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UNIVERSIDAD PRIVADA DOMINGO SAVIO

VIRREINATO DEL PERU

MATERIA: Historia Sociopolítica Boliviana

DOCENTE: Dr. Harold Holwy Hidalgo Moyano Herbas

ESTUDIANTES:

❖ Grupo 1

❖ Grupo 2

❖ Grupo 3

SANTA CRUZ – BOLIVIA


1. INTRODUCCION

La expansión colonial española en América, iniciada a fines del siglo XV tras el


descubrimiento de América por Cristóbal Colón en 1492, marcó el comienzo de una era de
exploración y conquista que redefinió no solo la geografía política del mundo sino también
sus relaciones comerciales y culturales. Dentro de este vasto imperio, los virreinatos
surgieron como estructuras administrativas fundamentales, diseñadas para consolidar y
gestionar los territorios ultramarinos en nombre de la Corona española. Uno de estos
virreinatos fue el del Perú, establecido en 1542, que se convirtió en uno de los más
importantes y ricos debido a sus extensos recursos minerales y su posición estratégica en el
continente sudamericano.

Los virreinatos fueron divisiones administrativas establecidas por España en América


durante la época colonial. El primer virreinato en América fue el Virreinato de Nueva
España, creado en 1535, con su capital en la Ciudad de México. Este virreinato abarcaba
gran parte de lo que hoy es México, Centroamérica, gran parte del suroeste de los Estados
Unidos y las islas Filipinas.

La creación de los virreinatos fue parte de la estrategia española para organizar y controlar
sus vastos territorios en el Nuevo Mundo. Los virreyes eran nombrados por la corona
española y tenían amplios poderes políticos, militares y económicos. Su principal función
era asegurar el dominio español en la región y promover la extracción de recursos naturales
para enviar a España.

Los virreinatos facilitaron la expansión colonial española en América al establecer una


estructura administrativa sólida que permitió una mejor organización y control de los
territorios conquistados. Además, los virreinatos sirvieron como centros de poder desde los
cuales se impulsaba la colonización, la cristianización de los pueblos indígenas y la
explotación de recursos naturales.

El Virreinato del Perú fue creado en 1542 por el rey Carlos I de España, mediante las Leyes
Nuevas. Esta fecha marca un hito significativo en la historia de la colonización española en
América, ya que estableció una estructura gubernamental más formal y centralizada para
administrar los vastos territorios conquistados en Sudamérica.
UBICACIÓN Y FRONTERAS INICIALES

Originalmente, el Virreinato del Perú abarcaba un territorio inmenso que se extendía desde
el actual norte de Chile y Argentina, pasando por toda Bolivia, Perú, Ecuador, hasta llegar a
Colombia, e incluso partes de Brasil, Venezuela y Panamá. La capital del virreinato fue
establecida en Lima, fundada por Francisco Pizarro en 1535, que se convirtió en el centro
de poder y control administrativo para la región.

Mapa del Virreinato del Perú. En verde claro, en sus orígenes. En verde oscuro, al final del
mismo

La evolución territorial del Virreinato del Perú fue significativa a lo largo de los siglos XVI
y XVII, marcada principalmente por las subdivisiones que se realizaron para mejorar la
administración y el control sobre las áreas más remotas o estratégicas:

1. Creación del Virreinato de Nueva Granada (1717): Inicialmente, este virreinato


fue establecido en 1717, incluyendo los territorios de lo que hoy son Colombia,
Ecuador, Panamá y Venezuela. Aunque fue disuelto en 1723, se restableció
definitivamente en 1739. Esto redujo considerablemente la jurisdicción del
Virreinato del Perú en el norte.
2. Creación del Virreinato del Río de la Plata (1776): Esta fue otra significativa
segregación territorial que se llevó a cabo para ejercer un control más efectivo sobre
el sur del continente, incluyendo lo que hoy es Argentina, Uruguay, Paraguay y
partes de Bolivia, Chile y Brasil. Esta decisión respondió también a las necesidades
de defensa y comercio ante las incursiones británicas y portuguesas en la región.

Cada una de estas divisiones reflejaba los esfuerzos de la Corona por adaptarse a los
desafíos logísticos y administrativos de gobernar uno de los imperios más grandes del
mundo en ese momento. A medida que el virreinato se fragmentaba, el poder y la influencia
de Lima comenzaron a disminuir, aunque la ciudad mantuvo su rol como un importante
centro cultural y económico en la región.

2. ORGANIZACIÓN POLÍTICA Y ADMINISTRATIVA

La organización política y administrativa del Virreinato del Perú se caracterizaba por una
estructura jerárquica que reflejaba el sistema de gobierno colonial español. Esta estructura
estaba diseñada para centralizar el poder en manos de la Corona española y garantizar el
control sobre los vastos territorios coloniales.

2.2.El Virrey

Era el representante personal del rey de España en el virreinato, como suprema autoridad
del virreinato fue el encargado de impartir justicia, administrar el tesoro público y velar por
la evangelización de los indígenas. El virrey era nombrado por el rey a propuesta del
Consejo de Indias, aunque muchas veces fue el mismo rey quien se encargaba de revisar los
nombres de los posibles virreyes. El virrey del Perú residía en el actual Centro histórico de
Lima, en el suntuoso Palacio de los Virreyes, rodeado de una brillante corte, en medio de
gran lujo, riquezas y resguardado por una guardia de honor. Durante la existencia del
virreinato del Perú gobernaron 40 virreyes.

2.2.Las Audiencias
Las audiencias tenían como función principal la administración de justicia, en calidad de
segunda instancia en los juicios o procedimientos judiciales, a nivel de cortes superiores.
Asimismo, ejercían funciones políticas, es decir, facultades propiamente de gobierno, pues
la Audiencia actuaba como asesor del virrey, por lo que muchas veces absolvió las
consultas formuladas por el virrey. De igual manera, fue la encargada de tomar las riendas
del virreinato cuando el virrey se encontraba enfermo o moría repentinamente. Según su
categoría, las audiencias eran de dos clases: Audiencias Virreinales, de mayor rango,
presididas por el virrey, tal fueron los casos de la audiencia de Real Audiencia de Lima y la
Real Audiencia de México, que tenían bajo su autoridad a las otras audiencias del mismo
virreinato, denominadas Audiencias Subordinadas.

En el virreinato se establecieron nueve extensas Reales Audiencias, que fueron los máximos
tribunales dentro del mismo. Estas audiencias fueron las siguientes:

Real Audiencia de Panamá (1538)


Real Audiencia de Lima (1543)
Real Audiencia de Santafé de Bogotá (1549)
Real Audiencia de La Plata de los Charcas (1559)
Real Audiencia de Quito (1563)
Real Audiencia de Concepción (1565-1575)
Real Audiencia de Santiago de Chile (1606)
Real Audiencia de Buenos Aires (1661-1672; 1776)
Real Audiencia de Cuzco (1787)

En Lima la Audiencia fue presidida por el virrey y estuvo conformada por los oidores (de
número variable llegando a tener durante varios años hasta doce miembros), dos fiscales,
un alguacil mayor, un teniente del Gran Canciller y numeroso personal subalterno.

2.3. Los Corregimientos

Fue la división administrativa y territorial implantada por la corona española una vez
instaurado el reino del Perú. Hubo 12 corregimientos en la jurisdicción del nuevo virreinato
peruano: Cuzco, Cajamarca, Saña, Chiclayo, Arica, Collaguas, Andes del Cuzco, Ica,
Arequipa Huamanga, Piura y Huancavelica. La extensión del territorio hizo que varios de
estos corregimientos se subdividieran a su vez en corregimientos autónomos. La falta de
límites claros entre los corregimientos fue motivo de disputa y pelea entre los corregidores,
pues no solo estaba en juego el territorio, sino también la población indígena, en otras
palabras, la mano de obra y fuerza de trabajo requerida para la obtención del tributo.

El corregidor y justicia mayor fue la autoridad política, administrativa y judicial con mayor
presencia en el virreinato del Perú. Fue el "brazo del gobierno" en cada una de las
provincias en la que se estableció y el encargado de hacer cumplir la ley en los más
recónditos lugares del reino.

El corregidor era nombrado directamente por el rey y el periodo en el cargo iba de los tres
años, si el nombrado se encontraba en el Perú, o cinco años si procedía de España. Una vez
concluido este periodo era posible la prórroga en el cargo, pero sólo hasta el nombramiento
del sucesor por la Real Audiencia. El cargo no podía ser otorgado a los indígenas,
encomenderos, deudos de los oidores, mestizos, judíos o vecinos que residieran dentro de la
jurisdicción del corregimiento. Su sueldo variaba de acuerdo a los repartimientos
mercantiles u otros beneficios que obtenía por su cargo. Entre sus ayudantes se encontraban
el teniente corregidor, el alcalde de indios, escribanos, escribanos alguaciles de indios, e
intérpretes.

Entre sus múltiples obligaciones se encontraba el recorrido por las provincias de su


corregimiento, pero sin detenerse en cada una de ellas más de 15 días; la vigilancia de la
recaudación de tributos, la conservación y reparación de caminos y tambos ubicados a lo
largo de los principales caminos dentro de su corregimiento, etc.

El corregidor administraba justicia tanto entre españoles e indígenas, pero siempre como
primera instancia. De igual manera organizaba el registro personal de indios y velaba por
que vivan en las reducciones. Del corregidor dependía el enviar a los indios a las minas a
cambio de un salario, su instrucción, así como su evangelización. En el papel debía
proteger a los indios frente a los abusos de los españoles, sobretodo en los temas agrícolas.
Sin embargo, fueron los mismos corregidores los primeros en violar los precarios derechos
de los indios. Muchas veces cobraban doble tributo o les imponían el reparto de
mercancías, por lo que los indígenas debían pagar cuantiosas sumas de dinero.
2.4.Las Intendencias
Los corregimientos fueron suprimidos en 1784, por Carlos III, como consecuencia de la
revolución de Túpac Amaru II y reemplazados por las Intendencias.

Desde 1784, llegaron para administrar las siete nuevas intendencias: Trujillo, Lima,
Arequipa, Cusco, Huamanga, Huancavelica y Tarma. En 1796 se agregó al Perú la
intendencia de Puno. Los intendentes también recaudaban los tributos y organizaban mitas,
pero no podían hacer "repartos mercantiles". Hay paralelismo entre lo virreinal y lo
republicano, respecto a la subdivisión político-territorial. Los departamentos equivalen a las
intendencias; las provincias, a los partidos; y los distritos, a las doctrinas.

2.5.Los cabildos

Denominados también, ayuntamientos, municipalidades o consejos municipales, fueron


unas instituciones de origen español que se trasplantaron a América. El cabildo tenía
múltiples atribuciones administrativas. Entre ellas les correspondía administrar arbitrios,
presidir espectáculos públicos, organizar fiestas pomposas al llegar los nuevos virreyes,
vigilar el aseo de la ciudad, inspeccionar las calles y organizar la baja policía.

Se distinguen tres tipos de cabildos: correspondientes a las villas y lugares, a las ciudades
diocesanas y a las ciudades metropolitanas.

En las villas, se constituían por un alcalde ordinario, elegido anualmente en un acto


presidido por el corregidor y cuyos cargos podían ser comprados o heredados; cuatro
regidores, un alguacil y un mayordomo.

En las ciudades diocesanas: un alcalde elegible, ocho regidores, dos fieles ejecutores, dos
jurados o diputados de cada parroquia, un procurador general, un mayordomo, un escribano
de consejo, dos escribanos públicos, un escribano de minas y otro de registro, un pregonero
mayor, un corredor de lonja y dos porteros.

En las ciudades metropolitanas: elegidos entre los encomenderos y entre los vecinos
notables que no ejerciesen otros cargos incompatibles, doce regidores (en México fueron
quince y en Lima llegaron a ser dieciocho) y los demás oficiales perpetuos. Los alcaldes
ordinarios eran elegidos por los regidores mediante votación secreta que en Lima era
presidida por el virrey. Los regidores eran elegidos por el virrey con la autorización del
monarca o por elección del cabildo.
2.6.Autoridades indígenas: el curaca y el varayoq

Las autoridades del gobierno español creyeron conveniente seguir contando con los
servicios de los antiguos dirigentes incas a nivel de pueblos y de ayllus, para que la
dominación sobre los Andes fuese más rápida y efectiva. Una institución andina ancestral
que usaron con eficacia fue el curacazgo, costumbre milenaria de constituir un jefe para
cada aillu o comunidad: el curaca, instituido bajo el nombre de cacique, palabra
centroamericana equivalente al curaca.

Los curacas, que durante el Tahuantinsuyo rindieron cuenta al apunchic incaico (enviado
por el Inca), durante el virreinato debieron rendir cuenta al corregidor español (enviado por
el rey de España).

Otra institución incaica utilizada fue el varayoc (Alcaldes de indios), autoridad civil
encargada de gobierno administrativo del pueblo, la cual, a similitud de los alcaldes, velaba
por el correcto desenvolvimiento del caserío o poblado, encargándose de la administración
judicial y comunicar al Cacique sobre las exigencias de su aillu. Su nombre, Alcalde de la
Vara, lo recibe por la icónica vara de mando que usaba, elaborado generalmente de chonta y
adornado mayormente por aros, cadenas y puño de plata; siendo exhibida por los alcaldes
mestizos en actos públicos en los cuales era preciso resaltar la presencia y el poder del
cargo. A diferencia de los Caciques, estos Varayocs no tenían una ascendencia en la
Nobleza indígena, sino que eran nativos del común, en mayor medida ladinos (instruidos) y
católicos. Estos eran electos por el Intendente, Corregidor, Gobernador o por el pueblo
(aillu) en asamblea (cabildo de indios). Este cargo era provisional y no hereditario, su poder
se remitía a poblados pequeños dentro de los cacicazgos y corregimientos.

La estructura gubernamental del Virreinato del Perú desempeñaba un papel fundamental en


la administración colonial que permitía una toma de decisiones rápida y efectiva,
asegurando el control sobre los vastos territorios coloniales en nombre de la Corona
española, de esa manera facilitaba la gestión y administración de los asuntos
gubernamentales, desde la recaudación de impuestos hasta la aplicación de políticas
coloniales. Así mismo se garantizaba la administración equitativa de la justicia, protegiendo
los derechos de los colonos y los indígenas y manteniendo el orden social.
3. ECONOMÍA Y MINERÍA

La minería fue un pilar fundamental en el desarrollo económico y social del Virreinato del
Perú durante la época colonial debido a que eran excepcionalmente rico en minerales
preciosos, especialmente plata. Las minas de Potosí, ubicadas en el actual territorio de
Bolivia pero bajo dominio del virreinato, fueron las más famosas y productivas de la época
colonial, produciendo enormes cantidades de plata que fueron enviadas a España.

La minería proporcionaba una fuente importante de ingresos para la Corona española. La


plata y otros metales preciosos extraídos de las minas del Perú eran gravados con
impuestos, lo que generaba grandes cantidades de riqueza para la Corona.

La actividad minera atrajo a un gran número de colonos, inversionistas y trabajadores, lo


que estimuló el crecimiento económico y la urbanización en las regiones mineras. Se
establecieron ciudades y pueblos alrededor de las minas para albergar a la población minera
y para proporcionar servicios y suministros, es decir; hubo eun desarrollo económico
regional.

La minería generó una estructura social particular en el virreinato. Se formaron clases


sociales distintas, desde los mineros y trabajadores hasta los dueños de las minas y los
comerciantes que se beneficiaban del comercio de los metales preciosos.

Principales minas del virreinato del Perú en la colonia:

Potosí: c. 1545
Pasco: 1567
Castrovirreina: 1590
Oruro: 1608
Cailloma: 1608
Laicacota: 1619
Lucanas y Parinacochas: 1630
3.1.MINERALES EXTRAÍDOS Y SU IMPACTO ECONÓMICO

Se extrajeron una variedad de minerales por ejemplo PLATA, ORO, ORO, COBRE Y
ESTAÑO. La plata fue el mineral más importante y abundante extraído en el virreinato,
especialmente de la famosa mina de Potosí en el actual territorio de Bolivia. La extracción
masiva de plata de Potosí tuvo un impacto económico significativo, ya que la plata era un
metal precioso muy valorado en Europa y en todo el mundo. El envío de grandes cantidades
de plata a España contribuyó a la riqueza de la Corona y al comercio internacional.

El oro también tuvo un impacto económico importante en el virreinato. Se encontraba en


los ríos de la Amazonía y en la región andina. El oro era utilizado tanto para la acuñación
de monedas como para la elaboración de joyería y objetos de valor, lo que contribuyó al
comercio y la economía local.

El cobre era utilizado en la fabricación de utensilios domésticos, herramientas y armas, lo


que contribuyó a la industria metalúrgica local y al comercio interno.

Estos minerales tuvieron un impacto económico significativo proporcionando ingresos para


la Corona española, estimulando el comercio interno y externo, y contribuyendo al
desarrollo de la industria y la economía local. Sin duda fue la principal actividad
económica.

3.2.Condiciones de trabajo.

En muchas ocasiones, los indígenas fueron obligados a trabajar en las minas bajo sistemas
de trabajo forzado, como el sistema de mita, era un sistema de trabajo obligatorio
establecido por los españoles que requería que los indígenas trabajaran en las minas por un
período de tiempo fijo.

Los trabajadores indígenas y otros grupos sociales marginados fueron explotados. Fueron
obligados a trabajar largas horas bajo condiciones deplorables y peligrosas, recibieron
salarios mínimos, si es que recibían algún pago.

Los trabajadores indígenas eran frecuentemente maltratados y sometidos a abusos por parte
de los capataces y autoridades coloniales, se les negaban sus derechos básicos y eran
tratados como mano de obra desechable. Esta explotación tuvo un impacto negativo en la
salud de los trabajadores que estaban expuestos a enfermedades respiratorias debido al
polvo de mineral, a derrumbes y accidentes en las galerías mineras, al igual que sus
familias ya que causaba angustia y sufrimiento.

3.3.Consecuencias sociales de la extraccion masiva de minerales


Explotación laboral: La demanda de mano de obra para trabajar en las minas llevó a la
explotación de los indígenas y a la introducción del sistema de la mita, un sistema de
trabajo forzado que obligaba a los indígenas a trabajar en las minas bajo condiciones
extremadamente duras.

Desplazamiento de poblaciones: La búsqueda de minerales preciosos llevó a la migración


de personas de otras regiones del Virreinato hacia las áreas mineras, lo que causó
desplazamientos de población y tensiones sociales.

Desigualdad económica: La riqueza generada por la extracción de minerales no se


distribuyó equitativamente, lo que exacerbó las desigualdades sociales entre los españoles y
los indígenas, así como entre los diferentes grupos sociales dentro del Virreinato.

Impacto en comunidades indígenas: La explotación minera tuvo un impacto devastador


en las comunidades indígenas, no solo debido a la explotación laboral, sino también debido
a la destrucción del medio ambiente y la pérdida de tierras tradicionales.

Crecimiento de las ciudades: La extracción de minerales contribuyó al crecimiento de


ciudades como Potosí en Bolivia y Lima en Perú, pero este crecimiento no siempre fue
beneficioso para todos los habitantes, ya que también se produjo un aumento de la pobreza,
la delincuencia y la prostitución.

3.4.Redes comerciales globales y su impacto en la economia mundial.

Durante el Virreinato del Perú, que abarcó desde el siglo XVI hasta principios del XIX, los
minerales, especialmente la plata, jugaron un papel fundamental en la economía tanto local
como global. La abundancia de minas de plata, como las famosas minas de Potosí, atrajo a
colonos españoles y a una gran cantidad de mano de obra indígena y africana, que
trabajaban en condiciones extremadamente duras para extraer el preciado metal.
La plata extraída en el Virreinato del Perú se convirtió en uno de los principales motores de
la economía mundial de la época. Gran parte de esta plata se exportaba a Europa, donde
tenía una demanda constante. La plata peruana contribuyó significativamente a financiar las
operaciones militares y comerciales de las potencias europeas, especialmente España, que
era el poder colonial dominante en la región.
La integración de los minerales peruanos en las redes comerciales globales tuvo múltiples
efectos en la economía mundial. En primer lugar, contribuyó al crecimiento económico y al
desarrollo de las potencias coloniales europeas, especialmente España, que dependía en
gran medida de la plata peruana para financiar su expansión y mantener su posición
dominante en Europa y en sus colonias.

Además, la exportación de minerales peruanos también tuvo un impacto en la economía


local. Si bien generó una considerable riqueza para los colonizadores y para la corona
española, también provocó una serie de desafíos económicos y sociales para la población
indígena y africana que trabajaba en las minas, incluyendo la explotación laboral y la
desigual distribución de la riqueza.

El comercio de minerales también influyó en la demografía y la estructura social en el


Virreinato del Perú. La atracción de riqueza y oportunidades laborales en torno a las minas
de plata llevó a una migración masiva de trabajadores y comerciantes de diferentes partes
del mundo, lo que contribuyó a la diversidad étnica y cultural de la región.

Es decir, los minerales especialmente la plata, desempeñaron un papel central en la


economía global durante el Virreinato del Perú, integrando la región en las redes
comerciales globales y teniendo un impacto duradero en la economía mundial y en la
sociedad peruana.

3.5.Ruta Del Galeòn

La Ruta del Galeón fue una red de rutas marítimas establecidas en el siglo XVI que
conectaba tres continentes: América, Asia y Europa. La ruta principal conectaba el
Virreinato del Perú (que incluía territorios como Perú, Ecuador, Bolivia y partes de Chile y
Colombia) con Filipinas y España. Los galeones españoles, enormes embarcaciones de
carga y guerra, eran el principal medio de transporte utilizado en esta ruta.
El galeón partía del puerto de Acapulco en la costa del Pacífico de México, cargado
principalmente con plata y otros productos provenientes de las minas del Perú. Luego
navegaba hacia el oeste a través del océano Pacífico hasta llegar a las Filipinas. Allí, se
realizaban intercambios comerciales, incluyendo la carga de especias, seda, porcelana y
otros bienes asiáticos.
Después de su parada en Filipinas, el galeón emprendía el viaje de regreso hacia México.
Desde Acapulco, la plata y otros bienes eran transportados por tierra hacia Veracruz en la
costa del Golfo de México. Finalmente, desde Veracruz, la mercancía era enviada a España,
donde se realizaban importantes transacciones comerciales.

Esta ruta comercial era extremadamente lucrativa para el imperio español, pero también
estaba llena de peligros. Los galeones estaban constantemente amenazados por piratas,
navegaban en condiciones climáticas adversas y enfrentaban riesgos como enfermedades y
escasez de alimentos.

A pesar de los peligros, la Ruta del Galeón fue vital para el intercambio de productos,
conocimientos e ideas entre Asia, América y Europa durante la época colonial. Esta
conexión marítima desempeñó un papel crucial en la globalización temprana y en la
conformación del mundo moderno.

4.- CULTURA Y SOCIEDAD

La vida intelectual en el virreinato peruano estuvo capitalizada por la república de


españoles. Fueron los peninsulares en primer término y luego los criollos los que se
dedicaron al desarrollo de una cultura colonial basada en las tendencias que llegaban de
Europa.

Una de las primeras acciones fue la implementación de colegios y universidades en todo el


virreinato. Las principales universidades se encontraban en Lima y Cuzco, siendo la
Universidad de San Marcos la más antigua fundada en América. Los colegios mayores se
fundaron para la educación de los hijos de los españoles, sin embargo también se crearon
colegios para la elite indígena. Sobresalieron el Colegio Príncipe de Lima y el Colegio San
Francisco de Borja en la ciudad del Cuzco. En estos colegios los indígenas eran
introducidos al castellano, se les adoctrinaba y se les impartía conocimientos básicos de
cálculo, retórica, escritura y canto.Los estudios estuvieron separados por niveles
denominados primeras letras, estudios menores y mayores y el paso de un nivel a otro no lo
determinaba la edad sino las aptitudes del estudiante.

4.1.- INFLUENCIA DE LA IGLESIA CATÓLICA EN LA SOCIEDAD COLONIAL.

La Iglesia católica ejerció una profunda influencia en todos los aspectos de la vida en la
sociedad colonial del Perú. Era la única religión permitida y tenía un gran poder sobre la
vida de las personas.

La principal función de la Iglesia era la evangelización de los indígenas. Los misioneros


viajaron por todo el territorio para predicar el Evangelio y bautizar a los indígenas. También
establecieron escuelas, hospitales y orfanatos para ayudar a los indígenas.

4.1.1.- EVANGELIZACIÓN
La principal función de la Iglesia era la evangelización de los indígenas. Los misioneros
viajaron por todo el territorio para predicar el Evangelio y bautizar a los indígenas. También
establecieron escuelas, hospitales y orfanatos para ayudar a los indígenas.
Misioneros católicos evangelizando a indígenas en el Perú colonial

La Iglesia católica asumió una de las principales tareas colonizadoras, es decir, la


evangelización de los pueblos americanos, e influyó en diversos ámbitos de la sociedad
colonial. El actuar de la Iglesia católica en América estuvo normado por el vínculo de
patronato, el cual establecía un conjunto de derechos y deberes entre la Iglesia y la Corona
española.

Una de las principales labores de la iglesia en América fue la Evangelización, esta fue
emprendida por sacerdotes que actuaban de manera más bien individual, en general, por
medio de iglesias o capillas, y también por la acción organizada de sacerdotes
pertenecientes a distintas órdenes religiosas entre ellos agustinos, franciscanos, dominicos,
mercedarios y jesuitas. En esta última destacó la labor realizada en las denominadas
misiones cuyas características principales fueron las siguientes:

A. Se ubicaban en zonas alejadas de los centros urbanos.


B. Las misiones jesuitas conformaron haciendas con altos niveles de
productividad agrícolas.

C. Consideraban la enseñanza de trabajos y del idioma español como parte de la


evangelización.

4.2.- ASPECTOS CULTURALES COMO EL ARTE, LA EDUCACIÓN Y LAS


LENGUAS.

4.2.1.- CULTURA

La Iglesia también tuvo un gran impacto en la cultura colonial. Introdujo nuevas formas de
arte, música y literatura. También promovió la celebración de fiestas religiosas y
procesiones.

A) El ARTE BARROCO DEL VIRREINATO


El arte durante los primeros años virreinales fue exclusividad de los religiosos y tuvo un fin
de adoctrinamiento. Su característica principal fue el barroco, que dominó casi por dos
siglos las artes como la pintura, escultura, arquitectura, música y literatura.
En el interior, la situación no fue diferente, en Cusco, Arequipa, Cajamarca, Ayacucho,
Puno y Trujillo buscaron su lenguaje propio, basados en el uso de elementos de Lima.

B) LA PINTURA Y ESCULTURA

Estas artes recibieron influencias italianas debido a la visita de artistas como Bernardo Bitti,
Mateo Pérez y Angelino Medoro. Y en el siglo XVII surgió una pintura mestiza, cuya
máxima expresión se dio en el Cusco.

La escultura fue introducida por la iglesia y se caracterizó por ser trabajada al detalle.

C) ARQUITECTURA

La arquitectura virreinal alcanzó su máxima expresión en la edificación de iglesias,


claustros, casas y mansiones señoriales, y en menor medida fortalezas y cuarteles. Su
desarrollo fue incentivado fundamentalmente por la actividad religiosa, que construyó
catedrales, claustros y conventos urbanos y rurales, dispersos por toda su geografía.
4.2.2.- EDUCACIÓN

La Iglesia también controlaba la educación en la colonia. Estableció escuelas y


universidades donde se enseñaba doctrina católica, latín, filosofía y otras materias. La
educación era principalmente para la élite colonial, pero también había algunas escuelas
para indígenas.

La educación que se daba en esta época de la historia peruana tenía el objetivo de


mantener el control social y los súbditos leales al rey y que en un futuro serían parte de la
burocracia.
El objetivo principal era formar buenos cristianos y buenos súbditos del poder español.

Sólo las clases altas y adineradas como la nobleza de los españoles y los descendientes de
la nobleza Inca recibían el privilegio de la educación. Debemos señalar que el pueblo, los
indios y los mestizos recibían una educación, pero en este caso era impartida por sus
padres, el cual fue prohibido por la iglesia y para eliminar esta prédica, la iglesia implantó
las clases parroquiales, posteriormente las escuelas, para que se olviden de sus creencias
ancestrales.
Y se sometan a la nueva religión, al nuevo orden social, político y económico.
4.2.3.- SOCIEDAD

La Iglesia también jugó un papel importante en la estructura social de la colonia. Estaba en


la cima de la jerarquía social, seguida de la élite colonial y luego los indígenas. La Iglesia
tenía un gran poder sobre la vida de las personas y podía influir en las decisiones políticas.

En general, la Iglesia católica jugó un papel fundamental en la sociedad colonial del Perú.
Su influencia se sintió en todos los aspectos de la vida, desde la religión y la cultura hasta la
educación y la política.

El Virreinato del Perú fue una entidad colonial establecida por la Corona Española en el
siglo XVI en la región que actualmente comprende Perú, Ecuador, Bolivia y partes de
Colombia, Chile y Argentina. Durante más de tres siglos, el Virreinato del Perú se convirtió
en uno de los centros más importantes del imperio español en América del Sur. La sociedad
del Virreinato estaba organizada de manera jerárquica y estructurada, con una clara división
de clases sociales que reflejaba la estratificación social impuesta por el sistema colonial.
4.2.4.- LENGUAS

La situación lingüística del Virreinato era dinámica y cambiante. A lo largo de los tres
siglos de dominación española, se produjeron diversos procesos que modificaron el
panorama lingüístico:

Imposición del español: El español se impuso como lengua oficial del virreinato, utilizada
en la educación, la administración pública y la Iglesia. Esto llevó a la disminución del uso
de las lenguas indígenas en algunos ámbitos.

Mestizaje lingüístico: El contacto entre las lenguas indígenas y el español dio lugar al
surgimiento de lenguas mixtas, como el quechuañol (una mezcla de quechua y español) y el
aymarañol.

Evangelización: La Iglesia católica jugó un papel importante en la difusión del español,


utilizando la lengua para la enseñanza religiosa y la traducción de textos bíblicos.

Resistencia indígena: Algunos grupos indígenas resistieron la imposición del español y


mantuvieron el uso de sus lenguas propias.
El legado lingüístico del Virreinato del Perú es complejo y duradero. El español se convirtió
en la lengua dominante del país, pero las lenguas indígenas no desaparecieron. Hoy en día,
el quechua y el aymara son reconocidos como lenguas oficiales del Perú, junto al español.
Además, existen numerosas otras lenguas indígenas que siguen siendo habladas por un
número significativo de personas.

4.3.- ANALIZA CÓMO SE FUSIONARON LAS CULTURAS INDÍGENA,


ESPAÑOLA Y AFRICANA EN EL VIRREINATO.

Fusión cultural en el Virreinato del Perú: Un crisol de tres mundos

El Virreinato del Perú, que existió durante casi tres siglos (1542-1824), fue un escenario
fascinante de encuentro y fusión entre tres culturas muy diferentes: la indígena, la española
y la africana. A partir de este intercambio complejo y desigual, surgió una nueva sociedad y
cultura con características únicas.
Las uniones interraciales originaron nuevas mezclas y también nuevas designaciones. El
"mulato" fue el resultado del cruce de un español (o blanco) y un negro. Mientras que con
el nombre de "zambo" se denominó a la mezcla entre un indígena y un negro.

Los cruces entre las mezclas de las mezclas proporcionaron un nuevo problema a esta
complicada nomenclatura del mestizaje. Por ello, existieron otros calificativos, aunque
secundarios. El "cuarterón" era el hijo de un español o blanco y una mulata. "Requinterón"
fue llamada la cruza entre un cuarterón y un blanco o español. Estas designaciones
intentaban explicitar que la persona en cuestión tenía solo un cuarto o un quinto de sangre
negra, la más contaminante según la visión de la época. De esta forma iban acercándose,
paulatinamente, a la pureza de sangre, representada por la española.

Proceso de fusión cultural:

La fusión cultural en el Virreinato del Perú no fue un proceso homogéneo ni pacífico. Hubo
resistencia indígena y africana a la imposición cultural española, pero también se dieron
espacios de intercambio y mestizaje.
Mestizaje: El mestizaje biológico y cultural fue uno de los fenómenos más importantes. De
la unión entre españoles e indígenas nacieron los mestizos, quienes conformaron un grupo
social con identidad propia.

Criollos: Los hijos de españoles nacidos en América (criollos) también desarrollaron una
identidad propia, diferenciándose de los peninsulares nacidos en España.

Sincretismo: En el ámbito religioso, las creencias indígenas y africanas se mezclaron con


el catolicismo, dando lugar a nuevas formas de religiosidad popular.

En conclusión, el Virreinato del Perú fue un crisol de culturas donde la indígena, la


española y la africana se fusionaron, dando lugar a una nueva sociedad y cultura con
características únicas. Este proceso de mestizaje cultural ha dejado un rico legado que sigue
presente en la identidad latinoamericana.

4.4.- DESTACA EJEMPLOS DE SINCRETISMO RELIGIOSO Y ARTÍSTICO.


Sincretismo religioso y artístico en el Virreinato del Perú

El encuentro cultural en el Virreinato del Perú no solo se manifestó en la vida cotidiana,


sino que también se expresó en un fenómeno fascinante: el sincretismo religioso y artístico.
Esto significa la fusión de elementos de las culturas indígena, española y africana en las
prácticas religiosas y las manifestaciones artísticas.

A este proceso se le conoce como Sincretismo.

Durante la colonia, los artistas andinos reinterpretaron la cultura proveniente de España.


Asimilaron técnicas europeas, adaptándolas a recursos y prácticas indígenas. Los temas
artísticos introducidos por los europeos se mezclaron con los temas ancestrales. Bajo
apariencia cristiana, se siguieron plasmando los mitos y ritos andinos.

Ejemplos de sincretismo religioso:


Vírgenes mestizas: La imagen de la Virgen María se adaptó para conectar con la población
indígena. Vírgenes como la Virgen de Copacabana o la Virgen de Guadalupe se
representaron con rasgos indígenas y vestimentas típicas de la región.

Santos con atributos indígenas: Algunos santos católicos adoptaron características de las
deidades andinas. Por ejemplo, el Señor de los Milagros del Cuzco, originalmente el Cristo
Moreno, se asoció con Viracocha, dios creador inca.
Fiestas religiosas con elementos paganos: Las fiestas patronales católicas incorporaron
elementos de las celebraciones indígenas. Las procesiones religiosas podían incluir danzas
y música de origen prehispánico.

Ejemplos de sincretismo artístico:

Arquitectura colonial con motivos andinos: Las iglesias y catedrales coloniales se


construyeron siguiendo modelos europeos, pero a veces incorporaron elementos
decorativos inspirados en el arte inca, como diseños geométricos o representaciones de
animales sagrados.

Textiles con iconografía católica: Los


artesanos indígenas siguieron utilizando sus técnicas textiles tradicionales para representar
escenas bíblicas o imágenes de santos católicos.
Pintura mural con temática mestiza: Las pinturas murales en las iglesias podían
combinar elementos de la iconografía cristiana con representaciones de la flora y fauna
local, o con escenas de la vida cotidiana indígena.

Importancia del sincretismo:

El sincretismo religioso y artístico fue una manera de facilitar la conversión de los


indígenas al cristianismo, al presentarles elementos familiares dentro de un nuevo sistema
de creencias. También fue una forma de expresión cultural por parte de la población
indígena, que pudo mantener parte de su cosmovisión ancestral a través del arte y la
religión.
Estos ejemplos son solo algunos de los muchos casos de sincretismo que surgieron en el
Virreinato del Perú. La fusión cultural no fue un proceso estático, sino que evolucionó
constantemente a lo largo de los siglos, dando lugar a una rica y diversa herencia cultural
que aún perdura en la actualidad.

4.5.- DESCRIBE LOS ESTILOS ARQUITECTÓNICOS UTILIZADOS EN LA


CONSTRUCCIÓN DE IGLESIAS, CATEDRALES Y MANSIONES
COLONIALES.

La arquitectura colonial del Perú se caracteriza por su riqueza, variedad y fusión de estilos.
A lo largo de los tres siglos del Virreinato (1542-1824), se emplearon diversos estilos
europeos, adaptados a las condiciones locales y reinterpretadas con elementos andinos. Los
principales estilos utilizados en la construcción de iglesias, catedrales y mansiones
coloniales fueron:

1. Renacentista:

Siglo XVI: Predominó en la primera etapa colonial. Se caracteriza por la simetría, las líneas
rectas, las bóvedas de cañón y el uso de elementos clásicos como arcos de medio punto,
columnas dóricas y capiteles.
2. Barroco:

Siglos XVII y XVIII: Se convirtió en el estilo dominante. Se caracteriza por la


grandiosidad, el dramatismo, el uso abundante de ornamentación, las columnas retorcidas,
los nichos y las esculturas.

3. Churrigueresco:
Variante del barroco: Siglo XVIII. Se caracteriza por un exceso de ornamentación, con
esculturas elaboradas, relieves y motivos decorativos que llenan las fachadas y los
interiores.

4. Neoclásico:

Finales del siglo XVIII y principios del XIX: Reacción al barroco. Se caracteriza por la
simplicidad, las líneas rectas, las formas geométricas y la inspiración en la arquitectura
griega y romana.

Fue construida con ignimbrita (piedra de origen volcánico), y bóvedas de ladrillo; es el


santuario principal de la ciudad ocupando todo el lado norte de la Plaza de Armas.
Construida totalmente en sillar, exhibe un estilo neorrenacentista con cierta influencia
gótica. Su fachada
está constituida por setenta columnas con capiteles corintios, tres portadas y dos grandes
arcos laterales. Está rematada por dos altas torres renacentistas y estilizadas.

La arquitectura colonial del Perú es un patrimonio cultural invaluable que refleja la historia,
la religiosidad y el mestizaje cultural del país. Es una fuente de identidad y orgullo para los
peruanos, y atrae a visitantes de todo el mundo por su belleza
majestuosidad.
y

En resumen, la arquitectura colonial del Perú es una mezcla fascinante de estilos europeos y
andinos, que ha dejado un legado cultural único y perdurable.

estuvo influenciada por algunas de las ideas de la Ilustración. Su objetivo consistía en reforzar
el poder real, centralizar la administración, incrementar la recaudación impositiva y asegurar
la dominación sobre las colonias americanas, amenazadas
expansión
por la de Portugal y los
ataques de piratas ingleses y franceses.
Importancia:

5. DESAFIOS Y CAMBIOS

5.1. REFORMAS BORBÓNICAS Y SU IMPACTO EN EL VIRREINATO.

Las Reformas borbónicas fueron un


conjunto de medidas políticas,
administrativas, religiosas, culturales y económicas
implementadas por los
Borbones españoles durante el siglo XVIII.
Estas se aplicaron en España y
especialmente en los dominios americanos.
La puesta en marcha de estas reformas
Las Reformas borbónicas tuvieron el impacto y que
son clasificadas en político administrativas, religiosas, culturales y económicas.
5.1.2. Político-administrativas
Las principales reformas político-administrativas tuvieron relación con las colonias
americanas. Entre ellas se pueden mencionar las siguientes:

Se crearon los virreinatos de Nueva Granada


(1717) y del Río de la Plata (1776), que se
separaron del Virreinato del Perú.

Se crearon las Capitanías Generales de Cuba


(1777), Venezuela (1777) y Chile (1778). Estas
divisiones administrativas estaban ubicadas en regiones expuestas a los ataques de potencias
extranjeras.

Se dividió cada virreinato en intendencias gobernadas por un gobernador intendente. Estos


funcionarios, que reemplazaron a los antiguos gobernadores, tenían atribuciones
financieras, militares y administrativas, y eran nombrados directamente por el rey.

La Corona prefirió a los peninsulares por sobre los criollos en los nombramientos para los
cargos más importantes de la administración colonial.

5.1.3. Religiosas

Las principales reformas religiosas


fueron las siguientes:

Se afirmó el regalismo, es decir, el conjunto de


principios que afirmaban que la autoridad del rey era
superior a la de Papa en cuestiones que tenían que ver
con la soberanía del Estado, como el nombramiento de
obispos y la revisión de los fallos de los tribunales eclesiásticos.

En 1767 se expulsó a la Compañía de Jesús tanto de España como de sus dominios


coloniales.

5.1.4. Culturales

Las principales reformas culturales fueron las siguientes:

Se crearon escuelas de Artes y Oficios tanto en


España como en América.
Se organizaron expediciones científicas a los
territorios de ultramar, tal como la de Alejandro
Malaspina, quien entre 1788 y 1794 recorrió las
costas de América del Sur, América Central,
California, Filipinas y varias islas de Oceanía.
5.1.5. Económicas

Las principales reformas económicas fueron las siguientes:

• Se flexibilizó el monopolio de puerto único, al habilitar que 24 puertos americanos


comerciaran directamente con 13 puertos peninsulares. Esta disposición, contenida
en el «Reglamento para el comercio libre de España a Indias» de 1778, no eliminó
el monopolio ya que siguió vigente la prohibición de comerciar con potencias
extranjeras.

• Se abolió el sistema de flotas y galones y se lo reemplazó por el de los navíos de


registro, que con previa autorización de la Casa de Contratación podían viajar entre
los nuevos puertos habilitados para el comercio entre España y América.

• Se estimuló el desarrollo de la agricultura y la creación de colonias agrícolas.

• Se impulsó la construcción de obras públicas, como carreteras y canales.

• Se crearon nuevos impuestos y se aumentaron las alícuotas de otros ya existentes,


como ocurrió con de las alcabalas, que pasaron del 2 al 4%.

Las principales causas de la implementación de las Reformas borbónicas fueron las


siguientes:
• La influencia de algunas de las ideas de la Ilustración, en especial las que señalaban
la necesidad de estimular la agricultura, el comercio y la educación del pueblo, al
igual que cierto espíritu anticlerical.

• La preocupación de la Corona española por la excesiva independencia con la que se


manejaba la Compañía de Jesús y su insistencia en reconocer la autoridad del papa
por sobre la del rey de España.

• La necesidad de combatir el contrabando (comercio ilegal) en América y de


aumentar la recaudación impositiva.
• La independencia con la que se manejaban muchos funcionarios coloniales en los
dominios americanos, los abusos de poder que cometían y los actos de corrupción
que se sospechaba que llevaban a cabo.

• La amenaza que representaba para España los ataques de piratas ingleses y


franceses en las costas del Caribe y los intentos expansionistas de los portugueses
sobre la Banda Oriental.

Las consecuencias más importantes de las Reformas borbónicas fueron las siguientes:

• El incremento de los flujos comerciales entre España y América, como


consecuencia de la flexibilización del monopolio.

• El desarrollo de algunas actividades económicas beneficiadas por el comercio


atlántico, como la ganadería rioplatense.

• La reorientación de los circuitos comerciales de la región del Alto Perú (la actual
Bolivia) del océano Pacífico al océano Atlántico, a través del puerto de Buenos
Aires, que se abrió al comercio directo con España.

• El ascenso de ciudades que habían quedado relegadas por el sistema anterior, por
ejemplo Buenos Aires, que de ser una ciudad marginal del Imperio colonial español
pasó a ser una capital virreinal en la que residían el virrey, su corte, una audiencia,
un consulado y una guarnición militar.
• La decadencia de las reducciones, pueblos de indios, los cuales habían sido
administradas por los jesuitas en distintas regiones americanas, especialmente las de
la gobernación del Paraguay, que habían tenido una enorme expansión.

• La intensificación de los conflictos entre España y Portugal por el dominio de la


Banda Oriental, que tuvieron lugar antes, durante y después de la guerra de los 7
Años.

• El descontento de los indígenas ante el aumento de la presión impositiva. Este


malestar se tradujo en el estallido de una gran rebelión que entre 1780 y 1782
encabezó Túpac Amaru y que fue duramente reprimida por las autoridades
coloniales.

• El recelo de muchos criollos ante la preferencia de la Corona por los peninsulares


para ocupar los cargos más importantes de la administración colonial (virreyes,
oidores, intendentes). Esto llevó a algunos criollos a desarrollar ideas
independentistas, tomando como modelo la Independencia de los Estados Unidos
(1776) e influenciados por las ideas de libertad e igualdad difundidas por la
Revolución francesa (1789).

5.2 INDEPENDENCIA Y LA DISOLUCIÓN DEL VIRREINATO

La Independencia de las colonias americanas, incluyendo México, llevó a la disolución de


los virreinatos. Durante el siglo XIX, varios movimientos independentistas surgieron en
América Latina, con líderes como Simón Bolívar y José de San Martín. La disolución del
virreinato significó el fin del dominio colonial español en la región y el establecimiento de
nuevos estados independientes.

Las guerras de independencia hispanoamericanas pusieron fin al virreinato del Perú. Al


principio de la contienda el virreinato mantuvo su compromiso con la integridad de la
Monarquía Hispánica mandando expediciones a sofocar las juntas de gobierno insurgentes
que se formaron en los diferentes territorios de sus fronteras. En la primera parte de la
guerra, que comienza en 1810, se produjeron conspiraciones y levantamientos autónomos
peruanos que fueron sofocados por el Ejército Real del Perú. En 1820, la sublevación de las
tropas que conformaban la Gran Expedición que se preparaba en España, hizo desaparecer
las esperanzas realistas de recibir refuerzos significativos desde Europa.

La independencia de Bolivia no vendrá, extrañamente, de una sublevación popular, sino de


una decisión de la élite blanca, conocida como criolla, que vino de la colonización española
pero nació en el continente americano. En 1809 se inició un movimiento de independencia
en Sucre; pero no fue sino hasta Simón Bolívar (héroe de la independencia de América
Latina), después de haber liberado a Venezuela y Colombia en 1820, que se lanzó un
movimiento de independencia masivo en todo el continente.
En 1824, con la batalla de Ayacucho, el ejército del imperio español fue derrotado, el
virreinato del Perú fue derrotado, y el Mariscal Sucre avanzó a los territorios de la actual
Bolivia; en 1825 la nueva República de Bolivia anunció su independencia.

El proceso revolucionario se inició en 1809, con los levantamientos de las ciudades de


Chuquisaca y La Paz. A partir de entonces y hasta 1825, el Alto Perú fue escenario de gran
cantidad de enfrentamientos entre patriotas y realistas alto peruanos, y entre las fuerzas
expedicionarias enviadas por Buenos Aires y el ejército real del Perú.

Acta de la Independencia de Bolivia, fechada el 6 de agosto de 1825. Casa de la


Libertad, Sucre.

Luego de la batalla de Ayacucho en 1824, los ejércitos bolivarianos entraron en el Alto Perú
y liberaron los territorios que aún permanecían bajo la dominación realista.

El 9 de julio de 1825 el Congreso Constituyente, reunido en Chuquisaca, proclamó la


Independencia de la República de Bolivia, que fue fechada el 6 de agosto para que
coincidiera con el primer aniversario de la batalla de Junín.
La independencia de Bolivia fue reconocida por el reino de España el 21 de julio de 1847,
tras la firma de un acuerdo en la ciudad de Madrid.

6.- LÍDERES HISTÓRICOS DEL VIRREINATO DEL PERÚ

Francisco Pizarro (1471-1541): Pizarro fue el conquistador español que lideró la


expedición que resultó en la caída del Imperio Inca. Fundó la ciudad de Lima en 1535 y se
convirtió en el primer gobernador del Perú. Pizarro tuvo un papel fundamental en la
colonización española de la región y en la expansión del dominio español en Sudamérica.

Diego de Almagro (1475-1538): Almagro fue otro conquistador español que acompañó a
Pizarro en la expedición a Perú. Después de diferencias con Pizarro, Almagro lideró una
expedición al sur de Perú y Chile, contribuyendo así a la expansión del territorio bajo
control español en Sudamérica.

Manco Inca Yupanqui (c. 1516-1544): Manco Inca fue un líder inca que inicialmente
cooperó con los españoles pero luego lideró una rebelión contra ellos conocida como la
rebelión de Manco Inca. Durante esta rebelión, Manco Inca estableció una efímera
resistencia contra los conquistadores españoles en la fortaleza de Sacsayhuamán y otros
lugares.
Vicerreyes del Perú: Durante la existencia del Virreinato del Perú, varios virreyes jugaron
un papel crucial en la administración y gobierno de la región. Algunos de los virreyes más
destacados incluyen:
• Blasco Núñez Vela (1544-1546)

Fue el primer virrey del Perú y se enfrentó a grandes conflictos durante su mandato,
incluyendo la resistencia de Gonzalo Pizarro.
• Francisco Álvarez de Toledo (1569-1581)

Llevó a cabo importantes reformas administrativas y defensivas durante su mandato,


incluyendo la reorganización de la administración colonial y la construcción de
fortificaciones.
• Melchor de Navarra y Rocafull (1681-1689)

Fomentó el desarrollo económico y cultural del virreinato, promoviendo el comercio y las


artes.

Estos líderes desempeñaron roles significativos en la historia del Virreinato del Perú,
contribuyendo a la colonización española de la región y a la configuración de su historia
posterior.
6.2. LA LUCHA POR LA JUSTICIA SOCIAL Y LA IAGUALDAD

En el contexto del Virreinato del Perú fue un tema complejo y multifacético que abarcó las
relaciones entre españoles e indígenas, así como las tensiones sociales dentro de la sociedad
colonial. Aquí te proporciono un análisis de este tema.

6.21. Explotación y Desigualdad Social: Durante el Virreinato del Perú, la sociedad


colonial estaba estructurada en un sistema de castas que reflejaba la jerarquía racial y social
impuesta por los colonizadores. Los españoles ocupaban la cúspide de la pirámide social,
seguidos por criollos (españoles nacidos en América), mestizos, indígenas y esclavos
africanos. Esta estructura social exacerbó las desigualdades económicas y políticas, ya que
los indígenas y otros grupos no españoles eran explotados y marginados.
6.2.2 Rebeliones Indígenas: Los pueblos indígenas resistieron activamente la dominación
española y la explotación a la que estaban sometidos. Hubo numerosas rebeliones
indígenas, como la mencionada rebelión de Manco Inca Yupanqui y la rebelión de Túpac
Amaru II en el siglo XVIII. Estas rebeliones fueron respuestas a la opresión colonial y
buscaban restaurar la autonomía y los derechos de los pueblos originarios.

6.2.3. Movimientos y Líderes de Resistencia: A lo largo de la historia colonial del Perú,


surgieron líderes indígenas y mestizos que lucharon por la justicia social y la igualdad. Por
ejemplo, Túpac Amaru II lideró una importante rebelión anticolonial en 1780, que reflejó
las demandas de igualdad y justicia social. Aunque estas rebeliones no lograron cambiar el
sistema colonial de manera significativa, sentaron las bases para futuros movimientos de
liberación en la región.

6.2.4. Impacto a Largo Plazo: La lucha por la justicia social y la igualdad durante el
Virreinato del Perú tuvo un impacto duradero en la identidad y la conciencia social de la
región. Si bien los ideales de igualdad no se realizaron completamente durante la era
colonial, las semillas de la resistencia y la búsqueda de justicia social fueron importantes
para el desarrollo posterior de movimientos independentistas y posteriores luchas por los
derechos humanos en América Latina.
En resumen, la lucha por la justicia social y la igualdad durante el Virreinato del Perú fue
una lucha desafiante y persistente contra la opresión colonial y las desigualdades sociales
impuestas por el sistema colonial español. Esta lucha sentó las bases para futuros
movimientos sociales y políticos en la región, y su legado sigue siendo relevante en la
historia y la identidad de los países andinos hasta hoy.

El Virreinato del Perú tuvo un profundo impacto en la identidad nacional, la cultura y


la sociedad de los países andinos, dejando un legado que sigue siendo relevante hasta
el día de hoy.

6.3.1. Aquí algunas reflexiones sobre este tema:

• Identidad Nacional y Cultural:


Mestizaje Cultural: La colonización española trajo consigo una mezcla única de culturas y
tradiciones, dando lugar al mestizaje cultural entre europeos, indígenas y africanos. Esta
fusión cultural ha dejado una marca indeleble en la identidad nacional de los países
andinos, que se caracterizan por una diversidad étnica y cultural única.

• Legado Lingüístico y Religioso: La introducción del idioma español y del catolicismo


durante la colonia ha moldeado profundamente la identidad cultural de la región. El
idioma español se convirtió en la lengua dominante, aunque en muchos lugares se
conservaron lenguas indígenas. Del mismo modo, la religión católica se arraigó en la
sociedad andina, fusionándose con creencias indígenas preexistentes.

6.3.2 Estructuras Sociales y Económicas:

• Desigualdad Persistente: Las estructuras de desigualdad y opresión impuestas durante


el Virreinato del Perú dejaron una huella duradera en las estructuras sociales y
económicas de la región. La división entre clases sociales, basada en criterios raciales y
económicos, ha persistido en algunos aspectos hasta la actualidad, dando forma a las
dinámicas sociales y económicas contemporáneas.
• Economía Basada en la Explotación: La economía colonial estaba centrada en la
explotación de los recursos naturales y del trabajo indígena. Esta herencia extractivista
ha tenido repercusiones en la economía actual de los países andinos, que continúan
dependiendo en gran medida de la extracción de recursos naturales.

6.3.3 Resistencia y Reinterpretación de la Historia:

• Movimientos de Resistencia: La resistencia indígena y mestiza durante el Virreinato


sentó las bases para futuros movimientos de liberación y reivindicación de derechos.
Estos movimientos han contribuido a la reevaluación y reinterpretación de la historia
colonial desde la perspectiva de los pueblos originarios.

• Recuperación de Identidades: En la actualidad, hay un esfuerzo renovado por parte de


diversos grupos étnicos para recuperar y preservar sus identidades culturales y
lingüísticas. Este proceso de reafirmación identitaria refleja la resistencia continua
frente a la dominación colonial.

7. DIFERENCIAS GEOGRÁFICAS Y CONTEXTOS HISTÓRICOS LOS


DISTINGUIERON SIGNIFICATIVAMENTE EL VIRREINATO DEL PERÚ CON
EL VIRREINATO DE LA PLATA.

ANTECEDENTES
La conquista del continente americano tiene como punto de partida las Antillas. El salto
desde la isla La Española a Cuba, Puerto Rico o Jamaica es el antecedente de la conquista
de los territorios continentales como México y Perú.
Los españoles Juan de Grijalva Enlace externo, se abre en ventana nueva Nueva ventana y
Pedro de Alvarado Enlace externo, se abre en ventana nueva Nueva ventana llegan a las
costas mexicanas entre 1517 y 1518. Un año más tarde, Hernán Cortés Nueva ventana
Enlace externo, se abre en ventana nueva, animado por los relatos recibidos, emprende la
aventura de conquistar México. Desde las costas de Tabasco comienza una estrategia de
conquista, atrayéndose a los pueblos tributarios de los aztecas, los tlaxcaltecas y totonacas.
Obliga a todas sus tropas a marchar hacia Tenochtitlan, capital del Imperio Azteca, donde le
aguarda su rey Moctezuma II Nueva ventana Enlace externo, se abre en ventana nueva.
Estratagemas, engaños y masacres combinados con la pericia de Cortés posibilitan la toma
de la ciudad, aunque será la viruela la que rematará el trabajo iniciado por los españoles.
Con la muerte del último rey azteca Cuauhtémoc (1496-1525), Cortés dará por finalizada la
conquista de Tenochtitlan.
Comienza la expansión, hacia el norte, estableciendo el reino de Nueva Galicia Enlace
externo, se abre en ventana nueva Nueva ventana (Jalisco, Aguascalientes, Nayarit, Colima
y Zacatecas) y la región de California. Por el sur, Pedro de Alvarado llegará a Guatemala y
El Salvador, y Cristóbal de OlidEnlace externo, se abre en ventana nueva Nueva ventana
hará lo propio con Honduras.
La conquista de Perú está marcada por los enfrentamientos entre los diferentes señores, la
hostilidad encontrada en los habitantes de estas tierras, la orografía y la enemistad entre los
dos artífices de la conquista, Francisco Pizarro Enlace externo, se abre en ventana nueva
Nueva ventana y Diego de Almagro Enlace externo, se abre en ventana nueva Nueva
ventana, que acabará con la vida de ambos. Tras la guerra fratricida entre Atahualpa Enlace
externo, se abre en ventana nueva Nueva ventana y su hermanastro Huáscar Enlace externo,
se abre en ventana nueva Nueva ventana, el primero se convierte en Inca de la zona de
Cajamarca y establece su poder, pero Pizarro consigue deshacerse de Atahualpa en 1533.
Mientras, Diego de Almagro, que se siente desplazado de la conquista, conspira contra
Pizarro y comienza una estrategia de desgaste que llevará al enfrentamiento directo entre
sus tropas en 1537, tras la primera tentativa de conquistar Chile.
Sin embargo, será Pedro de Valdivia Enlace externo, se abre en ventana nueva Nueva
ventana, una vez muerto Almagro, quien dirija la expedición y conquista definitiva. Hacia
el norte, Sebastián de BelalcázarEnlace externo, se abre en ventana nueva Nueva ventana
hará lo propio dirigiéndose a Quito, lejos de Pizarro y Almagro.
EL VIRREINATO DEL PERÚ
(oficialmente el Reino del Perú) fue una entidad territorial del Imperio español creada por
la Corona española en el año 1542, con capital en la Ciudad de Lima, durante su dominio
en el Nuevo Mundo. Las fronteras del virreinato del Perú se establecieron por primera vez
el 13 de septiembre de 1543. Los primeros dos siglos, su territorio comprendía casi toda
América del Sur, incluyendo Panamá y algunas islas de Oceanía. Aunque no incluía
Venezuela que dependía del virreinato de Nueva España, ni los territorios al este de la línea
del Tratado de Tordesillas que pertenecían al Imperio portugués.7 Dos siglos después, tras
las Reformas Borbónicas, su inmenso territorio sufrió tres importantes mermas, al norte, al
este y al sur.
En 1717, se creó el virreinato de Nueva Granada al norte.
El VIRREINATO DEL PLATA
En 1776, se creó el virreinato del Río de la Plata al sur. Al mismo tiempo, el virreinato del
Brasil extendía sus fronteras tomando territorios de la Amazonia. En 1798, se separó del
virreinato la Capitanía General de Chile que comprendía la parte central de la actual
república de Chile.
Al final del periodo virreinal, el ochenta por ciento del total de los caudales americanos
provenían del virreinato de Nueva España.8 Sin embargo, a pesar de las pérdidas
territoriales, a principios del siglo XIX el virreinato del Perú era todavía la principal
posesión de la Monarquía Hispánica en América del Sur al tratarse de una de sus
principales fuentes de riqueza.

ANTECEDENTES HISTÓRICOS QUE LLEVARON A SU FORMACIÓN Y LA


UBICACIÓN GEOGRÁFICA DE CADA VIRREINATO
Con la entrada de los conquistadores españoles en la ciudad del Cuzco en 1533, concluyó la
conquista del Perú llevada a cabo por Francisco Pizarro, y dio comienzo el proceso de
mestizaje y la conformación política de la Gobernación de Nueva Castilla, que luego sería
el virreinato del Perú, en el área dominada hasta ese momento por el Imperio inca.

Creación del virreinato


Al mismo tiempo que se producía la caída del Imperio incaico, se desató un conflicto entre
los conquistadores. Para concluirla, el 20 de noviembre de 1542, el rey Carlos I de España
firmó en Barcelona por Real Cédula las llamadas Leyes Nuevas, un conjunto legislativo
para las Indias entre las cuales dispuso la creación del virreinato del Perú en reemplazo de
las antiguas gobernaciones de Nueva Castilla y Nueva Toledo, al tiempo que la sede de la
Real Audiencia de Panamá fue trasladada a la Ciudad de los Reyes o Lima, capital del
nuevo virreinato.
Y te ordenamos y mandamos que en las provincias o reinos del Perú resida un virrey y una
audiencia real de cuatro oidores letrados y el dicho virrey presida en la dicha audiencia la
cual residirá en la ciudad de los reyes por ser en la parte más convenible porque de aquí
adelante no ha de haber audiencia en panamá.
Leyes Nuevas.

El flamante virreinato comprendió en un inicio y durante casi trescientos años gran parte de
Sudamérica y el istmo de Panamá, bajo diversas formas de control o supe vigilancia de sus
autoridades. Abarcaba una inmensa superficie que correspondía a los actuales territorios
que forman parte de
las repúblicas de Argentina, Uruguay, Paraguay, Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador, Panam
á, Perú y toda la región oeste, sureste y sur del Brasil. Quedaban exceptuadas Venezuela,
bajo jurisdicción del virreinato de Nueva España a través de la Real Audiencia de Santo
Domingo, y Brasil, que integraba el Imperio portugués.

Fue su primer virrey Blasco Núñez Vela, nombrado por real


cédula del 1 de marzo de 1543. Sin embargo, no pudo
ejercer la autoridad real debido a los enfrentamientos entre
los partidarios de Francisco Pizarro y Diego de Almagro por
el dominio del Perú, y pereció asesinado por Gonzalo
Pizarro. El asesinato de la primera autoridad del rey produjo
mucha consternación en España; la Corona dispuso castigar
severamente a quien había atentado contra el virrey, el
representante del rey en territorios conquistados. Para ello,
Carlos I envió a Pedro de la Gasca con el título de
Pacificador para solucionar esta situación. Ya en el Perú, La
Gasca, seguro de haber infundido la semilla de la traición
entre los partidarios de Gonzalo Pizarro, se enfrentó al
conquistador cerca del Cuzco, en 1548. Gonzalo Pizarro vio a sus capitanes pasarse al
bando de la Gasca y la derrota para él resultó aplastante. Conducido a la ciudad del Cuzco,
fue ejecutado por delito de alta traición al rey. Unos años después, en 1551, fue nombrado
virrey Antonio de Mendoza y Pacheco, luego de haber ejercido el cargo en el virreinato
novohispano.

El Virrey Álvarez De Toledo


Artículo principal: Francisco de Toledo
Francisco Álvarez de Toledo, virrey del Perú, fue el gran ordenador y organizador del
virreinato.
Tras casi cuarenta años de desorden administrativo,
el virreinato peruano encontró a un eficiente
conductor en el virrey Francisco Álvarez de
Toledo, quien, entre 1569 y 1581, logró establecer
el marco político-administrativo que rigió por
muchos años en el Perú virreinal.
Apenas llegado a tierras peruanas, Francisco
Álvarez de Toledo se informó de todo cuanto había
sucedido en el virreinato y de cuáles habían sido las
políticas seguidas hasta ese momento. Reconoció la
inexistencia de un adecuado sistema tributario,
pues no había un registro del total de habitantes del virreinato. Álvarez de Toledo realizó
personalmente varias extensas visitas generales a distintas partes del virreinato y, por primera
vez, se tuvo registro de los recursos humanos y naturales del Perú. Tras saber el número de
posibles tributarios, estableció las reducciones, pueblos indígenas en los que se agrupaba a un
número de alrededor de quinientas familias. Así se sabía con exactitud la cantidad de tributo
que debían entregar.
El virrey Álvarez de Toledo impulsó la distribución del trabajo indígena por medio de la
mita. Mediante el empleo de esta se proveyó de mano de obra a las ricas minas de Potosí,
provincia de Charcas, productoras de inmensas cantidades de mineral de plata, y a
Huancavelica, de la que se extraía mercurio o azogue, necesario para la purificación
argentífera, con lo que se logró convertir al Perú en uno de los centros más importantes de
producción de plata en el mundo.
Francisco Álvarez de Toledo fue el virrey más destacado del Perú, ya que, debido a sus
éxitos alcanzados como funcionario, sentó las bases del virreinato peruano, pues consiguió
la ordenación administrativa del gobierno y la legalidad política de todo su amplio
territorio.

El ciclo de la plata
Audiencias del virreinato del Perú, hacia 1650:
1) Real Audiencia de Panamá
2) Real Audiencia de Santa Fe de Bogotá
3) Real Audiencia de Quito
4) Real Audiencia de Lima
5) Real Audiencia de La Plata de los Charcas 6) Real Audiencia de Chile.

Entre 1580 y 1650, el sistema económico mercantilista se implantó definitivamente en el


Perú con el surgimiento de la gran minería gracias a la explotación de las vetas argentíferas
de Potosí mediante amalgamación con el azogue de Huancavelica.
En lo militar el virreinato del Perú financió y apoyó militarmente, por medio del real
situado y el envío de soldados y provisiones desde el Perú, las campañas contra los
mapuches en la Guerra de Arauco que se extendió por gran parte del período virreinal.
Solamente en el año 1662 fueron enviados 950 soldados y 300 000 pesos para los gastos de
guerra, de igual manera del virreinato peruano partieron las directivas generales para la
conducción de la campaña como fue la que envió el virrey Príncipe de Esquilache
ordenando una guerra defensiva contra los nativos americanos y la prohibición del servicio
personal de estos.

La fortificación del puerto del Callao y


la manutención de una fuerza naval para defender
al vasto territorio de incursiones de
corsarios y piratas fue también responsabilidad de
los sucesivos virreyes del Perú.
Las Reformas Borbónicas
Artículo principal: Reformismo borbónico Imperios español y portugués en 1790.

En el siglo XVIII, destacaron las figuras de los virreyes que introdujeron las Reformas
Borbónicas,
medidas impuestas por la Casa de Borbón, especialmente Manuel de Amat y Junyent, que
gobernó entre 1761 y 1776, Manuel Guirior, entre 1776 y 1780, Agustín de Jáuregui, entre
1780 y 1784 y Teodoro de Croix, entre 1784 y 1790, destinadas a revitalizar la
administración virreinal con actuaciones como la incorporación del sistema de
intendencias. Con ellos se intentó profesionalizar el gobierno, sustituyendo las inoperantes
figuras de los corregidores y los alcaldes mayores, dedicando especial interés a todo lo
relacionado con la hacienda. La reorganización territorial llevada a cabo a lo largo de ese
siglo implicó desmembrar dos vastas regiones del virreinato peruano para conformar con
ellas otros dos nuevos virreinatos: el virreinato de Nueva Granada en 1717, restaurado en
1739 tras un periodo de supresión, y luego el virreinato del Río de la Plata, creado en 1776.
Estas pérdidas de territorio supusieron la pérdida de protagonismo del virreinato del Perú
como centro económico de España en Sudamérica aunque continuó siendo el bien más
valioso de la Corona, debido a su poder político, social y cultural.
La posterior política económica de los Borbones, que permitió el comercio directo entre los
puertos españoles y diversos puertos sudamericanos
(Maracaibo, Guayaquil, Arica, Valparaíso, etc.), redujo el tráfico comercial a través del
puerto del Callao y afectó a las rentas del virreinato, que tras la separación del Río de la
Plata quedó confinado a las rutas comerciales secundarias del océano Pacífico, mientras
que el tráfico comercial más lucrativo (el del océano Atlántico) quedaba bajo dominio de
los puertos de Buenos Aires o Cartagena de Indias, fuera de la influencia del virreinato
peruano. La ciudad de Lima, antaño principal ciudad de Sudamérica y poseedora de una
vida cortesana y comercial comparable a la de la propia Madrid, perdió gran parte de su
antigua riqueza en la segunda mitad del siglo XVIII, a lo cual se unió la continua merma de
los ricos depósitos de plata de Potosí que habían sustentado la economía virreinal durante
dos siglos, hasta que todo el territorio de Charcas, también conocido como Alto Perú
(actual Bolivia) quedó unido al virreinato rioplatense en 1776. Los últimos años del
mencionado siglo, si bien generaron una administración más eficiente y un mejor manejo
de los recursos del virreinato en beneficio de España, mostraron un serio declive de la
riqueza general del virreinato peruano.

La expulsión de los jesuitas en 1768 ocasionó que el territorio de la Comandancia General


de Maynas, perteneciente al virreinato de Nueva Granada, cayera en un casi total abandono,
dadas las dificultades de acceso, lo cual hizo temer a la Corona su pérdida debido a la
política expansionista de los portugueses en la cuenca amazónica. El rey encargó al antiguo
gobernador de Maynas, Francisco Requena, que realizara un informe sobre la situación del
citado territorio. Requena informó que los funcionarios civiles y eclesiásticos de Quito y
Bogotá estaban en situación de no poder ocuparse de la región, por lo que sugirió que esta
fuera reincorporada al virreinato del Perú junto con el Gobierno de Quijos, y que se
estableciera un obispado de misiones allí.

Teniendo en cuenta el informe de Requena, el rey dispuso el 15 de julio de 1802 crear el


Obispado y la Comandancia General de Maynas. Del contenido de la cédula de 1802 se
deduce claramente que su objetivo principal era detener los avances portugueses en los
territorios de la Corona española.

La Real Cédula de 1802 dice:


He resuelto que tenga por segregado del virreinato de Santa Fe y de la provincia de Quito
y agregado a ese virreinato el Gobierno y Comandancia General de Maynas con los
pueblos del Gobierno de Quijos, excepto el de Papallacta por estar todos ellos a las orillas
del río Napo o en sus inmediaciones, extendiéndose aquella Comandancia General no sólo
por el río Marañón abajo, hasta las fronteras de las colonias portugueses, sino también
por todos los demás ríos que entran al Marañón por sus margines septentrional y
meridional como son Morona, Huallaga, Paztaza, Ucayali, Napo, Yavari, Putumayo,
Yapurá y otros menos considerables, hasta el paraje en que estos mismos por sus altos y
raudales dejan de ser navegables: debiendo quedar también a la misma Comandancia
General los pueblos de Lamas y Moyobamba... YO EL REY
El cumplimiento efectivo de la Real Cédula de 1802 ha sido motivo de disputas posteriores
entre los gobiernos del Perú, Colombia y el Ecuador. Sin embargo, el 28 de marzo de 1803
la Junta de Fortificaciones de América lo solicitó, el rey Carlos IV emitió la Real Orden del
7 de julio de 1803, por la cual en lo militar el Gobierno de Guayaquil volvió a depender del
virreinato del Perú, aunque la administración mercantil de la ciudad continuó bajo el
virreinato de Nueva Granada, dependiente de Cartagena de Indias.

… debe depender el gobierno de Guayaquil del virrey de Lima y no del de Santa Fe, pues
éste no puede darle, como aquel en los casos necesarios, los precisos auxilios, siendo el de
Lima por la facilidad y la brevedad con que puede ejecutarlo, quien le ha de enviar los
correos de tropas, dinero, pertrechos, armas y demás efectos de que carece aquel
territorio; y por consiguiente, se halla en el caso de vigilar mejor, y con más motivo que el
de Santa
Fe, …

Y con la Real cédula del 10 de febrero de 1806, el rey ratifica que la agregación del
gobierno de Guayaquil al virreinato del Perú era absoluta y no solo en los asuntos militares:

En vista de lo que consultan Uds. en carta de


25 de marzo del año próximo anterior, sobre
la provincia de Guayaquil, a consecuencia
de la agregación al virreinato de Lima, debe
depender de la parte mercantil de ese
consulado o del de dicho Lima; se ha
servido Su Majestad, declarar que la
agregación es absoluta; y por
consiguiente, que la parte mercantil debe depender del mencionado consulado de Lima y no
de ése.
El Virreinato del Perú en 1810. La Capitanía General de Chile se independiza del virreinato
en 1798. En 1802 se le agrega Maynas y Quijos. En 1803 se le agrega Guayaquil y el
territorio del Paposo.

Emancipación
Artículo principal: Guerras de independencia hispanoamericanas

A partir de los inicios del siglo XIX, se produjeron los estallidos revolucionarios en la
América española. El virrey José Fernando de Abascal y Sousa hizo del virreinato peruano
el baluarte, reducto y centro de la contrarrevolución en favor de la monarquía; desde este
virreinato se contuvo el avance de la revolución argentina, se reconquistó Chile y se
sofocaron los levantamientos de Quito. También fueron reprimidos todos los intentos
revolucionarios —en particular, la rebelión del Cuzco— y toda manifestación de signo
independentista en el propio virreinato. Sin embargo,
Guayaquil se proclamó Estado independiente en 1820
y recibió la ayuda gran colombiana del general Simón
Bolívar.

Después de la victoria del Ejército de los Andes sobre


los realistas, Chile declaró su independencia en 1818 y
organizó junto con las Provincias Unidas del Río de la
Plata una expedición militar al mando del Libertador
general José de San Martín, la cual desembarcó en el
puerto de Pisco (al sur de Lima) el 8 de septiembre de
1820. A partir de ese momento, diversas provincias y pueblos del Perú empezaron a
declarar su independencia de España, tales como Huamanga, Tarma, Lambayeque,
Ferreñafe, Trujillo y Cajamarca. Finalmente, en 1821 San Martín ocupó la capital virreinal
(Lima) y proclamó la Independencia del Perú el 28 de julio de ese mismo año.

La sede virreinal fue trasladada al Cuzco y el virreinato español del Perú se mantuvo en los
territorios no independizados hasta el año 1824, en que —tras la batalla de Ayacucho— se
firmó la Capitulación de Ayacucho entre el general José de Canterac y Antonio José de
Sucre al mando de las fuerzas militares revolucionarias, dando fin al virreinato del Perú. La
capitulación fue aceptada sin resistencia por Pío Tristán a la cabeza del gobierno del
virreinato a la llegada al Cuzco del Ejército Libertador tres semanas más tarde. El 7 de abril
de 1825 el Alto Perú se independizó como República de Bolívar. En enero de 1826 se puso
fin a toda resistencia militar en Chiloé y en El Callao.
Ubicación territorial
El virreinato del Río de la Plata nació de una escisión del virreinato del Perú e integró los
territorios de las gobernaciones de Buenos Aires, Paraguay, Tucumán y Santa Cruz de la
Sierra, el corregimiento de Cuyo (que hasta entonces pertenecía a la capitanía general de
Chile) y los corregimientos de la provincia de Charcas. Aquella jurisdicción estaba
conformada por los territorios correspondientes a las actuales repúblicas de Argentina
(incluyendo las disputadas islas Malvinas), Uruguay, Paraguay y Bolivia, así como también
partes que desde la segunda mitad del siglo XIX están incorporadas a Brasil, y sectores del
norte de Chile y del sureste de Perú. Además incluyó las islas africanas de Fernando Poo
(hoy Bioko) y Annobón en la actual Guinea Ecuatorial,4 cedidas por Portugal a España en
1777.
Se situaba en el Cono Sur de América del Sur sobre el océano Atlántico y es tema de
disputa si en algún momento poseyó costas en el océano Pacífico sur.
Razones que llevaron a la creación del virreinato
La enorme superficie que abarcaba el virreinato del Perú dificultaba las tareas de gobierno,
lo cual fue un poderoso motivo para la división de ese territorio.

Otras causas que influyeron en la decisión de efectuar esa separación fueron: la ambición
de Portugal sobre la Banda Oriental, en donde se hallaban la Colonia del Sacramento y las
Misiones Orientales, así como el constante avance lusitano sobre toda la frontera
hispanoportuguesa en América del Sur; la creciente importancia que iba cobrando Buenos
Aires como centro comercial; el valor del estuario del río de la Plata como entrada hacia el
interior del continente y la defensa de los puertos de Buenos Aires y Montevideo; y las
sucesivas expediciones de Gran Bretaña y de Francia sobre las costas de la Patagonia.

La Ruta del Galeón


El itinerario implantado por el monopolio comercial español en los virreinatos fue, desde
1573, llamado oficialmente la Ruta del Galeón. Esta ruta fue utilizada para el intercambio
comercial entre España y las Indias en dos flotas anuales destinadas a los puertos de
Veracruz —Flota de Nueva España— en Nueva España y Portobelo, en Panamá, —Flota
de Tierra Firme—. Las remesas de plata, oro, esmeraldas, perlas y demás bienes que salían
desde el virreinato del Perú iban regularmente desde el puerto del Callao hasta la ciudad de
Panamá. Desde allí los cargamentos de riquezas eran llevados por tierra a Portobelo y desde
ese puerto las armadas de galeones surcaban el mar Caribe tocando los puertos de
Cartagena de Indias, Santa Marta y Santo Domingo, para luego cruzar el océano Atlántico
hasta el puerto de Sevilla, que fue el único puerto habilitado de embarque y desembarque
hasta 1765. En el sentido inverso los productos de España llegaban al Callao y de allí
podían llegar a lomo de mula a Potosí, desde donde seguían hasta Buenos Aires. Portobelo,
Cartagena de Indias y La Habana, eran los baluartes principales para la protección de la
Ruta del Galeón, y en Portobelo se realizaban las ferias de intercambio comercial.

El 21 de noviembre de 1739 fuerzas británicas capturaron, saquearon y destruyeron


Portobelo, lo que demostró paulatinamente a las autoridades españolas que convenía
oficializar una ruta más segura, pensándose en la hasta entonces usada para el "contrabando
ejemplar": la que desde el Alto Perú transportaba clandestinamente las riquezas por el
Camino Real, pasando por Salta y Córdoba hasta llegar al puerto de Buenos Aires, puerto
que había crecido precisamente por el "contrabando ejemplar". El Río de la Plata era la
principal alternativa a la Ruta del Galeón, lo que lo convertía en vulnerable a ataques
enemigos y hacía necesario un fortalecimiento de la presencia española en él. Desde 1662
existía la Aduana Seca de Córdoba que aplicaba impuestos del 50% a los productos que del
Río de la Plata pasaban al Perú, sin distinguir si su origen era legal o del contrabando.
En 1778 el rey Carlos III promulgó el Reglamento para el Comercio Libre de España e
Indias que puso fin a la ruta monopólica abriendo al comercio recíproco 13 puertos de
España y 25 de las Indias, entre ellos Buenos Aires y Montevideo. En cada uno de ellos
debían crearse consulados de comercio, pero solo los navíos matriculados en España podían
utilizar esos puertos. En 1795 el rey habilitó el comercio con las colonias no españolas y
permitió que los navíos matriculados en las Indias pudieran comerciar con puertos
españoles. Todas estas reformas borbónicas modificaron sustancialmente los poderes y
factores económicos tanto peninsulares como hispanoamericanos.

Historia El Proyecto Del Virreinato Austral


El 8 de octubre de 1773 el rey Carlos III pidió informes al virrey del Perú, a la Real
Audiencia de Lima, y al gobernador de Buenos Aires, respecto de la posible creación de
una audiencia en el Tucumán.
El virrey Manuel de Amat y Junient le respondió el 22
de enero de 1775 expresando los motivos por los que
creía debía reinstalarse una audiencia en Buenos
Aires y crearse un virreinato con capital en Chile que
abarcara el Río de la Plata.
El 18 de noviembre de 1775 fueron repetidos los
pedidos de informes a la Real Audiencia de Lima y al
gobernador de Buenos Aires, que no los habían
remitido.
Cuando el proyecto aún estaba en estudio, el 1 de
abril de 1776 el comandante general portugués de São
José do Norte, el alemán Johann Heinrich Bohm,
atacó los fuertes de Santa Bárbara y Trinidad y recuperó la villa de Río Grande, que había
sido conquistada por Pedro de Cevallos el 12 de mayo de 1763, cuando era gobernador de
Buenos Aires.10 Este conflicto con Portugal precipitó la decisión del rey de crear un
virreinato basado en el Río de la Plata y no en Chile. Imperios español y portugués en 1790.
El Virreinato Personal
Pedro de Cevallos, primer virrey del Río de la Plata.

El 27 de julio de 1776 el gobernador de Madrid,


teniente general Pedro de Cevallos, recibió una nota
con el nombramiento de comandante de la
expedición a la América meridional que se alistaba
en Cádiz, junto con el mando de las provincias del
distrito de la Real Audiencia de Charcas y el
corregimiento de Cuyo, en carácter de virrey y
capitán general. Una vez concluida la expedición, Cevallos debía retornar a su cargo en
Madrid, «dejando entónces el mando militar i político de las provincias del Rio de la Plata
en los términos en que han estado hasta ahora (sic)».
El 1 de agosto de 1776 el rey Carlos III formalizó el nombramiento mediante una real
cédula, nombrando a Cevallos:

(…) mi Virrey, Gobernador y Capitán General de las de Buenos Aires, Paraguay y


Tucumán, Potosí, Santa Cruz de la Çierra, Charcas, y de todos los Corregimientos, pueblos
y territorios a que se extienden la jurisdicción de aquella Audiencia, la qual podréis
presidir, en el caso de ir a ella, con las propias facultades y autoridad que gozan los demás
Virreyes de mis dominios de las Indias, según las Leyes de ellas; comprehendiéndose
asimismo vajo de vuestro mando y jurisdicción los territorios de las ciudades de Mendoza
y San Juan del Pico, que oi se hallan dependientes de la Gobernación de Chile; con
absoluta independencia de mi Virrey de los Reynos del Perú, durante permanescáis en
aquellos paízes, así en todo lo respectibo al Govierno militar, como al político y
Superintendencia General de Real Hazienda, en todos los ramos y productos della.
Real cédula de erección del virreinato del Río de la Plata.

La real cédula de 1776 creó un virreinato personal en favor de Cevallos, 12 mientras durara
su permanencia en el territorio, dispensado de todas las formalidades y exigencias a las que
estaban sometidos los virreyes de acuerdo a las Leyes de Indias. El objetivo era poner en
manos del comandante de la expedición todos los recursos disponibles en los territorios del
Alto Perú, las gobernaciones del Paraguay, Tucumán y del Río de la Plata y el
corregimiento de Cuyo.

La real cédula expresaba «que luego que estéis navegando, á la salida de Cádiz, os deis á
reconocer por tal Virrey, Governador y Capitán General en todos los buques de guerra y
de trasporte, para que se hallen en esta inteligencia y estén á vuestras órdenes quantos ban
embarcados en ellos (sic)».
La flota partió de Cádiz el 13 de noviembre de 1776.

La expedición de Ceballos
Véase también: Segunda expedición de Cevallos a Río Grande

El rey enviaba la expedición «dirijida á tomar satisfacción á los portugueses por los
insultos cometidos en mis provincias del Rio de la Plata», de modo que su administración
sobre el territorio rioplatense y las ciudades de Cuyo incorporadas tendrían en principio un
fuerte carácter militar. En ese momento inaugural el virreinato del Río de la Plata incluyó a
todo el territorio que actualmente son los estados brasileños de Río Grande del Sur
(llamado por los españoles Río Grande de San Pedro), Santa Catarina y amplias zonas que
hoy son parte de Paraná y Mato Grosso del Sur así como pequeños sectores que
actualmente corresponden al oeste del Mato Grosso. Cevallos inició su campaña intentando
llevar el límite de los territorios portugueses al este de la línea del Tratado de Tordesillas
(que España situaba en la isla Cananéia) y para ello los desalojó de las plazas de Colonia
del Sacramento, Río Grande y la población de Nuestra Señora del Destierro -actual
Florianópolis- en la isla de Santa Catalina.

El 20 de febrero de 1777 la gran expedición de 116 barcos desembarcó tropas en la isla de


Santa Catalina, que se rindió el 5 de marzo, quedando el teniente coronel Juan Roca como
gobernador. Luego, al no poder atacar Río Grande por causas climáticas, la flota se dirigió
al sur de la Banda Oriental, llegando a Montevideo el 20 de abril de 1777. El 4 de junio se
rindió el gobernador portugués de Colonia del Sacramento, que fue arrasada por orden de
Cevallos. Luego continuó la ofensiva por tierra en el este del territorio y tomó la Fortaleza
de Santa Teresa y el Fuerte de San Miguel, avanzando sobre la población de Río Grande,
pero la ofensiva fue detenida el 4 de septiembre de 1777, al conocerse las tratativas de paz
entre España y Portugal.

El 1 de octubre de 1777 fue firmado el Tratado de San Ildefonso entre España y Portugal,
que acordó la soberanía española sobre la Colonia del Sacramento y la isla San Gabriel,
pero obligó a España a renunciar definitivamente a la isla de Santa Catalina y al territorio
de Río Grande, al norte de la Banda Oriental, que había ido siendo ocupado paulatinamente
por Portugal y cuya posesión se había consolidado con el Tratado de Madrid (1750).
España recibió también la cesión de las islas de Annobón y Fernando Poo en el golfo de
Guinea.

La Creación Permanente Del Virreinato


Finalizadas las hostilidades con Portugal, Cevallos llegó a Buenos Aires el 15 de octubre y
el 6 de noviembre de 1777 dictó el Auto de libre internación con lo cual quedó autorizado
el comercio libre de Buenos Aires con Perú y Chile, tanto para los frutos de la tierra, como
para los de España. Previamente, el 8 de julio de 1777 había prohibido la extracción de oro
y plata sin amonedar si no era por el puerto de Buenos Aires. Estas medidas golpeaban a los
comerciantes de Lima, pero contaban con el aval de los de Cádiz.

El rey emitió el 27 de octubre de 1777 en San Lorenzo de El Escorial otra real cédula, por
la que dio por definitivamente constituido el virreinato, terminando con su carácter
excepcional y personal:
(...) Don Juan José de Vertiz, Teniente General de mis Reales Ejércitos: Por mi cédula de 1º
de agosto del año próximo pasado, tuve por conveniente nombrar para Virey, Gobernador
y Capitan General de las Provincias del Rio de la Plata, y distrito de la Audiencia de
Charcas con los territorios de las ciudades de Mendoza y San Juan de la Frontera ó del
Pico de la Gobernación de Chile, al Capitán General de mis Reales Ejércitos don Pedro de
Cevallos, mediante las circunstancias que entonces concurrían para ello, y durante se
mantuviese este Capitán General en la comisión á que fue destinado en esa América
meridional. Y comprendiendo ya lo muy importante que es á mi Real servicio y bien de mis
vasallos en esa parte de mis dominios la permanencia de esta dignidad, porque desde Lima
á distancia de mil leguas no es posible atender al Gobierno de las expresadas Provincias
tan remotas, ni cuidar á que el Virey de ellas dé la fuerza y conservación de ellas en tiempo
de guerra: He venido en resolver la continuación del citado empleo de Virey, Gobernador y
Capitán General de las Provincias de Buenos Aires, Paraguay, Tucumán, Potosí, Santa
Cruz de la Sierra, Charcas, y de todos los corregimientos, pueblos y territorios á que se
extiende la jurisdicción de aquella Audiencia, comprendiéndose assi mismo bajo del propio
mando y jurisdicción, los territorios de las ciudades de Mendoza y San Juan del Pico, que
estaban a cargo de la gobernación de Chile, con absoluta independencia del Virey de Perú
y del presidente de Chile (...)
Real cédula declarando permanente la erección del virreinato del Río de la Plata.

Al arribar a Buenos Aires el nuevo virrey, el teniente general Juan José de Vértiz y Salcedo,
Cevallos le entregó el mando el 28 de junio de 1778, retornando a España con la mayor
parte de las tropas con las que había expedicionero, muriendo el 26 de diciembre de ese
año.13
La Real Ordenanza de Intendentes
Ordenanza de Intendentes del Río de la Plata.

El 25 de octubre de 1777 el rey nombró a Manuel Ignacio Fernández como «intendente de


todos los ramos de la Real Hacienda», para ocuparse del cobro, custodia y empleo de la
renta de todo el virreinato.14
En 1781 el virrey Vértiz envió al Alto Perú una fuerza militar para colaborar en la
sofocación de la rebelión de Túpac Amaru II. La fuerza fue comandada por el coronel
Ignacio Flores, nombrado presidente de Charcas.

Para su mejor administración, la Real Ordenanza de Intendentes de Ejército y Provincia de


28 de enero de 1782, dividió el virreinato del Río de la Plata en ocho intendencias, a saber:
Buenos Aires, San Miguel de Tucumán, Cuyo, Paraguay, Santa Cruz de la Sierra, Potosí,
La Paz y Chuquisaca. Suprimió los corregimientos y gobiernos políticos militares a
excepción de los de Montevideo y de las Misiones guaraníes. Cada intendencia quedó
encabezada por un intendente, disponiendo la ordenanza: «Art. 6: Mando que los
intendentes tengan a su cargo los cuatro ramos, de Justicia, Policía, Hacienda y Guerra,
dándoles para ello, como lo hago, toda la jurisdicción y facultades necesarias, con
respectiva subordinación y dependencia al virrey y Audiencias de aquel virreinato.»

El 14 de abril de 1783 fue dictada la real cédula que restableció la Real Audiencia de
Buenos Aires, la cual tenga por distrito la provincia de este nombre y las tres del
Paraguay, Tucumán y Cuyo. La instalación solemne de la Real Audiencia tuvo lugar el 8 de
agosto de 1785.
Antes de que las reformas se llevaran a efecto, el 5 de agosto de 1783 el rey hizo en San
Ildefonso 17 modificaciones a la real ordenanza de 1782, manteniendo los gobiernos
político militares de Moxos y de Chiquitos, que había ordenado suprimir, y modificando las
intendencias de Cuyo, San Miguel de Tucumán y Santa Cruz de la Sierra que pasaron a ser
parte de Córdoba del Tucumán, Salta del Tucumán, y Cochabamba, respectivamente. El
régimen de intendencias fue puesto en vigor por el virrey en 1784.

La Ocupación De Las Misiones Orientales Por Portugal


Artículo principal: Conquista portuguesa de las Misiones Orientales

El 8 de agosto de 1801 un grupo de irregulares portugueses aliados con algunos guaraníes


descontentos, en el contexto de la guerra de las Naranjas que se desarrollaba en Europa,
ocuparon el pueblo de San Miguel Arcángel y pocos días después conquistaron el resto de
las Misiones Orientales y el pueblo de San Francisco de Borja. Otras fuerzas portuguesas se
apoderaron de las guardias entre los ríos Piratiní y el Yaguarón, Batoví, el Fuerte de Santa
Tecla, la Guardia de San Martín y el área costera hasta el arroyo Chuy. En enero de 1802
arrasaron el Fuerte de San José ubicado en la margen sur del río Apa en el Paraguay.
Aunque el rey portugués aceptó devolver las conquistas, nunca lo hizo.

Las Invasiones Inglesas


Artículo principal: Invasiones Inglesas
En 1806, en el contexto de las Guerras Napoleónicas y en el marco de la undécima guerra
anglo-española, el Reino Unido -potencia que desde el siglo XVIII había comenzado su
movimiento ascensional respecto de Francia en la guerra colonial, en especial en las
posesiones territoriales de la India y América del Norte, principalmente Canadá- colisionó
con el nuevo expansionismo global francés del emperador Napoleón Bonaparte y ocupó la
Colonia del Cabo, ubicada en Sudáfrica. Al mismo tiempo aprovechó que el Imperio
español se encontraba en una situación sumamente crítica -ya que existía en España una
solapada contienda por el trono-, para desde África y siguiendo el Plan Maitland, intentar
invadir el estuario del Río de la Plata, núcleo y principal vía de acceso hacia el interior del
virreinato del Río de la Plata. Sus intereses aquí eran dobles: militar y comercial. Debido a
la toma de Buenos Aires por los británicos, el virrey Rafael de Sobremonte se trasladó a
Córdoba, ciudad a la que declaró capital interina del virreinato el 14 de julio de 1806. Esta
primera invasión británica concluyó con la derrota de estas fuerzas, que debieron abandonar
la región.

En 1807 el Reino Unido intentó una segunda invasión con el mismo fin de apoderarse del
Río de la Plata, la que finalizó con idéntico resultado y que frustró los planes colonialistas
británicos en el virreinato.

Si bien no tuvieron éxito, las invasiones inglesas (que no fueron algo repetido en otras
regiones españolas en América) colaboraron con la crisis política que se desencadenaría en
el virreinato del Río de la Plata y acabaría en la Revolución de Mayo. Estos sucesos dejaron
en evidencia la fragilidad del orden colonial español, ya sea de sus instituciones
administrativas, de sus funcionarios y de su defensa militar.

Rechazo Al Rey Francés


Artículo principal: Junta Suprema Central

Napoleón Bonaparte y José I enviaron al marqués de Sassenay al Río de la Plata con el fin
de hacer jurar lealtad al nuevo monarca impuesto en España por la ocupación francesa y dar
a conocer las Abdicaciones de Bayona de los reyes Carlos IV y su hijo Fernando VII.
Cuando el marqués de Sassenay llegó a Buenos Aires en julio de 1808, el virrey Santiago
de Liniers realizó consultas con la Real Audiencia y con el cabildo de Buenos Aires para
decidir qué posición tomar, pero tanto el cabildo como la audiencia rechazaron las
exigencias francesas y quemaron los pliegos que les había presentado el enviado de
Napoleón, a quien otorgaron un breve plazo para abandonar la ciudad. Sassenay se dirigió a
Montevideo pero allí fue apresado por el gobernador Francisco Javier de Elío. El 21 de
agosto se realizó en Buenos Aires la jura de reconocimiento del rey Fernando VII como
soberano español. En septiembre de 1808 Liniers declaró la guerra a Napoleón y a José I y
reconoció la Junta Suprema Central instalada en Sevilla. José Manuel de Goyeneche fue
enviado como delegado para hacer jurar en el Perú y el Río de la Plata lealtad a la Junta de
Sevilla. Posteriormente la junta envió a Baltasar Hidalgo de Cisneros como nuevo virrey en
reemplazo de Liniers.

Movimientos De Chuquisaca Y La Paz


Artículos principales: Revolución de Chuquisaca y Junta Tuitiva.

Para sofocar las revueltas de Chuquisaca y La Paz, el virrey Cisneros envió desde Buenos
Aires un contingente de quinientos hombres al mando de Vicente Nieto, secundado por el
capitán de navío José de Córdoba y Rojas. La expedición partió el 4 de octubre de 1809 y al
llegar a Chuquisaca no hizo falta que entraran en combate, pues el foco insurreccional le
prestó acatamiento, mientras que La Paz fue ocupada por Goyeneche con fuerzas del
virreinato del Perú.

La Revolución de Mayo y desintegración del virreinato


Artículo principal: Revolución de Mayo

El 25 de mayo de 1810 se produjo la Revolución de Mayo en Buenos Aires, que depuso al


virrey Cisneros y nombró a una junta provisional de gobierno que se negó a reconocer al
Consejo de Regencia de España e Indias. La triunfante revolución de la capital marcó el
inicio del fin del virreinato.
El 13 de julio de 1810 el virrey del Perú tomó la medida excepcional de reincorporar
provisoriamente las intendencias de La Paz, Potosí, Chuquisaca y Córdoba del Tucumán al
virreinato del Perú, aunque en la práctica la anexión incluyó también las intendencias de
Cochabamba y Salta del Tucumán, y los gobiernos de Moxos y Chiquitos. Lo hizo a pedido
del presidente de Charcas, del gobernador de Potosí y también de otras autoridades,
aclarando en el decreto de anexión que lo hacía: hasta que se restablezca en su legítimo
mando el Excmo. Señor Virey de Buenos-Ayres, y demás autoridades legalmente
constituidas, pues solo el rey podía desmembrar formalmente territorio de un virreinato.

La Guerra De Independencia Y El Final Del Virreinato


Véanse también: Guerra de la Independencia Argentina y Surgimiento del Estado argentino.

El 19 de enero de 1811 Francisco Javier de Elío declaró a Montevideo capital del virreinato
y asumió como virrey del Río de la Plata, cargo para el que fue nombrado por el Consejo de
Regencia el 31 de agosto de 1810, pero la población rural de la Banda Oriental rechazó su
autoridad en febrero de 1811, hecho conocido como "Grito de Asencio". El 18 de mayo de
ese año, José Gervasio Artigas derrotó en la batalla de Las Piedras al jefe realista José
Posadas, quedando Elío sólo con el control de la Colonia del Sacramento y la sitiada ciudad
de Montevideo, mientras que las tropas revolucionarias de la junta de Buenos Aires
controlaban el resto de la Banda Oriental.

El 20 de octubre de 1811, Elío y la junta de Buenos Aires firmaron un armisticio que


devolvía al control realista la Banda Oriental y las villas entrerrianas de Gualeguay y
Concepción del Uruguay.

Por orden del Consejo de Regencia, Elío dejó el cargo de virrey el 18 de noviembre de
1811, asumiendo el mariscal de campo Gaspar de Vigodet como capitán general y
gobernador de las provincias del Río de la Plata y presidente de la Real Audiencia de
Buenos Aires. A mediados de diciembre Elío se embarcó para España.
Tres importantes hechos fueron determinantes para la gesta revolucionaria de la región del
Río de la Plata. Dos batallas, las únicas de carácter campal que se libraron en el actual
territorio argentino durante el transcurso de la guerra de la Independencia, decidieron
sendas victorias de los ejércitos patriotas sobre los reales y se debieron al general
independentista Manuel Belgrano. A la batalla de Tucumán, librada el 24 y 25 de
septiembre de 1812, denominada por su vencedor como "el Sepulcro de la Tiranía", le
siguió un segundo triunfo rioplatense en la batalla de Salta, el 20 de febrero de 1813, que
logró expulsar a los ejércitos del rey de la ciudad y que liberó definitivamente a las
provincias ubicadas al sur del dominio realista. El 23 de junio de 1814 Vigodet —último
gobernante español propio del virreinato del Río de la Plata— se rindió en Montevideo a
las tropas revolucionarias comandadas por el general Carlos María de Alvear, quedando la
Banda Oriental también libre de la dominación de la corona española.

El 6 de diciembre de 1822 el coronel español Pedro Antonio de Olañeta se retiró del


territorio jujeño que había invadido, hecho que marcó el final de la presencia militar
española en lo que actualmente es la República Argentina. El Ejército Unido Libertador del
Perú llevó adelante al mando de Antonio José de Sucre la campaña final sobre los últimos
reductos realistas del exvirreinato del Río de la Plata en el Alto Perú, que concluyó el 1 de
abril de 1825 con el combate de Tumusla. Después de tenerse en la corte española noticias
de la derrota realista en la batalla de Ayacucho y sin conocerse la muerte de Olañeta a
orillas del río Tumusla, este fue nombrado nominalmente virrey del Río de la Plata el 27 de
mayo de 1825.

La banda de los Hermanos Pincheira continuó desde 1817 realizando saqueos y ataques en
nombre del rey de España en Chile, Cuyo y la Patagonia argentina hasta su derrota
definitiva en la batalla de las lagunas de Epulafquen el 14 de enero de 1832 por obra del
general chileno Manuel Bulnes.
En la segunda mitad del siglo XIX, España reconoció sucesivamente la independencia de
las repúblicas surgidas del virreinato (fechas de los canjes de ratificaciones de los tratados):
Argentina (27 de junio de 1860), Bolivia (12 de febrero de 1861), Paraguay (8 de abril de
1882) y Uruguay (9 de octubre de 1882).
Organización Territorial Del Virreinato
Artículos principales: Organización territorial del Virreinato del Río de la Plata y Diócesis
católicas indianas españolas.

La primera desde 1776 a 1784 implicaba la existencia de una sola audiencia y la


conservación de las gobernaciones, gobiernos y corregimientos con los que se había
constituido el virreinato: 4 gobernaciones y 3 corregimientos, quedando bajo su
dependencia 5 gobiernos político militares (o "provincias subordinadas"), 20
corregimientos indígenas, dos corregimientos de españoles subordinados y una
comandancia político militar. El corregimiento de Cuyo fue transferido desde la Real
Audiencia de Chile a la jurisdicción de la de Charcas. Se agregaron en 1778 la
Superintendencia de los Establecimientos Patagónicos (1778-1785) y la efímera
gobernación de Fernando Poo y Annobón (17781780), no pudiendo conservarse la
gobernación creada en la isla de Santa Catalina luego de la paz con Portugal en 1777.

A partir de 1784 se aplicó el régimen de gobernaciones intendencias, creándose 8 de ellas a


las que se le dio el nombre de provincias y los corregimientos pasaron a ser partidos,
restableciéndose la Real Audiencia de Buenos Aires. Los gobiernos político militares
fueron mantenidos a excepción del gobierno de Chucuito. La Superintendencia de los
Establecimientos Patagónicos subsistió hasta 1785, cuando fue transformada en la
comandancia de Patagones. En 1784 fue creada la intendencia de Puno con parte de la de
La Paz, pero fue transferida al virreinato del Perú en 1796. Desde 1787 tres partidos de esta
intendencia pasaron a integrar la nueva Real Audiencia del Cuzco, a la que se integraron los
demás desde 1796. Al momento de la Revolución de Mayo en 1810, las 8 intendencias
tenían bajo su dependencia a 40 partidos, 4 gobiernos político militares y dos tenencias de
gobierno.

Existían además varias comandancias político militares ubicadas en zonas de frontera con
el Brasil portugués, y por esto particularmente militarizadas, y otras ubicadas en puntos
estratégicos y vulnerables (como la Comandancia de las Islas Malvinas) , las cuales estaban
bajo la dependencia directa del virrey.

Eclesiásticamente todo el virreinato formaba una provincia de la Iglesia católica, el


arzobispado de Charcas, de cuyo arzobispo eran sufragáneos 6 obispos diocesanos, siendo
el de Salta creado en 1806. Al pasar al virreinato del Perú la intendencia de Puno en 1796,
los partidos de Chucuito y Paucarcolla continuaron dependiendo del obispado de La Paz.

¿CÓMO INFLUYÓ LA UBICACIÓN EN SU DESARROLLO ECONÓMICO,


CULTURAL Y POLÍTICO?

La ubicación geográfica del Perú ha tenido un impacto significativo en su desarrollo


económico, cultural y político a lo largo de la historia. Ubicado en la costa occidental de
América del Sur, con una extensa costa en el océano Pacífico, el país ha sido un punto de
encuentro entre diversas culturas y ha sido influenciado por su geografía de varias maneras:

• Estratégico Comercial: Situado en la costa occidental de América del Sur, el


Perú era un importante centro comercial entre España y sus colonias en
Sudamérica.
• Riqueza Mineral: La región era rica en minerales como el oro y la plata, lo que
atrajo la atención y la inversión de España.
• Centro de Producción Agrícola: Sus diversas regiones geográficas permitieron
la producción de una amplia gama de productos agrícolas, desde cacao hasta
maíz.
• Puerto Principal: Lima, la capital del virreinato, estaba estratégicamente
ubicada como un importante puerto comercial en el Pacífico.
Centralidad Política: Lima se convirtió en el centro político y administrativo del
• virreinato, facilitando el control colonial.

• Intersección Cultural: La ubicación geográfica permitió la interacción entre diversas


culturas indígenas, europeas y africanas.

• Diversidad Geográfica: Desde la costa desértica hasta las montañas andinas y


la selva amazónica, el virreinato tenía una gran diversidad geográfica que
influyó en su desarrollo.

• Rutas Comerciales: Las rutas comerciales terrestres y marítimas pasaban por el Perú,
conectando el virreinato con otras colonias y Europa.

• Control de Recursos Naturales: España controlaba los recursos naturales del


virreinato, como minerales y productos agrícolas, gracias a su ubicación
estratégica.

• Difusión Cultural: La ubicación del Perú permitió la difusión de la cultura


española en América del Sur, pero también la preservación de las tradiciones
indígenas.

• Poder Religioso: Lima se convirtió en un centro religioso importante, con la presencia de


la Iglesia Católica que ejercía influencia sobre la población.

• Defensa Estratégica: La ubicación del Perú en la costa occidental le otorgaba importancia


estratégica en términos de defensa colonial.

• Punto de Encuentro: El Perú era un punto de encuentro para diferentes grupos étnicos
y culturales, lo que contribuyó a su diversidad.

• Colonización Costera: La costa peruana fue colonizada primero debido a su accesibilidad


desde el océano y su potencial para la agricultura y el comercio.

• Centro de Innovación: Lima se convirtió en un centro de innovación y desarrollo


cultural, con la mezcla de influencias europeas e indígenas.

• Influencia Gastronómica: La ubicación geográfica influyó en la diversidad de


ingredientes disponibles, dando lugar a una rica tradición gastronómica.
• Control Político: La ubicación central del Perú facilitó el control político por parte de
las autoridades coloniales españolas.

• Resistencia Indígena: La geografía variada del Perú proporcionó refugios


naturales donde los pueblos indígenas resistieron la colonización española.
• Población Mestiza: La interacción entre españoles, indígenas y africanos dio
lugar a una población mestiza diversa y única.
• Patrimonio Arquitectónico: La ubicación del Perú influyó en su arquitectura,
con la construcción de ciudades coloniales y sitios religiosos que todavía se
conservan hoy en día.

LA IMPORTANCIA DE LA MINERÍA DE PLATA EN AMBOS VIRREINATOS.


¿CUÁLES ERAN LAS PRINCIPALES MINAS Y CÓMO AFECTARON LA
ECONOMÍA REGIONAL?
Se trata de la mina de Potosí, ubicada en lo que hoy es Bolivia. Este yacimiento fue de suma
importancia para la Corona Española durante la época colonial debido a su extraordinaria
producción de plata, la cual representaba una fuente de ingresos para el Imperio español La
importancia de la minería de plata en el Virreinato del Perú fue enorme en varios aspectos.
Primero, fue una fuente crucial de ingresos para el imperio español, ya que la plata extraída
se enviaba a España para financiar sus ambiciones imperiales. Además, la minería de la
plata atrajo una gran cantidad de mano de obra, tanto indígena como esclava africana, lo que
impulsó la migración y la formación de una sociedad colonial diversa. Esta actividad
también condujo al desarrollo de importantes centros urbanos como Potosí, que se convirtió
en una de las ciudades más grandes y ricas de América Latina en ese momento. La minería
de la plata, por tanto, fue un pilar fundamental de la economía, la sociedad y la política del
Virreinato del Perú.

En el Virreinato del Perú, algunas de las principales minas de plata fueron:


1. Mina de Potosí: Ubicada en lo que hoy es Bolivia, fue una de las minas de plata más
grandes y ricas del mundo colonial. La montaña de plata de Potosí fue una fuente
crucial de riqueza para el imperio español durante siglos.
2. Mina de Huancavelica: Situada en el sur de Perú, fue famosa por su producción de
mercurio, utilizado en el proceso de extracción de plata en otras minas. La
importancia estratégica del mercurio la convirtió en una mina clave para el imperio.
3. Mina de Cerro de Pasco: Esta mina, también ubicada en el Perú, fue otra importante
fuente de plata y otros minerales, contribuyendo al crecimiento económico de la
región.

Estas son solo algunas de las principales minas en el Virreinato del Perú, pero hubo muchas
otras que también desempeñaron un papel importante en la economía colonial.

En el Virreinato del Perú, las principales minas eran las de Potosí y las de Huancavelica.
Estas minas tuvieron un impacto significativo en la economía regional de varias maneras:

1. Generación de riqueza: La extracción de metales preciosos, especialmente plata en


Potosí y mercurio en Huancavelica, generó una enorme cantidad de riqueza para el
virreinato y para la corona española. La plata de Potosí era especialmente
importante, ya que representaba una gran parte de la producción mundial en ese
momento.
2. Crecimiento urbano: La actividad minera atrajo a una gran cantidad de población a
las regiones donde se encontraban las minas. Esto llevó al crecimiento de ciudades
como Potosí (aunque estaba fuera del Virreinato del Perú, estaba cercana y tenía un
impacto significativo en la economía regional) y Huancavelica, que se convirtieron
en importantes centros urbanos y comerciales.
3. Desarrollo de la infraestructura: La necesidad de transportar los metales preciosos
desde las minas hasta los puertos y centros de distribución llevó al desarrollo de
infraestructura, como caminos y sistemas de transporte, que beneficiaron a toda la
región.
4. Cambios en la estructura social y económica: La riqueza generada por la minería
tuvo un impacto en la estructura social y económica del virreinato. Se formaron
nuevas clases sociales, como la de los mineros y comerciantes, y surgieron tensiones
sociales debido a la desigualdad en la distribución de la riqueza.

En resumen, las principales minas del Virreinato del Perú, especialmente las de Potosí y
Huancavelica, tuvieron un impacto profundo en la economía regional, generando riqueza,
impulsando el crecimiento urbano y transformando la estructura social y económica de la
región.

VIRREINATO DEL RÍO DE LA PLATA

La minería de plata también fue significativa en el Virreinato del Río de la Plata, aunque en
menor medida que en otras regiones como el Virreinato del Perú o Nueva España. En el área
del Río de la Plata, que incluía regiones como Argentina, Uruguay, Paraguay y partes de
Bolivia, la minería de la plata no alcanzó los mismos niveles de producción masiva como en
otras partes del imperio español. Sin embargo, la extracción de plata y otros minerales fue
importante para el desarrollo económico de la región, contribuyendo a la expansión de la
colonización española y al crecimiento de ciudades como Potosí y Buenos Aires. Además, la
minería de plata en el Río de la Plata fue un factor clave en el establecimiento de rutas
comerciales y en el intercambio económico entre América y Europa.

El Virreinato del Río de la Plata, ubicado principalmente en la región que hoy conocemos
como Argentina, Uruguay, Paraguay y partes de Bolivia y Brasil, tenía varias minas
importantes durante la época colonial. Algunas de las más destacadas eran:

1. Potosí: Aunque se encontraba fuera de los límites geográficos del Virreinato del Río
de la Plata, la mina de Potosí, ubicada en el actual territorio de Bolivia, fue una de
las más ricas y famosas de toda América. La plata extraída de Potosí era vital para la
economía del virreinato.
2. Cerro Rico de Potosí: Este cerro era el lugar donde se encontraba la famosa mina de
Potosí. Fue una de las principales fuentes de plata durante la época colonial.
3. Minas de oro en la región de Córdoba: En la actual provincia de Córdoba, Argentina,
se encontraban varias minas de oro que fueron explotadas durante la colonización
española.
4. Minas de plata en la región de Salta: En la provincia de Salta, Argentina, también se
encontraban minas de plata que contribuyeron a la economía del virreinato.

Estas son solo algunas de las principales minas en el Virreinato del Río de la Plata, que
desempeñaron un papel crucial en la economía colonial española en América del Sur.

En el Virreinato del Río de la Plata, las principales minas eran las de Potosí, Cerro Rico,
ubicadas en lo que hoy es Bolivia, y las minas de oro y plata en las regiones de Córdoba y
Salta, en lo que hoy es Argentina.

Estas minas tuvieron un impacto significativo en la economía regional de varias maneras:

1. Generación de riqueza: La extracción de metales preciosos, especialmente plata,


generó una enorme cantidad de riqueza para el virreinato y para la corona española.
La plata de Potosí era especialmente importante, ya que representaba una gran parte
de la producción mundial en ese momento.
2. Crecimiento urbano: La actividad minera atrajo a una gran cantidad de población a
las regiones donde se encontraban las minas. Esto llevó al crecimiento de ciudades
como Potosí y Córdoba, que se convirtieron en importantes centros urbanos y
comerciales.
3. Desarrollo de la infraestructura: La necesidad de transportar los metales preciosos
desde las minas hasta los puertos y centros de distribución llevó al desarrollo de
infraestructura, como caminos y sistemas de transporte, que beneficiaron a toda la
región.
4. Cambios en la estructura social y económica: La riqueza generada por la minería
tuvo un impacto en la estructura social y económica del virreinato. Se formaron
nuevas clases sociales, como la de los mineros y comerciantes, y surgieron tensiones
sociales debido a la desigualdad en la distribución de la riqueza.

En resumen, las principales minas del Virreinato del Río de la Plata tuvieron un impacto
profundo en la economía regional, generando riqueza, impulsando el crecimiento urbano y
transformando la estructura social y económica de la región.
CAPITALES (LIMA Y BUENOS AIRES): ¿QUÉ PAPEL DESEMPEÑARON EN LA
VIDA COLONIAL? - LA INFLUENCIA CULTURAL, LA ARQUITECTURA Y LAS
INSTITUCIONES EDUCATIVAS EN CADA VIRREINATO

Virreinato del Perú:


- Geografía y Contexto Histórico: El Virreinato del Perú abarcaba la mayor parte de
Sudamérica y estaba centrado en la ciudad de Lima. Su territorio incluía lo que hoy es Perú,
Ecuador, Bolivia y partes de Chile, Argentina y Colombia. Fue establecido en 1542.

- Capital: Lima: Lima era una ciudad importante debido a su ubicación estratégica en
la costa del Pacífico y su papel como centro administrativo y comercial del virreinato. Se
convirtió en una ciudad cosmopolita y próspera debido a la riqueza generada por la minería,
especialmente la extracción de plata en Potosí.

- Papel en la Vida Colonial: Lima fue el corazón político y económico del virreinato.
Como capital, albergaba las principales instituciones gubernamentales y comerciales, así
como una floreciente vida cultural y social.

Virreinato del Río de la Plata:


- Geografía y Contexto Histórico: El Virreinato del Río de la Plata se estableció en
1776 y comprendía principalmente las regiones del actual Argentina, Uruguay, Paraguay y
partes de Bolivia y Brasil. Su nombre proviene del río de la Plata, que constituía una
importante vía fluvial en la región.

- Capital: Buenos Aires: Buenos Aires era una ciudad portuaria estratégica ubicada en
la desembocadura del Río de la Plata. Si bien inicialmente fue eclipsada por ciudades como
Lima, su importancia creció rápidamente debido al comercio y la ganadería.

- Papel en la Vida Colonial: Buenos Aires se convirtió en un centro comercial vital


debido a su posición clave en el comercio atlántico. Además, su proximidad a las vastas
llanuras de la Pampa facilitó el desarrollo de la ganadería y el comercio de cueros y carne
salada.
Influencia Cultural, Arquitectura e Instituciones Educativas:
- Virreinato del Perú: Lima fue un importante centro cultural y educativo. Albergaba
la primera universidad de Sudamérica, la Universidad Nacional Mayor de San Marcos,
fundada en 1551. La arquitectura colonial peruana reflejaba una mezcla de estilos europeos
y locales, con la construcción de iglesias, conventos y casonas coloniales.

- Virreinato del Río de la Plata: Buenos Aires también experimentó un crecimiento


cultural y educativo, aunque más tarde que Lima. La arquitectura colonial en Buenos Aires
tendía a ser más funcional que la de Lima, con un enfoque en edificaciones comerciales y
residenciales. Las instituciones educativas, como la Universidad de Buenos Aires fundada
en 1821, surgieron más tarde en comparación con Lima.

Esta comparación resalta las diferencias en geografía, historia, importancia económica y


cultural entre los dos virreinatos y sus capitales, Lima y Buenos Aires. La influencia
cultural, la arquitectura y las instituciones educativas reflejan los diferentes contextos
históricos y las dinámicas socioeconómicas de cada región durante el período colonial.

LIDERES MÁS DESTACADOS EN CADA VIRREINATO Y ¿CÓMO


CONTRIBUYERON A LA ADMINISTRACIÓN Y AL DESARROLLO DE SUS
TERRITORIOS

Felipe II (1527-1598)
Durante su reinado, el virreinato del Perú fue establecido y se sentaron las bases para la
evangelización de los indígenas. Fue un rey aguerrido y luchador. Logró sacar a los
remanentes moros de Granada no sin antes pasar por una cruenta guerra con los infieles
andaluces. Derrotó a los turcos en Lepanto (1574), pero no pudo con la escuadra inglesa
perdiendo la Armada Invencible su peor combate en 1588.

Baltazar Gavilán
Escultor limeño. De condición mestiza, fue un escultor excepcional cuya versación en la
madera le valió el reconocimiento hasta del mismo virrey. Su obra más importante la
constituye la Alegoría de la Muerte, realista talla de un esqueleto de 1.95 metros que se
encuentra actualmente en el convento de San Agustín.

Matías Maestro
(1760-1835).- Famoso presbítero que introdujo los cánones del arte neoclásico en el Perú.
Fue un arquitecto de renombre: restauró la catedral y la iglesia de Santo Domingo así como
la casa de ejercicios de Santa Rosa. Siguiendo los conceptos de higiene que los borbones
implantaron a sus colonias, el virrey Abascal contó con los servicios de Maestro para la
elaboración de los planos del Cementerio General.
Fue miembro de la Sociedad Patriótica y director de la Beneficencia Pública (1826-1835).

Toribio de Mogrovejo
(1538-1606).- Llegó al Perú en calidad de arzobispo (1581) y fue uno de los más
entusiastas propulsores de la evangelización y defensa de los indígenas. Durante 25 años se
encargó de la vida clerical en el Perú celebrando tres concilios y 13 sínodos diocesanos en el
virreinato. Murió en olor a santidad y se le beatificó en 1679. Fue declarado santo el 10 de
diciembre de 1726.

Mateo Pérez de Alesio


Pintor italiano. Tras concluir sus estudios en Roma pasó a Sevilla y logró pintar un mural
en la catedral de esta ciudad. Se le atribuye la pintura de un fresco en la capilla Sixtina por
encargo del papa Gregorio XIII.
Llegó al Perú y de inmediato se le encargó el retrato de personajes oficiales. Sin embargo
fue la pintura de motivos religiosos lo que lo encumbró en estas tierras pues moldeó el
desarrollo pictórico hasta bien entrado el siglo XVII. Sus obras más importantes son los
lienzos de San Pedro y San Pablo, serie sobre la vida de Cristo y varios ángeles con
vestimenta militar.

San Martín de Porras


(1578-1639).- Santo mulato. La fama que alcanzó San Martín de Porras en el mundo lo
convierte en uno de los pocos peruanos con reconocimiento internacional. Hijo de una
esclava negra y un capitán español, Martín se dedicó desde temprana edad a oficiar como
barbero aprendiendo también las técnicas para extraer muelas y dientes. Fue admitido como
hermano lego en el convento de Santo Domingo y se dedicó a obrar por los enfermos y
desvalidos. Su caridad fue admirada hasta por el propio virrey quien no vaciló en acudir
cuando la muerte le llegó al hermano negro. Su fama había traspasado las fronteras de Lima
y se le atribuyeron milagros en toda América. Sin embargo fue beatificado recién en 1837 y
canonizado en 6 de mayo de 1962.

Angelino Medoro
(1565-1631).- Se estima que Medoro arribó al Perú en 1599 procedente de Quito. Pintor de
gran renombre, tuvo su taller en el Cercado de Indios y tuvo muchos discípulos a los que
adiestró bajo las técnicas italianas. En sus obras plasmó un naturalismo y detalles
compositivos que anunciaban la llegada del barroco. Se cree que fue esta razón la que lo
llevó acercarse a los franciscanos pues sus "concepciones teológicas favorecían un estilo
naturalista y descriptivo". Destacan los cuadros: Nuestra señora de los Angeles y San Diego
y San Antonio de Alcalá (Convento de los Descalzos).

Manuel de Mollinedo y Angulo


Nombrado obispo del Cuzco en 1670, hizo su ingreso a Lima el 9 de diciembre de 1672.
Fue un gran propulsor de las artes en el Perú preocupándose por dotar a la catedral de Lima
de un coro, varias pinturas y bellos retablos. Estando en el Cuzco impulsó la creación de la
Universidad San Antonio Abad (1692). Es considerado el mecenas del Cuzco pues se
preocupó de imponer el barroco en varias iglesias de la región, llegando inclusive a
desembolsar de su peculio para afrontar tamaño gasto.

Melchor de Navarra y Rocaful (duque de la Palata)


Virrey del Perú. Arribo al virreinato peruano en 1681 y de inmediato se encargó de poner en
orden la administración y política del reino. Durante su gobierno se construyeron las
murallas defensivas de Lima y Trujillo y se repelió el ataque del pirata Eduard Davis (1686).
Fue reemplazado por Melchor Portocarrero Laso de la Vega, conde de la Monclova en 1689.

EL VIRREY

El virrey fue el representante directo del rey en territorio ultramarino. Muchas veces fue el
mismo rey quien se encargaba de revisar los nombres de los posibles vicesoberanos. Si bien
hasta 1570 las funciones del virrey no quedaron establecidas, el punto de inflexión lo marcó
la llegada de Francisco Toledo, quien reguló la personalidad jurídica y política de dicho
cargo administrativo. El virrey tuvo dos campos de acción bien definidos: fue la máxima
autoridad en la administración pública (que incluía el manejo del tesoro público y el
nombramiento de autoridades) y el principal responsable de la defensa del territorio, pues en
su cargo de Capitán General y Gobernador debía resguardar el virreinato de los ataques de
corsarios y piratas, y de las agresiones internas, producto de revueltas o insurrecciones
populares (aunque éstas no ocurrieron significativamente sino hasta el siglo XVIII).

Los virreyes en el Perú ostentaron distintos títulos: Lugarteniente, Gobernador y Capital


General de los Reinos del Perú, Tierra Firme y Chile, Presidente de la Real Audiencia,
Presidente de la Junta Superior de la Real Hacienda, Presidente del Tribunal y Audiencia
Real de Cuentas, Superintendente del Juzgado de Policía, Capitán General de los distritos y
Gobernador de las Provincias, Visitador de los Castillos y Fortalezas, Vicepatrono
Eclesiástico, General de la Armada del Mar del Sur, etc.

El virrey era igualmente el principal responsable de propagar la fe católica y de evangelizar


a los indígenas. A través del Regio Patronato (derecho del rey sobre sus territorios para
nombrar a las autoridades eclesiásticas) el vicesoberano estaba facultado de nombrar
evangelizadores, extirpadores de idolatrías y curas doctrineros.

Como cabeza del reino fue siempre responsable del manejo de los fondos fiscales y de los
gastos extraordinarios, como, por ejemplo, la construcción de barcos para la defensa del
litoral o la edificación de las murallas de Lima. De igual manera, fue el principal impulsor
de la minería en los Andes y del desarrollo de la agricultura y ganadería, otorgando
mercedes a particulares o nombrando autoridades que velaran por el buen desarrollo de las
actividades agropecuarias.

En un principio el mandato del visor reyes no debía exceder los 3 años. Sin embargo, debido
al extenuante, prolongado y peligroso viaje que representaba llegar a América y también
tomando en cuenta el tiempo que tardaban en ponerse al corriente de la situación
administrativa, el Consejo de Indias amplió su estancia a 5 años. Aun así, la mayoría de
virreyes se quedaron en el cargo mucho más tiempo que el asignado.
Durante su gobierno, el virrey debía actuar como protector y defensor de indios y podía
además nombrar lugartenientes, corregidores y alcaldes mayores, así como tenientes de
alguacil de Lima y Callao para la buena administración de justicia y la adecuada aplicación
de policía. El virrey fue el presidente de la Audiencia de Lima, máxima entidad
administradora de justicia en el virreinato peruano.

Terminado su mandato, debía rendir cuentas ante el Consejo de Indias a través del Juicio de
Residencia. En este juicio se escudriñaba el comportamiento del virrey en las Indias y si es
que había obrado dentro del marco legal y administrativo impuesto por la corona. Podían
intervenir testigos de toda condición para informar sobre la administración virreinal.

Para controlar las acciones del virrey, así como para ponerle límites a sus intereses en el
Perú, el Consejo de Indias creó leyes específicas para ellos. Las principales leyes versaban
principalmente en el terreno personal: no podían contraer matrimonio con alguna mujer
perteneciente a la jurisdicción que administraba, así como tampoco podían ejercer comercio
alguno; sin embargo, muchas veces estas leyes no fueron acatadas. Desde 1613 todos los
virreyes estaban obligados a elaborar una memoria para informar a su sucesor y al rey sobre
sus actividades en el Perú. Estas memorias fueron de gran utilidad para los virreyes
sucesores, pues le otorgaban un panorama general del virreinato, tanto en lo administrativo,
judicial y económico, como en lo social.

El virreinato del Perú (oficialmente el Reino del Perú) fue una entidad territorial del Imperio
español creada por la Corona española en el año 1542, con capital en la Ciudad de Lima,
durante su dominio en el Nuevo Mundo. Las fronteras del virreinato del Perú se
establecieron por primera vez el 13 de septiembre de 1543. Los primeros dos siglos, su
territorio comprendía casi toda América del Sur, incluyendo Panamá y algunas islas de
Oceanía. Aunque no incluía Venezuela que dependía del virreinato de Nueva España, ni los
territorios al este de la línea del Tratado de Tordesillas que pertenecían al Imperio portugués.
Dos siglos después, tras las Reformas Borbónicas, su inmenso territorio sufrió tres
importantes mermas, al norte, al este y al sur. En 1717, se creó el virreinato de Nueva
Granada al norte. En 1776, se creó el virreinato del Río de la Plata al sur. Al mismo tiempo,
el virreinato del Brasil extendía sus fronteras tomando territorios de la Amazonia. En 1798,
se separó del virreinato la Capitanía General de Chile que comprendía la parte central de la
actual república de Chile.

En el Virreinato del Río de la Plata, algunos de los líderes más destacados fueron:

1. Santiago de Liniers: Fue un militar francés-español que desempeñó un papel


importante en la defensa del Virreinato contra las invasiones inglesas en 1806 y 1807. Más
tarde, se convirtió en virrey del Río de la Plata.

2. Manuel Belgrano: Fue un abogado, economista, periodista, político y militar


argentino, uno de los líderes de la Revolución de Mayo y uno de los creadores de la bandera
argentina.

3. José de San Martín: Aunque nació en el Virreinato del Río de la Plata, San Martín
es más conocido por su liderazgo en las campañas de independencia de Argentina, Chile y
Perú. Es considerado uno de los padres de la independencia sudamericana.

El legado de los virreinatos en América Latina es vasto y diverso, reflejando la influencia


española en la región durante la época colonial.
VIRREINATO DE NUEVA ESPAÑA

Virreinato de Nueva España: Dejó un legado arquitectónico impresionante con ciudades


coloniales y catedrales majestuosas. Además, contribuyó al desarrollo de una sociedad
mestiza y al florecimiento de las artes y la literatura que fusionaron las tradiciones indígenas
y europeas.
El Virreinato de Nueva España, que existió durante más de tres siglos, dejó un legado
significativo que aún se puede observar en la actualidad. Aquí hay algunos aspectos
destacados de este legado:

Idioma: La influencia del idioma español en América Latina es quizás el legado más
evidente. El español se convirtió en el idioma dominante en la región y es una parte integral
de la identidad cultural de los países que formaron parte del virreinato.
Religión: La religión católica se arraigó profundamente en la región, y su presencia sigue
siendo prominente en las prácticas culturales y las festividades.
Arquitectura: El Virreinato de Nueva España es conocido por su rica herencia
arquitectónica, con estilos como el barroco, neoclásico y churrigueresco que se reflejan en
las construcciones religiosas y civiles.

Arte: La fusión de las culturas española e indígena dio lugar a una expresión artística única,
visible en la pintura, escultura y otras artes visuales.

Gastronomía: Los aportes en la gastronomía son notables, con una mezcla de ingredientes y
técnicas culinarias que han dado lugar a platos distintivos que son parte esencial de la
cocina mexicana y centroamericana.

Educación: Las universidades y colegios fundados durante el virreinato fueron los


precursores de las instituciones educativas modernas en la región.

Literatura: La literatura virreinal y la influencia de la imprenta en la difusión de la cultura


contribuyeron al desarrollo de una rica tradición literaria.

Este legado del Virreinato de Nueva España es un pilar fundamental en la construcción de la


identidad de los países latinoamericanos, influenciando su cultura, idioma, religión y
estructuras sociales hasta el día de hoy.

El Virreinato del Perú, establecido en 1542, dejó un legado duradero que ha moldeado la
identidad cultural, social y política de la región. Aquí hay algunos aspectos destacados de
este legado:

Arquitectura y Urbanismo: Las ciudades del Virreinato del Perú, como Lima y Cuzco,
conservan un rico patrimonio arquitectónico colonial. Plazas, iglesias y palacios reflejan el
estilo barroco y renacentista de la época.
Mestizaje Cultural: La mezcla de las culturas indígena, africana y española dio lugar a una
identidad cultural única, con tradiciones, costumbres y una gastronomía que son un reflejo
de esta diversidad.

Sistema Administrativo: El virreinato estableció estructuras administrativas y legales que


han influenciado los sistemas gubernamentales modernos en los países que una vez
formaron parte de él.

Arte y Literatura: Se desarrolló una rica tradición artística y literaria, con obras que aún hoy
son consideradas clásicas en la literatura y el arte peruano y sudamericano.
Economía: La explotación de recursos naturales, especialmente la plata y el oro, y la
introducción de cultivos como la vid y el olivo tuvieron un impacto duradero en la
economía de la región.

Educación: La fundación de universidades y colegios mayores durante el virreinato sentó las


bases para el sistema educativo en los países andinos1.
Religión: La imposición del catolicismo y la construcción de grandes catedrales y conventos
dejaron una marca profunda en la religiosidad y las prácticas espirituales de la región.

Legislación: La introducción de leyes y códigos legales durante el virreinato ha tenido un


impacto en la legislación contemporánea de los países andinos1.
Este legado del Virreinato del Perú es fundamental para entender la historia y la cultura de la
región andina y su influencia se extiende hasta la actualidad.

Virreinato de Nueva Granada


El Virreinato de Nueva Granada, que existió entre 1717 y 1819, dejó un legado significativo
en los territorios que abarcó, los cuales hoy corresponden a Colombia, Ecuador, Panamá y
Venezuela. Aquí hay algunos aspectos destacados de este legado:

Organización Administrativa: Introdujo una estructura administrativa detallada con


provincias y gobernaciones, lo que influyó en la organización política de los países actuales.
Economía: La economía del virreinato se basaba en la minería, la agricultura y el comercio,
especialmente en la producción de oro, plata, cacao y tabaco. Estas actividades económicas
siguen siendo relevantes en la región.

Sociedad: La sociedad estaba estratificada en diferentes clases, desde los españoles


peninsulares y criollos hasta los indígenas y esclavos africanos. Esta estructura social ha
tenido un impacto duradero en las dinámicas sociales de los países de la región.

Religión: La religión católica, impuesta como la oficial, tuvo un gran poder e influencia en
la sociedad y sigue siendo predominante en muchos aspectos culturales de los países que
formaron parte del virreinato.

Legado Cultural: El Virreinato de Nueva Granada fue un centro importante para la cultura
colonial, con un legado que incluye la arquitectura, el arte y las tradiciones que aún se
mantienen vivas en la región.

Movimientos de Independencia: El virreinato jugó un papel crucial en los movimientos de


independencia que llevaron a la formación de los países actuales, siendo un escenario clave
para las luchas libertadoras lideradas por figuras como Simón Bolívar.

En resumen, el Virreinato de Nueva Granada contribuyó a la formación de la identidad


cultural, social y política de los países andinos y del norte de Sudamérica, y su legado sigue
siendo una parte integral de la historia y la cultura de la región.

Virreinato del Río de la Plata


El Virreinato del Río de la Plata, establecido en 1776, dejó un legado significativo en los
territorios que comprendía, hoy conocidos como Argentina, Uruguay, Paraguay y partes de
Bolivia y Brasil. Aquí hay algunos aspectos destacados de este legado:

Organización Política y Administrativa: La creación del virreinato buscaba centralizar el


poder y mejorar la administración de la región. La capital se estableció en Buenos Aires,
que se convirtió en un importante centro político y económico.
Economía: El virreinato fue próspero gracias a la agricultura, la ganadería y el comercio.
Buenos Aires se destacó como un puerto estratégico para el comercio con Europa y otras
colonias españolas, exportando productos como cuero, lana y productos agrícolas.
Cultura: Durante su existencia, se desarrollaron formas de vida y costumbres únicas que
combinaban las tradiciones indígenas, españolas y africanas. Este mestizaje cultural es una
característica distintiva de la identidad de los países del Cono Sur.

Movimientos de Independencia: El virreinato sentó las bases para los movimientos


independentistas en la región, siendo un precursor de la lucha por la independencia que
eventualmente llevó a la creación de países independientes.
Legado Urbano: Las principales ciudades del virreinato, como Asunción, Montevideo,
Córdoba y Santa Fe, se convirtieron en centros políticos, económicos y culturales de la
región, y su influencia perdura hasta el día de hoy.

El Virreinato del Río de la Plata jugó un papel crucial en la historia de América del Sur, y su
legado aún se refleja en la organización política, la economía y la cultura de los países del
Cono Sur.

¿CÓMO AFECTARON ESTOS VIRREINATOS A LA IDENTIDAD CULTURAL Y


POLÍTICA DE LAS NACIONES ACTUALES?

Los virreinatos fueron una parte fundamental de la historia de América durante la época
colonial. Estas divisiones administrativas establecidas por la corona española tuvieron un
impacto significativo en la cultura, la política y la economía de los territorios colonizados. A
través de los virreinatos se establecieron vínculos y conexiones entre Europa y el Nuevo
Mundo, dando lugar a una fusión de culturas y tradiciones.

En nuestro artículo, exploraremos en detalle los virreinatos en América y su importancia


histórica. Analizaremos cómo se establecieron, quiénes fueron sus gobernantes más
destacados y cómo influyeron en el desarrollo de las colonias. También examinaremos las
características culturales y artísticas que surgieron en cada virreinato, desde la arquitectura y
las obras de arte hasta las tradiciones y festividades. Además, destacaremos las principales
contribuciones que estos territorios hicieron a la identidad latinoamericana.
La llegada de los virreinatos a América: un encuentro de culturas y poderes
Los virreinatos fueron una forma de gobierno establecida por los españoles en el continente
americano durante el periodo colonial. Estos territorios estaban bajo el control de un virrey,
quien representaba al rey de España y ejercía el poder ejecutivo y judicial.

La creación de los virreinatos marcó un hito en la historia de América, ya que representó el


encuentro de diferentes culturas y la consolidación del poder colonial. Los virreinatos se
establecieron en lugares estratégicos, como México, Perú y Nueva Granada, con el fin de
facilitar el control y la administración de los territorios conquistados.

Este sistema de gobierno permitió la coexistencia de diversas culturas en un mismo


territorio. Por un lado, se mantuvo la estructura de poder indígena en algunas regiones,
mientras que por otro lado, se impuso la cultura española y se estableció una jerarquía social
basada en la ascendencia europea.

Los virreinatos también tuvieron un impacto significativo en la economía de América. Se


implementaron políticas que fomentaron la explotación de los recursos naturales, como la
minería y la agricultura. Esto llevó a un crecimiento económico importante en algunas
regiones, pero también generó desigualdades sociales y la dependencia de América respecto
a España.

Además de su importancia histórica, los virreinatos dejaron un legado cultural


impresionante en América. A lo largo de los siglos, se construyeron imponentes ciudades
coloniales, se erigieron majestuosas catedrales y se desarrollaron obras de arte y literatura
que fusionaron las tradiciones indígenas y europeas.

Un ejemplo destacado de este legado cultural es la arquitectura colonial. Las ciudades


virreinales se caracterizan por sus calles empedradas, plazas centrales y edificios coloniales
con balcones de hierro forjado. Estas construcciones son un testimonio de la fusión de
estilos arquitectónicos europeos e indígenas.
Otro aspecto relevante del legado de los virreinatos es la gastronomía. La mezcla de
ingredientes y técnicas culinarias de Europa, África y América resultó en una cocina rica y
diversa. Platos emblemáticos como el ceviche peruano, el mole mexicano y el ají de gallina
peruano son muestra de esta fusión de sabores.

Los virreinatos representaron un periodo fascinante en la historia de América. Su legado


cultural perdura hasta el día de hoy y se puede apreciar en la arquitectura, la gastronomía y
las tradiciones de los países que fueron parte de estos territorios. Explorar los virreinatos es
sumergirse en una época de encuentro de culturas, poderes y creación artística.

La organización política y administrativa de los virreinatos: un legado de la corona


española
Los virreinatos fueron una forma de gobierno implementada por la corona española en
América durante la época de la colonización. Estos territorios estaban gobernados por un
virrey, quien representaba al rey y tenía amplios poderes para administrar y controlar la
región.

La creación de los virreinatos tuvo como objetivo principal establecer un sistema eficiente
de gobierno y administración en los territorios conquistados. A través de esta estructura, la
corona buscaba ejercer control sobre las colonias, garantizar la lealtad de los pobladores y
asegurar la explotación de los recursos.

Los virreinatos se organizaron de manera similar a la monarquía española, con la figura del
virrey como máxima autoridad. Este cargo era ocupado por personas de confianza del rey,
quienes gozaban de amplios poderes políticos, militares y judiciales.

Una de las principales características de los virreinatos fue la división territorial en


audiencias, que eran divisiones administrativas y judiciales encabezadas por un presidente.
Estas audiencias tenían la responsabilidad de administrar la justicia y garantizar el
cumplimiento de las leyes en su territorio.

Los virreinatos también contaban con un sistema burocrático complejo, compuesto por
gobernadores, corregidores y otros funcionarios encargados de gestionar los asuntos
cotidianos de la colonia. Esta estructura administrativa permitió a la corona mantener el
control sobre los territorios y asegurar el cumplimiento de sus políticas.

El legado de los virreinatos en América es innegable. Esta forma de gobierno y


administración sentó las bases para el desarrollo de las instituciones políticas y judiciales en
la región. Además, influyó en la cultura y la sociedad de los territorios colonizados, dejando
una huella profunda que perdura hasta nuestros días.

Uno de los principales beneficios de los virreinatos fue la centralización del poder y la
consolidación del dominio español en América. Esto permitió una mayor eficiencia en la
administración de los territorios y facilitó la implementación de políticas y medidas en
beneficio de la corona.

Además, los virreinatos fomentaron la creación de instituciones educativas, como las


universidades, que desempeñaron un papel fundamental en la formación de una élite
intelectual en la colonia. Estas instituciones contribuyeron al desarrollo cultural y científico
de la región.

En cuanto a la sociedad, los virreinatos promovieron la mezcla de razas y culturas, dando


lugar a la formación de una sociedad mestiza y multicultural. Esta diversidad cultural se
reflejó en la arquitectura, la música, la gastronomía y otras manifestaciones artísticas de la
época.

Los virreinatos fueron una forma de gobierno y administración implementada por la corona
española en América durante la época colonial. Su legado perdura hasta nuestros días,
influenciando no solo la organización política y administrativa de la región, sino también su
cultura y sociedad. Los virreinatos representan un fascinante capítulo en la historia de
América y son un testimonio vivo del encuentro entre dos mundos.

Las influencias culturales en los virreinatos: un mestizaje de tradiciones y costumbres


Los virreinatos en América fueron una etapa crucial en la historia y cultura del continente.
Durante este periodo, se establecieron gobiernos coloniales que estaban bajo el control de
un virrey, quien representaba al rey de España. Sin embargo, más allá del control político y
económico, los virreinatos también fueron lugares donde se produjo un intenso mestizaje
cultural.

Las influencias culturales en los virreinatos fueron múltiples y se manifestaron en


diferentes aspectos de la vida cotidiana, como la religión, la arquitectura, el arte, la
gastronomía y las tradiciones. La fusión de las culturas indígena, española y africana generó
una riqueza cultural única que todavía se puede apreciar en América Latina.

Un ejemplo claro de estas influencias es la religión.


La llegada de los españoles trajo consigo el cristianismo y la imposición de la fe católica en
los territorios colonizados. Sin embargo, los indígenas no abandonaron por completo sus
creencias ancestrales, sino que las fusionaron con las enseñanzas católicas. Esto dio lugar a
la aparición de cultos sincréticos, como el culto a la Virgen de Guadalupe en México y el
culto a la Pacha mamá en los Andes.

La arquitectura también reflejó estas influencias culturales. Los virreinatos fueron testigos
de la construcción de majestuosas catedrales y palacios de estilo barroco, que combinaban
elementos arquitectónicos europeos con motivos indígenas y africanos. Un ejemplo
destacado es la Catedral de Lima en Perú, que combina el estilo renacentista español con
detalles de la cultura inca.

El arte también fue un medio de expresión del mestizaje cultural en los virreinatos.
Los artistas mestizos crearon obras que fusionaban técnicas y estilos europeos con temas y
símbolos indígenas y africanos. Estas obras, conocidas como arte virreinal, reflejaban la
realidad y las tradiciones de la época. Un ejemplo destacado es la obra del pintor peruano
Juan Rodríguez Juárez, quien retrató a la nobleza indígena en sus cuadros, utilizando
técnicas del arte barroco europeo.

La gastronomía también experimentó un mestizaje en los virreinatos. La introducción de


nuevos ingredientes, como el maíz, la papa y el cacao, así como las técnicas culinarias
europeas, dio lugar a la creación de platos únicos y deliciosos. Un ejemplo emblemático es
el mole poblano en México, que combina ingredientes indígenas como el chocolate y el
chile con técnicas culinarias españolas.
Las tradiciones y costumbres también se vieron influenciadas por el mestizaje cultural en los
virreinatos.
En festividades como el Carnaval y la Semana Santa, se mezclaban elementos religiosos
europeos con celebraciones indígenas y africanas. Estas fiestas se convirtieron en
verdaderas manifestaciones de identidad y en ocasiones para celebrar la diversidad cultural.
Un ejemplo destacado es la Fiesta de la Virgen de la Candelaria en Puno, Perú, donde se
combinan danzas tradicionales indígenas con procesiones y rituales católicos.

Los virreinatos en América fueron lugares de encuentro y mestizaje cultural. Las influencias
indígenas, españolas y africanas se fusionaron para crear una riqueza cultural única. La
religión, la arquitectura, el arte, la gastronomía y las tradiciones son solo algunos ejemplos
de cómo estas influencias se manifestaron en la vida cotidiana de los virreinatos. Explorar y
valorar este legado nos permite comprender mejor la historia y cultura de América Latina.

El arte y la arquitectura virreinal: un reflejo de la opulencia y la religiosidad de la época


Una de las manifestaciones más destacadas del legado de los virreinatos en América es el
arte y la arquitectura virreinal, que refleja la opulencia y la religiosidad de la época. Este
período histórico, que abarcó desde el siglo XVI hasta el siglo XIX, fue testigo de la
construcción de magníficas iglesias, catedrales, palacios y edificios administrativos que aún
hoy en día nos maravillan con su belleza y grandiosidad.

La arquitectura virreinal se caracteriza por su estilo barroco y neoclásico, con influencias


europeas y autóctonas. Los edificios religiosos, en particular, son verdaderas joyas
arquitectónicas que combinan elementos góticos, renacentistas y mestizos. Estas
construcciones se convirtieron en el centro de la vida social y religiosa de las colonias, y su
impacto en la identidad cultural de América no puede ser subestimado.

Un ejemplo notable de la arquitectura virreinal es la Catedral de Ciudad de México,


construida sobre el antiguo Templo Mayor azteca. Esta imponente estructura combina
elementos góticos y neoclásicos, y alberga valiosos tesoros artísticos, como la Capilla del
Sagrario con su retablo de plata. Otro ejemplo destacado es el Convento de San Francisco
en Lima, Perú, que combina elementos barrocos con influencias indígenas en su decoración.
Pero no solo las iglesias y catedrales fueron importantes en el arte virreinal. También se
realizaron magníficas pinturas, esculturas y artesanías que reflejaban la devoción religiosa y
la riqueza cultural de la época. Los artistas virreinales, tanto indígenas como europeos,
dejaron un legado artístico que aún hoy en día nos permite apreciar la belleza y la habilidad
técnica de sus obras.

Un caso de uso interesante para comprender la importancia del arte virreinal es el estudio de
la iconografía religiosa. Las representaciones de santos, vírgenes y pasajes bíblicos en las
pinturas y esculturas virreinales nos muestran cómo se fusionaron las creencias y tradiciones
indígenas con la religión católica impuesta por los colonizadores. Estas obras de arte son
una muestra tangible de la transculturación que tuvo lugar durante este período, y nos
permiten adentrarnos en la mente y el corazón de las poblaciones colonizadas.

Para apreciar plenamente el arte y la arquitectura virreinal, es recomendable visitar los


museos y las iglesias que albergan estas obras. Muchas de estas construcciones han sido
restauradas y preservadas para su disfrute público. Además, existen numerosas exposiciones
y eventos que exploran el legado virreinal y su influencia en la sociedad actual.

El arte y la arquitectura virreinal son un legado fascinante que nos permite comprender la
opulencia y la religiosidad de la época colonial en América. Estas obras maestras son un
reflejo de la identidad cultural de las colonias y nos invitan a explorar y valorar nuestra
historia y nuestra cultura.

El impacto cultural: Los tesoros de América que conquistaron Europa

Las festividades y tradiciones populares en los virreinatos: una combinación única de


ritos indígenas y celebraciones europeas.

Una de las características más fascinantes de los virreinatos en América es la fusión de las
festividades y tradiciones populares, que combinaban los ritos indígenas con las
celebraciones europeas. Estas festividades eran la manifestación de la diversidad cultural y
religiosa que existía en estas colonias.
En los virreinatos, los colonizadores europeos llevaron consigo sus propias festividades y
tradiciones, como la Semana Santa, la Navidad y el Carnaval. Estas celebraciones se
mezclaron con las festividades indígenas, creando una combinación única de ritos y
costumbres.

Un ejemplo de esta fusión cultural es el Día de los Muertos, una festividad que se celebra en
México y otros países de América Latina. Esta tradición tiene sus raíces en las creencias
indígenas prehispánicas sobre la muerte, pero se ha fusionado con la celebración católica del
Día de Todos los Santos. Durante esta festividad, las familias construyen altares en sus
hogares para recordar a sus seres queridos fallecidos, llenándolos de ofrendas de comida,
bebida y objetos personales. Esta combinación de ritos indígenas y católicos es un claro
ejemplo del legado de los virreinatos en América.

Otro caso interesante es el Carnaval de Barranquilla en Colombia. Esta festividad tiene sus
orígenes en las tradiciones africanas traídas por los esclavos durante la época colonial. Sin
embargo, a lo largo de los años, se han incorporado elementos europeos, como las
comparsas y los disfraces, creando una celebración única que combina la música, el baile y
la alegría de diferentes culturas.

Estas festividades y tradiciones populares en los virreinatos tenían múltiples beneficios y


puntos clave. En primer lugar, eran una forma de preservar las costumbres y la identidad de
los diferentes grupos étnicos y culturales que habitaban en estas colonias. Además, estas
celebraciones eran una manera de fortalecer los lazos comunitarios y fomentar el sentido de
pertenencia entre los habitantes de los virreinatos.

En la actualidad, estas festividades y tradiciones continúan siendo parte fundamental de la


cultura de muchos países de América Latina. Son una atracción turística importante, ya que
ofrecen a los visitantes una experiencia única y auténtica de la cultura local. Además, estas
celebraciones son una oportunidad para promover el turismo y generar ingresos para las
comunidades locales.
Si estás interesado en vivir estas festividades y tradiciones populares de los virreinatos, te
recomendamos planificar tu visita durante las fechas en las que se celebran. Investiga sobre
los eventos y actividades que se llevan a cabo en cada lugar y no te pierdas la oportunidad
de participar en las festividades y disfrutar de la música, el baile y la comida tradicional.

Las festividades y tradiciones populares en los virreinatos son un reflejo del legado cultural
y religioso de las colonias en América. La fusión de los ritos indígenas y las celebraciones
europeas creó una combinación única de festividades que continúan siendo parte
fundamental de la cultura latinoamericana. Estas celebraciones son un ejemplo vivo de la
diversidad y riqueza cultural de los virreinatos, y un lugar donde la historia y la cultura se
unen en un solo lugar.

La educación y la cultura en los virreinatos: el surgimiento de las primeras universidades


y bibliotecas
Los virreinatos en América no solo fueron importantes en términos políticos y económicos,
sino que también desempeñaron un papel crucial en el desarrollo de la educación y la
cultura en la región. Durante esta época, surgieron las primeras universidades y bibliotecas,
que se convirtieron en centros de conocimiento y difusión de la cultura europea.

Las universidades fueron una de las instituciones más destacadas que se establecieron en los
virreinatos. Estas instituciones educativas no solo brindaron educación a la élite local, sino
que también se convirtieron en centros de investigación y producción intelectual. Ejemplos
concretos de estas universidades incluyen la Universidad de San Marcos en Lima, fundada
en 1551, y la Universidad de San Carlos en Guatemala, fundada en 1676. Estas instituciones
jugaron un papel fundamental en la formación de profesionales en áreas como la teología, la
medicina, la jurisprudencia y las ciencias naturales.

La educación y la cultura en los virreinatos de América jugaron un papel fundamental en el


desarrollo intelectual y académico de la región. Las universidades y las bibliotecas se
convirtieron en centros de conocimiento y difusión cultural, formando a una élite intelectual
que contribuyó al avance de la sociedad. Aprovechar estos recursos educativos y fomentar la
curiosidad intelectual son formas de mantener vivo el legado fascinante de los virreinatos en
América.
La economía de los virreinatos: el auge de la minería y el comercio en América
Los virreinatos en América fueron territorios coloniales establecidos por la Corona Española
en el siglo XVI. Estas divisiones políticas y administrativas jugaron un papel fundamental
en el desarrollo económico de la región, especialmente a través de la minería y el comercio.

El imperio indígena en Mar del Plata: un legado perdido y fascinante


La minería fue una de las principales actividades económicas en los virreinatos. La
abundancia de recursos naturales, como el oro, la plata y otros minerales preciosos, atrajo a
miles de colonos y esclavos africanos a las minas de América. Estos recursos se enviaban de
vuelta a España, lo que generaba grandes beneficios para la Corona.

Un ejemplo destacado de la importancia de la minería en los virreinatos fue el


descubrimiento del Cerro Rico en Potosí, en el actual territorio de Bolivia. Este cerro
contenía una de las mayores reservas de plata del mundo, lo que provocó una auténtica
fiebre por la extracción de este metal precioso. La plata de Potosí se convirtió en una de las
principales fuentes de riqueza de la Corona Española y contribuyó al auge económico de la
región.

El comercio también desempeñó un papel importante en la economía de los virreinatos. Las


ciudades coloniales se convirtieron en centros de actividad comercial, donde se
intercambiaban productos de Europa, Asia y África con los recursos naturales de América.
Esto dio lugar a la creación de rutas comerciales, como el famoso Camino de la Plata, que
conectaba Potosí con los puertos del Pacífico.

El comercio también impulsó el crecimiento de las ciudades, ya que se establecieron


mercados y se construyeron edificios para albergar a los comerciantes y a los productos que
se intercambiaban. Además, la economía de los virreinatos se benefició de la introducción
de nuevos cultivos y técnicas agrícolas, lo que permitió el desarrollo de una agricultura
comercial.

La economía de los virreinatos en América se basó en la minería y el comercio. Estas


actividades generaron riqueza y contribuyeron al desarrollo de las ciudades coloniales. El
legado económico de los virreinatos se puede ver en la arquitectura, la cultura y la sociedad
de América Latina hasta el día de hoy.

El fin de los virreinatos: los procesos de independencia y su impacto en la historia y la


cultura latinoamericana.

El fin de los virreinatos en América marcó un período de cambios significativos en la


historia y la cultura de la región. Los procesos de independencia, que tuvieron lugar a
principios del siglo XIX, dieron lugar a la formación de nuevos países y a la redefinición de
identidades nacionales.

Los virreinatos fueron entidades administrativas establecidas por la corona española en


América durante la época colonial. Estos territorios estaban gobernados por un virrey, quien
ejercía el poder en nombre del rey y representaba la autoridad real en la región. Los
virreinatos fueron establecidos en lugares estratégicos como México, Perú y Nueva Granada
(hoy Colombia), y desempeñaron un papel fundamental en la organización política y
económica de la colonia.

Con el tiempo, sin embargo, surgieron movimientos independentistas en diferentes partes de


América Latina, impulsados por una combinación de factores políticos, económicos y
sociales. Estos movimientos buscaban poner fin al dominio español y establecer gobiernos
autónomos en la región.

Uno de los casos más destacados fue la independencia de México, proclamada el 16 de


septiembre de 1810 por el cura Miguel Hidalgo. Este acontecimiento histórico marcó el
inicio de la lucha por la independencia en toda América Latina y sirvió de inspiración para
otros movimientos similares.

La independencia de los virreinatos tuvo un impacto profundo en la historia y la cultura de


la región. En primer lugar, significó el fin del dominio español y el comienzo de una nueva
era de autogobierno. Los países recién independizados tuvieron que enfrentarse a desafíos
como la construcción de instituciones políticas, la creación de constituciones y la
consolidación de la soberanía nacional.
Además, la independencia también tuvo consecuencias culturales. Durante el período
colonial, la cultura en los virreinatos estaba fuertemente influenciada por la corona
española, con manifestaciones artísticas y arquitectónicas que reflejaban los estilos y gustos
europeos. Sin embargo, con el proceso de independencia, se inició un movimiento de
reafirmación de la identidad y la cultura latinoamericana.
Se fomentó el estudio y la valoración de las tradiciones indígenas y africanas, que habían
sido marginadas durante la época colonial. Surgieron nuevas corrientes artísticas y literarias
que exploraban temas y motivos propios de la región. La música, el arte y la literatura se
convirtieron en herramientas de expresión de la identidad nacional y en símbolos de
resistencia y lucha.
Un ejemplo claro de esta revitalización cultural es el movimiento del indigenismo en
México y en otros países de América Latina. Este movimiento buscaba revalorizar la cultura
indígena y promover la igualdad de derechos para los pueblos originarios. A través de la
literatura, la pintura y la música, los artistas indigenistas retrataban la vida y las tradiciones
de las comunidades indígenas, y al mismo tiempo denunciaban las injusticias y la
discriminación que sufrían.
El fin de los virreinatos en América y los procesos de independencia que les siguieron
tuvieron un impacto profundo en la historia y la cultura de la región. Estos acontecimientos
marcaron el inicio de una nueva etapa de autogobierno y reafirmación de la identidad
nacional. A través del estudio de estos procesos, podemos comprender mejor la diversidad y
riqueza de la historia y la cultura latinoamericana.

BIBLIOGRAFÍA

ANTECEDENTES HISTÓRICOS QUE LLEVARON A SU FORMACIÓN Y LA


UBICACIÓN GEOGRÁFICA DE CADA VIRREINATO

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Virreinato del Perú.
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los territorios de la Patagonia occidental situados al oeste de la cordillera de los
Andes, posición rechazada por la historiografía chilena. Se disputa si una franja de
la costa tropical de Chile integró también el virreinato, lo cual es afirmado por la
historiografía tradicional argentina y boliviana, pero rechazada por la chilena.
Véase al respecto la Cuestión del Paposo.[cita requerida]

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general de las provincias del Perú, Tierra Firme y Chile. Pág. 1-15. Autor: Víctor
Manuel Maúrtua. Editor: Impr. de Henrich y comp., 1906

¿CÓMO INFLUYÓ LA UBICACIÓN EN SU DESARROLLO ECONÓMICO, CULTURAL Y POLÍTICO?

• . Historia del Perú: Virreinato" por Jorge Basadre - Este libro ofrece una visión general del período
colonial en el Perú, incluyendo aspectos económicos, políticos y culturales.

• 2. "El Virreinato del Perú"por Juan Bautista Díaz - Una obra que examina en detalle la estructura
política y administrativa del Virreinato del Perú, así como sus principales eventos históricos.

• 3. "La economía del Virreinato del Perú"por John Fisher - Este texto se enfoca en la economía
colonial peruana, incluyendo la explotación de recursos naturales y el sistema de comercio.

• 4. "Cultura y vida cotidiana en el Virreinato del Perú"por José Antonio del Busto - Un libro que
explora la vida cotidiana, la cultura y las costumbres de la sociedad colonial en el Perú.

• 5. "El poder local en el Virreinato del Perú: el corregimiento de Lima (15601700)"por Carlos
Contreras Carranza - Este estudio analiza la estructura política y el ejercicio del poder a nivel local
en el Virreinato del Perú.

• 6. "El Virreinato del Perú y el desafío del poder local"por Sergio Serulnikov - Una obra que examina
las tensiones entre el poder colonial y las élites locales en el Perú durante el período virreinal.

• LIDERES MÁS DESTACADOS EN CADA VIRREINATO Y ¿CÓMO


CONTRIBUYERON A LA ADMINISTRACIÓN Y AL DESARROLLO DE SUS
TERRITORIOS

• Lideres.masdestacafosdelriodelaplata/:https://dialnet.unirioja.es/servlet/tesis?codig
o=160876#:~:text=Baltasar%20Hidalgo%20de%20Cisneros%2C%20ultimo,Una
%20biograf%C3%ADa%20hist%C3%B3rica%20%2D%20Dialnet
• Admimistraciondahttps://educared.fundaciontelefonica.com.pe/sites/virreinatoperu/virrey.htm#:~:text=Durante
%20su%20gobierno%2C%20el%20virrey,la%20a decuada%20aplicaci%C3%B3n%20de%20polic%C3%Ada.
Administraciónhttps://es.m.wikipedia.org/wiki/Virreinato_del_R%C3%ADo_de_la_
Plata

Líderes del Perúhttps://educared.fundaciontelefonica.com.pe/sites/virreinatoperu/


• personajes.htm
• ¿CÓMO AFECTARON ESTOS VIRREINATOS A LA IDENTIDAD CULTURAL Y
POLÍTICA DE LAS NACIONES ACTUALES?

• Los Virreinatos de América: Legado de la Corona Española y su Influencia Colonial.


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• https://aprende-historia.com/el-legado-fascinante-de-los-virreinatos-en-americahistoria-y-
cultura-en-un-solo-lugar/

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