El Monstruo de la Ventana

Hoy como siempre llego de la escuela, aviento mi mochila al sillón y subo rápido a mi cuarto, a mí
me da mucho miedo subir, ya que hace un tiempo aparece un monstruo en mi ventana. Es un
monstruo horrible que tiene 3 pies, es alto y más fuerte que yo, su cara deforme, que da
escalofríos de solo pensarlo, mayormente aparece en las noches cuando mis papis duermen, ese
monstruo me da mucho miedo, porque siempre me hace cosas feas, le cuento a mis papás lo que
me pasa, pero ellos nunca me creen, ya que dicen que todo es producto de mi imaginación, pero
yo sé que es real, estoy segura que no lo he soñado, ya si lo fuera sería una pesadilla.

Estar ahí, es una tortura, sé que está ahí, observándome en las penumbras, sé que puedo invocar
el miedo de tan solo pensarlo, me siento tan débil estando ahí, es como si aquella habitación me
carcomiera estando viva, es por ello que los gritos de mi madre indicándome a comer, me
alientan, ya que podré escapar de ahí, tan siquiera por un pequeño instante.

-¡Abby! ¡Abby! Cariño baja a comer, tengo algo que decirte -

Inmediatamente bajo las escaleras apresurada, para escapar de esa pequeña cárcel, me acomodo
en la mesa enfrente del plato que me sirvió mi mamá, escucho una voz algo distorsionada a mi
alrededor, pues luzco distraída, ya que la visita de anoche me mantiene perturbada.

-Cariño ¿estás bien? Te noto algo distraída ¿me estas escuchando? - Dice mi mamá,
tratando de llamar mi atención.