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La Cultura Cajamarca
La Cultura Cajamarca
E.A.P. DE ARTE
LA CULTURA CAJAMARCA
Integrantes:
JULIO 2012
INDICE
INTRODUCCIÓN.
1.4. Coillor.
CAPÍTULO V: CERÁMICA
ANEXOS
CONCLUSIONES
BIBLIOGRAFIA
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INTRODUCCION
En el presente trabajo se centrará en la producción plástica de la cultura Cajamarca, cuya finalidad radica
en una mejor comprensión de las cualidades y características estéticas que estas poseen. Para ello nos
centraremos en la arquitectura y cerámica de la cultura Cajamarca en su periodo de desarrollo
comprendido entre el 200 a.C. al 1 300 d.C.
Realizar estudios de estas culturas y darles el enfoque estético pertinente es algo de mucha importancia,
porque rescatamos las formas de expresión propias de un pueblo, su estilo, su originalidad, su
peculiaridad en los temas que presenta y que son plasmadas en cada objeto y monumento que apreciamos.
Por esto consideramos que la producción plástica de la cultura Cajamarca puede ser vista desde dos
perspectivas. . La primera, considera la utilidad que cumplían estas en su contexto original; la segunda,
consiste en la apreciación y valoración actual que se les da por sus características y cualidades estéticas.
Proponemos diversos objetivos para esta monografía, los más importantes son:
En un tercer punto se desarrollara una pequeña introducción a la Cultura Cajamarca, mencionando cuales
fueron sus influencias, dando características de su producción plástica, su expansión y de cómo fue
llamada propiamente cultura Cajamarca.
En un quinto punto se hablara de la cerámica Cajamarca, cuando fue su aparición, cuál fue su función,
materiales y estilos.
La metodología utilizada en el presente trabajo se basa en el manejo de fuentes bibliográficas, así como
de fuentes electrónicas en el caso de artículos en línea y algunos archivos de imagen presentes en esta
monografía.
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CAPÍTULO I: CONTEXTO DE LA CULTURA CAJAMARCA.
El valle de Cajamarca se ubica en el lado oriental de la sierra norte del Perú a una altura aproximada de 2
500-2700 msnm (fig.1), y se desarrolló en el valle interandino de Cajamarca, desde Hualgayoc –
Yanacancha hasta el rio Crisnejas.
En la época de mayor apogeo, su influencia se extendió más allá de sus limitas geográficos.
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Figura 2 – Mapa de la ubicación de los sitios arqueológicos en el valle de Cajamarca
1: El Consejo, 2: Layzón, 3: El Palacio; Kolguitín, 4: Chondorko, 5: Complejo Turístico Baños del Inca,
6: Wairapongo, 7: Huacaloma, 8: Huacariz, 9: Amoshulca, 10: Coyor
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Representación del dios Catequil.
Hasta el momento, los más antiguos vestigios encontrados en la región de Cajamarca corresponden a
fases culturales avanzadas, de menos de tres mil años de antigüedad, como es posible testimonio de que
fuera a partir de la difusión de la cultura Chavín que empezó a desarrollarse el hombre en la región.
Tal es el caso de las muestras de pintura rupestre del cerro Udima (Monte Calvario), en el distrito de
Catache, provincia de Santa Cruz. Allí, Boris de la Piedra y A. Pedersen localizaron, en 1967, pinturas
trazadas sobre ásperos farallones. Toribio Mejia Xesspe (1968), al estudiar la más importante de las
muestras, la identifico como una “divinidad chavinoide”. Se trata de un personaje pintado en blanco,
marrón, amarillo y verde, de 2 metros de alto. Está diseñado de frente; el rostro presenta ojos con pupila
excéntrica y boca atigrada, y la indumentaria incluye cinturón que podría ser llamado taparrabo, que
según se dice seria influencia Sechin.
Otro caso de posible difusión “chavinoide” es Pacopampa, sitio arqueológico ubicado a 2 140 m.s.n.m.,
perteneciente al distrito de Querocoto de la provincia de Chota.
Consta de una estructura piramidal, compuesta por tres grandes plataformas escalonadas; incluye
escalinatas, columnas y una cornisa con serpientes talladas en altorrelieve. En la cima se hallan entradas
de acceso a galerías interiores. El sitio fue estudiado por Hermilio Rosas y Ruth Shady (1970), quienes
exploraron la arquitectura de Pacopampa y realizaron excavaciones. Al analizar la cerámica, identificaron
una fase anterior a la influencia de Chavin, que denominaron Pacopampa, a diferencia de la que le sigue,
titulada Pacopampa-Chavin. No lejos de Pacompampa se encuentra Pandanche, otro sitio temprano donde
Peter Kaulicke (1975) realizo excavaciones.
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Figura 3. Pacopampa
El centro administrativo de Kuntur Wasi está situado en la cima del cerro La Copa, en la
provincia de San Pablo (Cajamarca) y fue inicialmente explorado en 1946 por Julio C. Tello,
quien envió al lugar a un grupo de especialistas que reunieron un volumen apreciable de
cerámica. Está formado por tres plataformas construidas con piedras irregulares. Presenta
monolitos escultóricos de contornos antropomorfos y otros del tipo “estela” o lapida decorada,
de típica influencia chavín.
Las estatuas representan hombres-felinos, con un taparrabo sujeto por un cordel.
Al igual que la escultura lítica del lugar, los adornos de las tumbas muestran imágenes de
personajes antropomorfos con atributos de felino y ave de rapiña.
Vienen a ser variantes de la representación del “felino volador” que según Federico Kauffmann
Doig es figura universal y conspicua del panteón andino es esta etapa.
Está en proceso de estudio la identificación de una cultura regional autóctona, surgida hacia el siglo II de
nuestra era –época en la que se expandieron en la costa los nazcas-y definida en forma genérica como
cultura Cajamarca. Posee arquitectura y cerámica características, las cuales, según algunos estudiosos,
podrían tener vinculaciones con la cultura Recuay.
Los cajamarcas hablaron el culli, lengua de la que se conservan 62 palabras y que se habló también en
Huamachuco. Fueron buenos tejedores y lograron progresos en metalistería.
Sus expresiones arquitectónicas más típicas son Huacaloma y Layzon. Fue Rafael Larco Hoyle (1948)
quien propuso definirla como cultura Cajamarca en base al estudio de su cerámica. Entonces mostramos
sus principales características de modo puntual:
Se trata de una alfarería fina de color blanquecino o crema, mayormente vasos trípodes o con base,
recipientes lenticulares y cantaros globulares con pequeñas asas así como platos, vasos y cucharas.
La decoración es hecha a pincel y logra un efecto floral, cursivo o caligráfico, luego de un
primer momento de ornamentación sencilla.
Se manifiesta bajo la forma de dibujos abigarrados que cubren totalmente la superficie del
espécimen, pero también la hay a modo de dibujos geométricos simples que abarcan solo parte
de la vasija.
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Es decoración que escoge motivos diminutos y que incursiona ocasionalmente en el interior del
cántaro, dándose allí en círculos y líneas rectas, quebradas y paralelas.
Tornando a la superficie encontramos que sobre el fondo crema o naranja se dan los dibujos
rojos, marrones y negros, hallándose otros de color ladrillo solo cuando la cortina de fondo
ofrece tonalidad cremosa.
No escasean los motivos zoomorfos, como serpientes o cabezas de reptiles y felinos; y también
fitomorfos a modo de follajería.
Los diversos periodos de la cerámica Cajamarca han sido estudiados por Roger Ravines (1994). De
acuerdo con estas evidencias, la cultura propiamente dicha se habría desarrollado entre los años 200 y 850
de nuestra era. La etapa tardía, posterior a esta última fecha, muestra influencias sucesivas de las culturas
Tiahuanaco-Wari y Chimu. La etapa final, posterior al año 1400, correspondiente al señorío o “reino de
cassamarca” mencionado por los primeros cronistas, muestra con toda claridad la presencia inca.
Cuchilla.
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CAPITULO IV: ARQUITECTURA.
Al contrario de lo que ocurre con la cerámica, que se encuentra bien identificada, en la arquitectura no
ocurre así. En las diversas investigaciones existentes aún se encuentran contradicciones en la
identificación de monumentos propiamente de la cultura Cajamarca.
Pero han sido reconocidos seis tipos diferentes de asentamientos en Cajamarca, Que tenían mayormente
una función funeraria y religiosa.
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gradas, de tal modo que al bajar el agua, producía un gran ruido. Este canal solo
cumplía función religiosa, no agrícola.
Las paredes de piedra de este templo estaban enlucidas y presentan pinturas murales, en
las que hay diseños y dibujos geométricos y también una cara felinica, usando varios
colores: negro, blanco, rojo, amarillo, verde y marrón.
c. Periodo Layzon.
En este periodo, Huacaloma dejo de ser un centro ceremonial porque los hombres de
esta época construyeron otro templo en el cerro Layzon. Este yacimiento está ubicado a
7 kms. al S.O. de la ciudad de Cajamarca, siguiendo la carretera que conduce a Cumbe
Mayo, a una altura de 3200 m.s.n.m.
En la cumbre del cerro existe una pirámide cuadrangular trunca, de 40 x 40 m. y 6 m. de
alto, cuyas esquinas son redondeadas. Encima de ella se encentraba el templo principal
que era de forma circular. Al oeste de la pirámide y dando acceso a ella existen seis
plataformas, de las cuales cuatro están labradas en la misma roca. Completan el
conjunto las bases de otros edificios circulares y un canal.
Los petroglifos zoomorfos y geométricos encontrados tienen similitud con los de
Cumbe Mayo. En Layzon también hay tres monolitos antropomorfos, tallados en los
afloramientos rocosos de las laderas del cerro.
Layzon fue el centro de control religioso, político y económico, no solo se concurría allí
a rendir culto a los dioses, sino también se aprovechaba para el intercambio de
productos tanto del valle como de las zonas altas.
En este periodo se domesticaron las llamas y la agricultura alcanzo un gran desarrollo,
lo mismo que la cerámica.
Las ruinas cutervinas de Llipa están conformadas por torreones de piedra, de planta cuadrada,
con una cornisa que recorre sus cuatro lados. Estas chullpas son de tres pisos. El ingreso a ellas
tiene lugar por separado, mediante dos entradas independientes. Por una de ellas se accede al
piso a flor de tierra y se asciende al mismo tiempo al piso superior; la otra entrada lleva a un
recinto subterraneo. Por su parte, las ruinas celendinas de Chocta son también construcciones en
forma de torreones cuadrados, del tipo chullpa, y están situadas en el distrito de Oxamarca a 3
320 m.s.n.m.
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Fig.5. Las torres de Llipa y de Chocta
Foto: Federico Kaufmann Doig
2. Coillor.
Centro poblado, aterrazado, ubicado a 25 Kms. hacia el S.E. de la ciudad de Cajamarca y a 6
Kms. de Namora. Se emplaza sobre un cerro de forma cónica, de base amplia, a cuyos pies se
encuentran las lagunas de San Nicolás y Guayan.
El cerro consta de cinco plataformas escalonadas que culminan en una superficie cuadrangular
aplanada, de 1600 m2, en la que se ubican dos plazas, una central y otra al oeste y un recinto
cuadrangular. Hacia el Sur existen restos de una plazoleta limitada por un muero circular.
En la plataforma superior se pueden aprecia vestigios de amplias habitaciones, cuyas paredes
ostentan una cornisa en su borde superior externo.
Las plataformas de habitación tienen 6 mts. De ancho. Sobre la segunda plataforma, desde la
base, en dirección a la loma, se destaca un torreón de forma cilíndrica de 8 mts. de alto por 6
mts. de diámetro, con ventanillas trapezoidales sobre la cornisa, que lleva cerca del remate, y
hornacinas, también trapezoidales, en la parte interna y a la mitad de la altura.
Sobre la quinta terraza y alrededor de los recintos que forman el rectángulo de la cima, se
encuentran tumbas de 1.60mts de largo por 0.60 mts de ancho y 0.80 mts de profundidad,
dispuestas horizontalmente.
Las paredes son de mampostería ordinaria de tipo “pachilla” hecha con piedras semi-canteadas.
Las piedras más grandes ocupan la parte inferior, disminuyendo de tamaño conforme ganan
altura. Además algunos bloques monolíticos rectangulares, se encuentran finamente pulidos.
Según el viajero francés, charles Wiener(1880), el nombre de Coillor, es quechua y pertenece al
dialecto norte. Significa estrella.
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Fi.6 Coillor
3. Ventanillas de Otuzco.
Al parecer fueron tumbas de segundo enterramiento y la mayor parte son simples. Otras tumbas,
son de nichos múltiples. Las de tipo simple o individual tienen sus aberturas dirigidas
directamente hacia el exterior mientras que en las múltiples, estas dan hacia un corredor
intermedio de seis a ocho metros de profundidad. Una tumba de Otuzco, contiene hasta 14
nichos interiores.
Es muy difícil determinar la edad de las ventanillas, puesto que en su mayorías fueron saqueadas
en los primeros años de la colonia y probablemente antes. Sin embargo, las evidencias
disponibles indican que corresponden al desarrollo de la civilización Cajamarca de los años 600
a 1 200 d.C., y en muchos casos fueron sepulcros de personajes importantes. Al parecer, en su
mayorías, estuvieron cerradas con una losa de piedra que al ser levantada originaron la rápida
destrucción de su contenido.
Un tipo semejante de tumba, e indiscutiblemente relacionadas con las de Cajamarca, son las de
Allpas, en la provincia de Acobamba, departamento de Huancavelica, donde al igual que las de
Cajamarca, han sido talladas en tufo volcánico, mediante percusión, usando para tal fin pequeños
picos de piedra.
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Fig. 7 y 8- Ventanillas de Otuzco
4. El canal de Cumbemayo.
Este canal se encuentra situado a 3 600 m.s.n.m., en las faldas occidentales de los cerros Cumbe,
a 7,5 km en línea recta de la ciudad de Cajamarca. (Véase fig. 9) La existencia del canal de
Cumbemayo fue conocida en 1937, año en que lo examino Julio C. Tello, quien la denomino una
“Gigantesca Obra en su Género".
De 9 km. de longitud. Muchos de sus tramos, labrados en la misma roca, poseen entre 35 y 50
cm. de ancho, y de 30 a 65 cm. de profundidad..
Abarca tres grandes grupos arquitectónicos: el Santuario (una gruta modelada en la base de un
enorme farallón con forma de cabeza humana); Las Cuevas (petroglifos con motivos
antropomorfos); y el Acueducto (realizado en lava volcánica, un verdadero portento de
ingeniería hidráulica).
Este canal se nutre de las aguas pluviales almacenadas en las laderas occidentales de los cerros
del Cumbe. Estas escurren a manera de torrente subterráneo permanente como también en forma
de chorreras.
Se estima que el canal de Cumbemayo cruza el divortium aquarum continental, conduciendo las
aguas de la vertiente del Pacifico a la cuenca amazónica o del océano Atlántico, y que sus
función era irrigar sementeras de la población de Cajamarca.
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Es decir, un centro pluviomagico o de culto al agua. Esto puede ser percibido, ya que el agua
pareciera estar estancada, inamovible.
Asociados al canal se presentan dos elementos. Uno de estos, que se ubica al inicio del recorrido
del canal, está conformado por un grupo de bloques líticos que exhiben diversos planos tallados
y pulidos. El otro es la llamada “piedra de los sacrificios”, una roca labrada en forma de cono
trunco. Además, en las inmediaciones del canal existen otras expresiones arqueológicas de
proporciones menores.
En ciertos sectores del canal se distinguen petroglifos, algunos de los cuales presentan rasgos
chavinoides. (Vease fig. 11) Debido a esto Tello dedujo que el canal de Cumbemayo podría datar
del primer milenio antes de cristo. Sobre este punto, Ravines opina que el canal “fue utilizado
durante todo el periodo prehispánico”.
A poca distancia del canal, en el borde del bosque de rocas conocido como Los Frailones, se
encuentra un lugar de adoración cavado en la roca, que recuerda a una gran boca.
Ha tenido varias restauraciones y limpiezas en la actualidad.
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CAPÍTULO V: CERAMICA
Entre las tecnologías inventadas por el hombre, la cerámica tuvo un rol muy importante logrando mejoras
en la alimentación. Por ejemplo, al hervir vegetales, en agua dentro de recipientes hechos en cerámica, se
puede convertir el almidón que es más fácil de digerir. En consecuencia la aparición de la cerámica ha
sido generalmente uno de los indicadores que marcan el comienzo de la época Neolítica en el Viejo
Mundo. La cerámica en los Andes difiere de la cerámica de otras áreas, ya que en el Perú se habían
construido centros ceremoniales antes que se introdujera la cerámica. Se piensa que en los Andes la
cerámica no se desarrolló solamente para ser usada como utensilio de cocina, sino más bien, como
instrumento ritual, por su muy elaborada decoración.
En las Américas la cerámica apareció por primera vez en la Amazonía alrededor de 5000 a.C. (Roosevelt,
1995). En el caso del Perú, la cerámica se introdujo alrededor de 1800 a.C., es decir 2200-3200 años más
tarde. Sin embargo, las características de esta cerámica varían en función de la época y del área; se sabe
que la cerámica es un marcador de la unidad cultural, y se supone que la cerámica del mismo estilo
traduce un vínculo ritual en el caso del Periodo Formativo y una unidad política o étnica en los periodos
posteriores. Son materia de discusión los criterios para correlacionar cultura material y grupos humanos
(Reycraft, 2005) y existen múltiples evidencias materiales que pueden ser índice de grupos humanos,
siendo una de ellas la cerámica.
La cultura Cajamarca (50 a.C.-1532 d.C.) se desarrolló después de la fase Layzón, y se caracterizó por la
producción de la cerámica en caolín. Los índices que separan la fase Layzón y la cultura Cajamarca son,
entre otros, la aparición de la cerámica caolín, los cambios ocurridos en la composición de la misma y la
mampostería de la arquitectura. En el periodo Formativo toda la cerámica se usaba en los centros
ceremoniales para la actividad ritual, en consecuencia resulta difícil distinguir la cerámica fina
(diagnóstica) y la cerámica tosca (no-diagnóstica).
Sin embargo, en el periodo de la cultura Cajamarca se nota la diferencia entre la cerámica caolín y la no
caolín; esta división corresponde aproximadamente a las cerámicas fina y tosca y se podría decir que en la
cultura Cajamarca existe una marcada diferenciación de las funciones de la cerámica.
La cultura Cajamarca se define por la presencia de la cerámica caolín, la cual presenta cambios notables
según sus fases en el dibujo, la pasta y la forma, haciendo fácil su identificación en otras áreas
(Schjellerup, 1997: 208). Por otro lado, no se sabe mucho sobre otros aspectos culturales de la cultura
Cajamarca. La palabra «caolín» proviene del pueblo Gaoling en China, que es la región productora de
arcilla para Jing de Zhen, un centro famoso de alfarería. Caolín es el nombre de un grupo de arcilla que se
compone de los minerales caolín: caolinita, nacrita, dikita, haloisita, etc. La fórmula química de caolinita,
nacrita y dikita es Al4Si4O10(OH)8 y la de la haloisita es Al4Si4O10(OH)•4H2O. El caolín es el producto de
alteración hidrotermal del feldespato, y su causa principal de formación es la alteración hidrotermal de la
roca volcánica. Por otro lado, existe el caolín sedimentario o de erosión eólica (eflorescente). El caolín
tiene refractaridad y puede fabricar cerámica de color blanco sin deformarse, pero no tiene plasticidad por
lo que no puede usarse como arcilla, necesitando ser mezclado con otros minerales como temperante.
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También existe la cerámica caolín no decorada. Una característica de la cultura Cajamarca es la
fabricación de cucharas elaboradas en caolín (fig.12 y 13). Por algunas razones se podría interpretar que
había intención de usar la taza de caolín con la cuchara, a pesar de que el porcentaje de las cucharas es
bajo en relación con el de las tazas. En primer lugar, la taza y la cuchara comparten los mismos diseños;
en segundo lugar, la forma de la cerámica caolín es mayormente una taza con boca abierta, no muy
profunda, permitiendo el alcance de la cuchara. Por otro lado, en la cerámica caolín no se han encontrado
botellas, cántaros o vasijas muy profundos.
No tenemos evidencias sobre la actividad realizada con la cerámica caolín y la cuchara. Parece que no se
usaban para las comidas cotidianas, sino para una actividad ritual porque presentan diseños muy
elaborados tanto en el lado exterior como en el interior de la taza. Una posibilidad es que las cucharas
fueran utilizadas como parte de la parafernalia ritual; preo, para confirmar esta hipótesis necesitamos
mayores datos que indiquen la verdadera función de dicho instrumento.
En el valle de Cajamarca se distribuye la cerámica caolín con las mismas características tanto en la forma
como en el dibujo, haciendo difícil especificar el centro de producción o cerámica. Tampoco hemos
encontrado una concentración de cerámica caolín dentro de un mismo sitio; se distribuye en todas partes,
y no se nota diferencia en su calidad o abundancia. En la producción de la cerámica caolín, se observa una
tendencia que no se orienta hacia una diferenciación entre ellas, sino hacia una uniformidad, ya que existe
un determinado repertorio de diseño, se usa arcilla de la misma calidad y se aplica el engobe para que
tenga el mismo color. Se nota una orientación clara hacia la homogeneidad. La característica de la
cerámica caolín concuerda con el patrón de asentamiento. Es difícil especificar el centro político que
podría considerarse como la «capital», y se supone que en el valle de Cajamarca no existía una sociedad
estratificada verticalmente, sino más bien un conjunto de sociedades que tuvieron un vínculo horizontal.
Si la cerámica caolín representa una relación ritual compartida entre ellas, se podría decir que la cultura
Cajamarca se define por la misma costumbre ritual.
La cerámica es uno de los índices de desarrollo cultural y en los Andes prehispánicos varias culturas
elaboraron la suya propia, siendo la cultura Cajamarca una de ellas. Sin embargo, la carencia de cerámica
de buena calidad no significa necesariamente una falta de desarrollo cultural. Por ejemplo, en la zona de
Huamachuco, al sur el valle de Cajamarca, no hubo mucho interés por la cerámica, empero existió una
tradición arquitectónica muy desarrollada.
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Figura 12 – Mangos de cuchara recuperados en Figura 13 – Fragmentos de cuchara rescatados del
Complejo Turístico Baños del Inca. Complejo Turístico Baños del Inca.
De manera resumida, presentamos a continuación las características de los tres tipos de cerámica caolín.
Pasta: Es compacta, de color naranja y no se nota temperante. Se aplica el engobe del color
naranja en el caso de la pasta de color blanco.
Acabado: La superficie está pulida horizontalmente.
Color: el engobe tiene el color naranja y se decora con negro y rojo.
Forma: Predomina la taza de base anular con la pared inclinada un poco hacia afuera. La pared
tiene 3,5-4,5 cm de altura. Se notan las paredes en forma escalonada con uno o dos peldaños (fig.
14: A-I) y a veces en forma de zigzag
(fig. 14: J, K).
Decoración: Hay variedad de decoración y se notan 3 grupos principales, entre los que destacan:
El lado exterior se divide en 3 ó 4 bandas horizontales, cada una de los cuales se dibuja con
línea corta y punto triangular (fig. 14: A- F). Se representa un motivo como un animal en el
lado interior (fig. 14: F).
En el lado exterior se representan unos círculos concéntricos, de los cuales salen unas líneas
en forma radial (fig. 14: G, H, I). Además aparecen líneas diagonales, puntos triangulares y
puntos pequeños. En el lado interior se representan líneas rojas y negras con puntos negros
en ambos lados de la línea. Este grupo de decoración se limita a la forma con la pared
escalonada.
En el lado exterior dibujos de punto y círculo como un ojo, los mismos que aparecen
solamente en la pared escalonada en forma de zigzag (fig. 14: J, K).
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Figura 14 – Cajamarca Pre cursivo
Complejo Turístico Baños del Inca
Pasta: Es muy compacta y no se nota temperante. Tiene el color blanco distinto al del Cajamarca
Pre cursivo.
Acabado: Está muy bien pulida.
Color: La mayoría tiene el color blanco o crema, y a veces el color naranja. Se dibujan con 2
tipos de color: negro (o marrón) y rojo.
Forma: La única forma es la taza con base anular pequeña. Tiene la pared casi recta, inclinada un
poco hacia fuera, y en muchos casos tiene la pared escalonada.
Decoración: Con líneas muy finas se dibujan la cara, el cuerpo de los hombres y los felinos en
ambos lados. Se divide con líneas verticales, horizontales y diagonales.
Todos tienen dibujos en la base del lado interior, mientras que algunos ejemplares no tienen
dibujos en el lado interior de la pared.
Dentro del Cajamarca Cursivo Clásico hay un grupo que tiene el «motivo de radio7», una
decoración típica del Cajamarca Cursivo Floral8 (fig.17), pero todavía no lo hemos clasificado
como un tipo distinto. Se notan diferencias entre este grupo y el Cajamarca Cursivo Floral de la
fase Cajamarca Media B (fig.16) como se describe a continuación:
Tiene la forma de la taza con la pared casi recta igual a la del Cajamarca Cursivo Clásico,
mientras que el Cajamarca Cursivo Floral tiene la pared más gruesa e inclinada hacia afuera.
Existen dobles líneas arriba y abajo del motivo de radio, mientras que el Cajamarca Cursivo
Floral no tiene estas líneas.
El ancho del motivo de radio es más estrecho que el del Cajamarca Cursivo Floral.
Algunos ejemplares no tienen dibujos en el lado interior de la pared, mientras que el
Cajamarca Cursivo Floral tiene dibujos en ambos lados. En la fase Cajamarca Media A
también existen algunos ejemplares que tienen las líneas paralelas horizontales en el lado
exterior, con la misma forma que el Cajamarca Cursivo Clásico (Terada & Onuki, 1982:
PLATE 46a-11, PLATE 46b-12, PLATE 104-9, PLATE 104-11). Terada & Matsumoto
(1985: 78) lo incluyen dentro del Cajamarca Cursivo Floral, pero es de un tipo distinto que
aparece en la fase Cajamarca Media A junto a Cajamarca Cursivo Clásico.
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Figura 15 – Cajamarca Cursivo Clásico
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3. Cajamarca Cursivo Floral (fig. 17)
Pasta: es fina pero más tosca que la de Cajamarca Cursivo Clásico; volviéndose más tosca con el
tiempo.
Acabado: se aplica el engobe crema o blanco y se pule horizontalmente.
Color: tiene el color crema o blanco y se dibuja con pintura de color negro y rojo.
Forma: es la taza semiesférica o la taza con la pared inclinada hacia afuera, con base anular. En
el periodo posterior (Cajamarca Media C) aparecen trípodes cortos.
Decoración: en el lado exterior se figura el «motivo de radio» y en el interior, aparecen los
diseños geométricos o naturales como animales felinos con líneas curvas.
CONCLUSIONES
No es posible realizar un estudio a esta producción plástica sin antes tomar en cuenta su contexto
religioso. También se puede observar que está ligado a su organización social, ya que eran en las
tumbas donde se encontraron estas manifestaciones culturales, y el esfuerzo puesto en las piezas
indicaba el nivel social.
El uso del caolín es muy difundido para la preparación de la pasta y aplicado en la cerámica.
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ANEXOS
A continuación se presentas más imágenes en las cuales podemos apreciar mejor su cerámica, tanto
cuencos como las cucharas, veremos incisiones geométricas el color y la forma.
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Cerámica Trípode. Museo Nacional de Antropología e Historia.
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BIBLIOGRAFIA:
Del Busto, José Antonio, “Perú Preincaico”, Novena Edicion, Cajamarca, 2004.
Silva Satisteban, Fernando. Espinoza Soriano, Waldemar. Ravines, Roger. Carriot Cachot,
Rebeca. “Historia de Cajamarca” Instituto Nacional de Cultura, Cajamarca, 1985.
Watanabe, Shinya. “• Bulletin de l’Institut Français d’Études Andines”, 2009, pag. 205 –
236.
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