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CASO CLÍNICO

Confronta el caso con lo expresado en la


literatura, destacando coincidencias y
discrepancias.
Destaca las particularidades del caso
clínico, comparándolas con lo escrito.
Se evidencia el diagnóstico con
evidencias clínicas y de laboratorio.
Incluye la discusión de cómo se hizo el
diagnóstico inicial y si otros diagnósticos
fueron descartados adecuadamente.
No realiza generalizaciones basadas en el
caso o casos descritos.
Discusión (PARA ANÁLISIS)

ARTÍCULO DE REVISIÓN
Confronta hipótesis expresadas en la
literatura, destacando coincidencias y
discrepancias.
Destaca las particularidades descritas en
la literatura.
Señala excepciones o faltas de
correlación y delimita los aspectos no
resueltos, sin ocultar los datos que no
encajen bien.
Muestra relaciones existentes entre
concordancias y discrepancias sobre todo
explicando estas últimas.
Hace referencia a la significación de los
resultados.
ARTÍCULO CIENTÍFICO
Confronta el caso con lo expresado en la
literatura, destacando coincidencias y
discrepancias.
Destaca las particularidades del caso
clínico, comparándolas con lo escrito.
Se evidencia el diagnóstico con
evidencias clínicas y de laboratorio.
Incluye la discusión de cómo se hizo el
diagnóstico inicial y si otros diagnósticos
fueron descartados adecuadamente.
No realiza generalizaciones basadas en el
caso o casos descritos.
Señala excepciones o faltas de
correlación y delimita los aspectos no
resueltos, sin ocultar los datos que no
encajen bien.
Muestra relaciones existentes entre los
hechos observados, poniendo de
manifiesto concordancias y
discrepancias, y explicando estas últimas.
Hace referencia a la significación de los
resultados.

Discusión #1 (3 personas)
De acuerdo con los autores consultados, el paciente presentó un caso de Síndrome Navicular.
La yegua que se atendió es de raza costarricense de paso, con frecuencia tienen pies planos,
bajos de talones, a menudo asociados con desequilibrio dorso palmar del casco, según varios
autores, como López y Adrados (2016), esto los hace predisponentes a sufrir de este síndrome.
(párr.3).

Dentro de los signos que presentó, están la renquera evidente de ambas extremidades
anteriores, a la hora de trotar se intensifico la renquera. López y Adrados mencionan que los
caballos generalmente muestran una historia de cojera de los miembros anteriores,
progresiva, crónica, uni o bilateral y de inicio insidioso. (p.3). Los mismos autores describen
que si se observa al animal al paso o al trote, se aprecia que tiende a apoyar por la zona de las
lumbres.

En primera instancia, por la historia clínica y por cómo se observaba al animal, se sospechaba
de un problema en el aparato podotroclear; se decidió realizar radiografías de una vez. Se
realizan tomas radiográficas lateromedial, dorsopalmar donde se determinó el síndrome
navicular, ya que la yegua presentó esclerosis del hueso, cambios en la forma del hueso,
pérdida de la diferenciación cortico medular o de su patrón trabecular, y aumento del tamaño
de las fosas sinoviales, además se encontró un crecimiento exagerado del dedo con ángulo
palmar negativo y un mal balance alrededor del centro de rotación del pie. Según Andrados
(2011), se menciona que hay otras tomas radiográficas como es el caso de la proyección
dorsoproximal palmarodistal obiicua (DPxPDO y palmaroproximal palmarodistal oblicua que
son sumamente efectivas en caso de que las tomas radiológicas de rutina (en este caso la
lateromedial y la dorsopalmar) no evidencien lo suficiente. (p.38).

Por lo que se observó en las tomas radiográficas, se decidió realizar herraje correctivo con
plantilla, Sharp (2020, párr.4 ) habla de más tipos de herrajes correctivos; sin embargo, los
otros no cumplían con lo que se deseaba, que era aumentar el ángulo palmar para mejorar la
presión que existe entre el Tendón flexor digital profundo y el navicular, echar el punto de
quiebra para atrás; de esta manera, se mejora el centro de rotación y el eje podo falángico,
pues generalmente están quebrados para atrás y se da mayor soporte plantar para mejorar el
equilibrio entre la pinza y el talón. (R. Batalla, comunicación personal, 20 de enero,2020).

Las formas de diagnóstico como los bloqueos se recomiendan mucho en el caso que no se
tenga idea de qué región del miembro está afectada; el que más se utiliza es el bloqueo palmar
digital. Waguespack (2016) y Dyson (2011) hablan de más bloqueos como el de la bursa
navicular y analgesia intraarticular de la articulación interfalángica distal, (pp.26-27); el que
más se utiliza en campo es el bloqueo del nervio palmar ya que el fármaco se pone
directamente al nervio; sin embargo, en el caso de la Baya fue evidente este padecimiento y
no fue necesario recurrir a este.

Según Jacquet y Denoix (2012), el ultrasonido es una de las formas diagnósticas más precisas,
ya que permite ver con más claridad los daños en el tendón flexor digital profundo y el
sesamoideo distal, (pp.49-50); pero en el caso de hallazgos lo suficientemente importantes en
las radiografías, no es tan necesario. Obviamente, la combinación de ambos métodos
diagnóstico seria perfecto.

En cuanto a la utilización de fármacos en caso de que el dolor sea extremo y el herraje no dé


resultados, según Waguespack y Hanson (2016) es importante dar al animal antiinflamatorios
no esteroideos para ayudar a aliviar las molestias (p.63); sin embargo, su abuso puede causar
daños severos como úlceras gástricas. En el caso de La Baya no fue necesario el uso de
medicamentos gracias al buen herraje correctivo y recorte que fue realizado; por este motivo,
no fue necesario recurrir a otras terapias como es el caso de medicamentos antiinflamatorios,
hemodinámicos que no son fáciles de encontrar en el mercado del país o medicamentos
intraarticulares como la triamcinolona y la amikacina que resultan efectivos en caso de que la
cojera del animal continúe. (R. Batalla, comunicación personal, 20 de enero,2020).

La cirugía se recomienda en casos extremos; Adrados y Vásquez (2016) mencionan que se


debe escoger entre varias técnicas la guillotina y Capping epineural de escoger una se
recomienda la guillotina, ya que produce una duración más larga de desensibilización cutánea
de los talones en el caso de capping puede producir más neuromas.(párr.3- 4).De no ser tan
necesario, se recomienda no realizar este tipo de cirugías, si el animal se puede mantener con
tratamientos como herrajes o medicamentos sería lo ideal. Este fue el caso de La Baya
afortunadamente para el animal, ya que este tipo de cirugías tiene complicaciones como: falla
en aliviar la claudicación debido a que queda ramas accesorias del nervio digital palmar, la
ruptura del tendón digital profundo, subluxación o luxación de la articulación interfalángica
distal, y la infección profunda del casco. Además, en muchos casos cuando pasan dos años o
más los animales vuelven a manifestar dolor en el talón. (Waguespack y Hanson, 2011, p.6−7).

Discusión #2 (6 personas)

Los caballos son animales de temperamento vivaz y marcha rápida, además tienen la
característica de tener el cráneo muy delgado, lo que ocasiona la predisposición a que sufran
traumas craneales con mayor frecuencia que otros mamíferos y esto a su vez puede generar
mayores secuelas neurológicas en los equinos posterior al accidente, según lo menciona Smith
(2015).

El paciente no presentaba un motivo claro por el cual fue ocasionado el accidente, además la
anamnesis no era concluyente; se descarta que el animal haya sido pateado por otro, debido a
que este se encontraba en solitario en un potrero, por esto se puede deducir que pudo haber
sido producto de:

- Colisión con un objeto como una piedra, esta impactó en el cráneo del equino. - Caída del
animal en el potrero en el momento que este corriera o se ejercitara. - Choque del animal con
un objeto estacionario que lastimara directamente el hueso frontal.

El paciente equino no presentaba signos nerviosos ni secuelas producto del trauma


craneoencefálico ni de la fractura, sin embargo, esto es un hallazgo sumamente inusual ya que
se ha visto en otros animales con la misma afectación, una sintomatología compleja y pasa a
ser una situación de emergencia.

Según Coughlan y Miller, 2013, la mayoría de las veces que se presenta una fractura de
cráneo, no se logra someter al animal a un procedimiento quirúrgico debido a la emergencia,
muchas veces deben sacrificarse los animales o se produce la muerte, producto del trauma
craneoencefálico.

La situación en el paciente se abordó como una emergencia, aunque la ausencia de signos


clínicos permitió examinar más detalladamente la lesión; es por esto que se logra diagnosticar
la presencia de fractura de hueso frontal y además elegir el tratamiento más adecuado de
acuerdo a la lesión presente. Sin embargo, según King y Hammond, 2001, la mayoría de los
pacientes van a presentar un estado crítico de salud y un deterioro, el cual se relaciona con un
aumento de la presión intracraneal, que ocasiona alteraciones respiratorias y cardiacas. Por
ello es importante brindar un soporte respiratorio y mantener la función cardiovascular de la
mejor manera. Una buena práctica es colocar fluidos para la corrección de equilibrio acido-
base, si el animal presenta convulsiones o problemas nerviosos se debe dar anti
convulsionantes o el tratamiento recomendado por el médico como lo menciona Bramlage, et
al., 1999. Se debe hacer una evaluación neurológica para ver el grado de disfunción y además
la valoración de la presencia de hemorragias para determinar la presencia de fracturas, pero lo
más importante es la estabilización del paciente para seguir con el plan quirúrgico o médico.

El diagnóstico emitido en el paciente fue evidente debido a la laceración de la piel y la


exposición de la fractura en el hueso frontal del equino. Fue notable la zona afectada y se
podía notar pequeños fragmentos de hueso que se fueron al interior del cráneo producto del
golpe recibido, además de que se podían apreciar objetos como pasto y pequeños pedazos de
piedra. Debido a que era una emergencia se realizó este manejo, pero según Bramlage, et al.,
1999, lo ideal en el abordaje clínico es el uso de radiografías y su uso tiene mucha importancia
clínica para determinar de una manera más específica el alcance de la lesión. De una forma
avanzada, se puede usar la tomografía computarizada o la ecografía, pero esto muchas se
vuelven muy complicado ya que estos equipos se tienen usualmente en hospitales modernos,
y se debe tomar en cuenta el estado de emergencia del animal y la dificultad de realiza

La sintomatología nerviosa presente en la fractura de hueso frontal en un equino es muy


variada dependiendo de la zona que se vea afectada, además pueden verse directamente
afectada la bóveda craneal, o si no, como resultado del edema ocasionado por el golpe, se
pueden ver dañadas estructuras nerviosas como el cerebelo. El cráneo está conformado por
diferentes huesos, al sufrir una fractura se puede presentar múltiples zonas afectadas, como lo
menciona Smith (2015).

Según Coughlan y Miller, 2013, posterior a la estabilización del paciente es importante realizar
un examen neurológico para determinar las anormalidades presentes, y principalmente la
localización o estructura afectada. De igual manera, la valoración del estado de consciencia del
animal y la marcha, que presenta el animal para la obtención de información valiosa. Como ya
se pudo determinar anteriormente, la ausencia de signos relacionados con la fractura de hueso
frontal fue un hallazgo extraño en el paciente, sin embargo, es importante tener claro las
anormalidades que pueden presentar cada estructura nerviosa del cráneo. Según Lorenz, et
al., 2011, Minguez, 2015 y Furr y Red, 2015 las alteraciones en el cerebro van a ocasionar
alteraciones en el comportamiento y el estado mental, puede ocasionar convulsiones, y llegar
incluso a estados de estupor y coma. Además, una afectación en el telencéfalo según lo
menciona De Lahunta, et al., 2015, ocasiona posturas anormales de la cabeza, pérdida de la
visión, leve paresia facial y trastornos del movimiento. Estas dos estructuras se pueden ver
afectadas al lesionarse directamente, producto de la fractura de hueso frontal, ocasionando un
daño grave o inflamación de estos y desencadenando signos nerviosos asociados, pero en el
paciente afectado muy probablemente la lesión no llego a alcanzar ninguna estructura
nerviosa.

Una alteración en las meninges se ve evidente debido a que hay que dolor hay a la palpación y
además hay rigidez de los músculos por el desplazamiento del cerebro o cerebelo tal como lo
menciona Frandson, et al., 2009. Además, se ha visto que, al haber ruptura de los vasos
sanguíneos en las meninges, se puede producir un hematoma y compresionar estructuras
cercanas ocasionando signos nerviosos asociados a la estructura afectada.

Como lo mencionan estos autores, irregularidades en la función de las estructuras nerviosas


relacionadas al cráneo del equino, ocasionan una alteración local e incluso sistémico en el
animal, muchas veces estas secuelas logran revertirse, sin embargo, se debe tener en cuenta
que el tejido nervioso, al ser muy especializado no posee capacidad regenerativa. Además,
también es importante realizar una valoración de los pares craneales en el equino.

Según Lorenz, et al., (2011), debido al traumatismo recibido por el animal, el sistema visual
puede verse afectado cuando se produce una lesión en los nervios ópticos. Esto
principalmente porque el cerebro se puede mover caudalmente en la cavidad craneal, lo que
ocasiona que se dé una tracción en los nervios ópticos que da como resultado el estiramiento
de estos. Además, cuando hay inflamación cerebral, se dice que los lóbulos occipitales afectan
los nervios oculomotores y esto se puede ver en el animal al observar las pupilas dilatadas y un
estrabismo ventrolateral, sin embargo, en el paciente no se presentó ningún tipo de alteración
en la parte visual a pesar de la lesión directamente en el hueso frontal. Asimismo, al afectarse
los nervios abducente y troclear se ven alteradas sus funciones repercutiendo en su lugar de
inervación.

El cerebelo se puede ver afectado al haber una compresión de parte del encéfalo en zonas
como el hueso occipital, por causas como un edema encefálico. Los autores Minguez, 2015 y
Furr y Red, 2015 mencionan que la sintomatología cerebelar ocasiona movimientos
espasmódicos, temblores, nistagmo y en la marcha se puede visualizar ataxia, dismetría y
propiocepción. Aunque no se presentó estos signos en el animal, es de importancia clínica para
el veterinario para futuros casos clínicos similares

La correcta identificación de los signos neurológicos tiene varios objetivos; los cuales se puede
delimitar como; la localización de las lesiones en el traumatismo ocasionado en el equino y el
conocimiento del pronóstico del animal, si las lesiones no comprometen a corto y largo plazo
se puede proceder a realizar el tratamiento médico o el plan quirúrgico elaborado por el
veterinario.

El procedimiento por seguir en el paciente equino fracturado fue realizar la cirugía a elección
del médico veterinario, esto debido a que el paciente estaba en calma y estable. Según
Henderson, 2013, la recuperación y el rendimiento deportivo del caballo depende de la
ubicación, grado, clasificación, ubicación, estabilidad, alineación, inmovilización y proximidad
de los bordes del fragmento entre sí, así como de la edad, el peso, la actitud del caballo y,
finalmente, la velocidad y calidad de la atención de primeros auxilios brindada al momento de
la lesión.

Además, Bramlage, et al., 1999, menciona que el pronóstico de fracturas del cráneo depende
de la ubicación donde se encuentre el daño, ya que puede ir desde un traumatismo menor en
comparación con una fractura de depresión desplazada del cráneo hacia el cerebro que puede
resultar fatal.

Esto tiene mucha relevancia debido a que muy probablemente en el equino afectado, se pudo
haber delimitado la lesión a la parte ósea y no afectar considerablemente alguna estructura
nerviosa que comprometiera la vida del animal, y además la presencia de signos nerviosos.
Se ha visto que a veces las fracturas en el cráneo no requieren cirugía, debido a que no son
tan grandes y se corrigen con tratamiento médico. Sin embargo, el paciente presentaba una
fractura a lo largo de todo el hueso frontal con una separación de los bordes de unos 3 cm, por
lo que según Coughlan y Miller, 2013, es recomendable la realización de una intervención
quirúrgica cuando hay fracturas grandes abiertas, cuando hay depresión de los fragmentos del
cráneo, cuando haya que recuperar fragmentos del cráneo o pequeños pedazos de materiales.

Antes de realizar la intervención quirúrgica, se le aplicó al paciente un refuerzo de toxoide


tetánico de 5000 UI, esto se considera sumamente idóneo según Henderson, 2013.

Según Auer y Stick, 2012, el sitio de la fractura debe estar completamente debridado e
irrigado para eliminar los coágulos de sangre y los desechos. Esto concuerda con el
procedimiento que se realizó en el caballo fracturado, se reavivaron bordes de piel, y además
se limpió la zona con una solución de yodopovidona al 30% para eliminar contaminación
presente. Mediante una pinza se retiraron los pequeños fragmentos de piedras y objetos
presentes.

Propiamente en la cirugía, se realizó un reposicionamiento de los bordes óseos mediante la


utilización de un taladro y una broca que permitió hacer unos agujeros en la cara superficial
del hueso frontal, se hicieron 6 en total de un diámetro de alrededor 5 mm. Una vez hecho
esto se utilizaron alambres quirúrgicos con el cual se realizó un cerclaje para unir los bordes
como antes se mencionó. Según Bramlage, et al., 1999, esta técnica esta descrita y es utilizada
actualmente, sin embargo, se debe tener cuidado de mantener el suministro de sangre en el
hueso para evitar necrosis ósea, debido a que los huesos faciales son muy planos y puede
verse afectada la irrigación muy fácilmente. Se ha descrito que Auer y Stick, 2012, mencionan
que, al tratarse de fracturas pequeñas, muchas veces se puede elevar con un osteótomo
delgado o un elevador perióstico estrecho para reposicionar la parte afectada. Además,
añaden que el no realizar ninguna corrección cuando el paciente lo requiere, predispone a la
sinusitis crónica, secuestro, dificultad para cicatrizar heridas, deformidad facial y
engrosamiento del septo nasal, incluso necrosis del área afectada.

Según los autores mencionados en las técnicas quirúrgicas, existen diferentes formas de
corrección de la fractura, estas con diferentes ventajas y desventajas, además de diferentes
precios en el presupuesto del propietario. El uso de tornillos ortopédicos y el elevador
Langbeck, representan una técnica adicional ortopédica para el paciente equino. Sin embargo,
esta técnica representa una desventaja en este caso clínico, debido a que la fractura se
extendía a lo largo del hueso frontal llegando casi a la bóveda craneal, lo cual representaba
una dificultad para realizar agujeros con el taladro, ya que podía perforar estructuras
nerviosas. Esta característica permitió hacer una cantidad limitada de orificios y se ha visto que
los elevadores fabricados comercialmente requieren grandes agujeros de perforación debido a
su forma.

Según Bramlage, et al., 1999, el uso de implantes de silicón o fluorocarbono, esta descrita
cuando no se puede corregir la fractura mediante reducción. Representan una buena opción
reconstructiva en casos de defectos óseos y tienen la ventaja de ser bien tolerados del animal.
Muchas veces se cierra la piel sin haber corregido la fractura, esto ocasiona que haya llena de
aire, la piel se vuelve desecada y necrótica. La técnica se ha descrito, al insertar el implante
esta rellena el defecto del hueso hundido y restaura el contorno facial normal, este material se
sutura entre el periostio y la piel. Esta técnica tiene la desventaja de que se requiere anestesia
general y asepsia estricta, lo cual a veces se dificulta si el animal se encuentra en un estado
emergente. La técnica de reposicionamiento con alambre utilizada en el paciente tiene la
ventaja que se puede realizar con neuroleptoanalgesia.

Según el autor Schaaf, et al., 2008, el reporte de caso en el manejo de fracturas de cráneo en
equino usando suturas de polidioxanona representa una técnica interesante en la corrección
de este problema, siendo esta una alternativa viable a utilizar en el equino, como ventaja da
un buen resultado estético, buena dinámica de las vías respiratorias y hay poca incidencia de
necrosis del hueso y sinusitis, la técnica se asemeja mucho a la usada originalmente en el
paciente del caso clínico, se colocan todas las suturas de polidioxanona previamente para
permitir el máximo de maniobrabilidad de la fractura y se realiza un cerclaje similar a la técnica
con alambre. El periostio y el tejido subcutáneo se cierran como una sola capa con tamaño 0
USP poliglactina 910 en un patrón continuo simple y en la piel se utilizan grapas de acero
inoxidable.

La técnica de Flap Flix, descrita por Auer y Stick, 2012 (ver figura 16), consiste en la utilización
de una placa de titanio redonda, la cual se coloca en la fractura. Esta fue considerada para
utilizarla en el paciente, sin embargo, tiene como desventaja que tiene un alto precio, sus
ventajas son muchas, el titanio es amigable con los tejidos y minimiza las reacciones adversas,
es fácil de aplicar y da buena estabilidad.

La colocación del drenaje se hizo en el paciente equino y se suturo a la piel. Se le colocó


antibiótico local en la herida, esto se considera una técnica correcta porque evita la
acumulación de fluidos subcutáneos según Bramlage, et al., 1999.

El postoperatorio del paciente estuvo estable y no presentó complicaciones, se le coloco


vendaje compresivo en la zona afectada, esto para protección y evitar la inflamación. El equino
no evidenció sangrados ni anormalidad alguna en los siguientes días. Se le colocó terapia
antibiótica sistémica, usando Penicilina/ estreptomicina, Gentamicina y terapia contra el dolor
con Ketoprofeno, esto se ve relacionado según los autores Auer y Stick, 2012, y se considera
una buena práctica.

Según Schaaf, et al., 2008, es importante el monitoreo del animal para evitar inflamación,
enfisema subcutáneo, sinusitis y secreción de la herida. Algunos de estos problemas resuelven
solos, pero otros necesitan tratamiento más específico.

Según Corley y Stephen, 2008 cuando se usan implantes debe haber un constante monitoreo
debido a que la principal complicación es la infección de los mismos.

La ausencia de convulsiones en el paciente representó un gran hallazgo, que favorecía en gran


medida el pronóstico del animal; sin embargo, Smith, 2015, menciona que en el traumatismo
encefálico es común que se de las convulsiones aun después de la cirugía, y sin haberlas
presentado antes. Esto representa un riesgo en el cuidado postoperatorio y la importancia de
un monitoreo constante, además de elegir correctamente el tratamiento farmacológico en
caso de que se presente.

El rendimiento deportivo y el resultado cosmético seguramente serán satisfactorios en el


caballo tratado debido a la gran resistencia y rápida recuperación que presentó; además de la
ausencia de signos nerviosos. Pero es importante evitar los golpes en el postoperatorio,
adecuar bien el lugar de rehabilitación y una constante vigilancia para el pronóstico certero del
animal.
Discusión #3 (2 personas)

En Costa Rica, se tienen los siguientes resultados de diferentes investigaciones sobre la


incidencia de brucelosis bovina en los establecimientos del país:

En el año 2018, la incidencia de brucelosis en fincas fue del 1% del total de una población de
181,511 animales muestreados.

En el año 2019, la incidencia de brucelosis en subastas fue del 0.6% del total de una población
de 4566 animales muestreados.

En la presente investigación, de acuerdo con los resultados obtenidos en los establecimientos


de sacrificio, se obtuvo una incidencia de brucelosis del 0.3% del total de una población de 645
animales muestreados, a diferencia de los resultados en fincas del 1% de 181,511 muestras y
en subastas del 0.6% de 4566 muestras; esto indica que el tamaño de muestra fue una
limitante que dificultó la interpretación de los resultados obtenidos, por lo tanto, afecta el
porcentaje de incidencia entre los diferentes estudios.

Es necesario discutir por qué la enfermedad es más diagnosticada en el sistema de producción


de leche. En primer lugar, las razas bovinas no presentan susceptibilidad ni resistencia genética
a la brucelosis bovina, el hecho de que las vacas lecheras tengan una mayor incidencia, es por
la convivencia cercana entre las reses. También, la preocupación del público en general es
mayor pese a su transmisión hacia los humanos mediante la leche y sus derivados. En esta
investigación se obtuvieron dos muestras positivas, las cuales pertenecían al sistema de
producción de carne. Por lo tanto, esto demuestra la importancia de el diagnostico no solo en
el sistema de producción de leche sino también en el de doble propósito y de carne para poder
controlar y erradicar la brucelosis bovina mediante la vigilancia epidemiológica.

La prevalencia de brucelosis varía según la región: Chorotega con 2.54%, Huetar Norte con
6.22%, Huetar Caribe con 10.84%, Brunca con 1.53%, Central Oriental con 6.10%, Central
Occidental con 3.28%, Central Sur con 2.94% y Pacifico Central con 6.45%. En este estudio, de
acuerdo con los resultados obtenidos de los casos positivos mediante el seguimiento de su
origen, el 100% pertenecía a la provincia de Limón; esto nos indica, como visto en el análisis
anterior, que la región de mayor prevalencia de Brucelosis bovina de Costa Rica es la Huetar
Caribe. Al contrario, la región Brunca es considerada como zona de baja prevalencia de
brucelosis bovina, esperando ser declara como zona libre en un futuro, fortaleciendo el estatus
sanitario del país y estimular al sector productivo a incrementar la sanidad de las ganaderías.

Materiales y Métodos #1 (2-3 personas)

Ubicación de la investigación

La presente investigación se realizó en Costa Rica, en los establecimientos de

sacrificio de las regiones: Central Occidental, Pacífico Central, Brunca y Huetar Norte.
Materiales

Materiales Físicos

• Tubos al vacío sin anticoagulantes (tapón rojo)

• Hojas de registro

• Marcador

• Lapicero

• Mascarillas

• Guantes

• Gabachas

• Cubre pelo

• Casco

• Botas con punta de acero

• Hielera

Materiales Biológicos

• Suero bovino

Métodos

Toma de Muestras

El Decreto 34858-MAG establece que:

SENASA podrá realizar pruebas serológicas para investigaciones en hatos,

áreas y eventos públicos en cualquier lugar del país, con el fin de evaluar la

situación sanitaria y el avance del Programa. En estos casos la toma y

transporte de la muestra, así como los ensayos se realizarán sin cargo para

el propietario. (SENASA, 2019, p.2)

Siguiendo el protocolo de muestreo en establecimientos de sacrificio para la vigilancia activa


de Brucelosis del SENASA (2019).

Durante la inspección ante mortem se seleccionan de forma aleatoria hembras bovinas de


más de 24 meses de edad y machos enteros adultos que se encuentran en los corrales, para
poder dar seguimiento a su origen, de acuerdo con la guía de movilización correspondiente.
El muestreo de los animales seleccionados se realiza durante el proceso de degollado,
recolectando sangre de la vena yugular mediante tubos al vacío sin anticoagulantes (tapón
rojo). "El personal oficial u oficializado de los establecimientos de sacrificio quedan
especialmente obligados a coadyuvar en ese esfuerzo y en la medida de sus posibilidades
cooperar y auxiliar a los funcionarios de este Servicio que se presenten a tomar las muestras
señaladas." (SENASA, 2019, p.3). Estos tubos deben de ir marcados de forma consecutiva de
acuerdo con el orden de los animales muestreados (Ver Figura 2).

Figura 4. Muestras recolectadas en tubos al vacío sin anticoagulantes numerados en forma


consecutiva

Fuente Propia (2020)

Se debe llenar de forma completa el formulario (Ver Figura 3) para asegurar la identidad y la
correspondencia de la muestra. Posteriormente, se deben registrar todos los datos del
formulario en el Sistema de Vigilancia Epidemiológica del SENASA (SIVE).

Figura 5. Formulario PN-B-PG-002-RE-001 Control del muestreo en establecimientos de


sacrificio para vigilancia activa.

Tomado de SENASA (2019).

Las muestras se deben de preservar en frio y entregar de manera inmediata a los Laboratorios
oficiales de diagnóstico del SENASA. Estos son los encargados de realizar las pruebas
diagnósticas para brucelosis (Rosa de Bengala- iELISA- cELISA).

Materiales y métodos #2 (2-3 personas)

Este artículo de revisión puede considerarse del tipo descriptivo, debido a que ofrece
información precisa sobre el Distemper Canino.

Primeramente, se realizó una investigación exhaustiva de fuentes primarias que comprenden


diferentes artículos científicos, libros y páginas web que hacen referencia al tema.
Seguidamente se consultaron diversas tesis realizadas por estudiantes o doctores de otros
países que desarrollaron investigaciones al respecto.
También se llevó a cabo una búsqueda de fuentes secundarias de documentos y artículos en
Google Scholar publicados por distintos autores. Los resultados de las búsquedas fueron
principalmente de tesis en español por lo que se utilizó el método de parafraseo para citar los
diversos escritores.

Posteriormente, se utilizó el método de búsqueda de la Biblioteca de la Escuela de Medicina y


Cirugía Veterinaria San Francisco de Asís, por medio del cual se consultaron varios libros con
temas relacionados, principalmente en la parte de anatomía, fisiología, histología y patología.

Una vez obtenida está información se procedió a la realización del artículo de revisión,
utilizando el material citado para una mejor definición y desarrollo del tema.

La investigación se organizó partiendo de objetivos que permitieron enrumbar la realización


del artículo. A continuación, se investigan los antecedentes del tema y se justifica su
importancia para la comunidad médica veterinaria.

La revisión bibliográfica se organizó a partir del estudio de la enfermedad, sus factores


predisponentes, así como el desarrollo de la patogenia y la afección de los distintos sistemas
para comprender así las lesiones que pueden ocurrir en ellos. Se explican las técnicas de
diagnóstico, tratamiento y prevención de le enfermedad.

La discusión permite comparar lo consultado y los aportes de las distintas fuentes, con el fin
de encontrar concordancias y discrepancias que permitan un mejor conocimiento del tema.

Como parte de la metodología se explicará un caso que llegó a la Clínica Dr. Andrés Fallas, el
cual dio positivo a la enfermedad de Distemper.

Reseña del animal

Nombre: Susi

Especie: Canino

Raza: Chihuahua

Sexo: Hembra

Edad: 1 año, 11 meses y 28 días

Peso: 5kg

Inspección general

Llega a consulta con presencia de secreción ocular, decaída, con deshidratación.

Anamnesis:

El dueño comenta que la perra no tiene vacunas, y que 5 días antes de llevarla a la clínica, ella
venia presentando secreción ocular y lagañas, bajo apetito y disminución en el peso. Así mismo
la perra tenía algún tiempo desde la última desparasitación y decidieron desparasitarla días
antes de ser llevada a consulta y cuando no vieron resultados positivos tomaron la decisión de
llevarla a la clínica.

Pruebas:
Se le realiza la prueba de inmunocromatográfica para la detección del antígeno viral de
Distemper, la cual dio como resultado positivo.

Tratamiento:

La paciente queda internada en la clínica en un lugar aislado lejos del contacto con otros
animales, y con terapia de fluidos, para dicha terapia se utilizó la solución de 1000 ml de Ringer
lactato a una velocidad de 6 gotas por minuto. Así mismo, se le aplicó oxitetraciclina 0.5mg/kg
cada 24 horas durante 2 días por vía intravenosa, vitamina B12 0.5mg/kg cada 24 horas
durante 2 días por vía intravenosa y ácido yatrénico 0.7mg/kg cada 24 horas durante 2 días por
vía intravenosa, esto con la finalidad de combatir las infecciones bacterianas y al mismo
tiempo estimular el sistema inmune del paciente. Constantemente se verifica que la terapia de
fluidos este fluyendo correctamente, y se le limpia las secreciones oculares con una gasa
limpia.

También se le empieza a dar alimento en lata el cual posee niveles altos de proteína y grasa de
alta calidad, al igual que proporciona antioxidantes, vitaminas B, Zinc y Potasio, y todo esto en
conjunto hace que el alimento sea altamente palatable y es aceptado por la paciente
estimulando así su apetito. Se le da 220kcal por ración de alimento, en dos tomas por día, esto
en los dos días que estuvo internada.

Luego de estar dos días en internamiento, la paciente es enviada a casa con un tratamiento a
seguir. Se le envió himpyrin 1ml cada 12 horas por 8 días vía oral, hemolitan 3 gotas cada 12
horas por 12 días vía oral, viusid 1ml cada 12 horas por 30 días vía oral y doxiciclina 50mg ½
tableta cada 12 horas por 15 días por vía oral.

Pronóstico:

Favorable: Esto debido a que la paciente no presentaba sintomatología nerviosa.

Días después de esto llego el dueño de la paciente y se le consulto como seguía la paciente, a
lo que comento que le dieron el tratamiento enviado y que ella se encontraba bien; ya que a
su parecer volvió a ser la misma que era antes de padecer la enfermedad.

También como parte de la metodología se mencionarán un caso clínico recopilado de la


investigación realizada por Federico Barengo (2018), el cual fue analizado para la realización de
este artículo de revisión.

Caso 1. Hembra canina bulldog francés de 2 meses, con un peso de 1.6 kg. En la inspección
general presento un cuadro convulsivo, secreción ocular y en delgadez. La dueña comento que
la adquirido en el criadero ya con la primera vacuna, y que desde que la tiene presenta
anorexia, secreción ocular. En la inspección se rencontraron reactivos los ganglios
submandibulares, poplíteos y pre escapulares. Temperatura de 39.4C°. Se le realizo un
hemograma sanguineo que revelo una anemia regenerativa, al igual que se le realizo una
bioquímica sanguínea y los resultados de la misma son inespecíficos por lo que no son
tomados en cuenta para el diagnóstico de la enfermedad. Se realiza la prueba de
inmunocromatográfia la cual dio positivo. La cual indicativo que el paciente se encuentra en la
fase aguda de la infección.

Para su tratamiento usaron penicilina y estreptomicina junto con enrofloxacina para combatir
las infecciones bacterianas secundarias. Al igual que se le administro Vitamina B, diazepam
para tratar las convulsiones y fenobarbital para administrar en su casa ¼ de comprimido cada
12 horas, se recomendó este medicamento debido a que presento varios episodios
convulsivos.

Su pronóstico fue de malo a reservado, debido a que la paciente tuvo una progresiva pérdida
de estado corporal y no manifestó respuesta al tratamiento. Las convulsiones no cesaron a
pesar del uso de diferentes drogas y a la elevación de las dosis.

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