ¿Qué seres radiantes serían los que desde el Sol tanta calor nos
daban?—
Jesabel vivía en comunión con todos los Espíritus de la Naturaleza.
Las hadas de las flores le regalaban todos los días el hermoso despertar
arropado de sublimes perfumes que emanaban todas las flores de su
jardín y ¡cuán afanosamente las cuidaban sus amigos los gnomos!
Los silfos y los elfos silbaban en su oído y le susurraban la más bella
melodía amorosa jamás escuchada por oído humano. Las nereidas y
ondinas revoloteaban juguetonas por el agua que corría en la gran fuente

210
Capítulo 10. Planos y Dimensiones

del jardín, así, alegraban ajesabel, que maravillado se sorprendía de las


piruetas y vueltas que realizaban con tal destreza. En la chimenea del
hogar, las Salamandras del Fuego alumbraban y calentaban la estancia,
más Jesabel, quedaba encantado ante las maravillosas chispas que
producían con los alegres saltos, sus poderosos juegos, resplandeciendo y
calentando tan acogedor hogar.
El poblado todo él, estaba envuelto en un aura mágica y de ensueño.
Desde que Jesabel fue creciendo, maravillosamente los animales le seguían
allí en donde él iba. Los pájaros cantaban alegremente ante su presencia,
las nubes tomaban formas divertidas y caprichosas para él, la tierra parecía
acoger sus pasos como si de una gran y hermosa alfombra se tratara. Todo
lo mimaba y amaba. Jesabel se sentía príncipe y caballero.
Más como un venerado habitante del magnífico planeta al que había
descendido: “la Tierra”, su corazón irradiaba amor tal como el Sol
irradia luz y da vida a todo lo que alumbra con sus rayos.
Un día, unos radiantes seres con él conectaron; eran los Ángeles del
Sol que suavemente se le acercaron, diciéndole así:
— Tu Corazón desprende la misma Luz Solar que nosotros
emanamos; digno habitante del Sol, así has sido premiado, con un
único regalo de los Dioses que a ti te será entregado.—
— ¿Y que me habéis regalado?- preguntó Jesabel todo asombrado.—
— Podrás venir a vivir con nosotros al Sol, y poseer un cuerpo Solar
lleno de Luz como siempre has soñado.—
Jesabel estaba maravillado. Su sueño había sido logrado; conocía
ahora a los radiantes Ángeles habitantes del Sol y con ellos podía viajar
hasta la Fuente de Luz soñada.
Más ocurrió que allí a lo lejos, por la senda caminando, se le acercó
un niño de piel y aspecto cansado. No tenía nada que comer y huérfano
andaba sólo, triste y descalzo.
Jesabel se apiadó de él y mirando a los Ángeles del Sol les dijo:
— Quisiera poderme ir, pues es lo que siempre he soñado, pero he
aquí que he visto este niño y de él me he apenado, no puedo irme con
vosotros y dejarlo abandonado. Seguro estoy que comprenderéis, que

211
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Los 12 Pétalos de Colores

son muchos los que deben ser ayudados.—


Los Ángeles del Sol se marcharon contentos a la Fuente de Luz y de
Amor de la cual habían sido emanados. Un bello ser en la Tierra había
sido probado y la prueba felizmente, por el Amor de su corazón, la había
superado.
Y desde el Sol, cuenta la leyenda, que los Ángeles nos están mirando
y, ahora en esta habitación, esta hermosa historia nos están contando, y
a nuestro niño interior le están hablando:
— Tu tierno niño, Alma bienamada, a esto estás destinado:
“Como hijo de los Dioses, tal como Jesabel,
así aprenderás a amar y ser amado.
Más no te aflijas ni sientas dificultad en lograrlo,
pues sabe ¡Oh Alma bienamada!
¡Que en verdad tu eres ya, Jesabel,
que duermes el sueño ilusorio del tiempo
y de el... estas despertando!” —

Jesabel existe, Jesabel ya es, Jesabel eres tu; rey de reyes, dentro de
tu corazón amado, y vivo, en tu Sol soñado.

A Krishna, con amor.

212
Capítulo 10-B

ubvtva&

¡Estos estados distintos de vibración, que son los planos y dimen­


siones, son en sí un hermoso y peligroso laberinto, si pasamos a
querer entender una vibración superior antes de lo que es la vida en sí!
En esta vibración que vivimos todos, día a día, como siempre el ser
humano con su impaciencia, quiere ir más rápido que su atención y se
pierde los momentos mágicos y simples. Todos caemos en el laberinto,
creyendo que el exterior nos va a entregar la felicidad añorada.
La felicidad y la paz están en el Amor, en que seamos capaces de
darnos, de entregarnos los seres humanos unos a otros. Sólo cuando
entendamos lo que significa la entrega de este Amor, podremos pasar
a entender los ritmos y la magia de los planos y las dimensiones, que
Ma Ángeles nos explica con tanto detalle y se nota que hay detrás de
ello un trabajo de investigación.
Siento un profundo respeto, por una mujer que decide compartir
con un hombre, la exposición de estos temas, esto me muestra la
madurez de comprensión del Amor hacia el espíritu humano. Que
hablemos nosotros de las vibraciones, no significa que las entendamos
en su totalidad, pero algunos tropezones nos hemos dado en el labe­
rinto y esto nos mueve a decirnos que nos armemos de paciencia,
comprensión y amor.
Los planos y dimensiones llevan implícitas la “Ley de la Polaridad”,
¿Cómo?, pues viaja del comportamiento más agresivo y salvaje de nues­
tros antepasados, hasta el comportamiento más sagrado del Amor.
Cuando se lee este tipo de lectura y se sigue leyendo placentera­
mente, es porque se esta ya muy harto de la manipulación, de la hipo-

213
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Los 12 Pétalos de Colores

cresia, del aparentar, sin siquiera saber lo que se “és”.


Yo recuerdo años atrás, que leía de diversos temas, no siempre estaba
de acuerdo con lo que leía, pero había una voz interna que me decía,
sigue buscando, aunque ahora no lo entiendas, da igual, tampoco
entendías las letras, cuando empezaste a leer y cuando te diste cuenta
las unías y eran palabras, y uniendo las palabras leías frases de pequeño.
Este fenómeno pasa cuando algo es nuevo para nosotros, al principio
tenemos miedo de que sea verdad o mentira, ¡si! hay que ser sinceros
en este laberinto, pues ya hay demasiada hipocresía en la vida y solo la
sinceridad con nosotros mismos nos llevará a ser auténticos.
Si nos fijamos en el sueño que es reparador, prestando atención
veremos, que si en el día, buscamos estar en paz, en la noche el cuerpo
tiene mucho menos que regenerar, y se puede dedicar a aprender.
No olvidemos el refrán “lo consultaré con la almohada”. No viene
en los libros, pero es utilizado por todas las generaciones con éxito.
La propia mente humana, se rige por distintos estados, que también
se pueden llamar polaridades: estados de envidia, estados de vibración
en el dolor, estados de ansiedad, estados de pánico..., pues bien,
estando en los estados nombrados, (ya conocidos por la mayoría), nos
hacemos a nosotros mismos “vampirismo energético”, y esto en el
diálogo del pueblo llano es sentirse mal, no tener ganas de nada.
Si nos quedamos en estos estados, porque no entendemos nada,
viajamos a la “nada”, como en la película “La historia interminable”,
y esto es como si le dijéramos al cuerpo: “¡Destrúyete, tengo ganas
de morir!”.
Sin lugar a dudas lo ejecuta a la perfección. Al mes siguiente
podemos estar bien de ánimo, pero el cuerpo ya ha recibido la orden
de destruirse, ya lo esta haciendo, es así de sencillo, simple y rotundo.
En cambio si se le da la orden de: “¡Quiero vivir, ser feliz y compartir
mi amor!”, el cuerpo se abre como una flor en primavera. Estos meca­
nismos son automáticos, de ahí la insistencia en conquistar nuestro
estado de “Amor”, ¿comprendes?

214
Capítulo 10. Planos y Dimensiones

Recuerda que estos capítulos los escribo con el fin de compren­


derme a mí mismo, si tú no los utilizas para entenderte mejor, ya los
puedes tirar a la papelera y utilizar tu tiempo en algo que te haga mas
feliz, no seas hipócrita contigo misma/o, se sincero/a.

“De la sinceridad al Amor, del Amor a la Luz”.

“Y dice el aire que el Angel de las rosas


pasó la noche bendiciendo flores,
por él se abrieron presurosas
porque vino a bendecir sus corazones.

¡Gracias Angeles, Guias y demás Aguilas


por bendecir nuestros corazones!”.

Poesía de Dante.
Extraído de la “Divina Comedia” y personalizada.

215
Capítulo 11

Seres que nos han transmitido


la Enseñanza Universal a lo
largo de los tiempos: Brida,
Jesús, Lao-tse, Krishna, Hermes,
Platón, Blablasky, etc.
Capítulo 11-A

Dentro de la escala evolutiva, estudiamos en el 3s tema de “La


Naturaleza y todos sus Reinos” que:
- El Is reino lo forman los minerales.
- El 1° reino los vegetales.
- El 3S reino los animales.
- El 4S reino nosotros, los humanos. Y tras superar la etapa
humana; la conciencia sigue evolucionando en nuevos planos
y dimensiones.
- El 5S reino: el reino de los “Maestros de Sabiduría”.

6^ ervtenáemoa jxo< ?
Para tener una mejor comprensión de ello, vamos a mirar a la huma­
nidad en conjunto. Descubriremos que existen niveles de conciencia,
fruto del aprendizaje de las almas. Así, podríamos distinguir:
Primeramente un grupo mayoritario de seres humanos, los
cuales viven ocupados en todo lo que a lo material se refiere,
dormidos todavía para la búsqueda espiritual. Sin ser un apodo
despectivo, se le ha venido a llamar como “la masa humana”.
Tenemos luego un grupo minoritario de “buscadores”, seres que
comienzan a despertar a los estímulos de su alma. Los encontramos
en todos los países y en todas las actividades; científicas, políticas,
religiosas, ocultistas, médicas, humanitarias, todo tipo de trabaja­
dores y personas sencillas, etc.
Cuando el buscador serio se dirige hacia la espiritualidad, comen-

219
Losl2Petalos.qxd 10/11/2006 11:35 PTEgina 220

Los 12 Pétalos de Colores

zando a resolver en él, innumerables preguntas e inquietudes, traba­


jándose a sí mismo en el mejoramiento interior, encuentra el “camino
del discipulado”, convirtiéndose así en: “discípulo en probación”.
Después de superar muchas y difíciles pruebas, si persiste en su
búsqueda espiritual, como lo más importante a realizar en su vida;
“el encuentro con lo divino”, para mejor poder así ayudar a todo ser
humano que pueda ser ayudado, pasará a convertirse en “discípulo
aceptado”.
Comienzan entonces las iniciaciones:
- Is Iniciación: simbolizado en el Nacimiento de Cristo,
- 2~ Iniciación: simbolizado en el Bautismo,
- 3“ Iniciación: simbolizado en la Transfiguración,
- 4“ Iniciación: simbolizado en la Crucifixión,
- 5~ Iniciación: simbolizado en la Resurrección.
(Explicaremos las iniciaciones más profundamente en el siguiente
tema de: “La Liberación”).

Los Seres Humanos que han pasado con éxito la 5S Iniciación


pasan a convertirse en:
“Maestros de Sabiduría”, seres liberados de la condición
humana. Tras haber superado todo karma, ya no están sujetos a la
rueda de la reencarnación, más por el Amor que sienten hacia la
humanidad, pueden encarnar para traer nuevos mensajes de ayuda
y liberación, diferentes según el momento histórico, la necesidad y
las formas, pero idénticos en su esencia verdadera, pues todos trans­
miten la verdad de la humanidad “una”, la hermandad y la frater­
nidad de todos los hombres a través del amor a todo y hacia todos.
Estos seres elevados o Maestros de Sabiduría, son también
llamados “Los Hermanos Mayores”, “La Fraternidad Universal”,
“La Fraternidad o Logia Blanca”, etc. Todos ellos velan por el
destino de la humanidad. Trabajan y cooperan armoniosamente
para que pueda llevarse a cabo lo más rápidamente posible, la libe­
ración de toda la humanidad. Pero como no pueden tocar nuestro

220
Capítulo 11. Maestros de la Sabiduría

libre albedrío, sólo pueden inspirar grandes y bellas “ideas” en las


mentes de los hombres que son susceptibles a ello por su trabajo
interior de silenciamiento y meditación, para que puedan ser mate­
rializadas en este mundo de acción. Y así se va realizando el plan de
evolución para la humanidad, puesto que no estamos dejados de la
mano, grandes y sabios seres cuidan nuestros pasos.
Ahora citaremos sólo algunos ejemplos de seres que nos han
transmitido la enseñanza universal a lo largo de los tiempos.
Pero antes queremos expresar que tal vez los datos históricos
registrados no sean del todo fidedignos, por los enormes períodos de
tiempo que han transcurrido, y porque en muchos de los casos son
narraciones con gran contenido simbólico, que no tanto histórico.
También decir que la mayoría de los escritos que nos han llegado de
muchos Maestros, son recopilaciones de sus seguidores y discípulos,
generalmente después de su muerte, así como también ellos, los
seguidores, han creado o continuado las diversas escuelas, filosofías
y religiones que han podido florecer. Vayamos pues a narrar la
historia y sabiduría de algunos maestros.

ÉBuda
Siddharta Gautama, nacido en el 563 a. C. en Kapilavastu, al
nordeste de la India. Hijo del Rey Suddodhana y de su madre; Maya
o Mayadevi, quien siendo “virgen” lo concibió tras quedarse dormida
en el bosque y soñar con un enorme Elefante Blanco, que simboliza
“la Sabiduría y la Pureza”. El simbolismo nos recuerda el estado de
pureza necesario en el ser humano para que pueda nacer lo Divino
en nosotros, de ahí el relato de la madre “virgen”, como símbolo del
equilibrio y pureza de nuestra personalidad, (la “madre”, nuestro
interior) para posibilitar el nacimiento, contactar con nuestra Alma,
la chispa Divina en nosotros.
Siddharta vivió en un hermoso palacio rodeado de una alta
muralla para que no pudiese ver el exterior. Casado joven con la
bella Yasoda, tuvo un hijo; Rahula, que significa “Cadena”.

221
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Los 12 Pétalos de Colores

Un día escapó y salió al exterior. Atónito y perplejo quedó al ver


ante sí a un enfermo, un anciano y un funeral. Así tomó conciencia
del dolor, ante la enfermedad, la vejez y la muerte y decidido quiso
buscar la causa del dolor humano. Se hizo asceta y soportó los más
duros ayunos mientras consultaba incansablemente a sabios y
maestros para que le dieran todas las respuestas. Un día bajo un
enorme árbol (símbolo del Conocimiento), exhausto y a punto de
morir por sus drásticos ayunos para encontrar la Verdad, pasó una
niña cantando; “la cuerda floja no da sonido y tensa se rompe, es
en el justo medio donde escuchamos su Armonía”. Siddharta
entonces comprendió y allí llegó a la Liberación. Predicó entonces
su enseñanza sobre “Las Cuatro Nobles Verdades”.
La Verdad acerca de:
- El dolor
- La causa del dolor
- La cesación del dolor y
- La senda que conduce a la cesación del dolor.

Dicha senda se transita a través del: “Noble Octuple Sendero” que


dice así:
- Rectas opiniones
- Rectas intenciones,
- Rectas palabras,
- Recta conducta,
- Rectos medios de vida,
- Recto esfuerzo,
- Recta atención, y
- Recta concentración.

En el Sermón de Benarés él expuso toda su doctrina, que se


puede sintetizar así:
“La Cesación de los Deseos conduce al Sendero del Medio, a la
Iluminación, al Nirvana.”

222
Capítulo 11. Maestros de la Sabiduría

Las enseñanzas de Buda están recopiladas en el “Tripitaka” y en


el “Dhammapada” o la “Senda de la Ley”. El Budismo nos enseña
que el odio no se vence con el odio sino con el Amor.

^€404, «£ (BiÍaÍo.
Quizás estemos más familiarizados con la vida de Jesucristo, pues
muchos hemos sido educados dentro de la religión Cristiana. Su vida
está registrada en la Biblia, en el Nuevo Testamento. Recordemos que
la Biblia tiene 7 claves de interpretación y una de ellas es la simbólica,
siendo así que muchos de los datos, nos estarían hablando en símbolos
sobre el proceso que se debe realizar en todo hombre y en toda mujer.
Jesús, cuyo padre es José, nació de María (también virgen) por
obra y gracia del Espíritu Santo. Huyendo de Heredes, llegaron a
Egipto. Siendo niño, Jesús se perdió de sus padres y fue encontrado
con los sabios de la Iglesia. Fue probado con las tres tentaciones en
el desierto y superadas las pruebas comenzó a predicar a sus discí­
pulos. Su primer sermón fue uno de los más bellos.
El sermón de la Montaña, que nos habla de las 8 Bienaventu­
ranzas, dice así:
- Bienaventurados los pobres de Espíritu porque de ellos es el Reino
de los Cielos.
- Bienaventurados los mansos, porque poseerán la tierra.
- Bienaventurados los que lloran, porque serán consolados.
- Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque
serán saciados.
- Bienaventurados los misericordiosos, porque alcanzarán miseri­
cordia.
- Bienaventurados los puros de corazón, porque verán a Dios.
- Bienaventurados los pacíficos, porque serán llamados hijos de
Dios.
- Bienaventurados los que sufren persecución por amor a la justicia,
porque de ellos es el Reino de los Cielos.

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Los 12 Pétalos de Colores

También enseñó la doctrina de la Reencarnación y el Karma o


ley de Causa y Efecto, cuando dijo a sus doce discípulos: “lo que
siembras, recogerás”.
Fue crucificado en el Monte del Calvario y a los 3 días resucitó.
Esto nos habla de las Iniciaciones antes citadas y el número 3, el
proceso triple de purificación; física, emocional y mental para
lograr la 5~ Iniciación, llamada también “Resurrección” o
“Liberación”.
El mensaje de Jesús se puede sintetizar en la frase:
“Ama a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti
mismo”.

Filósofo chino nacido en 570-490 a. C. en la provincia de Henan.


El simbolismo de su nacimiento nos quiere indicar también el
proceso que se debe realizar en nosotros. De una forma velada, a
modo de cuento nos dice así:
“Después de 82 años de llevarlo en su seno, su madre que
también era ’’virgen", como con Buda y Jesús, se sentó en un
cerezo y tomó un rayo de luz del Sol en forma de perla por la boca
y le abrió un orificio en el costado izquierdo por donde salió,
anciano, lleno de arrugas, con el pelo blanco y con una enorme
sabiduría; Lao-tse.”
Fue bibliotecario de la corte. Se le considera el fundador del
Taoismo. Escribió el Tao Te-King (“Libro de la Vía y de la Virtud”).
La mayor parte del libro está compuesta por rimas, tal como si de
un largo poema filosófico se tratara, contiene 5.000 palabras y es
fuente de enorme Sabiduría. Lao-tse abandonó China para irse a
vivir a un lugar desconocido de Occidente.
Nos habla del Wu Wei o el no hacer, fluir en el ritmo, en el
TAO. He aquí algunas citas:

224
Capítulo 11. Maestros de la Sabiduría

Alcanza la total Vacuidad.


Mantente firmemente en la Quietud.
Los innumerables seres nacen y actúan,
pero los vemos volver a su origen.
Como la vegetación que crece lujuriante
pero regresa al suelo del que ha surgido.

El retorno a la raíz es Reposo;


se le llama regresar al propio Destino.
Regresar al propio Destino es encontrar la Ley Eterna.
Conocer la Ley Eterna es la Iluminación.
Y no conocer la Ley Eterna
es caminar hacia el desastre.

El que conoce la Ley Eterna es tolerante;


siendo tolerante, es imparcial;
siendo imparcial, es soberano;
siendo soberano, está en armonía con la Naturaleza;
estando en armonía con la Naturaleza, está en armonía con el Too;
estando en armonía con el Too, es eterno,
y su vida está protegida contra todo daño.

DGtuKna:
Nació en Matura (India) hace aproximadamente 3.000 años.
Como mensajero Divino fundó una de las religiones más antiguas
del mundo: “el Hinduismo”.
Según la leyenda, también Krishna nació de una madre
“virgen”.Y también gobernaba un tirano al que se le anunció que
Krishna anularía su poder, por ello quería matar a Krishna, tal como
Heredes a Jesús. Temerosa de ello, su madre lo cogió y huyó con él
al otro lado del río Huma. También Krishna murió crucificado en la
base de un árbol habiendo sido atravesado por una flecha.

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Los 12 Pétalos de Colores

Sus enseñanzas están basadas en el Amor, el perdón, la


paciencia, la meditación. Se cuenta que hizo muchos milagros.
El libro más antiguo del Hinduismo es el “Rig-Veda”, que signi­
fica en sánscrito; “Conocimiento Sagrado”.
Dentro del “Mahabarata”, hay un episodio llamado: “El
Bhagavad Guita”. En el Krishna trata de ayudar a Arjuna en la
batalla que va a librarse entre los Kurus (símbolo del Yo Inferior) y
los Pandavas (símbolo del Yo Superior). Krishna aquí simboliza la
encarnación de la Divinidad o el avatar Vishnú.

Krishna dice así en un momento del Bhagavad- Guita:


“Has de saber que cuando la virtud y la justicia decaen en el
mundo y se entronizan el vicio y la injusticia, entonces Yo, el Señor,
me manifiesto como un hombre entre los hombres y, mediante mi
influencia y enseñanzas, destruyo el mal y la injusticia para susti­
tuirlas con la virtud y la justicia. He aparecido muchas veces y aún
apareceré muchas más”.
“El que alcanza el verdadero conocimiento espiritual se parece a la
tortuga que retrae sus miembros bajo el caparazón, pues le es posible
retirar sus facultades sensorias de los objetos de sensación y apartarlas
de las ilusiones del mundo objetivo protegido por la armadura del
Espíritu”.
“Logra la Paz aquel cuyo corazón es como el océano en cuyo lecho
desaguan todos los ríos sin desbordarlo.
Siente el aguijón del deseo y la pasión pero no logran conmoverlo.
Quien cede a la voluptuosidad no logra la Paz.
El que trasciende el orgullo y el egoísmo, alcanza la Felicidad.
Este, ¡oh principe Pandava!, es el estado de unión con el verdadero
ser, el estado de Bienaventuranza, de Conciencia Espiritual.
Quien lo alcanza, conoce la Verdad.
Quien permanece en él aún en la hora de la muerte, se identifica con
la Divinidad”.

226
Capítulo 11. Maestros de la Sabiduría

Su nombre significa “el tres veces grande”. Era también identifi­


cado como el Dios Toth de los egipcios. Gracias a sus enseñanzas se
funda el “Hermetismo”; una de las filosofías más antiguas con las
que cuenta la Humanidad. Poco se puede precisar realmente sobre
su vida, pero se dice que fue un gran sacerdote y filósofo egipcio,
que probablemente viviera durante el reinado de Ninus alrededor
de 2.270 años a. C. Fue considerado como el Padre de la Sabiduría,
la Astrología y la Alquimia. Sus escritos fueron encontrados en “La
tabla Esmeralda” y su “Corpus Herméticus” está considerado como
una de las obras más importantes de donde posteriormente muchos
Sabios Griegos siendo discípulos de los Egipcios, bebieron: Platón,
Pitágoras, etc. En nuestros días esta sabiduría está compilada en un
libro conocido como: “el Kibalión”, que nos habla de las Leyes
Universales.
Estas son las 7 Leyes o Principios Universales:

1. Principio de Mentalismo.
“Este i>rincii>io nos habla de que el Universo es Mental, todo es
Mente”.
Nos explica el gran poder creador de la Mente.

2. Principio de Correspondencia.
“Esta Ley nos habla de que ’’como es arriba así es abajo11. Hay
muchos planos, diferentes dimensiones pero todas ellas se corres­
ponden”. Por ejemplo:
- la Tierra es un planeta séptuple como séptuple es el hombre,
- las mismas leyes que rigen en una galaxia rigen en un
planeta, en un hombre o en un átomo,
- tenemos en nuestro cuerpo físico la misma proporción de
agua que en el planeta Tierra, etc.

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Los 12 Pétalos de Colores

3. Principio de Vibración.
“Nada está estático, todo se mueve, todo vibra, todo está en cons­
tante movimiento”.
Por este principio entendemos el impulso de la ley de
Evolución.

4. Principio de la Polaridad.
“Todo es doble; todo tiene dos polos, todo tiene su par de opuestos,
los semejantes y los antagónicos son lo mismo; los opuestos son
idénticos en naturaleza, pero diferentes en grado; los extremos se
tocan; todas las verdades son semi-verdades; todas las paradojas
pueden reconciliarse”.

5. Principio del Ritmo.


“Todo fluye y refluye, todo tiene su avance y su retroceso, todo
asciende y desciende, todo se mueve como un péndulo; la medida de
los movimientos hacia la derecha es la misma que la de su movi­
miento hacia la izquierda; el ritmo es la compensación”.

6. Principio de Causa y efecto:


“Toda causa tiene su efecto; todo efecto tiene su causa; todo sucede
de acuerdo con la ley. Este principio nos habla de la Ley del
Karma”.
Y gracias a este principio se comprende la Reencarnación y
nos desvela la clave para entender todo lo que creemos son
“injusticias humanas”.

7. Principio de Generación:
“Todo tiene los principios masculino y femenino. El género se
manifiesta en todos los planos”.
Para toda creación se necesitan los dos polos; negativo y
positivo.

228
Capítulo 11. Maestros de la Sabiduría

Fue Discípulo de Sócrates. Nació en Atenas el 427 a. C. y murió el


347 a. C. Desciende de noble estirpe y recibe una refinada educa­
ción artística y científica en su tiempo. Sócrates le influirá en su
búsqueda filosófica. A la muerte de Sócrates, muerto tras beber
cicuta al haber sido acusado de corromper con sus enseñanzas a la
juventud, (y esto no debe sorprendernos, pues la Sabiduría siempre
ha sido atacada por la masa ignorante, sometida al inconsciente
colectivo), Platón inicia varios viajes, luego vuelve a Atenas y por
su empeño de hacer reformas en su participación pública y política,
es enviado a Esparta como prisionero de guerra. Es rescatado y
también intentará reformas en Sicilia que fracasarán.
Funda en el 387 a. C. en el Jardín de Academos su escuela; “la
Academia” una de las más famosas escuelas de filosofía de todos los
tiempos, en los alrededores de Atenas, en el camino de Eulisis. Era
una enseñanza de transmisión oral, a través de diálogos.

Son obras de Platón:


“La República”, obra maravillosa en donde a través de la exposi­
ción de las diferentes formas de gobierno, Platón nos transmite una
enorme Sabiduría. Dentro de ella dignos son de mencionar:
“El Mito de la Caverna”; sobre la cautividad en la oscuridad o
ignorancia de la humanidad y como volverse hacia la Luz,
rompiendo nuestras cadenas para poder salir de la Caverna y exta­
siarse en la contemplación del “Sol”.
Y “El Mito de Er”; sobre las recompensas del justo y el injusto
después de la muerte.
Otros libros son:
Simposio o El Banquete, El Fedón o de la inmortalidad del Alma,
Apología de Sócrates, Critias o de la Atlántida, El Sofista o del Ser,
Critón o del Deber, Lysis o de la Amistad, Fedro o del Amor, etc.
Platón nos enseñó que de todas las creaciones de la Tierra, “el
hombre (el ser humano; hombre-mujer, se entiende) es el único ser

229
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Los 12 Pétalos de Colores

que es doble: tiene una parte mortal y otra Divina”.


También nos habla en su “Banquete” al describir a Eros (el
Amor) de los dos tipos de Amor: la Afrodita Urania o el “Amor
Celeste por sí mismo” y la Afrodita Popular es decir, el Amor
Humano dual.
“Conócete a ti mismo y conocerás el Universo y a los Dioses”, en el
frontispicio del Templo de Delfos podía leerse esta máxima griega,
método utilizado por Sócrates, por Platón, Pitágoras y por tantos
Iniciados de la Grecia Clásica..., método para lograr en nosotros,
hombres y mujeres del siglo XXI.

fJCefana SetuvOna,
Sin duda gran parte del conocimiento esotérico que hoy tenemos se lo
debemos a esta gran mujer, pionera en su tiempo, que se ocupó de traer
la Sabiduría Milenaria de Oriente a Occidente, que por entonces
estaba sumido en una profunda ignorancia, aletargado tras una negra
Edad Media, en donde el conocimiento había sido celosamente guar­
dado en los lejanos confines de los monasterios de Oriente.
Nació en Ekaterinoslav, Rusia, el 12 de agosto de 1.831. Ya
siendo niña desarrolló poderes extrasensoriales, tenía contacto con
los elementales de la naturaleza. La obligaron a casarse muy joven
con un hombre mucho mayor que ella; el General Blavatsky pero
al poco ella abandonó a su marido y comenzó a viajar incansable en
busca de la Sabiduría.
Contactó con sus Maestros y en 1.875 fundó la Sociedad
Teosófica junto con el Coronel Olcott. En 1.877 publicó su primera
obra: “Isis sin velo”.
En 1.878 dejó Norteamérica y se fue a la India para desarrollar
el trabajo teosófico en donde en 1.883 se estableció la sede central
internacional de la Sociedad Teosófica en Adrar, la India.
En 1.884 salió para Europa y estuvo en París donde, inspirada y
ayudada por sus dos grandes Maestros: “Morya y Kuthumi”, trabajó

230
Capítulo 11. Maestros de la Sabiduría

en su gran obra; “La Doctrina Secreta”, compuesta de 6 tomos, la


cual es un gran tesoro de conocimiento esotérico compilado, lleno de
citas y estudios comparados. En el primer tomo nos habla de cosmo-
génesis; la historia del Cosmos, y en el tercero por poner algunos
ejemplos, de antropogénesis; la historia del hombre y la humanidad.
En 1.885 fue a Alemania en donde siguió escribiéndola. En
1.887 se instaló en Londres y publicó; “La Clave de la Teosofía y la
Voz del Silencio” en 1.889 y estableció allí en Londres la sede
central de la Sociedad Teosófica. Murió, mejor dicho; hizo el “trán­
sito” en Londres el 8 de mayo de 1.891.
Por sus escritos fue muy atacada por toda la comunidad científica,
pero abrió grandes pasos para el despertar espiritual que poseemos
hoy en día.
Discípulos de ella fueron; Annie Besant y C. W. Leadbeater y de
estos Krishnamurti.
También Max Heindel fue secretario de la sociedad Teosófica
hasta que fundó la Orden Rosacruz, y también Rudolf Steiner el
cual fundó el movimiento de la Antroposofía.
Alice A. Bailey bebió, así mismo, de las fuentes de la Teosofía
hasta que fundó; La Escuela Arcana, siendo inspirada por el Maestro
Djkhal Khul (el Tibetano), habiendo ya desencarnado Blavatsky y
así también Vicente Beltrán Anglada, el cual estuvo en la Sociedad
Teosófica y después en la Escuela Arcana. Otro maestro basado en
el estudio de la mente; la psicología humana, fue Antonio Blay.

Todos ellos son verdaderos Maestros de Sabiduría, al igual que


muchos más que no podemos enumerar por falta de espacio, más
para hacernos una idea, sirva de ello estos breves ejemplos y si
nuestra ansia de Conocimiento es verdadera, podremos obtener
mucha Sabiduría gracias a la lectura y meditación de todos los
libros, auténticas joyas, “Tesoros de la Humanidad”, que nos han
dejado tantos y tantos Maestros. Sólo tenemos que buscar y al
encontrar, ponerlo en “práctica” en nuestra vida.

231
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Los 12 Pétalos de Colores

Si así lo hacemos nos sentiremos cada vez más libres, felices y


plenos, y además comprobaremos cómo los mensajes de todos los
seres evolucionados, son idénticos en su esencia, pues beben de una
misma fuente: “la Verdad”, la cual proviene del 2s Logos: el
“Bodhisattva”, en el departamento del Amor, dentro del “Gobierno
Interno” del mundo, en Shamballa, y es de allí de donde salen
todos los avalaras; que son los “Fundadores de las Religiones”.
Sólo cambian las formas de expresión o manifestación de la
Verdad, que se adaptará según el momento histórico y las necesi­
dades de evolución de los seres humanos. Y así surgen los grupos,
organizaciones y religiones que a lo largo del tiempo, se van sepa­
rando cada vez más del mensaje inicial del avatar, y esto es lo que
crea las diferencias, los separatismos y las luchas entre ellos.
Sin duda caminamos hacia nuevos tiempos en los que habrá un
reencuentro de religiones y creencias, sin luchas entre ellas,
viviendo la unidad dentro de la diversidad, llevando a la práctica
¡por fin!, el mensaje que todos ellos predican: amarse los unos a los
otros, a pesar de las diferencias. Este es un logro a conseguir por
los seres humanos en la nueva “Era de Acuario”.
Como siempre: ¡De nosotros va a depender el conseguirlo!
Tenemos todas las energías y elementos necesarios para superar
nuestros egoísmos, el Universo pone todo a nuestra disposición
para que podamos utilizarlo; nuestra es la elección.
Depende de nosotros el cómo utilicemos todo este
“Conocimiento Sagrado” que nos ha sido transmitido. Si nos mejo­
ramos a nosotros mismos, estamos contribuyendo a mejorar a toda la
Humanidad, si tenemos Paz estamos contribuyendo a que haya Paz
en el Mundo. ¡Tenemos una gran responsabilidad!
Por ello:
¡Trabajemos en nuestro Templo Interior,
para que el Amor y la Sabiduría gobierne todos nuestros pasos!

¡Que Así Sea!

232
Capítulo 11. Maestros de la Sabiduría

La luz acaricia tu vida,


la luz quiere entrar en tu vida,
¿vas a dejar que la luz entre en tu vida?
¿vas a dejar que la luz sea tu vida?

Concededme ¡Oh divinos hermanos!


Con vuestra luz--- Ser inspirado.
Poder unirme ¡al Amado!
Y transmitir así... ¡todo vuestro legado!

233
Capítulo 11-B

Empiezo con los animales por el hecho de que nos dan una gran
lección, enseñan a sus hijos, a vivir y luego los entregan a la natura­
leza, a quien pertenecemos todos en realidad en este Planeta. A la
palabra Maestro le aplicaremos la ley de polaridad; positivo-negativo.
Ma Ángeles nos ha escrito el positivo.
El peligro del maestro reside en la relación sutil que nosotros
fomentamos en nuestra mente: “donde nos ubicamos nosotros y
donde le ubicamos a él”. Si lo ponemos en un púlpito, en un pedestal
o más alto aún, cuanto más lo alejemos de nosotros, más lejos esta­
remos de alcanzar la verdad que nos llega de él. Si seguimos sus
pasos, pondremos el peso de su camino en nuestra mochila.
Tenemos la obligación de discernir en el hecho real de que si comul­
gamos con una forma de verdad, no significa que sea solo la verdad
expuesta por el maestro la que nosotros tengamos que investigar.
“Los caminos de la Verdad a investigar, sólo los puede regir el
dictado claro de nuestro Corazón”.
Y si no es así, nuestra investigación personal, nuestro tesón y tra­
bajo y nuestro anhelo por hallar la verdad (o al menos parte de ella), la
perseverancia que pongamos en ello, nos dirigirá a buscar a nuestra
“intuición”.
El maestro expone una verdad ¡y ahí se acaba todo! Lo que
hagamos con la verdad es sólo responsabilidad nuestra. El maestro (si
enseña a través de la incondicionalidad y la neutralidad del amor) sólo
tiene responsabilidad para con él mismo y su camino.
Recordemos que al igual que físicamente, ninguna huella dactilar

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Los 12 Pétalos de Colores

es igual, la mente tiene en cada uno de nosotros una forma muy espe­
cial y concreta de actuar. Las mentes funcionan de forma distinta,
dependiendo del estado evolutivo del ocupante. La meta del maestro
y del alumno es la de alcanzar la máxima sabiduría en los laberintos
del amor, pues cuanto más estemos todos en el estado de amor, más
certeros serán los pasos del camino.
El amor es el que nos ayuda a ver comprensivamente nuestros
errores. Y si se ven amorosamente desde el perdón, los errores pierden
fuerza, y si pierden fuerza nos aportan paz. La paz nos llevará a ser
un estado de más amor, hasta que por amor a nosotros mismos y a lo
que somos; “Chispas de Dios”, nos limpiamos como agua clara para
ser dignos del la luz que por “Ley Divina” se vierte en nosotros.
Cuando andamos este camino con plena conciencia, atención,
con la dignidad de ser amor, pierde mucha fuerza el camino que está­
bamos andando de confusión, rabia y dolor.
Como “la cara que es el espejo del Alma”, caminamos como si
fuéramos almas perdidas ¡sin alma! y en pena. ¿Perdidos por qué?
Pues sencillamente porque no manifestamos lo que somos, manifes­
tamos lo que creemos ser.
En otras ideologías el maestro se vive de forma distinta: “Se sigue
fielmente sus pasos”. Estos casos son así porque las almas se han reco­
nocido y en otras encarnaciones han empezado un trabajo de evolu­
ción que aún no ha concluido, son casos excepcionales pero creo en
la existencia de ellos.
Gracias a Dios, los maestros han dejado sus escritos y con ellos
podemos alcanzar la trascendencia de su mensaje.
Hay que estudiarlo siempre teniendo en cuenta que se escribieron
en una época determinada. Creo firmemente que la Verdad es “Una”,
pero a sí mismo cada época tiene también, una forma determinada de
verdad en sintonía con el estado evolutivo del conjunto de seres que
viven en ese mismo espacio tiempo.
El maestro ama el camino evolutivo y desea con todo su corazón
que el que lo camine junto a él lo termine caminando con una maes­

236
Capítulo 11. Maestros de la Sabiduría

tría exquisita, y si consigue andar el camino con más sabiduría que su


maestro, este sentirá una profunda alegría:
¡Recuerda que el maestro ama el camino!
¡Desconfía del maestro que se inquieta por que tus pasos logren
alcanzarle!
¡Desconfía del maestro que se presenta con la vanidad del mundo!
¡Desconfía del maestro que presenta su verdad como la única!
¡Por que hay muchos que se dicen a sí mismos maestros, pero el
verdadero maestro te hablará a través de la humildad de su silencio,
para que encuentres tu Maestro Interior, para que te guíes por la intui­
ción de tu corazón!
¡Y esto tu debes saberlo, ten discernimiento! ¡Cuidado con idola­
trar a los maestros!

La búsqueda de la sabiduría con el fin de ayudar en


el camino del Amor son los máximos galardones del
Alma y así se conecta con el Espíritu, con Dios.

237
Capítulo 12

Etapas de un camino
de evolución espiritual.
Nuestro destino:
llegar al Amor...
ser Dioses.
Capítulo 12-A

Como ya vimos en el anterior tema de “Los Maestros de Sabiduría”,


el ser humano va evolucionando en progresivas expansiones de
conciencia llamadas “Iniciaciones”, tras las cuales obtiene la libera­
ción de la etapa humana e ingresa en el 5S reino, llamado de diversas
maneras: el Reino de los Liberados, los Maestros de Sabiduría, la
Fraternidad Blanca, la Jerarquía Oculta o Planetaria, el Gobierno
Interno del Mundo, etc.
Ya vimos que así como hay reinos por debajo de la etapa
humana indudablemente también los hay por arriba, pues ¿por qué
habría de detenerse la evolución, que es la ley que impera y mueve
todo el Universo, en la etapa humana? ¿Cómo pues se ordena y
dirigen los sistemas solares, las galaxias, los planetas...? ¿Solos?
¿Qué ser o seres ininteligibles para nosotros hacen posible que el
planeta Tierra gire sobre sí mismo, por el Sistema y por el Espacio?
¿Nadie? ¿Qué seres habitan en una estrella como es nuestro Sol,
que hacen posible que sea una fuente inagotable de luz y de calor,
que proporciona vida a todos los planetas que están bajo su
cuidado? ¿Nadie? No trataremos aquí de querer convencer a nadie,
entre otras cosas porque sólo cada uno puede llegar a convencerse
a sí mismo, sobre aquellas cosas que nuestra “mente concreta” no
puede llegar a comprender. Necesitamos activar en nosotros la
“intuición del corazón”, para poder llegar a vislumbrar a través
de los ojos del alma, toda la inmensidad que es inabarcable a los
limitados ojos de nuestra personalidad.
Pero, ¿cómo despertar esa Intuición Superior?, ¿Cómo atreverse

241
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Los 12 Pétalos de Colores

y poder llegar a mirar con los ojos del Alma?


Ese es el despertar del camino espiritual, llegar al portal de las
Iniciaciones. Cuando el “anhelo” por poder conectar con algo
superior a nosotros, con esa energía, con esa Fuente Creadora, es un
anhelo puro del corazón, es una insatisfacción que nos hace buscar
como hambrientos desesperados, la fuente inagotable del Ser,
entonces se produce mágicamente el “¡Ábrete Sésamo!”, el “¡Pedid
y se os dará!”. Comienza un hecho maravilloso en nuestra vida;
estamos caminando aun sin saberlo hacia el encuentro con nuestra
alma, con lo superior en nosotros, con nuestra fuente creadora.
De buscadores serios, pasaremos a ser discípulos, al cuidado de
Maestros del 5S Reino, lo sepamos o no. Pasaremos la etapa de
“discípulos en probación” a “discípulos aceptados”, pero ello de
manera inconsciente, sin apenas darnos cuenta de ello. En nuestra
vida tal vez ocurran encuentros de personas muy significativas para
nuestro camino de aprendizaje espiritual, encontraremos los libros
adecuados para el momento adecuado, las situaciones vividas, los
problemas que se presenten, tal vez algunos cambios, sobre todo en
el interior pero a veces también en el exterior, y muchas cosas que
nos sorprenderán como magníficas coincidencias, hasta que al final
dejen de sorprendernos “al conocer las leyes que disipan toda casua­
lidad y nos conducen a las matemáticas puras de la causalidad”.
Este proceso puede darse en una misma encarnación o en varias,
según el ritmo de evolución del ser que lo realice. Generalmente se
dice que de la Is a la 2S Iniciación suele transcurrir mucho tiempo,
varias encarnaciones, pero ello va a depender del anhelo del ser por
lo Divino, de su firme voluntad en el camino y la autodisciplina
sobre los instintos, emociones y pensamientos impuros.
De la etapa de “Discipulado Aceptado” pasaremos a otra gran
expansión de conciencia, previas crisis, soledades, estados de
confusión y angustia, que darán nacimiento en nosotros a lo que ha
sido llamada como la Is Iniciación o simbólicamente hablando: “la
del Nacimiento”, el nacimiento al mundo espiritual. En este

242
Capítulo 12. La Liberación

momento somos como criaturas recién nacidas, infantes, por ello se


dice que es el 2 2 nacimiento; Is el nacimiento natural de todo ser
y 22 el nacimiento espiritual de aquel que ya esta preparado para
ello. Esta es una (hay más) de las explicaciones simbólicas de
aquello a lo que se refería Jesús cuando dijo que teníamos que ser
como “niños” para entrar en el “Reino de Dios”.
En este nuevo estado lograremos un mayor autocontrol y
madurez con respecto a nuestro cuerpo físico y nuestro desenvolvi­
miento en el plano físico material, de una manera como no nos
hubiéramos creído ser capaces de ello. Trabajaremos ciertas tenden­
cias y hábitos físicos que ahora serán dominados por nuestra
voluntad, por ejemplo: la gula, la pereza, el hacer las cosas con
desgana o desidia, es decir, equilibrar todo exceso y defecto físico.
Se tratará de encontrar un justo medio en todo.
Queremos recordar que aunque no seamos conscientes de ello,
en todas estas fases vamos a estar siempre muy ayudados por
Maestros, Angeles y Guías. Durante la noche, tras el paso de
nuestra conciencia a los planos sutiles, o separación del cuerpo
astral de nuestro cuerpo físico, (lo que conocemos como sueño),
nos reagrupamos en cuerpo astral en ciertos “Ashramas” y con
ciertos discípulos de más o menos nuestra misma vibración y
seremos instruidos por seres; Maestros al cuidado de nuestra evolu­
ción. Al volver a nuestro cuerpo, tras el sueño, tal vez no recor­
demos nada, pero la fuerza y la inspiración recibida la llevaremos
con nosotros.
A través de todos los procesos hasta la 5S Iniciación, se va a
producir una transformación interna, que se va a realizar en nosotros
de una manera inconsciente, desapercibida, sin que conscientemente
nuestra voluntad participe de ello. Ciertas glándulas que estaban inac­
tivas se despertarán tras una mayor activación de los chakras o centros
energéticos. La glándula Timo, la Pituitaria y la glándula Pineal serán
activadas tras el ascenso de la energía Kundalini a través de los
canales Ida y Píngala por el canal Sushumna.

243
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Los 12 Pétalos de Colores

Algo muy importante es que nosotros no deberemos realizar


ningún ejercicio intentando despertar la Kundalini, pues ello es
peligroso si no se ha realizado previamente una purificación de
nuestros cuerpos de la personalidad y ese despertar se realiza por sí
solo cuando realizamos el trabajo de limpieza interior, nosotros no
debemos preocuparnos de ello, sólo ocuparnos en llegar a ser
“Limpios de Corazón”.
En la 2~ Iniciación se va a equilibrar nuestro cuerpo astral o de
emociones. El control de los deseos, apegos, y emociones se hace
aquí indispensable si queremos seguir andando en el sendero de
ascensión a la montaña. Hemos de superar emociones como la ira,
la cólera, el orgullo, los celos, el odio, la rabia, el egoísmo. En este
período de pruebas intensas pueden pasar varias encarnaciones
hasta que por fin la autodisciplina controle verdaderamente
nuestro cuerpo emocional y gracias a la atención en nosotros
tengamos justas y rectas emociones.
Pero esta etapa suele ser bastante costosa en los seres humanos
más lograremos pasarla si despertamos cada vez más el Amor de
nuestro corazón, hacia todos los seres. ¡Esa es la verdadera clave
del éxito!
Comprobamos una y mil veces que somos arrastrados por nues­
tras emociones. Tan pronto estamos eufóricos y contentos por algo
como caemos en la más triste angustia o desesperación. Gracias al
amor y la comprensión, nuestros deseos, intereses, apegos, depen­
dencias y egoísmos serán desenmascarados y lograremos encontrar
el punto medio de equilibrio entre la alegría y el dolor, alcanzando
un estado inalterable como “una roca frente a las tempestades”. Las
circunstancias externas ya no nos llevarán de aquí para allá, como
tampoco nuestros propios estados internos.
Esta 2~ Iniciación es llamada también: “El Bautismo”, como
símbolo de la purificación a través del agua,... y el agua recordemos
que simboliza nuestro cuerpo astral o de emociones.

244
Capítulo 12. La Liberación

En la 3“ Iniciación llamada: “Transfiguración”, el control va a


ser realizado sobre nuestro cuerpo mental. Hemos de encontrar un
perfecto equilibrio de nuestros pensamientos: la crítica, el juicio,
las malévolas intenciones, todo ello desaparecerá tras el amor y se
logrará la unificación de la cabeza con el corazón. El centro chakra
coronario activará la glándula pineal y despertarán en nosotros
sentidos que antes estaban inactivos: la clariaudiencia, la clarivi­
dencia, la intuición espiritual, pues en esta Iniciación tomamos un
mayor contacto con nuestra alma a través del puente o Antakarana
que hemos construido de nuestro mental concreto inferior al
Mental Abstracto o Superior en donde reside nuestra alma. La
mente concreta debe ser aquietada, calmada, tal como si fuera un
lago de aguas puras y tranquilas en donde pueda ser reflejada la luz
de la luna, como símbolo de nuestra alma, que refleja la luz del Sol;
“del espíritu” e inspira a nuestra personalidad a través de la mente
concreta acallada.
“Deben ser acalladas las muchas y ensordecedoras voces de la perso­
nalidad para que pueda ser oída la voz insonora o voz del Alma”.
La 4“ Iniciación, es un estado de conciencia muy elevado.
Llamada: “La Crucifixión”, es la Iniciación en donde debemos
realizar la renuncia de todo lo material, realizar el desapego
completo de nuestra personalidad, es decir del cuerpo físico, astral
y mental. Se produce una crisis difícil. Estamos en el centro de la
cruz, la línea horizontal nos habla de nuestra parte material y la
vertical de la parte espiritual que queremos alcanzar. Sin embargo,
dejar lo material es como saltar al vacío, pues sin podernos aferrar
a nada concreto, nos lanzamos hacia lo Espiritual, que intuimos,
pero todavía no es completamente realidad en nosotros.
Cuando hablamos de soltar o dejar lo material se entiende que
nos estamos refiriendo a procesos internos de desapego, en ningún
caso a abandonar físicamente posesiones o personas ni abandonar
nuestras responsabilidades para con el mundo que hemos creado a
nuestro alrededor. El verdadero Iniciado es un “Servidor del Mundo”,

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Los 12 Pétalos de Colores

responsable de todos sus actos, sin descuidar nada ni a nadie.


Pasada esta dura Iniciación, saboreamos los goces de la plenitud
al pisar el umbral de la 5S Iniciación: “La Resurrección o
Liberación”. En esta Iniciación se supera por fin la etapa humana,
todo karma queda así liberado y ya nada nos obliga a encarnar, a
no ser que por amor queramos volver para ayudar a la humanidad.
Entramos pues a formar parte de la Gran Fraternidad Blanca o 5S
Reino de las Almas Liberadas, también llamado en la terminología
griega: “Los Dioses del Olimpo”.
Tomamos así contacto con nuestro verdadero Ser: el Espíritu. A
partir de ahí, seguiremos aprendiendo pues la evolución es una
marcha progresiva hacia delante ¡siempre!, solo que entonces nues­
tras ocupaciones serán más elevadas y grandes en correspondencia
al nuevo nivel de conciencia adquirido, y no necesitaremos ya
cuerpo físico.
Todos los seres liberados del 5S Reino o Reino Espiritual, se
manifiestan en el plano Búdhico de amor puro e intuicional.
En este plano no existe el mal, pues la polaridad de las energías
positivas y negativas se complementan fusionadas para una creación
mayor. El mal tal como lo conocemos solo existe en los tres planos
inferiores: el físico, astral y mental concreto, donde la dualidad o
polaridad están separadas, enfrentadas y la una dará lugar a la otra,
en el interminable círculo rítmico de alternancia. Con la liberación,
o “Nirvana”, trascendemos estos planos y nos elevamos al plano
Búdhico o de Amor Divino, en cuerpo glorificado o de luz, pues
realmente ha habido una transformación o transmutación de todos
nuestros átomos densos en átomos de hidrógeno, el átomo más
simple y piedra de construcción de todo lo creado.
Es aquí que se detiene la Rueda de las Reencarnaciones o
Samsara, pues ya no le debemos nada a la vida, nuestras deudas o
karma está saldado. Por elfo dejamos atrás los planos en donde
existe el mal, el dolor y el sufrimiento. Se dice entonces que
encontramos la plenitud de la verdadera vida, hemos alcanzado la

246
Capítulo 12. La Liberación

perfección de la etapa humana, el arquetipo al cual estábamos


destinados y pasamos a ser Dioses, Espíritus, columnas que
forman parte del Templo de Dios.
Siguen después 2 Iniciaciones más, la 6~ y la 1~ que podrán ser
realizadas en otros Sistemas Solares de una finísima y sutil mayor
vibración, (si es que se le pueden dar estos calificativos para que lo
entendamos mejor). Posteriormente hay más Iniciaciones; se dice que
nuestro “Rey del Mundo” o “Sanat Kumara”, tiene la 9S Iniciación.
Ya hemos visto que la evolución humana está cuidada y super­
visada por grandes seres liberados; Maestros, Dioses o como lo
queramos llamar. No hemos de preocuparnos, nada existe al azar, ni
estamos dejados de la mano, sino todo lo contrario. Existe un
gobierno interno del mundo, con un ser (el cual hemos mencio­
nado anteriormente) muy elevado a la cabeza; “el Rey del Mundo”,
denominado también; “el Anciano de los Días, el Iniciador Uno,
Sanat Kumara”. Reside en Shamballa o la “Ciudad de los dioses”
situada en el Plano Etérico en lo que correspondería con el desierto
del Gobi, en Asia Central. Tres Departamentos están a su cargo,
dirigidos por “Tres Grandes Seres” de la 1~ Iniciación:
-El Departamento del Manú, encargado de las razas, gobiernos,
continentes y los cambios geológicos. Trabaja con el Is Rayo o de
la voluntad. Se dice que nuestro Manú actual es el Maestro Morya,
el cual fue Moises en una de sus encarnaciones anteriores.
-El Departamento del Bodhisattva, encargado de las Religiones.
Activa el 2S Rayo de amor-sabiduría. Se denomina como el depar­
tamento del Cristo y es de donde salen todos los fundadores de
Religiones o Avalaras. No debemos confundir el Cristo, con el
Maestro Jesús, el cual en su encarnación como Jesús, (pudo el Cristo
obrar a través de él), obtuvo la 4“ Iniciación. Actualmente es un
Maestro de la 5S Iniciación, trabajando en el 6S Rayo.
Discípulo del Cristo también es el Maestro Kuthumi, del cual se
dice que ocupará el puesto del Cristo en un futuro lejano, y que fue
en anteriores encarnaciones Pitágoras y San Francisco de Asís.

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Los 12 Pétalos de Colores

-El Departamento del Mahachohan, encargado de las


Civilizaciones. Focaliza el 3sRayo de inteligencia pura.
Ya hemos visto que corresponden a los tres departamentos los 3
primeros Rayos de: voluntad, amor e inteligencia.
Por debajo de esta escala, tenemos los siguientes Rayos en
donde trabajan Maestros Espirituales de la 6~ y 5S Iniciación:
-4S Rayo de la Armonía a través de los conflictos, uno de los
Maestros de este Rayo es Serapis, inspirador del Arte.
-5S Rayo de la Ciencia, uno de los Maestros de este Rayo es
Hilarión.
-6S Rayo de la Devoción, rayo en el cual trabaja el Maestro
Jesús.
-7S Rayo del Orden y el Ceremonial, uno de los Maestros que
trabaja a través de este Rayo es M. Rakoczy, más conocido como
Saint Germain, que en una encarnación fue Christian Rosenkreutz.

Como vemos hay infinidad de Maestros supervisando, inspi­


rando y ayudando a la humanidad, y seres de la evolución dévica,
Angeles y Elementales que intervienen con su ayuda en todos los
procesos evolutivos de todos los Reinos de la Creación.
Mas no pueden influir ni tocar el libre albedrío de los seres
humanos, debemos de evolucionar, llegar a la autoconciencia por
nosotros mismos, aunque nos equivoquemos, de lo contrario sólo
seríamos marionetas. Por ello si no vamos más deprisa en nuestra
evolución, no vamos a echar las culpas fuera de nosotros o a enfa­
darnos hasta el punto de renegar de la idea que tenemos de Dios,
como si nos hubiera abandonado, pues ahora ya sabemos de la ley
de la Reencarnación, del Karma, de que todo es justo, y de que
existen unos seres o Dioses ayudando en nuestro proceso, pero sin
poder inmiscuirse en nuestra libertad.
Somos un Espíritu con forma en la materia y con un alma de
intermediario para que ambos puedan unirse.
Podríamos preguntarnos: ¿Por qué el espíritu necesita pasar por

248
Capítulo 12. La Liberación

la etapa humana llena de dolor y sufrimiento si ya es puro y divino


en su esencia, para volver nuevamente a la unidad de la cual salió?
Para resolver estas preguntas debemos investigar la Cosmología,
ciencia que estudia la creación, la génesis del Universo.

Encontraremos mucha luz en libros como:


-La Doctrina Secreta de Blavatsky,
-El Concepto Rosacruz del Cosmos de Max Heindel,
-Los libros de Alice Bailey,
-Los libros de Vicente Beltrán Anglada,
-El libro de Arturo E. Powell: “El Sistema Solar”,
-Y los libros de Rudolf Steiner, Antonio Blay, Krishnamurti y
otros, que nos ayudarán mucho sin duda a desentrañar la psicología
humana. Más sin embargo, no son preguntas que puedan ser
respondidas en un momento o sólo con la lectura de un libro.
Después de la lectura, o de asistir a algún curso, o de alguna
conversación profunda y espiritual, hemos de reflexionar en nosotros
mismos, hemos de meditar con el Silencio de nuestro Interior, tra­
bajar cada vez más la atención, pues sólo así podremos contactar con
nuestra Alma, recibir sus impresiones, sus intuiciones, pues sólo ella
nos dará las verdaderas claves de comprensión de; “quienes somos,
que hacemos aquí y hacia donde vamos”. Desde fuera nos podrán
ayudar pero sólo para que conectemos con nuestro verdadero
“Maestro Interior”. Sólo así todos los misterios podrán ser desvelados
para nosotros, sólo así hallaremos la paz y la plenitud que tanto
buscamos.
En nuestro interior están todas las respuestas; ¿nos atrevemos a
caminar para encontrarlas? Con toda nuestra humildad y con el
riesgo de equivocarnos ante temas tan trascendentales, pues nadie
está en posesión de la Verdad Absoluta, daremos algunas pince­
ladas sobre la pregunta que hemos mencionado, que se remonta a
los orígenes y el porqué de la creación, con la esperanza de que nos
pueda ayudar en nuestras reflexiones:

249
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Los 12 Pétalos de Colores

Todo es energía, el Universo es mental, el Logos o Dios (en


nuestro caso el Logos Planetario que es nuestro Dios más cercano),
decide crear, a través de su triplicidad de ideación, deseo y actua­
ción, “los tres primeros rayos de voluntad, amor e inteligencia”.
Primero idea el plan, luego desea realizarlo y finalmente se
concretiza la creación. ¿Por qué? Para evolucionar, al igual que
nosotros cuando queremos crear algo.
Entonces emana de sí las mónadas o espíritus, hechas a su
imagen y semejanza, con las tres fuerzas de voluntad, amor e inteli­
gencia. Pero las Mónadas o chispas Divinas necesitan desplegarse,
desarrollarse, a través del campo de abono del mundo material, al
igual que una semilla que aún teniendo dentro de sí la información
sobre la planta o flor que algún día será, necesita de la tierra para
poder desarrollarla y expresarla, tal como una idea, que aunque la
tengamos muy clara en nuestra imaginación, necesitamos materiali­
zarla y notaremos como nos cuesta realizarla tal y como la habíamos
pensado. De esta manera aprendemos a hacer las cosas en este
plano físico y con ello cada vez vamos siendo más completos, más
eficaces, más sabios.
Estamos dentro de una ley llamada “evolución”. Las Mónadas
necesitan envolverse en la materia. Al principio en el estado
mineral, no tienen conciencia de sí mismas, en el estado vegetal, ya
van tomando más conciencia, más sensibilidad hacia el mundo
material exterior a ellas; la brisa, el frío, el calor... tras el estado
animal empiezan a tomar conciencia de todo lo de su alrededor y
con mucha más sensibilidad, en el estado humano, las Mónadas o
Espíritus, pueden ser autoconscientes de sí, encontrarse en ese
cuerpo material y reconocerse como espíritu o Dios encarnado. Y
sólo en este punto puede autoliberarse y fundirse a la unidad de la
cual salió, pero ahora mucho más rico, con más sabiduría y así enri­
quece la fuente de la cual emanó.
La Mónada al comienzo de la creación es como un embrión y
cuando el ser humano alcanza la liberación, la Mónada ha sido

250
Capítulo 12. La Liberación

alumbrada en una nueva dimensión.


¡Bendice oh señor, a todos aquellos que quieran lograr la libera­
ción, el retorno a tu hogar, colmados de la dicha que da tu amor!

¡Que así sea!

Feliz es aquel que se encuentra a sí mismo.


Sabio es aquel que se conduce a sí mismo.
Justo es aquel que ama al mundo.
Libre es aquel a quien ya no ata el mundo.

Mañana cuando el sol salga,


da a la luz... gracias.
Que por ella en el mundo vives,
y por ella... del mundo ¡te redimes!

En la Unidad de la Hermandad
vivimos el Amor de la Fraternidad.

251
Capítulo 12-B

Para liberarnos tenemos que ver y aceptar que estamos presos, esta
es la base, lo primero que tenemos que analizar.
Confieso que me siento preso a causa de mis ideas, y que aún no he
llegado a analizarlas todas pues son muchas y reconozco que utilizan
entre ellas un mecanismo sutil, rápido y automático, ya que llevan
mucho tiempo desenvolviéndose así. Me va llevar su tiempo desco­
nectar el piloto automático con el que funciona cada una de ellas.
Aceptar este hecho tan natural me ayuda a no luchar, pues la
lucha sin medida hace a tu enemigo mas fuerte, creo que la lucha es
efectiva cuando la hacemos bajo las reglas del “Tao”, hacer sin hacer,
con el simple ver.

&tapaa la lllwtaclán,.
De niño te sientes libre porque eres libre, espontáneo, natural. Tu
llanto es auténtico llanto y tu risa es auténtica risa. La carcajada de un
niño puede inundar un Universo, porque es un punto de él expresán­
dose. Crecemos copiando a la sociedad. Abrimos nuestros ojos y
aprendemos todo. En este aprendizaje el niño va creciendo, conforme
crece es menos niño y más la sociedad. Así llega a adulto, ahora solo
queda una leve memoria de lo que era ese niño de “Luz”. Agonizando
en angustia y dolor el adulto se siente insatisfecho, no comprende lo
que ha sucedido pero se siente muy mal.
Un día posiblemente en una playa, llorando de dolor, escuche una
vocecita, temblorosa como un susurro:

253
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Los 12 Pétalos de Colores

— ¡Estoy aquí!
— ¿Quien eres?— pregunta el adulto,
— ¡Soy tu!— responde el niño pequeño enterrado en los escom­
bros de la miseria. Ahogándose a punto de anularse completamente
el niño grita:
— ¡Socorro!
— No te oigo— dice el adulto,
—¡Claro!— contesta el niño. — Llevo muchos años chillándote y
estoy afónico.
— ¿Como has llegado a ese estado?— pregunta el adulto, y el
niño encuentra fuerzas de ¡no se donde! y contesta,
— Me abandonaste aquí, cuando tenias el anhelo de ocupar un
sitio en la sociedad.
—¿Que yo hice eso?— contesta el adulto y responde el niño:
—¿Acaso crees que sabes quien eres? ¿Por qué lloras tan amarga­
mente? Cuando estábamos juntos llorábamos, pero enseguida teníamos
motivos de ser felices y reír a carcajadas.
—¡Cuanto hecho de menos esa Luz!— contesta el adulto, y replica
el niño:
—¡He guardado esta Luz como un tesoro, esperando este mila­
groso día, si tu y yo somos “uno” con la Luz seremos la Luz!

Pasado el primer paso y con un punto de Luz en el Corazón,


empieza la lucha entre la razón y la intuición.
Estas dos polaridades luchan, una contra la otra un largo trecho
hasta que cada una de ellas ocupa el lugar que le corresponde, con
arreglo a la evolución y la conciencia de cada cual, de esto depende
el bagaje de reencarnaciones del Alma; ¡Hay quien fallece y no sabe
de esta lucha!
Pasado el segundo paso, si hacemos caso a la intuición que esta
reñida con la sociedad surge otra lucha entre nuestra intuición y la
sociedad.
Pasando el tercer paso la intuición te lleva a la Espiritualidad, o

254
Capítulo 12. La Liberación

manifestación del Alma. Con estos sentidos eres consciente de los


cuerpos; físico, emocional y mental. Y en este momento estas prepa­
rado para admitir que la mente esta más contaminada de lo que tú
creías y viene otra lucha: ¡aquietar y educar la mente!
Y ya no puedo redactar más pasos porque este es el estado en el
que este humilde, servidor de usted, “niño, joven, señor o señora”,
se encuentra. Por intuición veo otros más pero no seria sincero contá­
roslos y ya me conformo con haber llegado hasta aquí en estos
momentos que compartes conmigo.

c£a «eíaciáa can tan


Los estados en que estamos cuando nos comunicamos con los demás,
“es muy importante tenerlos en cuenta”. Porque todo el Universo esta
basado en la comunicación y la interrelación de unos con otros.
Tenemos la ardua tarea de aprender a comunicarnos primero con
nosotros mismos, de donde surgirá la relación con nuestros cuerpos,
(físico, emocional, mental,) y con el resto de seres humanos, teniendo
en cuenta nuestro estado psíquico, ya que este estado es el punto
donde comienza nuestra investigación como individuos.
También es muy importante la comunicación con el Alma del
Planeta y con sus elementos: aire, fuego, tierra, agua. Estos elementos
forman también parte de nuestros cuerpos.
El ser humano es un mecanismo tan complejo, porque está com­
puesto de todo lo que habita. Habita en el Universo, habita en el
Sistema Solar, habita en el Planeta, forma parte de un país, de una
familia, con un padre y una madre. En la comunicación con el resto de
seres, si analizamos todo lo expresado, nos damos cuenta de la comple­
jidad de lo que llamamos “vivir”. Esto no nos tiene que desanimar pues
cuando educamos la mente y desarrollamos su potencial es fácil, recor­
demos que usamos sólo el diez por ciento del potencial.
Si utilizamos la mente correctamente, podemos estar pendientes
de esta bella y compleja interrelación.

255
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Los 12 Pétalos de Colores

<£a mervte.
Tenemos que utilizar la inercia que tiene nuestra mente de estar en
continuo movimiento y dirigir ese movimiento, esa energía, con el fin
de estudiarnos a nosotros mismos. Aprovechar ese noventa por ciento
que no utilizamos, en investigar el complejo comportamiento
humano, y así si estamos en la evolución con ella, estar a la altura de
la evolución que nos envuelve, en un movimiento que como es natural
es distinto en cada uno de nosotros, como las huellas dactilares.
Ahí está la paradoja, en respetar e intentar comprender la mente
del otro-a, sin dejar de ser nosotros mismos, pues el mismo derecho
tengo yo de “ser”, que el derecho de cualquier ser a “ser”. Buscando
ese “ser” andando, se aprende a “ser”.
La mente necesita teorías, datos, es su mecanismo, su forma natural
de funcionar, relacionar, confirmar, sirve y se funde con el cuerpo físico,
para lo que ha sido creada. Pero la mente dispone de mecanismos
mucho más complejos, más sutiles. Estos mecanismos, se ponen en
funcionamiento, cuando la mente, se alinea con la intuición, en esta
forma, la intuición lleva de camino a la mente y la mente amplia sus
puntos de visión, se sitúa en la comprensión del perdón del Amor.
Está entonces preparada para conectar con el Alma, pues el Alma
es del Universo y se rige por sus leyes, entre ellas “el libre albedrío”,
por eso es tan paciente, amorosa con nuestra mente..., esperando que
esta le tienda la mano, para trabajar en común unión.

<£a
Cuando vivimos ¿tenemos en cuenta como vivimos?
¿Analizamos en qué estado mental estamos?
¿En qué polaridad; positiva o negativa?
¿En qué estamos en cada momento?
Esto parece que no tenga trascendencia, pero si vivimos más en la
tendencia negativa, (que es la más normal en el ser humano que no
presta atención a su vida), con estos actos, tan negativos, nos alejamos

256
Capítulo 12. La Liberación

de la “vida real” que está en comunión con el Alma.


Cada vez que no prestamos atención a lo que hacemos la vida se
nos pasa automáticamente, que es una especie de muerte, me explico:
cuando no vivimos en la paz, en la satisfacción de lo bien hecho, en
el orden, en la comunión con la evolución del Universo, en el Amor,
no deja de ser una especie de “muerte”. La auténtica vida es la vida
en comunión con la auténtica evolución del “Ser” que hace caso de
los dictados del Alma. Cuando nos afinamos en la melodía de la vida
y nos regimos con la batuta del Alma, esta rige las melodías de nues­
tras vidas, así vamos madurando en el “mágico árbol del Amor”.
Teniendo en cuenta los milagrosos silencios, sabiendo que el
silencio va antes que cualquier nota musical: ¡el silencio es antes que
cualquier paso que nos atrevamos a dar en esta vida!, para que se
convierta en una atención constante...
¿Que me repito? Lo hago. Por que cuando vayamos a vivir el paso
de la muerte, si no hemos andado estos pasos nombrados anterior­
mente, este paso se convierte en una confusión. Y cuando andamos
con las melodías, regidas por la batuta del Alma, acordes con la evolu­
ción de “Ser el Amor”, tomamos la sabiduría ya adquirida y pasamos
el paso de la muerte en paz, en armonía y todos los seres que tienen
la amabilidad de ayudarnos lo hacen con una hermosa melodía.
Ser libres es sencillamente estar preparados para cambiar de
opinión, de ideas, de conceptos. Y que estos cambios se hagan de
una forma natural, guiados por la evolución en el camino de la
Sabiduría, y ¿si recorremos este camino sin cambiar nada?
Tenemos que hacernos con sinceridad un examen de conciencia,
“algo no estamos haciendo correctamente”. En el camino de la evolu­
ción es inevitable tener que cambiar de opinión, hasta me atrevo a
decir que las aguas estancadas se corrompen, si no viajan para
alcanzar el estado de Agua Pura, para ser la Luz.

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Los 12 Pétalos de Colores

Estos escritos son mis confesiones, recuerda que yo también


tengo el derecho natural de equivocarme, pues estoy aprendiendo
como tú. Al final sólo quiero aprender “El Arte Alquímico de volar
con las alas del Alma y andar con los pies de la materia”.

Gracias Angeles
por el compromiso
con vuestro propio ser
por ayudarnos a ser
con el aire bendecido
¡Bendito sea vuestro ser!

258
Algunas frases han sido muy repetidas.
No ha sido un descuido, se ha realizado de manera muy consciente;
tiene una razón de ser.

Ahora quedan vuestras reflexiones; vuestra meditación.

Esperamos no haber herido ni escandalizado ningún corazón.


Deseamos haber podido sembrar amor.

Ante la creciente demanda de conocimiento sobre estos temas,


debido a las influencias acuarianas y a las energías de inspiración
del 1° rayo, somos conscientes de que hacen falta libros como este;
“Que son compendios a modo de resumen de la Enseñanza
Universal”. Con ello no decimos que sea mejor ni peor que ningún
otro; sólo una orientación para la búsqueda.

Para aquel que empieza a investigar en estos temas, puede ser un


mapa que le oriente en la selección dentro del gran laberinto de la
inmensidad de libros escritos sobre “Espiritualidad”.

Hemos de agudizar nuestro discernimiento en lo que elegimos para


leer.

Para aquellos que ya estén versados en estos temas, deseamos sea


una inspiración para sus iniciativas de actuación en el campo de

259
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Los 12 Pétalos de Colores

Servicio, y para perseverar en la investigación, pues como ya sabéis


el conocimiento no tiene fin.

Invitamos a todo aquel que sienta, por vocación y preparación;


“que puede transmitir y ayudar”, a que se una a la labor de ser un
fuerte y seguro “eslabón de la cadena”, cadena que desde innume­
rables siglos ayuda a la Humanidad.

Gracias a todos los que nos han transmitido conocimiento, por


nuestra parte deseamos seguir la cadena de transmisión de la ense­
ñanza de la manera más pura y honesta que podamos. El conoci­
miento es de todos. Siempre ha habido, hay y habrá, seres que
enseñan y que son enseñados; es nuestra forma de aprender y
evolucionar.

Nuestro más sincero agradecimiento hacia todos los seres de buena


voluntad, pues cada uno en su medida y como puede, ayuda a paliar
el sufrimiento humano y a estimular el avance evolutivo de la
humanidad; “Sin olvidar que con el sufrimiento, ampliamos la
conciencia”, pues ello nos ayudará a comprender mejor nuestro
dolor y el de los demás.

¡Tu que lees este libro y que deseas mejorarte a ti mismo, estas
ayudando a la humanidad; si buscas en ti la paz, estás ayudando a
que haya paz mundial!; ¡Gracias!

Nuestro máximo respeto a todas las ideologías, creencias, religiones,


filosofías, escuelas y organizaciones que buscan el conocimiento.
Cada uno piensa y cree lo que necesita para experimentar de
acuerdo a su nivel de conciencia. Todos estamos aprendiendo en
este viaje de la Vida. “Amar lo desigual y tolerancia en la diver­
sidad, es un tesoro que debemos encontrar”.

260
Nota Final

Nadie es más ni menos que nadie. Superioridad e inferioridad son


términos usados y creídos cuando aún estamos en la ignorancia. Es
algo que hace mucho daño a la sociedad; por favor ¡no lo alimentes!

Busca en ti:
Compasión, humildad, comprensión, respeto, amistad... Amor,
¡Porque en verdad eso es lo que eres y es lo que en ti se quiere mani­
festar!

261
Si alguien quisiera contactar con nosotros podéis hacerlo en los
siguientes e-mails:

angels_luz@ono.com
ofir@ono.com

Estaremos encantados de poder comunicarnos con vosotros.

Gracias y buen viaje por la Vida.

263

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