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CATEQUESIS ADOLESCENTES
Quinta Etapa-Encuentro 19- Jesús resucita para darnos vida nueva
Libro del Animador
¿Para qué nos reunimos?
Nos reunimos para descubrir que la Resurrección de Cristo es lo central de nuestra fe y la
fuente de la vida nueva para nosotros sus discípulos.
I). MIREMOS NUESTRA VIDA.
Animador: Miremos la imagen, luego reflexionamos y compartimos juntos...
 ¿Que nos muestra la imagen?
 ¿Saben quien fue colocado en ese
lugar donde está la piedra?, Quienes
lo llevaron hasta el sepulcro?...
 El Animador les comenta con sus
palabras a los adolescentes el texto
de San Juan 19, 38-42
“Después de esto, José de Arimatea, que era
discípulo de Jesús -pero secretamente, por
temor a los judíos- pidió autorización a
Pilato para retirar el cuerpo de Jesús.
Pilato se la concedió, y él fue a retirarlo.
Fue también Nicodemo, el mismo que
anteriormente había ido a verlo de noche, y trajo una mezcla de mirra y áloe, que pesaba unos
treinta kilos. Tomaron entonces el cuerpo de Jesús y lo envolvieron con vendas, agregándole la
mezcla de perfumes, según la costumbre de sepultar que tienen los judíos. En el lugar donde lo
crucificaron había una huerta y en ella, una tumba nueva, en la que todavía nadie había sido
sepultado. Como era para los judíos el día de la Preparación y el sepulcro estaba cerca, pusieron
allí a Jesús.”
 ¿Alguna vez escuchamos las frases “Todo tiene solución menos la muerte” o “Con la
muerte todo se acaba”? ¿Que pensamos de estas frases?
 Y Nosotros, ¿que pensamos?. La muerte ¿es el final de todo?
Vamos a ver como se sintieron estos discípulos de Jesús luego que el mismo Jesús,
después de ser crucificado y fue colocado en el sepulcro...

II). JESÚS ILUMINA NUESTRA VIDA.

Nota: Para trabajar este momento de los discípulos, los adolescentes
representan la escena de los discípulos de Emaús San Lucas, 24, 13-35
(Ver el material de apoyo)
Para tu reflexión personal:
1. ¡Jesús ha resucitado!
En el Nuevo Testamento hallamos numerosos testimonios de los autores
bíblicos acerca de la muerte del Maestro. Pero, además, también afirman con
fuerza y convicción de que Jesús resucitó al tercer día. Además del
testimonio mudo del sepulcro vacío, muchos de estos discípulos se declaran
«testigos» de este hecho porque lo vieron, lo tocaron, conversaron y
comieron con Él luego de su Resurrección. Estas notables experiencias se
repitieron durante varias semanas.
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Es la voz que corre de boca en boca en Jerusalén y

alrededores en aquella mañana primaveral del domingo
después de la pascua judía. Primero fueron unas
mujeres, Magdalena, María y Salomé quienes llegaron
del sepulcro vacío con la gran noticia (Lc.24, 1-12).
Inmediatamente lo confirmaron Pedro y Juan, apóstoles
predilectos del Señor (Jn.20,1-10). Muy poco después lo
reafirmaron los once apóstoles (Jn.21,1-14). También lo
vieron como lo escuchamos unos discípulos que iban de
camino a Emaús (Lc.24,13-32). Finalmente, más de
quinientos discípulos tuvieron la dicha de encontrarse con El (1 Cor.15,3-8).
2. El anuncio de la Resurrección, en el centro de nuestra fe cristiana
La resurrección de Jesús es la base de toda nuestra fe. Desde el primer día en que comienzan
a predicar, los apóstoles centran lo principal de su mensaje en la Resurrección del Señor. El día
de Pentecostés, Pedro dice a las multitudes:
“Israelitas, escuchen: A Jesús de Nazaret, el hombre que Dios acreditó ante ustedes realizando
por su intermedio los milagros, prodigios y signos que todos conocen, a ese hombre ..., ustedes lo
hicieron morir, clavándolo en la cruz por medio de los infieles. ... A este Jesús, Dios lo resucitó, y
todos nosotros somos testigos..” (Hechos 2, 23-24. 32)
El apóstol San Pablo, por su parte les decía a quienes escuchaban su predicación:
“Si Cristo no resucitó, es vana nuestra predicación y vana también la fe de ustedes. Incluso,
seríamos falsos testigos de Dios, porque atestiguamos que él resucitó a Jesucristo, lo que es
imposible, si los muertos no resucitan. Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo
resucitó. Y si Cristo no resucitó, la fe de ustedes es inútil y sus pecados no han sido
perdonados...Pero no, Cristo resucitó de entre los muertos, el primero de todos. (1 Cor.15,17-20).
A partir de ese día, la Iglesia no ha dejado de anunciar el triunfo de Jesús sobre la Muerte.
Estamos invitados a seguir a Jesús porque está vivo. ¡No somos discípulos de un muerto! La
fiesta principal de los cristianos es la Vigilia Pascual, en el Domingo de Resurrección, con la
que culmina la Semana Santa. Ese día celebramos la resurrección del Señor.
3. La resurrección de Jesús, una esperanza de vida eterna para la muerte
final
Jesús venció la muerte y salió vivo del sepulcro para salvación nuestra, para comunicamos
una vida nueva, vida que vence al pecado y a la muerte. (Rom.4,25). Queda claro entonces que
la resurrección trajo para nosotros la victoria sobre la muerte. Toda persona humana se
renueva a imagen de Cristo Resucitado y llega a ser criatura nueva (Ef.4,24).
4. La resurrección de Jesús, una esperanza de vida nueva para las situaciones
cotidianas de muerte
Pero también, desde la resurrección de Cristo, ya toda la creación es diferente. Todo ha
sido renovado y debemos vivir de una manera nueva.
La última palabra de Dios sobre las alternativas humanas no es la muerte, sino la vida;
no es la desesperación sino la esperanza. Dondequiera haya un corazón superando el
egoísmo, la violencia, el odio, se inclina con un gesto de amor hacia el necesitado, ahí
Cristo resucita hoy de nuevo. Dondequiera que, en empeño por la justicia surja una
verdadera voluntad de paz, allí retrocede la muerte y se consolida la vida de Cristo.
Dondequiera que muera quien ha vivido creyendo, amando y sufriendo, allí la resurrección
de Cristo celebra su victoria definitiva.
Vivir como resucitados. La resurrección de Cristo es un llamado a: vivir con alegría,
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esperanza y consuelo. A irradiar bondad, perdón, comprensión y aliento. Es una invitación

a trabajar por establecer la justicia y la paz. Es construir una sociedad fraterna y solidaria.
Cada domingo al participar en la mesa de la Eucaristía, celebramos su resurrección y nos
acercamos a recibir el pan de Dios, que nos regala la fuerza de Cristo resucitado. Alimentados en
esa mesa, nos comprometemos a vivir y trabajar por una vida digna de resucitados.
III. NOS COMPROMETEMOS CON EL SEÑOR DE LA VIDA
Para que reflexiones y escribas en tu cuaderno...
¿Has pensado qué importancia puede tener para tí el
que Cristo haya resucitado?. Anota tu reflexión
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Piensa en lo que quiseras mejorar como fruto de este encuentro en esta
Pascua con Jesus resucitado. Es necesario que tengas en cuenta los
diversos aspectos de tu vida. No se trata tampoco de hacer muchos propósitos. Es
conveniente uno, dos o máximo 3, para que te acuerdes y los puedas cumplir.

Aspecto personal: Aspecto comunitario:

Tus estudios, tu trabajo, tu carácter, tus actitudes ante
la vida, los aspectos negativos que quieres superar…
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Aspecto religioso
Tu relación con tu Padre Dios, tu oración, con tu
amigo Jesus, tu fe en Él, tu encuentro de catequesis, tu
misa los domingos, etc.
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Tu familia, tu grupo, tu comunidad parroquial…
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Aspecto social
Tu servicio en casa, tu interés por lo que pasa en
tu barrio, ciudad, en nuestro país, en el mundo…
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Para recordar:
 Jesús resucitó de entre los muertos.,
 Jesús está vivo y con su resurrección nos salvó de la muerte y del
pecado y nos abrió la entrada al Reino de los Cielos.
 La fe en la resurrección de Cristo es el fundamento de nuestra fe
 La fe en la resurrección de Cristo es el fundamento de nuestra
esperanza en la resurrección de los muertos.
 La resurrección de Cristo nos hace vivir de una manera nueva, y nos
invita a superar tantas situaciones de muerte en nuestra vida diaria,
como son la droga, la violencia el egoísmo, el odio.

Nota: Vamos a retomar nuestros encuentros de catequesis el domingo 25 a las 17,30hs

Recordar que a las 19,00hs, al final del encuentro, tendremos en esta nueva
etapa la misa de la comunidad. Los padres también están invitados a la misa..
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