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Ambientes de aprendizaje factor clave para el logro escolar.

Introducción
“La mayor señal de éxito de un profesor es poder decir: Ahora los niños
trabajan como si yo no existiera” (María Montessori)

Sin duda una frase que a todos los que nos dedicamos a esta hermosa profesión
de la docencia nos da mucho para reflexionar, en muchas ocasiones la
convertimos en nuestra meta y en otras más, que estoy seguro que son en una
mínima cantidad, queda solo en un anhelo, en un sueño inalcanzable. La
importancia que tiene un ambiente de aprendizaje óptimo es un factor medular en
la dinámica escolar para acercarnos al logro de esta emblemática frase de tan
renombrada pedagoga italiana.

El siguiente ensayo muestra una reflexión acerca de la relevancia que tiene el


ambiente de aprendizaje en el logro escolar mediante rasgos como: la conducta,
las relaciones interpersonales, la enseñanza y la cultura de la escuela, así como
en el rendimiento académico; las consecuencias de no contar con un ambiente
favorecedor para el aprendizaje las cuales pueden ir desde el rezago educativo
hasta la deserción, pasando por el fracaso escolar, algunas sugerencias para el
desarrollo de ambientes de aprendizaje y un aspecto que a mi punto de vista juega
un papel trascendental como lo es la importancia del rol docente en la búsqueda
de generar ambientes de aprendizaje, por ultimo concluye resaltando el impacto
favorecedor de un ambiente de aprendizaje adecuado para el logro escolar.

Según Daniel Raichvarg (1994), la palabra "ambiente" data de 1921, y fue


introducida por los geógrafos que consideraban que la palabra "medio" era
insuficiente para dar cuenta de la acción de los seres humanos sobre su medio. El
ambiente se deriva de la interacción del hombre con el entorno natural que lo
rodea. Se trata de una concepción activa que involucra al ser humano y, por tanto,
involucra acciones pedagógicas en las que quienes aprenden están en
condiciones de reflexionar sobre su propia acción y sobre las de otros, en relación
con el ambiente.
“Desde otros saberes, el ambiente es concebido como el conjunto de factores
internos biológicos y químicos y externos físicos y psicosociales que favorecen o
dificultan la interacción social. El ambiente debe trascender entonces la noción
simplista de espacio físico, como contorno natural y abrirse a las diversas
relaciones humanas que aportan sentido a su existencia. Desde esta perspectiva
se trata de un espacio de construcción significativa de la cultura”. (Duarte, 2003).

El clima de aprendizaje es la interacción, la comunicación entre los que se


encuentran dentro del proceso de enseñanza – aprendizaje, esta debe darse entre
el docente y los alumnos y viceversa, así como alumno – alumno. Dentro de este
clima debe prevalecer la armonía, confianza, seguridad, respeto, para que los
educandos con toda libertad puedan expresarse, dar a conocer alguna inquietud o
duda a favor de la obtención de un verdadero aprendizaje, también dentro de este
espacio se considera el establecimiento de normas y reglas que ayudarán al buen
desarrollo del Proceso de Enseñanza-Aprendizaje, Vite, H. R. (2012)

Trasladándonos a nuestras escuelas y más específicamente a nuestras aulas de


clase, es menester tener presente la diversidad que encontramos en nuestros
alumnos, la variedad de condiciones tanto sociales como de infraestructura, la
figura docente y por qué no, la figura directiva y la de todos los miembros de cada
comunidad educativa, los cuales se suman a muchos otros factores tanto físicos
como intangibles que interactúan permanente entre sí, y es precisamente esta
interacción la que nos brinda un muy peculiar y único ambiente en el cual
debemos centrar esfuerzos para hacerlo óptimo para el desarrollo del proceso de
enseñanza y más importante aún el proceso de aprendizaje de nuestros
estudiantes.

Desarrollo

Como mencionan Emmer y Stough (2001) Los conocimientos y la pericia en el


manejo del salón de clases son indicadores de experiencia en la enseñanza;
mientras que el estrés y el cansancio excesivo, ocasionados por las dificultades en
el manejo del aula, son precursores del agotamiento emocional o síndrome de
agotamiento del docente. Esta pesadez que muchas veces se genera en el
docente a causa de la dinámica del salón de clases se convierte en factor que
imposibilita el proceso de enseñanza-aprendizaje, sin embargo, un causante de
esta situación y que muchas veces pasa desapercibido por el mismo docente es la
incapacidad de darse cuenta que lo anterior puede ser provocado por él mismo, el
no contar con una organización adecuada del espacio, una planeación que atienda
la diversidad de su grupo de estudiantes, la distribución del alumnado dentro del
aula, así como, normas para regular el comportamiento dentro de esta misma; son
factores que imposibilitan la creación de un ambiente de aprendizaje y es aquí
donde recae la importancia de contar con este mismo para alcanzar el logro
educativo, un ambiente de aprendizaje optimo que propicie las condiciones para
que nuestros alumnos se sientan cómodos, a gusto, sean receptivos a los
estímulos externos, un ambiente que les de la libertad y seguridad para construir y
adquirir conocimiento.

En una entrevista con Marge Scherer(1999), Herb Kohl describe cómo creó un
ambiente positivo en sus grupos:

Lo que hago es colocar las cosas más bonitas que conozco (carteles, juegos,
rompecabezas) y permito que los niños sepan que son desafíos. Son formas para
inducirlos a utilizar su mente. Es necesario crear un ambiente que logre que los
niños caminen y digan: “De veras quiero saber lo que hay aquí. Me gustaría ver
esto”. (p. 9).

Sin embargo, la zona de acción, donde la participación es mayor, podría estar en


otras áreas, como a los lados o cerca de un centro de aprendizaje específico
(Good, 1983a; Lambert, 1994). Para “propagar la acción hacia la periferia”,
Weinstein y Mignano (2007). En relación a lo anterior para ayudar a crear un
ambiente de aprendizaje es necesario fomentar el trabajo colaborativo, reuniendo
a nuestros alumnos en equipo, variar la organización de estos mismos de acuerdo
a las características y necesidades del alumnado, el docente debe mantener ese
constante “juego de ajedrez” en el que piensa estratégicamente que “pieza”
colocar en la mejor posición para lograr esa armonía que le ayude a favorecer el
ambiente de aprendizaje, además de lo anterior, es importante recorrer el aula en
constante monitoreo para mantener cercanía con los alumnos, escucharlos,
propiciar la confianza y motivar a que todos y cada uno de ellos se involucren en la
clase de una u otra forma, ya sea por participaciones, apoyo a su compañero, etc.
El ambiente de aprendizaje debe facilitar a los estudiantes las condiciones
necesarias para: descubrir, comprender, problematizar y asimilar los temas
educativos, los espacios deben proporcionar a los estudiantes, elementos
esenciales que propicien una enseñanza que estimule el desarrollo de habilidades
y competencias valiosas para toda la vida.

Un estudio analizó cuidadosamente las actividades de las primeras semanas de


profesores de primaria eficaces e ineficaces y encontró diferencias sorprendentes
(Emmer, Evertson y Anderson, 1980). En las aulas manejadas con deficiencia, las
primeras semanas eran muy diferentes. Las reglas no funcionaban; eran
demasiado vagas o muy complicadas. Por ejemplo, un maestro estableció la regla
de que los estudiantes deberían “estar en el lugar correcto en el momento
correcto”, pero no les dijo lo que esto significaba, por lo que su conducta no podía
guiarse por la regla. Ni las conductas positivas ni las negativas tenían
consecuencias claras y consistentes. Una vez que los alumnos quebrantaban una
regla, los profesores ineficaces solían dar una crítica vaga, como “algunos niños
son demasiado ruidosos” o hacían una advertencia, pero no cumplían la sanción
anunciada. En las clases con problemas de disciplina, los procedimientos para
realizar tareas de rutina variaban de un día para otro y nunca se enseñaron ni se
practicaron. Con frecuencia los alumnos hablaban entre sí porque no tenían
asignada una tarea productiva. Los maestros ineficaces salían del aula con
frecuencia. Muchos se ponían a revisar trabajos escritos o ayudaban sólo a un
alumno. No tenían planes sobre cómo reaccionar ante los estudiantes que
llegaban tarde o ante las interrupciones. En general, las primeras semanas en
estas aulas estuvieron desorganizadas y llenas de sorpresas tanto para los
maestros como para los alumnos.

La estrecha relación que mantiene la disciplina de un grupo con el ambiente de


aprendizaje puede inclinar la balanza a alcanzar los objetivos escolares o a
problemáticas como el rezago educativo, alumnos que no logran alcanzar los
aprendizajes aun cuando ellos no presentaban previamente un rezago educativo,
mantienen una conducta adecuada y muestran un interés por aprender, suelen
verse afectados por la dinámica del aula, la ausencia de un ambiente óptimo para
el aprendizaje puede llevarnos más allá del rezago educativo llegando hasta la
deserción escolar, ese fantasma latente y siempre presente en nuestras escuelas
y aulas, perder un alumno por el hostigamiento que se presenta, casos de acoso o
simple incomodidad a estar en el salón de clases son algunos de los riesgos que
debemos tener muy presentes todos los que estamos involucrados en el proceso
de enseñanza-aprendizaje. Implementar acciones como la planeación de clases,
de materiales que serán utilizados, tener estos mismos listos antes de comenzar a
trabajar, organización de los espacios del aula, acordar con los alumnos las
normas que se implementarán en el aula tomando en cuenta la participación de
ellos para la creación de estas mismas fomentará el compromiso por respetarlas,
además de un docente que explica con claridad cuáles serán los procedimientos
para llevar a cabo el desarrollo de la clase, que da consignas claras y precisas,
son algunas acciones que abonaran a la creación del ambiente de aprendizaje.

El docente como responsable de un ambiente de aprendizaje favorable,


dentro de la escuela, más preciso en el aula de clases donde ocurren las
interacciones entre los protagonistas, maestros y estudiantes. Es aquí donde el
maestro se hace y se muestra, aquí ya los deseos se convierten en una realidad,
ya no es el mundo de lo que podría ser, sino el espacio de lo que es.

Como menciona Vite, H. R. (2012) Los ambientes de aprendizaje deben ser


creados por los docentes, es por eso que el docente debe ser creativo e innovador
para la realización, tomando en cuenta las actitudes y percepciones de nuestros
estudiantes eficaces para el aprendizaje, por lo que es importante reconocer qué
estamos haciendo, como maestros para establecer esas condiciones adecuadas,
si el salón es seguro ordenado limpio cómodo, el alumno experimentará
sensaciones de bienestar físico, lo que permitirá la aceptación de los siguientes
estímulos.
Los alumnos deben percibir la sensación de ser aceptado tanto por sus
compañeros como por el profesor, formando un ambiente de confianza y
reconocimiento de identidad. Otra de las situaciones es generar confianza en que
lo que hacen es relevante y posible hará de la motivación algo sencillo, pues el
alumno la encontrará dentro de él mismo, se trata entonces de que el alumno esté
a gusto emocional y físicamente en el lugar donde se pretende llevar a cabo el
aprendizaje. Así, la tarea básica del manejo por parte del maestro consiste en
lograr el orden y la armonía, obteniendo y manteniendo la cooperación de los
estudiantes en las actividades de la clase (Doyle, 2006). Además cuando el
docente realice una planeación a conciencia que responda a la necesidad de su
grupo y de sus alumnos, va existir una buena comunicación entre docente y
alumno, y un espacio óptimo para la adquisición y construcción de aprendizaje.

Algunas acciones que pueden apoyar a crear ambientes de aprendizaje optimos


son; establecer los procedimientos y las rutinas que describen la manera en que
se realizan las actividades en el salón de clases, pero que rara vez se asientan por
escrito; simplemente es la forma en que las cosas se hacen en la clase. Carol
Weinstein y Andy Mignano (Weinstein, 2007; Weinstein y Mignano, 2007) sugieren
que los maestros deberían establecer rutinas para cubrir las siguientes áreas:

1. Rutinas administrativas, como tomar la asistencia.

2. Movimiento de estudiantes, como entrar y salir del aula, o ir al baño.

3. Tareas domésticas, como regar las plantas y guardar los artículos personales.

4. Rutinas para cubrir las lecciones, como la forma de recoger las tareas y
devolverlas.

5. Interacciones entre el maestro y el alumno, como la forma de llamar la atención


del profesor cuando se requiere ayuda.

6. Plática entre los estudiantes, como ofrecer ayuda o socializar.

Además de estas rutinas es necesario contar con reglas que regulen y marquen el
desarrollo de la dinámica de la clase, sentando así las bases del ambiente de
aprendizaje que se pretende establecer. Las reglas generalmente se establecen
por escrito y se colocan en lugares visibles, ya que especifican las acciones
permitidas y las prohibidas en la clase. Especifican lo que se debe hacer en la vida
escolar y lo que no. Para establecer reglas, el docente deberá considerar el tipo de
atmósfera que desea crear. ¿Qué conductas de los estudiantes le ayudarán a
lograr una enseñanza efectiva? ¿Qué límites requieren los alumnos para guiar su
comportamiento? Las reglas que establezca deberán ser congruentes con las
reglas de la escuela y con los principios de aprendizaje.

Sin importar cuál sea la regla, es necesario enseñar a los alumnos cuáles son las
conductas permisibles y cuáles no. Es importante dar ejemplos, practicarlas y
analizarlas antes de lograr su aprendizaje completo. El impacto favorecedor de un
ambiente de aprendizaje para el logro de resultados, Woolfolk, (2010).

Cierre

Concluyó recalcando que los ambientes de aprendizaje son una herramienta


primordial para generar una buena relación entre maestros y alumnos, para que la
dinámica de la clase sea activa y que se pueda socializar ya sea de forma
individual o en grupos generando así una buena disciplina positiva. Sin duda son
espacios que el docente puede adecuar a las necesidades de sus alumnos o del
tema a desarrollar, recordemos que existen diversos tipos de ambientes de
aprendizaje como lo menciona Felipe Bravo en su artículo ambientes de
aprendizaje, este autor cita a Fernández, mencionando que un ambiente de
aprendizaje es “Un espacio en el cual se dan distintas interacciones entre los
sujetos, es decir, estudiantes, docentes y directivos, y todos los componentes de
un sistema de aprendizaje activo, razón por la cual los ambientes de aprendizaje
se consideran como un espacio activo en el cual se mezclan los seres humanos,
las acciones pedagógicas de quienes intervienen en la educación y un conjunto de
saberes que son mediadores en la interacción de factores biológicos, físicos y
psicosociales en un espacio que puede ser físico o virtual”, son una base
fundamental para nuestra práctica pedagógica ya que como se menciona conlleva
a la interacción de todos los que intervienen en el proceso de enseñanza-
aprendizaje.

De acuerdo con esta interacción recordemos que esto nos puede llevar a una
clase proactiva que genere la construcción del conocimiento Herrera (2006) afirma
que “Un ambiente de aprendizaje es un entorno físico y psicológico de
interactividad regulada en donde confluyen personas con propósitos educativos”.
Así pues, hago hincapié en la importancia de generar los ambientes de
aprendizajes en nuestras aulas porque son un medio que permite alcanzar un
máximo logro educativo.

Destaco que la creación de ambientes de aprendizaje es un factor clave en los


sistemas educativos y como un elemento fundamental en los procesos del
desarrollo cognitivo-social de nuestros alumnos, los logros que conduce la
creación de nuevos ambientes de aprendizaje para el estudiante pueden ser: una
actitud favorable, tener precisión de las reglas de participación, que el estudiante
conozca qué es lo que puede lograr, que es lo que no se debe, el por qué y para
qué debe de participar, la forma en cómo debe proceder, en donde contribuyan,
tanto el maestro como los estudiantes activos, participativos y conscientes de su
propio compromiso de interactuar para aprender y así lograr cumplir los
requerimientos de desarrollarse en un ambiente o espacio propicio para el
cumplimiento de sus metas planteadas, y llevar a la practica el establecimiento de
ciertas reglas de comportamiento establecidas con premeditación, podemos
asegurar el hecho de que el estudiante cuente con una formación integral que le
permitirá, comunicarse con asertividad y reflexión, autorregulación y cuidado de sí
mismo, ser poseedor de pensamientos críticos y creativos, trabajar de manera
individual y en equipo.

Por último en un contexto en el que venimos saliendo de una educación a


distancia a causa del confinamiento provocado por la pandemia del Covid 19 y en
el cual evidentemente nos vimos rebasados en el ámbito educativo, aun estando
en una era en la que el internet se encuentra cada día más accesible para una
gran parte de la población de nuestro país y en la que el universo digital continua
ganando mayor terreno con plataformas como el metaverso, es importante
replantearnos con urgencia la incorporación de estos elementos en el ámbito
educativo y aprovechar todas sus bondades, entonces… ¿Por qué no estamos ya
implementando ambientes de aprendizaje desde el metaverso?.

Referencias
Duarte, D. (2003). Ambientes de aprendizaje: una aproximación conceptual. Estudios pedagógicos (Valdivia), (29), 97-113.
Vite, H. R. (2012). Ambientes de aprendizaje. Universidad Autónoma del estado de Hidalgo.
WOOLFOLK, (2010) Psicología educativa. 419- 452
Bravo, F. (2018). Ambientes de aprendizaje, 1(2018), 4–18.

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