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el partido mas corrupto de mexico:

En México, 83 de cada 100 ciudadanos percibe al PRI como el partido político


más corrupto, reveló el Corruptómetro, un estudio de opinión realizado cada mes
por Opciona. Los partidos PRD, PVEM, PAN, PT y Morena le siguen en ese
rubro al tricolor, según los resultados de septiembre del Corruptómetro. "71%
cree que el PRD (es corrupto), 60% el PVEM, 56% el PAN (...) 53% cree que el
PT es "corrupto", 51% cree lo mismo de Morena, 50% el PANAL y 42%
Movimiento Ciudadano y el PES" revela un comunicado de Opciona. Las
candidaturas independientes son percibidas como "corruptas" por 47% de los
mexicanos. "Al preguntarles sobre su percepción de la honestidad y la corrupción
de los tres aspirantes independientes a la presidencia en 2018, ninguno fue
percibido como más "corrupto"
que "honesto". La diferencia
entre el aspirante independiente
que es percibido como más
"corrupto" ("El Bronco" con
44%) y el que es percibido
como menos "corrupto" (Pedro
Ferriz con 34%) es de 10
puntos. Sobre la percepción de
"honestidad" y "corrupción" de
las principales instituciones y
organizaciones sociales, la
familia, las ONGs y el ejército
son consideradas las menos
"corruptas" con 6, 33 y 38% de
las opiniones, respectivamente, destacan los resultados del estudio "En contraste,
el gobierno, los partidos y el congreso son consideradas las instituciones y las
organizaciones sociales más "corruptas" con 80, 79 y 78% de las opiniones".

Crímenes, fraudes y el EZLN: así fue el turbulento sexenio de Carlos Salinas


de Gortari:
De 1988 a 1994 la historia de la república cambió radicalmente, donde el deceso de Manuel
Clouthier, de Luis Donaldo Colosio y la aparición del EZLN tensionaron la política nacional

Este sábado 3 de abril, Carlos Salinas de Gortari cumple 73 años. De acuerdo con el
presidente Andrés Manuel López Obrador, el ex mandatario del PRI representa todo lo
que está mal en México: principal impulsor del modelo económico neoliberal, ganador
de la presidencia por un presunto fraude electoral contra Cuauhtémoc Cárdenas y
símbolo de la corrupción en la república.
Originario de la Ciudad de México, el doctor en Economía Política y Gobierno por la
universidad de Harvard nació en 1948 y su sexenio (1988-1994) estuvo marcado por
fuertes controversias e incidentes que fueron criticados severamente por la opinión
pública.
Inicialmente, la elección que lo definió como presidente de México fue tildada
de fraudulenta por los miembros de la
izquierda mexicana, ya que el conteo
que iba favoreciendo a Cuauhtémoc
Cárdenas, tras la famosa “caída del
sistema” reviró la estadística y le dio el
triunfo a Carlos Salinas. De tal modo
que la contienda, en la que también
participó Manuel Clouthier, definió al
militante del Partido Revolucionario
Institucional (PRI) como el presidente
constitucional hasta 1994.
El año siguiente, 1989, Manuel de Jesús Clouthier del Rincón falleció en un
accidente automovilístico que quedó en tela de juicio. Es que el ex candidato del PAN a
la presidencia y ex presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana
(Coparmex) se había manifestado como uno de los principales opositores a la
consolidación de Salinas en el poder, motivo por el cual, algunos miembros de la opinión
pública señalaran que el incidente del 1 de octubre, en el que un tráiler prensó el
vehículo en el que viajaba junto con el diputado diputado Javier Calvo Manrique, fue
orquestado desde Los Pinos; sin embargo, nunca se pudo comprobar aquellos dichos.

En este momento cabe destacar que


dos personas cercanas a AMLO y
promotores activos de la 4T están
relacionados tanto con el deceso del
panista como con la votación que le
dio la victoria a Salinas. El primero de
ellos es Manuel Bartlett, actual director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE),
quien fungía como secretario de Gobernación durante el gobierno de Miguel de la
Madrid.
Esto es relevante porque la Segob era la institución responsable de las elecciones y
fue Bartlett Díaz el encargado de dar la noticia de que el sistema se había caído. En
segundo lugar está Tatiana Clouthier, titular de la Secretaría de Economía (SE). La
maestra Clouthier es hija de Maquío Clouthier del Rincón.
Otro aspecto fundamental del régimen de Salinas de Gortari fue la continuidad al
modelo económico neoliberal. Esta doctrina, de acuerdo con una publicación de Ktarsis,
se define como “el conjunto de ideas políticas y económicas capitalistas que define la no
participación del Estado en la economía, dejando por fuera cualquier injerencia
gubernamental, fomentando así la producción privada con capital único sin subsidio del
gobierno”.
Esto es relevante porque la Segob era la institución responsable de las elecciones y
fue Bartlett Díaz el encargado de dar la noticia de que el sistema se había caído. En
segundo lugar está Tatiana Clouthier, titular de la Secretaría de Economía (SE). La
maestra Clouthier es hija de Maquío Clouthier del Rincón.
Otro aspecto fundamental del régimen de
Salinas de Gortari fue la continuidad al
modelo económico neoliberal. Esta
doctrina, de acuerdo con una publicación
de Ktarsis, se define como “el conjunto de
ideas políticas y económicas capitalistas
que define la no participación del Estado
en la economía, dejando por fuera
cualquier injerencia gubernamental,
fomentando así la producción privada con
capital único sin subsidio del gobierno”.

Otro homicidio que marcó el sexenio de Salinas fue el de Luis Donaldo Colosio,
candidato del PRI a la presidencia quien había manifestado en repetidas ocasiones no
estar de acuerdo con el proceso de globalización que representaba el neoliberalismo en
México, pues propiciaba condiciones inequitativas que pronunciarían la diferencia entre
ricos y pobres.
Finalmente, otra gran característica del gobierno de salinas fue la creación del Fondo
Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa), hoy conocido como el Instituto para
la Protección al Ahorro Bancario (IPAB). Este fondo de contingencia fue creado con la
finalidad de enfrentar posibles problemas financieros extraordinarios, mismos que se
manifestaron con la falta de liquidez bancaria, motivo por el cual se pasó la deuda de las
instituciones privadas a la deuda pública. Es decir, el quebranto de los bancos, derivado
de errores administrativos, ahora será cubierto con los impuestos que pagan las y los
mexicanos.
Con estas condiciones presentadas en un periodo corto de tiempo, no fue de extrañarse
que apareciera algún grupo disidente abiertamente anti neoliberal. De tal modo que el
primer día de 1994 el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) se alzó en armas
en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, donde su principal consigna fue su oposición al TLCAN,
pues las condiciones inequitativas entre campesinos y granjeros determinarían la
debacle de los productores mexicanos.

Dos años de impunidad, corrupción y represión con Peña


Nieto.
México, D.F.- A dos años de haber asumido la Presidencia de la República, la
administración de Enrique Peña Nieto ha estado marcada por la impunidad, la
corrupción y una estrategia de represión contra el movimiento social
organizado además de una política sistemática de violaciones a los derechos
humanos de los mexicanos, entre ellos, el derecho humano a un medio
ambiente sano.
Greenpeace es una organización ambientalista que actúa para proteger el
medio ambiente y en la construcción de un mundo más verde, pacífico y justo
para todos por lo que no puede ignorar actos que atenten contra el equilibrio
de los ecosistemas y la dignidad e integridad de las personas.

En este marco Greenpeace denuncia que desde el primer día de gobierno de


Enrique Peña Nieto se ha coartado el derecho a la protesta y la libertad de
expresión, configurando un escenario peligroso de retroceso en las libertades
democráticas: represión desproporcionada de los manifestantes; investigación
y persecución penal del grupo social, con frecuencia dirigida hacia los líderes
de los movimientos, así como la descalificación automática de los
movimientos, criminalizando a quienes protestan.

De acuerdo con datos del Registro Nacional de Datos de Personas


Extraviadas o Desaparecidas, en agosto de 2014, la Procuraduría General de la
República informó que 22 mil 322 personas se encontraban en estatus de "no
localizadas", de las cuales 9 mil 790 fueron reportadas en el gobierno actual.

Y ante esta realidad constante, la gota que derramó el vaso es el caso de los 43
estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa desaparecidos desde el 26 de
septiembre.

Y que nadie intente desviar la atención de la gravedad del caso diciendo "algo
habrán hecho" porque eso, la desacreditación y la criminalización son también
prácticas comunes de esta administración hacia todos los sectores, tan solo en
el ámbito ambiental desde 2013 y hasta abril de 2014, el Centro Mexicano de
Derecho Ambiental ha contabilizado un aumento en el número de agresiones a
defensores ambientales: en menos de 16 meses se han registrado 82 casos en
22 estados de la República Mexicana, 4 ejecuciones extrajudiciales de
defensores ambientales y comunitarios, 29 solamente entre enero y abril de
2014, en los cuales los agresores identificados en 37 casos fueron autoridades
del Estado mexicano de los tres órdenes de gobierno.

Particularmente en el tema ambiental, los hechos son el mejor indicador de


qué no se ha tenido ningún avance en esta administración.

Durante este segundo año de gobierno de Peña Nieto el medio ambiente se ha


visto sacudido por una oleada de desastres. Por poner algunos ejemplos,
Durango, Sonora, Jalisco, Veracruz, Nuevo León y Sinaloa vivieron
catástrofes ambientales que se suman a los mil 124 casos de daño ambiental
ocurridos en lo que va del sexenio.

Estos "accidentes" son sólo la punta del iceberg de la opacidad en la que


actúan las industrias en México, donde la laxitud de las leyes les permite
contaminar a cambio de multas irrisorias por concepto de "reparación del
daño", sin que se tomen en cuenta las externalidades.

Las "reformas estructurales", impulsadas por Enrique Peña Nieto en el último


año, concretaron cambios al marco legal hacendario, de las
telecomunicaciones, la política electoral y el sector energético, en todos los
casos se privilegiaron los intereses económicos empresariales y coartaron los
derechos de millones de mexicanos.

Los decretos presidenciales del 3 de noviembre debilitaron también un


instrumento básico para la protección del ambiente: el ordenamiento ecológico
territorial, excluyendo a las actividades relacionadas con la industria de
hidrocarburos de la obligación de cumplir con la fase de diagnóstico y
pronóstico del ordenamiento regional y local.

En cuanto al deterioro que enfrentan los bosques y selvas de México no


muestra mejoras comprobables. La actual administración carece de una
política sólida que plantee soluciones reales para proteger, recuperar y
manejar estos ecosistemas.

Por otro lado, los impactos del modelo agroalimentario actual, con base en la
agricultura industrial tiene graves impactos ambientales, sociales y de salud
pública. El actual modelo de agricultura no garantiza el derecho constitucional
de los mexicanos a una alimentación nutritiva, suficiente y de calidad. Las y
los pequeños agricultores son excluidos de las discusiones sobre la definición
de la política agrícola.

Enrique Peña Nieto ha mantenido una indefinición hacia el cultivo del maíz
transgénico. Las empresas transnacionales Monsanto, Dow Agrosciences y
Pioneer han solicitado permisos para comercializar sus semillas patentadas en
el país, mismas que se mantienen en estatus de evaluación de riesgo, a pesar
de que científicos mexicanos han advertido impactos irreversibles para el
medio ambiente y la sociedad si se aprueban los cultivos de maíz
genéticamente modificado.
Ante este panorama, Greenpeace seguirá trabajando por todas las vías posibles
para reforzar la legislación ambiental mexicana, a pesar del desinterés del
Ejecutivo por proteger el medio ambiente. Además, no ignoraremos actos de
injusticia que atenten contra la dignidad de las personas y el equilibrio de los
ecosistemas.

México ocupa la posición 105 en el mundo en materia de corrupción, con


un valor de 34 sobre 100 puntos; muy por debajo de Dinamarca,
Finlandia y Nueva Zelanda, que obtuvieron 90 puntos. Nuestro país
tiene una posición alta en comparación con otros países miembros de la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y
el G20, de acuerdo con el Índice de Percepción de la Corrupción emitido
por Transparencia Internacional (2012). Asimismo, de manera
vergonzosa se encuentra en una posición similar a la de países como:
Argelia, Armenia, Bolivia, Gambia, Kosovo, Mali y Filipinas.

De igual forma, la más reciente Encuesta Nacional de Corrupción y Buen


Gobierno, efectuada en 2010, reveló que la corrupción es un tema
donde la idiosincrasia refuerza las acciones contra la legalidad, de tal
forma que es un tema cultural: la incidencia en prácticas desviadas de la
legalidad es una condición cotidiana. Esta misma encuesta documentó la
existencia de 200 millones de actos de corrupción, vinculados con
trámites y "mordidas". Como consecuencia de ello, los hogares
mexicanos destinaron en promedio 14 por ciento de su ingreso a este
rubro.

En este contexto, el libro de José Juan Sánchez González, La corrupción


administrativa en México, adquiere gran importancia y trascendencia en
nuestros días, sobre todo porque recupera el debate sobre los
programas adoptados en el sexenio pasado (2006-2012) y retomados
por el presidente Enrique Peña Nieto (2012-2018) con la pretensión de
erradicar las ganancias mal habidas dentro de la administración pública.
Existen innumerables desventajas de la corrupción; una de las más
importantes es la falta de productividad en la administración pública,
cuyos trámites dilatados y onerosos impiden la atracción de capital, así
como el desarrollo de la industria y el crecimiento de las empresas. El
pago de sobornos para obtener licencias, y la incertidumbre que genera
este proceso, tienden a reducir los incentivos para la inversión.

Se define la corrupción como: "El uso ilegítimo del poder público para el
beneficio privado, así como todo uso ilegal o no ético de la actividad
gubernamental como consecuencia de consideraciones de beneficio
personal o político" (Morris, 1992: 25). Pero existe una amplia gama de
formas que adquiere la corrupción, muchas de ellas imperceptibles,
como el compadrazgo o el tráfico de influencias en las oficinas
gubernamentales, muy difícil de reglamentar o sancionar. La corrupción
también se relaciona con la actitud negativa que adoptan los
funcionarios públicos en su comportamiento ante la sociedad, como la
falta de un código de ética en sus procedimientos o la deslealtad y
traición a sus compañeros.

Nuestro país cuenta con varios estudios sobre este tema, escritos desde
distintas perspectivas y maneras de abordar una práctica cotidiana. El
asunto es cultural, coinciden en afirmar Diego (2009) y Stephen (1992),
que han analizado el caso mexicano y a quienes retoma José Juan
Sánchez en este libro que compila de manera histórica varios
acontecimientos de la vida nacional, donde a partir de la formación del
Estado mexicano se creó también una corrupción institucional, tolerada,
permitida, fomentada e incluso promulgada.

Los fallidos intentos por erradicar la corrupción son muchos y se pueden


documentar a partir de los planes de desarrollo, las campañas políticas e
incluso las políticas públicas instrumentadas para tal efecto. En especial
es importante destacar el arreglo político que tuvieron que suscribir los
gobernantes emanados de la sociedad civil, luego de que los militares
abandonaran el poder en la época revolucionaria. Después de la
revolución mexicana, se desarrolló un régimen autoritario, cuyo
exacerbado presidencialismo permitió todo tipo de componendas a los
funcionarios que estaban en el poder. Se promovió de manera
institucionalizada la aparición de los sindicatos, que ocuparon uno de los
primeros lugares en sus prácticas discrecionales, y algunos de los cuales
continúan operando así hasta la fecha.

Durante la etapa del "milagro mexicano", el crecimiento económico y el


desarrollo de nuestro país permitieron que la población en general se
beneficiara de la bonanza económica, lo cual impidió ver los errores de
los burócratas y funcionarios; pero también se otorgó a los funcionarios
un poder inusual sobre los documentos, sellos, formatos y papelería
oficial, que controlaron en usufructo de las oficinas gubernamentales.
Empero, transformar la cultura de los mexicanos es una tarea titánica
que el autor de este libro describe de manera detallada.

La corrupción adquiere distintos matices: abuso de poder, tráfico de


influencias, compadrazgo, amiguismo, soborno, cohecho, mal uso de los
conocimientos, fraude, aceptación de obsequios a cambio de favores,
entre otros que forman parte de lo que denomina corrupción
administrativa, que se distingue de la corrupción política porque la
primera afecta principalmente a los burócratas que forman parte de la
administración pública.

En la obra en comento, se destaca la minuciosa descripción de los


episodios nacionales que se han nutrido por actos ilícitos, desviación de
recursos y uso patrimonialista de los recursos públicos. En nuestro país,
como lo documenta José Juan Sánchez, a lo largo del virreinato y la
revolución mexicana, así como en la conformación del México
contemporáneo, se fomentó la tolerancia a las prácticas vinculadas con
desvíos de recursos, el uso discrecional del poder y la falta de ética de
los servidores públicos -como la policía, principalmente. "Promúlguese la
ley pero no se acate" es uno de los dichos con los cuales se satirizan las
leyes y los decretos generados en contra de la corrupción. En México, el
combate a las prácticas ilícitas se convierte en simulación. Sefchovich
(2008) abunda al respecto y atribuye de igual forma a la cultura de los
mexicanos la mentira, la corrupción y la simulación como valores
nacionales difíciles de erradicar.

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