Está en la página 1de 2

el pañuelo en la casa de aves

por: José Gabriel Ontiveros Peralta

Después de un excelente día en el parque de diversiones con mi familia, era hora de


cenar en nuestra pequeña casa al lado de ese extraño albergue de ancianos.

Mientras llegábamos a nuestro hogar con el coche viejo de mi padre, el ambiente se hacía
cada vez más lúgubre, adelante escuchaba a mi madre hablar por el teléfono algo
angustiada, mi padre, al volante, movió el retrovisor para verme a los ojos…lo había
recordado.

Ya en mi hogar me puse a hacer los que haceres, tal vez así me distraía un poco del
temor que tenía guardado, me preocupaba el que volviera a pasar.

Antes de ir a la cama mi padre lanzo un grito que llego hasta mi habitación, sigilosamente
camine por el corredor algo consternado, pues ambos estaban en el cuarto de mi
hermanita bebe.

Es ahí cuando escuche vidrios y una lámpara quebrarse con fuerza hacia el piso, algo
andaba mal. Con mi ojo dentro de la ranura del picaporte vi a mi padre darle una bofetada
a mi madre y a ella caer al piso.

Me fui corriendo a mi habitación con un llanto contenido en un rostro lleno de pánico, ¿Era
acaso mi culpa?¿Se pelean por mí? ¿Qué hice mal?

Preguntas así rondaban en mi cabeza toda esa turbulenta noche llena de gritos.

A la mañana siguiente en el desayuno mi madre traía un pañuelo y gafas que le cubrían


gran parte del rostro, para desviarme de la obvia pregunta que estaba por hacer, me dijo
que se me hacía tarde para la escuela, a pesar de faltar más de 30 minutos para esta.

Me dio un fuerte abrazo y se quitó el pañuelo por un corto tiempo para darme un beso en
la mejilla, apenas con la mirada pude ver que una lagrima se le escurría por debajo de las
gafas.

Al acabar la escuela veía como todos los niños salían con sus familias yo me dirigía al
carro de mi padre con la mirada hacia el sucio piso escolar.

Llegue a mi hogar, todo estaba oscuro y callado, se suponía que como cada día, el
interior debía estar iluminado y con la comida lista para cenar. ¿Dónde estaba mi madre?

Cuando a la orilla de la ventana vi algo asomarse gracias a la poca luz que llegaba, era el
pañuelo blanco que tenía ella. Rápidamente antes de que mi padre lo encontrara lo sujete
y corri directamente hacia mi patio a aquel árbol con la extraña casa de madera donde los
pájaros se alimentan. Ocultándolo ahí, fue un impulso, fue una reacción, puesto que era la
última cosa que ciertamente, sería la última que tendría de mi madre. Mi padre en su
melancolía se volvió un alcohólico, mientras gran parte de la vida de mi hermanita menor
fue criada por mí, pero cada noche la duda de él porque mi madre nos abandonó ronda
demasiado, cada que vuelvo a esa casita para aves y veo ese pañuelo manchado de…
sangre…labial, jamás lo sabré, como tampoco jamás sabré ¿Era acaso mi culpa? ¿Se
pelearon por mí? ¿Qué hice mal?

También podría gustarte