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JUEVES SANTO 2024

Hermanos, hemos iniciado la Semana Santa el Domingo de Ramos, y con


la celebración de hoy, llamada "Misa de la Cena del Señor", iniciamos el triduo de
la Pascua, la vivencia de los misterios más sublimes de nuestra fe, que
culminarán en la Pascua de Resurrección.

El Jueves Santo sintetiza la fe de la comunidad cristiana. Es día de


intimidad, de oración, de compromiso fraterno, de alianza, de amor. Tenemos
motivo para la alegría: vamos a hacer memoria de lo que hizo Jesús en la Última
Cena. Celebramos la vida y el amor que se hace entrega hasta el fin. Es la nueva
alianza que se expresa en el servicio a los demás, como él lo hizo.

Con alegría comenzamos este encuentro en comunidad que ayude a


nuestras familias a vivir y transmitir la fe.

Rezamos por los sacerdotes en su día y pedimos a Dios que nos haga
crecer a todos en la caridad expresada en gestos concretos de cercanía a los
hermanos.

Acto penitencial e invitación al Gloria a cargo del sacerdote. Se tocan las


campanas. Se explica que hasta el sábado de gloria se callaran.

LITURGIA DE LA PALABRA:

Las lecturas del día de hoy giran en torno a la celebración de la Cena Pascual
que realizaban los judíos, la misma que también celebró Jesús, y a la cual le dio un
nuevo sentido, tal como lo narra San Juan en su evangelio y nos lo recuerda San
Pablo. Escuchemos las lecturas de este día.

LAVATORIO DE LOS PIES: (terminada la homilía)

Ahora, imitando la acción de Cristo, quien preside nuestra celebración


lavará los pies a personas de la comunidad, y como signo de servicio a ella.
Estamos llamados a vivir la fe en familia, y vivir en familia esta experiencia del
servicio y de mayor entrega. Queremos que en nuestras familias se viva y se
conviva con la alegría del amor, cuidando especialmente a los más frágiles y
necesitados: niños, jóvenes en riesgo, abuelos solos o enfermos, varones y
mujeres sin trabajo o sin techo y tantas otras situaciones que nos pidan ponernos
a su lado para ayudarlos a construir la belleza del hogar.

ORACIÓN DE LOS FIELES: A cada una de las intenciones responderemos


orando: “Escúchanos Señor y enséñanos a amar”

 Por la Iglesia, que formamos todos y cada uno de nosotros, para que vivamos
nuestra vocación de servicio misionero y fraterno. OREMOS
 Por el papa Francisco, nuestro Obispo Daniel, sacerdotes, consagrados y
todos los que han sido llamados a servir en la comunidad, para que el Señor
sostenga su fe y perseveren, a semejanza de Jesucristo, en su vocación de
servicio a los demás. OREMOS
 Por nuestra patria, para que todos los que habitamos esta tierra, hagamos
realidad en nuestras vidas el mensaje del Evangelio y transformemos nuestra
nación en una patria nueva, solidaria y justa. OREMOS
 Para que de nuestra comunidad surjan vocaciones al sacerdocio, a la vida
consagrada y ministerial, especialmente pedimos por el Seminario Mayor de
nuestra Diócesis. OREMOS
 Por todos los que viven situaciones de dolor y sufrimiento. OREMOS
 Para que todos los que vivimos la comunión con Jesús. Aprendamos a
compartir nuestros bienes materiales y espirituales con los más necesitados.
OREMOS

PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS:

Junto a las ofrendas de pan y vino ofrecemos nuestra generosidad,


nuestras familias, todos los que somos, tenemos y vivimos.

COMUNIÓN:

Damos gracias al señor por haber instituido este gran sacramento. Lo


celebramos y lo recibimos a fin de encontrar en él la fuerza para avanzar por el
camino de la existencia esperando el día del Señor.

TRASLADO DEL SANTÍSIMO: Después que el celebrante purifique los vasos


sagrados. Se lleva el copón grande al monumento. El resto va al oratorio de la
casa.

Jesús, Pan de Vida queda presente en la comunidad cristiana. Hoy más que
nunca agradecemos su don, adoramos su presencia sacramental entre nosotros.

Esta noche, vísperas del viernes de la pasión y muerte, el sagrario queda


vacío. Llevaremos solemnemente el Cuerpo de Cristo a un lugar especial para la
adoración hasta la medianoche.

Dijo Jesús: "¿Es posible que no hayan podido quedarse despiertos conmigo ni
siquiera una hora?". Queremos orar, unir a Jesús nuestros dolores, sufrimientos,
tristezas y todo lo que angustia nuestro corazón. Qué él nos haga fuertes en la fe.

Se acompaña con el canto mientras se traslada el Santísimo.


AL REGRESAR:

En esta noche se desnuda el altar, se sacan las flores, las velas hasta la
noche de la Vigilia. Entramos al misterio de la entrega de Jesús. Mañana viernes,
el único día que no se celebra la Misa, seremos invitados a contemplar la Cruz,
misterio del gran amor de Dios por nosotros.

Los sacerdotes con los ministros sacan mantel y demás elementos. Palabras
finales del sacerdote. Invitación a vivir el silencio y la contemplación

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