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TEMA 1: LA CORONA (COMO JEFATURA DE ESTADO)

I. JUSTIFICACIÓN DE LA CORONA
Como proclama el artículo uno, nuestra forma de Estado es la democracia y como en su
segundo apartado como consecuencia lógica afirma también, los poderes del Estado deben
emanar directa o indirectamente del único sujeto de la soberanía, el pueblo español, sin
embargo, el propio artículo uno en su apartado tercero, encaja en esa forma de estado encaja un
órgano que no encaja en la forma de Estado, la monarquía, constituyendo lo que se denomina
régimen monárquico parlamentario. No únicamente parlamentario, también con un monarca que
no es elegido o emanado del pueblo. Ese órgano se sitúa en la Jefatura del Estado, y eso
significa que se le atribuye al mismo la más alta representación dentro del Estado y en la
sociedad de naciones (derecho internacional) del pueblo español.
Es precisamente esta naturaleza o carácter no democratico de la corona lo que plantea la
necesidad de justificar su elección como símbolo máximo del estado, la decisión constitucional a
favor de la misma y para ello debemos argumentar a favor y en contra a fin de convencernos, si
a pesar de no ser encajable en la democracia, podría resultar muy útil al propio funcionamiento y
supervivencia del Estado

● Argumentos en contra (Igualdad política y Estado de Derecho):


El principal argumento contra la elección constitucional de la monarquía, proviene de la
idea misma de democracia ,de la igualdad política que constituye el núcleo duro de toda
democracia,efectivamente una monarquía como jefatura de estado afecta a ese núcleo
de dos maneras evidentes:
-En primer lugar, porque no emana del pueblo soberano, no es elegida tras un proceso
electoral, por votación directa del pueblo o por un Parlamento elegido por el pueblo entre
cuyas atribuciones estará designar a su vez al Jefe del Estado. Este proceso electoral
democratico, es el método más racional inventado ahora por las democracias para
seleccionar entre distintos candidatos aquel que reúne mejores condiciones y cualidades
para el cargo de jefe del Estado y la clave de ese método es la libre competencia que
provoca, el sometimiento al control de la opinión pública de sas condiciones y cualidades
de todos los candidatos.
Ahora bien, en una monarquía parlamentaria ese método racional desaparece y el único
criterio de selección es la historia, la tradición y la biología.
(El art 57 afirma que esos son los criterios a tener en cuenta, el tradicional o histórico
para escoger a la dinastía borbónica y dentro de esa dinastía, la sucesión se llevará a
cabo en sus herederos legítimos, si hay ilegitimos, estos quedarían fuera).
Una monarquía parlamentaria como establece el artículo 57 niega la democracia e
igualdad política en un segundo sentido, porque estos significan el derecho igual de
todos los ciudadanos a acceder a los cargos públicos, a ser elegidos o examinados en
sus métodos y capacidades para lograr un cargo público (cualquiera). La propia
Constitución en su artículo 23 señala que este derecho es un derecho fundamental, todos
los ciudadanos tienen el derecho de acceder en condiciones de igualdad a las funciones
y cargos públicos, con los requisitos que señalan las leyes. Sin embargo, en una
monarquía parlamentaria el cargo más representativo del Estado, el símbolo de la
personalidad jurídica del Estado queda reservado a una persona y sus sucesores
legítimos, por lo tanto se convierte en el único cargo al que el resto de ciudadanos no
pueden acceder y por eso viola/daña el principio de igualdad. Pero, además, la
Constitución no establece requisito alguno para acceder por sucesión al cargo de Jefe de
Estado, solamente exige que sea un legítimo heredero. Cumplida esa condición el art 57
se limita a establecer la fórmula para preferir dentro de la línea sucesoria al
heredero,directo al trono, siendo preferida la línea anterior o directa (hijos,nietos…) a las
colaterales o posteriores. Una vez establecida la línea directa, deberá preferirse el grado
más próximo, y en el mismo grado al varón sobre la mujer y siendo del mismo sexo la de
mayor edad sobre la de menos. Ese es por lo tanto, nuestro sistema automático de
asignación de la Jefatura de Estado, y la ausencia de todo control de las virtudes
públicas y la honorabilidad no existe, porque como señala el artículo 57, el heredero lo es
ya desde su nacimiento o desde que se produzca el hecho que origine el llamamiento (ej;
muerte del que era el futuro rey y tenga que reinar el/la hermano/a). La única excepción
en la norma del artículo 57, es no contraer matrimonio contra la expresa prohibición del
rey o de las Cortes generales que llevaría a perder el derecho a suceder. Tampoco
permite la Constitución controlar la honorabilidad del Jefe del Estado si se produce una
abdicación.
En efecto, según el propio art 57 apartado 5º, las renuncias o abdicaciones del monarca,
rey, a favor de su heredero legítimo deben simplemente “resolverse” por una Ley
Orgánica, slo tienen que ser ratificadas (aprobadas) por mayoría absoluta del Congreso
de los Diputados y mayoría simple del Senado, pero no cabe debate sobre el heredero, ni
mucho menos rechazo, se trata esto de un acto constitucionalmente debido (obligatorio),
si el sucesor está bien señalado en el documento de abdicación, solo cabe aprobar por
los dichos anteriormente, siendo imposible no cumplir. (la única abdicación sucedió en
junio de 2014).
-De lo dicho hasta ahora, tenemos que la idea de democracia rechaza completamente la
presencia monárquica en la estructura del Estado, por ese ataque que provoca en la
igualdad política. Precisamente en la institución que debería representar el espíritu
igualitario y democratico de un pueblo y la creencia fundamental de este, en el trabajo y
el mérito como única base de las distinciones, pero además hay una segunda línea de
rechazo a la corona que proviene de la igualdad jurídica y del estado de derecho y es
que todavía hoy las monarquías y las constituciones de las monarquías parlamentarias,
mantienen la regla constitucional según la cual el rey no comete delitos, por lo tanto es
absolutamente irresponsable cualquiera que sea el acto ilegal que cometa (sea un delito,
ilegalidad administrativa, civil,etc), nuestra Constitución sigue manteniendo esto en el
artículo 56 párrafo 3º (inviolable se refiere a que no puede ser detenido ni siquiera en
flagrante delito - cuando se nombra en este artículo). De esta manera la monarquía
parlamentaria, se separa completamente de la república, todas las constituciones
republicanas en efecto establecen siempre un procedimiento de inculpación y condena
del Jefe del Estado si este comete delitos u otros actos ilegales u actos considerados un
honor para la nación.

● Argumentos a favor (igualdad jurídica)

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