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C. Sin embargo no es así con Dios y su juicio divino. Dios nos muestra en su
palabra como, por medio de su justicia, cada uno recibe lo que le corresponde.
No importa el lugar donde estemos. Tanto los vivos como los que ya
murieron tendremos que dar cuentas delante de Dios el día del juicio final.
Génesis 18:25 “Lejos de ti el hacer tal, que hagas morir al justo con el
impío, y que sea el justo tratado como el impío; nunca tal hagas. El
Juez de toda la tierra, ¿no ha de hacer lo que es justo?”
En este versículo podemos notar que: Abraham llama a Dios el Juez de toda la
tierra. Así que, mientras en la tierra hay hombres que juzgan según las leyes
terrestres, Dios juzgará todos nuestros actos algún día, según los valores que nos ha
dejado en su palabra.
a) Ningún hombre podrá juzgar. Stg 4:12 “Uno solo es el dador de la ley, que
puede salvar y perder; pero tú, ¿quién eres para que juzgues a otro?”
1) Solo hay un Dios que puede juzgar a toda la humanidad, pues solo hay un
creador.
a) El veredicto es justo.
1) Si hacemos lo malo debemos temer, pues Dios castiga el pecado.
a) La condena es justa.
1) Al ser juzgados Dios nos dirá buen siervo o nos dirá hacedores de maldad. El
independientemente cual haya sido nuestro veredicto la condena es eterna. Así
que la condena de Dios es justa.
1) Dios lleva un registro de cada una de nuestros actos. No importa si han sido
buenas o malas, si han sido pequeñas o grandes. Cada uno de nuestros actos
están escritos en el libro de Dios.
APLICACIÓN
1) Dios es bueno y justo, juzga con imparcialidad a toda la humanidad.
2) A los justos les espera una eternidad de gloria, honra y paz. A los pecadores les
espera una eternidad de tribulación y angustia.
3) Amigo y hermano, la vida es breve, decide donde pasaras la eternidad. Recuerda
que Dios nos juzgara. Dios te provee una forma de obtener salvación y acceder a la
vida eterna y es a través de Jesucristo.