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Amadeus
Amadeus (1984) * Original / (2001) *
Director's Cut - USA

Duración: 180 min.

Música: Wolfgang Amadeus Mozart

Fotografía: Miroslav Ondrícek

Guion: Peter Shaffer (O.: Peter Shaffer)

Dirección: Milos Forman

Intérpretes: F. Murray Abraham (Antonio


Salieri), Tom Hulce (Wolfgang Amadeus
Mozart), Elizabeth Berridge (Constanze),
Roy Dotrice (Leopold Mozart), Simon
Callow (Emanuel Schikaneder), Christine
Ebersole (Caterina Cavalieri), Jeffrey Jones
(José II), Charles Kay (Franz Orsini-
Rosenberg), Kenneth McMillan (Michael
Schlumberg), Barbara Bryne (Frau Weber).

1823. El anciano Antonio Salieri es


encontrado por sus sirvientes tras haber
intentado suicidarse cortándose el cuello,
lo que hace que lo lleven a un manicomio,
donde recibe la visita del padre Vogler, un
joven sacerdote que trata de confesarle
ante su insistencia en afirmar que él mató a
Mozart.

Salieri le cuenta que fue el compositor más


famoso de su época, habiendo escrito 40
óperas, con las que triunfó, aunque el
sacerdote no es capaz de identificar
ninguna de sus melodías, aunque cuando
finalmente reconoce una, esta no es de él,
sino de Mozart.

Le confiesa entonces al sacerdote que


admiraba a Mozart desde niño, cuando
este era objeto ya de admiración tocando
ante reyes y ante el propio Papa.

Él por el contrario no era apoyado por su


padre frente a su deseo de dedicarse a la
música, pidiéndole a Dios que le ayudara a
ser el mejor músico, ofreciéndole a cambio
su celibato.

Y, de repente sucedió el milagro. Su padre


murió y pasó de ser un niño frustrado a
vivir en Viena, donde, tras estudiar música
llegó a ser el maestro de cámara del
Emperador José II.

Salieri tenía curiosidad por conocer a


Mozart, conocedor de que había
compuesto su primer concierto a los 4
años, su primera sinfonía a los 7 y su
primera ópera a los 12, lo que le lleva a
pensar que sería fácil reconocerlo, pues tal
genio tendría necesariamente algún rasgo
que evidenciara su talento.

Lo busca por ello en una recepción


ofrecida por su protector, el arzobispo de
Salzburgo entre los invitados, para
descubrirlo jugueteando con una
muchacha, comprobando que el admirado
genio no es más que un jovencito soez y
atontado.

Sabiendo que Mozart está allí, el


emperador decide retenerlo en Austria.

Para su recepción Salieri compone una


pequeña pieza de bienvenida que tocará el
propio Emperador mientras entra el joven,
el cual una vez ante el emperador le
muestra que pese a haberla escuchado
una vez recuerda la pieza, que él mismo
adorna, convirtiéndola en algo más brillante
tras improvisar sobre la marcha.

El Emperador está interesado en


encargarle a Mozart la composición de una
ópera, que este le propone que sea en
alemán, componiendo así "El rapto en el
Serrallo".

En el estreno, Salieri reconoce el genio de


Mozart, y se asombra al comprobar cómo
la intérprete de la obra es Katerina
Cavalieri, la mujer de la que él siempre
estuvo enamorado aunque nunca se lo dijo
debido a su promesa de ser célibe,
comprobando además con horror que
además ha sido amante de Mozart.

La ópera gusta, aunque el hecho de que el


Emperador dijera que le sobraban notas,
hace que no tenga demasiadas
representaciones.

Entretanto Mozart decide casarse, pese a


la expresa petición de su padre, con
Constanze, la hija de su patrona.

El Emperador decide encomendarle a su


sobrina para que Mozart le dé clases de
música, aunque el celoso Salieri sugiere
que para ello pase una prueba, que Mozart
se niega a realizar, por lo que finalmente
no le encomiendan el trabajo, lo que hace
que el compositor pase por graves
dificultades económicas.

Pero Constanze, menos orgullosa que él


acude a espaldas de su marido a ver a
Salieri para pedirle que interceda por él
para que consiga el trabajo, mostrándole lo
trabajador que es su marido, llevándole sus
últimas composiciones, comprobando que
este escribe sin cambiar nada, siendo
Salieri capaz de reconocer en esas
composiciones la voz de Dios.

Le dice a Constanze que intercederá ante


el emperador, pero solo si ella va esa
noche a verlo, lo que la muchacha hará,
desnudándose ante él dispuesta a
acostarse con él a cambio de sus favores,
aunque él la rechaza.

Y esa noche, Salieri se declara enemigo de


Jesucristo, que le dio la capacidad de
reconocer en otro lo sublime de su obra,
pero no el talento para crearla,
prometiendo hacerle el mayor daño posible
a Mozart.

Advertido de la situación en que vive su


hijo llega a Viena el padre de Mozart,
yendo juntos a una fiesta de disfraces,
donde en un juego le imponen castigos
como imitar a Bach, o tocar al revés,
pidiéndole Salieri, amparado en su
máscara, que toque como él. Y Mozart lo
hará burlándose de él para acabar con un
sonoro pedo.

Un día aparece en casa de Mozart una


muchacha que dice que trabajará como
criada en su casa y que le pagará un
admirador, sin revelarles que este es
Salieri, que podrá tener acceso a través de
ella a toda la información sobre sus
actividades.

Se entera de ese modo que está


escribiendo una ópera basada en "Las
bodas de Fígaro", obra declarada
indeseable por el emperador, el cual llama
a Mozart a su presencia tratando de
convencerlo de que escriba sobre temas
más trascendentes, lo que Mozart
considera aburrido, consiguiendo
convencer al Emperador para que le
permita seguir con su proyecto.

Ante ello Mozart pone otra pega. El


emperador había prohibido el ballet en la
ópera, algo que Mozart ha introducido,
aunque será el propio Emperador, quien,
tras acudir al ensayo de la obra, algo que
nunca había hecho, permita que se haga,
aunque con posterioridad, y ya durante el
estreno de la obra el Emperador bosteza
una vez, lo que supone que la obra tenga
tan solo 9 representaciones.

Por el contrario Salieri escribe su siguiente


ópera que es alabada por el Emperador
como la más brillante escrita.

Esa misma noche, y mientras Mozart se


disponía a dar una fiesta le informan de la
muerte de su padre, surgiendo así su obra
más oscura, Don Giovanni, que Salieri
consiguió que se representara en solo 5
ocasiones, aunque él acudió en secreto a
cada una de ellas admirado por su
perfección.

Sabiendo que en el fondo de la obra latía el


dolor por la muerte de su padre, Salieri
idea una venganza: disfrazado con una
máscara similar a la que llevaba Leopold
Mozart el día de la fiesta de disfraces, y,
vestido de ese modo le encarga una misa
de réquiem, entregándole a cambio una
importante cantidad de dinero., haciendo
que este sienta que es su propio padre
quien le hace el encargo.

Salieri conseguirá así su gran venganza.


Acabará con Mozart y durante su funeral
sonará el Réquiem escrito por él mismo,
pero que llevaría el nombre de Salieri,
ignorando todo el mundo su verdadera
autoría.

Mozart, enfermo y en una situación


financiera penosa se obsesiona con el
encargo, aunque entonces un amigo suyo
le sugiere que deje de trabajar para el
emperador y la corte que lo haga para el
teatro popular, pensando que al pueblo le
encantará si escribe un vodevil, y que a
cambio obtendrá la mitad de la
recaudación.

A partir de ese momento trabajará


obsesivamente en las dos obras mientras
le consume la enfermedad, siendo
abandonado por Constanze y su hijo.

Finalmente estrena La flauta mágica, que


será en efecto un éxito, pero durante la
cual Mozart se desmaya, siendo atendido
por el propio Salieri que le acompañará a
su casa, ayudándole en la redacción del
Réquiem.

Regresa entonces Constanze que lo


encuentra moribundo junto a Salieri, ante el
que afirma que no permitirá que continúe
con la obra, muriendo entonces el músico.

Será enterrado en una fosa común,


acudiendo a su entierro solo un puñado de
personas entre las que se encuentra el
propio Salieri.

Este le cuenta al padre Vogler que Dios le


permitió vivir 32 años más obsesionado
con su mediocridad y con el hecho de que
Dios ni siquiera le permitiera colaborar con
Mozart en su última obra, prefiriendo que
este muriera.

Calificación: 4

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