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Teoría de las

ventanas rotas
teoría criminológica

En criminología, la teoría de las ventanas rotas es una t eoría que sost iene que los signos
visibles de la delincuencia, el comport amient o ant isocial y los dist urbios civiles crean un ent orno
urbano que foment a la delincuencia y el desorden, incluidos los delit os graves.[1] ​La t eoría
sugiere que los mét odos policiales que se cent ran en at acar los delit os menores, como el
vandalismo, la vagancia, el consumo de alcohol en público, el cruce incorrect o de peat ones y la
evasión de t arifas, ayudan a crear una at mósfera de orden y legalidad

Ventana Rota

La t eoría fue int roducida en un art ículo de 1982 por los cient íficos sociales James Q. Wilson y
George L. Kelling[1] ​y fue popularizada en la década de 1990 por el comisario de la policía de la
ciudad de Nueva York William Brat t on y el alcalde Rudy Giuliani, cuyas polít icas policiales se
vieron influidas por la t eoría.

La t eoría se convirt ió en objet o de un gran debat e t ant o dent ro de las ciencias sociales como en
la esfera pública. La polít ica de vent anas rot as se ha asociado a práct icas policiales
cont rovert idas, como el elevado uso de la det ención arbit raria y cacheo en la ciudad de Nueva
York hast a el año 2013. En respuest a, James Q. Wilson y George Kelling han escrit o que la t eoría
de la vent anas rot as no debe ser t rat ada como "t olerancia cero" o "con fanat ismo", sino como un
mét odo que requiere "una cuidadosa formación, direct rices y supervisión" y una relación posit iva
con las comunidades, vinculándola así a la policía comunit aria.

El libro
Arreglando Ventanas Rotas, por George L. Kelling y Cat herine Coles, es un libro de criminología y
sociología urbana publicado en 1996, que habla acerca del crimen y las est rat egias para
cont enerlo o eliminarlo de vecindarios urbanos.[2] ​El libro est á basado en un art ículo t it ulado
Ventanas Rotas de James Q. Wilson y George L. Kelling, que apareció en la edición de marzo de
1982 de The Atlantic Monthly.[3] ​El t ít ulo del libro viene del siguient e ejemplo:

Consideren un edificio
con una ventana rota. Si
la ventana no se repara,
los vándalos tenderán a
romper unas cuantas
más. Finalmente, quizás
hasta irrumpan en el
edificio; y, si está
abandonado, es posible
que lo ocupen ellos y que
prendan fuego dentro.
O consideren una acera
o una banqueta: se
acumula algo de basura;
pronto, más basura se
va acumulando; con el
tiempo, la gente acaba
dejando bolsas de
basura de restaurantes
de comida rápida o
hasta asaltando coches.

Una buena est rat egia para prevenir el vandalismo, dicen los aut ores del libro, es arreglar los
problemas cuando aún son pequeños. Repara las vent anas rot as en un período cort o, digamos un
día o una semana, y la t endencia es que será menos probable que los vándalos rompan más
vent anas o hagan más daños. Limpia las aceras t odos los días, y la t endencia será que la basura
no se acumule (o que la basura acumulada sea mucho menor). Los problemas no se int ensifican y
se evit a que los resident es huyan del vecindario.

Ent onces, la t eoría hace dos hipót esis: 1) que los crímenes menores y el comport amient o
ant isocial disminuirán, y 2) que los crímenes de primer grado, como result ado, se prevendrán. Las
crít icas a la t eoría t ienden a enfocarse únicament e en la segunda hipót esis.

Estructura de la teoría
De acuerdo con Sousa, Kelling y Wagers, est a t eoría se compone de ocho ideas principales:

1. Existe una relación directa entre


desorden y miedo al delito.
2. La policía y las personas que
transitan por la calle acuerdan de
forma indirecta y mediante su
actuación, las normas o reglas para
el correcto funcionamiento de esa
calle.
3. Existe diferencia entre barrios en
cuanto a estas reglas de la calle.
4. Si el espacio urbano se encuentra
desatendido, la comunidad no
controlará ese espacio.
5. Sin el control de esa comunidad, es
más probable que esa zona acabe
siendo terreno de delitos y
delincuentes.
6. Para mantener el orden, la policía
debe impulsar la comunicación
comunitaria, y por tanto el control
informal.
7. Crea más problemas en una zona la
acumulación de diferentes individuos
problemáticos que la presencia de
personas individuales.
8. Cada barrio tiene capacidades
diferentes para evitar el desorden.

La teoría en acción
El aut or del libro, George L. Kelling, fue cont rat ado como consult or para el Depart ament o de
Tránsit o de la Ciudad de Nueva York en 1985, y David Gunn implement ó medidas robust as para
probar la t eoría de las Vent anas Rot as. El grafit i fue enfocado int ensament e, y el sist ema del
met ro fue limpiado línea por línea y coche por coche de 1984 hast a 1990. Kelling t ambién ha sido
cont rat ado como consult or por la policía de Los Ángeles y por el Depart ament o de Policía de
Bost on.

En 1990, William J. Brat t on fue nombrado jefe del Depart ament o de Tránsit o de la Ciudad de
Nueva York. Brat t on describió a George L. Kelling como su "ment or int elect ual", e implement ó
t olerancia cero a la evasión de mult as, mét odos de procesamient o de arrest os más sencillos e
invest igación de ant ecedent es en cualquier persona arrest ada. El alcalde republicano Rudy
Giuliani adopt ó t ambién est a medida, de manera más firme, en la ciudad de Nueva York, desde su
elección en 1993, bajo los programas de "t olerancia cero" y "calidad de vida".

Así que, la polít ica de "t olerancia cero" de Giuliani fue part e de un conjunt o más amplio de
reformas, muchas de las cuales ya est aban avanzando desde 1985. Giuliani hizo que la policía
fuera más est rict a con las evasiones de pasaje en el met ro, det uvo a los que bebían y orinaban en
la vía pública y a los "limpia parabrisas" que limpiaban los vidrios de los coches y demandaban
remuneración por el servicio. Las t asas de crímenes, menores y mayores, se redujeron
significat ivament e, y cont inuaron disminuyendo durant e los siguient es diez años.[4] [5]
​ ​

En Albuquerque, Nuevo México, se obt uvo un result ado similar a finales de 1990 con el programa
de Calles Seguras. Operando bajo la premisa de que la gent e del Oest e de Est ados Unidos ut iliza
los caminos de la misma manera que la gent e del est e ut iliza el met ro, los desarrolladores del
programa razonaron que la falt a de leyes en los caminos t enía el mismo efect o que los
problemas individuales de los met ros en Nueva York. Est e programa fue ext ensament e revisado
por NHTSA y se publicó un est udio.[6] ​
Como act uación prevent iva, en los años 90, en ciudades españolas como Marbella se mejoró
est ét icament e zonas de la ciudad que est aban más est ropeadas y se aument ó el cont rol policial
en ciert as conduct as, como la mendicidad, la prost it ución, la vent a de drogas… Con est o se
pret endía que los ciudadanos se encont raran más seguros en la calle y que aument ara su opinión
favorable acerca de la policía. Se logró reducir la delincuencia, pero t ambién hubo muchas crít icas
por la persecución de ciert os grupos de personas, como los inmigrant es ilegales que encont raban
en la vent a callejera su único medio para subsist ir. Además, se plant ea que no es una solución en
sí misma ya que crea más problemas al int roducir est as infracciones en las ordenanzas
municipales y puede afect ar negat ivament e a la convivencia.

Críticos de la teoría
Los crít icos apunt an al hecho de que las t asas de crímenes t ambién bajaron en muchas ot ras
ciudades de EE. UU. durant e 1990, t ant o en las que adopt aran polít icas de "t olerancia cero" como
en las que no.[7] ​

Asimismo, ot ros crít icos, como Loic Wacquant en su libro "Las cárceles de la miseria"[8] ​(2000)
han argument ado que los efect os de la polít ica de "t olerancia cero" ha servido de escudo legal
para práct icas discriminat orias hacia los afrodescendient es en Nueva York, así como una manera
de direccionar los aspect os más represivos de las práct icas policiales hacia los barrios más
pobres de la ciudad. Argument a Wacquant que la "t olerancia cero" no se aplica cont ra los delit os
informát icos o económicos (comet idos por individuos pert enecient es a clases pudient es), sino
que sirve para criminalizar y rest ringir los derechos legales de los ciudadanos más pobres de la
ciudad, represent at ivo de lo cual son práct icas como el "st op and cat ch" que da el privilegio a la
policía de requisar y det ener a quien desee, basado muchas veces en est ereot ipos raciales o de
clase.

Ot ros est udios resalt an que los efect os de "t olerancia cero" en los crímenes de primer grado son
difíciles de desasociar de ot ras iniciat ivas que ocurrieron durant e el mismo periodo. Est as
iniciat ivas fueron:
Las reformas policíacas descritas
anteriormente.
Programas que le dieron trabajo a más
de 500 000 en un momento de auge
económico.[cita requerida]
Cupones para alojamiento que le
permitieron a familias de escasos
recursos trasladarse a mejores
vecindarios. [cita requerida]
Explicaciones alt ernat ivas que han sido promocionadas incluyen:

La disminución de la epidemia al
crack.[9] ​
El crecimiento sin relación en la
población de las prisiones debido a las
Leyes de droga de Rockefeller.[9] ​
Que el número de hombres entre 16 y 24
años estaba disminuyendo debido a
cambios demográficos y a que el aborto
se legalizó.[10] ​
Ent re académicos, David Thacher (profesor asist ent e del Depart ament o de Planeación Pública
Urbana y Policiaca de la Universidad de Míchigan) dijo en un art ículo de 2004 que:[11] ​

...las ciencias sociales


no han sido amables con
la teoría de las ventanas
rotas. Varios
académicos han re-
analizado los estudios
iniciales que parecían
soportarla ... Otros
presionaron con nuevos
y más sofisticados
estudios de la relación
entre desorden y crimen.
El más prominente entre
ellos concluye que la
relación entre desorden
y crímenes de primer
grado es modesta, e
incluso que esa relación
es el producto de
fuerzas sociales más
fundamentales.

Thacher cont inua diciendo que est as crít icas a la t eoría de las vent anas rot as t odavía no han
desacredit ado a las polít icas del mant enimient o del orden con los polít icos o con el público en
general.

En el libro Más Armas, Menos Crimen (Universit y of Chicago Press, 2000), el economist a John
Lot t , Jr. examinó el uso de la t eoría de las vent anas rot as y las polít icas policiacas orient adas a la
resolución de problemas y la comunidad en ciudades con población mayor a 10,000 personas
durant e dos décadas. Encont ró que el impact o de est as polít icas no era consist ent e ent re
diferent es t ipos de crímenes. Describió el pat rón como casi "aleat orio". Lot t encont ró que est as
medidas est aban en realidad asociadas con el asesinat o y el robo de aut omóviles y el aument o
de las violaciones y la caída de hurt o. El aument o de las t asas de det ención, polít icas que afirman
el proceso de cont rat ación policiaca y las leyes que permit ían una mejor aplicación de las leyes
eran mucho más import ant es para explicar los cambios en las t asas de delincuencia.
En el libro Freakonomics , el economist a St even D. Levit t y el coaut or St ephen J. Dubner ponen
en duda la noción de que la t eoría de las vent anas rot as era la única responsable de la caída de la
criminalidad en Nueva York. Los aut ores not aron que ant es de 1990 el abort o fue legalizado y que
las mujeres que est aban menos preparadas para educar niños (las pobres, adict as e inest ables)
pudieron obt ener abort os, así que el número de niños nacidos en familias disfuncionales fue
decreciendo. La mayoría de los crímenes en Nueva York son comet idos por hombres ent re 16 y
24 años; cuando est e grupo demográfico decreció, la t asa de crímenes le siguió.

Sin embargo, el columnist a St eve Sailer señaló algunas fallas en el análisis de Levit t y Dubner;[12] ​
refut aciones de su análisis t ambién aparecieron en publicaciones de The Wall Street Journal[13] ​y
The Economist.[14] ​La primera cit a a economist as del Banco de la Reserva General de Bost on,
quienes afirmaron que "no hay bases est adíst icas para creer que los hipot ét icos jóvenes que
fueron abort ados como fet os hubieran sido más propensos a comet er crímenes si hubieran
llegado a la edad adult a que los jóvenes reales que sí nacieron."[13] ​También, el asesinat o ent re
aquellas generaciones donde se permit ía el abort o (Roe cont ra Wade) era, en algunos est ados,
3.1 veces mayor que en las generaciones nacidas ant es de la legalización del abort o.[15] ​Est os
dat os muest ran que el crimen aument ó después de la legalización del abort o, cont radiciendo las
conclusiones de Levit t y Dubner. Además, el aument o en las t asas de encarcelamient o t ambién
t iene que ver con la reducción en las t asas de criminalidad discut idas por Levit t y Dubner; las
vicisit udes del crack t ambién est án relacionadas con el aument o y la disminución de las t asas de
criminalidad del periodo en discusión.[cita requerida ]

En la edición de invierno de 2006 de Law Review de la Universidad de Chicago, Bernard Harcourt y


Jens Ludwig buscaron en el programa del Depart ament o de Desarrollo Urbano y de Vivienda que
t rasladó a inquilinos del cent ro de la ciudad de Nueva York a vecindarios más ordenados.[16] ​La
t eoría de las vent anas rot as sugeriría que est os inquilinos comet erían menos crímenes en su
nueva ubicación, debido a las condiciones más est ables en las calles. Harcourt y Ludwig
encont raron en cambio que los inquilinos cont inuaron comet iendo el mismo número de crímenes.

En un est udio post erior, en 2007, llamado "Reefer Madness" en la revist a Criminología y Política
Pública , Harcourt y Ludwig encont raron más evidencia confirmando que la reversión promedial
explica de manera complet a los cambios en las t asas de criminalidad en los diferent es precint os
de Nueva York durant e 1990.
En desarrollo de software
Andrew Hunt y David Thomas ut ilizan la t eoría de las vent anas rot as como una met áfora para
evit ar la ent ropía en el desarrollo de soft ware.[17] ​El t érmino t ambién ha ido encont rando su lugar
en el desarrollo de sit ios web.

Véase también

Criminología
Sociología de la desviación
Tolerancia cero
Vigilancia natural

Referencias

1. Wilson, George L. Kelling, James Q. (1


de marzo de 1982). «Broken
Windows» (https://www.theatlantic.co
m/magazine/archive/1982/03/broken-
windows/304465/) . The Atlantic (en
inglés). Consultado el 25 de octubre
de 2021.

2. George Kelling y Catherine Coles.


Fixing Broken Windows: Restoring
Order and Reducing Crime in Our
Communities, ISBN 0-684-83738-2.

3. James Q. Wilson and George L.


Kelling. «BROKEN WINDOWS: The
police and neighborhood safety» (htt
p://www.manhattan-institute.org/pdf/_
atlantic_monthly-broken_windows.pd
f) (PDF). Consultado el 3 de
septiembre de 2007. (text version (htt
p://theatlantic.com/politics/crime/win
dows.htm) )

4. Véase el estudio de las tendencias de


crimen en Nueva York por George
Kelling y William Sousa del 2001

5. Corman, Hope. Carrots, Sticks and


Broken Windows (http://courses.washi
ngton.edu/pbaf512a/Carrotspaper.Jun
e13.pdf) (2002) [Requiere de una
cuenta en washington.edu]

6. U.S. Department of Transportation -


NHTSA - Albuquerque Police
Department's SAFE STREETS
PROGRAM" DOT HS 809 278 (https://
web.archive.org/web/2008092011512
1/http://www.nhtsa.gov/people/injury/
enforce/SafeStreets/index.htm#toc)

7. Bernard E. Harcourt, "Illusion of Order:


The False Promise of Broken Windows
Policing" (Harvard 2001) ISBN 0-674-
01590-8.

8. Wacquant, L (2000) "Las cárceles de la


miseria", Buenos Aires, Manantial

9. Metcalf, Stephen. «The Giuliani


Presidency? A new documentary
makes the case against the outsized
mayor.» (http://www.slate.com/id/214
1424/) . Consultado el 3 de
septiembre de 2007.
10. Levitt, Steven D.; Stephen J. Dubner
(2005). Freakonomics: A Rogue
Economist Explores the Hidden Side
of Everything. New York, NY:
HarperCollins. ISBN 006073132X.

11. Thacher, David. (2004) "Order


Maintenance Reconsidered (http://site
maker.umich.edu/dthacher/files/Order
Maintenance.pdf) ".

12. Sailer, Steve (diciembre de 2005). «Did


Legalizing Abortion Cut Crime?» (htt
p://www.isteve.com/abortion.htm) .
Consultado el 10 de julio de 2008.

13. HILSENRATH, JON E. « 'Freakonomics'


Abortion Research Is Faulted by a Pair
of Economists» (http://online.wsj.co
m/public/article/SB11331426119240
7815-7O0CuSR0RArhWpc9pxaKd_paZ
U0_20051228.html?mod=tff_article) .
Wall Street Journal. Consultado el 10
de julio de 2008.

14. «Abortion, crime and econometrics» (h


ttp://www.economist.com/finance/dis
playStory.cfm?story_id=5246700) .
The Economist. December 1, 2005.
Consultado el 10 de julio de 2008.

15. Sailer, Steve (May 9, 2005). «Pre-


emptive Executions?: The notion that
legalizing abortion drives down crime
rates is logically flawed and morally
repugnant» (https://web.archive.org/w
eb/20080602150448/http://amconma
g.com/2005_05_09/feature.html) .
The American Conservative.
Archivado desde el original (http://amc
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l) el 2 de junio de 2008. Consultado el
10 de julio de 2008.

16. Harcourt, Bernard E.; Ludwig, Jens


(2006). «Broken Windows: New
Evidence from New York City and a
Five-City Social Experiment» (http://ss
rn.com/abstract=743284) . University
of Chicago Law Review 73.
17. Andrew Hunt and David Thomas, The
Pragmatic Programmer Addison
Wesley, ISBN 0-201-61622-X, 1999.
Item 4 (of 22 tips) is Don't Live with
Broken Windows.

Bibliografía

Eli B. Silverman. NYPD Battles Crime:


Innovative Strategies in Policing.
Northeastern University Press, 1999.
William J. Bratton. Turnaround: How
America's Top Cop Reversed the Crime
Epidemic. Random House, 1998.
Wesley G. Skogan. Disorder and Decline:
Crime and the Spiral of Decay in
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California Press, 1990.
Bernard E. Harcourt. "Illusion of Order:
The False Promise of Broken Windows
Policing". Harvard University Press 2001.
John E. Eck & Edward R. Maguire, "Have
Changes in Policing Reduced Violent
Crime?" in Alfred Blumstein and Joel
Wallman, eds. The Crime Drop in
America, rev. ed. Cambridge University
Press, 2006.
Malcolm Gladwell. The Tipping Point:
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Difference. Back Bay Books, 2002. ISBN
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Redondo, S., & Genovés, V. G. (2013).
Principios de criminología. Tirant lo
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Wilson, J. Q., & Kelling, G. L. (2016).
Ventanas rotas. La policía y la seguridad
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1(15/16), 69-79.

Enlaces externos

Legal Affairs magazine (http://legalaffair


s.org/webexclusive/debateclub_broken
windows1005.msp) - a review of the
criticisms of the broken windows theory
(en inglés)
Shattering "Broken Windows": An
Analysis of San Francisco's Alternative
Crime Policies. (https://web.archive.org/
web/20090319153945/http://www.cjcj.o
rg/files/shattering.pdf) - An Article by
Center on Juvenile and Criminal Justice
detailing crime reduction in San
Francisco achieved via alternative crime
policies (en inglés)
A critique of the role of the police in
reducing crime rates (https://web.archiv
e.org/web/20081202124104/http://blog
critics.org/archives/2006/09/26/22103
5.php) (en inglés)
La teoría de las ventanas rotas (http://ww
w.elpais.com/articulo/cataluna/teoria/ve
ntanas/rotas/elpepiautcat/20041018elpc
at_7/Tes) , tribuna de Antonio
Argandoña en El País, 18 de octubre de
2004
Experimentos Sociales, dilemas y
teorías (https://experimentos.dinamicas
grupales.com.ar/teoria-de-las-ventanas-
rotas/) - Teoría de las ventanas rotas y
otros experimentos sociales
Datos: Q44028
Multimedia: Broken windows theory (h
ttps://commons.wikimedia.org/wiki/Cat
egory:Broken_windows_theory) /
Q44028 (https://commons.wikimedia.or
g/wiki/Special:MediaSearch?type=imag
e&search=%22Q44028%22)

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