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RELACIONES Y APORTACIONES DE LA PSICOLOGÍA A LA

EDUCACIÓN

Alfonso Barca Lozano

Universidad de A Coruña

En este trabajo se exponen con brevedad las relaciones existentes entre


Psicología y Educación y, a su vez, se analizan las aportaciones más importantes
que la Psicología proporciona a la Educación. En concreto, se estudian aquellas
aportaciones que tienen que ver directamente con los procesos de enseñanza y
aprendizaje en situaciones educativas formales. Se concluye, a la vista de las
últimas investigaciones en el área, señalando las funciones que los psicólogos
escolares deberán realizar en los centros de enseñanza.

In this paper we explain to make a short review the relations between Psychology
and Education and on analize the most important contributions that the
Education take from the Psychology. Particulary, we study the contributions
directly related with the learning and teaching procesess in the formal educative
situations. We finish with a review of the lost researches in the area remarking
the functions that scholar psychologists will have to do in the scholar centers.

Correspondencia: Alfonso Barca Lozano. Universidad de la Coruña. Facultad


de Ciencias de la Educación. Campus de Elviña, s/n. 15071 La Coruña. España.
E_mail: barca@udc.es

En las últimas décadas se han dedicado no pocos esfuerzos a delimitar el


concepto y el objeto de estudio de la Psicología de la educación. Es importante
señalar que no siempre estos esfuerzos dieron los resultados esperados, de modo
que ha sido notoria la dispersión, todavía patente en la actualidad, tanto en lo que
atañe al propio marco conceptual de esta disciplina como a su objeto de estudio y
método de investigación.

Sin embargo, esta inconsistencia responde casi siempre a las exigencias de las
distintas etapas sociohistóricas por las que ha discurrido el desarrollo de una
determinada materia científica, en nuestro caso, un área de conocimiento
científico, y a las diferentes vertientes que a través de la historia de la Psicología
se han sucedido.

De la misma forma que en las décadas de los años 40 y 50 la Psicología de la


educación era una psicología del aprendizaje aplicada a la educación, pasando
posteriormente por entender que se trataba de una psicología evolutiva aplicada
a la educación y que en la actualidad participa con claridad de los conocimientos
aportados por los diferentes enfoques dentro de la psicología cognitiva y cultural
con claros nexos ecológicos y contextuales, necesarios por otra parte, para poder
comprender en profundidad el hecho educativo y su relación con las bases
epistemológicas que explican este hecho y que no son otras que
laspsicológicas y, simultáneamente, las educativas que provienen, a su vez, desde
diferentes ámbitos de la pedagogía y psicología y desde un ángulo marcadamente
interaccionista.

Para ordenar el análisis que a continuación haremos y que tiene por objeto
clarificar las diferentes aportaciones con las que la Psicología ha contribuído a
los procesos educativos, básicamente formales, permítasenos partir de la
perspectiva interaccionista y sistémica haciendo inicialmente referencia a
aquellas cuestiones que Ausubel (1969; 1976), en su textoEducational
Psychology: a cognitive view, señalaba como criterios fundamentales a resolver
para una aproximación realista al concepto, objeto y método de la Psicología de
la educación. Ausubel planteaba lo siguiente:

"¿Qué es lo que puede aportar la Psicología de la Educación o de qué


modos pueden aplicarse los principios de esta ciencia a la práctica
educativa? (...), o ¿qué hay referente a la estrategia de investigación en el
campo de la Psicología Educativa?. ¿Es la Psicología Educativa un área
genuinamente delimitada, con su propia teoría, problemas de
investigación y metodología básicos, o es tan sólo la aplicación directa de
principios y métodos de la Psicología General a problemas educativos?
(...) ¿Los investigadores que trabajan en el campo de la Psicología
Educativa deben ajustarse a una "ciencia básica" o a "un enfoque
aplicado"? (...) (Ausubel, 1976, p. 17).

Como podrá el lector observar, se trata de cuestiones altamente complejas para


poder dar una respuesta definitiva a los temas planteados. No es nuestra intención
hacerlo. Sin embargo podemos ofrecer unas reflexiones sobre algunos aspectos
que nos parecen de especial interés y que, sabemos hoy, son importantes para
explicar algunos fenómenos que ocurren con regularidad en los procesos de
enseñanza y aprendizaje en situaciones educativas básicamente estructuradas…

NUCLEOS CONCEPTUALES DE LA PSICOLOGÍA DE LA


EDUCACIÓN Y APORTACIONES BÁSICAS DE LA PSICOLOGÍA A LA
EDUCACIÓN

Una concepción sistémica de la Psicología de la Educación tal como ya


explicábamos en otro lugar (Barca, 1992, 1996, 1997) nos lleva a dar un paso
importante en el intento de la comprensión del concepto de la disciplina: en
concreto, es necesario contemplar los tres componentes que integran el concepto
y objeto de esta disciplina (núcleo teórico-conceptual, procedimientos de ajuste y
prácticas educativas) en su dimensión teórica y aplicada y en este sentido
afirmamos que la Psicología de la educación considera como objeto de estudio
propio a los procesos de cambio comportamental provocados e inducidos por las
situaciones de enseñanza/aprendizaje (Coll, 1989). Así, la Psicología de la
educación será la disciplina que se propone como objetivo último la descripción,
comprensión, predicción y control de dos tipos de variables:

- las variables de naturaleza psicológica y educativa que intervienen en


las situaciones educativas de enseñanza/aprendizaje y,

- las variables que dicen referencia al comportamiento que se pretende


instaurar o modificar en el alumno y, en general, en los sujetos de
aprendizaje.

En resumen, hay tres núcleos que consideramos esenciales a la hora de


comprender el concepto de esta disciplina, que consideramos fundamentales para
explicar el núcleo básico conceptual de esta disciplina y que consiste en afirmar
que la Psicología de la educación es aquella ciencia que trata,

(a) por una parte, del estudio del sujeto que aprende, del proceso de aprendizaje y
de las estrategias instruccionales necesarias para que se cumpla el proceso
educativo;

(b) por otra parte, es su cometido el análisis sistémico de la dinámica del


comportamiento del alumno, de las características propias de una enseñanza
efectiva y del medio ambiente que constituye el clima de aprendizaje y,

(c) por último, en función de estas dos premisas que anteceden, la Psicología de
la educación tiene como objetivos la utilización del propio núcleo y cuerpo de
conocimientos psicoeducativos que posee para la mejora de los procesos de
enseñanza/aprendizaje formales y los menos estructurados así como el de ir
creando y ampliando este cuerpo de conocimientos propio de cara a desarrollar
nuevas teorías y modelos psicoeducativos y nuevas tecnologías que sirvan para la
optimización del proceso educativo.

Pero volviendo a lo que se preguntaba Ausubel, diremos que en la actualidad


podemos dar algunas respuestas que arrojan una mayor claridad a lo que
realmente ha ido aportando la Psicología a la Educación.

Coll (1987), desde hace algo más de una década, señalaba una serie de ideas-
fuerza o principios que la Psicología ha ido aportando a una mayor clarificación
de los procesos educativos, en concreto al curriculum escolar. Específicamente,
se hace una relación de estos principios, desde enfoques básicamente cognitivos e
interaccionistas, entre los que sobresalen los siguientes:

- La teoría genética de J. Piaget y sus colaboradores ofrece una base


importante para comprender el desarrollo operatorio infantil y que nos
parecen particularmente necesarios para poder planificar con rigor las
secuencias de aprendizaje y los procedimientos de resolución de tareas.

- Otro principio fundamental se ofrece a través de los postulados de


Vygotsky con su planteamiento de la teoría de la actividad y la zona de
desarrollo próximo, sobre todo a la hora de entender las relaciones entre
el aprendizaje y el desarrollo, un tema nuclear en los análisis que se hagan
de toda práctica educativa.

- Los planteamientos que hace la Psicología Cultural en el sentido de que


nos ha posibilitado una mejor comprensión de los conceptos de cultura,
educación, aprendizaje, desarrollo y escolarización.
- Las aportaciones que ha proporcionado toda la teoría de Ausubel sobre el
aprendizaje escolar y, en concreto, sobre el aprendizaje verbal
significativo.

- Por otra parte debemos destacar las aportaciones realizadas a cambiar


el concepto de memoria como un mero recipiente de información pasivo y
pasar a otro concepto más dinámico de la misma. Éste es otro punto
fundamental de cambio que es preciso abordar. Muy ligado a estos
cambios hay que hablar de las aportaciones que han proporcioinado
la teoría de esquemas inspirada en los principios del procesamiento
humano de la información en el que se enfantiza la importancia que
poseen los conocimientos previos que, en general, están organizados en
unidades organizativas y funcionales, lo que significa que dichos
conocimientos vienen a ser la piedra en enganche y un factor esencial en la
realización de nuevos aprendizajes.

- La llamada teoría de la elaboración que nos proprocionan Merrill y


Reigeluth han aportando un serio intento de construir una teoría global de
la instrucción muy útil para el diseño curricular.

En definitiva se concluye que todas estas aportaciones que la Psicología ha ido


proporcionado a una mejor comprensión del curriculum escolar y, en
consecuencia de la educación, desembocan en la idea que educar es, básicamente
en una línea constructivista, ayudar a que el alumno aprenda a aprender.

Si bien se pueden considerar estos principios como fundamentales y que han


contribuído sobremanera a entender y explicar mejor el fenómeno y hecho
educativos, en la actualidad y diez años más tarde, podemos ampliar estos
principios a otros que nos parecen complementarios a los anteriores citados por
Coll pero no por ello menos importantes. A continuación haremos una breve
relación de otras aportaciones de la Psicología a la Educación.

A mi juicio hay que partir de la consideración de que uno de los núcleos


fundamentales y objetivo básico de la educación es ayudar a aprender al
alumno, tal como afirma y se concluye al final de la relación de los principios
citados anteriormente. Pues bien, en esta línea la Psicología va descubriendo a lo
largo de los últimos años que en el proceso de aprendizaje en situaciones
educativas intervienen una serie de variables que yo he llamado por una
parte,externas, internas/cognitivas del sujeto que aprende y, por otra, variables
contextuales.No se trata de nada nuevo, pero es posible que sirva como un
intento, sin duda incompleto, de ordenar las principales aportaciones que la
Psicología ha hecho a la Educación en el campo del aprendizaje y enseñanza
(Barca, 1997: 285-342).

Con brevedad señalaremos aquellas variables, de entre las externas,


internas/cognitivas y contextuales, que más han influído en la comprensión del
aprendizaje en situaciones educativas. Denominamos variables externas del
aprendizaje porque provienen del medio exterior al sujeto que aprende, es decir
al sujeto que incorpora y atribuye significados a los contenidos que deberá
asimilar y comprender. Son variables que no dependen directamente del propio
sujeto, sino que más bien la procedencia y la responsabilidad está en los agentes
educacionales como corresponsables últimos del proceso en su conjunto. Son
variables que necesariamente deberán tenerse en cuenta como factores incidentes
importantes para que el proceso de aprendizaje discurra con normalidad en toda
situación educativa. Estas variables de que hablamos, de entre las más
importantes, destacamos las siguientes:

- la cultura en cuanto objeto de aprendizaje


- tener en cuenta la planificación del proceso de enseñanza/aprendizaje
puesto que se trata siempre de algo planificado e intencional

- tener en cuenta las condiciones del estudio en el proceso de aprendizaje

- la provisión al alumno de técnicas y estrategias de aprendizaje

- la estructuración y organización relacionante de los contenidos/tareas


de aprendizaje

- la disposición motivacional del alumno que depende básicamente de


agentes externos al sujeto que aprende

- la competencia del profesor y el feed-back de profesor/alumno

- tener en cuenta la curva de aprendizaje y la curva del olvido

- hay que pensar siempre que en toda situación educativa se generan


expectativas y atribuciones del profesor y alumno en el aula.

En lo que se refiere a las variables internas/cognitivas se les denominan así


porque, a diferencia de las anteriores, dependen directamente del propio sujeto
que aprende, forman parte de lo que podríamos llamar, en términos
computacionales, variables propias del procesador. Es decir, configuran el
sistema estructural del proceso de aprendizaje. Como ocurría con las variables
externas, es imprescindible su conocimiento y tratamiento durante el proceso de
aprendizaje, tanto por parte del alumno que aprende como de los agentes
educativos (profesores y tutores). Destacamos de este tipo de variables las
siguientes:
- Utilización de mecanismos cognitivos básicos: percepción, atención,
memoria

- Esquemas de conocimiento previos y existentes y creación de nuevos


esquemas

- Actividad intrapsicólogica y zona de desarrollo próximo

- Interés/motivación del alumno para crear desequilibrios de esquemas

- Enfoques, estilos y estrategias de aprendizaje del alumno

- Atribución de sentido/significado a lo que se aprende y construcción,


formación de autoconcepto/autoestima

- Metacognición: capacidad de planificación, regulación y evaluación de


la actividad de aprendizaje que toda persona realiza.

Por último hay otro grupo de variables que denominamos contextuales del
aprendizaje. Se trata de elementos básicos que debemos tener en cuenta en el
momento en el que tiene lugar el hecho del aprendizaje. Aquí destacamos las
siguientes:

- La práctica/uso en la situación del aprendizaje

- La disposición/preparación de materiales y recursos de enseñanza


necesarios para el aprendizaje

- Los estilos/modelos instruccionales del profesor

- Tratamiento de procesos de grupo por parte del profesor en relación con


el grupo de aprendizaje.
Confirmamos que la Psicología aporta todos estos datos que acabamos de
exponer a la Educación de modo que nos dice que, de cara a la optimización de
los procesos educativos, es preciso tener en cuenta estos tres tipos de
variables simultáneamente en los procesos de aprendizaje escolares. Para una
mayor amplitud en el tratamiento de este tema puede verse Barca (1997: 284-
342). Afirmar aquí tan sólo que el aprendizaje en contextos educativos se
planifica intencionadamente, se regula, se hace secuenciado y de forma
interactiva y, por lo tanto, es preciso tener presente de modo sistémico todas estas
variables externas, internas y contextuales.

Por otra parte debemos destacar otro núcleo de aportaciones de la Psicología a la


Educación que gira en torno a lo que podemos llamar las teorías contextualistas
del aprendizaje en situaciones educativas que proponen Strauss (1993), Derry,
(1992), Rogoff y Chavajay, (1995), teorías y principios muy próximos a la
psicología cultural propuesta por M. Cole. Se parte de que el desarrollo humano,
en concreto el desarrollo de las capacidades cognitivas, está siempre implicado
en su participación en la actividades socioculturales comprometiéndose de una
manera directa en las actividades reales en las que los sujetos de diferentes
grupos sociales se implican. Por lo tanto, el devenir de cada sujeto en su proceso
educativo va a depender tanto de sus propias capacidades como de los contextos
de desarrollo y de aprendizaje en las que se halla inmerso.

Éste es un punto de vista muy interesante, y en cierto modo nuevo, puesto que el
énfasis que se pone en la causalidad de los resultados de aprendizaje escolar ya
no dependerá tanto de la capacidad de los sujetos sino de la riqueza mayor o
menor de su propio contexto tanto a nivel personal, físico, cultural, familiar,
escolar o social. Lo importante aquí está en destacar que estos niveles a los que
nos referimos son inseparables, definen y configuran al sujeto como persona de
modo que la finalidad aquí radica en tratar de comprender los procesos de
desarrollo propios de cada sujeto implicados en aquéllos que suponen relaciones
interpersonales, sociofamiliares e interculturales. Por eso en esta dirección
debemos entender el proceso de aprendizaje como fruto del desarrollo social y
cultural.

Por otra parte, hemos de hacer referencia a otros constructos psicológicos que
inciden en el aprendizaje, aunque ya están señalados entre las variables externas
e internas de aprendizaje en situaciones educativas, como son la motivación
extrínseca, intrínseca, de logro y el afecto en cuanto elementos imprescindibles
para poder comprender el fenómeno del aprendizaje como núcleo central de la
educación.

Es preciso señalar que uno de los aspectos clave por los que discurren las
investigaciones (véanse Pintrich, 1994; Gallagher, 1994, Borkowski y
Muthukrishna, 1992) en Psicología de la Educación pasa por considerar
la cognición, la motivación y afecto y las variables contextuales de los sujetos
que aprenden como un todo sistémico y que podrían explicar una buena parte de
los logros en el aprendizaje y, en consecuencia, de los alumnos en su proceso
educativo.

Finalmente, temas como el autoconcepto, metas académicas,


expectativas, insistencia envariables personales de los alumnos, el
descubrimiento de técnicas que posibilitan la mejora de la transferencia del
aprendizaje, los enfoques y estilos de aprendizaje, las estrategias y técnicas de
aprendizaje, las inteligencias múltiples y mejora de la inteligencia, aulas
inteligentes, etc. (véanse Beltrán, 1998; Biggs, 1991, 1993, 1994; Entwistle y
Marton, 1989; Entwistle, 1991; Porto, 1994; Selmes, 1988; Sternberg, 1993;
Gardner, 1995; Núñez y González-Pienda, 1994) son otros tantos constructos que
la Psicología y la Psicología de la Educación en estrecha relación con otras áreas
de la Pedagogía y la Didáctica nos están aportando cada día más datos que nos
permiten comprender con mayor profundidad y eficacia el hecho educativo.

PSICOLOGÍA ESCOLAR Y PSICOPEDAGOGÍA: SU FUNCIONALIDAD


EN LAS PRÁCTICAS EDUCATIVAS

Nos planteamos por último cuál es la funcionalidad y operatividad que deberá


aportar la Psicología Escolar y Psicopedagogía al campo educativo. Es bien
conocida, porque es un hecho muy positivo, la tendencia actual en el sistema
educativo español de incorporar psicólogos y psicopedagogos al propio sistema,
básicamente en la Enseñanza Secundaria, creando los departamentos de
Orientación Psicopedagógica en la mayoría de los Centros Escolares de
Secundaria.

Pensamos que, en la actualidad, la Psicología escolar/Psicopedagogía pasa por la


incorporación de profesionales de la Psicología y Psicopedagogía que estén muy
cerca de las prácticas educativas, pero que participen activamente en los
siguientes tareas y funciones a desarrollar que pasamos a enumerar de acuerdo
con Comoley y Gutkin (1995):

a) Los psicólogos escolares/psicopedagogos necesitan pensar y actuar


como profesionales muy vinculados a la práctica diaria escolar, son
psicopedagogos/psicólogos aplicados; es decir son científicos prácticos y
aplicados; deberán siempre proporcionar servicios de evaluación de la
intervención directa que incorporen evaluaciones multidimensionales y
factoriales y en consecuencia un seguimiento que facilite intervenciones
efectivas en constante colaboración con el profesorado, tutores y familia
de los alumnos;
b) Los psicopedagogos o psicólogos escolares son científicos sociales
porque están inmersos en una organización social y en un sistema social;
en este sentido es de esperar que se impliquen activamente en la
investigación, planificación de planes educativos y de formación. Por ello
es muy importante que piensen que deberán ser un recurso personal al
servicio de las prácticas educativas, de la escuela, de las familias de los
niños posibilitando nuevas formas de prevención y de intervención
psicoeducativas.

c) Deberán tender siempre hacia una prestación de servicios frente a la


atención de las necesidades individuales de los alumnos, teniendo presente
que estas necesidades tienen su origen en múltiples contextos: personales,
familiares, de iguales, escolares, de cambio de valores, etc.

d) Deberán estar siempre abiertos al cambio, pensando que están


desarrollando su actividad profesional dentro de un sistema: las estrategias
de cambio deben aplicarse a todo el sistema si es preciso y no a una parte
del mismo como puede ser el alumno. Pensemos que la psicología
escolar/psicopedagogía tiene como gran objetivo la promoción del
desarrollo y del aprendizaje de los niños en sus procesos educativos y
éstos ocurren en los contextos de la familia, la escuela y el grupo de
iguales siempre en relación con los contextos culturales imperantes. En
este sentido ya afirmaba Cristenson (1995) que es evidente que se deben
implicar en fomentar la colaboración familia-escuela y no como un fin en
sí mismo, sino como una actitud que supone el establecimiento de
objetivos comunes entre los educadores profesionales y las familias de los
alumnos.
e) En consecuencia, debemos atender prioritariamente a las variables que
integran el sistema escolar: curriculum, organización de la clase, modelos
instruccionales, estrategias de aprendizaje, evaluación, etc. Esta
orientación a nivel de sistema será siempre más efectiva en un contexto de
colaboración e implicación de todas las partes en el que el proceso de
intervención psicoeducativa deberá contemplarse desde la óptica de la
interdisciplinariedad

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