Está en la página 1de 1

EL JINETE Y SU CABALLO BRILLANTE

Cierta vez en el pueblo de Mazanca, muchos años atrás, a partir de las 12.00 a.m.
de la madrugada, mi abuelo tenía siempre la costumbre de ir y venir todos los días
de Mazanca a un pueblo llamado “la pampa” que queda a una hora.

Un día cuando iba de Mazanca a la pampa a las 12 de noche en ese trayecto, mi


abuelo iba caminando con su hijo, él tenía 8 años de edad cuando de repente se
apareció un hombre con un traje brilloso, el Señor iba con su caballo de color
naranja bajo el bárbaro iba con su montura que todo eso brillaba de puro oro, en
ese instante el jinete montado, en su caballo se acerco a mi papito y le dijo: Hijo, te
ayudo a llevar a tu hijo a caballo, no te asustes soy hijo de Dios, eso le dijo mi
abuelito a su hijo.

¿Hijo te quieres ir con el Señor en su potro? Su le hijo le responde:

No papá, no quiero ir con él, quiero ir junto contigo, entonces mi abuelo le dijo al
sujeto, siga no más, mi hijo no se quiere ir con usted, el individuo, le respondió,
entonces seguiré mi camino, solo quise ayudar. Siga no más contestó mi abuelo.

El ser pensante se fue, dirigiéndose a un cerro azul, mi abuelo entonces se


preguntó, porque ese Señor tiene que subir a ese Cerro, a pocos metros el ser
desapareció, mi abuelo le dijo a su niño. ¿Si te hubiera dejado ir ya no estuvieras
conmigo, que hubiera sido de ti, a donde hubieran llevado, pero gracias que no te
quisiste ir.

También podría gustarte