Durante la época de pandemia, mis padres decidieron llevarme a vivir a la
zona rural, a la hacienda de mis abuelos; en aquel lugar mi abuelo tenía un hermoso caballo llamado “Moro”. Un día ocurrió que yo en el afán de aprender a montar caballo, me subí al caballo teniendo mucho miedo de que el animal saltase, corra y finalmente me logre caer; entonces decidí sujetarme fuertemente de la riata, en seguida el animal comenzó a moverse libremente, pues no había sujetado la soga que servía para dirigir al caballo, durante un buen rato sentí un gran susto, sentí tanto miedo que ocasiono que me soltase e intentara saltar, en seguida la jerga se dio la vuelta y solté un grito de desesperación atinando sólo a sujetarme del cuello, quedando así colgado del cuello, en ese momento pensé que el caballo iba a patear. Llame a mis papás y abuelos para que me ayudasen, mi abuelo luego menciono que el caballo estaba domesticado y no pateaba.
CUENTOS DE HADAS PARA NIÑOS Una colección de fantásticos cuentos de hadas para niños.: Cuentos para dormir únicos, entretenidos y relajantes que transmiten muchos valores y hacen que la gente se entusiasme con la lectura